El ferrocarril es una cuestión nacional. Camino al Bicentenario sin
ferrocarriles
EJEMPLO
LATINOAMERICANO
PARTE
I
Juan Carlos Cena*
Ferrocarriles
Bolivianos.
La
Nacionalización de los ferrocarriles bolivianos es un acto
patriótico, soberano, que tiene que ver con su independencia económica, una
manera más, de las tantas otras ya tomadas por el gobierno de Evo, para dejar de
ser un país colonizado y sometido a los intereses de los colonialistas
norteamericanos, en este caso: Saludamos
desde el MONAREFA la nacionalización de los f.c. bolivianos –Nota del autor 14
de enero del 2010.
México.
Para
este 2010, Ferrocarril del Sureste (Ferrosur) planea invertir alrededor de 503
millones de dólares, cifra que representa casi el doble del capital efectivo
durante 2009. De acuerdo con información de la empresa, el año pasado se
invirtieron 264 millones de dólares, los cuales fueron utilizados para la
reparación de locomotoras, mejoramiento de cruces, entre otros
trabajos: Fuente: Rieles.
Venezuela
El Gobierno Bolivariano ha invertido 2
mil 400 millones de dólares, de acuerdo con Ángel García Ontiveros presidente
del nuevo Iafe, “se están terminando de ejecutar 300 millones de dólares en
obras de restitución, es decir, colocación de las estaciones, restablecimientos
de obras civiles alrededor de éstas, y obras sociales que asumimos una vez que
afectamos todo lo que es el eje de este tramo”. Además el proyecto de conformar
cooperativas para mantener las estaciones, las máquinas, y todo lo relacionado
al sistema ferroviario. “Hasta ahora, esta construcción generó más de 60 mil
empleos directos”. El sistema ferroviario nacional que se concibe, alcanzará 13
mil 600
kilómetros de vía férrea, que une el occidente y el
oriente, desde el sur hasta el norte, es decir, todo un circuito. “Esto
permitirá potenciar los circuitos económicos, las zonas agrícolas y el
ferrocarril. Además va a permitir la desconcentración de las ciudades, va a
impulsar el turismo interno, mejorar el mantenimiento de las carreteras y, la
construcción de autopistas”, recordó García Ontiveros: Fuente El Instituto
Autónomo de Ferrocarriles del Estado (Iafe).
Brasil
Los
ferrocarriles brasileños, en la actualidad, movilizan aproximadamente 140.000
millones de Toneladas – Kilómetro por año. A comienzos de la década del ‘90, las
líneas más importantes del país operaban el 95 por ciento del total de las
cargas ferroviarias, lo que era equivalente al 22 por ciento de las cargas
totales del país.
En
1996, tres líneas movilizaban alrededor del 89 por ciento de las cargas
ferroviarias brasileñas: E.F.V.M. era responsable de casi el 40 por ciento del
total, R.F.F.S.A. movilizaba cerca del 31 por ciento y E.F.C. transportaba el 18
por ciento.
Ferrocarriles
uruguayos. "Vamos a tener un
ferrocarril que ande a 40 kilómetros por hora. Ahora no
llega a andar ni a 20 y con peligro de descarrilar. Pero vamos a dar un primer
salto y después, dentro de tres años, tal vez podamos lograr que ande a
60
kilómetros por hora", señaló Mujica: Fuente Rieles.
Total
y absolutamente diferente a los anuncios grandilocuentes del Tren Bala,
soterramientos varios, inauguraciones fallidas de talleres, trenes de cartón, de
doble piso con antenas Wi-Fi,
pantallas planas y esas cosas de
fantasías y abalorios, desde los atriles de la casa de gobierno y lugares
impensados.
Anuncio
modesto pero profundo el del Presidente electo de la República del Uruguay, José Pepe
Mujica. Pero lo asombroso, y esto es impensado en la Argentina mediocre, donde algunos
arguyen que es potencia: que se difunda este acontecimiento, que es más que una
noticia, es un hecho concreto, ahí no más, a continuación de haber ganado las
elecciones, ¿que necesidad hay? Preguntaría un político clientelista argentino.
Por
otro lado, ni que hablar de su presencia en las obras de recuperación de las
vías mezclados entre los peones, llamados en la Argentina catangos o chelqueros
como en el norte de nuestro país. Pregunto de nuevo. Acá en la Argentina, anunciar una
obra sin pensar en el acarreo de votos, ¿es posible?, nunca, y menos hacerlo
así, después del acto eleccionario y desaliñado, confundiéndose con la peonada
¡que imagen!
Para
colmo, en la entrevista entre el gobernador entrerriano Sergio Urribarri y el
presidente electo del Uruguay, José “Pepe” Mujica, dijeron que las vías de un
tren podrían ser el símbolo de una relación que empieza a cambiar. Conversaron
en el encuentro sobre la posibilidad de que empiece a correr un tren sobre el
puente de la represa binacional de Salto Grande que es administrada por
Argentina y Uruguay en forma equilibrada y conjunta.
Concretamente
Urribarri propuso: “poner el tren sobre las vías entre Concordia y Salto (en el
vecino país)” porque “nuestra provincia está desarrollando nuevamente el
ferrocarril y Mujica lo hizo en Tacuarembó”.
Urribarri
es un desacatao con la casa Rosada, ¿cómo propone algo así?, eso de “poner las
vías”.
Ante
la eminente puesta en función de un tren de pasajeros que conectaría las localidades de Concordia, en Entre
Ríos con Salto en Uruguay, sobre las vías tendidas en el coronamiento de la
represa de Salto Grande, el presidente de la Comisión Técnica Mixta de la
empresa hidroeléctrica, Juan Carlos Chagas, señaló que “ el tema del ferrocarril tiende a abonar esto
que hemos logrado priorizar: el interés común, que es alcanzar la madurez, la
adultez en una relación bilateral histórica y de mucho afecto entre argentinos y
uruguayos y sobre todo entre uruguayos y entrerrianos¨: (CN Digital – Rieles
28/01/2010.
Un
contra ejemplo que representa a todas las promesas incumplidas
Ya
han transcurrido 15 meses desde que la presidente, Cristina Fernández de
Kirchner, anunció que el tren de pasajeros que uniría San Miguel de Tucumán con
Tafí Viejo volvería a circular, después de 30 años y añadas desde que Néstor
Kirchner anunció la apertura de los talleres. Cuando gritó: ¡Minga! A los que no
nos creen.
Hay
que recordar, para eso está la memoria, la tarde aquella del 18 de junio del 2009
(diez días antes de los comicios de renovación de diputados y de senadores
nacionales), fue cuando la
Presidente hizo un viaje virtual (tele conferencia) a Tafí
Viejo, ha transcurrido un largo tiempo sin que la promesa oficial se haga
realidad.
También
prometieron la rehabilitación del ramal Concepción-Tucumán. Este trabajo fue
anunciado por el entonces Secretario de Transporte, el Señor de los Subsidios, Ricardo
Jaime, cuando anduvo anunciado en Tucumán la reestatización del F.C. Belgrano
Cargas, anuncio que resultó ser una falacia, otra más.
En
Córdoba, el tren a las sierras que iba hasta general Bustos,
6
kilómetros, hubo problemas de seguridad y se presta un
servicio precario; en Salta, el tren no circula y, en La Pampa, Lincoln (Buenos Aires), Realicó
(La Pampa, aún
lo esperan. Además, hay que añadir el trayecto patagónico entre Senillosa
(Neuquén) y Chinchinales (Río Negro), nunca se puso en
marcha.
¿Y
van?
Por
eso y más, el desencanto con sabor a estafa cunde en las regiones, en torno de
la vuelta del tren.
En
Casa de Gobierno manifiestan que, para que el convoy circule, falta que se
resuelvan cuestiones de seguridad. Es decir, la empresa que asumiría el servicio
(Ferrocentral – consorcio formado por concesionarios de los trenes suburbanos,
es la misma que opera el ramal Tucumán-Retiro y Córdoba-Retiro) exige garantías
para circular: tanto por el mal estado de las vías por los años de desuso como
por la necesidad de custodia policial durante el recorrido. Tierra de bandidos,
la tucumana. Paralelamente, la
Nación no asignó todavía los recursos para tales tareas. Las
unidades de ese tren se encuentran en la estación de Tucumán cubiertas con una
lona. Ilusiones enfundadas en un lienzo.
La
promesa de reanudación del servicio de pasajeros entre Tafí Viejo y San Miguel
de Tucumán ilusionó y entusiasmó a los taficeños hasta tal punto que lanzaron
una campaña para recolectar un millón de firmas pidiendo a la Presidente la reapertura
del servicio. Hasta aquí, sólo hubo un acto oficial y un primer y único viaje
cargado de funcionarios nacionales y provinciales, (vale aclarar, ningún
ferroviario fue invitado a ese viaje inaugural-aclaración del autor de la
nota) según testimonio de los
propios ferroviarios taficeños y en el video Diario 24.com: Fuentes: Propias - Diario24.com -
28/01/2010.
HISTORIANDO
ESTE PROCESO
RIOPLATENSE
Sería
imposible continuar desarrollando este escrito si no se apela a la memoria,
porque el olvido sigue reinando. Debemos tener claro que esta es una herramienta
de la clase dominante. En este caso, debemos poner de píe a la memoria y
encomendarle junto a los memoriosos que recuerden a partir de
1988 a
la fecha, y que reconstruyan todo brevemente. Este período es un pedazo de
historia que mucho tiene que ver con la tenacidad del pueblo Uruguayo. Hecho
verdadero que la memoria nos señalará y nos enseñará que la esperanza y los
sueños siempre deben tener que ver con la realidad, y que si es así, casi seguro
se cumplen.
De
la misma manera ocurre con los hermanos bolivianos. La primera enseñanza es que
sólo se recuperará el ferrocarril si hay una decisión política del estado. En
esos dos pueblos hermanos, sus sueños y esperanzas emparentados con la realidad,
de cada lugar, lograron que sus gobiernos tomaran una decisión política. La
restauración de los ferrocarriles al seno del Estado.
Acá,
en nuestro país, no la hay, el opacamiento que depara la mediocridad es
terrible. Es que…”La vulgaridad es el blasón nobiliario de
los hombres ensoberbecidos de su mediocridad, la custodian como al tesoro el
avaro”: J. Ingenieros. El hombre
mediocre.
Después
del menemato, para ser breve, ningún gobierno tuvo esa decisión política, no
estuvo ausente el estado como dicen algunos, sin explicar el porque de las
cosas, estuvo presente en todos los actos. Todos los gobiernos que administraron
a este Estado Argentino colonizado y dependiente defendieron otros intereses,
los del transporte automotor, industrias cuyas casas matrices están en los
países capitalistas centrales, sus sucursales radicadas en nuestro país obran y
asumen el papel de agente colonizador y sus gerentes son cipayos con salarios
abultados.
Pero
podemos afirmar que todo se puede revertir, pero no con esta clase política
nativa que no ha demostrado vocación por defender los intereses
nacionales.
Por
eso, todos debemos continuar persistiendo con la terquedad de la esperanza como
los uruguayos y bolivianos, esperanza que se anime con la realidad a modificar,
a cambiar, a transformarla, a construir otra de acuerdo a las necesidades
nacionales, y eso sólo ocurrirá con la lucha de los ferroviarios y el pueblo. En
Uruguay y Bolivia el pueblo eligió correctamente a sus dirigentes. Con
terquedad, largamente lucharon y lo consiguieron.
El
presidente electo del Uruguay Pepe Mujica explicó que: “el primer objetivo de la recuperación de las
vías férreas es sacar volúmenes crecientes, por ejemplo, en la madera".
Afirmando después con conocimiento que: "Cuando transportamos una tonelada en un
camión gastamos entre un 50 y 60 por ciento de combustible más que cuando la
transportamos a través del tren. No se puede discutir la conveniencia del uso del
ferrocarril¨, argumentó: Fuente
Télam –
Rieles.
Toda
una definición que tiene que ver con el beneficio público que brinda el
ferrocarril a la sociedad.
LA TERQUEDAD
URUGUAYA
No venderé el rico patrimonio oriental al vil precio de la necesidad. José G. Artigas
Corrían
tiempos, año1988, del gobierno de Alfonsín en la Argentina, su ministro de Obras
Pública era el eficiente e inteligente Terragno.
En
el Uruguay Sanguineti aplicaba con fiereza toda la política neo liberal, según
le indicaban los factores de poder que habitaban el nuevo mundo global, nosotros
no podíamos ser menos, de igualados no más se hizo lo
mismo.
Parte
del plan en el Uruguay era la venta o rifa de empresas como Pluma (Compañía de
Aeronavegación), ANCAP (Refinería de Petróleo), ANTEL (Empresa de teléfonos),
ANTE (Energía Eléctrica), es decir, casi todo.
Acá,
en la
Argentina, Terragno creaba la Dirección de Empresas Públicas, era
parte del plan. Dirección a cargo de los proveedores del Estado y
la Patria
Contratista. Podemos inferir que los Terragnos y los Oliveras
(argentinos ellos) no eran originales, sino simples tramitadores de lo que le
ordenaban desde ese mundo nuevo globalizado. Sus patrones eran los mismos
explotadores imperiales que cambiaban de forma geométrica para no perder sus
ganancias, único objetivo del capitalismo.
Para
realizar el estudio del desguace ferroviario el gobierno uruguayo alquiló o
contrató los servicios de la consultora Sofrerail, francesa, vieja conocida
nuestra (contratada por el gobierno de Onganía).
Antes,
a los argentinos, nos vendieron que, del otro lado del río de La Plata, existía
la Suiza de
América. Llegaron los militares globalizados y desmintieron la versión, eran más
parte de la América
Latina; la doctrina de Seguridad Nacional les cayó a los
uruguayos sin contemplaciones para amansarlos y, después, ablandada la sociedad,
la farsa de la globalización se imponía por sobre todas las
cosas.
Es
importante recordar, por eso de las relaciones entre el pueblo uruguayo y el
pueblo argentino, cuando militantes de ambas orillas cruzaban el río remando
clandestinamente para salvarse de las dictaduras. Eran tiempos también del
Operativo Cóndor.
Del
otro lado del río estaba nuestro refugio y nuestros escritos clandestinos. Al
tiempo el tránsito se invirtió por obra y gracia de las fuerzas armadas de
Uruguay; acá los esperaba la
Triple A. Después los militares argentinos. Entre ese aquí y
allá, fue una parte de nuestras vidas militantes, donde la solidaridad reinaba
por sobre todas las cosas, de orilla a orilla.
Acá
en el ‘88 la cosa era nauseabunda. Ese año, nonato aún, comenzaba irrespirable,
¡y cómo! Habíamos constituido, los ferroviarios, un agrupamiento gremial para
resistir; se cavaban zanjas, se pegaban gritos de alertas, las paredes era
nuestros afiches indelebles. Algunos dirigentes gremiales miraban para otro
lado, primer gesto de complicidad, luego se sinceraron.
Del
lado oriental, por obra de los vientos, un olor putrefacto arribaba a nuestros
puertos. Todos los ferrocarriles de diseño colonial, en este caso uruguayos y
argentinos -exportadores de materias primas-, hacían punta de riel en el puerto.
Desde la punta de riel del ferrocarril uruguayo nos llegaba el olor de la
atropellada a nuestra punta de riel, era muy fuerte esa pestilencia. Sólo
nosotros la detectábamos por aproximación.
Un
ruido cerrado, oloroso y funesto orillaba Buenos Aires, había cruzado el río.
Era un enero caliente el de 1988. Se detenían los trenes en el otro lado del
río, se generaba un vacío; era la desconexión territorial..., por detrás el
silencio mortal de las estaciones cerradas, la tristeza.
Con todos estos antecedentes resolvimos enviar a un compañero a la otra
orilla, este cruzó el charco, era nuestro explorador. Visitó a los charrúas del
riel que dirigían la
Unión Ferroviaria. Allí le contaron todo. Acá, ignorantes,
vaciados de información. Regresó con malas noticias. A los de la Banda Oriental se
les ponía muy mal la cosa; antes que aquí. Algo se les pudría a los
yorugas.
Resolvimos
viajar para el día de la marcha. Llegamos a Montevideo. Nos estaban esperando.
De inmediato al sindicato de los ferrucas. Un edificio viejo, modesto cobijaba a
los ferroviarios.
Les
entregamos, presten atención: Cartas de Ubaldini, una de José Pedraza donde
manifestaba su total oposición a las privatizaciones y concesiones; también la
adhesión de los compañeros de La Fraternidad, Señaleros, las
seccionales del Personal de Dirección de Rosario, del Belgrano-Retiro,
Mitre-Retiro, del Organismo Central, y otros sindicatos.
Ah,
me olvidaba. Nuestra Comisión Nacional del Personal de Dirección, APDFA, no nos
dio nada. Sólo una velada amenaza. Así es, al retornar al país nos pidieron
explicaciones, por el porqué del viaje, que las relaciones exteriores les
correspondían a ellos, y esas cosas, al cuerpo directivo nacional. Les
contestamos que la solidaridad no está en ningún estatuto, pero que sí está en
la conciencia de los trabajadores, por eso viajamos, por ser solidarios con los
ferroviarios uruguayos.
Por
ese entonces el secretario general de APDFA, era Elido Veschi, está sentado en
la poltrona desde 1975 hasta la fecha, pasó toda la dictadura militar sano y salvo.
Los militares le renovaban los mandatos en el sindicato mediante una resolución
del Ministerio de Trabajo de la dictadura. Siempre nos preguntamos ¿Cómo era
posible? Y la respuesta y la experiencia nos dice que: debe haber hecho muy
buena letra para que eso ocurriera. Mientras a nosotros nos expulsaban o nos
metían presos, tenemos más de 90 compañeros desaparecidos. Este personaje hoy
continúa en el gremio como vocal 1º, en la misma poltrona. Pero a esta historia
se suman, a los 90 detenidos desaparecidos, 90.000 ferroviarios expulsados en la
década del noventa, 37 talleres cerrados, los almacenes y galpones saqueados y
diezmados, los bienes del ferrocarril arrasados y las tierras ferroviarias
intentando entregarlas al mejor postor.
Durante
las Huelgas resistentes realizada por los jóvenes ferroviarios por sobre la
aristocracia de los sindicatos ferroviarios, en contra de la política menemista,
acaecidas en 1991 y 1992, este personaje guardó silencio y quietud. Un gran
número de seccionales lo volvieron a desobedecer (especialmente nuestra
seccional Organismo Central de Capital Federal) y se plegaron a esta magna e
histórica resistencia, gestas que duraron 45 días la primera y 30 días la de
1992; fueron las últimas huelgas ferroviarias en la Argentina, dirigidas por las bases
de las seccionales de la
Fraternidad, Señaleros y algunas de la Unión Ferroviaria y
APDFA.
* Juan Carlos Cena es miembro
fundador del Mo.Na.Re.FA
(Movimiento Nacional por la Recuperación de los
Ferrocarriles Argentinos)
- Autor de:
- El
Guardapalabras (memorias de un ferroviario)
- El Cordobazo, una rebelión
popular.
- El
Ferrocidio 1ª edición (agotada)
- El Ferrocidio. 2da edición (ampliada y
corregida)
- Crónicas del Terraplén.
-
Ferroviarios, una sinfonía de acero y lucha
- Personal
técnico especializado en Planeamiento y Control de
Gestión
- Ex
secretario general del Personal de dirección (APDFA) de Capital
Federal