¿Cómo se pobló la provincia de La
Pampa?
Los Registros Eclesiásticos y Civiles en la Historia del
Poblamiento Pampeano
El período indígena en la región tuvo su final hacia 1879, luego
de las campanas militares de la Conquista del Desierto. Más tarde, la provincia
recibió 2 nuevas oleadas de población:
La primera etapa se produjo entre 1880 y
1899, cuando recibió a inmigrantes procedentes de Buenos Aires,
Córdoba, San Luis, Mendoza y Santa Fe. Estos habitantes eran, en su mayoría,
peones de estancias de Buenos Aires e indígenas apaisanados.
Al finalizar
las campanas militares en 1882, el gobierno nacional inició la entrega de las
tierras recién conquistadas a los adquirentes. Este trámite estaba sustentado
por cuatro leyes nacionales que permitieron la enajenación de las famosas
"15.000 leguas" quitadas a la indiada.
Una vez ocupado y delimitado el espacio geográfico correspondiente
al Territorio Nacional de La Pampa (1884), se designó como primer gobernador al
general Juan Ayala (1884 a 1891) y General Acha capital de la nueva unidad
política. Previamente se habían efectuado las dos primeras fundaciones:
Victorica y la citada General Acha, ambas en 1882 en torno a instalaciones
fortineras.
En General Acha los nacimientos,
matrimonios y muertes fueron registrados por los capellanes de la Tercera
Brigada con asiento en Carhué. Los registros comienzan en 1882.
La zona
en la que se encuentra la localidad de Victorica pertenecía al Curato de Río
Cuarto, administrado por los franciscanos. Los libros redactados en esa
época se encuentran microfilmados.
Más tarde se fundaron otras localidades como Bernasconi (1888),
Hucal (1890), Santa Rosa y Parera (1892) Intendente Alvear y Toay (1894) e
Intendente Alvear (1896) surgidas a instancias de propietarios
particulares.
Existen registros microfilmados de las localidades de Santa Rosa e Intendente Alvear desde los
primeros momentos de su formación.
Mientras tanto, a partir de 1886 se promulga la Ley de Registros
Civiles. En La Pampa, por ese entonces Territorio Nacional, los primeros
registros civiles se organizaron en las localidades de Victorica, General Acha y
Santa Rosa en el ano 1889. Curiosamente, en Santa Rosa, comenzó a funcionar
antes de la fundación del pueblo, con asiento en el casco de la estancia "Las
Malvinas", propiedad del primer juez, Tomás Mason.
Mientras esto sucedía en distintas partes del territorio surgieron
espontáneamente varios núcleos de poblaciones. Los lugares congregantes eran
bastante variados: casas de comercio, boliches de campana, postas de
mensajerías, esquineros de lotes, estancias, colonias, vados de ríos, etc. Esta
primera etapa muestra un poblamiento integrado por criollos, indios mansos y
algunos inmigrantes que, para 1887, sumaban 12.000 almas venidas de la provincia
de Buenos Aires, San Luis, Mendoza y algunos de Río Negro y Neuquén. La
actividad básica era la explotación ganadera de lanares y vacunos.
Hacia
fines de esta primera etapa, La Pampa recibió, además, una fuerte inmigración
espanola.
La segunda etapa en el poblamiento pampeano comenzó a principios del siglo XX, cuando se produjo un hecho
trascendental: la llegada del ferrocarril desde los puertos de Buenos Aires y
Bahía Blanca. Su influencia, por todos conocida, quedó plasmada por la miríada
de pequenos pueblos que crecieron en torno a las estaciones, en la instalación
de colonias agrícolas y también en la llegada de miles de inmigrantes de los más
diversos orígenes que se dedicaron entusiastamente a cultivar las tierras del
Este.
Ver la Historia
del Ferrocarril en La Pampa.
Es en este etapa - arbitrariamente podemos localizarla entre 1891
y 1915 - que se produce un crecimiento notable: entre 1900 y 1915 aparecieron 44
poblados.
Esto se refleja en la comparación de dos Censos: el II Censo
Nacional de 1895 daba 25.914 habitantes y el Censo Territorial de 1912
registraba 88.683.
Es oportuno aclarar que el Censo de 1895 contiene
información parcial ya que los censistas no recorrieron la totalidad del
territorio, sobre todo del Oeste pampeano.
Casi contemporáneamente surgieron las localidades de Uriburu
(1897), Telén (1901), Larroudé (1903), Macachín, Van Praet y Catriló (1904), J.
Aráuz, Quetrequén, Lonquimay y General Pico (1905), Monte Nievas (1906), Trenel,
Realicó, y Vértiz (1907), E. Castex (1908), I. Luiggi (1910), Naicó (1911),
etc.
Todas estas localidades fueron pobladas en sus comienzos por colonos
inmigrantes e hijos de inmigrantes procedentes de la provincia de Santa Fe, en su
mayoría, donde habían comenzado a encontrar dificultades para
radicarse.
Este crecimiento se detuvo con el comienzo de la Primera Guerra
Mundial. Ello se trasuntó en la interrupción de la construcción de nuevas vías
férreas, una merma muy considerable de inmigrantes y en serios problemas de
abastecimiento de insumos importados. Salvo los pueblos que estaban dedicados a
la producción de lena en sustitución del carbón de Cardiff, el resto se resintió
por el problema bélico.
Estas nuevas poblaciones pronto tendrían su registro
civil, pero demandaría un tiempo más para que se inauguren y comienzen a
funcionar en forma estable las parroquias, a partir de 1920. Los sacerdotes
de Intendente Alvear, General Acha y Santa Rosa recorrían los pueblos vecinos
bautizando y realizando uniones matrimoniales. Se puede consultar los libros con
las actas a través de microfilms.
Una vez finalizado el mismo el Territorio de La Pampa recuperó su
dinámica, aunque ya las vías no avanzarán más. La economía basada en la
explotación agroganadera muestra una etapa de expansión y en el Censo
Territorial de 1920, figuraban 122.535 personas habitando estas
tierras.
El crecimiento poblacional y económico era sostenido aunque la
terrible década del '30 sepultó la mayoría de las esperanzas. Tuvo punto de
inicio con la crisis económica iniciada en 1929 en Estados Unidos y que asoló a
nuestro país en 1930 a lo que se le sumó el derrocamiento del gobierno
constitucional por un golpe de estado. Prosiguió con la lluvia de cenizas de
1932, para rematarlo con las sequías de 1935 a 1937.
Las consecuencias fueron
funestas: miles de chacareros arruinados y empobrecidos, tierras feraces
cubiertas por medanales, al igual que animales, alambrados, viviendas y
jagueles. La angustiosa situación llevó a que muchos agricultores -endeudados
con los bancos- perdieran sus tierras.
Estos años, llamados los "años malos" motivaron la pérdida por
emigración de alrededor de 35.000 personas y le confirieron a La Pampa la
característica de provincia expulsora que se mantuvo por varias décadas. Otro
reacomodamiento estuvo dado por el éxodo interno, sea desde pequenos poblados o
desde el campo, en torno a localidades de mayor tamano buscando oportunidades
laborales.
Fuentes:
Sitio Oficial de la provincia.
La Pampa en la revista del Suboficial del
Ejército.