¿Echar raíces o hacer la América?
Un panorama de la inmigración europea hacia la región vitivinícola
argentina
y algunos itinerarios económicos en la provincia de Mendoza,
1850-1914
Autor
Rodolfo
Richard-Jorba
Instituto de Geografía-U.Nacional de
Cuyo
Palabras
claves:
Inmigración, Mendoza, Vitivinicultura

Plano
Crisis y transformación
económica, 1850-1880
El Estado promotor:
inmigrantes, vitivinicultura e industria
Los migrantes: carretas y
ferrocarril. Del ámbito regional a la pretensión
cosmopolita
¿Qué hacer en la nueva
tierra? Trabajar con las manos o multiplicar el
capital
Los contratistas de
plantación
Comerciantes e
industriales
Profesionales y
empresarios
Síntesis

Texto
integral
1Através de una especialización económica promovida en el último cuarto
del siglo XIX y plenamente consolidada en la segunda década del XX, la
occidental provincia de Mendoza se convertiría en el espacio productivo central
de la gran región vitivinícola de la Argentina, acompañada por San Juan, su
vecina del norte. El ferrocarril, que unió sus oasis irrigados con el este y
norte del país a partir de 1885, fue esencial en la conformación de un mercado
nacional que obligaba a la división regional del trabajo con producciones en
gran escala no competidoras entre sí. Desde 1885, la ciudad de San Juan quedó
como punta de rieles y Mendoza como el nudo de comunicaciones que
vinculaba la región con el resto del país y, pocos años más tarde, como el
núcleo articulador entre el Atlántico y el Pacífico, consolidando una posición
forjada con la actividad mercantil previa, centrada en la exportación de ganado
a Chile. Hacia los años 90 la ciudad de Mendoza se afianzaría como metrópoli
regional.
2A
lo largo del período estudiado, la inmigración europea cumplió un rol
fundamental en la modernización de la economía regional, en sus
transformaciones, en la construcción de un nuevo paisaje -el vitivinícola- y en
cambios sociales que marcaron profundamente el mundo del trabajo y modificaron
antiguas estructuras, ampliando los estratos medios de la
sociedad.
3Este trabajo traza un panorama de la presencia de los inmigrantes en la
región, y de algunos itinerarios económicos de agentes que tuvieron
significativa actuación en la provincia de Mendoza. De ellos, hubo quienes
adoptaron el terruño mendocino y la Argentina como su nueva Patria. Otros,
hicieron fortuna y retornaron donde estaban sus raíces y sus más profundos
afectos.
Crisis y transformación
económica, 1850-1880
4La
agricultura giraba en torno a cereales, viñedos y alfalfa, con claro predominio
de esta última, que cubría más del 80% de los campos irrigados, lo cual indica
la subordinación de la agricultura al objetivo central de la economía
regional: el engorde y posterior exportación de ganado a Chile. La molinería,
tradicional actividad de transformación, aportaba una mercancía vital para la
economía de estas provincias, la harina de trigo, con cuya venta se adquiría
parte del ganado en el este del país. Fuera de los oasis, en la semidesértica
planicie (200 mm/año de precipitación) y los valles cordilleranos, se criaba
ganado de modo muy extensivo. A comienzos de la década de 1870, los diminutos
espacios valorizados por el riego (alrededor de 80.000 ha en Mendoza y 70.000 en
San Juan) constituían la base primordial para el desarrollo de su economía
mercantil y la subsistencia de su población.
- 1
Sobre estructuras espaciales, producciones y los diferentes
actores sociales, puede verse Rodolfo(...)
- 2 Paul Ives Denis, “San Rafael. La
ciudad y su región”, en Boletín de Estudios Geográficos Nº 64-65, M(...)
5Las dos provincias organizaban la producción y el intercambio mediante
una integración jerárquica de sus espacios. Ciudades, oasis y campos del
semidesierto combinaban una división del trabajo, técnica y territorial, con la
funcionalidad que procuraba la complementación con otras regiones del país y de
Chile1. En el sur de la
provincia de Mendoza, se desarrollaba un frente pionero sobre una
frontera interior que reflejaba el conflicto territorial entre el Estado
argentino y las sociedades indígenas. El definitivo sometimiento del indio con
la campaña militar de 1879 abrió los mejores campos de la región a la producción
ganadera y a la construcción del oasis Sur. Rodolfo Iselin, un francés con
notables capacidades para los negocios, promovió y obtuvo que el núcleo de la
futura ciudad de San Rafael -organizadora de este oasis- se desarrollara sobre
sus tierras, multiplicando su valor2.
- 3
La economía era controlada por los comerciantes integrados, actores que
desarrollaban todas las eta(...)
- 4
Esta etapa, desarrollada con anterioridad a 1870 y numéricamente escasa,
aportó técnicos, profesion(...)
6Los comerciantes de ganado, por su relación con otros centros urbanos,
fueron los constructores de espacios funcionales y articuladores de los
intereses de diversas regiones3. No todos eran nativos;
había también chilenos y, desde los años 70, se incorporaron al negocio
exportador algunos inmigrantes europeos de la etapa temprana4.
- 5
Los ferrocarriles llegaron Villa Mercedes (provincia de San Luis) y a la
ciudad de San Miguel de Tu(...)
- 6
Las importaciones argentinas de vino crecieron de 283.803 Hl en 1872 a 546.837
en 1879 y 628.632 en(...)
7Esta década registró cambios que afectaron a la región y obligaron a
rediseñar su economía. El desarrollo cerealero pampeano y el avance ferroviario
hacia el oeste y el norte -que unificaba el mercado-, contribuyeron a poner en
crisis la producción y el comercio regional5. Ya no sería posible
vender harina en las provincias del este, convertidas en nuevas y eficientes
productoras, por lo cual debía buscarse rápidamente una complementación
económica con las regiones pampeana y litoraleña. El moderno transporte abriría,
sin embargo, posibilidades para la concurrencia de otras producciones regionales
a los grandes mercados de consumo del este porque una previsible reducción de
los fletes permitiría la competencia con los bienes ultramarinos. Por otra
parte, la crisis de 1873 impactó en la región y en Chile, lo que determinó la
pérdida de rentabilidad de las exportaciones de ganado y una rápida y creciente
vinculación de Mendoza y San Juan, con Rosario y Buenos Aires como centros
proveedores. Asimismo, como efecto de la filoxera, hubo un descenso de las
exportaciones vínicas europeas y un aumento de los precios internacionales, lo
que mejoraría las posibilidades de los vinos de la región de competir en Buenos
Aires y Rosario. Además, la fuerte inmigración proveniente sobre todo de países
de la cuenca del Mediterráneo, incrementaba la demanda interna de vinos6.
8La
política no ignoró la crisis y las oportunidades emergentes. Las elites
revalorizarían entonces el antiguo cultivo vitícola, modernizándolo, para
avanzar hacia la especialización económica regional. Mendoza y San Juan
iniciaron políticas públicas de promoción de la viticultura en los primeros años
70, pero el retraso de las obras ferroviarias en más de una década determinó que
el cultivo se expandiera desde mediados de los 80.
El Estado promotor:
inmigrantes, vitivinicultura e industria
9En noviembre de 1871 el gobierno de San Juan estableció premios en
dinero a los productores que plantaran viñedos, frutales y olivos7 y algunos hombres de la
elite se incorporaron en esos años a la vitivinicultura, aunque ignoramos si fue
al amparo de esta legislación. Las políticas de Mendoza comenzaron tres años más
tarde, promoviendo la plantación de vides, olivos y nogales8, pero la ley no tuvo
aplicación. Más efectiva resultó la reducción de un 33% en los impuestos a
bienes raíces que debían pagar los viñedos, dispuesta en 18759.
- 7
Emilio Maurín Navarro, Contribución al estudio de la historia vitivinícola
argentina, Mendoza, INV,(...)
- 8
La ley mendocina (7-9-1874) fijaba el premio en 100 $ bolivianos por cuadra
cuadrada (1,587 ha) impl(...)
- 9
El Constitucional Nº 633, Mendoza, 26-8-1875.
- 10
Eduardo Pérez Romagnoli y Rodolfo Richard-Jorba, “Conformación de la región
vitivinícola argentina.(...)
- 11
Rodolfo Richard-Jorba, “Hacia el desarrollo capitalista en la provincia de
Mendoza. Evolución de los(...)
- 12
Lasmartres y Guerin recibieron los primeros premios en la Exposición
Industrial de 1877 en Buenos Ai(...)
10Desde mediados de los 70 algunos propietarios comenzaron a desarrollar
viñedos relativamente extensos, con cepajes de buena aptitud enológica,
genéricamente denominados “franceses” por oposición a las vides criollas. “Estos
cepajes habían sido introducidos desde Chile y también -probablemente-, desde
Francia por el agrónomo de esa nacionalidad, Michel Pouget, quien los difundió
gradualmente durante dos décadas, desde mediados de los 50. Precisamente uno de
estos productores había iniciado una explotación vitícola de 52 ha en Caucete,
al este de la capital de San Juan, incorporando inicialmente 500 plantas
provistas por Pouget” 10. Esta explotación
superaba ampliamente a sus similares mendocinas, que mantenían antiguas
tecnologías y la asociación de viña y alfalfa11. Sin embargo, esos
avances no se traducían en una mayor calidad de los vinos elaborados, aunque
Mendoza mejoraba más rápidamente. En este sentido fue muy importante el rol
desempeñado por inmigrantes franceses tempranos. Además de Michel Pouget,
produjeron vinos finos Hilaire Lasmartres (o Lasmastres) y Eugenio Guerin. A
este reducido grupo se incorporarían Pedro Brandi, italiano, y algunos
mendocinos, para ir conformando un núcleo de elaboradores preocupados por una
calidad12 que, durante
mucho tiempo, sería una excepción en medio de producciones masivas.
- 13
Rodolfo Richard-Jorba, Poder, Economía...., op.
cit.
- 14
Rodolfo Richard-Jorba, “Conformación espacial de la viticultura en la
provincia de Mendoza y estruct(...)
- 15
Emilio Maurín Navarro, Contribución... op. cit., p.
135.
- 16
Segundo Censo Nacional 1895, Tomo 3, Económico-Social, Capítulo IX,
Cuadro X, p. 178.
11En 1881, el gobierno de Mendoza sancionó una ley que eximía de
impuestos provinciales, hasta 1891 inclusive, a toda nueva plantación exclusiva
de viñedos, olivos o nogales. Además de la superación de la crisis se buscaba
obtener una importante producción de uva y vinos para comenzar los
despachos al este del país apenas se habilitara el servicio ferroviario. Sin
embargo, como ya fuera dicho, el cultivo sólo creció luego de 1885. Leyes
similares dictadas entre 1889 y 1902 redujeron las exenciones a períodos de 5
años. El costo fiscal que asumía el Estado provincial favorecía al productor
porque mejoraba su capacidad de inversión, pero cuando los viñedos entraban en
producción el gobierno percibía un ingreso importantísimo. Por ejemplo, en la
primera década del siglo XX los impuestos a las viñas y al vino financiaban más
del 50% del presupuesto provincial13. Esta fue la política
más exitosa, aunque sólo en el plano cuantitativo. Hasta 1900 se iniciaron 2.900
explotaciones vitícolas modernas que ocuparon 17.830 ha14. San Juan sancionó una
ley similar en 188315,
pero la información disponible sugiere que el resultado fue muy pobre, porque el
crecimiento se produjo con lentitud. En efecto, en 1888 registraba 7.119 ha con
viña, y en 1895, 7.935, es decir sólo un 11% de aumento frente al 74%
experimentado por Mendoza en el mismo período16.
- 17
El Constitucional Nº 617, Mendoza, 20-7-1875.
- 18
Ley del 24-3-1884 y Decreto del 26-3-1884; y Decreto del 27-6-1884
(Registro Oficial de Mendoza, 188(...)
12La especialización vitivinícola requería, además, de un mercado libre
de trabajo, para lo cual Mendoza promovió la incorporación de mano de obra,
particularmente europea, a fin de superar una crónica escasez. La inmigración
-se pensaba- traería ciencia, capital y brazos17. Desde mediados de los
70 comenzaron a arribar pequeños contingentes de inmigrantes. Pocos años más
tarde, el gobierno dictó medidas para atraerlos desde Buenos Aires y, además,
nombró a un ciudadano italiano, el señor Soglieri, “...para que contrate en
Europa 400 inmigrantes destinados al cultivo de la vid en esta Provincia...”18. Esta política
inmigratoria selectiva pronto sería abandonada frente a la espontánea y masiva
afluencia de los tan valorados europeos, aunque muy pocos de ellos serían
realmente expertos en vitivinicultura.
- 19
Tambiém resultó fundamental, la inversión de la elite regional en el
prometedor cultivo. En Mendoza,(...)
13Es decir que la escasa afluencia inicial de extranjeros condicionó la
expansión del viñedo hasta mediados de los 80, situación que se revertiría
rápidamente con la habilitación del servicio ferroviario. En efecto, entre 1881
y 1885, aun contando con exención de impuestos, sólo se implantaron 174 ha con
vid, mientras que en 1886-1890 fueron 4.462 ha, 7.248 en 1891-1895 y 5.946 en
1896-1900. Una parte considerable de esos cultivos se explica por la
inmigración19.
14San
Juan tuvo una menor afluencia de inmigrantes. Posiblemente la posición de
Mendoza como núcleo ferroviario intermedio haya influido para que muchos
inmigrantes descendieran en esta ciudad atraídos, además, por estímulos
oficiales que no existían en la vecina provincia. Asimismo, los europeos
arribados tempranamente a Mendoza en los años 50 y 60 deben haber mantenido
contactos y “cadenas étnicas” para atraer connacionales y ayudarlos a integrarse
en una provincia que brindaba oportunidades ciertas de acceder a la propiedad de
la tierra.
- 20
Los alfalfares se ampliaban para producir semilla; y forraje para los animales
de trabajo utilizados(...)
15En las dos últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX la
especialización económica transformó el paisaje y la estructura agraria
regionales: entre 1888 y 1914, el viñedo creció en Mendoza un 945%, frente a un
107% de la alfalfa. En San Juan, tuvo una expansión considerablemente menor
(231%), si bien superó ampliamente la de los alfalfares (86%)20. Inicialmente los
oasis fueron reconvertidos, al menos en las zonas que envolvían las ciudades
capitales y pueblos importantes, en tanto los alfalfares eran desplazados hacia
terrenos más alejados. Estos cambios no pueden soslayar la influencia de la
inmigración, aun cuando ésta no sea la única causa.
- 21
Rodolfo Richard-Jorba, La región del centro-oeste ..., op.
cit..
- 22
Ibídem.
16El desarrollo vitivinícola, por último, provocó entre 1895 y 1914 un
incremento extraordinario en el número de fincas vitícolas pequeñas (- 5 ha) y
medianas (- 30 ha), incorporando miles de propietarios que ampliarían los
sectores medios de la sociedad regional, complejizándola. Así, los viñedos de
Mendoza y San Juan, que representaban en 1895 el 24 y el 28% de las
explotaciones agrícolas, ampliaron su importancia y, en 1914, llegaron al 77% en
ambas provincias. El 80% de ese total eran fincas menores de 25 ha21. La economía regional
vitivinícola estaba instalada al finalizar el siglo XIX pues su producción de
vinos representaba el 95% del total nacional, aunque originada mayoritariamente
en Mendoza. Así, en 1899, se elaboraron en Mendoza 926.977 Hl y en San Juan,
249.852 Hl; en 1910, las cifras alcanzaron 2.915.685 Hl y 662.277 Hl. En los
mismos años, el total de vino elaborado en el país registró 1.241.236 Hl y
3.796.997 Hl22.
- 23
Rodolfo Richard-Jorba, “Modelo vitivinícola en Mendoza. Las acciones de la
elite y los cambios espac(...)
- 24
En la década de 1850 el francés G. Ponceau, entre otros, instaló en Mendoza un
taller “para hacer y(...)
- 25
Más información en: Rodolfo Richard-J. y Eduardo Pérez R, “El proceso de
modernización de la bodega(...)
- 26
En Mendoza, 85 talleres daban trabajo a 499 personas; en San Juan eran 42 y
empleaban 458 operarios.(...)
17El desarrollo de la agroindustria demandó el creciente equipamiento de
centenares de bodegas que surgían y se integraban al nuevo paisaje. Los equipos
para la industria vínica provenían de varios países, pero Francia fue sin dudas
el más destacado proveedor, tanto en cantidad, calidad y variedad de los
suministros (prensas Mabille, moledoras Marmonier, filtros Gasquet, bombas Coq,
Noël y Faffeur...), como por su permanencia en el mercado regional. Y esto
obedecía a que Francia en general, y Burdeos en particular, constituían el
modelo a imitar propuesto por sectores de la elite, específicamente la de
Mendoza23. Seguía
Italia en importancia (moledoras Garolla, bombas Marelli) y su presencia se
incrementó en el siglo XX, lo que se explica en buena medida por la gran
cantidad de bodegueros de origen italiano que demandaban bienes fabricados en su
país. En relación con esta importación de equipos, cabe destacar que varios
inmigrantes europeos, portadores de conocimientos técnicos, instalaron entre los
90 y la década del 1900 talleres de servicios para reparación de máquinas y
herramientas. Pronto comenzaron a fabricar repuestos y algunos modelos
simples y fáciles de copiar e, inclusive, adaptaron, innovaron y hasta
desarrollaron nuevos productos. Italianos, franceses, españoles, austríacos,
suizos... fundaron estos talleres metalúrgicos, algunos en fecha muy temprana24. Estos inmigrantes
generaron, además, un destacado proceso de entrenamiento y transferencia
de conocimientos que benefició a trabajadores extranjeros y argentinos, sentando
las bases para que un pequeño “brote” industrial se desarrollara lentamente y se
consolidara en décadas posteriores hasta llegar a la actual industria
metalmecánica regional, proveedora del sector vitivinícola nacional y de otros
sectores agroindustriales. Debe señalarse, no obstante, que no todos los
inmigrantes se capacitaron en sus países de origen, pues el ferrocarril y
algunos establecimientos de Buenos Aires fueron también un ámbito propicio para
la formación técnica de muchos de ellos25. Hacia el final de
nuestro período de estudio, el Censo Industrial de 1913 registró 127
establecimientos metalúrgicos asentados en la región, que empleaban casi 1.000
trabajadores26.
- 27
Este actor ha sido estudiado en Mendoza (Rodolfo Richard-Jorba, Poder,
Economía... op. cit.), aunque(...)
- 28
Jorge Balán, “Una cuestión regional en la Argentina: burguesías provinciales y
mercado nacional en e(...)
18La vitivinicultura moderna era controlada por los bodegueros
integrados27, un
grupo muy reducido de propietarios de grandes empresas que controlaban las
diversas etapas productivas y tenían capacidad para formar los precios del vino
y hacer intervenir al Estado en defensa de sus intereses. En los comienzos del
siglo XX, estos bodegueros montaron establecimientos altamente tecnificados y
sus estrategias empresariales los condujeron a integrarse a la burguesía
nacional28, fueran
nativos o inmigrantes. Estos últimos, con frecuencia, se vincularon
parentalmente con familias de vieja raigambre y se insertaron plenamente en los
grupos dominantes de la región. En corto tiempo, además, llegaron a controlar la
industria. Cabe agregar que, en no pocos casos, participaron en política hasta
donde les resultaba posible por su condición de extranjeros, pero sus hijos
argentinos ocuparon destacados lugares en los partidos políticos y en los
gobiernos de la región, particularmente en Mendoza.
Los migrantes: carretas
y ferrocarril. Del ámbito regional a la pretensión
cosmopolita
19Las
enormes distancias y la sobrecogedora soledad de las travesías entre el Litoral
o Buenos Aires y Mendoza-San Juan seguramente desalentaban a los potenciales
migrantes. Al comenzar la segunda mitad del siglo XIX los movimientos
territoriales de la población eran escasos y lentos, en consonancia con los
medios de transporte disponibles: las arrias de mulas, las carretas y alguna
diligencia para aventurarse por las polvorientas huellas.
- 29
La provincia de Buenos Aires se había segregado. Su reintegro definitivo (y
posterior hegemonía) se(...)
- 30
En 1864-1865, el viaje Rosario-San Juan costaba 55 $ bolivianos (José L.
Masini Calderón, Mendoza ha(...)
20En 1854, el gobierno de la Confederación Argentina dispuso la creación
de las Mensajerías Nacionales Iniciadoras. Administradas desde el puerto
de Rosario, transportarían en galeras hasta 17 pasajeros y correspondencia,
uniendo esa ciudad y los principales puntos del interior del dividido país29. El trayecto de
Rosario a Mendoza se preveía cumplirlo en 10 días con sólo un viaje mensual.
Llegar a San Juan supondría 2 días adicionales. El servicio se concretó,
finalmente, en la década de 1860 y se fueron ampliando gradualmente las
frecuencias, aunque el recorrido Rosario-Mendoza-San Juan duraba, en realidad,
15 días. Para 1882, las mensajerías comunicaban la región con el Litoral
realizando 8 viajes mensuales hasta Villa Mercedes (San Luis), desde donde se
continuaba en ferrocarril. Sin embargo, el costo era prohibitivo para la mayoría
de la población30, por
lo cual el sistema de transporte no creaba todavía condiciones para la libre
afluencia de trabajadores al mercado laboral. Se sumaban a esto diversas
reglamentaciones coactivas que procuraban mantener sujeto al trabajador a un
patrón y a un determinado lugar en un vano intento de afrontar la crónica
escasez de mano de obra.
- 31
Benjamín Vicuña Mackenna, “La Argentina en 1855”, en La Revista Americana
de Buenos Aires, 1936.(...)
21¿Quiénes se movilizaron entonces en esta etapa previa? El Cuadro Nº 1
indica que el movimiento principal, en 1869, correspondió al ámbito regional.
Las menores distancias facilitaban los traslados y los nativos de provincias
contiguas formaban los contingentes más numerosos. La dimensión de los oasis de
la región y la diversidad productiva eran atractivos importantes para
poblaciones de zonas en las que dominaba una economía pastoril muy extensiva,
incapaz de generar empleo. Los chilenos constituían el grupo extranjero más
numeroso. Vicuña Mackenna había señalado esta presencia en 1855, atribuyéndola a
las grandes posibilidades de progreso que ofrecía Mendoza frente a la
semiesclavitud de los inquilinos en su país31. Cuando se levantó el
Censo de 1869, florecía el negocio de exportación de ganado y los chilenos
alcanzaron el máximo registrado en la región: casi un 9% de la población de
Mendoza y un porcentaje inferior aunque no desdeñable en San Juan. Los antiguos
lazos económicos y sociales, el dinamismo del intercambio comercial, la gradual
ampliación de los oasis y la crónica escasez de trabajadores fueron, sin duda,
los principales factores de atracción. El chileno era valorado por sus aptitudes
para el trabajo con el ganado, la tejeduría, las artesanías del cuero y la
agricultura.
- 32
Juan José Cornú, (francés?), abrió en 1853 un taller de tonelería con apoyo
del Gobierno de Mendoza(...)
22La migración europea era numéricamente escasa. Ingresada al país desde
Chile, Rosario y Buenos Aires, la componían mayoritariamente comerciantes,
profesionales, técnicos y artesanos que fueron integrándose a la sociedad
regional. Varios de estos agentes alcanzaron posiciones económicas encumbradas y
prestigio social. Esta inmigración temprana aportó innovaciones que
contribuirían a las transformaciones económicas finiseculares. Hemos mencionado
a los franceses que introdujeron cepajes de buena calidad y elaboraron vinos
finos, pero también hubo toneleros que enseñaron su técnica y su arte, con lo
cual se terminaría por desplazar a las coloniales vasijas de barro cocido32, o herreros y
fabricantes de carros, que sentaron las bases para el posterior desarrollo de
los mencionados talleres de servicios, sin olvidar a los constructores de obras
civiles, italianos y franceses.
23El
cambio que provocaría la especialización vitivinícola marca también una
modificación en la dirección de las migraciones. Hubo para ello una confluencia
de factores. Por una parte, el comercio ganadero -como ya indicáramos-, entró en
una profunda crisis desde mediados de los 70, lo que obligó a las elites a
plantear la necesidad de transformar las bases económicas; por la otra, el
ferrocarril, que consolidaría la reorientación de la región hacia el mercado
interno.
- 33
Los mayores ingresos de inmigrantes a Mendoza se registraron en 1890 (3.177),
1901 (4.160), 1906 (7.(...)
24A mediados de los 90, cuando se levantó el Segundo Censo Nacional y el
avance hacia la especialización agroindustrial era indetenible, Mendoza había
alcanzado una clara posición de predominio. Y el papel jugado por el
ferrocarril, como ya se expresó, no era ajeno a esta nueva situación. La llegada
de migrantes crecía desde 1885 con un espectro amplio. Los argentinos eran
mayoritariamente originarios de provincias no contiguas y su presencia invertía
la relación existente en 1869. Los chilenos descendían en términos absolutos y
su representatividad se reducía a la mitad, mientras que los europeos se
multiplicaron entre los dos censos (2.100%). Españoles, italianos y franceses,
en ese orden, explicaban más del 95% del aporte migratorio externo33. El descenso
porcentual de los mendocinos nativos en el total de la población provincial,
registrado en 1895 (69,5% frente al 82,6% de 1869) indica la ruptura de cierto
aislamiento con el resto del país, porque los argentinos de otras provincias
avanzaron del 7,7 al 16,8%. El moderno transporte ferroviario no sólo integraba
físicamente el territorio nacional, sino que el gradual abaratamiento tarifario
daba pie a la movilidad geográfica de argentinos y extranjeros que se
trasladaban a Mendoza atraídos por el crecimiento económico y las oportunidades
laborales. La ciudad capital tenía aires cosmopolitas, con una pléyade de
europeos y grupos menores de otros continentes.
- 34
Como el transporte de los riojanos en 1895 se hacía todavía en carretas o a
caballo, es dable pensar(...)
25San Juan iba quedando rezagada en este aspecto. No sólo había
aumentado en 1895 el peso de su población nativa, alcanzando el 88%, sino que,
en relación con Mendoza, los migrantes de otras provincias apenas significaban
una tercera parte, lo que indica dónde estaban las preferencias de quienes se
movilizaban. Pero, además, el 77% de ellos pertenecían a provincias contiguas,
de manera que San Juan tenía una zona de atracción muy restringida,
particularmente centrada en La Rioja, provincia expulsora de grandes
contingentes humanos34. Los chilenos se
redujeron al mismo ritmo que en Mendoza, lo que confirma la decadencia de los
tradicionales y estrechos vínculos económicos de la región con el vecino país y
su nueva orientación hacia el mercado nacional. En cuanto a los inmigrantes
europeos, su aporte era considerablemente menor que el recibido por
Mendoza.
26En
1914 Mendoza lucía, orgullosa, el cosmopolitismo alcanzado. Sólo el 56% de sus
habitantes había nacido en la provincia y más de un tercio eran extranjeros, con
amplísima mayoría europea (27,6%). Los migrantes argentinos conservaban un
porcentaje importante pero decreciente en relación a 1895, mientras que en San
Juan se mantenía el sentido de los movimientos señalados para ese año e,
inclusive, se reforzaba, aunque logró atraer más europeos.
- 35
San Juan tenía 113 educadores, preceptores, etc. y Mendoza sólo 63. El
promedio entre quienes sabían(...)
27Es importante destacar, por último, la calificación educativa de la
población. El Censo de 1869 mostraba en las dos provincias cantidades semejantes
de profesionales, pero San Juan casi duplicaba a Mendoza en el número de
educadores y su población alfabetizada era superior. En efecto, casi el 25% de
los habitantes de 6 o más años leía y escribía, en tanto en Mendoza no alcanzaba
al 18%35.
- 36
Los porcentajes eran 41,4% en Mendoza y 41,5% en San Juan (cálculos propios
con datos tomados del Se(...)
- 37
Tercer Censo Nacional 1914, Tomo III, p. 324.
28Para 1895, los índices educativos se igualaban en toda la región, con
un 41% de pobladores alfabetizados36, lo que daba cuenta
del éxito de las políticas educativas promovidas por el Estado nacional. En
1914, con un 55% de la población regional alfabetizada, se registraba una
confluencia entre el sistema educativo argentino y la cualificación de los
inmigrantes, porque los índices de alfabetismo resultaban similares para los
nativos del país y para los principales grupos extranjeros, salvo los franceses,
de lejos los más instruidos. En efecto, en 1914 la población de Mendoza mayor de
7 años sumaba 219.718 personas, con un 56% de alfabetos; San Juan tenía 92.171 y
un 54% que sabían leer y escribir. Los argentinos nativos mantenían esa misma
proporción. Los españoles alfabetizados eran un 55% en Mendoza y un 48% en San
Juan, pero los italianos de esta última superaban a los de aquella (66,5 a 54%).
Los franceses promediaban un 80% de alfabetos y sólo eran superados por grupos
muy minoritarios que conformaban una inmigración altamente selectiva (uruguayos,
suizos, ingleses y alemanes) 37.
- 38
En Mendoza, el 47% residía en espacios de frontera y, en San Juan, lo
hacía el 45%, incluyendo al g(...)
- 39
El 63% estaba radicado en áreas fronterizas de Mendoza y el 53% en San Juan,
incluido Jáchal (cálcul(...)
29La distribución de los principales grupos de migrantes refleja los
cambios de modelos productivos en la región. Los chilenos tenían presencia más o
menos pareja en 1869 en todo el territorio regional, orientado -como se ha
señalado- a la producción de alfalfa y cereales, frutas y algo de vino y
aguardientes y, centralmente, al comercio ganadero. Con la reconversión hacia la
vitivinicultura en pleno desarrollo en 1895, una amplia mayoría de este grupo
aparecía concentrada en las ciudades capitales (17% en Mendoza y 10% en San
Juan) y en los departamentos de ambas provincias fronterizos con Chile o todavía
dedicados a la ganadería (más del 45%)38. Esta tendencia se
consolidó en 191439.
- 40
En el Censo de 1869 los italianos se concentraban en las ciudades de Mendoza
(59%) y San Juan (65%),(...)
30Si los chilenos se distribuían mayoritariamente en zonas rurales, los
europeos tenían otros patrones de asentamiento. Italianos, españoles y franceses
se instalaban en fuerte proporción en las ciudades capitales en 1869,
confirmando que la inmigración de ultramar temprana era selectiva, más cercana a
las profesiones, al artesanado y al comercio que a los sectores del trabajo40; y aportaba,
significativamente, al desarrollo de una anticipada
urbanización.
31En
la etapa de aporte inmigratorio masivo los censos mostraron una reducción en
estas proporciones, en parte, porque al crecer la red de ciudades, la población
urbana estaba más repartida y, en parte, porque una gran franja de inmigrantes
se incorporó a la agricultura.
- 41
En 1869, la población urbana era de 20,5 miles y, en 1914, de 110,0
miles. La rural fue de 105,2 mi(...)
32Mientras la población urbana se quintuplicó entre 1869 y 1914, la
rural se expandió a un ritmo mucho menor. En el transcurso de este período se
consolidarían las jerarquías urbanas regionales y Mendoza afianzaría sus
posiciones de preeminencia41.
33De
la fría estadística, que sólo ha permitido una panorámica aproximación a
la evolución que experimentó la región, centrada en la significación de la
inmigración, nos acercaremos, cambiando de escala, al itinerario de algunos
europeos en la pujante Mendoza.
¿Qué hacer en la nueva
tierra? Trabajar con las manos o multiplicar el
capital
34De
la variada gama de situaciones que vivieron las decenas de miles de europeos y
de ciudadanos de otros continentes que arribaron a Mendoza, los casos que
presentaremos -muy sintéticamente- para conocer sus itinerarios
económico-sociales, constituyen apenas algunos de los tipos que pueden
establecerse en el período estudiado, especialmente los vinculados con la
vitivinicultura. La mayoría de los inmigrantes fueron trabajadores; otros,
arribaron con pequeños capitales o portando conocimientos específicos
(artesanos, técnicos, profesionales universitarios) o experiencia de gestión
empresaria. En general buscaron ascender social y económicamente en relación con
lo que habían dejado en sus tierras de origen y, entre sus variadas estrategias,
hubo dos que se reiteraron: los negocios intraétnicos -en la mayoría de los
casos- y los relacionamientos familiares con la elite local, en algunos de los
que hicieron grandes fortunas.
Los contratistas de
plantación
35Fueron actores que tuvieron decisiva actuación en la transformación
económica y geográfica de Mendoza. Estos trabajadores, que tenían claros rasgos
empresariales en tanto asumían riesgos (heladas, granizo, langostas...),
pactaban con el propietario de la tierra hacerse cargo de implantar viñedos en
determinadas superficies, mediante la reconversión productiva de la explotación,
la incorporación de terrenos incultos o ambas cosas. Las condiciones
contractuales eran muy variadas (duración, tecnologías a introducir,
infraestructura y edificios a construir, pago de impuestos, provisión de
implementos, etc.), aunque generalmente el contratista percibía, al término del
período fijado, una suma de dinero por cada cepa implantada y se apropiaba del
fruto de una a diez cosechas. Esto último tuvo influencia en la dirección que
tomó el modelo vitivinícola, orientado a la gran producción con ausencia de
calidad, aspecto muy negativo para la moderna agroindustria, en el que estos
contratistas tuvieron una responsabilidad, al menos parcial, por lo que
recibieron fuertes críticas de expertos de la época estudiada. Otra
característica destacable es que los contratistas se autoempleaban e
incorporaban al mercado laboral a sus familias, incluyendo los niños. El trabajo
“a destajo” los convertía en “empresarios” para la ley. Los inmigrantes europeos
en general, y los contratistas en particular, preferían esa forma de trabajo en
lugar del salario porque, además de mejorar sus ingresos, rechazaban los
instrumentos de coacción extraeconómica existentes. Ellos contribuyeron, con su
resistencia, a erradicarlos antes de que concluyera el siglo XIX 42.
- 42
Rodolfo Richard-Jorba, “El mercado de trabajo rural en Mendoza. Un panorama
sobre su formación y fun(...)
36En
general, los ingresos de estos agentes resultaban considerables y muchos de
ellos no sólo accedieron a la propiedad de la tierra sino que lograron construir
grandes empresas e inmensas fortunas, algunos partiendo de un pequeño capital de
trabajo propio y otros haciéndolo con sólo la fuerza de sus brazos y ayuda del
propietario para mantenerse el primer año.
37Por
ejemplo, el francés Gustavo Labadie recibía $ 150 mensuales durante el primer
año (1888) y $ 100 en el segundo año del contrato. Estas cifras permitían un
nivel de vida sin apremios económicos, pero indican que el agente carecía de
recursos para emprender el trabajo pactado y requería apoyo del propietario. Los
italianos Desiderio y Juan Dorigo (1890), en cambio, recibían un importe casi
simbólico de $ 10 mensuales, lo que sugiere que disponían de cierto capital,
para realizar el trabajo y para mantenerse. En ambos casos se convirtieron en
propietarios de fincas vitícolas, Labadie desde 1892 y Juan Dorigo en 1902 (y,
probablemente, en 1897).
- 43
Ibídem y AHM, Protocolos Nº 446 –Corvalán-, Tomo 3, fs. 1071v,
1889.
38Felipe Rutini, italiano de Ascoli-Piceno, arribó a Mendoza en 1887,
con algo de capital y conocimientos técnicos como egresado de la Reale Scuola
Pratica di Agricoltora “Antonio Orsini”. Fue contratista de plantación de Rufino
Ortega -político y militar mendocino- y en 1889 fundó la Bodega y Viñedos La
Rural, actualmente uno de los más prestigiosos establecimientos vitivinícolas de
Mendoza. Aunque ya era empresario, Rutini (y otro connacional, Agustín
Ciarpella) continuaba en 1889 firmando contratos de plantación, lo cual ratifica
que eran una buena fuente de acumulación43. Una parte del capital
de la empresa se mantiene en poder de descendientes del fundador.
Comerciantes e
industriales
39Una
amplia franja de los empresarios vitivinícolas de origen europeo se iniciaron en
actividades mercantiles y luego hicieron inversiones en la agroindustria; otros,
en cambio, comenzaron directamente con la producción. Algunos constituyeron
casos emblemáticos por la influencia, de diferentes órdenes, que ejercieron en
la sociedad receptora.
- 44
Vicchi quedaba como propietario de un viñedo de 11,8 ha adquirido en
diciembre de 1885; los hermano(...)
- 45
José y Lorenzo Vicchi administrarían la empresa. El capital inicial era
considerable: $ 152.589 -26%(...)
40El italiano Lorenzo Vicchi llegó a Mendoza en 1885, muy probablemente
con un mínimo capital y se dedicó al comercio asociado con sus connacionales
Lázaro, Luis y Antonio Moretti y Andrés Bardotti. La sociedad operaba en la
“compra de propiedades, almacén, especulación con vinos y zapatería”, sin duda
un amplio espectro de actividades. Esta primera sociedad, disuelta en agosto de
188744, fue fruto de
una cadena étnica y sirvió a Vicchi para introducirse en el mundo de los
negocios que hacía eclosión en Mendoza a partir de la habilitación del servicio
ferroviario. Vicchi prosiguió con sus actividades y pronto incorporó a sus
hermanos, José, Emilio, Antonio y Pedro. En 1894, cuando su bodega en la ciudad
de Mendoza y otros negocios funcionaban a pleno, formalizó una sociedad con sus
hermanos y otros dos italianos, Mascimo Bardotti y Pascual Gancia, que operaría
“en los ramos de agricultura, vinicultura....”, etc. La firma “Vicchi hermanos y
Cía.” desarrolló, efectivamente, una amplia diversidad de negocios vinculados
con la vitivinicultura (viñedos, bodegas, destilería) y con el transporte. En
esa sociedad, los Vicchi y Bardotti eran socios capitalistas y Gancia el “socio
industrial” 45. Esta última
figura, muy difundida en la época, correspondía al hombre que se incorporaba a
una empresa con sólo su trabajo. En el caso de los inmigrantes era, con
seguridad, un vehículo por medio del cual los compatriotas le daban un lugar
significativo a los recién llegados que vinieran recomendados o fueran conocidos
y de absoluta confianza. Independientemente de las actividades económicas,
un hijo de Lorenzo, Adolfo Vicchi, argentino de primera generación, ocupó, entre
varios cargos de una larga vida pública, el de gobernador de la provincia de
Mendoza a comienzos de la década de 1940.
- 46
Estadística General de la Provincia de Mendoza, Boletín Nº
3-1883, Mendoza, 1885, p. 66.
- 47
AHM, Protocolos Nº 467 -Lemos-, fs. 1056, 1890. La sociedad se
constituyó el 27-10-1890. Del capita(...)
- 48
Los Andes, Mendoza, 14-11-1899, p. 5.
- 49 Rodolfo Richard-Jorba, “Managers and politics in the
winemaking development of the province of Mend(...)
- 50
Al momento de retirarse de “Antonio Tomba y Hermanos”, Pedro vendió su
parte en la empresa a Antoni(...)
41Antonio Tomba fue el fundador de una enorme empresa integrada que,
durante décadas, tuvo un fuerte peso en la formación de los precios en el
mercado nacional de vinos. Nacido en Valdagno, Italia, ingresó al país por
Buenos Aires en los años 70. Comenzó como empleado, dedicándose luego en la
actividad mercantil. Fue comerciante móvil, proveedor del ferrocarril y de
sus trabajadores en su avance hacia el oeste. Con un capital considerable, llegó
a Mendoza a comienzos de los 80. Contrajo matrimonio con Olaya Pescara, miembro
de una familia tradicional de la elite, con importantes propiedades rurales. Su
actividad inicial fue una casa de zapatería y almacén46. En 1886 instaló su
bodega y elaboró 1.000 Hl de vino. En ese mismo año implantó 4,7 ha de viñas
para las que solicitó eximición de impuestos en 1887. Pocos años más tarde hizo
venir de Italia a sus hermanos (Pedro, Francisco, Gerónimo y Domingo) y fundó la
sociedad Antonio Tomba y Hermanos47. A fines de
1899, Antonio, enfermo de cáncer, intentó regresar a su pueblo, pero terminó sus
días en alta mar48. En
ese año, la empresa ya tenía 800 ha de viñedos y, en 1900, superaba las 1.000 ha
y producía alrededor de 80.000 Hl de vino. Para 1910, la elaboración alcanzó
unos 300.000 Hl. En abril de 1899, Pedro y Francisco (Gerónimo había fallecido)
se retiraron de la sociedad y sólo quedaron Antonio y Domingo, con un capital de
$ 4.000.000. Al fallecimiento del fundador, Domingo siguió con la parte
principal de la empresa y, en 1911, la transformó en S.A. Bodegas y Viñedos
Domingo Tomba (incorporó accionistas ingleses del grupo Leng-Roberts al
directorio), con un capital de $ oro 3.000.000 y domicilio en Buenos Aires49. No cabe desarrollar
aquí los avatares de la empresa y los problemas generados en el interior de la
familia. Sin embargo, señalamos los diferentes itinerarios de Domingo y Pedro.
Mientras el primero mantuvo la empresa por largo tiempo, Pedro “hizo la América”
y regresó a Valdagno50. En tanto, Antonio
sólo buscó morir en su tierra natal, dejando sus bienes y familia en
Mendoza.
- 51
Delaballe era Agente Consular de Francia en Mendoza en 1883 (Estadística
General...., op. cit., p. 6(...)
- 52
Juan Sarramea y su hermano Esteban, de la inmigración temprana, eran
comerciantes y productores en(...)
- 53
AHM, Protocolos Nº428 –Navarro-, fs. 1055, 1887.
- 54
El Art. 4º del contrato es clave para confirmar esta apreciación. “A los
cuatro años de esta fecha(...)
- 55
Arminio Galanti, La Industria Viti-Vinícola Argentina, Tomo Primero,
Buenos Aires, 1900, p. 103. Est(...)
42El francés Carlos Delaballe llegó a Mendoza a comienzos de los años
80. Además de relaciones en Francia51, venía con contactos
asegurados en la Argentina aunque ignoramos si disponía de algún capital. En
octubre de 1887 protocolizó una sociedad de hecho que funcionaba “desde hace un
tiempo” con su connacional Juan Sarramea, radicado desde hacía más de 20 años en
la provincia52. Decía
el contrato que “Han formado una sociedad para girar en los ramos de
agricultura, viticultura y vinicultura”. Sarramea era el socio “capitalista” y
Delaballe el “industrial”. Sarramea aportaba $ 7.000 en efectivo y 31 ha al sur
de la plaza de Godoy Cruz, valuadas en $ 12.000. También se incorporaba otra
propiedad (sobre la que no se especificaba superficie ni valor, pero que sería
de 2 ha, como se mostrará más adelante) adquirida por la sociedad de hecho a
nombre de Delaballe. La razón social era “Carlos Delaballe y Cía.” y la empresa
tendría una duración de 10 años53. Esta “sociedad” fue
muy especial porque constituye un ejemplo claro de cómo determinados inmigrantes
lograban incorporarse directamente en los estratos medios o superiores de la
sociedad receptora, si contaban previamente con un capital relacional
importante. Sarramea, evidentemente, ayudó a Delaballe a comenzar su actividad
en Mendoza en un nivel empresarial54. No podemos saber si
lo hizo sólo por amistad, pero lo cierto es que otorgó a su compatriota una base
operativa que le permitiría, en muy poco tiempo, construir una fortuna
considerable. Esta primera empresa, por datos que menciona una fuente, habría
comenzado en 1883 con la plantación de 33 ha de viñas en el departamento Godoy
Cruz55.
- 56
Ibídem, pp. 103-104. La enorme acumulación de capital hecha por
Delaballe habla de su extrema habil(...)
- 57
Desde 1899, la Ley de Conversión Nº 3.871, fijó el tipo de cambio en
1 peso papel = 0,44 pesos oro(...)
43Aunque no detallaremos el muy extenso itinerario económico de
Delaballe, es importante destacar que, para 1899, era el único propietario de la
empresa vitivinícola. Sus fincas vitícolas sumaban 190 ha y tenía una gran
bodega construida en el sitio inicial; y el valor de esos bienes era calculado
en $ 1.135.00056,
frente al capital original de 12 años antes, de alrededor de $ 20.000. En 1901,
Delaballe alquiló su bodega a empresarios de origen alemán (Wiedembürg hermanos)
radicados en la ciudad de Rosario, la Sociedad Anónima Destilería, Bodega y
Cervecería “Germania”, quienes quedaban obligados a comprarle el producto de sus
viñedos. Pero el empresario francés pronto decidió retornar a su país y, en
agosto de 1904, vendió a “Germania” todos sus bienes, valuados en $ oro 365.000,
que los compradores debían girarle en cuotas a París, lugar de su nueva
residencia57.
44En
síntesis, a partir del apoyo de un connacional, Delaballe construyó una gran
fortuna en escasas dos décadas y retornó a su Francia natal; y, aunque su
apellido está aún presente en Mendoza, hasta el momento no disponemos de
registros que permitan suponer un regreso temporario a tierras americanas.
Profesionales y
empresarios
45Entre
los europeos poseedores de una profesión universitaria arribados a Mendoza,
hemos seleccionado dos casos, que representan el éxito y el fracaso en los
negocios vitivinícolas.
- 58
La sociedad se denominaba “Grant Dalton Norton y Compañía”, lo que
sugiere que Dalton era socio ma(...)
46El ferrocarril trajo a estas tierras numerosos técnicos necesarios
para las obras, el mantenimiento y la prestación de los servicios. Uno de ellos
fue el ingeniero inglés Edmundo James Palmer Norton. En Mendoza contrajo
matrimonio con una señora de familia tradicional, Juana Suárez. Hacia 1895,
Norton inició la actividad vitivinícola con viñedos y bodega en el departamento
de Luján. En 1903 se asoció con su connacional Malcolm Grant Dalton, pero la
firma duró poco tiempo y en octubre de 1905 fue disuelta, quedando únicamente
como empresa familiar. El Ing. Norton mantuvo su negocio vitivinícola y la firma
continuó en manos de sus sucesores durante varios años58.
- 59
Nació en la ciudad de Nancy, Departamento de Meurthe, el 6-12-1856, siendo
bautizado como Nicolás /M(...)
- 60
La Compañía fue fundada en 1887, contaba con un capital de $ 1.000.000 y
tenía por objeto vender el(...)
- 61
En noviembre de 1891 compró una finca de 10 ha de viña y edificio en la
ciudad de Mendoza y otra de(...)
47Otro ingeniero, el francés Enrique Richard59, llegó a Mendoza a
fines de la década de 1880 contratado por la Compañía Mendocina de Petróleo como
director técnico de los yacimientos petrolíferos de Cerro Cacheuta (Luján)60. Casi de inmediato y,
probablemente empujado por algún capital disponible, sus altos salarios y la
atracción que ejercía el boom de la vitivinicultura moderna, Richard
compró dos fincas en 1891 con créditos hipotecarios. Sin dudas, los efectos de
la crisis de 1890, con la baja de precios de la uva, y una escasa aptitud para
los negocios, condujeron a la rápida venta de ambas propiedades en condiciones
desfavorables para Richard61 quien, en adelante,
sólo proseguiría desempeñando funciones técnico-profesionales, directa o
indirectamente vinculadas con la vitivinicultura, hasta su muerte, ocurrida en
Mendoza en 1922.
- 62
Benegas, nacido en Rosario, se radicó en Mendoza en la década de 1860.
Fue comerciante y ejecutivo(...)
- 63
Además, se le otorgaba vivienda en el establecimiento y el sueldo era
muy significativo ($ 500 m/n(...)
48Para concluir, otro tipo de inmigrante directamente vinculado a la
agroindustria vitivinícola por ser portador de conocimientos especializados, fue
el director técnico. Este actor, fuera por su gestión directa o por la
transferencia tecnológica que pudo hacer, produjo efectos positivos para una
economía que se especializaba en la producción de vinos. El político-empresario
Tiburcio Benegas, fundador en 1883 de la firma El Trapiche 62 y reconocido promotor
de una vitivinicultura de calidad, produjo una importante innovación al
incorporar un director técnico a su establecimiento. Andrés Pressac (francés?)
se hizo cargo, desde abril de 1890 de la gestión integral de El Trapiche,
debiendo dirigir los cultivos de las viñas “de modo que por medio de esos
cultivos los productos sean mayores y mejores... /y/ las cosechas, elaboraciones
de vinos y todo lo concerniente a esta fabricación, de modo que los productos no
sufran enfermedad y su conservación sea perfecta...”. Pressac ocupaba ese cargo
con dedicación exclusiva, controlaba a todo el personal, administrativo,
encargados de las viñas, peones y obreros y dirigiría la empresa durante 8
años63.
- 64
Pedro Benegas tomó cursos en Francia e hizo venir a Mendoza, en 1908, para
enseñar técnicas enológic(...)
49Al enorme prestigio que adquirió El Trapiche debió contribuir sin duda
la labor de Pressac, continuada luego por los hijos de Benegas, en especial
Pedro, otro destacado innovador, estrechamente vinculado con Francia64. La innovación que
significó incorporar directores técnicos resalta más porque, de acuerdo con
nuestra base de datos, sólo a fines de la primera década del siglo XX, esta
figura comienza a difundirse, sobre todo con extranjeros y algunos argentinos
capacitados en la Escuela Nacional de Vitivinicultura. Por ejemplo, en 1908,
Modestino Jossa (español) dirigía la bodega Arizú Hnos (españoles) y José L.
Quiroga (argentino), hacía lo propio con la del alemán Carlos Kalless. En 1910,
Gracco Spartaco Parodi (italiano) estaba al frente de la bodega de Domingo
Tomba. El francés José Lavenir era enólogo de “La Estrella”, de Isaac Chavarría;
y producía vinos propios en otra bodega que arrendaba. En otros casos, los
propietarios eran profesionales agrónomos o enólogos y dirigían sus empresas,
como el Ing. Aarón Pavlovsky, ruso, propietario de viñedos y bodega (“La
Purísima”) e introductor, a mediados de la década de 1880, como director de la
Escuela Nacional de Agricultura (luego de Vitivinicultura), de las primeras
experiencias de cultivo científico de la vid en la enseñanza técnica.
Síntesis
50A
lo largo del trabajo hemos buscado integrar los procesos económicos que
condujeron a una radical transformación en la región centro-oeste argentina y
los aportes cuantitativos y cualitativos de una corriente inmigratoria que
contribuyó sustancialmente a la modificación de la economía, la sociedad y
el territorio, hasta convertirla en la gran región
vitivinícola.
51Una
inmigración temprana, desde los años 50 y 60 del siglo XIX, se caracterizó por
su selectividad. Los bajos ingresos, transportes caros y lentos, enormes
distancias a recorrer desde el oriente nacional y la inseguridad reinante en los
caminos, eran fuertes barreras para los movimientos masivos de población.
Arribaron, entonces, comerciantes, técnicos y artesanos europeos, generalmente
ingresados desde Chile, que fueron innovando y dinamizando la economía regional;
pero también lo hicieron ciudadanos de ese país y argentinos de provincias
vecinas.
52La
crisis internacional iniciada en 1873 y el impacto de la filoxera en Europa
sobre la producción y los precios del vino -como factores externos-, junto con
el desarrollo agrícola pampeano y las construcciones ferroviarias –como factores
internos-, provocaron la decadencia del negocio ganadero y reconvirtieron la
economía regional. La nueva especialización estuvo centrada en la
vitivinicultura, actividad de tradición colonial, modernizada y promovida con
políticas públicas que llevaron en pocos años al desarrollo de un sistema
agroindustrial, elaborador de vinos de baja calidad en gran escala y orientado
enteramente al mercado nacional. Generadora de una fuerte demanda laboral y
tecnológica, la vitivinicultura requirió la rápida incorporación de
trabajadores, por lo cual la provincia de Mendoza incentivó fuertemente la
inmigración europea, con la idea de que traería “ciencia, capital y brazos”. Sus
aportes modificaron el paisaje, las estructuras agrarias y fueron decisivos en
la implantación de la agroindustria y en el temprano desarrollo de un “brote
industrial” que respondía, inicialmente, a demandas puntuales de las bodegas. La
inmigración complejizó, además, la sociedad regional, incorporando amplias
franjas de pequeños y medianos propietarios agrícolas, industriales y
comerciantes a los sectores medios. Pero, además, desempeñaron un rol esencial
en la caída de los instrumentos de coacción extraeconómica que retardaban la
formación de un mercado de trabajo libre.
53Finalmente,
concluido el panorama regional, un cambio en la escala de análisis permitió
seguir los itinerarios económicos de algunos inmigrantes relacionados con la
actividad vitivinícola en Mendoza. Hemos visto individuos que en sus comienzos
pertenecieron al mundo del trabajo y otros que comenzaron en actividades
empresariales o sirvieron como profesionales o técnicos. El acceso a la
propiedad de la tierra no fue un obstáculo significativo para muchos de ellos,
sobre todo en las dos décadas finales del siglo XIX. De sus trayectorias surgen
rasgos comunes y comportamientos opuestos, aun entre miembros de una misma
familia. Los unía el común objetivo de hacer fortuna; pero se diferenciaron
entre quienes adoptaron a la Argentina como su nueva patria y aquellos que,
habiendo “hecho la América”, retornaron a su tierra natal. En todos los casos
presentados, extrapolables sin dudas a la mayoría de los inmigrantes, fueron
claves los contactos y apoyos intraétnicos para iniciar su nueva vida. Señalemos
que estos ejemplos –sólo una pequeña parte de nuestra base de datos- muestran
una constante abrumadoramente mayoritaria: la asociación entre connacionales o
entre europeos en el período estudiado.
Cuadro
Nº 1: Región del Centro Oeste argentino. Cantidad de migrantes censados en
Mendoza y San Juan por zona de origen, en 1869, 1895 y
1914.


Fuentes:
elaboración propia con datos tomados del Primer Censo Argentino-1869,
Agrupación del Oeste, Tablas Nº 3 y 4; Segundo Censo Nacional-1895, Tomo
2, Cuadros IIb, pp. 371 y 408; Tercer Censo Nacional-1914, Tomo II,
Cuadros XI y XII, pp. 304 y 315; y Zulma Recchini de Lattes y Alfredo Lattes,
Migraciones en la Argentina, Buenos Aires, Editorial del Instituto Di
Tella, 1969.
54Nota
aclaratoria: Las cifras colocadas entre paréntesis corresponden a los nativos de
Mendoza y San Juan censados en sus respectivas
jurisdicciones.
55Notas:
Año 1869 - (1) 59% de provincias contiguas (2.014 de San Luis); (2) 5.774
chilenos (99,5%); (3) Incluye 54 migrantes de otros países americanos; (4) 72%
de provincias contiguas (2.015 de La Rioja y 1.415 de San Luis); (5) 2.059
chilenos (99%); (6) Incluye 18 migrantes de otros países
americanos.
56Año
1895 - (7) 23% de provincias contiguas (2.791 de San Luis y 48 del Territorio
del Neuquén); (8) 5.210 chilenos (97%); (9) Incluye 74 no europeos y 63 de otros
países americanos; (10) 77% de provincias contiguas (2.516 de La Rioja y 557 de
San Luis); (11) 1.500 chilenos (97%); (12) Incluye 49 no europeos y 21 de otros
países americanos.
57Año
1914 - (13) 40% de provincias contiguas (7.579 de San Luis y 81 de Neuquén);
(14)5.539 chilenos (64%); (15) Incluye 2.713 no europeos, 248 de otros
países americanos y 3.560 con lugar de nacimiento desconocido o de origen
extranjero nacionalizados argentinos; (16) 49% de provincias contiguas (731 de
San Luis y 2.953 de La Rioja); (17) 1.402 chilenos (71%); (18) Incluye 702 no
europeos, 45 de otros países americanos y 895 con lugar de nacimiento
desconocido o de origen extranjero nacionalizados
argentinos.

Notas
1 Sobre
estructuras espaciales, producciones y los diferentes actores sociales,
puede verse Rodolfo Richard-Jorba, Poder, Economía y Espacio en Mendoza,
1850-1900, Mendoza, Facultad de Filosofía y Letras-U.N. de Cuyo,
1998.
2Paul Ives Denis, “San Rafael. La
ciudad y su región”, en Boletín de Estudios Geográficos Nº 64-65,
Mendoza, U.N. de Cuyo, 1969, pp. 131-432.
3 La economía era
controlada por los comerciantes integrados, actores que desarrollaban todas las
etapas del negocio ganadero: cría (o compra en otras provincias), transporte,
engorde y venta en Chile; en sus manos estaba, además, la oferta de metálico,
imprescindible para la importación de bienes ultramarinos.
4Esta etapa,
desarrollada con anterioridad a 1870 y numéricamente escasa, aportó
técnicos, profesionales y comerciantes a la región. Posteriormente, sobre todo
desde la llegada del ferrocarril, comenzó la etapa masiva, en la que
predominaron migrantes pertenecientes a las clases trabajadoras.
5Los ferrocarriles
llegaron Villa Mercedes (provincia de San Luis) y a la ciudad de San
Miguel de Tucumán en 1876.
6Las importaciones
argentinas de vino crecieron de 283.803 Hl en 1872 a 546.837 en 1879 y 628.632
en 1883. Los italianos, españoles y franceses constituían el 90% de los
migrantes.
7Emilio Maurín
Navarro, Contribución al estudio de la historia vitivinícola argentina,
Mendoza, INV, 1967, p. 127.
8La ley mendocina
(7-9-1874) fijaba el premio en 100 $ bolivianos por cuadra cuadrada (1,587 ha)
implantada con 2.500 cepas; en San Juan se prometía 30 $ por igual superficie
(Ley del 18-11-1871).
9El
Constitucional Nº 633, Mendoza, 26-8-1875.
10Eduardo Pérez
Romagnoli y Rodolfo Richard-Jorba, “Conformación de la región vitivinícola
argentina. Reconversión productiva en Mendoza y San Juan: vitivinicultura e
industria, 1870-1915”, ponencia presentada en las XVII Jornadas de Historia
Económica, Tucumán, setiembre de 2000.
11Rodolfo
Richard-Jorba, “Hacia el desarrollo capitalista en la provincia de Mendoza.
Evolución de los sistemas de explotación del viñedo entre 1870 y 1900”, en
Anales de la Sociedad Científica Argentina, Vol. 224, Nº 2, Buenos Aires,
1994, pp. 1-34.
12Lasmartres y Guerin
recibieron los primeros premios en la Exposición Industrial de 1877 en Buenos
Aires. El tinto “Trapiche” de 1874 de Guerin fue considerado el mejor vino
argentino. Lasmartres presentó vinos desde la cosecha de 1864. En la Exposición
Universal de París de 1878, los dos franceses y el italiano recibieron medallas
de plata por sus vinos y cognac. En fin, en la Exposición Continental de 1882 en
Buenos Aires, Lasmartres obtuvo medalla de oro y Brandi de plata. Desde ese año
recibirían premios algunos bodegueros mendocinos y sanjuaninos (Rodolfo
Richard-Jorba, La región del centro-oeste argentino. Economía y Sociedad,
1870-1914, mimeo, 2000).
13Rodolfo
Richard-Jorba, Poder, Economía...., op. cit.
14Rodolfo
Richard-Jorba, “Conformación espacial de la viticultura en la provincia de
Mendoza y estructura de las explotaciones, 1881-1900", en Revista de Estudios
Regionales Nº 10, Mendoza, CEIDER, 1992, pp. 131-172. En 1883 existían en
Mendoza sólo 2.788 ha de viñedos en producción, implantados con sistemas
tradicionales.
15Emilio Maurín
Navarro, Contribución... op. cit., p. 135.
16Segundo Censo
Nacional 1895, Tomo 3, Económico-Social, Capítulo IX, Cuadro X, p.
178.
17El
Constitucional Nº 617, Mendoza, 20-7-1875.
18Ley del 24-3-1884 y
Decreto del 26-3-1884; y Decreto del 27-6-1884 (Registro Oficial de
Mendoza, 1884, pp. 84 y 180). En realidad, Soglieri sólo buscaría italianos
del norte, como destacaba la prensa local. Este agente llevaba “... además
varias cartas de inmigrantes establecidos en esta Provincia, en las que
manifiestan a sus familias y compatriotas las ventajas .... para el trabajo y la
vida, e incitándolos a que emprendan el viaje en busca de un tranquilo y holgado
porvenir” (El Constitucional Nº 2003, Mendoza, 28-6-1884). Aunque la cita
es suficientemente expresiva, queda claro el funcionamiento de las “cadenas”
mediante las cuales los inmigrantes difundían entre sus paisanos las favorables
posibilidades existentes en esta tierra; pero, además, se apelaba a los
parientes, ofreciéndoles un lugar desde el cual comenzar a construir un nuevo
proyecto de vida. Este fenómeno, por supuesto, ha sido reiteradamente descripto
para diferentes regiones latinoamericanas por estudios históricos,
antropológicos y de otras disciplinas dedicadas a las migraciones; y es una
estrategia que no ha experimentado variaciones sustanciales hasta el presente.
Hay una amplísima producción historiográfica nacional sobre migraciones. La más
reciente es la obra de Fernando Devoto, Historia de la inmigración en la
Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 2003. Cabe agregar, entre otras, a
Fernando Devoto y Gianfausto Rosoli (editores), La inmigración italiana en la
Argentina, Buenos Aires, Biblos, 2000; y Blanca Sánchez Alonso, La
inmigración española en Argentina. Siglos XIX y XX, Barcelona, Ed. Júcar,
1992. Mariana Feyling investiga la inmigración en la provincia de Tucumán, lo
que permitirá realizar estudios comparados de las regiones extrapampeanas. Su
último trabajo: “La inmigración francesa temprana en Tucumán: 1830-1880”, en
Travesía Nº 7-8, Tucumán, U.N.Tucumán, 2003 (en prensa). Sobre
Mendoza, puede consultarse a Adolfo Cueto, “La inmigración y la economía en
Mendoza (1880-1900). El italiano”, en Revista de Historia Americana y
Argentina Nº 25-26, Mendoza, U.N. de Cuyo, 1986, pp. 99-121. María R.
Cozzani ha enfocado el tema inmigratorio, con un abordaje geografico, en su
tesis doctoral: La inmigración italiana en Mendoza. Estímulos migratorios y
niveles de participación e influencia en la configuración geográfica de la
provincia, Mendoza, Facultad de Filosofía y Letras, U.N. de Cuyo,
1994.
19Tambiém resultó
fundamental, la inversión de la elite regional en el prometedor cultivo. En
Mendoza, hacia el año 1900, un tercio de los viñedos estaba en manos de 30
grupos familiares de la elite. No hay datos sobre San
Juan.
20Los alfalfares se
ampliaban para producir semilla; y forraje para los animales de trabajo
utilizados en la vitivinicultura, el ganado que todavía se exportaba o el que se
faenaba localmente para consumo de la población.
21 Rodolfo
Richard-Jorba, La región del centro-oeste ..., op.
cit..
22Ibídem.
23Rodolfo
Richard-Jorba, “Modelo vitivinícola en Mendoza. Las acciones de la elite y los
cambios espaciales resultantes, 1875-1895”, en Boletín de Estudios
Geográficos Nº 89, Mendoza, U. N. de Cuyo, 1992, pp.
227-264.
24En la década de
1850 el francés G. Ponceau, entre otros, instaló en Mendoza un taller “para
hacer y componer” bombas, alambiques, etc. (El Constitucional de Los
Andes Nº 205, Mendoza, 13-1-1853). Todo indica que no tuvieron continuidad,
pues la vitivinicultura tradicional venía de una larga crisis y sólo producía
para el mercado local.
25Más información en:
Rodolfo Richard-J. y Eduardo Pérez R, “El proceso de modernización de la
bodega mendocina, 1860-1915”, en Ciclos Nº 7, Buenos Aires, IIHES-UBA,
1994, pp. 119-155; Eduardo Pérez Romagnoli, “Aportes para una Geografía
Histórica de Mendoza. Intentos y logros en la constitución de industrias
derivadas de la fabricación del vino en las primeras décadas del modelo
vitivinícola (1880-1920)”, en Boletín de Estudios Geográficos Nº 94,
Mendoza, U. N. de Cuyo, 1998, pp. 133-156; “San Juan: la metalurgia
productora de instrumentos para bodegas y destilerías entre 1885 y 1940", en
Población y Sociedad Nº 6-7, Tucumán, Fundación Yocavil, 1999, pp.
369-398.
26En Mendoza, 85
talleres daban trabajo a 499 personas; en San Juan eran 42 y empleaban 458
operarios. La industria era más compleja en Mendoza, donde el grupo de
“Herrerías y talleres mecánicos, construcciones de máquinas, talleres
metalúrgicos y artículos rurales” reunía 31 establecimientos con 266
trabajadores (casi 9 por taller), 59% de los cuales eran extranjeros. En San
Juan, este grupo sólo comprendía 14 firmas y 89 operarios (6 por taller), con un
26% de extranjeros. En esta provincia la mayor fuente de empleo industrial
estaba en el grupo de “Fundiciones de metales y minerales metálicos”, con 8
firmas y 297 operarios, que incluía la tradicional actividad minera
sanjuanina (Tercer Censo Nacional-1914, Tomo VII-Industrias, Buenos
Aires, 1919).
27Este actor ha sido
estudiado en Mendoza (Rodolfo Richard-Jorba, Poder, Economía... op.
cit.), aunque puede ser extrapolable a San Juan.
28Jorge Balán, “Una
cuestión regional en la Argentina: burguesías provinciales y mercado nacional en
el desarrollo agroexportador”, en Desarrollo Económico Nº 69, Buenos
Aires, IDES, 1978, pp. 49-87.
29La provincia de
Buenos Aires se había segregado. Su reintegro definitivo (y posterior hegemonía)
se produjo en 1861, cuando su ejército derrotó al de la Confederación Argentina
en la batalla de Pavón (14-9-1861).
30En 1864-1865, el
viaje Rosario-San Juan costaba 55 $ bolivianos (José L. Masini Calderón,
Mendoza hace cien años, Buenos Aires, Theoría, 1967, p. 27). Un
trabajador agrícola en los años 50 y 60 cobraba entre 3 y 5 $ bolivianos
mensuales. En 1879, un viaje en galera o diligencia entre Villa Mercedes y
Mendoza costaba 24 $Fuertes, y 36 si se extendía hasta San Juan, mientras que un
peón de las obras ferroviarias, con un salario muy alto para la media de la
época, cobraba neto en dinero 16 $F por mes (Rodolfo Richard-Jorba, La región
del centro-oeste..., op. cit.).
31Benjamín Vicuña
Mackenna, “La Argentina en 1855”, en La Revista Americana de Buenos
Aires, 1936.
32Juan José Cornú,
(francés?), abrió en 1853 un taller de tonelería con apoyo del Gobierno de
Mendoza (El Constitucional de los Andes Nº 205, Mendoza, 13-1-1853);
Manuel Silveira, portugués, trabajaba como tonelero en 1855 (Archivo Histórico
de Mendoza-AHM, Carpeta Nº 15-Censos, Doc. 4).
33Los mayores
ingresos de inmigrantes a Mendoza se registraron en 1890 (3.177), 1901 (4.160),
1906 (7.372), 1907 (9.107), 1908 (12.068), 1910 (14. 095), 1912 (15.914) y 1913
(16.138).
34Como el transporte
de los riojanos en 1895 se hacía todavía en carretas o a caballo, es dable
pensar que San Juan fuera utilizada como una etapa para movimientos posteriores,
aprovechando su condición de punta de rieles.
35San Juan tenía 113
educadores, preceptores, etc. y Mendoza sólo 63. El promedio entre quienes
sabían leer o escribir en la población de 6 y más años, ha sido calculado con
datos tomados del Primer Censo Argentino, 1869.
36Los porcentajes
eran 41,4% en Mendoza y 41,5% en San Juan (cálculos propios con datos tomados
del Segundo Censo Nacional-1895, Tomo 2, Cuadros
XIII).
37Tercer Censo
Nacional 1914, Tomo III, p. 324.
38En Mendoza, el 47%
residía en espacios de frontera y, en San Juan, lo hacía el 45%,
incluyendo al ganadero departamento de Jáchal (cálculos propios, con datos del
Segundo Censo Nacional 1895, Tomo 2, Cuadros VIIa y
b).
39El 63% estaba
radicado en áreas fronterizas de Mendoza y el 53% en San Juan, incluido Jáchal
(cálculos propios,con datos del Tercer Censo Nacional 1914, Tomo II, pp.
304 y siguientes).
40En el Censo de 1869
los italianos se concentraban en las ciudades de Mendoza (59%) y San Juan (65%),
igual que los franceses (46 y 55%, respectivamente). Los españoles, en cambio,
sumaban un 31% en la capital mendocina y sólo un 5% en la sanjuanina
(cálculos propios, con datos del Primer Censo Argentino 1869, pp. 350-353
y 388-391).
41 En 1869, la
población urbana era de 20,5 miles y, en 1914, de 110,0 miles. La rural fue de
105,2 miles y 286,7 miles. Pero el motor del crecimiento era Mendoza. Su
población urbana en 1869 sumaba 9,9 miles (San Juan, 10,6); y en 1914, 88,9
miles (San Juan 21,1). La expansión económica se reflejaba, también, en la
población rural. En 1869, Mendoza tenía 55,5 miles de pobladores en la campaña
(San Juan, 49,7) y, en 1914, 188,6 miles (San Juan, 98,1) (cálculos propios, con
datos de los Censos Nacionales de 1869 y 1914 –Tomos I y II)
.
42Rodolfo
Richard-Jorba, “El mercado de trabajo rural en Mendoza. Un panorama sobre su
formación y funcionamiento entre la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del
XX”, en Población & Sociedad Nº 8-9, Tucumán, Fundación Yocavil, 2003
(en prensa) y “El mercado de trabajo vitivinícola en la provincia de Mendoza y
los nuevos actores. El ‘Contratista de viña’: aproximación a un complejo sistema
de empresarios y trabajadores. 1880-1910”, en Revista Interdisciplinaria de
Estudios Agrarios Nº 18, Buenos Aires, IIHES-UBA, 2003, pp.
5-37.
43 Ibídem y AHM,
Protocolos Nº 446 –Corvalán-, Tomo 3, fs. 1071v, 1889.
44 Vicchi
quedaba como propietario de un viñedo de 11,8 ha adquirido en diciembre de 1885;
los hermanos Moretti y Bardotti conservaban el almacén, la zapatería, el
comercio de vinos y varios locales y terrenos (AHM, Protocolos Nº 427
–Navarro-, fs. 769v, 1887). Los Moretti fueron vendedores de vinos (1881); luego
almaceneros y, en 1886, bodegueros. Sólo desde 1894 produjeron uva en viñedos
propios (Rodolfo Richard-Jorba, Poder, Economía..., op. cit., p.
314).
45José y Lorenzo
Vicchi administrarían la empresa. El capital inicial era considerable: $ 152.589
-26% de Lorenzo, 18,5% de José, 18% de Antonio, 13% de Emilio, 12% de Pedro y
otro tanto de Bardotti (AHM, Protocolos Nº 532 –Videla-, fs. 226, 1894).
46 Estadística
General de la Provincia de Mendoza, Boletín Nº 3-1883, Mendoza, 1885, p.
66.
47 AHM,
Protocolos Nº 467 -Lemos-, fs. 1056, 1890. La sociedad se constituyó el
27-10-1890. Del capital total ($ 398.000), Antonio, que administraría la firma,
aportó el 73% ($ 290.810) y sus hermanos el 27%. Para ese momento, Antonio era
propietario de la bodega y dos fincas en Maipú que sumaban 203 ha (81 con
viñedos), las cuales se incorporaban a la nueva empresa junto con otros
inmuebles (casas, terrenos). La generosidad de Antonio debe ser destacada.
Aunque por falta de información sólo podemos presumir que el capital de sus
hermanos pudo haber sido donado (o prestado), el dato objetivo es que Antonio,
con el 73% del capital, sólo recibiría el 40% de las ganancias; y sus hermanos
el 15% cada uno. Resulta evidente la intención de ayudar a sus familiares a
convertirse en empresarios.
48Los
Andes, Mendoza, 14-11-1899, p. 5.
49 Rodolfo
Richard-Jorba, “Managers and politics in the winemaking development of the
province of Mendoza (Argentine), 1850-1910”, en Enterprise & Society,
Oxford University Press, 2003 (en prensa) y Centro Vitivinícola Nacional,
Boletín Nº 68, Buenos Aires, mayo de 1911, pp. 1814-1815. La
empresa desapareció en la década de 1930.
50 Al momento de
retirarse de “Antonio Tomba y Hermanos”, Pedro vendió su parte en la empresa a
Antonio y Domingo en $ 600.000, una fortuna en la época. Una porción se canceló
con propiedades y el resto debía ser girado a Valdagno en cuatro cuotas anuales
(Patricia Barrio de Villanueva, Grandes empresarios vitivinícolas mendocinos
en crisis (1901-1904) (mimeo, 2003). Esta deuda con Pedro tuvo, finalmente,
otra solución, pero la información sirve para mostrar los diferentes
comportamientos entre miembros de una misma familia. Por problemas judiciales,
Domingo perdió sus bienes, regresó a Italia y falleció en Roma (Jaime Correas,
Historias de Familias, Mendoza, Diario UNO, sin fecha, p.
263).
51Delaballe era
Agente Consular de Francia en Mendoza en 1883 (Estadística General....,
op. cit., p. 64).
52 Juan Sarramea
y su hermano Esteban, de la inmigración temprana, eran comerciantes y
productores en Mendoza desde los años 60. En los 80 tenían viñedos y en los 90,
bodega (Rodolfo Richard-Jorba, Poder, Economía..., op. cit.).
53AHM,
Protocolos Nº428 –Navarro-, fs. 1055, 1887.
54 El Art. 4º
del contrato es clave para confirmar esta apreciación. “A los cuatro años de
esta fecha le será devuelto a Sarramea el capital movible quedando siempre el de
la propiedad hasta el vencimiento del contrato”. Agregaba que al término del
contrato, si se liquidaba la sociedad (así ocurrió), los bienes se dividirían
por partes iguales después de que Sarramea hubiera sacado el capital
originalmente aportado. Es decir, que Sarramea recibiría en 4 años los $ 7.000
aportados en efectivo y sin intereses y las 31 ha se mantendrían en la sociedad
hasta su término, porque esa finca sería el punto de partida para las
actividades productivas de Delaballe. Luego de la disolución, Sarramea
recuperaría el valor del “capital original” ($ 12.000) y la mitad del valor
agregado a esa finca (viñedos, bodega, implementos, etc.)
(Ibídem).
55Arminio Galanti,
La Industria Viti-Vinícola Argentina, Tomo Primero, Buenos Aires, 1900,
p. 103. Este autor -un experto enólogo con destacada actuación en Argentina y
Uruguay-, indica que la empresa comenzó con 33 ha de viña en Godoy Cruz, que se
corresponden con las mencionadas en el contrato social, es decir, las 31
aportadas por Sarramea y el terreno menor comprado por la sociedad de hecho
descripta.
56 Ibídem, pp.
103-104. La enorme acumulación de capital hecha por Delaballe habla de su
extrema habilidad empresarial porque, si bien hubo inflación en el país con la
crisis de 1890, el peso moneda nacional o peso papel se recuperó rápidamente
frente a la moneda fuerte, el peso oro (en 1887, $ 1 m/n equivalía a $ 0,74 oro
y en 1899 la relación era de $ 0,44 oro por cada peso m/n). De modo que,
convertido a $ oro, el capital de 1887 ascendía a $ 14.800; y el de 1899,
a $ 499.400, es decir, un 3.274% de crecimiento en 12
años.
57 Desde 1899,
la Ley de Conversión Nº 3.871, fijó el tipo de cambio en 1 peso papel =
0,44 pesos oro. Germania se hacía cargo del pasivo, de modo que Delaballe sólo
recibiría $ oro 331.182, de los cuales se giró a París el 15% como pago al
contado (1 peso oro = 5 francos); y el 85% restante se liquidaría en 10 cuotas
anuales, con el 6% de interés (AHM, Protocolos Nº 717 –Bustos y
Jellemur-, fs. 653, 1904). En este contrato, actuó como representante de
Delaballe, Juan Sarramea, su antiguo socio y, obviamente, su amigo y hombre de
confianza. La reducción de capital en $ oro respecto de 1899 obedeció a un
descenso de los precios de inmuebles, consecuencia probablemente de una crisis
nacional (1901-1903) que impactó fuertemente en Mendoza y en el sector
principal, la vitivinicultura. Sin embargo, Delaballe había incrementado su
patrimonio físico, pues de las 190 ha con viña de 1899, había pasado en 1904 a
440 ha, según el contrato de venta citado.
58 La
sociedad se denominaba “Grant Dalton Norton y Compañía”, lo que sugiere
que Dalton era socio mayoritario. En la disolución, el representante de Dalton
(ausente de la provincia) declara haber recibido entre capital y utilidades la
suma de $ 65.750 m/n. El matrimonio Norton-Suárez se hacía cargo del activo y
pasivo de la nueva sociedad, constituida con un capital de $ 38.529 oro sellado
(unos 87.500 pesos papel) representado por la bodega con casa habitación y dos
fincas vitícolas de 80 y 70 hectáreas (AHM, Protocolos Nº 730 –Alvarez,
fs. 52, 1905). Actual sociedad anónima, Norton es una de las empresas
vitivinícolas de mayor prestigio en la Argentina.
59Nació en la ciudad
de Nancy, Departamento de Meurthe, el 6-12-1856, siendo bautizado como Nicolás
/M.../ Alphonse Paul Henri. Recibió su diploma de Bachiller en Ciencias en
noviembre de 1874, en la Academia de Burdeos. Era ingeniero civil y de minas. En
1880 fue designado miembro de la Academia Nacional Agrícola, Manufacturera y
Comercial de Francia. En Mendoza, además de la Compañía de Petróleos, trabajó en
la Oficina de Hidráulica, en la Oficina Química Provincial y en la Municipal de
la capital mendocina y en la Dirección General de Escuelas. También prestó
servicios en la Estación Enológica de la Ciudad de Concordia (provincia de Entre
Ríos) dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, entre 1917 y 1920.
Estaba casado con Juana Guerin, hija de Eugenio, el francés que había sido
premiado por su vino en 1874 (Archivo del autor).
60 La Compañía
fue fundada en 1887, contaba con un capital de $ 1.000.000 y tenía por objeto
vender el petróleo a la Compañía Mendocina de Gas para alumbrado público. En
ambas empresas, el principal accionista era el ingeniero alemán Carlos Fader,
asociado con políticos-empresarios mendocinos.
61 En noviembre
de 1891 compró una finca de 10 ha de viña y edificio en la ciudad de Mendoza y
otra de 75 ha con viñedos en el departamento de Maipú. En el primer
caso, Carlos Delaballe actuó como representante de Richard y transfirió la
propiedad a Vicchi Hnos., el 24-11-1894, por $ 34.000 m/n, que era la suma
adeudada por una hipoteca a favor del Banco Nacional en Liquidación (AHM,
Protocolos Nº 534 –Videla- fs. 1098, 1894). La finca de Maipú tenía una
deuda con el mismo Banco por $ 300.000 m/n y, en este caso, el comprador fue
Carlos Delaballe, quien se hacía cargo de la hipoteca (AHM, Protocolos Nº
516 –Videla- fs. 470, 1893). Queda clara la pérdida patrimonial que tuvo
Richard, ya que en ninguna de las dos operaciones recibió dinero (ni siquiera
recuperó las cuotas que había pagado -$ 72.800-, salvo que hubiera hecho un
arreglo extranotarial con Delaballe,cuestión sobre la cual no disponemos de
información), limitándose simplemente a transferir las fincas para desprenderse
de las deudas hipotecarias. El otro elemento destacable, es la constante
apelación a relaciones étnicas y de amistad entre los inmigrantes. Delaballe,
por ejemplo, es el amigo que aprovecha una oportunidad para incrementar su
patrimonio con un bien valioso en condiciones muy
ventajosas.
62 Benegas,
nacido en Rosario, se radicó en Mendoza en la década de 1860. Fue comerciante y
ejecutivo bancario. Como político ocupó diversos cargos, entre los cuales se
destaca el de Gobernador de Mendoza (1887-1889) y senador nacional. El Trapiche,
ubicado en Godoy Cruz, al límite sur con la capital, fue un establecimiento de
más de 200 ha de viñas de variedades francesas y una bodega tecnificada que
produjo vinos (comunes y finos) de muy buena calidad para los cánones de la
época y de la naciente agroindustria. Benegas fue un innovador, que integró
también la etapa de comercialización de sus caldos y promovió, tempranamente, el
estacionamiento y embotellamiento de los vinos. Para 1910 producía 30.000 Hl (Rodolfo Richard-Jorba, “Managers and
politics..., op. cit.).
63 Además, se le
otorgaba vivienda en el establecimiento y el sueldo era muy significativo ($ 500
m/n por mes), a lo que debía agregarse un 10% de las utilidades anuales líquidas
de la empresa –otra innovación de avanzada en Mendoza iniciada por Benegas-
(AHM, Protocolos Nº 474 –Corvalán-, fs. 561, 1891). En esos años, el
sueldo de un peón de viña alcanzaba, como máximo, $ 30 m/n por mes (Rodolfo
Richard-Jorba, “El mercado de trabajo rural..., op. cit.). Y, a diferencia de
cualquier peón, Pressac no tenía gastos en vivienda, frutas, legumbres y vinos.
64Pedro Benegas tomó
cursos en Francia e hizo venir a Mendoza, en 1908, para enseñar técnicas
enológicas de avanzada, al Profesor Paul Pacottet. De tal visita, este francés
publicó Vinificación en la Provincia de Mendoza (República Argentina),
París, Librería J.B.Baillière e hijos, 1911. Este fue un caso de migración
temporaria con la finalidad específica de transferir conocimientos y
procedimientos técnico-enológicos. El Trapiche continúa elaborando vinos de
calidad, aunque los sucesores del fundador se desvincularon de la empresa a
mediados del siglo XX.

Para
citar este artículo
Referencia
electrónica
Rodolfo
Richard-Jorba ,
« ¿Echar raíces o hacer la América? Un panorama de la inmigración europea
hacia la región vitivinícola argentina y algunos itinerarios económicos en la
provincia de Mendoza, 1850-1914 », Amérique Latine Histoire et Mémoire.
Les Cahiers ALHIM, 9 | 2004, [En línea],
Puesto en línea el 04 mars 2005. URL :
http://alhim.revues.org/index435.html. consultado el 30 mars
2012.
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