NCeHu 745/09
Movimiento Continental Bolivariano: una necesidad
política de alcances estratégicos
Alfonso Cano
10/12/09
Compatriotas latinoamericanos y
caribeños asistentes a este histórico evento, compañeras y compañeros: reciban
el saludo entusiasmado del Secretariado, del Estado Mayor Central, del cuerpo de
mando y de la guerrillerada de las FARC - EP, así como de todos los integrantes
de las milicias bolivarianas.
Constituir un movimiento político
continental, de esencia bolivariana, justo cuando el imperio estadounidense
despliega su fuerza militar en Colombia y dispone, amenazante, sus aparatos de
guerra y terror contra los pueblos latinoamericanos y caribeños, es no solo una
necesidad histórica sino un deber inaplazable, que señaliza el horizonte de la
unidad combativa de nuestros pueblos en defensa de su dignidad, independencia,
historia, valores, cultura, territorio, recursos humanos, riquezas naturales y
del inalienable derecho a forjar soberanamente su futuro.
El propósito de El Libertador de
conformar una gran patria latino americana estructurada como un solo cuerpo de
naciones libres, integradora de nuestros pueblos, garante de la derrota del
colonialismo de aquellas épocas y de la independencia definitiva de nuestros
pueblos del yugo de cualquier potencia, continúa vigente; conserva plenamente su
vigor como estrategia nacida del genio y del ejemplar e inagotable compromiso
revolucionario de Simón Bolívar, que concibió, una gran nación como patrimonio
colectivo de todo el pueblo y no como sumatoria de enormes latifundios
reservados a minorías privilegiadas, arrodilladas y sumisas ante las órdenes del
imperio de turno.
La justeza de tan portentoso
planteamiento bolivariano trasciende 200 años después, de la misma forma que la
totalidad de su ideario de igualdad, libertad, justicia social, soberanía e
independencia, resumen y esencia de las luchas actuales de buena parte de los
pueblos latinoamericanos y caribeños que combatimos contra regímenes
oligárquicos entregados incondicionalmente a los amos extranjeros y como
víctimas que somos de la expansión capitalista calificada de "globalización",
levantamos hoy, con más urgencia y legitimidad que nunca, la bandera de la
Patria Grande, ante la inocultable intensión gringa de copar los territorios
desde el sur del río Grande hasta la Patagonia, para hacer realidad su
estrategia del "destino manifiesto" bajo su imperial y repudiable consigna de
"América para los americanos".
Está claro que un tratado militar como
el firmado recientemente entre Washington y Bogotá, que permite la constitución
de 7 bases estadounidenses en Colombia, con la prerrogativa de utilizar la
totalidad del sistema aeroportuario, el espacio aéreo, los mares territoriales
sin límites en la cantidad de efectivos que transporten sus barcos de guerra y
la presencia masiva de paramilitares norteamericanos denominados contratistas,
no se circunscribe al combate contra el narcotráfico y el llamado terrorismo,
sino que busca desestabilizar los procesos democratizadores e independentistas
que se desarrollan en América Latina.
La guerra contra el narcotráfico es una
estrategia fracasada que los Estados Unidos utilizan hoy como pretexto para
intervenir y agredir en diferentes lugares del mundo.
La guerra contra el terrorismo -laxo
calificativo político donde caben todos sus contradictores-, decretada por la
Casa Blanca, la misma que ordenó el bombardeo atómico a Hiroshima y Nagasaki,
que arrasó a Vietnam con armas químicas y napalm, que agrede a los pueblos de
Irak y Afganistán y respalda el terror del estado israelí, es otra máscara del
imperio y las transnacionales, para justificar sus infamias.
A Latinoamérica, en la estratégica
esquina de Suramérica que ocupa Colombia y como consecuencia de un plan de largo
aliento que ya está en marcha, la empezaron a invadir de nuevo, esta vez con la
aquiescencia de un presidente como Álvaro Uribe, de la entraña del
paramilitarismo criminal, que arrastra un turbio pasado como narcotraficante
-hecho bien conocido por Washington-, apátrida y cabeza del gobierno más
corrupto de la historia colombiana y a quien precisamente por ello, utilizan los
Estados Unidos para adelantar esta aventura que pretende recuperar la influencia
perdida en su otrora "patio trasero".
El fallido golpe al presidente Chávez
el 11 de abril del 2002, el golpe al presidente Zelaya que pretenden encubrir
reconociendo las espurias elecciones ganadas por Lobo, el azuzamiento
sistemático para desestabilizar la frontera colombo - venezolana, los evidentes
e ininterrumpidos esfuerzos desestabilizadores en varios de nuestros países
hacen parte de esta nueva ofensiva del Estado gringo y la reacción continental
contra los inatajables avances integracionistas y el creciente sentimiento
antiimperialista de nuestro continente, enmarcado en la concepción bolivariana
de la independencia, es decir, en el combate frontal de las mayorías oprimidas
contra el poder colonial y las oligarquías criollas, o en otras palabras, en la
lucha de clases por la liberación de los oprimidos, de la confrontación social y
política por la democracia para desarrollarla a fondo incesante e
ininterrumpidamente, enraizada en lo mejor y más avanzado de nuestras
tradiciones, signada por nuestras particularidades e idiosincrasia como parte de
un proceso auténticamente latinoamericano en marcha al socialismo.
Nuestro compromiso con este proceso por
la soberanía nacional y popular, por la patria grande y el socialismo es total e
incondicional. Son nuestros inamovibles y la razón de existencia de las FARC -
EP como nos lo inculcaron nuestros jefes y fundadores Manuel y Jacobo, y como lo
reafirmamos cotidianamente, con plena y absoluta confianza en la victoria
final.
Ante este excepcional evento,
ratificamos nuestra confianza en el jalonamiento que significará para las luchas
del pueblo latinoamericano la constitución del Movimiento Continental nutrido
del ideario bolivariano e inspirado como todos nosotros, en la existencia
ejemplar del Libertador, inconmensurable referente ético que nos alienta
permanentemente en la dureza de la lucha por alcanzar los objetivos que nos
hemos trazado.
Reiteramos nuestros votos por el más
enriquecedor intercambio, conclusiones y propuestas sabias y convocantes que
generen movimiento de masas, organización, lucha contra el invasor y por la
construcción de la Patria Grande!
Por la unidad latinoamericana y
caribeña contra la invasión imperial de los Estados Unidos: Adelante!
Muchas gracias,
Alfonso Cano Jefe del EMC
de las FARC - EP Montañas de Colombia, diciembre del
2009
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