HISTORIA DEL CHACO HASTA 1991
Los españoles denominaron "Gran Chaco Gualamba" al inmenso
territorio que va desde Santa Cruz de la Sierra hasta Santa Fe, entre los ríos
Paraná, Paraguay y Salado. Como el mismo se interponía entre los dominios
españoles del Noroeste y Asunción, éstos trataron de instalarse en la región,
pero sus intentos fueron vanos ante la ferocidad con que los aborígenes
defendieron su dominio y, al igual que en la Patagonia, este territorio
permaneció prácticamente cerrado a la población de origen europeo hasta bien
entrada la época independiente.
Luego de la Guerra de la Triple Alianza desde 1865 a 1870, el
gobierno nacional decidió la conquista militar del
Chaco.
En 1884 se dividió el territorio en dos gobernaciones: al norte
Formosa y al sur el Chaco. Comenzó la colonización estable de la provincia y su
primer núcleo urbano fue la actual capital, Resistencia, que se instaló en 1875
donde estuvo la reducción jesuita de San Fernando del Río Negro.
En 1878
llegaron los primeros inmigrantes provenientes de Udine, Italia. Junto con los
antiguos pobladores, las tropas acantonadas en el lugar y los indígenas de los
alrededores formaron el primer núcleo estable del Chaco, comenzando los cultivos
de maíz, azúcar, tabaco, maní y legumbres, e iniciaron la actividad maderera y
la producción de ladrillos, harinas y alcoholes. A principios de siglo la
actividad taninera iniciada en Santa Fe penetró en el
Chaco.
La explotación de los quebrachales dio origen a nuevos pueblos
como La Sabana, Charadai y Urien. Paralelamente, el ferrocarril llegó a
Resistencia en 1907, a Makallé en 1909, a Presidencia de la Plaza y Machagai en
1912 y a Villa Angela y Avia Terai en 1914.
Después de la Primera Guerra empezó la espectacular expansión de
los cultivos de algodón en el Chaco. En 1921 se fundaron 14 colonias nuevas en
la zona de Sáenz Peña.
Inmigrantes de todas partes llegaron a la provincia: argentinos de
otras zonas del país, italianos, polacos, croatas, eslovenos, serbios, búlgaros,
checoeslovacos, húngaros, austríacos, franceses, alemanes, españoles,
paraguayos, rumanos rusos y ucranianos.
Sáenz Peña, Charata, Villa Angela y Las Breñas tuvieron un
crecimiento extraordinario. En tanto la industria del tanino entraba en crisis
en 1925, los cultivos de algodón se expandían sin pausa, permitiendo continuar
el crecimiento poblacional del Chaco.
Pero
cuando entró en crisis la actividad algodonera, la provincia se transformó en
una zona de expulsión a partir de los años cincuenta, proceso que se extendió
por dos décadas. Desde los años setenta en adelante se produce una reversión de
este proceso: Chaco logró recuperar un moderado crecimiento poblacional el que
ha llevado la población de la provincia a 840 mil habitantes al momento del
censo de 1991.

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