NCeHu 210/09
Más allá de la "antropología", el imperialismo
Coltán,
sangre y armas en Congo
La Audiencia Nacional investiga el expolio de este
mineral estratégico
MANUEL ALTOZANO
El País
Madrid, 15/03/2009
Es un mineral esencial en nuestra vida diaria. Con él
se fabrican teléfonos móviles, videoconsolas y ordenadores. El coltán, sin
embargo, está en el origen de una de las guerras más cruentas de los últimos
años y que ha causado millones de muertos.
Es un mineral esencial en nuestra vida diaria. Con él
se fabrican teléfonos móviles, videoconsolas y ordenadores. El coltán, sin
embargo, está en el origen de una de las guerras más cruentas de los últimos
años y que ha causado millones de muertos. El control de las minas en las que se
encuentra al este de la República Democrática del Congo está detrás de
rebeliones e intervenciones militares directas organizadas o apoyadas por países
limítrofes como Ruanda o Uganda en la región fronteriza de los Kivus (norte y
sur). La última fue la asonada del general Laurent N'Kunda, al frente del
Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), patrocinado por Ruanda.
N'Kunda fue detenido el pasado 22 de enero.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha
extendido su investigación sobre el exterminio sistemático de la etnia hutu por
el Gobierno tutsi de Ruanda -posterior al genocidio perpetrado por los hutus
sobre los tutsis en la primavera de 1994- a la extracción ilegal de este mineral
al este de Congo, según el autor de la querella, el abogado Jordi
Palou-Loverdos. El magistrado se ha dirigido al secretario general de Naciones
Unidas, Ban Ki-moon, para pedirle las pruebas que sirvieron de base a los tres
informes de la ONU que atribuyen la explotación ilegal de recursos naturales
congoleños -entre ellos el coltán- al presidente ruandés Paul Kagame, procesado
por genocidio, y personas de su entorno. Todas estas personas, según el relato
de los autores de los informes, se aprovecharon de las guerrillas afines para
perpetrar el expolio.
Con su decisión, el juez español trata de recabar las
evidencias que sirvieron al grupo de expertos sobre la explotación ilegal de
recursos para manifestar en 2001 que tres de las compañías que sacaban el coltán
de ese país hacia Kigali (la capital ruandesa), Air Navette, Jambo Safari y New
Gomair, pertenecían a personas cercanas a Kagame, como la esposa de su ministro
de Finanzas o empresarios de su entorno más cercano. Los informes aseguraban,
además, que la mayoría de las sociedades que se beneficiaban de la extracción
ilegal pertenecían al Gobierno de Kagame o a personalidades del partido que
lidera, el Frente Patriótico Ruandés (FPR).
Entre las empresas que se dedicaban a esa actividad
se encuentra Tristar Investment. Su principal accionista, el consejero de Kagame
Tribert Rujigiro, es miembro del FPR y está considerado como uno de sus
principales contribuyentes. Ha mantenido relaciones con traficantes de armas
como el ex espía del KGB Viktor Butt, sobre el que el juez también pide
información, que colaboró con mandos del Ejército ruandés alquilando aviones
para transportar coltán a Kigali. Tuvo un papel clave en la financiación de la
última revuelta apoyada por Ruanda, la del general N'Kunda, que ha provocado
250.000 desplazados.
Rujigiro está detenido en Londres, al haber sido
reclamado por Suráfrica por evasión de impuestos. El abogado Palou-Loverdos
sopesa ahora pedir a Andreu una orden europea de detención para sentarlo en el
banquillo en España por crímenes de guerra.