INMIGRACIÓN ACTUAL EN SANTA FE
De haber sido la cuna de la
inmigración, con población extranjera superior a la nativa para los primeros
años del siglo XX; en 1980 la provincia de Santa Fe contaba con solo el 3,3% de
su población extranjera.
De ese porcentaje, el 47,5%
eran italianos y el 21,4% españoles.
Los otros extranjeros eran
paraguayos (5,1%); uruguayos (3,1%); polacos (2,6%); brasileros (2,5%); chilenos
(2,2%); bolivianos (2,2%); yugoslavos (1,8%); sirios (1,1%); alemanes (1,0%);
rusos (1,0%); peruanos (1,0); y norteamericanos, franceses, portugueses,
austríacos y japoneses (todos por debajo del 1%).
Para el 2001, el porcentaje de
extranjeros disminuyó a 1,2%. Y además se modificó la composición de los
inmigrantes.
Los italianos continuaron
ocupando el primer lugar a pesar de haber bajado al 33,3%, mientras que le
siguieron españoles, paraguayos, chilenos, bolivianos, uruguayos y peruanos con
algo más del 8% cada uno.
Es decir, que se evidencia el
corte de la inmigración europea; y la mayor participación relativa de
inmigrantes limítrofes y peruanos.
Al estudiar la nacionalidad por
grupos de edad, se comprueba que los europeos se encuentran en la cúspide de las
pirámides de población por pertenecer en su casi totalidad a la edad pasiva
definitiva, mientras que los pertenecientes a países limítrofes y Perú
predominan en la edad activa.
De todos modos la provincia de
Santa Fe ha perdido atractivos para la población inmigrante durante la etapa de
desindustrialización que afectara principalmente al cordón del Gran Rosario
durante la última década del siglo XX, y por la mecanización de las actividades
agropecuarias que otrora demandaban mayor cantidad de trabajadores.
A pesar de la escasa
participación actual de inmigrantes europeos, la mayor parte de los argentinos
son sus descendientes, por lo que la influencia de la cultura y de las
instituciones de ese origen sigue estando presente.