Entre los fenómenos políticos más inquietantes de nuestra época tenemos, en
el Estado de nueva creación de Israel, la aparición del «Partido de la Libertad»
(Tnuat Haheteur) (1), un partido político con un enorme parecido en cuanto a su
organización, métodos, filosofía política y planteamientos sociales, a los
partidos nazi y fascista.
Dicho partido ha sido formado por los miembros y partidarios del antiguo
Irgun Zyai Leumi, una organización nacionalista de extrema derecha en Palestina.
La actual visita del jefe de esta agrupación, Menajem Begin (2), a Estados
Unidos, obviamente se ha calculado para dar la impresión de un apoyo
estadounidense a su partido para las próximas elecciones israelíes y para
cimentar vínculos políticos con los elementos sionistas conservadores de Estados
Unidos.
Muchos estadounidenses de reputación nacional han prestado sus nombres para
acoger esta visita.
Es inconcebible que quienes se oponen al fascismo en el mundo entero, si
están correctamente informados sobre el pasado y las perspectivas políticas de
Begin, puedan añadir sus nombres y su apoyo al movimiento que representa.
Antes de que las contribuciones económicas y las manifestaciones públicas de
apoyo a Begin causen daños irreparables y antes de dar en Palestina la impresión
de que una gran parte de Estados Unidos apoya a los elementos fascistas de
Israel, el público estadounidense tiene que estar informado del pasado y los
objetivos de Begin y su movimiento.
Las declaraciones públicas del partido de Begin (3) no muestran su auténtico
carácter. Actualmente hablan de libertad, democracia y antiimperialismo,
mientras que hasta ayer predicaban abiertamente la doctrina del Estado fascista.
Pero sus actuaciones traicionan sus palabras y muestran el auténtico carácter
de este partido terrorista. De sus acciones pasadas podemos deducir lo que puede
hacer en el futuro.
El ataque a una aldea árabe
Un ejemplo escandaloso ha sido su actuación en la aldea árabe de Deir Yassin. Este pueblo, lejos de las
carreteras principales y rodeado de tierras judías, no tomó parte en la guerra e
incluso combatió a las bandas árabes que querían utilizar el pueblo como base.
El 9 de abril, según el New York Times, las bandas terroristas
atacaron ese pueblo tranquilo, que no era un objetivo militar en la guerra, y
mataron a la mayoría de sus habitantes, 240 hombres, mujeres y niños, y
mantuvieron a algunos con vida para hacerlos desfilar como prisioneros por las
calles de Jerusalén.
La mayoría de la comunidad judía se quedó horrorizada por este acto y la
Agencia judía envió un telegrama de disculpa al rey Abdalá de Transjordania (4).
Pero los terroristas, lejos de avergonzarse de sus actos, estaban orgullosos de
esta masacre, la proclamaron ampliamente e invitaron a todos los corresponsales
extranjeros presentes en el país para que fueran a ver los montones de cadáveres
y los daños perpetrados en Deir Yassin.
El ataque a Deir Yassin ilustra el carácter y las acciones del Partido de la
Libertad, que entre la comunidad judía predica una mezcla de ultranacionalismo,
misticismo religioso y superioridad racial.
Lo mismo que otros partidos fascistas, ha colaborado para romper las huelgas
y ellos mismos han alentado la destrucción de los sindicatos libres. En su
congreso propusieron los sindicatos corporativos sobre el modelo fascista
italiano.
Durante los últimos años de violencias antibritánicas esporádicas, el IZL y
el grupo Stern han implantado el reino del terror entre la comunidad judía de
Palestina.
Han apaleado a profesores que hablaban mal de ellos y han abatido a padres de
alumnos para impedir que sus hijos se reunieran con los maestros.
Con métodos propios de los gángster: palizas, ventanas rotas y robos
generalizados, los terroristas intimidan a la población y exigen un alto precio.
Los hombres del Partido de la Libertad no participan en los trabajos
constructivos en Palestina. No han tomado ninguna tierra, no construyeron
colonias y sólo han disminuido la actividad de la defensa judía.
Sus esfuerzos en la inmigración, muy divulgados, son minuciosos y se dedican
principalmente a reclutar compatriotas fascistas.
Contradicciones
Las contradicciones entre las bonitas afirmaciones que ahora hacen Begin y su
partido y los informes de sus pasadas actuaciones en Palestina dan la impresión
de un partido político poco corriente.
Lleva la marca indudable de un partido fascista para el que el terrorismo
(contra los judíos, los árabes y los británicos) y las falsas declaraciones son
los movimientos, y cuyo objetivo es un «Estado líder».
A la vista de las observaciones precedentes, es imprescindible que en este
país se conozca la verdad sobre Begin y su movimiento.
Todavía es más trágico que la alta dirección del sionismo estadounidense haya
rechazado hacer una campaña contra las pretensiones de Begin e incluso se haya
negado a explicar a sus propios elementos los peligros que conlleva para Israel
el apoyo a Begin.
Por lo tanto, los firmantes utilizamos este medio para presentar públicamente
algunos hechos sorprendentes con respecto a Begin y su partido y para recomendar
a todos a quienes concierne que no apoyen esta última manifestación del
fascismo.
Isidore Abramowitz,
Hannah Arendt
Abraham Brick
Rabbi Jessurun Cardozo
Albert Einstein
Herman Eisen, M.D.
Hayim Fineman
M. Gallen, M.D.
H.H. Harris
Zelig S. Harris
Sidney Hook
Fred Karush
Bruria Kaufman
Irma L. Lindheim
Nachman Majsel
Seymour Melman
Myer D.
Mendelson, M.D
Harry M. Orlinsky
Samuel Pitlick
Ffritz Rrohrlich
Louis P. Rocker
Ruth Sager
Itzhak Sankowsky
I.J. Shoenberg
Samuel Shuman
M. Znger
Irma Wolpe
Stefan Wolpe.
Notas:
(1) El Herut es el precursor del partido israelí Likud, conforme a la
ideología de Vladimir Jabotinsky)
(2) Begin (un terrorista reciclado) después se convirtió en Primer Ministro
de Israel (Likud) y bajo su gobierno decenas de miles de civiles libaneses y
palestinos fueron asesinados en los años 80.
(3) Los sucesores de Menajem Begin en el Likud (como Primeros Ministros
israelíes), como Netanyahu y Sharon son responsables de innumerables muertes de
civiles.
(4) Aunque los autores mencionan las excusas de la Agencia Judía «enviadas al
rey Abdalá», que no era ni siquiera de Palestina, las investigaciones
posteriores demostraron la participación de la Haganna y la Agencia Judía en la
masacre de Deir Yassin, así como la participación de la Agencia Judía y del
Fondo Nacional Judío en la limpieza étnica.
En francés:
http://ism-france.org/news/article.php?id=4278&type=analyse&lesujet=Racisme