Sacsayhuaman
Sacsayhuaman es un vocablo que deriva del quechua “saqsaw” lugar de
saciarse, y “waman” halcón; es decir, “lugar donde se sacia el halcón”. El
halcón es un ave de rapiña que abunda en la sierra peruana y fue el protector
del primer inca, Manco Cápac.

En Sacsayhuaman abundan los halcones y las
llamas
El yacimiento arqueológico se encuentra a dos kilómetros de la
Plaza de Armas de Cusco, a 3700 msnm. Fue un centro religioso de gran
importancia en la tradición local, que fuera llamado “Casa del Sol”, ya que los
incas lo adoraban allí con ofrendas y fiestas
especiales.
Cuando llegaron los españoles pensaron que se trataba de una
fortaleza debido a su posición y forma, que ostenta tres niveles cuyas paredes
están hechas de piedras de andesita, que pulida y cuidadosamente colocadas dan
la impresión de difícil acceso.

Casa del Sol
De acuerdo con imágenes obtenidas por medio de radar, Saqsaywaman
se comunica en línea recta con Koricancha, con Marcahuasi (Convento de Santa
Catalina en Cusco), con el templo de Inca Huiracocha (hoy Catedral de Cusco),
con el Palacio de Huáscar, con el templo de Manco Cápac (Colcampata) y con
Huamanmarca. Las investigaciones sugieren que la perfecta alineación astronómica
de los templos descartaría la antigua presunción de que los incas solo tenían al
planeta Venus como referencia astral, sino que podría establecerse que también
se guiaron por el sol, la luna, la Cruz del Sur y las Pléyades, estrellas de la
constelación de Tauro.

Martín y Estrella en el templo-fortaleza de Sacsayhuaman
La construcción de este templo-fortaleza duró
entre cincuenta y setenta años según diferentes fuentes etnohistóricas. Habría
sido iniciada durante el reinado del Inca Pachacúteq, luego continuada durante
el gobierno de Túpac Yupanqui y concluida con Huayna
Cápac.
La guía, de origen indígena, explicó que
actualmente solo se puede apreciar un veinte por ciento de lo que fuera el grupo
arquitectónico, ya que, en la conquista, los españoles desarmaron sus muros y
torreones para neutralizar su uso en un eventual ataque, como el ocurrido en el
levantamiento de Manco Inca en 1536. Y además, destacó que gran parte de las
piedras fueron aprovechadas para construir casas e iglesias en el
Cusco.

Manuel conversando con la
guía
La primera muralla es la más impresionante
debido a su imponente presencia, hecha de rocas que se calcula pesan entre
noventa y ciento veinticinco toneladas cada una, obligando a acceder al complejo
por las puertas de entrada al complejo.
En todos los muros resalta la suavidad
aterciopelada de las rocas. Hay figuras diseñadas en las piedras, entradas a
túneles subterráneos o chicanas, anfiteatros, construcciones de carácter ritual,
probablemente relacionadas con el culto al
agua.

Entre las piedras que forman los muros no puede pasar ni una
aguja
En los alrededores del parque arqueológico se ubica una estatua de
Jesús, de aproximadamente veinticinco metros de altura, llamado “Cristo Blanco”.
Se trata de un regalo de la colonia árabe palestina al Cusco. Desde ese lugar se
tiene una espectacular vista de toda la ciudad del Cusco. Sinceramente lo sentí
como un “elefante blanco” ya que no encaja para nada con todo el resto de las
construcciones, pero además, me pareció una burla más a todas las
tropelías cometidas contra la civilización incaica.

Estatua del Cristo Blanco
Pero pese a todo lo que se hizo y se continúa haciendo como forma
de aculturación hacia los pueblos originarios, se conserva la ceremonia del Inti
Raymi. Se trata del culto al Dios Sol o Inti, y se movilizan los lugareños con
disfraces coloridos bailando danzas típicas, repitiendo así la tradición de sus
antepasados. Se realiza en el solsticio de invierno, en Sacsayhuaman el 24 de
junio, en Catamarca (Argentina) el 21 de junio y en los Andes Ecuatorianos el 29
y 30 de junio.

Vista de Cusco desde Sacsayhuaman
Los incas tenían un amplio conocimiento de los elementos de la
naturaleza de los lugares en que habitaban, y es por eso que los utilizaban para
satisfacer sus necesidades. Entre los vegetales contaban con estimulantes que
eran utilizados únicamente por los sacerdotes incas durante ciertas ceremonias
religiosas, además de afrodisíacos, anticonceptivos y remedios para diferentes
dolencias.
Ana María Liberali