Santiago
de Chile y Mendoza, Argentina:
La
red social que apoyó a exiliados chilenos (1973-1976)
Alejandro
Paredes
–
Universidad
Nacional de Cuyo –
Centro
de Estudios Trasandinos y Latinoamericanos (CETyLA)-CONICET[1]
Resumen
El
presente artículo describe las redes sociales que ayudaron a los exiliados
chilenos que llegaron a la ciudad argentina de Mendoza luego del derrocamiento
del Presidente socialista chileno Salvador Allende en 1973. Entre 1973 y 1989,
la comunidad chilena exiliada en Mendoza fue grande. Este escrito se detiene en
el periodo 1973-1976, porque en 1976 un golpe militar en Argentina cambió
profundamente el escenario social del país, lo que justificaría que sea
analizado en otro artículo. Las fuentes utilizadas son, principalmente, cartas
que pertenecen al archivo del Comité Ecuménico de Acción Social, institución que
apoyó a los chilenos que recibieron el estatus de Refugiados Políticos por el
Alto Comisionados de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Palabras
clave:
Redes Sociales, Exilio, Chile, Argentina.
Abstract
The present article describes the social networks that helped those
exiled Chileans that arrived at the city Argentina of Mendoza after the
overthrow of the socialist Chilean President Salvador Allende in 1973. Between
1973 and 1989, the Chilean community exiled in Mendoza was large. This writing
stops in period 1973-1976, because in 1976 a military coup in Argentina
deeply changed the social situation of the country,
which would justify another article. The used sources are, mainly, letters that
belong to the file of the Ecumenical Committee of Social Action, institution
that supported the Chileans who received status of Political Refugees by High
the Commissioners of the Nations United for Refugees (UNHCR).
Keywords: Social Networks, Exile, Chile, Argentina.
1.
Las relaciones de Mendoza con Santiago de Chile
El
Valle central de Chile y la provincia de Mendoza, en Argentina; ubicadas en las
laderas de la cordillera de Los Andes, presentan ciertas identidades[2] y complementariedades[3]. Mendoza es la cuarta ciudad más
importante de Argentina y, por su cercanía con Santiago de Chile, el principal
centro de comercio con ese país. La relación entre Mendoza y Santiago de Chile
se comprende mejor al analizar el “Pacto Fundacional” de la ciudad de Mendoza.
Según Bozzano (2000) el Pacto Fundacional opera en forma inconsciente en la
dinámica social de una región determinada, ya que es un mandato implícito en la
construcción de un territorio que sus pobladores transmiten de generación en
generación[4]. No es casualidad que Mendoza se
encuentre casi a la misma latitud que Santiago pero en la ladera oriental de la
cordillera. Mendoza nació como un lugar de resguardo para los españoles de
Santiago de Chile que no pudieron seguir hacia el sur del Bio-Bio. Los mapuches
fueron el único pueblo no conquistado por los españoles. Su ingenio y firmeza
obligaron a los hispanos a abortar las intenciones de llegar hasta el Estrecho
de Magallanes y debieron retroceder hasta Santiago. De este modo decidieron
enviar una expedición para fundar una ciudad del otro lado de Los Andes donde,
según sabían, existía un pueblo agrario mucho más dócil que anteriormente había
sido conquistado por los Incas[5]. El objetivo de esta fundación era la
constitución de un territorio donde pudiera pastar el ganado y cultivarse
cereales para proveer a Santiago, cuya producción se veía asediada por los
ataques mapuches. Así se fundó la ciudad con el nombre de Mendoza en honor a
Pedro de Mendoza, quien entonces era el gobernador de Santiago, sucediendo a
Pedro de Valdivia que había sido asesinado por los mapuches. Desde sus inicios
esta ciudad fue pensada con relación a la capital chilena, como lugar de refugio
de los santiaguinos, protegido por las montañas. La cercanía entre ambas
ciudades, sus antecedentes de asilo para los exiliados (tanto chilenos en
Mendoza como mendocinos en Santiago), el sistema montañoso que las separa y la
pertenencia de distintos Estados Nacionales creó la sensación de resguardo
frente a la persecución.
Esta
función, o en otras palabras, este Pacto Fundacional, fue reactualizado en las
emigraciones de chilenos a Mendoza de 1814, 1970 y entre 1973-1989.
El
artículo analiza la emigración de chilenos a Mendoza entre 1973 y 1976.
El
rescate
de la red social formada por exiliados políticos chilenos y las organizaciones
que los asistieron en Mendoza y en Santiago de Chile tuvo sus dificultades. La
mayoría de los exilados abandonaron Mendoza y regresaron a Chile o reemigraron a
otros países. Hacia 1980, por ejemplo, sólo el 25% de los refugiados políticos
chilenos que llegaron a Mendoza en el segundo semestre de 1975 continuaba en el
país[6]. La reconstrucción de esta red social en
un periodo determinado, implicó dificultades en la frontera entre la historia y
la sociología. Se apeló a la correspondencia de los refugiados chilenos y del
Comité Ecuménico de Acción Social (que fue la institución que los acogió en
Mendoza) y la realización de entrevistas a actores claves que aún residen en esa
provincia argentina, utilizando el método de Bola de Nieve. Este estudio es
parte de la investigación de tesis doctoral que toma al periodo 1973-1989, pero
el presente artículo se detiene en el periodo comprendido entre el golpe militar
chileno y el golpe militar en Argentina (1973-1976).
2.
La
visualización de la red argentino-chilena
Mendoza,
a lo largo de su historia, vivenció la llegada de inmigrantes chilenos
económicos y políticos. Entre los inmigrantes económicos se encontraron, por
ejemplo, los que llegaron atraídos por la actividad minera mendocina en la
década de 1840 y los que buscaron tierras de pastoreo hacia el sur. Entre los
inmigrantes políticos pueden mencionarse los casi 3.000 patriotas chilenos que
en 1814 debieron huir luego que la ciudad de Santiago fuera reconquistada por
los realistas. El impacto fue enorme ya que la Aldea de Mendoza sólo tenía cerca
de 5.000 pobladores y fueron recibidos por el General José de San Martín, con
grandes honores[7].
Otro grupo numeroso de exiliados políticos llegó luego de la caída del
Presidente socialista chileno Salvador Allende en 1973.
Según el Censo Nacional Argentino de 1960, de los 825.535 habitantes de Mendoza,
la comunidad chilena era sólo de 8.700 inmigrantes, es decir el 1,05 % del
total. En 1970 esta colectividad sólo representó al
0,85%, cuando son censados 8.304, sobre los 973.075 habitantes de la provincia.
A partir de 1973, a raíz de la crisis política chilena que terminó en la ruptura
violenta de su democracia; Mendoza, como ciudad de paso, volvió a centralizar la
inmigración chilena que aumentó considerablemente, como se observa en el
siguiente cuadro:
Gobierno
chileno
Unidad
Popular |
Ingreso
de inmigrantes chilenos a Mendoza |
Año |
Cantidad |
1971
1972
1973 |
1.600
8.100
4.100 |
Total |
13.800 |
Gobierno
militar
(Primeros
dos años) |
1974
Enero-
Febrero de 1975 |
31.800
71.900 |
Total |
103.700 |
Cuadro 1. Ingreso de migrantes chilenos a Mendoza
(1971-1975)
Fuente:
Heras, Guillot y Galvez, (1978). Migración Tradicional y
Migración de Crisis. Una década
de afluencias bolivianas y chilenas a Argentina y la región cuyana
(1965-1975), Mendoza: Pispal,
p.13
No
se ha encontrado, en la historia de ambos países, otra migración de un país
limítrofe que la iguale en su masividad y en la velocidad con que se desarrolló.
En 1974 la cantidad de ingresos casi se octuplicó con respecto al año anterior,
pero sólo en los dos primeros meses de 1975 la cifra fue duplicada. Los 103.700
chilenos superaron a la cantidad de inmigrantes europeos que llegaron a Mendoza
a fines del siglo XIX (100.240 en el censo de 1895); o a la población que en
esos años tenía la Ciudad chilena de Talca (94.449 habitantes según el censo de
1970). A Fines de 1975 la Central Latinoamericana de trabajadores, basándose en
datos proporcionados por sindicatos y organizaciones argentinas, calculaba que
había cerca de 400.000 inmigrantes chilenos ilegales en el país
rioplatense[8].
Según un estudio realizado por la Dirección de estadísticas y Censos de Mendoza,
el 66% de los chilenos que vivían en Mendoza en 1978, habían llegado después de
1973[9].
Esta
situación movilizó solidaridades que dieron origen a una red social que incluyó
a organizaciones chilenas y argentinas. Para
visualizar la red se utilizó el archivo del CEAS que está compuesto por un
abundante epistolario y por una descripción de cada familia de refugiados
identificados por números de legajos[10]. También se realizaron 24 entrevistas
para ampliar lo obtenido en el archivo. El objetivo fue el de delimitar la red
social que favoreció el exilio chileno en Mendoza a partir de los datos sobre
las relaciones entre la comunidad exiliada en Mendoza y las organizaciones
solidarias a ellas. Esto permitió describir la circulación de información y de
los atributos principales de la relación y de sus nodos más importantes.
Utilizando como criterio “se comunicaban entre sí” la red resultante fue la
siguiente:

|
Figura
1. Red
social en torno a los exiliados chilenos en Mendoza
(1973-1976).
Fuente:
Elaboración propia.
Color:
En rojo nodos en Chile; en Azul nodos en Mendoza; en Verde nodos en otras
provincias argentinas y en amarillo nodos en otros países.
Siglas:
ACNUR Alto Comité de las Naciones Unidas para los Refugiados; AI Anmesty
Internacional; ALPD Asociación Latinoamericana de Periodistas para el
Desarrollo; APV Agrupación de Periodistas Venezolanos; ARIR Agrupación
Refugiados de Izquierda Revolucionaria; CAREF Comisión de Apoyo al
Refugiado; CCAI Comisión Católica Argentina para los Inmigrantes; CCAS
Comisión Coordinadora de Acción Social; CEAS Comité Ecuménico de Acción
social; CMCUYP Centro de Madres Chilenas Unidad y Progreso; CMI Consejo
Mundial de Iglesias; COAR Comité de Ayuda al Refugiado;
COMACHI
Comité
Argentino-Chileno; CPP Consejo para la Paz de Chile; CRPC Concejo de
Refugiados Políticos Chilenos; DNM Dirección Nacional de Migraciones; PC
Partido Comunista; UPACH Unión de Periodistas antifascistas
Chilenos. |
Se
graficó en forma de red no direccionada ya que el criterio utilizado fue la
existencia de una relación en ambos nodos. Eran relaciones recíprocas a partir
del intercambio epistolar y de declaraciones escritas de refugiados (en el caso
de los exiliados chilenos sin aval de alguna organización chilena). Es una red ubicada a nivel meso que relaciona a
nodos locales y no locales[11]. Para su análisis, la comunidad de
exiliados en mendoza fue tomada como una organización. Esto fue una opción
metodológica a fin de comprender mejor las relaciones entre el gran número de
exiliados (que eran 6.899 exiliados agrupados en 2.539 legajos del CEAS) y las
organizaciones que los ayudaron. Debido a que, en cuanto al comportamiento
relacional, se encontraron a dos grandes grupos de exiliados se los separó en
dos nodos. Los que llegaron a Mendoza con algún aval de una institución chilena
y los que no tuvieron ninguna o no lo quisieron mostrar. Esta decisión responde a que, como ha demostrado Narciso
Pizarro, es posible definir una identidad individual (es decir nodal) como al
conjunto de relaciones de pertenencia[12]. Esta definición de identidad es, como
veremos más tarde, un concepto operativo que puede utilizarse como una potente
herramienta en las ciencias sociales estructurales.
La
red tiene una densidad es del 14,52 % y está compuesta por 38 nodos distribuidos
en Chile, Argentina y en otros países.
Chile |
Mendoza |
Resto
de Argentina |
Otros
países |
ACNUR
(Santiago)
COAR
Colegio
San Ignacio
Comité
Santa Mónica
CPP
Ejército
de Salvación
Iglesia
evangélica alemana de Valparaíso
Iglesia
Luterana de Chile
Iglesia
Metodista de Chile
Iglesia
Metodista Pentecostal
Matuteras
PC
Chileno
Segunda
Iglesia metodista de chile
Univ.
Católica de Chile |
ARIR
CCAI
CEAS
CMCUyP
COMACHI
CRPC
DNM
exiliados
con aval
exiliados
sin aval
familiares
en Chile
Igl.
Barrio San Martín
Obispado
PC
Argentino |
ACNUR
(Bs. As)
CAREF
CCAS
Comisión
Coordinadora de Salta
Embajadas
extranjeras en Argentina |
AI
ALPD
APV
CMI
Exiliados
en otros países
UPACH |
14
nodos (37%) |
13
nodos (34%) |
5
nodos (13%) |
6
nodos (16%) |
Cuadro
2.
Nodos según localización territorial.
Fuente:
elaboración propia |
El
71% de la red se distribuía en Mendoza y en la zona central chilena. Pero
también incluía relaciones en el resto de Argentina y Chile y en otros países.
Un caso especial eran las “matuteras” chilenas, que cruzaban la frontera
periódicamente[13]. Ellas compraban objetos en Argentina y
los introducían clandestinamente para venderlos en Chile. Era un contrabando en
baja escala (conocido también como “contrabando Hormiga”) de mercancías de bajo
valor, como cigarrillos y licores; que se vendían en las calles de Santiago.
Esto era fomentado por la relación de cambio entre ambos países. Su actividad
les permitió servir de puentes entre los exiliados y su familia, en un contexto
en el que era peligroso enviar cartas postales o usar el teléfono[14]. Si bien podría considerarse como un
nodo con una bilocalización, se lo analizará como situado en Chile ya que era el
lugar de residencia declarado por las matuteras.
Al
profundizar el análisis de la red según el fin del intercambio entre los nodos,
se puede encontrar que en realidad es una superposición de tres redes. Surge así
una red de presentación de los exiliados chilenos en Mendoza; otra red que
promovía el intercambio de recursos (principalmente económicos y de información)
para brindar asistencia a estos exiliados y una tercera que favoreció la
reemigración a otros lugares más seguros. Algunos nodos pertenecen a más de una
red (el CEAS, por ejemplo participaba en las tres redes) mientras que otros eran
miembros de una o dos de estas redes. El artículo continuará analizando a estas
tres redes: La de presentación, la de asistencia y la de
reemigración.
3.
La red de presentación
La
red de presentación de perseguidos políticos chilenos se reconstruyó a partir de
la información de los legajos de los refugiados en los que figuraba si habían
sido presentados por algún organismo. Muchos de los legajos incluían cartas de
aval. Se hizo una lectura mínima de las mismas, de modo similar al trabajo de
Plata Caviedes (2006) en la reconstrucción de las redes sociales de la FARC, ELN
y las ACCU-AUC, es decir haciendo una lectura de la estructura gramatical básica
Sujeto- Verbo- Objeto[15].
Se
encontró que eran cartas breves con una presentación del portador de la carta y
un agradecimiento de la ayuda que se le pudiera ofrecer. El Comité Para La Paz,
por ejemplo, tenía las cartas escritas a máquina pero con líneas punteadas donde
se completaba el nombre del exiliado.

|
Figura
2. Red
social de presentación de exiliados chilenos en Mendoza
(1973-1976).
Fuente:
Elaboración propia
Color:
(según localización) nodos rojos en Chile; azul en Mendoza; verde en
otras provincias argentinas
Formas:
redondos nodos presentadores; Triángulos nodos presentados; cuadrados
nodos receptores.
Siglas:
CMI Consejo Mundial de Iglesias; CCAI Comisión Católica Argentina para los
Inmigrantes; DNM Dirección Nacional de Migraciones; ARIR Agrupación
Refugiados de Izquierda Revolucionaria; CRPC Concejo de Refugiados
Políticos Chilenos; PC Partido Comunista; CMCUYP Centro de Madres Chilenas
Unidad y Progreso; CEAS Comité Ecuménico de Acción social; COAR Comité de
Ayuda al Refugiado; CPP Consejo para la Paz de Chile; CAREF Comisión de
Apoyo al Refugiado; CCAS Comisión Coordinadora de Acción Social; ACNUR
Alto Comité de las Naciones Unidas para los Refugiados.
|
La
red aparece como una superposición de tríadas de roles: nodos presentadores,
nodos presentados y nodos receptores, que reciben la presentación. Tomando como
mínimo la participación de 3 nodos en la formación de una camarilla, 11 cliques
fueron encontrados.
Cliques |
Presentado |
Presentador |
Receptor |
1.
|
exiliados
con aval |
CPP
Igl.
Metodista de Chile |
CEAS |
2.
|
exiliados
con aval |
Igl.
Luterana de Chile
Igl.
Metodista Pentecostal |
CEAS |
3.
|
exiliados
con aval |
COAR |
Ejército
de Salvación CEAS |
4.
|
exiliados
con aval |
Comité
Santa Mónica |
CEAS |
5.
|
exiliados
con aval |
Segunda
Iglesia Metodista de Chile |
CEAS |
6.
|
exiliados
con aval |
Igl.
Evangélica Alemana de Valparaíso |
CEAS |
7.
|
exiliados
con aval |
Univ.
Católica de Chile
Colegio
San Ignacio |
CEAS |
8.
|
exiliados
con aval |
CRPC |
CEAS |
9.
|
exiliados
con aval |
CCAS |
CEAS |
10.
|
exiliados
con aval |
Iglesia
Barrio San Martín |
CEAS |
11.
|
exiliados
sin aval |
PC
Chileno |
PC
Argentino |
Cuadro
3.
Cliques de la red de presentación, según roles de
presentación y localización
Colores:
En rojo nodos en Chile; en Azul nodos en Mendoza; en Verde nodos en otras
provincias argentinas.
Fuente:
elaboración propia. |
Tanto
en la figura Nº 2 como en el cuadro Nº 3 predominan los nodos rojos (11 nodos) y
azules (7 nodos), evidenciando la naturaleza trasandina de la red, en la que
organizaciones chilenas presentaban a los perseguidos chilenos ante sus pares
mendocinos. Sólo dos organizaciones en Mendoza avalaron la condición de
perseguido político de chilenos ante el CEAS, uno era el Concejo de Refugiados
Políticos Chilenos (clique Nº 8), y otro era el Padre José María Llorens (clique
Nº 10), sacerdote jesuita muy cercano al grupo ecuménico que había creado al
CEAS. El número nueve se refiere a chilenos que habían sido aceptados como
refugiados políticos por el CCAS en Buenos Aires y que luego se mudaron a
Mendoza. Las camarillas formadas por cuatro nodos se refieren a exiliados que
trajeron más de una carta de aval (1, 2 y 7) y a otros (el Nº 3) que eran
presentados ante el Ejército de Salvación (una organización cristiana) que a su
vez los presentaba ante el CEAS.
Los
cliques muestran once circuitos distintos de presentación de perseguidos
políticos chilenos ante organizaciones mendocinas. En ellos el CEAS es el gran
receptor (10 de los once circuitos) y los exiliados con aval eran los más
contenidos en su llegada. Los que no tenían aval y pertenecían al Partido
Comunista chileno fueron alojados por sus miembros del Partido Comunista
Argentino, algunos no pidieron ayuda al CEAS y otros sí. Los que no
pertenecían al Partido Comunista Chileno ni tenían cartas de aval se presentaron
directamente ante el CEAS explicando su situación de perseguidos. A veces fueron
aceptados y otras veces no.
Los
dos apartados que siguen a continuación se centran en aspectos de la red de
presentación de los exiliados políticos chilenos. El apartado que sigue se
detiene en los exiliados sin aval que no fueron asistidos por el CEAS y en la
impronta trasandina de la red. El apartado 3.2 se detiene en la materialización
de la red en las cartas de presentación.
3.1.
El cruce constante de la cordillera de los exiliados chilenos
Una
característica de los exiliados que no adquirieron el estatus de ACNUR con
respecto a los que sí lo hicieron, fue que los primeros retornaron a Chile con
mayor frecuencia. Los refugiados políticos avalados por ACNUR a través del CEAS
no podían volver a su país, de hacerlo perdían el estatus y por lo tanto, toda
ayuda económica. Muchos exiliados no refugiados retornaron a Chile antes de la
redemocratización de ese país y, en caso de ser perseguidos nuevamente, volvían
a exiliarse. Otros regresaron por razones comerciales. Se quedaban en Mendoza
pocos días para comprar cosas a bajo costo y venderlas en Santiago. A este
oficio, se lo conocía en Chile como el
trabajo de las “matuteras” y fue masivo durante la década del setenta gracias a
la relación de cambio de las monedas argentina y chilena[16]. Pero si bien tenían mayor libertad para regresar que los refugiados, en
contrapartida, se encontraban menos protegidos ante la persecución. En Mendoza,
una residente del Barrio Cristo Salvador
(un barrio construido por inmigrantes chilenos durante la dictadura en
Argentina, cuyo nombre “Salvador” hacía alusión a Salvador Allende) recordaba:
Cualquier
chileno que [...] estaba ilegal, lo corrían, lo sacaban de las casas, de las
villas, o de las residenciales y los ponían de patitas en los autobuses[17].
Dos
refugiados denunciaron ante el CEAS que en 1976 que unos exiliados chilenos
habían sido detenidos en la puerta de su casa por una patrulla militar. Pero el
comité no pudo hacer nada porque no gozaban del estatus de refugiados políticos
de ACNUR.
“Ahora
estos compañeros están en Chile en distintos campos de concentración”, se
quejaba un refugiado[18].
Lionel,
un miembro del partido comunista, fue detenido en Chile por personal de la DINA
y rescatado por un sargento, que había sido compañero colegio, cuando iba a ser
llevado a Puen Ala, un campo de concentración. El militar lo llevó hasta su casa
y le aconsejó que saliera de Chile. En Mendoza vivía de trabajos pagados al día
y alquilaba una habitación con miembros del ERP (grupo guerrillero argentino de
los años setenta) aunque no militaba en el movimiento.
Cuando
este grupo cayó detenido [declaró el exiliado] me llevaron a mí también. Luego
de torturarme durante tres días, me tiraron a un descampado famoso por ser
depósito de heridos y cadáveres, que es Papagayo. Tenía los ojos vendados y las
manos amarradas a la espalda. Después de este hecho decidí volver a Chile en
octubre de 1976. Llegué a mi casa en Chillán [en Chile]. A los pocos días fui
detectado. Personal de civil, me detuvo en mi casa. Fui interrogado sobre mi
estadía en Argentina y actividades anteriores. Me dejaron en libertad pero me
ordenaron que no me moviera de mi casa ya que en cualquier momento podían venir
a buscarme. Después de evaluar mi situación decidí volver a Argentina[19].
Feliciano
fue miembro de la Juventud Comunista de Viña del Mar desde los 13 años, en 1972
ya era miembro del Partido Comunista Chileno. Luego del golpe militar fue
despedido y sus compañeros presos le indicaron que él figuraba en la lista de
los próximos a detener. En febrero de 1974 llegó a la Argentina. En 1977 volvió
a Viña del Mar y fue designado dirigente regional del Partido Comunista en esa
ciudad. En 1984 fueron detenidos varios compañeros. Como se enteró que era
vigilado regresó a Mendoza. En 1989 pidió ayuda a ACNUR para regresar[20].
Luis
llegó a Argentina el 5 de enero de 1976 y obtuvo el estatus de refugiado
político. En 1978 se fue con su familia a Francia. En diciembre de 1986 volvió a
Chile y se alojó en una casa de un amigo. A los ocho días, el 4 de enero de
1987, cuatro personas de civil que se identificaron como del CNI registraron la
casa; robaron casi todas las cosas que habían traído de Francia; le pegaron a
una de las hijas y los amenazaron a ellos y a los dueños de casa por comunistas.
El 10 de enero huyeron a Mendoza y vivieron sin el estatus de refugiado político
hasta 1989 fecha en que pidieron ayuda a ACNUR para volver a Chile[21].
Domingo
fue sacado por la fuerza de la empresa Ralco, en la que trabajaba y fue
encarcelado por tres años y dos meses. El dos de noviembre de 1976 se acogió al
decreto N°504 que permitía la conmutación de la pena por la de extrañamiento.
Ese mismo día partió a Francia con su esposa y tres hijos. En julio de 1979, se
separó de su esposa y decidió volver a Chile allí estuvo hasta el 4 de abril de
1985, cuando huyó de los servicios de inteligencia que lo habían detectado y se
exilió en Mendoza. Durante los casi seis años de estadía en su país desarrolló
diversas actividades comerciales de compra y venta en las ferias libres para
atender su sustento diario. En Mendoza se dedicó a la construcción y formó
pareja, teniendo dos hijos. En 1991 regresó a Chile con su familia y se
establecieron con parientes en Puerto Mont[22].
Elisa
era una enfermera que no militaba políticamente, pero al ser testigo de la
represión el miedo la retrajo, por lo que comenzó a ser observada con
desconfianza por sus superiores.
En
varias oportunidades en que me toco trabajar en el turno de la noche, tuve que
soportar el interrogatorio de la CNI [Comisión
Nacional de Inteligencia]. Ellos irrumpían en la
dependencia de enfermería sembrando el terror. Amenazaban, interrogaban. En una
ocasión, me tuvieron paralizada con una metralleta apuntándome a la cabeza. Pude
comprobar como se llevaban enfermeras jóvenes, según decían era para
interrogarlas. Se decía que las torturaban y violaban, pero ellas callaban y
nunca denunciaron estos hechos. Toda esta situación me aterrorizaba. Cuando los
veía llegar disparaba por los pasillos para esconderme. Eso los enfurecía porque
decían que algo tendría yo que esconder para proceder así. Como no podían
probarme nada, sólo renovaban las amenazas. En Agosto de 1975, fui citada por la
enfermera Jefe, quien luego de someterme a un interrogatorio sobre supuestas
actividades políticas, me quería obligar a firmar un papel donde reconocía una
militancia comunista. Me negué a ello y me obligó a firmar mi renuncia[23].
En
1975, ingresó por primera vez a Argentina pero no consiguió estabilidad laboral
y regresó a Chile. Durante tres años peregrinó entre Mendoza y Santiago. Algunos
meses en Chile vendía artesanías y algunos meses en Mendoza, cuidaba ancianos.
En 1978 comenzó a trabajar como enfermera en el Servicio Nacional de Menores de
Chile. Pero en 1981, la repartición fue asumida por carabineros y ella fue
exonerada por decreto. Así no pudo trabajar en ningún otro lado y se estableció
en Mendoza hasta 1991, cuando la democracia volvió a Chile[24].
3.2.
La red mendocino-santiaguina que favoreció el cruce de la
frontera
Muchos
chilenos cruzaron la cordillera de Los Andes a pie. Desde antaño, aborígenes y
misioneros cristianos cruzaron la cordillera a pie o a lomo de mula[25]. Posteriormente a fines del siglo XIX y
principios del siglo XX, contingentes de campesinos chilenos cruzaron con su
ganado y prácticamente poblaron la Patagonia Argentina[26]. Como el ejército chileno efectuó un
control intenso de los pasos cordilleranos, los militantes socialistas buscaron
alternativas para cruzar la cordillera caminando. El control se intensificó más
aún cuando la inteligencia chilena alertó al ejército chileno que miembros del
Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), intentaban cruzar la cordillera a
pie. En San Juan (provincia argentina al norte de Mendoza), el Paso de Los Patos
vio ingresar clandestinamente, a fines de 1973, a un militante del Partido
Socialista de 34 años, ex presidente de los Consejos Regionales de Mineros y ex
presidente de la Comisión Nacional del Oro[27]. En Neuquén (provincia argentina al sur
de Mendoza) otro exiliado de 26 años hizo lo mismo y luego viajó a Mendoza para
presentarse ante el CEAS, en 1975[28]. También baqueanos de Malargüe,
departamento de Mendoza, aseguraron que varias personas llegaron a Argentina
desde Chile, con ayuda de los puesteros; utilizando el Paso el Yeso, ubicado a
2.600 metros de altura sobre el nivel del mar. Por este último paso, llegaron a
la Argentina miembros del Partido Socialista de la ciudad de Talca[29]. Esta situación causó que en 1978
Gendarmería Nacional y Migraciones prohibieran, transitoriamente, el cruce de
arrieros chilenos a Argentina por los pasos de Santa Elena y Vergara, en
Mendoza[30]. Según una militante chilena, otros
llegaron utilizando las vías del tren trasandino. A determinada altura de la
cordillera, un grupo subía a un vagón de carga en desuso y era empujado por
otros[31].
Otro
dato que define la relación de la inmigración con la crisis política chilena es
que el 31,4% ingresó a la Argentina en el segundo semestre de 1974 (el 23,1%
entre Agosto y Octubre), de este total el 70,8% ingresó por vía terrestre, sin
embargo, casi una cuarta parte lo hizo por vía aérea (24%)[32]. Esto se debió a que muchos pudieron
llegar a Mendoza gracias a la red de organizaciones chilenas que financiaron los
pasajes aéreos de los casos más urgentes y acordaron, con otras organizaciones
argentinas, la recepción del inmigrante en el aeropuerto. En Mendoza, el Comité
Ecuménico de Acción Social monopolizó la ayuda aunque el partido comunista
argentino en Mendoza hizo lo propio ayudando a sus pares chilenos. En general el
recién llegado traía también una carta de presentación de la organización que lo
enviaba y muchas veces otra carta con información confidencial para ambas
organizaciones[33]. El Comité Ecuménico confirmaba
telefónicamente si todo había salido bien, cuidando sus palabras con frases
como: “Muchas gracias, recibí el regalito o bien, llegaron los dos
paquetes, gracias por los regalos”[34].
El
gráfico anterior de la red de presentación no muestra frecuencias. En general en
la visualización de las redes esto se suple con el grosor o el color de los
lazos o de los nodos que se quieren resaltar[35]. Sin embargo, aún no es tan exacto como
las tablas que muestran frecuencias. En contraposición al panorama holístico y
relacional de las redes, las tablas sirven para detenerse en las
individualidades y en los atributos de los elementos que la conforman. Su
complementariedad enriquece los análisis. Con este fin se tomaron los
primeros 378 casos que fueron asistidos por el CEAS.
De ellos el 74% de los que se tiene información, traían una carta de
presentación de alguna institución chilena. El cuadro también muestra el medio
de transporte por el que llegaron los exiliados[36].
Institución |
Comité
para la Paz |
Comité
Sta. Mónica |
Igl.
Luterana de chile |
metodista
Pentecostal |
Sin
aval de Institución |
Sin
datos |
Total |
Transporte |
a) |
b) |
d) |
a) |
a) |
b) |
d) |
a) |
a) |
b) |
c) |
d) |
d) |
N°
Casos |
182 |
3 |
6 |
1 |
6 |
5 |
2 |
2 |
28 |
32 |
3 |
10 |
100 |
N°
pers. |
227 |
1 |
21 |
6 |
119 |
S/d |
368 |
Total
casos |
191 |
1 |
13 |
2 |
73 |
100 |
378[37] |
% |
50,30 |
0,25 |
3,45 |
0,50 |
19,20 |
26,30 |
100 |
Cuadro
4.
Cartas de aval de los primeros 378 exiliados asistidos por
CEAS.
Leyenda:
Medio de transporte por el que ingresaron a Mendoza: a) aéreo, b) ómnibus,
c) ferrocarril trasandino, d) sin datos
Fuente:
Datos de los legajos N° 30-0001 al 30-0378, archivo CEAS,
Mendoza |
Los
refugiados que aparecen en el cuadro anterior llegaron a Mendoza entre fines de
1973 y 1975. En su mayoría, los exiliados que traían cartas habían tenido que
dejar a sus familias en Chile. Los 205 casos con cartas del cuadro anterior,
representaron a 249 personas, es decir a una carta cada 1,20 exiliados. Por lo
general, la llegada de los familiares a Mendoza se producía meses después,
cuando comenzaban a ser hostigados para obtener la dirección del exiliado. De
los 191 casos que tenían una carta del Comité para la Paz, sólo 17 vinieron con
sus familias[38] y un exiliado ingresó con parte de la
familia[39]. El 80% de los portadores de las cartas
del Comité para la Paz tenían entre 17 y 31 años.
Las
organizaciones chilenas que financiaron los pasajes y presentaron al exiliado
ante el CEAS fueron, principalmente el Comité para la Paz de Chile, la Iglesia
Luterana de Chile y la Comisión de Ayuda al Refugiado (COAR)[40]. En menor medida también colaboraron la
Iglesia Metodista Pentecostal, la Iglesia Evangélica Alemana de Valparaíso[41], La Iglesia Metodista de Chile
y
la
Segunda Iglesia Metodista[42]. El COAR, desde Santiago envió una carta que pedía asistencia a 19
exiliados políticos, es decir a 19 familias[43]. Un refugiado llegó con una carta de
recomendación del Colegio San Ignacio, donde había sido alumno y de la
Universidad Católica de Chile, donde trabajó[44]. Sólo en dos casos, la presentación la
realizó una organización mendocina, era una carta del padre Llorens del barrio
San Martín[45]; y en un caso la carta de presentación
la escribió otro refugiado miembro del Concejo de Refugiados Políticos[46].
Estas
organizaciones también fueron perseguidas en su país. El Comité para la Paz, fue
disuelto por el gobierno a fines de 1976. Violeta trabajaba para el Comité de
Santa Mónica junto a sacerdotes y religiosas. A fines de 1975 su domicilio fue
allanado y su hijo de 14 años fue detenido e interrogado. Ella también fue
interrogada y debido a los fuertes golpes recibidos quedo completamente sorda.
Violeta había sido operada de un oído varios años antes y conservaba algo de
audición. Después de días de interrogatorios, quedaron bajo arresto domiciliario
con vigilancia permanente. Finalmente toda la familia se exilió en Mendoza[47]. Mucho más tardíamente, a principios de
mayo de 1986, comenzó un proceso denominado “Proceso a la Vicaría” que
detuvo a 24 miembros de esa organización[48].
4.
La red de asistencia
Otra
red se conformó en torno a la asistencia de los exiliados que llegaron a
Mendoza. La red de presentación estaba compuesta casi totalmente por nodos rojos
(situados en Chile) y azules (situados en Mendoza). En un sólo caso un nodo era
de otro color (el CCAS, de Buenos Aires), ya que era la dimensión de la red que
posibilitaba el cruce de la frontera argentino-chilena. En la Red Social de
Asistencia el Predominio azul era absoluto: Once nodos azules frente a tres
rojos, dos amarillos y uno verde. Esto implicó que la Red de Asistencia
comprometió más a los nodos que se encontraban en Mendoza. Aunque tampoco puede
olvidarse que los dos nodos amarillos representaban el 33% del acceso de la red
al escenario internacional. El
gráfico direccionado ilustra la relación “A ayuda a B”.

|
Figura
3.
Red social de asistencia a exiliados chilenos en Mendoza
(1973-1976).
Formas
de los nodos:
Cuadrados sólo ayudan; rombos sólo relaciones recíprocas, círculos ayudan
y reciben ayuda de nodos distintos; triángulos casi no brindan
ayuda.
Color
de los nodos:
En rojo nodos en Chile; en Azul nodos en Mendoza; en Verde nodos en otras
provincias argentinas y en amarillo nodos en otros países.
Color
de los lazos:
En rojo relación de ayuda recíproca y en negro relación no recíproca de
ayuda.
Siglas:
CMI Consejo Mundial de Iglesias; CCAI Comisión Católica Argentina para los
Inmigrantes; DNM Dirección Nacional de Migraciones; ARIR Agrupación
Refugiados de Izquierda Revolucionaria; CRPC Concejo de Refugiados
Políticos Chilenos; PC Partido Comunista; CMCUYP Centro de Madres Chilenas
Unidad y Progreso; CEAS Comité Ecuménico de Acción social; CAREF Comisión
de Apoyo al Refugiado; ACNUR Alto Comité de las Naciones Unidas para los
Refugiados.
Fuente:
Elaboración propia. |
En
la red aparecen comportamientos diferentes. Se encuentran nodos-fuentes que sólo
entablaron relaciones de ayuda hacia otros miembros de la red (el Consejo
Mundial de Iglesias, los exiliados en otros países, el Partido Comunista
Argentino y las matuteras). Los refugiados chilenos en Mendoza (los con aval y
los sin aval), si son vistos como una unidad, son un agujero estructural de la
Red. Analizándolos por separado no lo son porque tienen entre ellos una relación
de colaboración mutua (dos o más familias alquilaban una casa para abaratar
costos, los esposos buscaban trabajos juntos, escribían cartas conjuntas
pidiendo ayuda a alguna organización, etc.). Esta relación fortaleció también la
salud mental de los exiliados liberándolos de estrés y bajando los niveles de
impotencia como será analizado en el apartado 4.2.
El
agujero estructural conformado por ambos justificaba la existencia de la Red de
Asistencia, ya que el objetivo de la misma era asistirlos. Esto explica también
que los nodos que sólo entablaron relaciones de
colaboración recíproca tenían que estar a una distancia de más de dos lazos de
los exiliados chilenos con o sin aval. (CAREF y Dirección Nacional de
Migraciones). Finalmente más de la mitad de los nodos de la red entabló
relaciones en la que recibió y dio asistencia a nodos diferentes: El Obispado de
Mendoza, la Comisión Católica Argentina para los Inmigrantes, los familiares en
Chile, el CEAS, el Concejo de Refugiados Políticos Chilenos, el Centro de Madres
Chilenas Unidad y Progreso, ACNUR (Buenos Aires), ACNUR (Santiago de Chile) y la
Agrupación Refugiados de Izquierda Revolucionaria.
Nodos |
Grado |
Poder
de Bonacich |
Ayuda
a otros nodos
(out
degree) |
Ayuda
recibida
(in
degree) |
Total
de relaciones (degree) |
Poder |
Normali |
1 |
CEAS |
9.000 |
7.000 |
11.000 |
17.556 |
6.452 |
2 |
ACNUR
(Bs As) |
6.000 |
5.000 |
6.000 |
27.111 |
9.964 |
3 |
Obispado
de Mendoza |
4.000 |
2.000 |
4.000 |
-15.556 |
-5.717 |
4 |
CRPC |
3.000 |
6.000 |
7.000 |
1.556 |
0.572 |
5 |
ACNUR
(Sgo) |
3.000 |
1.000 |
3.000 |
-20.000 |
-7.351 |
6 |
CAREF |
3.000 |
3.000 |
3.000 |
-12.889 |
-4.737 |
7 |
DNM |
3.000 |
3.000 |
3.000 |
-12.889 |
-4.737 |
8 |
ARIR |
3.000 |
1.000 |
3.000 |
1.556 |
0.572 |
9 |
Matuteras |
3.000 |
- |
3.000 |
1.667 |
0.613 |
10 |
CCAI |
2.000 |
1.000 |
3.000 |
-7.111 |
-2.614 |
11 |
CMCUyP |
2.000 |
1.000 |
3.000 |
1.333 |
0.490 |
12 |
CMI |
2.000 |
0.000 |
2.000 |
-7.556 |
-2.777 |
13 |
exiliados
en otros países |
2.000 |
- |
2.000 |
1.333 |
0.490 |
14 |
familiares
en Ch |
2.000 |
2.000 |
4.000 |
1.333 |
0.490 |
15 |
exiliados
s/ aval |
1.000 |
10.000 |
10.000 |
0.667 |
0.245 |
16 |
exiliados
c/ aval |
1.000 |
8.000 |
8.000 |
0.667 |
0.245 |
17 |
PC
Argentino |
1.000 |
- |
1.000 |
0.667 |
0.245 |
Cuadro
5.
Grado e indicador de Poder de Bonacich de la Red de Asistencia
Fuente:
Elaboración en base a datos procesados por Ucinet 6 Copyright
(c) 1999-2005 Analytic Technologies |
En
el Cuadro 6, el Grado mide el nivel de solidaridad de cada uno de los nodos. Los
nodos con un mayor grado de salida (outdegree) eran los que ayudaron a
una mayor cantidad de nodos de la red. Por el contrario, los que recibieron
muestra de solidaridad de más nodos, ostentan un mayor grado de entrada
(indegree). El cuadro anterior demuestra que los que mayor solidaridad
recibían de la red (es decir los que tenían un mayor grado de entrada) eran los
que tenían menos poder en la misma. La Red de Asistencia estaba centralizada en
un 46,25% y el CEAS tenía el degree más alto. Era la organización que a más
nodos de la red ayudaba y la solidaridad que recibía de su entorno era casi tan
alta como la de los mismos exiliados chilenos. Otro aspecto a analizar es el
grado de poder de los nodos. En él se ve que los menos poderosos de la red son
los exiliados, que son vulnerables a las decisiones de sus benefactores. Los
valores del indicador de Poder de Bonacich de los nodos 4, 8 y 11, muestran
también que los intentos de los exiliados de organizarse para tener más poder en
el interior de la red fueron en vano. Sin embargo, son los más beneficiados por
la red que se construyó entorno a ellos. En la red de asistencia ayudar daba
poder, porque se generaba relaciones de dependencia con otros nodos. El próximo
apartado se detendrá en el CEAS, que nació en Mendoza para ayudar a los
exiliados chilenos. Posteriormente se analizará otro aspecto interesante de la
Red de Asistencia: Los beneficios que significó para la salud mental de los
exiliados chilenos en Mendoza participar en relaciones de colaboración mutua con
sus pares.
4.1.
El nacimiento del Comité Ecuménico Acción Social (CEAS)
En
Mendoza, partidos políticos, asociaciones sindicales, religiosas y diferentes
organizaciones establecieron estrategias para ayudar a los inmigrantes chilenos,
pero la que más persistió (aún después de 1976, cuando un golpe militar sacudió
a la Argentina) fue el movimiento ecuménico. A principios de diciembre de 1973,
este grupo ecuménico pasó de atender de dos o tres familias nuevas por día a
veinte o treinta y se comunicó con el Comité por la Paz en Chile de Santiago y
de otras ciudades trasandinas. Ante la dificultad de atender cada vez a más
personas, en marzo de 1974 decidieron convocar a todas las iglesias para
considerar la magnitud del problema y crear una comisión que los asista. Así el
20 de marzo de 1974 nació, luego de algunas semanas de discusión, el Comité
Ecuménico de Acción Social, CEAS. El mismo estaba conformado por la Iglesia
Luterana, la Iglesia Católica Apostólica Romana (a través de un representante
oficial del arzobispo de Mendoza Monseñor Olimpo Santiago Maresma), la Iglesia
Evangélica del Río de la Plata y Iglesia Evangélica Metodista Argentina. También
colaboraron Cáritas Argentina, la Cruz Roja Argentina y la Comisión Católica
Argentina de Inmigración. En ese mes, la delegación para Latinoamérica del Alto
Comisionado para las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) visitó a todas
las organizaciones similares de la Argentina. Allí el CEAS consiguió el aval de
ACNUR, para conseguir las garantías legales del refugiado y, junto a la
colaboración del Consejo Mundial de Iglesias, dinero para asistirlos.
El
ceas comenzó a funcionar en el edificio del Templo Metodista, en el centro de
Mendoza. Cada salón se convirtió en oficinas atestadas de papeles, no había
sanitarios necesarios para las cientos de personas que cada día llegaban al
comité, ni lugares cómodos para el grupo de trabajo[49]. El Comité Ecuménico tomaba cada pedido
de asistencia de los exiliados chilenos, los evaluaba y otorgaba o no el estatus
de refugiado político asistido por ACNUR. Hacia 1977, asistía cerca de 2.000
personas[50]. Esa fue la mayor cantidad de refugiados
simultáneos que atendió el Comité. En total, durante toda su existencia, desde
1973 a 1992, el CEAS dio refugio a 2.539 casos. Cada caso podía ser individual o
incluir a un grupo familiar por lo que abarcó a 6.899 personas que fueron
asistidas por el comité.
El
CEAS también denunció casos de desapariciones en Chile. Teresa y su esposo,
fueron refugiados en Mendoza por el CEAS y posteriormente viajaron a Suecia
desde allí intentaron por todos los medios encontrar a su hermana y su cuñado
que habían desaparecido de su hogar el 10 de julio de 1974. Ambos eran
militantes del MIR. Aunque ellos creían que se encontraban en el campo de
concentración de la Academia de la Fuerza Aérea Chilena en Santiago, nadie les
daba respuesta. Antes de salir de Chile, el Comité de Santa Mónica había
presentado un recurso de amparo pero fue rechazado. El mismo día que el CEAS se
enteró de la situación, pidió el esclarecimiento de los hechos ante organismos
chilenos y argentinos[51].
Esta actitud comprometida del Comité Ecuménico, le costó ser incluido entre los
grupos perseguidos por los aparatos represivos de la dictadura argentina entre
1976 y 1983, que incluyó la explosión de dos bombas en sus oficinas, persecución
de sus miembros y la desaparición de uno de ellos.
4.2.
La
relación de colaboración mutua entre los exiliados chilenos en Mendoza y el
impacto positivo en la salud mental.
El
destierro fue una experiencia muy dura para los exiliados. En algunas cartas
quedaron plasmadas sus angustias:
Que
no digan que hay gentes aquí y en otros lugares de América peor que la situación
de un refugiado político, el cual ha sido desarraigado de su Patria y habiendo
sido objeto de todo tipo de atropello, torturas, persecuciones[52].
El
30 de agosto de 1979, en una conferencia de prensa del Comité de Familiares
Exiliados informó que hasta esa fecha había 30 casos de suicidios entre los
exiliados[53].
En
Mendoza, la imposibilidad de incorporarse en el mercado laboral los hizo ocupar
un rol de marginalidad que muchos no tenían en Chile. Esto fue válido tanto para
los que adquirieron el estatus de refugiado político como para los que no. Los
que no tuvieron el estatus de refugiado político, usaron como estrategia las
idas y venidas a Chile, buscando trabajo o comerciando en ambos lados de la
cordillera de Los Andes. Esto les generó gran una inestabilidad económica y
familiar. Muchos de ellos eran migrantes económicos desplazados por las medidas
económicas chilenas de reducción estatal y las medidas argentinas de
obstaculizar a los extranjeros el ingreso al mercado laboral formal. A los que
huían por cuestiones políticas se le sumó el estrés de ser perseguidos en ambos
países. Los psicólogos del CEAS atendieron a numerosos casos de trastornos
causados por el exilio.
Para
los refugiados, mantenerse en la Red de Asistencia que ayudaba a nuevos
exiliados chilenos bajaba su sentimiento de impotencia. Ya que en la mayoría de
los casos la migración implica “la ruptura de la red social de pertenencia”[54].
Cuando
nos trasladamos a Argentina – dice una carta enviada a todas las embajadas en
Argentina por el consejo de Delegados de Refugiados Políticos de Mendoza -
concientemente sabíamos que estábamos tomando una de las decisiones más
difíciles en la vida de un ser humano: desarraigarse, marcharse por ver nuestras
vidas y las de nuestras familias en peligro de muerte[55].
En
las relaciones de colaboración mutua, ellos sentían que estaban haciendo algo
por contrarrestar la situación. Además fortalecía su identidad grupal en una
situación adversa y servía de contención para los recién llegados, disminuyendo
el estrés y la ansiedad. Un caso modelo fue el de una mujer de 25 años que
figura con el nombre de “A” y era una militante universitaria que debió salir
clandestinamente de Chile por un pedido de detención librado por el gobierno
militar. Llegó a Mendoza y solicitó refugio político. Al tiempo formó pareja con
un argentino, pero nunca quiso casarse porque pensaba regresar a Chile. Se
sentía rechazada en Mendoza y extrañaba a su familia y a su país. Según
declaraba, era militante de izquierda desde niña y provenía de una familia de
políticos de la Unidad Popular. Asistió a un psicólogo del CEAS debido a una
sensación de angustia, ahogo, dolores de cabeza y episodios depresivos
frecuentes. Entendía que volver a Chile era un riesgo grave pero insistía en la
posibilidad de retornar. Su terapeuta le señaló que retornar es confrontarse con
el peligro de morir. Aquí, empezó a articular en su historia la necesidad de
confrontarse con el máximo peligro y salir viva. Comprendió lo arrogante de
cumplir tareas peligrosas a pesar de su miedo y la idea de retornar a Chile
aunque su situación legal no lo permitiera sin riesgos graves. Empezó a
discriminar entre su opción por una militancia política concreta y algo que va
más allá, como el desafío de estar casi en riesgo de muerte. De ese modo,
conectada aquí con grupos de chilenos politizados, comenzó a plantear su
participación en actividades que, para ella, no significaron un retorno a ese
desafío tan peligroso. Sus síntomas disminuyeron y sus episodios depresivos se
redujeron. Finalmente, terminó el tratamiento ya que se sentía mejor[56].
Esto
muestra claramente como el alto impacto negativo del exilo en el equilibrio
mental, pudo ser revertido por la inclusión de la refugiada en prácticas
políticas propias de solidaridad con los chilenos en Mendoza. La culpa de haber
dejado la lucha había dejado huellas muy profundas y le impedía rearmar su vida
en Mendoza (por ejemplo, la imposibilidad de optar por construir una pareja con
un argentino), esto fue revertido al retomar la militancia política. Los efectos
positivos a nivel individual (pudiendo ser estos: Contención en Mendoza,
fortalecimiento de la identidad grupal e individual, disminución de sentimientos
nocivos como impotencia, derrota y culpa y reforzamiento ideológico)
incentivaron la permanencia en la lucha en torno a la situación chilena desde
Mendoza.
5.
La red de reemigración
Muchos
de los que llegaron a Mendoza continuaron siendo perseguidos por los que debían
partir hacia otro lugar. Esta situación generó otra red cuyo fin fue ayudar a
los refugiados a atravesar los obstáculos (principalmente legales aunque también
económicos), que les impedía salir del país. En la red de reemigración
participaron la totalidad de los nodos que no estaban ni Argentina, ni en Chile.
Ante el inminente golpe militar en Argentina, el pánico se apropió de la
comunidad chilena en Mendoza.
¿Qué
pasaría con nosotros? ¿Seríamos devueltos a Chile? ¿Se nos tomaría prisionero?
¿Se nos mataría? ¿Se nos enviaría a otro país? ¿Qué haría la ONU en este caso?[57]
Preguntaban
en una carta 12 familias jóvenes y una pareja mayor sin hijos menores de edad.
Era el temor de 47 chilenos, de los cuales 23 eran niños. Frente a esto, la
mayoría de los exiliados chilenos comenzaron a movilizar estrategias para salir
del país y esta red se fortaleció, favoreciendo un desplazamiento en cadena para
disminuir los costos de la nueva emigración[58]. En muchos casos la reemigración a
terceros países separaba a familias que habían permanecido juntas en Mendoza.
Dos hermanos, Diego y José María, llegaron a Mendoza el 21 de febrero de 1975,
pero uno partió a Suecia y el segundo a Australia[59]. Además, si la mayoría llegó a Mendoza
con las pocas pertenencias que pudieron cargar, al trasladarse a otros países
debieron devolverle al CEAS lo que le había prestado. Los terrenos y casas
comprados con dinero del CEAS también eran devueltos para que pudiera ser
utilizado por otro compatriota. En este contexto, participar de una red que
ayudase a los chilenos que recién llegaban era un modo de no sufrir tanto el
exilio. Contar con una red de contención en el nuevo país de asilo era
importante para aquellos que tuvieron una militancia mayor y reforzaron otras
identidades grupales además de la nacionalidad, como la de pertenencia a
determinado partido o gremio. Muchos buscaron destinos con ideologías políticas
afines, como países de Europa del Este, por ejemplo. Otros buscaron destino
donde las prácticas de denuncia a los atropellos del gobierno militar de Chile,
fueron importantes.

|
Figura
4.
Red social de reemigración de exiliados chilenos en Mendoza
(1973-1976)
Fuente:
Elaboración propia
Color:
En rojo nodos en Chile; en Azul nodos en Mendoza; en Verde nodos en otras
provincias argentinas y en amarillo nodos en otros países.
Siglas:
CRPC Concejo de Refugiados Políticos Chilenos; CEAS Comité Ecuménico de
Acción social; COMACHI Comité Argentino-Chileno; ACNUR Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los refugiados; CAREF Comisión de Apoyo al
Refugiado; CMI Consejo Mundial de Iglesias; UPACH Unión de Periodistas
antifascistas Chilenos; AI Anmesty Internacional; APV Agrupación de
Periodistas Venezolanos; ALPD Asociación Latinoamericana de Periodistas
para el Desarrollo. |
También
en esta red el CEAS tuvo un predominio importante (11 lazos) pero compartido con
las embajadas extranjeras en Argentina (7 lazos). La relación entre ambos nodos
era importantísima para conseguir pasajes y visas en otros países que fueran más
seguro que la Argentina. En la red se encontraron 12 cliques superiores a tres
nodos[60]. En ellos, cuatro estaban formados por
la participación simultánea de las embajadas extranjeras en Argentina y el CEAS.
Éste último aparecía en 9 de las ocho camarillas. Debe recordarse que el recorte
de toda red responde a su necesidad de análisis. En este caso sólo aparecen los
nodos que estaban en terceros países que están en los archivos del CEAS y en el
periodo tomado para este artículo (1973-1976). Es decir que es un recorte dentro
de la gran solidaridad internacional que recibió el caso chileno a nivel
internacional. Por esta razón no aparecen otras organizaciones que serían parte
de la red si se tomase la totalidad del periodo del gobierno militar chileno
(1973-1989) o si se utilizaran otras fuentes primarias[61].
A
continuación veremos como se cristalizaron estas redes para ayudar a reemigrar a
dos refugiados: Renato y Emilio. El primero era un periodista chileno que se
encontraba refugiado en Mendoza. Temiendo por su vida, otras organizaciones de
periodistas gestionaron su arribo a Europa. Una de ellas fue la UPACH (Unión de
Periodistas Antifacistas Chilenos), con sede en Venezuela, que envió una carta a
Anmesty Internacional pidiendo la salida de Argentina de Renato por su
seguridad. Pedido similar hicieron la Agrupación de Periodistas Venezolanos y la
Asociación Latinoamericana de Periodistas para el Desarrollo, con sede en
Colombia. El 6 de julio de 1976 Anmesty Internacional le contestó a UPACH, que
luego del golpe militar del 24 de marzo de 1976 en Argentina intentará ayudarlo
a salir del país. Además Petra Bherens de Anmesty Internacional, le escribió a
Renato pidiéndole documentación para tramitarle la visa a través de CAREF de
Buenos Aires[62]. Todas ellas eran organizaciones que
colaboraron también en la sensibilización de la opinión pública internacional
sobre el grado de represión en Chile y la necesidad de redemocratizarla. De modo
que en torno a Renato se manifestó una fuerte red, que si bien estaba fuera del
territorio nacional de Chile, era parte del escenario político chileno en tanto
que impactaban o querían impactar en el gobierno del General A.
Pinochet.
Otra
red similar se entabló entorno a Emilio, un exiliado político chileno que fue
detenido en noviembre de 1975 en la Penitenciaría Provincial de Mendoza. El 28
de setiembre de 1976 fue trasladado a la cárcel de Seguridad de la Ciudad de La
Plata, donde se encontraba muy enfermo. Desde 1975 tenía visa para Suecia pero
no podía salir. Parte de su familia que ya se encontraban en ese país, junto al
grupo 33 del Swedish Section of Amnesty International, recolectaron 115
firmas pidiendo su liberación[63]. También esa organización le escribió al
CEAS pidiéndole que hiciese todo lo posible para acelerar la salida de Emilio[64]. El CEAS les contestó que haría todo lo
posible por liberarlo pero que, sabiendo que esto sería duro de aceptar para sus
familiares en Suecia, no tenían medio de lograrlo sin una voluntad presidencial.
Una situación similar vivían alrededor de 5.000 presos políticos en Argentina.
Un abogado de ACNUR lo visitó a la cárcel para informar la situación al CEAS y a
Suecia. Sobre Emilio había una acusación y las autoridades conocían la
existencia de la visa y que parte de su familia estaba en Suecia. La respuesta
del CEAS fue que juntar firmas para ser enviadas a la Argentina podía ser
contraproducente y generar un endurecimiento aún mayor hacia el preso. La esposa
vivía en Mendoza y el CEAS aconsejaba a la institución sueca que le enviaran
medicamentos para que ella se los diera a Emilio[65].
En
Mendoza, el CEAS ofreció una importante red de contención que brindó asistencia
y contactó a los refugiados entre sí. Otra red fue el Comité Argentino-Chileno
(Com.A.Chi) que concentró a chilenos y argentinos identificados con la evolución
socialista chilena, que querían denunciar los atropellos del gobierno militar
chileno. Nucleaba a organizaciones sindicales, estudiantiles, partidos políticos
(los más numerosos eran los partidarios de la Juventud Peronista y de la
Izquierda revolucionaria), uniones vecinales, entidades culturales, donde
manifestaban su solidaridad con el pueblo chileno. Esta agrupación era dirigida
por Oscar Alende, en Buenos Aires. Luego se extendió por todo el país era un
comité de solidaridad con el pueblo de Chile. Realizaron diversos actos en la
Plaza Chile, en la ciudad de Mendoza, en homenaje a Salvador Allende y en
repudio al General Pinochet51.
Uno de los miembros era Miguel, un dirigente estudiantil y obrero chileno.
Miguel trabajó en una empresa en el área social del Gobierno de Chile, que había
sido estatizada por Allende y que era dirigida por el sindicato. El 12 de
setiembre de 1973 fue detenido hasta marzo del año siguiente. Una vez en
libertad siguió militando, con otros escribía en las calles Allende vive y
volvió a caer detenido, fue torturado y amenazado de muerte. La agrupación
política a la que pertenecía decidió que debía salir del país ya que habían
detenido a su hermano. Llegó a Mendoza el 24 de octubre de 1974. Venía de
tránsito a Europa pero se quedó porque creyó que el Gobierno de Pinochet no iba
a durar tanto. “y me fui quedando y esta pesadilla duró 15 años”
[66].
Miguel llegó a Mendoza con 17 años, vendía helados y su compañera 15 años y
trabajaba como empleada doméstica cama adentro y niñera. Estaba embarazada de
dos meses cuando llegaron de Chile, pero no lo sabían. En el COMACHI, Miguel
trabajó apoyando a los exiliados desde 1974 hasta 1976. Durante el denominado
Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), todo ese grupo de exiliados dejó
de movilizarse. “Todos nos ‘sumergimos’, como decíamos en política, nos
dedicamos a trabajar para poder vivir”. Recién después de 1983 se reunieron y
comenzaron a trabajar en el Chile Democrático.
6.
Conclusiones
La
visualización de la red que permitió la salida de Chile de perseguidos políticos
y su asistencia en Mendoza es un logro importante para la historia local. Parte
de la sociedad civil vio la llegada de chilenos como una invasión y la llamaron
“migración aluvional”. Desde esa perspectiva, Mendoza aparecía como un escenario
de los acontecimientos, y como tal, era pasiva ante ese proceso. Por el
contrario, la reconstrucción de esta red argentino-chilena presenta a los
actores sociales mendocinos como promotores de la inmigración de chilenos hacia
Mendoza.
Otro
logro de este trabajo es la distinción de los nodos y las relaciones entre
ellos, como una superposición de tres redes que buscaban distintos objetivos, en
la ayuda solidaria hacia los perseguidos. Esto explica el mayor o menor
compromiso de los nodos según el objetivo de su participación en la red. Las
tres redes (la de presentación de exiliados ante organizaciones mendocinas, la
de asistencia económica durante su estadía en Mendoza y la de reemigración a
otros lugares más seguros) actuaban simultáneamente.
Desde
una perspectiva individual, pueden analizarse las diferentes trayectorias de los
exiliados a través de las tres redes: Algunos llegaban con un aval de una
organización otros no; ya en Mendoza fueron asistidos de diferentes modos y
posteriormente la mayoría reemigró a otros país o volvieron a Chile. En las
trayectorias pueden encontrarse a exiliados de “primera clase” y otros más
populares. Los primeros eran dirigentes políticos reconocidos, llegaban en avión
financiado por alguna organización chilena. Traían más de una carta de aval y
eran rápidamente aceptados por el CEAS como refugiados políticos. Estaban en
Mendoza poco tiempo, en tanto otras organizaciones en terceros países le
tramitaban su visa. Era un paso rápido por Mendoza. A mediados de 1975, casi la
totalidad de este grupo ya había reemigrado. Los otros exiliados eran menos
reconocidos políticamente, algunos eran perseguidos sólo por haber pertenecido a
la Unidad Popular. Algunos trajeron cartas de presentación e inclusive llegaron
en avión, pero ante el CEAS les era más difícil demostrar su compromiso político
con el gobierno de Salvador Allende. Nadie intercedía por ellos en el extranjero
por lo que permanecieron más tiempo en Mendoza. Muchos de ellos fueron
perseguidos por la dictadura argentina que los vio como potenciales subversivos.
Desde
una perspectiva holística, las tres redes eran simultáneas temporal y
espacialmente. Algunos exiliados llegaban el mismo día en que otros reemigraban
por que eran asediados en Mendoza por personas extrañas. Esto hizo que las tres
redes funcionasen durante todo el recorte temporal seleccionado. En cuanto a lo
geográfico la participación de los mismos nodos en más de una red hizo que
actuaran en forma yuxtapuestas. Sin embargo existen algunos matices. En la red
de presentación interactuaron el 78% de los nodos localizados en Chile. Esto es
porque esta red movilizó más recursos desde Chile hacia Mendoza y principalmente
un tipo de recurso: Capital Social por medio de las cartas de aval, los llamados
telefónicos y la organización de la acogida en Mendoza por el CEAS. En las otras
redes los nodos chilenos tendrán menor participación, 21 y 14 por ciento en las
redes de Asistencia y Reemigración, respectivamente. En la red de asistencia el
centro de gravedad estuvo al otro lado de la cordillera de Los Andes, ya que
comprometió al 77% de los nodos mendocinos. Esto le costará, luego de 1976, la
persecución de los dirigentes de las organizaciones: Dos bombas estallaron en el
CEAS, varios de sus miembros debieron exiliarse y uno de ellos, Mauricio López,
es un desaparecido. Finalmente, en la red de emigración adquirieron más peso los
lazos que unían a los nodos que no estaban ni en Mendoza ni en Chile. Allí
participaron el 100% de los nodos ubicados en otros países y el 80 % de los que
no se encontraban en Mendoza. Esto se debe a que al ser una ciudad fronteriza
con Chile era conflictiva y varios refugiados denunciaron la presencia de grupos
paramilitares chilenos que secuestraban exiliados para llevarlos a su país. El
siguiente cuadro compara algunos aspectos de las tres redes.
Tipo
de red según objetivo del intercambio |
Cantidad
de nodos por localidad |
Total
de nodos por red |
densidad |
Chile |
Mendoza |
Resto
de Argentina |
Otros
países |
Presentación |
11
(78%) |
7
(54%) |
1
(20%) |
- |
19 |
21,64% |
Asistencia
|
3
(21%) |
10
(77%) |
2
(40%) |
2
(33%) |
17 |
18,38
% |
Reemigración |
2
(14%) |
6
(46%) |
4
(80%) |
6
(100%) |
18 |
32,68
% |
Total
de nodos de cada localidad |
14
(100%) |
13
(100%) |
5
(100%) |
6
(100%) |
38
(100%) |
- |
Cuadro
6. Comparación
de Tamaño y densidad de las tres redes.
Nota:
celdas sombreadas en las que aparece más del 75% de los nodos de esa
localidad en la ed.
Fuente:
Elaboración propia |
Las
tres redes tenían tamaños similares pero la densidad de la red de reemigración
es bastante mayos que las otras dos. El análisis individual refuerza aspectos
diacrónicos de las redes (llegada, permanencia y partida de Mendoza) y el
holístico el espacial (Chile - Mendoza - otros lugares más seguros). Ambos
análisis ayudan a entender la solidaridad entre regiones limítrofes en
situaciones de crisis. La situación fue caótica también para los nodos
mendocinos. Algunos recuerdan al templo metodista repleto de gente durmiendo en
cada rincón, separados por biombos en altísimas condiciones de hacinamiento[67]. Si en un primer momento los chilenos
llegaron en estado de shock, los que los asistían tampoco sabían muy bien que
hacer. Es allí cuando el financiamiento y la orientación proveniente de ACNUR y
del Consejo Mundial de Iglesias fueron decisivos. Ambas instituciones tenían
experiencia en este tipo de tareas y transfirieron a los mendocinos sus
conocimientos. Su ayuda otorgó continuidad y cierta inmunidad a la asistencia de
los chilenos. Muchas tareas hubieran sido imposibles sin su apoyo económico. La
vida cotidiana de Mendoza se transformó y se enriqueció con nuevos patrones y
valores culturales, que le dieron a la idiosincrasia mendocina cierta estampa
distintiva. También repercutió en la política local según la influencia de los
objetivos de estos nuevos grupos incorporados y del desarrollo de diversas redes
de solidaridad.
Finalmente,
estas redes muestran la reactualización del Pacto Fundacional de Mendoza. Los
aspectos acá analizados sirven de ilustración de como las redes
mendocino-santiaguinas, han actuado en ambos momentos de la historia chilena.
Los sectores perdedores de la arena política buscaron aliados con iguales
tendencias ideológicas en este lado de la cordillera. Hechos similares
ocurrieron en 1814 y también durante la presidencia de Salvador Allende, cuando
sectores de la derecha chilena buscaron el apoyo de sus pares en
Mendoza.
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de José María Llorens al Comité Ecuménico, Barrio San Martín, 4/11/75, Legajos
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del refugiado 30-704 presentando al que luego será el refugiado 30-1244,
Mendoza, 10/10/75. Legajo 30-1244.
Certificado
de situación de presidiario firmado por el coronel Jorge Espinoza Ulloa,
santiago, 18/6/75. Legajo 30-1244.
Declaración
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Declaración
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Declaración
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Declaración
de exiliado en “Solicitud de Ayuda al ACNUR”, 16/11/89, Carpeta
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(88-89), Letra C.
Declaración
de exiliado en “Solicitud de Ayuda al ACNUR”, 21/11/91, Carpeta
Repatriaciones 1991.
Declaración
de exiliado en “Solicitud de Ayuda al ACNUR”, 23/5/91, Carpeta Repatriaciones
1991, archivo CEAS, Mendoza
Declaración
de refugiado (manuscrito, sin fecha), carpeta “Repatriaciones voluntarias
(1988-1989)”, letra M. Archivo CEAS, Mendoza.
Entrevista
a 6 ex miembros del CEAS, 2004-2006, Mendoza.
Entrevista
a 10 vecinos del barrio Cristo Salvador, 13/03/85, por las Asistentes Sociales
de la FEC, Carpeta Cristo Salvador, archivo CEAS,
Mendoza.
Entrevista
a Loreto, ex militante del MIR, Santiago de Chile, 9/01/07
Entrevista
a miembro de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Santiago de Chile, enero
2002.
Entrevista
a 2 miembros del Centro de Residentes Chilenos, Mendoza, 1999 y 2001.
Entrevista
a Pablo, ex militante del ERP, Mendoza, 2/8/06.
Informe
social CCAI, marzo de 1980, Letra A, Carpeta Informe social,
archivo CEAS, Mendoza.
CAREF
(S/F) “Un fenómeno angustiante”, Bibliorato correspondencia enviada y
recibida 1980.
Legajos
de 408 refugiados políticos chilenos en Mendoza citados en el
artículo:
01-0245;
01-0296; 01-0347; 280; 30-0001; 30-0002; 30-0003; 30-0004; 30-0005; 30-0006;
30-0007; 30-0008; 30-0009; 30-0010; 30-0011; 30-0012; 30-0013; 30-0014; 30-0015;
30-0016; 30-0017; 30-0018; 30-0019; 30-0020; 30-0021; 30-0022; 30-0023; 30-0024;
30-0025; 30-0026; 30-0027; 30-0028; 30-0029; 30-0030; 30-0031; 30-0032; 30-0033;
30-0034; 30-0035; 30-0036; 30-0037; 30-0038; 30-0039; 30-0040; 30-0041; 30-0042;
30-0043; 30-0044; 30-0045; 30-0046; 30-0047; 30-0048; 30-0049; 30-0050; 30-0051;
30-0052; 30-0053; 30-0054; 30-0055; 30-0056; 30-0057; 30-0058; 30-0059; 30-0060;
30-0061; 30-0062; 30-0063; 30-0064; 30-0065; 30-0065; 30-0066; 30-0067; 30-0068;
30-0070; 30-0071; 30-0072; 30-0073; 30-0074; 30-0075; 30-0076; 30-0077; 30-0078;
30-0079; 30-0080; 30-0081; 30-0082; 30-0083; 30-0084; 30-0085; 30-0086; 30-0087;
30-0088; 30-0089; 30-0090; 30-0091; 30-0092; 30-0093; 30-0094; 30-0095; 30-0096;
30-0097; 30-0098; 30-0099; 30-0100; 30-0101; 30-0102; 30-0103; 30-0104; 30-0105;
30-0106; 30-0107; 30-0108; 30-0108; 30-0109; 30-0110; 30-0111; 30-0112; 30-0113;
30-0114; 30-0115; 30-0116; 30-0117; 30-0118; 30-0119; 30-0120; 30-0121;
30-0122; 30-0123 o 205.; 30-0124; 30-0125; 30-0126; 30-0127; 30-0128; 30-0129;
30-0130; 30-0131; 30-0131; 30-0132; 30-0133; 30-0134; 30-0135; 30-0136; 30-0137;
30-0138; 30-0139; 30-0140; 30-0141; 30-0142; 30-0143; 30-0144; 30-0145; 30-0146;
30-0147; 30-0148; 30-0149; 30-0150; 30-0151; 30-0152; 30-0153; 30-0154; 30-0155;
30-0156; 30-0157; 30-0158; 30-0159; 30-0160; 30-0161; 30-0162; 30-0163; 30-0164;
30-0165; 30-0166; 30-0167; 30-0168; 30-0169; 30-0170; 30-0171; 30-0172; 30-0173;
30-0174; 30-0175; 30-0176; 30-0177; 30-0178; 30-0179; 30-0180; 30-0181; 30-0182;
30-0183; 30-0184; 30-0185; 30-0186; 30-0187; 30-0188; 30-0189; 30-0190; 30-0191;
30-0191; 30-0192; 30-0193; 30-0194; 30-0195; 30-0196; 30-0197; 30-0198; 30-0199;
30-0200; 30-0201; 30-0202; 30-0203; 30-0204; 30-0205; 30-0206; 30-0207; 30-0208;
30-0209; 30-0210; 30-0211; 30-0212; 30-0213; 30-0214; 30-0215; 30-0216; 30-0217;
30-0218; 30-0219; 30-0220; 30-0221; 30-0222; 30-0223; 30-0224; 30-0225; 30-0226;
30-0227; 30-0228; 30-0229; 30-0230; 30-0231; 30-0232; 30-0233; 30-0234; 30-0235;
30-0236; 30-0237; 30-0238; 30-0239; 30-0240; 30-0241; 30-0242; 30-0243; 30-0244;
30-0245; 30-0246; 30-0246 bis; 30-0247; 30-0248; 30-0249; 30-0250; 30-0251;
30-0252; 30-0253; 30-0254; 30-0255; 30-0256; 30-0256; 30-0257; 30-0258; 30-0259;
30-0260; 30-0261; 30-0262; 30-0263; 30-0264; 30-0265; 30-0266; 30-0267; 30-0268;
30-0269; 30-0270; 30-0271; 30-0272; 30-0273; 30-0274; 30-0275; 30-0276; 30-0277;
30-0278; 30-0279; 30-0280; 30-0281; 30-0282; 30-0283; 30-0284; 30-0285; 30-0286;
30-0287; 30-0288; 30-0289; 30-0290; 30-0291; 30-0292; 30-0293; 30-0294; 30-0295;
30-0296; 30-0297; 30-0298; 30-0299; 30-0300; 30-0301; 30-0302; 30-0303; 30-0304;
30-0305; 30-0306; 30-0307; 30-0308; 30-0309; 30-0309; 30-0310; 30-0311; 30-0312;
30-0313; 30-0314; 30-0314; 30-0315; 30-0315; 30-0316; 30-0316; 30-0317; 30-0318;
30-0319; 30-0320; 30-0321; 30-0322; 30-0323; 30-0324; 30-0325; 30-0326; 30-0326;
30-0327; 30-0328; 30-0329; 30-0330; 30-0331; 30-0332; 30-0333; 30-0333; 30-0334;
30-0335; 30-0336; 30-0337; 30-0337; 30-0338; 30-0339; 30-0340; 30-0341; 30-0342;
30-0343; 30-0344; 30-0345; 30-0346; 30-0347; 30-0348; 30-0349; 30-0350; 30-0351;
30-0352; 30-0353; 30-0354; 30-0354/1; 30-0355; 30-0356; 30-0357; 30-0358;
30-0359; 30-0359; 30-0360; 30-0361; 30-0362; 30-0363; 30-0364; 30-0365; 30-0366;
30-0367; 30-0368; 30-0369; 30-0370; 30-0371; 30-0372; 30-0373; 30-0374; 30-0493;
30-0814; 30-0835; 30-0896; 30-0915; 30-0949; 30-0952; 30-1016; 30-1321; 30-1341;
30-1364; 30-1377; 30-1388; 30-1397; 30-2312; 30-2332.
[1] Alejandro Paredes: aparedes@lab.cricyt.edu.ar
[2] La cuenca vitivinícola de esa región (la región del Maule en Chile
y la Provincia de Mendoza conforman la más importante cuenca vitivinícola de
América del Sur), el linaje común de las familias importantes a ambos lados de
la cordillera y el origen colonial común, entre otros.
[3] Los procesos migratorios y la dinámica del exilio.
[4] Bozzano, Horacio (2000). Territorio reales, territorios
pensados, territorios posibles, Bs. Aires: Espacio
[5] Fernández Rojas, Jorge (2003) “Felipe Esteve. El otro fundador de
Mendoza”, Rumbos, N°14, Mendoza, 30/11/03, p.II
[6] Hojas HONVI del legajo 30-1178 al 30-1349, y del legajo
01-1324, archivo CEAS.
[7]
Hudson, Damián (1931). Recuerdos históricos sobre la provincia de Cuyo,
Mendoza: Editorial Revista mendocina de ciencias.
[8] (s/f) “Un fenómeno angustiante”, Bs As: CAREF, p.3, Bibliorato
correspondencia enviada y recibida 1980, archivo CEAS.
[9] (1979) Anuario Estadístico 1977 y 1978, Mendoza: Dirección
de Estadísticas y Censos, p.15
[10] Para esto se tomaron 440
Cartas, 182 documentos de organizaciones, 16 declaraciones escritas de exiliados
chilenos y los 2.539 legajos de familias de refugiados chilenos asistidos por el
CEAS entre 1973 y 1989. El archivo del CEAS limita nuestro ámbito de estudio,
dando lugar a una mayor prominencia de esta institución en la red social
analizada. La fuente utilizada introduce un sesgo en términos de la centralidad
atribuida al CEAS. No obstante, asumiendo dicha limitación, el archivo
proporciona una información descriptiva de gran valor.
[11] Ferrand, A. (2002)
“Las comunidades locales como estructuras meso”, Revista REDES. Vol.3,
Nº4, http://revista-redes.rediris.es
[12] Pizarro,
Narciso (2004) “Un nuevo enfoque sobre la equivalencia estructural: lugares y
redes de lugares como herramientas para la teoría sociológica”, REDES,
Vol.5, Nº2, htpp://revista-redes.rediris.es
[13] Matutera
deriva de la palabra matute (a
escondidas,
clandestinamente), en
su mayoría eran mujeres.
[14] Entrevista realizada a miembro de la Comisión Chilena de Derechos
Humanos, Santiago, enero 2002.
[15] Plata Caviedes leyó los comunicados de esas organizaciones
limitándolos a su estructura gramatical básica (Sujeto- Verbo- Objeto), para
codificarlos en base a las propiedades lingüísticas del texto. Plata Caviedes,
Juan Camilo. “Reconstrucción de las redes sociales: el caso de las FARC, el ELN
y las ACCU-AUC”, Revista Redes, Vol.10, Junio de 2006, p.4.
[16] Entrevista realizada a miembro de la Comisión Chilena de Derechos
Humanos, Santiago, enero 2002.
[17] Sra. Violeta (primer presidente de la Unión Vecinal Cristo
Salvador), desgrabación de la primera cinta de focus group, 13/3/85, por las
Asistentes Sociales de la Fundación Ecuménica de Cuyo, p.4, en Carpeta
Cristo Salvador, archivo CEAS, Mendoza
[18] Carta del refugiado a ACNUR, 21/1/77, p.1, legajo 30-759, archivo
CEAS.
[19] Declaración del exiliado en “Solicitud de Ayuda al ACNUR”,
21/11/91, en Carpeta Repatriaciones 1991, archivo CEAS,
Mendoza.
[20] Declaración del exiliado en “Solicitud de Ayuda al ACNUR”,
16/11/89, en Carpeta Repatriaciones (88-89), Letra GH, archivo CEAS,
Mendoza
[21] Declaración del exiliado en “Solicitud de Ayuda al ACNUR”,
14/8/89, en Carpeta Repatriaciones (88-89), Letra KL, archivo CEAS,
Mendoza
[22] “Solicitud de Ayuda ACNUR”, 25/11/91, en Carpeta Repatriaciones
1991, archivo CEAS, Mendoza.
[23] Declaración de la exiliada en “Solicitud de Ayuda ACNUR”,
31/10/91, en Carpeta Repatriaciones 1991, archivo CEAS,
Mendoza
[24] “Solicitud de Ayuda ACNUR”, 31/10/91, en Carpeta Repatriaciones
1991, archivo CEAS, Mendoza
[25] maza, Juan (1991).
Malargüe, Mendoza: Editorial de la Fac. de Filosofía y Letras-
Universidad Nacional de Cuyo, p.33
[26] Carrasco Norambuena, Carmen. “La chilenización de Neuquen” En:
Araucanías y pampas. Un mundo fronterizo en América del Sur, ediciones
Univ. De la frontera, pp.212-238.
[27] Declaración del refugiado (manuscrito, sin fecha), carpeta
“Repatriaciones voluntarias (1988-1989)”, letra M. Archivo CEAS,
Mendoza.
[28] Legajo 30-0814, archivo CEAS.
[29] Bustelo, Gastón (2001). “Impacto de la dictadura pinochetista en
Mendoza (1973-1988)” , Revista de Estudios Trasandinos Nº5,
Santiago de Chile, pp.355-356. Para una profundización de la
cultura de frontera argentinochilena ver: Codina, Iverna (1993), Detrás del
Grito, Mendoza: Ediciones Culturales Mendoza.
[30] Scher, Ofelia B. (1997). “Inmigración limítrofe a la
República Argentina una aproximación al caso chileno 1950/1990” Revista de
Estudios Trasandinos, Nº1, pp.211 y 219
[31] Entrevista realizada a miembro de la Comisión Chilena de Derechos
Humanos, Santiago, enero 2002
[32] heras, e; guillot, d. y galvez, r. Op. Cit. pp.133-135
[33] En el archivo del CEAS puede encontrarse distintos legajos con
cartas de presentación de estas instituciones en las que afirman que han pagado
el viaje hasta Mendoza.
[34] Entrevista a la Dra Juana Juri, asesora legal del CEAS 03/03/05,
Mendoza.
[35] Molina,
José L. (2001). El análisis de redes sociales. Una introducción.
Barcelona: Edicions Bellaterra. Apartado “El problema de la visualización” pp.98-100.
[36] Un
aporte interesante son los estudios de las redes sociales retomados por la
geografía del transporte a las que aplica los conceptos de flujos y
transportación. El concepto de Flujo se refiere al intercambio de
mercancías y personas de un aérea a otra y el de transportación a la vía
concreta y conocida por la que se realiza el intercambio (Potrykowski, Marek y
Taylor, Zbigniew (1984). Geografía del transporte. Barcelona: Ariel,
pp.12-13).
[37] Sólo se sumaron una vez los legajos 30-0191 y 30-0348 que
tenían 2 cartas de presentación cada una
[38] Legajos: 30-0065; 30-0108; 30-0131; 30-0256; 30-0309; 30-0314;
30-0315; 30-0316; 30-0326; 30-0333; 30-0337; 30-0340; 30-0341; 30-0342; 30-0359;
30-0362 y 30-0371. Archivo CEAS.
[39] Legajo 30-0133, archivo CEAS, Mendoza.
[40] Carta de la COAR al CEAS, 3/2/75, legajos 30-0828 y 30-0829.
Archivo CEAS. Ambas cartas tenían la misma fecha y los dos refugiados viajaron
sin sus familias, vía terrestre.
[41] Carta de la Iglesia Evangélica Alemana de Valparaíso al CEAS,
3/1/75 y 26/2/75, leg. 30-0768, archivo CEAS. Allí pide se ayude a una familia
de seis personas.
[42] Carta de la Segunda Iglesia metodista al CEAS, 9/1/75, leg.
30-0804, archivo CEAS. Presenta a una familia de 3 personas que llegaron a
Mendoza vía terrestre, para reunirse con dos hijos que ya estaban en
Argentina.
[43] Carta del COAR al Ejército de Salvación en Mendoza, Santiago,
agosto de 1975, leg. 30-1186. archivo CEAS, Mendoza.
[44] Carta de presentación Universidad Católica de Chile, S/F y carta
de presentación Colegio San Ignacio, 10/12/74, legajo 30-779. Archivo CEAS,
Mendoza.
[45] Carta de José María Llorens al Comité Ecuménico, Barrio San
Martín, 4/11/75, Legajos 30-1275 y 30-1273. archivo CEAS.
[46] Carta de presentación del refugiado 30-704, al que luego será el
refugiado 30-1244, Mendoza, 10/10/75. En ella explica que el recién llegado se
encuentra resentido física y psíquicamente debido a que “recorrió un buen número
de campos de concentración”. También traía un certificado firmado por el coronel
Jorge Espinoza Ulloa que afirmaba que estuvo preso entre el 5/10/73 y el
10/11/74 en el Estadio Nacional, Chacabuco, Punchuncavi y Tres Álamos sin
haberse comprobado que hubiere contravenido normas constitucionales, santiago,
18/6/75. Ambos documentos en: Legajo 30-1244, archivo CEAS.
[47] Informe social CCAI, marzo de 1980, Letra A, Carpeta Informe
social, archivo CEAS, Mendoza.
[48] (1987) “Refugiados de América del Sur”,
Refugees-Refugies-Flüchtlinge-Refugiados, N°86, Geneva: World Council of
Churches, p.3
[49] Cf. “Ecumenical teamwork in Mendoza Argentina”, p.9, manuscrito en
inglés escrito el 2/5/77 por Alieda Verhoeven, Coordinadora General del CEAS,
para su posible publicación en la revista Migration Today. Carpeta
Correspondencia año 1977, Archivo CEAS, Mendoza.
[50] Carta del CEAS una familia refugiada en Nueva Zelanda, Mendoza,
22/1/77. Bibliorato Correspondencia 1977, Letra A, Archivo CEAS,
Mendoza
[51] Carta del refugiado al CEAS, 24/1/75; Memorandum elevado a Frank
Krenz (ACNUR) por el CEAS, 24/1/75 y Carta de la Coordinadora de Acción Social
(ccas) al CEAS, 24/2/75. En: Leg 30-362, archivo CEAS.
[52] Carta del refugiado al CEAS, Mendoza 21/11/78 legajo 30-780,
archivo CEAS
[53] Orellana, Patricio (1981) El exilio chileno. Falmer: Institute of Development Studies-University of Sussex, p.73
[54] Dabas, Elina Dora (1998). Red de redes. Las prácticas de la intervención en redes sociales.
Buenos Aires: Paidós (2ª reimpresión), capítulo 7: “Construyendo territorios.
Migración, marginalidad y organización social”, p.164
[55] Carta del Consejo de Delegados de Refugiados Políticos en Mendoza
a todas las embajadas en Argentina, 27/8/78, Bibliorato Correspondencia 1978:
Letra D, archivo CEAS.
[56] “Rehabilitación psicosocial de refugiados en Argentina. Caso Srta
A”, 4/4/86, Cartas Notas enviadas del año 1982 a 1987; archivo CEAS.
[57] Carta de doce familias de refugiados chilenos en Mendoza al
Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, S/F, Mendoza, Legajos
30-0835; 30-0896; 30-0915; 30-0949; 30-0952; 30-1016; 30-1321; 30-1341; 30-1364;
30-1377; 30-1388; 30-1397 Bibliorato Correspondencia 1976, archivo
CEAS.
[58] Sobre las redes de desplazamientos internacionales puede leerse:
Maya Jariego, Isidro (2004). “La formación de comunidades de inmigrantes:
desplazamiento en cadena y contexto de recepción”, Revista Araucaria. Año 5, Nº
12, http://www.institucional.us.es/araucaria
[59] Legajos 30-0828 y 30-0829. Archivo CEAS, Mendoza.
[60] Cliques encontrados en la Red de Emigración:
embajadas extranjeras en Argentina; CEAS; exiliados con aval;
exiliados sin aval; CRPC
embajadas extranjeras en Argentina; CEAS; CRPC; ACNUR (Buenos
Aires)
embajadas extranjeras en Argentina; CEAS; CRPC; CMI
embajadas extranjeras en Argentina; CEAS; ACNUR (Buenos Aires);
DNM
exiliados en otros países; CEAS; exiliados con aval; exiliados sin
aval
exiliados en otros países; CEAS; exiliados con aval; AI
CEAS; ACNUR (Buenos Aires); ACNUR (Santiago de Chile)
CEAS; ACNUR (Buenos Aires); CAREF; DNM
CEAS; ACNUR (Buenos Aires); CAREF; AI
familiares en Chile; exiliados con aval; exiliados sin
aval
exiliados en otros países; exiliados con aval; AI; UPACH; APV;
ALPD
exiliados con aval
exiliados sin aval COMACHI
[61] Entre otros organismos solidarios a la persecución política de
chilenos puede mencionarse: CLACSO; el Parti Québécois de Canadá; el Instituto
por el Nuevo Chile en Holanda; el Chile Democrático; la Asociación Cultural
Chileno Danesa; el Bureau de la Resistencia; SIDA; Consejo Nórdico; Fondo
Latinoamericano de Refugiados; Chile Committee for Human Rights; el Comité
Antifascista y la actitud de los Gobiernos de Argelia, Suecia y los países de
Europa del Este.
[62] Carta del refugiado al CEAS, Mendoza, S/F y carta a ACNUR de CEAS,
Mendoza, 28/12/76; legajo 30-0783. Archivo CEAS, Mendoza.
[63] Nota de Petitorio, Gotemburg, diciembre de 1976, Bibliorato
Correspondencia 1976, archivo CEAS.
[64] Carta de Ingrid Åkerblom a ACNUR Mendoza, 17/12/76, Suecia.
Bibliorato Correspondencia 1976, archivo CEAS.
[65] Carta del CEAS a Swedish Section of Amnesty International,
Mendoza, 31/12/76, Suecia. Bibliorato Correspondencia 1976, archivo
CEAS.
51 Entrevistas Realizadas a Miguel Ángel Molina, Presidente del Centro
de Residentes Chilenos de Mendoza, y Víctor Carabajal participante del mismo
centro, en Mendoza, Agosto de 1999.
[66] Entrevista a Miguel Angel Molina, 14/2/01, Mendoza.
[67] Entrevista a Ana María Van Leeuwen, Mendoza, 17/2/06.
REDES- Revista hispana para el análisis de redes sociales
Vol.13,#4,
Diciembre 2007
http://revista-redes.rediris.es