La juventud vuelve a buscar su
futuro
Alfredo César Dachary
En la década de los sesenta, la juventud, esa
construcción social que creó el sistema luego de la clase media, cuyo impulso
aceleró los cambios que hoy caracterizan a la sociedad junto a la revolución
femenina, ha vuelto a la dimensión política luego de dos décadas de ostracismo,
generadas por el dominio del neoliberalismo y sus teóricos de la destrucción de
la sociedad.
Cuando emerge el famoso mayo francés de 1968, que
fue el modelo a seguir por grandes grupos de jóvenes en occidente, también
apareció la criminalización de la protesta social en el trágico escenario de
Tlatelolco en México, con un saldo en muertos y expulsados del país que marcó a
toda una generación.
Pero, además de casos extremos, hubo otros
movimientos juveniles en Europa y América. En Europa generaron una gran presión
en la sociedad lo cual llegó a lograr un modelo más equilibrado como lo fue el
estado del bienestar, hoy en crisis a causa de la tragedia
europea.
En América, la violencia del Estado no tuvo
límites, iniciada en el golpe de Estado contra el presidente constitucional de
Brasil, Joao Goulart y contra el presidente constitucional de Bolivia, Víctor
Paz Estenssoro, ambos en 1964, son el adelanto de la violencia contra los
trabajadores y los jóvenes en las universidades.
La noche de los bastones largos en Argentina
luego del golpe de Estado del General Onganía, fue el golpe más fuerte a las
universidades y el comienzo de la persecución a los académicos, todos ellos son
el antecedente de las más terribles de las dictaduras encabezadas por los
ejércitos nacionales, hoy enfrentadas a su pasado por delitos de lesa
humanidad.
¿Por qué estalla la juventud a fines de los
sesenta, cuando había logrado grandes avances y la sociedad había generado un
elevado nivel de vida, para parte de ella, la antesala de la sociedad del
consumo?
¿Qué estaba pasando?, ¿por qué el movimiento más
grande no fue el mayo francés sino la gran concentración de jóvenes en Estados
Unidos contra la guerra de Vietnam y por la igualdad de los derechos civiles a
la población de color?, ¿por qué los jóvenes de los dorados cincuenta, lo niños
del Baby Boom se enfrentan al Estado?
¿Por qué los jóvenes franceses se rebelan y los
mexicanos y del cono sur también lo hacen?, ¿qué sienten?, ¿qué los lleva a este
enfrentamiento que en muchos casos deriva en tragedia?
A fines de los sesenta, el capitalismo hegemónico
en occidente liderado por Estados Unidos empieza a mostrar los síntomas del
agotamiento de esa gran dinámica, lo cual estallará en los primeros años de los
setenta, guerras sin motivo, guerra fría y persecución política a los
disidentes, mostraban a una juventud que por razones diferentes había empezado a
entender que su futuro estaba hipotecado por un pasado que no les había tocado
vivir y un presente que no podían controlar.
La década del setenta fue el tiempo histórico
donde se sacrificaron una generación completa en Latinoamérica a causa de las
persecuciones de las dictaduras militares, siendo la juventud la que se rebeló
en los sesenta la principal víctima además del movimiento obrero, objetivo
priorizado del Estado represor.
Luego vienen las dos décadas perdidas donde el
neoliberalismo terminó la tarea empezada por generales en el proceso de reducir
al Estado y los beneficios sociales que éste generaba a la privatización y venta
masiva al capital extranjero de las principales empresas y recursos de estos
países.
La alienación que genera la sociedad del consumo
y las teorías light, como las verdes, junto a los profetas del misticismo o
constructores de falsos paraísos artificiales llenaron el vacío del pensamiento
y, con ello, generaron nuevas alternativas, que se basaban en placer inmediato
de un mundo vacío, que pronto comenzaría eclosionar.
Las nuevas generaciones encabezadas por los
jóvenes han comenzado a dar una pauta fundamental en esta etapa post-neoliberal
para algunos o enfrentadas a este modelo deshumanizado y frustrante, para
otros.
En Chile, el movimiento estudiantil que estalla
en el 2011, pone en evidencia a Piñera y sus seguidores sobre lo frágil, injusto
e inmoral de un sistema educativo que privilegia el dinero y es excluyente para
miles de jóvenes que no podrían nunca pagar sumas similares a las de las
universidades de Estados Unidos.
El New York Time en su edición del 5 de agosto
del 2011 compara al movimiento estudiantil chileno con la “primavera árabe” y
afirma, “A pesar de que Chile aparece en el exterior como un modelo de
consistencia económica y administración fiscal prudente, hay un profundo
descontento con el modelo neoliberal y sus consecuencias económicas para
aquellos que no forman parte de la elite
económica.”
El periódico de la gran manzana, en otro artículo
titula: Con una maratón de besos y bailes los jóvenes chilenos presionan por
reformas, algo que no sirvió para frenar la represión de los carabineros que
dejó un saldo de 900 detenidos.
En Argentina, en 2011, la muerte del ex
presidente Néstor Kirchner hizo emerger a la juventud que había acompañado el
proceso de recuperación del país caído en default en el 2001 y hoy con un
crecimiento económico sostenido.
La “Cámpora” al frente además de otras tantas
juventudes dentro del peronismo K, avanzó como una tormenta, lo cual ha generado
reacciones de todo tipo, más de los no jóvenes que ven con temor esta escalada
de una juventud que es más pragmática, pero tiene un
compromiso.
En Argentina hay un regreso de la juventud a la
lucha política que propició Néstor Kirchner, pero junto a éstos hay otras
juventudes como la del Partido Socialista de Argentina, que lidera ex gobernador
de Santa Fé y ex candidato presidencial, Hermes Binner, y otros grupos más que
forman un nuevo frente de importancia nacional.
En España, los indignados son jóvenes, porque
sobre ellos cae el mayor peso del desempleo y a ellos se les borró el futuro, y
por eso luchan ante una realidad que no esperaban ya que pertenecían a los
“países desarrollados”, hoy una entelequia difícil de entender.
En Grecia y en Italia también los jóvenes han
salido a la calle, como un año antes salieron en Francia los jóvenes que por ser
inmigrantes no tenían grandes posibilidades en el país donde nació la versión
moderna de democracia, donde ocurrió la primera Comuna, la de París, hoy
manejada por el último socialdemócrata que aún gobierna.
Los jóvenes del Magreb y, en general, de los
países árabes del Mediterráneo han salido a defender lo que veían el futuro,
apropiándose a través de las nuevas tecnologías del mundo a fin de pedir ayuda,
de mostrar las miserias y de demostrar que podían hacer caer regímenes
históricamente enquistados en el poder.
Hoy le tocó el turno a México, una nueva
generación de jóvenes regresan a la vida pública en un país ensangrentado con
más de 60,000 muertos, fruto de la violencia de una guerra no deseada entre el
poder y las bandas de la economía criminal, más los costos complementarios que
deja en vidas una guerra como ésta.
Como nadie lo esperaba, este movimiento nace en
una universidad privada de reconocido prestigio, la Universidad Iberoamericana,
lugar de donde salieron hace una década otros jóvenes para fundar el Partido
Verde ecologista de México, un ejemplo de corrupción política al servicio del
PRI.
El movimiento emerge de un acto en el que los
jóvenes rechazan a Televisa y su candidato Enrique Peña Nieto, el único “joven”
de los cuatro candidatos a la presidencia, y que luego son calificados de
porros, lo cual enciende a los jóvenes y así se inicia un movimiento que no sabemos a dónde
llegará, pero que en general está enfrentado a Televisa y a su candidato.
El mundo del arte, los intelectuales y otros
grupos sociales de reacción inmediata han brindado el apoyo a los jóvenes, que
son una de las grandes mayorías del padrón electoral de esta elección
presidencial de julio de este año.
¿A dónde llegarán los jóvenes?, ¿seguirán después
de las elecciones?, ¿formarán un grupo político? Muchas son las dudas que quedan
pero una sola certeza, la juventud, una parte importante de este país ha
empezado rechazar esta sociedad asimétrica, injusta y hoy bañada de sangre, algo
que hace un mes no era posible pensar.
alfredocesar7@yahoo.com.mx