Hasta tal punto llegan los problemas que varias gestoras especializadas en
esta estrategia han cerrado sus fondos -es decir, no aceptan dinero de nuevos
inversores- porque no encuentran en qué invertirlo.
Este fenómeno es tremendamente llamativo porque sólo se ha dado en dos
ocasiones en los tiempos modernos: 1998 y 2000. En el primer caso, el Ibex cayó
el 37,5% en tres meses; en el segundo, comenzó una tendencia bajista de tres
años en la que el índice se dejó el 59%.
“Cuando los gestores que más entienden de valoración encuentran que no hay
ningún sector barato en el mercado –en toda subida suele haber sectores y
valores que se quedan rezagados-, es que hay un problema”, explican fuentes de
una gestora española especializada en esta filosofía. Y añaden: “No aceptar
nuevo dinero es una medida muy radical, porque las gestoras siempre quieren
captar patrimonio. Si la han tomado es porque no se ven capaces de obtener
rendimiento”.
En una gran gestora internacional también sesgada hacia el value
insisten en que “los administradores consideran que no es justo para los
partícipes tradicionales de estos fondos entrar en inversiones que implican
elevar el nivel de riesgo respecto al que tenían hasta ahora”.
Los grandes dan la voz de alarma
Como siempre, el primero en alertar de la sobrevaloración del mercado y de la
falta de oportunidades fue Warren Buffett hace ya más de un
año. No obstante, el Oráculo de Omaha quizá no sea demasiado fiable por
su tendencia a anticiparse demasiado al mercado: dijo lo mismo en 1998 y se
perdió toda la subida tecnológica de 1999 y 2000.
Ahora, en cambio, los presagios de Buffet vienen avalados por otros nombres
importantes en el mundo de la inversión value. A la cabeza se sitúa
Tweedy Browne, una firma poco conocida en España pero
considerada el referente mundial de este tipo de fondos. El último informe de
estrategia de esta gestora no puede ser más contundente: “Cuando se juntan unos
precios excesivos con previsiones de tipos de interés más altos, subidas de la
inflación, precios récord del petróleo y burbujas en numerosas clases de
activos, los mercados tarde o temprano tienen que rendirse”.
“Los inversores han sido recompensados continuamente por asumir más y más
riesgo en sus carteras, pero esto no puede durar para siempre y la reversión a
la media es una fuerza poderosa. Lo que nadie sabe es cuándo ocurrirá esa
reversión”, explica. Por eso, Tweedy Browne lleva meses reduciendo sus
posiciones en bolsa, lo que ha elevado su liquidez hasta el 15% de su cartera y
les ha forzado a cerrar sus fondos a nuevos
inversores.