(Cuando se edita la siguiente entrevista, la
comisión de la cámara baja del Congreso aprobó la ley promovida por el ministro
del Interior, Rodrigo Hinzpeter, denominada "Resguardo del orden público" que
aumenta las penas contra el movimiento social y popular, criminalizándolo
todavía más. A propósito, el 2011 hubo en el país 6.000 marchas entre mayo y
diciembre, de acuerdo a la policía, y en Santiago, 115 marchas autorizadas, de
las que 44 fueron del movimiento estudiantil, y se detuvo nacionalmente a 13.000
personas.
Por otra parte, un estudio sanitario reveló que
hasta el 2008 la tasa de suicidios era de 7,7 personas de entre 10 y 19 años por
cada 100 mil habitantes, pero que en 2020 la cifra proyectada aumentará a 12
suicidios por cada 100 mil habitantes de esa misma edad, convirtiendo a Chile en
una de las naciones con los índices del espanto más altos del globo. De hecho,
64 % de las licencias médicas de los asalariados son por trastornos depresivos
frecuentes.
En otra línea de actualidad, el Movimiento de
Pobladores en Lucha (MPL) denunció que “los sin casa de Santiago no podemos
quedarnos a vivir acá. Nos acaban de informar que no nos quieren vender los
inmuebles que recuperamos por autogestión en el centro de la capital. (…) La
clase política hoy nos dice que prefiere licitarlos públicamente y no para
nuestro proyecto de vivienda popular. En definitiva nuestro sitio recuperado en
la ciudad está siendo arrebatado por el Estado para el lucro
inmobiliario.”
Pero los golpes a los pueblos no se detienen. El
martes 27 de diciembre, el joven Leonardo Quijón Pereira, de la comunidad de
Chequenco, comuna de Ercilla, en la Región de la Araucanía, alrededor de las
12.30 horas fue detenido y sometido a un control por tres carabineros que
escoltaban camiones de una empresa forestal. La aprehensión policial incluyó
agresiones físicas y verbales, insultos por su condición de mapuche y amenazas
de arresto por causas inexistentes. “Leonardo Quijón fue uno de los expositores
en el reciente seminario Violencia Institucional hacia la Niñez Mapuche en
Chile, realizado por Fundación Anide y la Red de ONGs de Infancia y Juventud
Chile. En la ocasión relató que en 2009, cuando era menor de edad, fue baleado
por carabineros, recibiendo más de 200 perdigones en una pierna que lo dejaron
en condición de semi inválido, tras lo cual fue sometido a dos juicios bajo
acusaciones que calificó como montajes de la Fiscalía. Detalló las presiones
sufridas para que culpara a otros mapuche y los maltratos y torturas padecidas
durante los meses que pasó recluido en el Centro de Internación Provisoria de
Cholchol, tras lo cual resultó absuelto”, afirma un comunicado de la Fundación
de Apoyo a la Niñez y sus Derechos.
Por otro lado, vale comunicar que Sebastián Piñera
declaró que no se mantendrá el 20% de impuesto de primera categoría que pagaron
las grandes empresas por algunos meses con el objeto de colaborar en la
destrucción provocada (también a ellas, por supuesto) por el terremoto-maremoto
de febrero del año aún en curso. Desde el 1 de enero de 2012, los grandes
capitales continuarán pagando menos que el IVA o impuesto que cancela todo
chileno por cualquier mercancía y servicio que adquiere (19 %). Finalmente, en
comunicación directa con el chileno desterrado político en Finlandia -que
residía temporalmente en Buenos Aires- desde hace casi 20 años, Hugo Marchant,
el ex militante de la resistencia contra la dictadura militar
(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=140874&titular=destierro-pol%EDtico-en-democracia:-la-historia-del-chileno-hugo-marchant-)
acusó recibo a las 15:00 hrs. del 28 de diciembre de que la Corte Suprema le
concedió una estadía en Chile de 15 días. Al respecto, Hugo señaló que
“Compañeros, los invito y llamo a que sigamos por el camino de la lucha. El
desafío que tenemos por delante es enorme. Que esta celebración sólo sea un
instante, sea lo suficientemente breve para que no signifique una tregua a
nuestro enemigo que arrasa, cada día, con los derechos de nuestro Pueblo y los
Pueblos oprimidos del mundo entero”.)
El Secretario General de la Confederación
de Trabajadores Bancarios de Chile, Luis Mesina, es por larga distancia,
uno de los más notables dirigentes sindicales del país andino. No roba, no es
flojo y es austero. No se le han mojado las convicciones anticapitalistas, no
tiene acciones en empresa alguna, es tan impulsivo como cerebral, es miembro del
directorio de un sindicato base y académico universitario en materias
pedagógicas y de filosofía. Cuenta con poderosos enemigos en la Asociación de
Bancos –que reúne al gremio patronal de la industria financiera-, y una breve
barra hostil, anónima la mayoría de las veces, y artera siempre. Mesina es
dirigente de la única multisindical del área bancaria y de las finanzas de
Chile. Almuerza normalmente en el centro de Santiago, en un patio de comida
cercano a la sede de la Confederación y la ausencia de alcohol en las
actividades ligadas a la lucha o a la convivencia sindical resulta una queja
secreta entre algunos. Es cierto, su obsesión compulsiva lo lanza hacia
adelante, lo vuelve un lector voraz, una persona inquieta, belicosa y
argumentativa. Abajo está su visión actual del país antes de que se evaporen los
últimos sudores de 2011.
-¿Cómo evalúas los efectos del movimiento
estudiantil chileno “Se han abierto perspectivas en todo el mundo, no sólo en
Chile, con la irrupción del mundo joven a la lucha social, especialmente en los
países del norte africano, el sur de Europa, Estados Unidos y en América Latina
(Colombia, Puerto Rico) –que no es algo nuevo, pensando en la juventud de Europa
y América en los 60; la de los 50 y que culminó con la Revolución Cubana; de los
40 con la Revolución China, etc.-. En el caso actual, a diferencia de los
períodos anteriores, el capitalismo priva los proyectos de vida de los jóvenes.
Esto provoca un dilema existencial. Ahora las generaciones se vuelven más
dependientes de sus antecesores, los cuales resultan atacados sistemáticamente
en el ámbito de la seguridad social y los derechos básicos. También la
movilización es fruto de la acumulación de insatisfacciones durante los
gobiernos de la Concertación, desde la década de los 90’. Esas administraciones
traicionaron la promesa de una mejor vida para las grandes mayorías. Por eso
también cayó la Concertación en las urnas, aunque fuera por un porcentaje
minoritario de los habilitados para votar. Los estudiantes chilenos se han
alzado como uno de los movimientos de mayor combatividad del
planeta.”
-¿Qué faltó en el movimiento estudiantil
chileno?
“Lo mismo que en todos los movimientos
estudiantiles desde 2000 hasta ahora. No se ha logrado generar una vinculación
fuerte entre estudiantes y trabajadores organizados, entendidos como fuerza
motora de la sociedad. Los trabajadores perdieron capacidad transformadora por
varios motivos. Entre ellos, no porque carezcan de potencia ‘por naturaleza’,
sino porque sus direcciones capitularon -y me refiero a la socialdemocracia y al
PC, entre los cuales sólo existen matices indistinguibles- ante las políticas
del G7, G8, G20, la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Parlamento
Europeo, La Confederación Económica Sindical (CES). En buenas cuentas, no existe
movimiento de trabajadores. El sindicalismo que busca representar honestamente
los intereses de los asalariados se encuentra fragmentado justamente por el tipo
de institucionalidad que se generó para ese propósito.”
-Pero no todo se resuelve de manera puramente
institucional o moral…
“El trabajo está organizado de manera distinta.
Existen grandes cantidades de trabajadores desempeñándose en el mundo
tercerizado o del subcontratismo, en particular en el sector servicio y
financiero. Sin embargo, al respecto, es preciso aclarar que, más allá de que se
hable de la ‘época de la financiarización’ especulativa, ello en caso alguno
significa la extinción de los momentos productivos (en términos ampliados) que
son los que en realidad originan el valor y la mercancía. ¿Dónde está la
producción, entonces? En los grandes países que cuentan con un alto crecimiento
económico, como China, India, el sudeste asiático. En cambio, en la división
internacional del trabajo, América Latina está situada como oferente del sector
primario, commodities, agro industria. Por eso no hay que obnubilarse con cifras
transitorias.”
-¿Qué responsabilidad le cabe a la Central
Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT)?
“Está controlada por una suerte de socialdemocracia
descompuesta. El rol que juegan el PS y el PC en el movimiento sindical chileno
–que es preciso no sobredimensionar- es relativo, pero hasta ahora ha funcionado
para dilatar la unidad necesaria de los pocos asalariados organizados entre sí y
con los estudiantes. Confunde y produce desconfianza. Y en esas condiciones, la
gente no se atreve a dar un paso con perspectiva, pese al enorme apoyo a los
contenidos de la causa estudiantil de la inmensa mayoría de la sociedad. Es como
si la única reserva moral y de dignidad del pueblo trabajador chileno estuviera
en los estudiantes, ante un mundo y un país agobiado de injusticias que la
gente, hasta ahora, simplemente padece.”
-La Confederación de Trabajadores Bancarios se
hizo parte de la lucha estudiantil en las marchas por la educación pública
gratuita y de excelencia, al menos toda su dirigencia. ¿Cuáles son las distintas
variables, además de la composición de la dirección de la CUT, que explican sólo
el apoyo ‘de gradería’, pero no la presencia concreta de los asalariados en una
lucha que los afecta en pleno rostro, bolsillo y vida?
“Hasta hoy, los trabajadores reflejan la apatía
general de la sociedad chilena, ante una facción del pueblo que intenta buscar
modos de organización y participación. La fragmentación impuesta por la
organización del trabajo, sitúa a Chile en la triste vanguardia mundial al
respecto. Por ejemplo, en Italia la Fiat está imitando el modelo chileno
(http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=21665&Itemid=47).
A eso le llaman ‘relaciones laborales modernas’, y suponen un campo donde el
derecho al trabajo cede frente a la concepción civilista basada en el vínculo
individuo / empresa. Las consecuencias no únicamente comportan un impacto
negativo para el trabajo en la distribución del ingreso, sino que profundizan el
largo proceso de alienación incubado en el sujeto y que se resume popularmente
en que ‘cada cual se salva solo o se rasca con sus propias uñas’. Ese es, acaso,
el mayor triunfo del capitalismo en Chile. Al punto que ante la disyuntiva de
hacerse parte o no de una movilización estudiantil cuyos intereses le son
propios, fueron incapaces de incorporarse. El temor a perder un empleo-miseria,
con el agravante de la altísima rotación laboral y donde el 70 % de los
asalariados percibe una renta mensual de US$ 600 (2/3 de la fuerza de trabajo),
es más fuerte que la voluntad y necesidad de luchar. Y estamos mencionando un
elemento sustantivo que ni siquiera pudo lograr el mismo Pinochet.
En rigor, la dirigencia de la CUT es un puñado de
funcionarios de la administración de turno del Estado que cumple un papel
auxiliar en el problema de fondo que corresponde a los niveles superlativos de
alienación promovidos premeditadamente por los gobiernos de la Concertación y de
los cuales coyunturalmente goza Sebastián Piñera. En este sentido, los puntos de
inflexión simbólicos y políticos se encuentran en la validación de la
Constitución del 80 durante el gobierno del socialista Ricardo Lagos, y más
tarde, esta vez, bajo la administración Bachelet, cuando el líder del PS, Camilo
Escalona, levantó los brazos junto a Larraín (Renovación Nacional), Sergio Bitar
(http://www.youtube.com/watch?v=q-3MaNKVAV4), la propia Bachelet y comparsa, a
modo de acuerdo estratégico frente a una institucionalidad fundada en la
enseñanza lucrativa, pura mercancía. Entonces todos los paradigmas de la
educación, desde el racionalismo académico hasta las corrientes de la teoría
crítica, que jamás sostuvieron y sostienen que el actual sistema de educación
camina hacia el mejoramiento del sujeto con capacidad de aprendizaje, fueron
barridos políticamente.”
LA LUCHA POR LOS AHORROS
PREVISIONALES
-Los trabajadores bancarios se han caracterizado
por su lucha contra el saqueo de los ahorros previsionales administrados por
empresas privadas (AFP). ¿Qué medidas recientes han tomado?
“Presentamos la primera demanda contra la Afp ING
Capital (holandesa con capitales del grupo Saieh) el pasado 16 de diciembre, que
forma parte de un conjunto de demandas contra otras Afpes que realizaremos las
próximas semanas.”
-¿Cuál es el contenido de la
demanda?
“Es una acción legal que involucra a 155
trabajadores bancarios por un monto de US$ un millón 260 mil dólares, debido al
daño previsional ocurrido el 2008. Los obstáculos tienen que ver con que la
demanda debe hacerse por institución, y dado el presente ordenamiento jurídico,
hemos tardado dos años en presentar la acción. El procedimiento es tremendamente
farragoso, y se sustenta sobre el artículo 48 del Decreto Ley 3.500 que
establece que los fondos de pensiones tienen que contar con una rentabilidad
mínima, cuestión que no ha ocurrido con los ahorros para la jubilación de los
chilenos. Lo que nos espera, de continuar las Afpes, son pensiones de hambre
para muchos, y para otros, ninguna. El sistema sólo reporta beneficio a sus
dueños. Y tienen la facilidad para invertir y colocar representantes en
directorios de distintas empresas, como el retailer en crisis La Polar, donde se
dilapidaron US$ 1.900 millones de dólares de nuestros ahorros. ¡Y no existe
ningún resguardo ni control sobre los fondos aventurados en la inversión! El
tramo de ahorros de más riesgo puede ser invertido en bolsas o corporaciones
extranjeras hasta en un 70 %. Hoy lo más grave, debido a las pérdidas
millonarias de capital, corresponde a los anuncios de aumentar en dos o tres
puntos las cotizaciones forzadas de los trabajadores. Ya está entre un 12,5 a un
13 % de los salarios. Como si no bastara, quieren incrementar en dos años la
edad para jubilar; esto es, en los hombres de 65 a 67 años.”
-¿Qué propuesta de salida se advierte desde los
trabajadores?
“Una intervención total del Estado en los fondos,
donde las inversiones sean de superior seguridad. Porque ocurre que los ahorros
latinoamericanos ahora se están prestando a Europa que le urge liquidez ante la
crisis. Es preciso avanzar contundentemente a un régimen previsional solidario y
universal.”
LA BANCA O LA VIDA
-¿Cómo está la salud de la industria financiera
que opera en Chile?
“A diferencia de lo que pasa en otras latitudes,
aquí la banca continúa siendo un negocio tremendamente exitoso.”
-¿Y cómo se ha sostenido la alta tasa de
utilidades?
“Por la intensificación de la explotación de los
trabajadores de la propia industria que significa no sólo más tiempo de trabajo
impago, como podría suponer la curva o ley de rendimientos decrecientes. Los
controles laborales son altamente eficientes y provocan, contra la propia
naturaleza humana, mayores niveles de productividad, con el respaldo jurídico
correspondiente, por supuesto. Por otra parte, porque no hay prácticamente
ninguna regulación sobre ella y actúa de manera coludida a la hora de imponer
las tasas de interés a los créditos. El Banco Central les vende el dinero a
tasas cercanas a cero, pero el sistema financiero lo ofrece a los usuarios 30 y
40 veces más caro. Asimismo, más del 15 % de los ingresos de la banca provienen
de los llamados ‘gastos operacionales’ (administración, seguros,
etc.).”
-¿Y la relación entre la gente y el sistema
financiero? A fin de cuentas, el crédito de consumo cumple la función de
compensar los bajos salarios.
“Primero, se trata de la gran mayoría de los
chilenos, y segundo, le impacta con brutalidad. Los sectores altos, una minoría,
no pide crédito, y sólo una fracción de otra minoría, la medio-alta, lo
requiere. El crédito lo demanda el 80 % de los trabajadores para costear la
educación de sus hijos y para satisfacer necesidades básicas. En Chile el
crédito se ha convertido en parte del ingreso permanente. Las personas comunes y
corrientes ya tienen incorporadas en sus gastos las cuotas mensuales que deben
pagar por el crédito. Ya no es algo esporádico o transitorio. Hoy el
endeudamiento es permanente. Antes de que venza el plazo de la última cuota del
crédito, vienen las repactaciones que vuelven infinitos los pagos de los
créditos. El endeudamiento es clave en el ordenamiento económico de los
chilenos.”
¿2012?
-El 2012 se presenta a gritos como un período de
profundización de la crisis económica mundial. Tú, como dirigente social,
político, como académico, como sujeto integral, ¿qué perspectivas adviertes para
Chile?
“Tiene por lo menos dos rostros y contradictorios.
Por un lado la crisis permite pulsar cómo se comportan los más jóvenes y los que
comprenden que hay que construir una resistencia más organizada, con todos los
matices imaginables. El común denominador es que hoy la gente se cansó de
sobrevivir impávidamente aplastada por un sistema colmado de injusticias, y
quiere hacer algo. Se abre un ciclo renovado de desobediencia civil. Los
jóvenes, sobre todo, confían más en sus fuerzas que en las instituciones
tradicionales del Estado, es decir, hay una crisis de representatividad que
obliga al propio Estado a modificarse. El viejo Estado republicano está haciendo
agua, sus pilares fundantes agonizan. Ello resulta esperanzador. Y la cara
negativa está asociada a nuevas presiones de los grandes foros internacionales
donde se concentran los gigantescos grupos económicos que gobiernan el mundo,
los cuales continuarán imponiendo la transferencia de capitales del Estado a las
corporaciones financieras, como se observa en Grecia, Italia, España. Eso
significa intentar liquidar las conquistas que alguna vez alcanzaron los
trabajadores. De hecho, puntualmente, existe un ataque frontal a la negociación
colectiva porque es el único medio que permite a los asalariados contrarrestar
de alguna forma la alienación y la peor vida. La negociación colectiva es el
espacio donde los trabajadores están obligados a compartir una propuesta única.
¡Y en Chile negocia colectivamente menos del 5 % de los trabajadores! Ni
siquiera el sector cuprífero (columna económica nacional). Se trata de
simulacros de negociación.”
-Desde los intereses de los trabajadores y el
pueblo, ¿cómo se avizora las componendas Alianza por Chile y
Concertación?
“Es posible que Bachelet sea la carta de salvación
que el sistema capitalista espera para Chile. Las clases dominantes determinan
todos los comportamientos humanos y sociales del país: las administraciones de
turno, los medios de información, la opinión y agenda públicas, la salud, la
educación, la cultura. Pero los trabajadores no podemos tener ninguna confianza
en un eventual gobierno de Bachelet, cuyo ex ministro de Hacienda (Andrés
Velasco Brañes) hace campaña con las mismas fórmulas ultraconservadores y
monetaristas en el plano mundial, afirmando mentirosamente que la distribución
del ingreso se resuelve con más empleo (menos con los empleos-miseria de Chile).
Una medida provisoria al respecto, sería una política progresiva con una tasa de
impuesto a las altas utilidades del país; permitir la negociación colectiva
real; eliminar el concepto de empresa a través de los multi-rut, y que, en
definitiva, los sindicatos sean organizaciones genuinamente representativas de
los trabajadores.”
-Hacia el término de 2011, ¿existen mejores
posibilidades para la creación de una alternativa política propia de los
trabajadores y el pueblo?
“Son más favorables que en el pasado. Los ritmos en
que pueda fructificar no están claros. Lo cierto es que cada vez hay más fuerza
real, sobre todo de los jóvenes estudiantes y trabajadores. Lo hemos visto en
amplios sectores de estudiantes secundarios. A las condiciones objetivas se
agregan en la actualidad, las subjetivas. En el corto plazo, se avecinan
reuniones entre trabajadores y estudiantes para evaluar en conjunto cómo
enfrentar el 2012.”
Diciembre 28 de 2011
La Haine