Buenos días.
Ayer leí en Morningstar el comentario "Los planes
ya tienen estrellas" (se adjunta más abajo). Digo yo... supone eso que
pronto tendremos un buscador de planes como el de fondos. De esa forma
podríamos saber las comisiones que aplican de una forma más clara... ¿Por qué no
se desea que haya información fresca?
Saludos.
Rafa
"Los planes ya tienen
estrellas"
Para elegir el
mejor plan de pensiones no basta con mirar su rentabilidad. También hay que
tener en cuenta su riesgo y sus comisiones. Esto es precisamente lo que hace el
nuevo Rating Morningstar de planes de pensiones. Aunque no es un indicador de
rentabilidad futura, sí que puede ser un buen punto de partida para comparar
planes de una misma categoría.
¿Elegir los más rentables?
Hemos
insistido muchas veces que para elegir un buen plan de pensiones, primero hay
que tener muy claro cuál es nuestro plazo de inversión. De ello dependerá la
elección del tipo de plan que más se adapte a nuestra situación. Podrá ser, por
ejemplo, un plan de renta fija a muy corto plazo si nos quedan pocos años para
jubilarnos o, por el contrario, un plan de renta variable si tenemos un
horizonte de largo plazo antes de poder recuperar nuestra inversión.
Una
vez definida la categoría de planes que más nos interesa, queda por decidir qué
plan de pensiones contratar. Intuitivamente tenemos tendencia a elegir los
planes más rentables dentro de la categoría elegida. Por supuesto, en teoría, es
mejor elegir un producto que ha conseguido buenos resultados en el pasado que no
uno que ha obtenido resultados muy pobres, ya que se supone que si el gestor lo
ha hecho bien en el pasado, también lo hará bien en el futuro.
Pero
considerar únicamente la rentabilidad de un plan (aunque sea a largo plazo) como
criterio único de elección sería un error. Además de la rentabilidad, hay que
tener en cuenta el riesgo (a misma rentabilidad es preferible un plan que
presenta menos riesgos, es decir que registre menos fluctuaciones en sus
rentabilidades). Un plan puede haber conseguido una rentabilidad muy por encima
de la media en un determinado periodo pero a costa de una mayor volatilidad.
Luego, dentro de una misma categoría, como por ejemplo la de los planes de renta
variable, coexisten fondos con unas características muy dispares, para los que
el análisis del dato de rentabilidad sin más aporta poco.
El Rating Morningstar de planes de
pensiones
La dificultad para el pequeño inversor es
precisamente analizar su plan en términos de rentabilidad y riesgo. Es
relativamente fácil obtener información sobre los resultados conseguidos por un
determinado plan, incluso compararlos con los del resto de planes de su
categoría. Pero, ¿qué hay del riesgo? Hay que admitir que el inversor particular
no tiene nada de información sobre ello.
De ahí, el interés de poder
contar con el rating Morningstar de planes de pensiones (basado en la misma
metodología que la utilizada para calcular el rating de los fondos de
inversión). El Rating Morningstar es un rating exclusivamente cuantitativo, es
decir se basa únicamente en cálculos de rentabilidad y riesgo pasados (más
concretamente, los cálculos se efectúan cada mes y se basan en los datos
mensuales de los últimos tres años). En la asignación de las estrellas no
interviene ningún factor subjetivo o cualitativo.
Teniendo en cuenta
todos los criterios de rentabilidad y riesgo, Morningstar atribuye un
determinado número de estrellas a cada plan. - el 10% de los mejores planes
dentro de una determinada categoría reciben cinco estrellas - el 22,5%
siguiente, cuatro estrellas - el 35% siguiente, tres estrellas - el 22,5%
siguiente, dos estrellas - y el 10% de los peores planes, sólo una estrella.
Criterios para tener un
rating
Ahora bien, hay casos en los que un determinado
plan de pensiones no tiene rating. ¿Cuáles son esos casos? En primer lugar,
puede que el plan en cuestión sea de reciente creación. Hay que indicar que el
rating Morningstar se calcula únicamente para aquellos productos que tengan al
menos tres años de antigüedad y hayan mantenido en ese periodo la misma política
de inversión. Eso significa que si, en algún momento, un plan cambia de
categoría, pasando, por ejemplo, de renta variable a renta variable mixta,
pierde irremediablemente su rating y sólo lo recuperaría tres años más tarde.
En segundo lugar, los planes que tengan al menos tres años de antigüedad
reciben un rating siempre y cuando no pertenezcan a la categoría de Planes
garantizados. Esta categoría es la única para la que no se calcula rating. En
efecto, no tiene sentido calcular un rating para un plan de pensiones
garantizado ya que, en esta categoría, cada oferta puede ser muy distinta de las
demás. La rentabilidad y el riesgo mostrado por un determinado plan garantizado
no dependerán de la habilidad del gestor sino más bien de factores como el plazo
de garantía, el subyacente elegido o las comisiones cobradas.
Por
último, hay un tercer supuesto en el que un plan de pensiones puede no tener
rating a pesar de haber cumplido tres años de antigüedad y no pertenecer a la
categoría de planes garantizados. Es cuando la gestora no nos ha facilitado ni a
nosotros ni a Inverco (la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva)
información completa sobre la evolución del plan. Contrariamente a los fondos de
inversión, los planes de pensiones no tienen la obligación de calcular y
publicar diariamente un valor liquidativo.
Advertencias
Como siempre,
tenemos que advertir a los inversores que de la misma forma que la rentabilidad
pasada no garantiza la rentabilidad futura (el que un plan haya obtenido buenos
resultados en el pasado no significa que vaya seguir obteniéndolos en el
futuro), el Rating Morningstar tampoco es un indicador de buen comportamiento
futuro. Pero sí sirve como primera guía para comparar planes dentro de una misma
categoría.
Para terminar también es sumamente importante indicar que el
Rating Morningstar no debe ser el único criterio a tener en cuenta para elegir
un fondo de inversión. El análisis de la propia cartera del plan (si es un plan
de renta variable, convendrá saber si invierte en acciones españolas,
estadounidenses o japonesas; y si es un plan de renta fija si la cartera está
invertida en títulos a largo o a corto plazo así como su exposición a divisas) o
las comisiones son, por ejemplo, elementos fundamentales que deben apoyar la
elección. |