Chilenos en Chubut
La migración chilena ha jugado un papel importante en Argentina
desde la incorporación de las provincias de Patagonia en la nación argentina.
Los inmigrantes eran numerosos en las tierras fronterizas y en la zona rural de
la región. También hubo una presencia chilena desde los primeros días de la
existencia de Comodoro. El descrubrimiento del petróleo y la migración europea
resultante, no obstante, aumentaron la influencia chilena en el área. En 1920,
dos tercios de la población extranjera era europea, con solamente uno por ciento
de Chile. Este fenómeno cambió paulatinamente en las décadas siguientes. El
trabajo atractivo, junto con la proximidad de Chile, impulsó un flujo constante
de migrantes del país limítrofe hasta 1947, cuando el censo muestra que había
5.289 chilenos en Comodoro Rivadavia. Después de los chilenos, el grupo
inmigrante más grande, había 3.605 españoles y 1.258 portugueses, con un total
de 10.011 habitantes europeos. Unos doce años después, el censo de 1960 registró
solamente 10.452 europeos en la provincia de Chubut, pero el número de chilenos
había alcanzado 16.080.
La inmigración chilena a la Patagonia Argentina empezó a
principios del siglo XX en números pequeños, sobre todo a la ciudad de Río
Gallegos en la provincia de Santa Cruz. Estos habitantes crearon las fundaciones
que inmigrantes chilenos usarían como redes en el futuro. Durante los años 1950,
Comodoro Rivadavia llegó a ser el destino deseado para un número creciente de
migrantes. La isla de Chiloé es el área más importante de origen de esos
migrantes. Otras regiones de Chile, incluyendo Valdivia, Aysen, Llanquihue,
Osborno, y Cautín, también han contribuido números grandes de
inmigrantes.
 Aladino Colivoro -
migrante
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 Graciela Llaipen -
migrante
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En la mayoría de los casos, los chilenos han inmigrado por razones
económicas. Incluso en la década del 70, cuando chilenos huyeron de la dictadura
de Pinochet, la mayoría seguía inmigrando por motivos económicos. Esos chilenos
utilizaron las redes de migración en cadena para facilitar su viaje, llegada, y
establecimiento en el nuevo lugar.
 Luis Mayorga -
migrante
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La larga historia de tensiones en la frontera entre los dos países
dificultaba el proceso de inmigración a Argentina más para los chilenos que para
cualquier otro grupo de inmigrantes. Además, los flujos más tardíos de
inmigrantes chilenos coincidieron con las primeras restricciones importantes en
Argentina. Sin embargo, esas restricciones produjeron un efecto limitado dado
que la frontera grandísima entre los dos países facilitaba la inmigración
ilegal. Muchos chilenos entraban donde no había puestos oficiales, o se
escondían en vehículos. Después de llegar ilegalmente, los chilenos pasaban los
primeros meses esperando la documentación de identidad y aprovechando el trabajo
local y las redes comunitarias.
El influjo más grande de obreros chilenos llegó en la década del
50 durante la oleada del “boom” petrolero. Como consecuencia, la ciudad de
Comodoro Rivadavia experimentó la emergencia de nuevos barrios residenciales.
Entre 1958 y 1967, las familias chilenas pudieron ocupar terrenos en los barrios
de la periferia, a los cuales podían acceder después de pagar los impuestos. La
mayoría de los obreros vivían en esos barrios. Por ejemplo, muchos chilenos
vivían en las afueras de Comodoro y en lugares como el Barrio San Martín. La
mayoría de los obreros trabajaban en las empresas petrolíferas en ocupaciones
manuales, pero los servicios públicos no crecieron con la misma celeridad que el
arribo de inmigrantes.

Rosa
Pincol
– migrante |
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Barrio San Martín