NCeHu 438/08
NUEVO MODELO DE LA ESTRUCTURA INTERNA DE
ROSARIO
María Luisa
Reñé
Dpto. Geografía- FHUC
Universidad Nacional del
Litoral - Santa Fe
INTRODUCCION
La ciudad es un
espacio vital, dinámico y sumamente
heterogéneo de allí que el estudio de su estructura interna resulte ser un
interesante desafío. Durante la
última década Rosario ha recibido un marcado impulso en el proceso de
transformación del espacio y tal
vez podamos decir que es una de las ciudades que en el país mejor refleja la idea del dinamismo urbano
contemporáneo. Esto implica que las
herramientas de análisis teórico que empleamos para interpretar las variaciones
en el espacio urbano, se adecúen a la complejidad que muestra este proceso de
cambio.
En 1994
presentamos un modelo de estructura interna de la ciudad de Rosario que
intentaba representar la realidad
de entonces. El presente trabajo
revisa este modelo a la luz del
continuo proceso de las transformaciones ocurridas en los
últimos años.
MODELOS DE
ESTRUCTURA INTERNA
Como lo expresara
oportunamente Park, el interés por
identificar el
orden que surge como producto de las fuerzas que están constantemente en
acción para originar una distribución
ordenada de las poblaciones y
funciones en el complejo urbano ha llevado a la formulación de teorías y
modelos que desde los pioneros trabajos de la escuela de Chicago dirigieron una
importante línea de investigación
teórica y empírica que fue aplicada en distintas regiones del mundo
(Remy-Voye:1976). Al intentar examinar
la estructura interna de las
ciudades latinoamericanas se evidencia
un desajuste con respecto a los modelos clásicos, sobre todo en el
gradiente registrado de las altas rentas, y es así como surgieron diferentes
explicaciones.
Entre ellas
debemos considerar a las propuestas, entre otras, de
escuela la norteamericana, que es la que se tomó como base en este
trabajo (Griffin y Ford: 1980).
El trabajo de
Griffin y Ford, sostenía que la no
adecuación de las ciudades latinoamericanas a los modelos clásicos es la resultante de diferencias culturales
y por tanto, sugiere que estas ciudades presentan ingredientes propios que le
otorgan individualidad. Así, estos
autores identifican ciertos
elementos que le son comunes a todas las
grandes centros urbanos de
América Latina como ser el centro comercial rodeado de una franja
residencial de elite, una zona de madurez, una de
acrecentamiento in situ y la de los asentamientos periféricos.
Cuando sse
presentó la aplicación de este modelo para Rosario, se concluyó en que su estructura interna coincidía con los
lineamientos determinados por el modelo
(Reñe: 1994, Buzai: 2003).
Posteriormente uno
de sus autores, Ford, revisa y
actualiza su visión con respecto a estas ciudades y señala que las herramientas
teóricas que se emplean para
interpretar las estructuras
urbanas deben adecuarse a
los cambios (FORD: 1996). En su
trabajo Ford aboga por el uso de modelos flexibles susceptibles a emplearse como
estrategias de enseñanza y al
reaccionar frente a posteriores críticas se inclina por dar los lineamientos
conceptuales en forma simple y ordenada ya que la mayor complejidad arruinaría
su efectividad como instrumento explicativo
(Ford:1999).
NUEVO ESQUEMA
El nuevo modelo
propuesto conserva el diseño circular,
la simplicidad del original y los
mismos elementos. Su autor destaca la diversidad, o sea la falta de
homogeneidad de los sectores ya que
todos contienen ciertos usos mixtos y así es como en áreas netamente
residenciales aparecen espacios dedicados a uso comercial, gastronómico,
recreativo y hasta ciertas manifestaciones de uso industrial. Es decir, el autor
reconoce que en el caso de Latinoamérica los tipos de usos del suelo no reflejan
la exclusiva rigurosidad que se observa en otras
sociedades.
El nuevo modelo
incorpora algunos elementos y modifica otros ya existentes, resaltando así la
mayor complejidad de la ciudad latinoamericana
contemporánea:
·
El área
central está dividida en lo que específicamente sería el CBD y el Mercado.
Numerosas ciudades del continente presentan sectores que albergan modernas
oficinas, hoteles y comercios minorista relativamente separadas del distrito
tradicional del mercado más tradicional.
·
Un nodo
comercial periférico que generalmente aparece al final de la columna central que
se denomina de “elite”, creando cierta competitividad con el centro. No alcanza
la magnitud de los clásicos
shoppings suburbanos de las ciudades sajonas pero considera que es un elemento
que debe ser reconocido.
·
Un sector
industrial que culmina en un parque industrial que puede aparecer a lo largo de
arterias ferroviarias o viales y que demanda amplios espacios
disponibles..
·
Como nuevo
elemento aparece una conexión de todos estos elementos a través de una arteria
vial periférica con características de autovía para tráfico rápido, que no
siempre es completa y en muchos casos representa una verdadera barrera entre
sectores en diferentes condiciones y etapas de
desarrollo.
·
Se
incorpora un distrito residencial exterior de clase media alta siempre
localizado en sectores de gran accesibilidad y generalmente bordeando el anillo
vial envolvente, muy
relacionado al sector de elite.
·
Finalmente
el nuevo modelo incluye un reducido distrito en la zona de madurez que es el de
renovación urbana. Se presenta como un ejemplo del proceso de gentrificación en
espacios protegidos que ejercen gran atracción, orientado hacia sectores bien definidos,
generalmente matrimonios jóvenes y sin hijos con alta escolaridad. Algunos de estos
sectores son reconocidos por
la UNESCO y así
adquieren significativo valor turístico.
APLICACIÓN DEL
MODELO A ROSARIO
Considerando lo
señalado y tratando de verificarlo en el caso concreto de la ciudad de Rosario,
se advierte que el área central no está dividida entre el CBD y el mercado
tradicional de tipo ferias. Si bien en algunas ciudades latinoamericanas aún se
observan ferias donde lo lugareños acuden diariamente, en este caso no aparece
este contraste.
Por no ser capital
provincial, Rosario no aloja el poder político y por tanto son escasas las
oficinas gubernamentales propias de los centros cívicos, pero si concentra una
activo distrito central, que no
perdió su identidad ni su vitalidad, por ser altamente especializado en ciertas áreas
relacionadas con la producción y sumando nuevas funciones específicas como las
financieras, los servicios especializados y las actividades recreativas. Ellas
le confieren a la ciudad el carácter de nodo de interconexión con la economía
nacional y global. (Raposo:
2000).
El area central
rosarina podría ser dividido entre un espacio de tipo cultural, político y
religioso (concentrado en torno a la plaza 25 de Mayo) y una extensión que alli se origina a lo
largo de la calle Cordoba, eje indiscutible de la ciudad desde sus inicios y que
sigue expandiendo su función comercial
hacia el oeste.
·
Nodo
Comercial Periférico
Analizado
cronológicamente este elemento estaría representado por los grandes
hipermercados, mayoristas y minoristas, que fueron las primeras manifestaciones
comerciales de tipo suburbano, ocupando
grandes superficies que
responden a la lógica del espacio global.
Los dos grandes
centros comerciales instalados recientemente son mucho más complejos y
sofisticados, orientados al consumo y entretenimiento de las
clases más acomodadas y con un marcado alcance regional. Si bien no son
específicamente nodos suburbanos disputan
cierto nivel de competitividad con el área central a las
que alude el autor del modelo.
No obstante debe
reconocerse que Rosario sigue manteniendo numerosos subcentros de gran valor y
dinámica comercial concentradas en ciertas áreas (Echesortu, Arroyito, San
Martin), además de otros distritos comerciales de alta especialización situados
sobre arterias como ejes de desarrollo: avenida Pellegrini en lo gastronómico,
calle San Luis en lo textil e indumentaria, respuestos automotores sobre Avenida
San Martín y concesionarias de
automotores en torno a Córdoba
entre Avellaneda y Ovidio
Lagos.
·
Sector
industrial
El nuevo modelo
reconoce la relocalización de las industrias dispersas para concentrarse en
parques industriales suburbanos implantados a lo largo de vías importantes. Sin
duda no todas las áreas industriales ameritan en esta categorización ya que si
bien el distrito Sur concentra el 20% y
el SO participa en un 14% del sector manufacturero no son parques
industriales técnicamente hablando.
El parque
industrial Alvear, concentración del eje fluvial hacia el sur de la ciudad, fue
establecido en los ´70 y permaneció en su quietud por casi tres décadas pero
actualmente está reactivado. Su jerarquía es mayor a escala metropolitana y su
localización está cercana al nodo portuario oleaginoso hacia el sur de la
ciudad, que integra el complejo
aceitero más grande del país.
También debe
considerarse el Parque Científico Tecnológico de Rosario y su Región, entidad
público-privada establecida en el año 2000 por universidades públicas y
privadas, fundaciones, gobierno municipal y provincial y 58 empresas privadas.
Está orientado a industrias de alto
valor agregado y muy relacionado al campo académico. Su localización es dispersa
a través diferentes empresas y
laboratorios aunque se proyecta su concentración en terrenos de la universidad.
Somos concientes
que, en los ultimos años el desarrollo del área metropolitana haria necesario
reconsiderar la estructura industrial de la ciudad en función de esta nueva
escala.
·
Ruta
periférica
Todos los nodos
comerciales y concentraciones industriales ya mencionados están conectados por
una vía periférica de tráfico rápido envolvente del conglomerado urbano. Este
elemento perimetral es una de los nuevos ingredientes del modelo no contemplado
en el modelo anterior aunque en el caso de Rosario ya
existía.
La Avenida de
Circunvalación, como se la conoce en esta ciudad, inició su construcción en 1959
y junto a la ejecución de otras
obras de infraestructura era parte de los lineamientos del Plan
Rosario que ya había sido proyectado muchos años atrás. Este corredor
metropolitano es actualmente un anillo completo de 30 Km de longitud que envuelve
a la ciudad conectándose también con el puente Rosario-Victoria. En el sector sur se
enlaza con la zona
portuaria, lo que se conoce como el “acceso sur” y
es la arteria vial que articula y da coherencia a casi todos los
elementos ya considerados. Los espacios que la bordean registran usos del suelo muy
heterogéneos. Son muy dinámicos y en
permanente transformación,
ya sea por radicación de grandes emprendimientos industriales como también de nuevos loteos
residenciales discontinuos. Además,
presenta las ya bien
establecidas viviendas de planes
sociales y los cada vez mayores asentamientos marginales. Actualmente se
proyectaron otros anillos perimetrales como segunda ronda en los sectores del
aeropuerto, el Plan Circunvalar y un tercer anillo que incluiría trazados
ferroviarios que reordenarían el
transporte de cargas a fin de
minimizar las interferencias a escala
metropolitana.
·
Distrito
Residencial Exterior
Otro nuevo
elemento del modelo que aparece en
Rosario y estaría representado por
la expansión del cordón costero norte,
el NO y el sector Sur de la ciudad. Estas son las áreas de mayor
crecimiento extendiéndose hasta Funes y Roldán.
Estos sectores
generan un paisaje residencial discontinuo, de baja densidad de ocupación que con su
localización periférica generan revalorización de los espacios intersticiales
creados que así se incorporan al mercado del suelo urbano. Son nuevas
urbanizaciones que representan un elemento muy significativo en la ciudad
actual: áreas residenciales de clase media y media alta que surgen en función de
su fácil accesibilidad siendo la arteria periférica y
su confluencia con la
autopista a Córdoba, rutas 9 y 34 y el borde de la ribera fluvial, es decir la
expansión NO y Sur donde también hay cierta infraestructura
náutica.
Si bien el primero
de ellos, el Carlos Pellegrini, se inicio hace dos décadas son numerosos los
emprendimientos de este tipo en la actualidad que son el resultado de
parcelación de tierras que fueron de uso agrícola hasta recientemente. Una
estancia muy cercana a Rosario inició un loteo que representó la primera
subdivisión. El crecimiento de este sorprendente eje oeste como expansión metropolitana no parece detenerse. En
muchos casos son rellenos de loteos que permanecían vacantes entre la ciudad y
localidades menores, surgidas como segundas residencias, que pasan a ser viviendas
permanentes (BRAGOS: 2002). No obstante,
debemos resaltar que este fenómeno en nuestro caso tuvo una aparición
tardía si la comparamos con muchas otras ciudades
latinoamericanas.
·
Renovación urbana
El último elemento
que el autor señala se verifica claramente en Rosario y se materializa en el emblemático Barrio Pichincha. Considerada Área de Protección Histórica (APH) por gestión municipal y como estrategia
de recuperación, Pichincha se reestructuró despertándolo del letargo en el que permaneció por décadas. Tal como
señala el autor las 40 manzanas que
lo conforman están incluidas en la zona de madurez (Reñe: 1994 y
2007).
El interés radica
en preservar la identidad del barrio que surgió en el siglo XIX nucleado
alrededor de la estación Sunchales, la que marcaba el extremo norte de la
edificación continua. La zona era
gran actividad comercial y
recreativa, alojando numerosos
prostíbulos y burdeles por lo que
se convirtió en la zona roja de
Rosario. Por el cierre de los
ferrocarriles nacionales y la
posterior reestructuración económica el barrio entró en decadencia.
En la actualidad
el principal objetivo es la
preservación de áreas de valor patrimonial, recuperación edilicia, renovación y determinación de áreas de reserva. Esto fue acompañado por la obra pública que
incluyó un nuevo trazado
vial, continuación del frente
costero, apertura del Parque
Scalabrini Ortiz y el mejoramiento
de Parque Norte que en su desplazamiento hacia el norte permitió incorporación de tierras en las que grandes inversiones privadas
alcanzan protagonismo ofreciendo
nuevas y diferentes alternativas residenciales.
Esta área de
reconversión urbana incluye al uso
comercial ya que la construcción de grandes torres dedicadas a oficinas estaría
representando el posible desarrollo de un bussiness center frente al río. Pichincha queda así incluida entre
sectores dinámicos, ampliando su
accesibilidad y alterando así su situación relativa en la estructura urbana
rosarina. Ha captado también la oferta turística a través de la instalación de
locales dedicados a la venta de antigüedades, hostels y numerosos bares y
restaurantes. Se advierte su recuperación como sitio de vanguardia para
emprendedoras inversiones que seguramente
terminarán generado un verdadero proceso de gentrificación. Ver figura 2.
CONCLUSION
Este simple
análisis nos permite sostener que también en esta nueva versión del modelo
Rosario presentaría los rasgos de la propuesta actualizada. En el mismo aparecen
todos los nuevos elementos y su localización relativa es acorde a lo sugerido
por el autor. No obstante, la
coincidencia no es absoluta en todos los nuevos elementos incluidos y se observa
cierta distorsión en cuanto al área central.
Como vimos, el centro comercial no presenta el
sector de mercado propuesto.
Podríamos argumentar que el
temprano desarrollo comercial y económico de esta ciudad hacia sectores
prósperos de la economía motivó grandes inversiones en las áreas centrales con
edificación de altura que no serían proclive a alojar mercados de tipo
artesanal.
El centro de Rosario recibe constantes
inversiones de nuevas construcciones que están determinando condiciones de alta
ocupación y rellenamiento que aumentan su densidad. La ciudad es receptora de servicios de alta
especialización en lo financiero, la salud, la educación como así también servicios avanzados a
las empresas. Si bien se
podría hablar de una disgregación a
través de nuevos nodos
comerciales el centro de la
ciudad no pierde su “centralidad” y
la ola de nuevas inversiones, en lo comercial como en lo cultural y
recreativo, nos permitirían
predecir un mantenimiento de su capacidad de
atracción.
En este aspecto el
caso de esta ciudad es muy singular entre las grandes ciudades argentinas. En
primer lugar por registrar
tardíamente el establecimiento
de centros recreativos y
“shoppings” y además, debe considerarse que la instalación de sus dos nuevos
grandes emprendimientos comerciales no se realizaron en zonas suburbanas. Es decir que la
policentralización y estos nuevos
elementos incluidos en la última versión del modelo no afectan su compacidad
central, rasgo distintivo de la ciudad latinoamericana.
     
Figura 1: MODELO DE LA
CIUDAD DE AMERICA LATINA (según
Ford)
Fuente: Buzai (2003)
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REFERENCIAS
CBD
Parque
Industrial
Gentrification
- Renov.
Residencial exterior
Nodo comercial
periférico | |          
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Figura 2:
Estructura interna resultante de la aplicación del
modelo
Bibliografía
Buzai, G.
2003. Mapas Sociales urbanos, Lugar Ed.,
Buenos Aires
Ford, L. 1999. Latin American City Models Revisited,The Geographical Review 89 (1)
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Bragos, O: 2005.Presentación de la ciudad de Rosario, Globalización y grandes proyectos
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1976- La Ciudad
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Madrid
Reñe, M. 2007: El
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Profesorado Nº 16 (9) Rosario
Reñé, M.: 1994.
Estructura interna de Rosario: aplicación de un modelo, GAEA Contribuciones Científicas, Buenos
Aires
Romero, L.-Raposo,
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Economía, UNR
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