Es inútil que os fatiguéis para
hacerlos reflexionar: ¡Sus corazones son inquebrantables y sólidos como las
columnas del "candelabro de siete brazos"! Que nuestro lenguaje no os parezca
extraño. No seáis débiles y no busquéis de "tergiversar" sobre lo que ha sido
dicho, y escrito está, por el "GENIO SOLAR CRISTO". Nosotros, a quienes vosotros
llamáis "Los Alienígenas", conocemos al pastor, pero también conocemos a las
ovejas de su rebaño y nosotros sabemos distinguir las ovejas negras de las
ovejas blancas.
Es verdad que todas son ovejas de
este pastor, pero también es verdad que las unas no son las otras, y que las
otras no tienen el mismo cometido que las unas.
¡Todo está al servicio del Creador!
¡Judas también fue un discípulo de Jesucristo; Pedro también y lo traicionó tres
veces! "Hay el día y la noche, hay el odio y hay el amor". Esta dualidad, además
de ser una Ley, también es un medio determinante para volverse maestro de los
valores de la Consciencia Divina.
Todavía os decimos, nosotros a
quienes llamáis "Extraterrestres", que es perfectamente inútil intentar teñir de
negro el pelaje inocente de las ovejas al servicio del Señor; sobre este plano
las ovejas de pelaje negro no pueden hacer absolutamente nada. ¿No os hemos
dicho que hay el día y la noche, el odio y el amor? ¿Hasta qué punto sois
capaces de comprender que el día y la noche, el odio y el amor son instrumentos
"escondidos" en las manos del Señor?
¿Cómo podría cumplirse "la
Justicia Divina" por otros medios? ¿Sois todos justos sobre la Tierra? ¿Cómo
podríais comprender vosotros lo que es justo y lo que no lo es? ¡Sólo los justos
pueden ser sacrificados y éstos, queridos terrestres, son justamente "Las ovejas
blancas"!
Despertaos a la comprensión de
lo que ha sido dicho y escrito: "YO NO HE VENIDO A TRAEROS LA PAZ, SINO LA
DISCORDIA". ¿Por qué?... ¡Preguntádselo a las ovejas blancas, pues ellas lo
saben!
¡No cerquéis las llamas
de los justos para hacerlas flaquear! Nosotros, a quienes vosotros llamáis "Los
Marcianos", estamos a su lado para que tenga lugar lo que ha sido dicho y
escrito: "NI UN SOLO CABELLO DE SUS CABEZAS CAERÁ AL
SUELO".
Entonces, sed prudentes y bien
aconsejados, y mojad vuestra lengua con vinagre antes de que vuestras bocas
pronuncien sus nombres.
POR LOS HIJOS DE LA LLAMA