Antecedentes
Los casi dos primeros años del mandato
cuatrianual de Obama han sido decepcionantes, lo cual se reflejará en las
elecciones intermedias del 3 de noviembre con el ascenso del Partido del Té:
simultáneamente una excrecencia del Partido Republicano y una aglutinación
de nativistas WASP (blancos protestantes anglosajones).
En vísperas de las elecciones, ¿abandonan los roedores el
Titanic que conduce Obama al borde del naufragio?
La decepción con Obama ha provocado una epidemia de
despidos y/o renuncias en el círculo de sus principales asesores económicos,
políticos y militares (hay que reconocer que también la mayoría ha sido
increíblemente inepta): Lawrence Henry Summers (director del Consejo Nacional
Económico), Peter Richard Orszag (director de la Oficina de Administración y
Presupuesto), Christina Romer (mandamás de los asesores económicos de la Casa
Blanca), Rahm Israel (sic) Emanuel (jefe del gabinete) y el general James Logan
Jones Jr. (consejero de Seguridad Nacional).
Los despedidos y/o dimisionarios serán imitados el año
entrante por Bob Gates, secretario del Pentágono, y el almirante Michael Glenn
Mike Mullen, jefe de las fuerzas conjuntas del ejército.
“Ulsterman”
, del portal poco conocido
pero muy efectivo News Flavor (7/9/10), afirma –quizá triangulado por fuerzas
superiores del establishment– que Obama padece “depresión severa”
. No es para menos.
En días recientes, durante un discurso de Obama se
desprendió en forma extraña el sello presidencial adosado a su podio. ¡Qué
juguetones!
El abogado Thomas E. Donilon, mejor conocido como
“Tom”
, debió haber sido el
consejero de Seguridad Nacional al inicio del cuatrienio de Obama, quien in
extremis se inclinó por el general Jim Jones, probablemente para no
indisponer al Pentágono, donde repetía en el cargo Bob Gates.
Hechos
A casi la mitad de su mandato, Obama aceptó la
renuncia intempestiva del general Jim Jones (quien de todas maneras debía
dimitir a inicios del año entrante) y nombró al abogado Tom Donilon,
viceconsejero de Seguridad Nacional, en uno de los puestos más sensibles del
organigrama gubernamental de Estados Unidos que orientan y no pocas veces
definen la política exterior y la defensa (los casos de Henry Kissinger con
Nixon y Gerald Ford, Zbigniew Brzezinski con Carter, y el teniente coronel Brent
Scowcroft con Daddy Bush).
Pocos como los británicos conocen la política doméstica de
Estados Unidos y sus alcances. Ewen MacAskill, del rotativo británico The
Guardian (8/10/10), muy cercano a los laboristas, considera que Tom Donilon
es un “escéptico del incremento de tropas
en Afganistán”
: la manzana de la discordia
entre los civiles de la Casa Blanca (opuestos al demencial incremento) y los
militares encabezados por el general David Petraeus (quien obtuvo a
regañadientes una dosis adicional de 30 mil soldados a los 90 mil más
empantanados que nunca), de acuerdo con las impactantes revelaciones de Bob
Woodward (vulgar amanuense del poder en turno en la Casa Blanca) en su libro
Las guerras de Obama, que empieza a cobrar varias víctimas, entre ellas
el general Jones, quien era insostenible después de su favoritismo por la
prolongación de la guerra de Afganistán, a la que, en el fondo, como se han
venido desarrollando los sucesos, se opone mas diáfanamente Obama, quien sabe
que ya perdió las elecciones intermedias del 3 de noviembre pero todavía aspira
mínimamente a cumplir sus promesas electorales de un retiro tanto de Afganistán
(por cumplir) como de Irak (promesa cumplida en la forma, aunque no en el fondo,
porque aún permanecen 50 mil soldados estadunidenses y otro tanto de
Blackwater/Xe, la empresa de mercenarios presuntamente bajo control del
Pentágono).
En Las guerras de Obama, Bob Woodward
(uno de los soplones del Watergate) filtra que el Pentágono abomina a Tom
Donilon a grado tal que Bob Gates, secretario del Pentágono, confió al general
Jones que el nombramiento de Donilon como consejero de Seguridad Nacional
equivaldría a “un desastre”
. ¡Suena
fuerte!
Como paréntesis cultural, el general David Petraeus es el
candidato virtual del poderoso establishment militar a la presidencia
de Estados Unidos (de lo que quede del Partido Republicano después del
tsunami populista de los nativistas WASP del Partido del
Té).
A juicio de Ewen MacAskill, con el nombramiento de Tom
Donilon “los comandantes de Estados Unidos
tendrán gran presión para iniciar el retiro de un número significativo de tropas
de Afganistán el próximo julio”
.
Ewen MacAskill comenta que Tom Donilon “estaba renuente en acceder a la
insistencia de los generales para enviar 30 mil tropas adicionales este
año”
. No estaba
equivocado.
A nuestro juicio, lo más relevante del análisis de Ewen
MacAskill se centra en la descripción de Tom Donilon como “un detallista en política exterior
quien desea que Estados Unidos deje atrás Irak y Afganistán y se enfoque en su
lugar en la inminente (sic) crisis sobre los presuntos intentos de Irán para
asegurar una capacidad nuclear y sobre el desafío de la creciente fortaleza de
China”
.
Estamos, pues, ante un giro sustancial de la política
exterior de Estados Unidos que anuncia la sustitución del binomio
Irak/Afganistán (extensivo a Pakistán) por el nuevo binomio Irán/China, ya que
la máxima potencia del despilfarro militar global no puede pervivir sin
guerras.
Ewen MacAskill reseña que Tom Donilon, abogado de 55 años
de edad y excesivamente detallista y trabajador infatigable, carece de bagaje
militar y es un consumado político muy cercano al vicepresidente Joe
Biden.
Los lazos estrechos con la familia Biden no se quedan
allí, ya que la esposa de Tom Donilon, Catherine Russell, es jefa de gabinete de
Jill, la esposa del vicepresidente.
Así que la pareja Donilon se la pasa en la Casa Blanca con
la pareja Biden, los cuatro de religión católica, lo cual es sumamente
interesante.
Hasta donde recuerdo, desde el presidente Kennedy y el
general Alexander Haig no habían tantos católicos congregados en la Casa
Blanca.
¿Cocina Obama un trueque en la vicepresidencia y el
Departamento de Estado entre Joe Biden y Hillary Clinton?
Conclusión
Una investigación personal exhuma las
vinculaciones multidireccionales de Tom Donilon que serán motivo de un profundo
escrutinio –por lo menos, de parte del binomio a vencer Irán/China–, que puede
ser ambiguamente tanto apaciguador (su parte católica) como perturbador con las
siguientes entidades: Brookings Institution (no me quita el sueño, al
contrario); The Miller Center of Public Affairs (de la Universidad de Virgina;
provoca sueño); la vilipendiada hipotecaria pública Fannie Mae (¡uf!: ya
empezaron los problemas de insomnio); su participación en la Conferencia
Bilderberg de 2008 y su membresía a los “Amigos
Estadunidenses de Bilderberg”
(junto a Kissinger, David
Rockefeller, Richard Perle, James David Wolfensohn y otras beldades que sí
provocan insomnio incoercible); y su asociación con la muy controvertida firma
legal trasnacional, con sede en Los Ángeles, O’Melveny & Myers LLP
(defensora de Enron, ExxonMobil, Citigroup y Goldman Sachs; ¡para no volver a
dormir jamás!).
Recemos para que predomine en Tom Donilon su lado
“católico”
por encima de su lado
trasnacional: desde las petroleras y gaseras texanas criminales (ExxonMobil y
Enron) pasando por los bancos mafiosos (Citigroup y Goldman Sachs) hasta sus
adhesiones macabras (los “Amigos Estadunidenses de
Bilderberg”
).
Si no son escuchados nuestros rezos “católicos”
, pues más vale prepararse a
una guerra de Estados Unidos contra Irán que, a final de cuentas, va contra
China.