LA LATINOAMERICANIZACIÓN DE LA
ARGENTINA

Ana
María Liberali
Universidad Nacional de Mar del Plata - Centro Humboldt
Introducción
Siempre
se había dicho que los argentinos descendían de los barcos, ya que la mayor
parte de la población, en especial de la región Pampeana, provenía de Europa.
Ese cosmopolitismo de la Argentina ha tenido una influencia particular tanto en
las actividades económicas como en las pautas culturales.
Sin
embargo, si realizamos un análisis etario, podemos ver que la población europea
en la actualidad no recibe nuevos aportes, produciéndose un importante cambio en
la participación de los extranjeros en los últimos años, existiendo un marcado
proceso de latinoamericanización.
Las
principales razones deben buscarse en la situación político-económica de los
países de origen, que en el caso europeo, se ha convertido en receptor de
población latinoamericana, inclusive de argentinos. Por otra parte, si bien la
Argentina ha profundizado su brecha socio-económica, parece mostrar mejores
perspectivas relativas a sus vecinos, en especial en el ámbito de la ciudad de
Buenos Aires, que presenta mayor permeabilidad de inserción laboral.
La Argentina como destino
Si
analizamos al proceso migratorio como la consecuencia de las diferencias
económicas, sociales y políticas entre dos espacios geográficos, podremos
comprender los cambios acaecidos a lo largo de algo más de un siglo en nuestro
país.
Si
partimos de fines del siglo XIX, cuando Europa pasaba por una crisis productiva
y alimentaria, la Argentina se insertaba en el sistema mundial, como exportadora
de materias primas para el mercado británico. Esto no sólo significaba un
crecimiento económico exponencial, sino que demandaba de brazos tanto para las
tareas rurales, como para la construcción de la infraestructura necesaria para
tales fines.
Es así
como, grandes contingentes mayoritariamente de italianos y españoles, buscando
de “hacerse la América” se embarcan hacia diferentes destinos del Nuevo
Continente, siendo la Argentina uno de los principales objetivos.
Este
aporte inmigratorio, sumado al genocidio indígena llevado a cabo primero por los
españoles y luego por las sucesivas campañas al Desierto y al Chaco, modificó
sustancialmente a la sociedad argentina en cierne.
Según
Mafud (1985), la clase alta en la Argentina está conformada por los criollos
descendientes de los primeros españoles que vinieron a conquistar el continente
y que se apropiaron de las tierras de los nativos, quedando éstos acorralados
económica, social y políticamente, constituyendo la clase baja; mientras que los
hijos de los inmigrantes, que tuvieron la posibilidad de un ascenso social
mediante sacrificios y estudio, dieron origen a la ancha franja de clase media
que ha distinguido a la Argentina de los demás países latinoamericanos.
Esta
situación, además de la cultura europea que se impuso a través de la
alimentación, la vestimenta, la arquitectura, la modificación de la lengua
castiza, y especialmente de una filosofía de vida, dio lugar a que la mayor
parte de los argentinos, no fueran correspondientes a una identidad
latinoamericana.
A
mediados del siglo XX, una nueva inmigración, en su mayor parte europea, arribó
a América y nuevamente la Argentina fue uno de sus principales destinos.
Esta
vez, causas políticas, étnicas y religiosas superaron las cuestiones económicas,
sin desconocerlas en absoluto. Tanto las persecuciones como las guerras
mundiales fueron los motivos centrales de expulsión de gran cantidad de europeos
de diferentes países que se sumaron a la tradicional migración de italianos y
españoles. También asiáticos, tanto de Japón como de Medio Oriente, tuvieron
representatividad a lo largo del pasado siglo.
Si bien
el aporte de población limítrofe nunca estuvo ausente, los llegados del Viejo
Continente los superaban en términos absolutos y relativos.
Pero en
la actualidad, tanto la situación internacional como la Argentina se han
modificado sustancialmente, y como consecuencia, encontraremos importantes
cambios en la conformación de nuestra sociedad.
Los
países de Europa Occidental y Japón, otrora emisores de migrantes, se encuentran
entre los de mejores condiciones socio-económicas del mundo y, por lo tanto,
amén de retener su propia población, constituyen los principales centros de
atracción.
Es por
esta razón que no sólo que no forman parte de la actual inmigración en nuestro
país, sino que algunos de ellos, han recibido a los argentinos descendientes de
quienes arribaron a la Argentina en las sucesivas oleadas de los siglos
anteriores.
Por
otra parte, la Argentina ha sufrido diferentes crisis tanto económicas como
políticas que han generado expulsión y, a la vez, disminución en el ingreso de
migrantes. Mientras en 1980 los extranjeros representaban el 6,8% del total de
la población, en 2001 sólo llegaban al 4,2%, pero modificándose de manera
determinante su composición.
En la
Tabla Nro 1 se puede observar la marcada disminución de la participación de
italianos y españoles, así como el fuerte incremento de peruanos y bolivianos,
manteniéndose estables los demás limítrofes.
La
población europea constituye lo que podríamos denominar una “inmigración fósil”,
ya que al no recibir nuevos aportes, va desapareciendo por cuestiones
vegetativas.
Tabla
Nro 1. Porcentaje de Extranjeros en la Argentina sobre el Total de la Población,
según origen - 2001
1980 |
2001 |
|
TOTAL
DE EXTRANJEROS |
6,8 |
4,2 |
|
Bolivianos
|
0,3
|
0,6
|
|
Brasileros
|
O,1
|
0,1
|
|
Chilenos
|
0,6
|
0,6
|
|
Españoles
|
1,0
|
0,4
|
|
Italianos
|
1,4
|
0,6
|
|
Paraguayos
|
0,7
|
0,9
|
|
Peruanos
|
0,02
|
0,2
|
|
Uruguayos
|
0,3
|
0,3
|
Resto
de Extranjeros |
2,2
|
0,5
|
|
|
|
|
|
|
|
Fuente: Elaboración
propia en base a datos del INDEC.
Trabajadores
latinoamericanos, jubilados europeos
En la
Tabla Nro 2 hemos agrupado a los grupos de edad pasiva transitoria con los de la
edad activa, para destacar especialmente a la población pasiva definitiva.
Este
tratamiento se basa en que la población “punta de lanza” de una re-localización
es la comprendida entre los 25 y 50 años, trasladando a su vez, a los más
jóvenes. Esto nos da una cabal idea de la dinámica de este fenómeno, quedando
las denominadas “tercera” y “cuarta” edades en los lugares de origen.
Vemos
entonces que más del 80% de los inmigrantes procedentes de América, Asia, África
y Oceanía pertenecen a las primeras edades, mientras que más del 50% de los
europeos se encuentran en el grupo de edades más avanzadas.
El caso
peruano, que cuenta con una participación mínima en la edad de jubilación, nos
da muestra de lo novedosa que resulta esta corriente migratoria en la Argentina.
Sin duda, la década de los ’90 marcó un antes y después en la política y la
economía peruanas, ocasionando una expulsión muy fuerte hacia diferentes partes
del planeta, siendo la Argentina uno de sus principales destinos.
Respecto
de los europeos, podemos hacer especial referencia al caso de Italia y España ya
que su participación en el grupo de 50 a 65 es elevado (INDEC, 2001), mostrando
que su desplazamiento continuó hasta una etapa más reciente. De todos modos, los
números son muy determinantes mostrándonos que se trata de migraciones
históricas sin ningún tipo de posibilidad de vuelta atrás. La inmigración polaca
y la de la ex Yugoslavia son otro claro ejemplo de migración “fósil”.
En
cuanto a los asiáticos encontramos también algunos cambios. Mientras la
inmigración japonesa responde a los mismos parámetros que la de Europa
Occidental, la denominada migración neo-asiática -compuesta por surcoreanos,
taiwaneses y chinos-, se asemeja a lo mencionado para América Latina.
Tabla Nro 2. Porcentaje de la población extranjera según sexo y
grupos de edad. 2001
MENORES DE 65 AÑOS |
65 AÑOS Y MÁS |
|
LUGAR
DE ORIGEN |
VARONES |
MUJERES |
VARONES |
MUJERES |
|
AMÉRICA
|
88,1 |
88,1 |
11,9 |
11,9 |
|
Bolivia
|
91,0
|
91,5
|
9,0
|
8,5
|
|
Brasil
|
80,4
|
77,9
|
19,6
|
22,1
|
|
Chile
|
83,9
|
85,3
|
16,1
|
14,7
|
|
Paraguay
|
86,1
|
86,6
|
13,9
|
13,4
|
|
Perú
|
96,5
|
98,5
|
3,5
|
1,5
|
|
Uruguay
|
90,0
|
84,7
|
10,0
|
15,3
|
|
Resto
de América |
93,4
|
91,0
|
6,6
|
9,0
|
|
EUROPA
|
43,4 |
36,6 |
56,6 |
63,4 |
|
Alemania
|
51,3
|
39,7
|
48,7
|
60,3
|
|
España
|
40,7
|
32,6
|
59,3
|
67,4
|
|
Francia
|
73,9
|
62,5
|
26,1
|
37,5
|
Italia
|
43,5
|
39,4
|
56,5
|
60,6
|
Polonia
|
9,2
|
7,3
|
90,8
|
92,7
|
Ex
Yugoslavia |
21,6
|
15,0
|
78,4
|
85,0
|
Ex
URSS |
66,5
|
51,8
|
33,5
|
48,2
|
Resto
de Europa |
52,5
|
41,9
|
47,5
|
58,1 |
ASIA
|
81,2 |
76,5 |
18,8 |
23,5 |
Corea
del Sur |
92,5
|
92,4
|
7,5
|
7,6
|
China
|
95,9
|
95,4
|
4,1
|
4,6
|
Japón
|
62,7
|
54,00
|
37,3
|
46,0
|
Líbano
|
43,2
|
36,0
|
56,8
|
64,0
|
Siria
|
42,3
|
32,4
|
57,7
|
67,6
|
Taiwán
|
96,5
|
97,0
|
3,5
|
3,0
|
Resto
de Asia |
86,0
|
78,1
|
14,0
|
21,9
|
ÁFRICA
|
81,1 |
72,1 |
18,9 |
27,9 |
OCEANÍA
|
96,3 |
95,4 |
3,7 |
4,6 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Fuente: Elaboración
propia en base a datos del INDEC.
Nuevos Migrantes, Nuevas Roles
La
Tabla Nro 3 nos muestra la composición de la población extranjera por continente
y en forma desagregada.
Vemos
que mientras América en su totalidad, representaba el 40% de la inmigración, en
la actualidad llega casi al 70%; mientras que Europa pasó de más del 50% en 1980
a menos del 30% en 2001.
Por
otra parte se advierte un importante crecimiento relativo de la población
asiática, que duplica su participación en veinte años.
El
aporte de los otros continentes, si bien es mínimo, marca una nueva tendencia.
Vemos
entonces que Argentina continúa siendo atractiva para los pobladores de varios
países, en especial latinoamericanos.
Otro
grupo de gran crecimiento ha sido el boliviano que tiene indicadores
socio-económicos sumamente negativos respecto del resto de América Latina, y en
especial de la Argentina.
Tabla Nro 3. Origen de la Población Extranjera empadronada en la
Argentina - 1980 y 2001 - (en porcentajes)
1980 |
2001 |
TOTAL
POBLACIÓN EXTRANJERA |
100 |
100 |
América
|
40,56 |
67,96 |
Bolivia
|
6,21
|
15,24
|
Brasil
|
2,25
|
2,27
|
Chile
|
11,33
|
13,9
|
EEUU
|
0,51
|
--------
|
Paraguay
|
13,81
|
21,22
|
Uruguay
|
6,00
|
7,67
|
Perú
|
0,45
|
5,76
|
Europa
|
53.89 |
28,22 |
Alemania
|
1,28
|
0,68
|
|
Austria
|
0,48
|
-------
|
|
España
|
19,65
|
8,77
|
|
Francia
|
0,51
|
0,43
|
|
Italia
|
25,66
|
14,15
|
|
Polonia
|
3,02
|
0,89
|
|
Portugal
|
1,09
|
0,89
|
|
URSS
|
1,00
|
0,27
|
|
Yugoslavia
|
1,20
|
0,21
|
|
Asia
|
0,90 |
1,94 |
|
Corea
del Sur |
-------
|
0,54
|
|
China
|
--------
|
0,27
|
|
Japón
|
0,41
|
0,31
|
|
Líbano
|
-------
|
0,11
|
|
Siria
|
0,49
|
0,15
|
|
Taiwan
|
--------
|
0,23
|
|
África
|
-------- |
0,12 |
|
Oceanía
|
------- |
0,05 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Fuente:
Elaboración propia en base a datos del INDEC.
Los
paraguayos
La
población paraguaya constituye la colectividad más numerosa de la Argentina,
llegando a ser en 2001 el 21,22% del total. El 58,6% reside en el Gran Buenos
Aires, el 14,5% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 7,7% en la provincia
de Misiones, el 7,3% en el resto de la provincia de Buenos Aires, el 6,4% en
Formosa, el 1,4% en el Chaco y un 1,3% en Santa Fe. Sin duda, la gran ciudad y
la proximidad geográfica constituyen los principales atractivos. Piénsese que el
Nordeste de Argentina forma parte de una misma cultura en la cual comparten,
entre otras cosas, la lengua guaraní.
“…
los paraguayos que están viviendo en la Argentina constituyen un grupo social
decidido a quedarse definitivamente y no una inmigración transitoria. Como es
lógico, las causas fundamentales por las cuales han venido al país son
económicas y laborales. En este sentido, cabe destacar que trabajan
fundamentalmente en la informalidad o en negro, ya que sólo 1 de cada 4 tiene su
relación laboral regida por un contrato de trabajo —promedio que es muy superior
al de los argentinos—, siendo las ocupaciones predominantes el empleo doméstico,
la construcción y el comercio. El alto porcentaje de trabajo en negro explica
por qué 7 de cada 10 cuando tienen problemas de salud se atienden en el hospital
público. Pese a la informalidad, el grado de estabilidad laboral es bastante
alto, ya que la mitad ha estado trabajando sin interrupciones durante los tres
meses previos a ser interrogados. El nivel salarial tiende a ser bajo —lo que en
general sucede en nuestro país con todos los trabajadores informales—. Pese a
ello, 6 de cada 10 manifiestan tener una buena relación con sus empleadores y
algo más de la mitad considera que su trabajo es bueno o muy bueno. En cuanto a
la colectividad en sí misma, muestra un grado de cohesión importante. Tres de
cada cuatro suelen reunirse con residentes paraguayos en el país, siendo la
diversión y el esparcimiento la causa principal de estos encuentros; la mitad
participa en festividades de la colectividad, aunque sólo 1 de cada 5 pertenece
formalmente a asociaciones de residentes paraguayos y 3 de cada 4 escuchan o
leen medios de comunicación de la colectividad. A ello se agrega que 4 de cada 5
consideran que existe solidaridad entre los paraguayos residentes en nuestro
país y que 3 de cada 10 remiten dinero periódicamente a su familia residente en
el Paraguay. En cuanto a su relación con los argentinos, la autopercepción de
los paraguayos en nuestro país puede sintetizarse en que sienten discriminación
pero no agresión. Es así como 3 de cada 4 consideran que el trato recibido de
los argentinos ha sido bueno o muy bueno, siendo los ámbitos donde fueron mejor
tratados el hospital, la escuela y los vecinos, y los peores, las autoridades y
la Policía. Los mayores problemas que han enfrentado en la Argentina han sido la
falta de trabajo y la inseguridad, lo que es común al promedio de la sociedad
argentina. El 55% piensa que en la Argentina se respetan los derechos de los
extranjeros, sin embargo el 36% ha vivido alguna situación de discriminación,
siendo la calle y el trabajo los ámbitos donde más la han sufrido. El 60% de los
paraguayos residentes en nuestro país piensa que la sociedad argentina
discrimina y la mitad de ellos —casi un tercio del total— afirma que lo hace
mucho. En lo que hace al grado de satisfacción que tienen en nuestro país, cabe
destacar que el 54% se siente feliz, con deseos de quedarse y progresar,
mientras que el 46% se siente preocupado, con deseos de regresar a su país,
triste y rechazado. (…) Pese a ello, 6 de cada 10 considera que su situación en
la Argentina es mejor que la que vivían en su país de origen.“ (Fraga, 2001)
En las
obras en construcción ocupan algunos lugares semejantes a los de los italianos,
pero con menor calificación.
Los
bolivianos
Esta
comunidad ha aumentado sustancialmente su participación porcentual en el total
de inmigrantes entre 1980 (6,21%) y 2001, llegando al 15,24%. El 29,9% reside en
el Gran Buenos Aires, el 21,3% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 12,3%
en la provincia de Misiones, el 9,9% en la provincia de Salta, el 8,3% en el
resto de la provincia de Buenos Aires, el 8,0% en Mendoza, el 2,9% en Córdoba,
el 1% en Tucumán y un 1,0% más en Santa Fe.
“(…) la
inmigración boliviana tiene un arraigo importante en el país. (,,,) casi la
mitad piensa quedarse definitivamente. También se destaca que seis de cada diez
bolivianos residentes en la Argentina mayores de 18 años tienen niños que
actualmente concurren a la escuela. La búsqueda de trabajo es la principal causa
por la cual alegan haber venido a vivir a la Argentina; se destaca que el 40%
está enviando periódicamente dinero a su familia residente en Bolivia. En cuanto
a la inserción laboral, sólo el 25% está trabajando con contrato de trabajo,
mientras que dicho porcentaje alcanza al 57% entre la población argentina. Es
así como tres de cada cuatro bolivianos que están en el país trabajan en negro;
de ello deriva que el 80% se atiende en el hospital público. (…) De acuerdo al
tipo de tarea que realizan, el 25% trabaja como empleado, el 21% como obrero de
la construcción, el 15% en la venta de frutas y el 13% en el servicio doméstico.
Respecto a la ilegalidad de su permanencia en el país, el 63% sostiene que ha
obtenido su documento de extranjero, con lo cual sólo un tercio de los
bolivianos residentes en el país no tendría regularizada su situación. (…) El
30% reconoce que hay grupos de bolivianos que se dedican a la delincuencia, pero
sólo el 12% piensa que éstos son muchos. Paralelamente, la inseguridad aparece
como un problema fundamental que afecta a los residentes bolivianos ya que para
el 31% es la primera demanda, para el 30% lo son las limitaciones económicas y
para el 20% es la violencia, respuesta muy vinculada a la inseguridad. Ante la
pregunta de cuál es la principal dificultad que debió enfrentar en la Argentina,
el 30% dijo que la falta de trabajo y el 28% la inseguridad. A ello se agrega
que el 65% manifiesta no sentirse protegido ni seguro. Es así como los
inmigrantes bolivianos son más víctimas que protagonistas de la delincuencia. En
lo que hace al grado de integración que presenta en su seno esta colectividad en
la Argentina podemos decir que es bastante alto. Así lo confirma el hecho de que
el 85% suele reunirse con otros residentes bolivianos, el 47% participa en
festividades nacionales, el 69% lee o escucha medios de comunicación de la
colectividad boliviana y el 70% considera que existe solidaridad entre ellos. En
lo que hace a la relación con los argentinos, las respuestas pueden parecer
contradictorias. Por un lado, el 52% responde que ha recibido un trabajo muy
bueno o bueno de ellos y sólo el 6% da cuenta de que el trato que le dieron ha
sido malo. Pero paralelamente, el 57% manifiesta que ha vivido alguna situación
de discriminación, la que en la mayoría de los casos no ha sido en forma
violenta, sino en el trato diario.” (Fraga, 2000).
Las
mujeres bolivianas venden verduras, rol que anteriormente le correspondía a los
italianos.
Los italianos
Pese a
no contar con aportes actuales, este grupo aún se encuentra en el tercer lugar
del total de los inmigrantes, llegando en 2001 al 14,15%. Aunque de edad
avanzada, su presencia es destacada constituyendo la base de la conformación
socio-cultural de la clase media argentina.
El
53,9% radica en el Gran Buenos Aires, el 15,9% en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, el 14,8% en el resto de la provincia de Buenos Aires, el 5,8% en Santa
Fe, el 3,4% en Córdoba, el 2,5% en Mendoza y un 1,0% en Río Negro.
Fueron
diversas la causas de emigración del pueblo italiano hacia nuestro país. Entre
ellas podemos encontrar:
La
débil capacidad de adaptación de la economía italiana a la revolución
industrial;
La
presión demográfica. Las familias que basaban sus ingresos en la producción
agraria crecen sin encontrar nuevos territorios para sus cultivos;
Las
penurias monetarias surgidas a partir de las altas tasas impositivas y la usura.
Era necesario que parte de la familia emigrara para conseguir ganancias externas
que permitieran superar dichas penurias;
La
compleja adaptación de los artesanos al proceso industrial. Ante la
imposibilidad de competir con la industria, emigran para mantener su forma de
producción en países aún no desarrollados que valorasen su "arte". Muchos de
nuestros abuelos fueron zapateros, sastres, trabajadores del cuero, que eran
superados por la producción industrial;
La
atracción de diversos puntos del planeta que necesitaban de mano de obra para su
crecimiento extensivo, dado que contaban con grandes territorios desocupados.
Puntualmente en nuestro caso, los agricultores italianos encontraron tierras
para seguir trabajando dentro de su rubro sin sufrir la reconversión que se
produjo en su país;
La 1era
y 2da guerra mundial, y las consecuencias económicas durísimas en las que
quedaron los países de Europa después de las mismas.
Las
principales categorías ocupacionales fueron: agricultores, jornaleros,
artesanos, comerciantes, profesionales liberales, varios y sin profesión. Al
llegar a la Argentina, muchos de ellos se dedicaron a la construcción en todos
los rubros. Dentro del ámbito peri-urbano tuvieron chacras y vendían frutas y
verduras en las ciudades. Incorporaron las pastas a la dieta y generaron cambios
en el lenguaje, en las artes y en las costumbres.
"La
avalancha migratoria procedente del sur de Europa
constituyó sin dudas el mayor contingente humano ingresado en el país
entre mediados del siglo XIX y la primera parte del XX; en este contexto, su
aporte representó casi el ochenta por ciento del total de los inmigrantes
arribados. Si bien los italianos ocuparon el primer lugar por cantidad e impacto
en la economía, en la sociedad y en la cultura argentinas, no estaban solos en la
aventura transatlántica" (Álvarez y Pinotti, 2000).
Los
chilenos
Su
participación porcentual ha sufrido un leve aumento, caracterizándose por tener
una localización fundamentalmente patagónica, ya que los mayores aportes
proceden del sur del vecino país.
El
18,7% se radica en la provincia de Río Negro, el 12,2% en el Gran Buenos Aires,
el 13,5% en Neuquén, el 11,9% en el resto de la provincia de Buenos Aires, el
9,7% en Santa Cruz, el 9,5% en Chubut, el 9,0 en Mendoza, el 4,5% en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, el 4,2% en Tierra del Fuego, 1,4% en Córdoba, 1,2% en
San Juan y un 1,0% en San Luis.
En la
Patagonia desarrollan todo tipo de actividades, ya sea comerciales como esquila,
tala de bosques, pesca, minería, maestranza, industriales, construcción, etc. En
las grandes ciudades de las demás regiones ocupan puestos industriales y de
servicios varios.
El tipo
de cambio relativo entre un país y otro genera aumento o disminución del número
de inmigrantes aunque siempre ha estado entre los primeros lugares.
Los
españoles
A pesar
de su marcada disminución, representan el 28,22% del total de los extranjeros,
siendo en un elevado número mayores de 65 años.
El
41,1% se ha localizado en el Gran Buenos Aires, el 29,4% en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, el 11,8% en el resto de la provincia de Buenos Aires, el 4,0%
en Mendoza, el 3,3% en Santa Fe, el 3,0% en Córdoba, el 1,3% en San Juan y un
1,0% en Río Negro.
El
origen de los residentes en la Capital Federal y Gran Buenos Aires era de
Galicia (65%), de Asturias (10%), de León-Castilla (4%), de Cataluña (4%), de
Madrid (3%) y el resto de las demás regiones. Es significativo que la mayor
parte de los españoles residentes en la Capital Federal y alrededores habiten en
casas (65%) y el resto en departamentos. A causa de la crisis que padeció la
Argentina en algún tiempo aumentó la cantidad de españoles que retornan a
España, por estimar que allí tendrán un porvenir más halagüeño. Está demás decir
que entre los que retornan figuran preferentemente los más jóvenes. La
colectividad española fundó desde sus inicios, hacia fines del siglo pasado,
instituciones que sirvieron, entre otras cosas, para integrarse en el país,
social, económica y políticamente.
Los
uruguayos
Representan
el 7,67% de los inmigrantes. El 47,3% reside en el Gran Buenos Aires, el 29,4%
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 11,9% en el resto de la provincia de
Buenos Aires, el 3,4% en Entre Ríos, el 1,9% en Santa Fe y un 1,6% en Córdoba.
Entre las causas de la emigración podemos destacar la incapacidad
estructural de generar el volumen de ocupación en cantidad y calidad demandado
por la población, lo cual generó presiones expulsoras. Eligen la Argentina por
la buena inserción a que en nuestro país pueden acceder, la cercanía y la
similitud de características socio-culturales.
Muchos de ellos se dedican a la actividad gastronómica o bien a la
portería de edificios, tomando el lugar de la colectividad española.
Los peruanos
Es el
grupo que más aumentó su participación relativa en los últimos veinte años,
llegando en la actualidad al 5,76% del total de extranjeros.
El
44,4% se asienta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 26,5% en el Gran
Buenos Aires, el 11,2% en el resto de la provincia de Buenos Aires, el 7,6% en
la provincia de Córdoba, el 3,6% en Mendoza, el 2,7% en Santa Fe y un 1,0% en
Tucumán.
Las
estrategias culturales utilizadas por los peruanos en el exterior pueden ser
ilimitadas, más aún cuando la variedad regional se extiende a múltiples gamas y
el inmigrante cuenta con el lujo de poder elegir. Esta diversidad exige una
demanda transitoria que no la impida caducar ni traicionar sus parámetros
originales. Si bien es cierto que su constante exposición incluye adecuarse a
las normas del contexto vigente, su ejecución siempre contiene un significado
importante entre quienes la construyen.
“(…)
podemos observar dos tipos de estrategias que se utilizan en las negociaciones
culturales entre los peruanos y la sociedad mayor. Una a través de las danzas y
otra con la religión. Notamos que la Marinera Norteña ha dejado de ser insignia
regional para transformarse en parte elemental de la identidad peruana
constituyéndose, sin lugar a dudas, en danza nacional. Durante el torneo, al que
asistieron más de un millar de peruanos, se presentaron más de 40 parejas.
Varias categorías contaban con peruanos y argentinos. Cada uno imponiendo un
estilo, un ritmo, una identidad en el baile. (…) La procesión reconstruye
identidades nacionales, sobre todo cuando la religiosidad es una situación
fuertemente vivida como es el caso del Perú. El inmigrante toma esta actividad
como parte suya sin ser, en muchos casos, él mismo un fiel creyente. Así,
podemos observar cómo el peruano utiliza sus herramientas comunicacionales -a
través del canto, del rezo, de la caminata o de la sola presencia- para
fortalecer su identidad. Durante el concurso de marinera ocurren situaciones
similares. Familias enteras acuden al evento. Muchas de ellas tienen hijos
nacidos en la Argentina y una buena manera de mostrar sus raíces es participando
en el torneo como concursantes o como parte del público. Esta situación es
también un momento importante para poder contactarse con otros peruanos, saber
qué ocurre en el país a través de charlas y cuáles serán las próximas
actividades que se realizarán en la colectividad. En ambos casos, la Procesión
Infantil y el Concurso de Marinera, hay una acción que se repite: la venta
ambulatoria. Esta actividad marginal opera como parte elemental en la conexión
con el país. La venta y el consumo de alimentos en plena vía pública rompe con
las normas sociales vigentes pero fortalece el enlace con el país. Si bien es
cierto que no es bien vista por las autoridades, su existencia forma parte de
una serie de medidas impulsadas por los marginales que no encuentran otra manera
de sobrevivir. Así, hoy en día, la venta ambulatoria de comidas funciona como
parte de nuestra reconstrucción cultural en el exterior. A pesar de haber muchos
restaurantes peruanos alrededor, y que los precios no se diferencien, surge una
necesidad de transportarse al clima anterior, es decir, al Perú mismo, y el
consumo de comidas es una forma de hacerlo. Por tal motivo, desde el exterior,
muchos peruanos que antes no acudían a la procesión, hoy lo hacen. Muchos
peruanos que no se sentían atraídos por la marinera, hoy sí se sienten. Muchos
peruanos que no consumían comida en plena vía pública, hoy lo pueden hacer,
porque sienten la necesidad de volver al ambiente previo a su partida, porque
saben que al día siguiente muchos irán a sus oficinas o a sus aulas y la
situación de sentirse extranjero no cambiará. En este sentido, como afirma la
antropóloga argentina Adriana Archenti, para la identificación de un grupo como
tal es necesaria la presencia de otro grupo con características diferentes. Es
en dicha desigualdad en donde surgen los lazos en común que permiten componer a
un grupo. En el caso del concurso de marinera, hubo presentaciones previas de
otras danzas peruanas y argentinas. La inclusión de éstas últimas surge como
consecuencia de un proceso de adaptación y respeto a las normas del nuevo
contexto, es decir, la sociedad mayor.” (Macchiavello Lizárraga, 2007).
Han
tomado el lugar de diferentes colectividades como españoles, sirios, libaneses
que se dedicaban a una gran diversidad de actividades comerciales y servicios.
Los
brasileros
Inmigración
que no ha sufrido modificación porcentual en los últimos veinte años, asciende
al 2,27% del total.
El
44,2% se concentra en la provincia de Misiones, el 16,1% en el Gran Buenos
Aires, el 15,8% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 6,7% en el resto de la
provincia de Buenos Aires, el 3,5% en la provincia de Corrientes, el 3,1% en
Santa Fe, el 3,0% en Córdoba, el 1,6% en Mendoza y un 1,1% en Entre Ríos.
Originariamente
llegaron a la provincia de Misiones brasileros de origen alemán que se dedicaban
a tareas agrícolas. Posteriormente lo hicieron los demás miembros de la
colectividad ampliando el espectro de actividades a desarrollar.
Actualmente,
los que se localizan en el Área Metropolitana de Buenos Aires se dedican,
fundamentalmente, al sector de servicios.
La
mayor parte de ellos procede de Sao Paulo y Río de Janeiro, siguiéndole en
importancia los procedentes del sur. Desde el Nordeste es escasa la cantidad que
llega a la Argentina, prevaleciendo los oriundos de Bahía.
Los
asiáticos
Dentro
de este grupo, los que tienen mayor relevancia en la actualidad son los
surcoreanos, teniendo un fuerte crecimiento la comunidad china.
Estos
inmigrantes se localizan en su mayoría en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en
un porcentaje del 58,7, siguiéndole en importancia el Gran Buenos Aires con el
16,0%, el resto de la provincia de Buenos Aires con el 7,8%, Córdoba con el
3,8%, Santa Fe con el 2,7%, Mendoza, Tucumán y Misiones con el 1,5% cada una y
Salta con el 1,1%.
La
mayor parte de ellos se dedica al comercio o a la producción textil. Suelen
trabajar familias enteras, por lo que los sueldos que tienen que pagar se
reducen a la mínima expresión, contratando a la vez, a otros inmigrantes en
forma ilegal. Es el caso de los bolivianos que trabajan casi en condiciones de
esclavitud en talleres textiles regenteados por surcoreanos.
Muchos
de ellos han tomado el lugar de las colectividades judía y árabe, en especial en
la actividad textil; y otros han reemplazado el característico almacén del
español, por el supermercadito del barrio.
El
impacto a nivel regional
Sin
duda, el distrito con mayor cosmopolitismo lo constituye la Ciudad de Buenos
Aires, no sólo por el alto porcentaje de extranjeros (11,1%), sino por la
diversidad de colectividades que residen en ella, calculándose más de treinta y
cinco.
De
todos modos, teniendo una larga historia de ciudad europea, no sólo por la
presencia de una más elevada participación de inmigrantes sino por la impronta
social y cultural que ha heredado, se ve transformada por el alto incremento de
la población latinoamericana.
Del
porcentaje de extranjeros mencionado, 1,8% corresponde a la comunidad boliviana,
1,7% a la paraguaya, 1,4% a la peruana, 1,2% a la uruguaya y tan sólo 1,4% a la
española y 1,2% a la italiana. Es decir que en la actualidad, más de la mitad de
la población extranjera de la Ciudad de Buenos Aires es latinoamericana.
Esto ha
traído aparejado un gran cambio en la composición social y en las pautas
culturales de una población mayor que la propiamente foránea.
La
convivencia como el compartir actividades y eventos con otras comunidades ha
generado sentimientos extremos, tanto de sincera aceptación y placer como de
profunda xenofobia.
No sólo
se han extendido los restoranes y comercios que venden productos de las diversas
comunidades, sino que muchos de los productos han sido incorporados en las
estanterías de comercios atendidos por los propios argentinos.
La
participación en festivales y en oficios religiosos, han afirmado las relaciones
entre las diferentes culturas, y han contribuido a la mixtura de los
matrimonios.
No
obstante, si bien se puede afirmar que en términos generales no se presentan
agresiones físicas, un elevado número de la población siente desprecio y ejerce
discriminación en forma verbal o bien en los hechos hacia los inmigrantes
vecinos, lo que no ocurre con los de origen europeo.
El Gran
Buenos Aires presenta características similares aunque no idénticas. El total de
extranjeros representa el 5,5%, predominando los paraguayos (2,2%), y
siguiéndole en importancia los italianos (1,4%), que como ya dijimos en su
mayoría superan los 65 años. Esto nos muestra también que la incidencia de los
latinoamericanos, en edad activa, se manifiesta con más intensidad.
La
segunda región en cuanto a población extranjera se refiere es la Patagonia, pero
la particularidad consiste en la homogeneidad de los inmigrantes que son, en su
casi mayoría, de origen chileno.
Lo
mismo ocurre con otras provincias limítrofes como Jujuy (5,0%) y Salta (2,6%),
donde la casi totalidad de los extranjeros son de origen boliviano.
Formosa
es otro claro ejemplo, en la cual del 4,5% de inmigrantes, el 4,3% son del país
vecino: Paraguay.
Misiones
(4,6%), por su característica de limitar con dos países, cuenta con 2,6% de
paraguayos y 1,5% de brasileros.
Sin
embargo Mendoza (3,6%), mantiene la misma proporción de chilenos (1,2%) que de
bolivianos (1,2%).
Como se
ve, en todas las provincias mencionadas predomina población latinoamericana
limítrofe, desplazando en porcentajes a las antiguas colectividades que
contribuyeron al doblamiento del siglo XX.
Además
de italianos y españoles, en la Patagonia se asentaron alemanes, suizos y
galeses; mientras que en Misiones, lo hicieron también alemanes, polacos,
ucranianos, judíos, daneses y japoneses, constituyendo un verdadero crisol de
razas.
Pero a
pesar de la importancia que las mencionadas colectividades tuvieron en
diferentes partes del país, actualmente el número de inmigrantes
latinoamericanos las ha dejado en absoluta minoría.
Tabla
Nro 4. Porcentaje de la población extranjera sobre el total de población
provincial. 2001
Provincia de residencia habitual
|
POBLACIÓN TOTAL |
PORCENTAJE DE EXTRANJEROS |
Total
|
36.239.635 |
100,0 |
4,2 |
Ciudad
Autónoma de Buenos Aires |
2.832.130 |
100,0 |
11,1
|
Buenos
Aires |
13.768.893 |
100,0 |
5,5
|
24
partidos |
8.619.453 |
100,0 |
6,9
|
Resto
|
5.149.440 |
100,0 |
3,1
|
Catamarca
|
334.169 |
100,0 |
0,4
|
Córdoba
|
3.058.527 |
100,0 |
1,3
|
Corrientes
|
930.048 |
100,0 |
0,7
|
Chaco
|
985.749 |
100,0 |
0,8
|
Chubut
|
411.397 |
100,0 |
6,5
|
Entre
Ríos |
1.153.807 |
100,0 |
0,7
|
Formosa
|
485.568 |
100,0 |
4,5
|
Jujuy
|
612.127 |
100,0 |
5,0
|
La
Pampa |
299.071 |
100,0 |
1,1
|
La
Rioja |
289.849 |
100,0 |
0,7
|
Mendoza
|
1.576.935 |
100,0 |
3,6
|
Misiones
|
964.214 |
100,0 |
4,6
|
Neuquén
|
472.916 |
100,0 |
7,1
|
Río
Negro |
550.777 |
100,0 |
8,7
|
Salta
|
1.077.228 |
100,0 |
2,6
|
San
Juan |
619.609 |
100,0 |
1,0
|
San
Luis |
367.195 |
100,0 |
1,3
|
Santa
Cruz |
196.141 |
100,0 |
11,8
|
Santa
Fé |
3.003.041 |
100,0 |
1,2
|
Santiago
del Estero |
803.700 |
100,0 |
0,3
|
Tucumán
|
1.338.921 |
100,0 |
0,6
|
Tierra
del Fuego |
100.627 |
100,0 |
11,0
|
Sin
especificar |
6.996 |
100,0 |
3,6
|
Fuente:
INDEC.
Conclusiones
Para
poder comprender los fenómenos que ocurren en un país o región, es preciso tomar
en cuenta los acontecimientos del sistema político-económico mundial.
En el
caso específico de las migraciones, siguiendo el esquema de Everett Lee, a
través del cual se analizan las condiciones del origen, del destino y del
traslado, podemos comprender el porqué de los cambios acaecidos en la Argentina
en el último cuarto de siglo.
Y en
ese contexto debemos tomar en cuenta tanto las crisis que ha sufrido nuestro
país, como las mutaciones en las áreas que otrora fueran expulsoras de
población, como el caso de Europa Occidental y Japón.
Por
otra parte, la situación política y económica de Argentina en el contexto
latinoamericano, amén de las ventajas de cercanía y movilidad, la siguen
haciendo muy atractiva para los países vecinos y el Perú, que ha soportado una
marcada disminución en su calidad de vida.
En
cuanto a la presencia de una corriente inmigratoria latinoamericana más
acentuada, sumado a la paralización del ingreso de europeos, impactará tanto en
los modos de vida de la sociedad como en el espacio geográfico de destino.
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Ponencia presentada en las X Jornadas Cuyanas
La geografía frente a la necesidad de
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