INFLUENCIA EUROPEA EN LA GASTRONOMÍA
PATAGÓNICA
En la zona austral de la Patagonia, es
evidente la influencia de la Europa del Norte y Central. La inmigración galesa
introdujo en Chubut la torta negra y el llamado queso Chubut, mientras que la
centroeuropea ha difundido la preparación de ciertos postres y dulces,
chocolates, así como las carnes ahumadas de jabalí, ciervos y salmones. Los
pueblos prehispánicos aportaron los panes y tortas de harina de semilla de
pehuén, el condimento llamado merken y los dulces de frutos.
Las costas oceánicas y los lagos de esta
región proveen pescados para "patés" y cazuelas. Son reconocidos los guisos de
calamar, pulpo, abadejo, salmones, truchas, centolla, congrio, ostras y
langostinos. En la región de los Andes se producen cervezas artesanales, ya sean
de tipo irlandés como de tipo centroeuropeo. En los valles de Río Negro y
Neuquén (e incluso en el noroeste de Chubut) se producen vinos blancos finos del
tipo Riesling, siendo éstos los viñedos más australes del planeta.
Historia y leyenda de la Torta Negra
Galesa
La Torta Galesa, al contrario de lo que su nombre parece indicar,
no vino de Gales. En realidad, es todo un símbolo de la fuerza con la que
los primeros colonos galeses que llegaron al Valle del Río Chubut enfrentaron
las dificultades que les interpuso el medio
ambiente.
El 28 de julio de 1865, en el velero Mimosa, llegaron a las costas
de Chubut, 153 pobladores, entre hombres y mujeres, provenientes del Condado de
Madryn, en el País de Gales.
Ellos querían huir del acoso inglés y mantener sus tradiciones, su
cultura y su religión. El gobierno argentino quería poblar y defender un
territorio inmenso, poblado por indígenas y continuamente amenazado por
invasores extranjeros que se acercaban por tierra y por mar.
Nada fue fácil para los pioneros. Debieron enfrentar entre
muchas otras cosas, la falta de agua dulce y la escasez de alimentos. Mientras
los hombres recorrían las tierras circundantes buscando un lugar con buena agua
y protegido de los vientos y los posibles ataques, las mujeres hacían malabares
para hacer rendir los pocos alimentos con los que contaban, y hacerlos durar en
el tiempo.
Así fue como un grupo de familias se reunió y empezaron a mezclar
los ingredientes que tenían a mano: harina, azúcar negra, nueces, frutas que
habían sido azucaradas para conservarlas, miel, y otros. El resultado fue una
torta que tenía dos propiedades fundamentales: un alto valor calórico y una
larga perdurabilidad.
Cuando la peor época pasó, y los colonos y sus descendientes
pudieron por fin sentirse en su casa en estas lejanas tierras, una tradición más
se había agregado a las que traían de Gales: la famosa Torta
Negra.
Cada familia tiene su receta y su “ingrediente” secreto para darle
el gusto particular. Pero al margen de eso, hay una receta establecida, en la
que lo más importante es el cuidado y el tiempo que se le dedique a cada uno de
sus ingredientes. Dicen los que saben que preparar una buena torta galesa insume
45 horas!
Una hermosa tradición ligada a la torta negra galesa es la que
siguen las parejas de novios en Chubut: cuando se prepara la torta de bodas, la
base o el “piso de abajo” es una torta negra. El día de la fiesta se come todo
el resto pero ese primer piso se envuelve cuidadosamente y se guarda en una
lata. La pareja comerá un trozo, al cumplirse cada mes de la fecha de la
boda, durante todo el primer año, como un símbolo de la superación de las
dificultades que vayan apareciendo.
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