Estimado amigo/a:
Hace ya tiempo que me di un "paseo" por la red y conozco
en todos sus pormenores la obra fraudulenta de Rips y el ateo Drosnin. Y por si
no lo sabes tengo tres hijos que son Ingenieros de Informática de Sistemas y una
futura nuera Ingeniero de Informática de Gestión. Están más que hartos de
trabajar en programas informáticos y se han reído mucho de saber cuántos
incautos han caído en las propagandas de esos dos sujetos engordadas sobremanera
por las editoriales que hay detrás de sus libros y por multitud de ignorantes
exaltados. Para comprender la imbecilidad de este mundo sólo hay que mirar que
ese dichoso libro se convirtió en un best seller. Vivir para ver. Mas,
antes de entrar en el tema del "Código Secreto"que tanto parece apasionar a
algunos, os hablaré un poco de la Biblia y la Cábala, como una especie de
introducción.
El pueblo hebreo no destacó en la antigüedad por su interés en
las matemáticas. Pero, en la Biblia, se refleja un gran interés por los números
y su uso simbólico, en especial por el 7, que utiliza continuamente; mas sin
explicar su significado ni atribuir este interés a nada en particular. La
Kabbalah significa tradición e inicialmente denominaba todos los escritos
recibidos a excepción de la Torah (Ley o Pentateuco). En la Edad Media, empezó a
restringirse su uso, para referirse al conjunto de doctrinas secretas judías que
pretendían explicar el universo en base a una compleja filosofía teosófica que
se atribuía a los profetas o patriarcas. Aunque los cabalistas se apoyaban en
elementos tradicionales judíos, sus ideas no fueron aceptadas por todos.
Los libros fundamentales de la
cábala son el Zohar (s. XIII) y el Jezirah (s. IX); pero sus orígenes se
remontan al complejo interaccionar de filosofías místico-ocultistas que
estuvieron de moda al final del imperio romano y en especial en la famosa
Alejandría. Sin embargo, su apogeo fue en la Edad Media. En el Renacimiento su
influencia se extiende al cristianismo, pues muchos creyeron ver reflejadas en
la cábala verdades cristianas (la Trinidad, el Mesías, etc.), y algunos
cabalistas se convirtieron al cristianismo. El interés por estos estudios llegó
hasta los papas.
La lengua
hebrea
El hebreo, antigua lengua
semítica emparentada con el cananeo y fenicio, posee un alfabeto de 22
consonantes (las vocales no se escriben). Como en otras lenguas antiguas, cada
letra tiene un valor numérico. Hasta la Edad Media, el hebreo se escribió de
forma continua, sin separar palabras ni párrafos. Como otras lenguas antiguas,
tiene un reducido vocabulario (unas quinientas raíces y cinco mil palabras) y
una elevada polisemia (cada palabra puede tener múltiples significados). En un
texto así, es fundamental tener en cuenta siempre el contexto.
Tradiciones hermenéuticas y metodología
cabalista
La cábala está en conexión con
una particular forma de ver el texto bíblico, sin la cual, las metodologías
cabalísticas que se aplican a su estudio, no tendrían mucho sentido. Para la
cábala, la Biblia es un gran código misterioso en el que tan importante o más
que el mensaje es el texto mismo, las palabras, las letras, las formas de los
apéndices de las letras, etc. Por ello, el cabalista no puede simplemente leer
la Biblia, tiene que descodificarla, desentrañar sus ocultos misterios, mediante
una hermenéutica esotérica y de iniciados.
De aquí sólo hay un paso para la
concepción elitista de dos niveles de lectura bíblica, la superficial de la
gente corriente y la profunda de los iniciados como enseña el Zohar. De esta
forma, tenemos las dos ideas fundamentales para comprender la labor cabalista:
la Biblia es un gran código y ese código está oculto, desordenado y
entremezclado en el texto. Esto último refuerza más el carácter iniciático que
la idea de código produce por sí misma. La atención del cabalista no se limita a
leer el texto bíblico a un nivel más profundo, sino que lee otro texto que
está oculto dentro de la Biblia. Para ello, el cabalista utiliza varios
procedimientos: Gematria (cálculo del valor numérico de las palabras), Notaricon
(formación de acrósticos con letras iniciales o finales de las palabras de un
texto) y Temoura (cambio del orden de las letras de una palabra o descomposición
de ésta en otras nuevas).
Una de las cosas que llaman la
atención de esta forma de herméutica es que, a diferencia de la hermenéutica
usual, no se tiene en cuenta el contexto, ni de los textos, ni de los libros
bíblicos, ni de toda la Biblia. El contexto es despreciado completamente. En el
fondo, es el gran enemigo, pues remite a la lectura directa y ordenada del
texto. Pero el cabalista desprecia la estructura ordinaria de la Biblia, pues la
estructura "real" es la oculta. Así, el cabalista no es que no respete el
contexto, sino que lo destruye para buscar nuevos significados:
"Dijeron los sabios: -Cuando nació
Moisés toda la casa se llenó de luz. Está escrito: Vio que era bueno [Ex. 2:2];
y está escrito: Vio Dios que la luz era buena [Gén. 1:4]-. (6/81).
Los sabios intérpretes no tenían
muchos escrúpulos a la hora de manipular el texto bíblico y utilizaron métodos
como la Gematria para ajustarlo a sus propias ideas:
"[...]. Así, en Nm. 12:1 leemos que
Moisés estaba casado con una -mujer etíope- (en el original, -Cushith-),
Onquelos pone en lugar de esto, por -gematría-, las palabras -de bello aspecto-
siendo el valor numérico tanto de Cushith como -de bello aspecto- de 736. Con
esta sustitución se eliminó al mismo tiempo la idea objecionable de que Moisés
se hubiera casado con una etíope. [...]."
Filosofía cabalística
Los cabalistas crearon también
una filosofía que era una mezcolanza de ideas bíblicas y de la filosofía griega
de moda en el período medieval. En general, el esquema cabalista era panteísta y
emanantista. Todo procede de Dios por medio de emanaciones, de forma que Dios no
tenga un contacto directo con el mundo terrestre, pues esto profanaría su
perfección (es interesante observar las similitudes de esta cosmología con la
aristotélica tan popular en la Edad Media). En este proceso intervienen diez
"inteligencias" intermedias denominadas Sephiroth, que provienen jerárquicamente
una de otra desde el mismo Dios. En otros esquemas se daba gran importancia a
las 22 letras del alfabeto hebreo, que, con los Sephiroth, dan las 32 vías de la
Sabiduría.
La cábala degeneró en una religión
sincrética alejada de la doctrina bíblica contenida en la "lectura superficial"
de las Escrituras. No sorprende que, tras su auge inicial en la Edad Media,
acabara siendo apartada de la corriente principal del judaísmo, máxime en los
últimos siglos cuando no sólo su teología era sospechosa, sino que la cosmología
en la que se apoyaba fue arruinada por la ciencia moderna.
El interés de los cabalistas va más
allá de la descodificación del texto; para ellos la lengua, y en particular la
lengua hebrea, no es un medio de comunicación sin más. Si la Biblia era un
misterio lleno de profundos y ocultos significados, el
hebreo, también.
Todo esto no es sólo teórico, el
cabalista es eminentemente práctico y utiliza su conocimiento para actuar como
mago y obtener poder. Para ello adoptaron la idea central de la magia: hacer
algo "natural" en este mundo, para conseguir que algo "sobrenatural" se active
desde otro mundo hacia el nuestro. Así, el mago es el que conoce las secretas
"palancas" que en este mundo se pueden mover para forzar al mundo sobrenatural a
actuar a favor del mago en la Tierra (en la Biblia esto se llama "tentar" o
"poner a prueba a Dios", Mat. 4:5-7; Luc. 4:9-12; es algo, además de prohibido,
absurdo, pues Dios no puede ser controlado por los seres humanos):
"Según la Kábala, todo cuanto existe en la Tierra está formado
según el modelo del mundo de Arriba. -No existe ni el menor objeto en este bajo
mundo -dice Rabí Ytsjak- que carezca de equivalente en el mundo de Arriba por el
que es regido-. Igualmente, al poner en movimiento los objetos de aquí abajo, se
hacen mover las fuerzas de Arriba que los rigen."
La cábala "práctica" pretendía hacer
milagros: curaciones, exorcismos, etc., invocando el nombre de Dios o
escribiéndolo en amuletos. La más conocida, y también la más aterradora, leyenda
de magia cabalista es la del golem (figura de arcilla a la que con especiales
conjuros se daba vida). Finalmente, la cábala se usó para pronosticar el futuro
y la venida del Mesías.
Cabalismo informatizado o El código secreto de la Biblia de
Michael Drosnin
Desgraciadamente, la manía
cabalística no acabó en la Edad Media ni en el Renacimiento. Sigue viva hoy en
día. Ya vimos como el cabalismo se extendió tanto a judíos como a cristianos. Si
los cabalistas medievales buscaban un profundo saber en la cábala, en el
Renacimiento se puso de moda entre los cristianos para probar, precisamente
contra los judíos, la veracidad del mensaje cristiano. En los últimos siglos,
ante las críticas a la Biblia, el principal objetivo de muchos cultivadores de
estas ideas es apologético. Pretenden usar estos "descubrimientos" para
"demostrar", a los escépticos, la inspiración divina del texto bíblico. Esto no
deja de ser una perversión del primitivo sentido de la cábala. Es porque se
creía que el texto era sagrado y divinamente inspirado, por lo que se buscaba en
él un conocimiento superior, no al revés.
Y llegamos a la era de la informática.
Los ordenadores y la tecnología han revolucionado todo y los cabalistas se han
modernizado. Pero no han cambiado las pretensiones de grandeza; como antaño,
sueñan con adquirir influencia. El último episodio (de momento) de esta historia
tiene que ver con un libro titulado El código secreto de la Biblia, del
periodista estadounidense Michael Drosnin. El título lo dice todo; como la
antigua cábala, contiene las tres palabras fundamentales: "código", "secreto" y
"Biblia".
¿Cómo se llega a este código? Se
convierte el texto de la Ley en una hebra continua de 304.805 letras. Después se
indica al ordenador que busque nombres, palabras, etc. QUE NOSOTROS LE
PROPORCIONAMOS. El ordenador empieza la búsqueda por la primera letra y va
probando todas las posibilidades, formando palabras mediante saltos de 1, 2,
etc. caracteres. Después se repite la búsqueda empezando por la segunda letra, y
así hasta la última de las 304.805. Al encontrar una palabra clave formada por
la unión de letras con la mínima separación fija posible, el ordenador
reorganiza el texto de forma que esa palabra se pueda leer verticalmente y forma
una "matriz bidimensional" de letras, cuyas filas tienen como anchura la
distancia entre las letras que forman la palabra clave. A continuación se buscan
en los alrededores otras palabras relacionadas en cualquier ordenación posible
(vertical, horizontal, diagonal, etc.). Las combinaciones por este procedimiento
son exorbitantes, según uno de sus inventores, el matemático Rips:
"Diez o veinte billones como mínimo.
[...]."
En los años ochenta, el grupo del
físico Doron Witztum, con la participación del matemático Eliyahu Rips, se
decidió a estudiar esta idea con la ayuda de la estadística y la informática.
Para ello buscaron en el Génesis emparejamientos entre los nombres de una lista
de personajes judíos y sus fechas de nacimiento o muerte. Los sorprendentes y
exitosos resultados fueron publicados en la revista especializada Statistical
Science. Aunque Drosnin no lo menciona, no hay que perder de vista que los
principales protagonistas de esta historia, Doron Witztum, Eliyahu Rips y el que
Drosnin presenta como independiente, Harold Gans, están relacionados
(especialmente este último) con la organización religiosa judía Aish HaTorah,
que utiliza el "código de la Torah" como parte de su apologética. Los seguidores
de Witztum mantienen varias páginas en internet. Con este grupo, especialmente
con Rips, tuvo contacto, a principios de esta década, Drosnin, que se convirtió
en un entusiasta del "código de la Biblia".
Como
en la mejor tradición cabalística, no se trata sólo de buscar algún tipo de
sabiduría más o menos exotérica y misteriosa. Las aplicaciones "prácticas" están
a la vuelta de la esquina.
El libro empieza con la presentación de un caso sencillo y espectacular, una
matriz en la que el nombre de "Itzhak Rabin" en vertical está atravesado
horizontalmente por la expresión "asesino que asesinará". Esta figura aparece en
la portada del libro y es explicada con gran detalle en el interior (Fig. 1).
Después, y para apoyar la confianza en el "código de la Biblia", se presentan
matrices que contienen el anuncio de eventos internacionales recientes o
históricos.
Puesta esta base, Drosnin pasa a la
idea central del libro, a lo que es el objeto de su principal interés: el
anuncio del Armagedón. En la matriz donde se anuncia el asesinato de Rabin,
sobre "asesino que asesinará", se lee la expresión "todo su pueblo en guerra".
Posteriormente, Drosnin encuentra otras matrices donde se habla de "holocausto
de Israel" y la fecha del año judío 5756 (1995/6). Sin embargo, una sombra se
desliza ya desde la página 56, las letras que dan esa fecha, también significan
"¿lo cambiaréis?". ¿Es posible cambiar el futuro? En relación con este
interrogante, el libro se entrega a fantasiosas elucubraciones sobre las
posibilidades de manipular el tiempo y cosas similares, utilizando, como no
podía ser menos, las teorías de la física cuántica, relativista... El punto
culminante es el descubrimiento de una matriz donde ese inminente desastre se
asocia, para 1996, con un viaje del recientemente elegido nuevo presidente de
Israel, Netanyahu, en el que éste sería asesinado, cosa que luego no sucede,
pero que se oculta.
La "teología" de Drosnin
Algunos creyentes se hicieron
ilusiones desde un principio sobre este tema. Creían de forma triunfalista que
con esto las multitudes se iban a volcar hacia el cristianismo... (los que eran
judíos, hacia el judaísmo):
"Es un golpe mortal dado a la
crítica bíblica y al ateísmo. Esto podría conducir a millones de hombres a la
fe. Por eso es que hasta ahora difundimos estas cosas con prudencia. Preparamos
a la élite del país, para que a su vez ella prepare al pueblo para que acepten
psicológicamente las consecuencias que resultan de nuestros descubrimientos.
[...]." (Entrevista a un "portavoz de los científicos israelíes" identificado
como M. G. ).
La realidad no tiene nada que
ver con esto. Drosnin, el autor del libro más difundido sobre el tema, hace gala
de su escepticismo religioso. En lo único que cree ahora es en la existencia de
un fabuloso código en la Biblia, pero no tiene interés en el Dios de la Biblia.
Según Drosnin, Rips considera que Dios es la explicación de todo, pero él
prefiere otras razones. Por ejemplo, las especulaciones del científico Carl
Sagan sobre civilizaciones extraterrestres y la novela de Arthur C. Clarke, 2001
(de la que se hizo una famosa película), que presenta la aparición de un
misterioso monolito negro en los momentos críticos de la evolución humana.
Mezclando todo esto con el código de la Biblia, acaba en una especie de ufología
bíblica al sugerir que, "tras los -milagros- del Antiguo Testamento, se esconde
una tecnología avanzada.". También trae a colación que la Biblia sería una
especie de mensaje informático extraterrestre y que incluso las revelaciones a
Abraham o Moisés serían "encuentros cercanos".
Drosnin llega a afirmar que, por
contener el futuro, la Biblia-codificada (no la Biblia corriente) sería el Libro
de la Vida. Pero Drosnin va más lejos, enlazando con la referencia del libro de
Daniel a un libro sellado (capítulo 12), que también aparece en Apocalipsis
(capítulos 5 al 8), concluye que el libro sellado es también la propia Biblia
...:
"El código de la Biblia es el -libro
sellado- secreto."
Más adelante, en otra matriz, Drosnin
encuentra que cerca del texto de Daniel 12, donde se habla del "libro sellado",
aparece la fecha 1997...
Pero ¿a qué esta jugando Drosnin? El
Apocalipsis afirma claramente que el libro sellado será abierto por el Mesías,
por el Cordero, que es el único digno de ello (capítulos 5, 6, 8). ¿Quién se
cree este individuo? ¿Es Drosnin nuestro Mesías?
A la vista de
todos estos disparates, no debemos olvidar lo que la Torah enseña leyéndola al
derecho. Aquel "profeta" que enseñe otros dioses, incluso si anuncia prodigios y
se cumplen, no debe ser escuchado (Deu. 13:1-5). ¿Pero es que de verdad se
cumplen las profecías de Drosnin?
Una forma sencilla de descubrir
el engaño del "código de la Biblia": ¡hágalo Vd. mismo!
Son numerosas las objeciones que se
han hecho al "código de la Biblia", no sólo al presentado por Drosnin en su
libro, sino a la obra original del grupo de Witztum, entre ellas la ortografía y
la selección de personajes del experimento de Witztum. Pero también se ha
señalado que el texto hebreo del Antiguo Testamento (incluida la Torah) no es
tan exacto como se suele pretender. El profesor Menachem Cohen recuerda que
existen muchas variantes que, si bien suelen ser ortográficas y no afectan a la
comprensión del texto, sí afectan al número de letras y otras características
implicadas en estos experimentos.
Como veremos más adelante, diferentes
personas se han dedicado a contrastar las fantásticas afirmaciones de Drosnin (e
incluso las originales del grupo de Witztum). Esto ha dado lugar a un acalorado
debate, que puede seguirse especialmente por internet. Sin embargo, aquí vamos a
exponer una forma sencilla de examinar el "código de la Biblia", sin recurrir al
ordenador, ni al texto original completo, etc. Se trata de analizar hasta el
final, con un simple lápiz, las matrices de Drosnin. Su libro se abre con
la matriz que anuncia el asesinato de Rabin. Poco después, Drosnin encuentra la
predicción de la elección de Netanyahu como nuevo primer ministro.
Desgraciadamente, la matriz anunciaba también el asesinato de éste. Todo parecía
combinarse para indicar que, el 13 de septiembre de 1996, se desencadenaría una
guerra nuclear en Oriente Medio, que sería la chispa del fin del mundo. La
tensión va aumentando a lo largo del libro hasta que el clímax se produce cuando
Netanyahu anuncia un viaje a Amman, para entrevistarse con el rey Hussein de
Jordania. Revisando la matriz donde se hablaba de Netanyahu, Drosnin encuentra
la expresión "Julio a Amman":
"Una vez más, el código bíblico había
demostrado estar en lo cierto. Tres mil años antes había previsto que en julio
de 1996 Netanyahu iría a Amman". Si el código acertaba con ello, si se mostraba
preciso hasta en los más mínimos detalles, entonces era más que probable que
también acertara respecto al vaticinado -holocausto atómico-, el -holocausto de
Israel- y la -guerra mundial-. El peligro se perfilaba cada vez más.
Entonces, en el último momento, el viaje de Netanyahu sufrió un
aplazamiento inesperado. La noche antes de que el mandatario israelí saliera
para Amman, el rey Hussein había enfermado. El primer ministro no fue a Jordania
hasta el 5 de agosto.
¿Se había equivocado el código de la
Biblia? El -primer ministro Netanyahu- fue -a Amman-, tal como estaba anunciado
desde hacía tres mil años, pero no en -julio- como aseguraba el
código.
Fueron a ver a Eli Rips.
Le preguntaron si el código podía actuar como la física cuántica. Si era
así, no lograría precisar a la vez el qué y el cuándo. El principio de
incertidumbre lo formula claramente: cuanto más precisamente se mide el qué, con
menor precisión podrá medirse el cuándo. Ésa es la razón por la cual la mecánica
cuántica no predice uno sino muchos futuros posibles.
Rips no invocó el principio de
incertidumbre. En cambio, señaló la palabra que aparecía en el código de la
Biblia justo encima de -julio a Amman-. La palabra era
"-postergado-."
Drosnin domina con cierta habilidad la
técnica literaria. Introduce lentamente su exposición y, poco antes del final,
cuando se ha creado un clímax de intriga total, lanza el jarro de agua fría. El
asombrado lector apenas si se lo cree. Después de 150 páginas ¿es todo un
cuento? No, no tiene sentido. Así, Drosnin puede conseguir hacer tragar al
lector todo el resto de su fantástico código. Encontrada la palabra mágica
"postergado" (%%:), ahora resulta que esas tres consonantes hebreas interceptan
todas las profecías de muerte encontradas en la matriz que anunciaba el
asesinato de Netanyahu. La postergación del viaje de Netanyahu habría trastocado
el futuro y ya no se produjo el asesinato en agosto y tampoco la guerra mundial.
Para explicar este encadenamiento de causas, se recurre, como no, a la teoría
del caos y al "efecto mariposa"...
Astutamente, Drosnin ya había
introducido un principio de ambigüedad, mucho antes, deslizando la pregunta:
"¿lo cambiaréis?". Los ejemplos en este nuevo sentido "ambiguo" del código
bíblico se multiplican en las páginas finales del libro, que con tanta precisión
había comenzado. Así, el libro se cierra con una traca final, en medio de la
ambigüedad sobre el futuro próximo (primera década del tercer milenio), para el
que se anuncia el fin en una última matriz: en vertical "holocausto atómico", en
horizontal "en el fin de los días" y "código salvará".
A estas alturas no sorprenderá una
pregunta inocente ¿Hubiera rebuscado Drosnin en la matriz para localizar la
palabra "postergado" de haberse producido realmente el asesinato de Netanyahu?
Es difícil responder a esta pregunta; pero tal vez podamos responder a otra:
¿qué habría pasado de no ser asesinado Rabin?
Así, utilizando el mismo método de
Witztum usado por Drosnin (que podríamos bautizar aquí, un tanto barrocamente,
como lectura salteada multidireccional), se realiza una búsqueda
visual sobre la matriz de la portada que anunciaba la muerte de Rabin. Y..., en
efecto, allí también se halla la palabra "postergado" (%%:), al menos 11 veces
(¡tres de ellas atravesando el nombre del asesino, Amir!), lista para ser
esgrimida en caso de fallar la profecía (Fig. 1). Cayendo en la cuenta de cuán
fácil era revertir una profecía, se han revisado algunas otras
matrices. No es difícil encontrar la palabra "postergado" en otras matrices (la
que predecía la caída del comunismo ruso, la orden de Roosevelt de introducir a
los EE.UU. en la II Guerra Mundial, etc.).
Profundizando con curiosidad, uno se
da cuenta de que las matrices únicamente se ven como sopas de letras en las que
no sólo no percibimos a simple vista las palabras que pueden formarse, sino que
no podemos verlas nunca al no conocer el idioma. Para un lector corriente, sólo
se destacan de esas letras las que Drosnin ha marcado, y es como si el resto no
dijera nada. Pero, si en vertical y en diagonal es difícil encontrar algo
coherente, en horizontal tenemos el texto original de la Biblia, en el que todas
las líneas pueden leerse, en todas dice algo. Teniendo esto en cuenta, volvamos
a la matriz de la portada. En vertical puede leerse el nombre de
Itzhak Rabin y en horizontal "asesino que asesinará". ¿Qué pone a continuación?.
En horizontal tenemos un texto bíblico ¿Cuál? Drosnin, amablemente, nos lo
indica, es Deu. 4:42 :
"para que huya allí el homicida que mate a
su prójimo por accidente, sin haberle tenido previamente aversión. Al huir a
cualquiera de estas ciudades, podrá salvar su vida."
El contexto se refiere a la
institución por Moisés de tres ciudades de refugio, para que la persona que
hubiera matado a otra accidentalmente, pudiera huir y estar a salvo de la
venganza de los familiares de la víctima. Si seguimos leyendo a la izquierda de
"asesino que asesinará" (u "homicida que mate") encontramos "a su prójimo por
accidente, sin haberle tenido previamente aversión" (ver la traducción directa
de la Fig. 2). Dos cosas saltan aquí a la vista. Por una parte, la peculiar
traducción "asesino que asesinará" resulta claramente forzada. El texto no habla
de "asesinos", sino de personas corrientes que matan por accidente. Más aún,
este texto utiliza un lenguaje legal y por ello emplea una casuística de
relativo que se traduce correctamente en español por un subjuntivo: "que
mate" o "que matara" (Fig. 2), y no por un indicativo: "que matará" ("o que
asesinará"). En segundo lugar, el texto completo desmonta la interpretación de
Drosnin; porque está claro que el asesino de Rabin no lo mató "por accidente,
sin haberle tenido previamente aversión". Si Drosnin siguiera traduciendo el
texto, se vería el absurdo. Pero no lo hace y es como si las demás letras no
dijeran nada. Sin embargo, el resto de la matriz dice justo lo contrario que
Drosnin.
Está claro que una cosa es encontrar
objetivamente palabras aisladas y otra cosa es el contexto que se les impone,
que siempre es subjetivo. El propio Harold Gans da un claro ejemplo, encontrar
las palabras Jesús y Mesías juntas (¿qué cosa podría molestar más a un ortodoxo
judío?) no significa que Jesús es el Mesías, podría ser: Jesús pensará que es el
Mesías, o mucha gente creerá que Jesús es el Mesías, etc. De igual manera,
"Itzhak Rabin" y "Asesino que asesinará" puede significar: "Asesino que
asesinará a Itzhak Rabin" o "Itzhak Rabin será asesino que asesinará", entre
otras opciones. A la vista de todo esto, no es de extrañar que los propios
Witztum, Rips y Gans se hayan desmarcado públicamente del libro de Drosnin.
También sobre los falsos profetas el Deuteronomio se expresa con claridad (Deu.
18:21, 22)...
El código bíblico que aparece por todas
partes
De hecho, la idea divulgada por
Drosnin de que los matemáticos del mundo entero están de acuerdo con estas
ideas, es una burla grotesca. Destaca, en especial, el equipo de McKay (del
departamento de computación de la Universidad Nacional Australiana), que con el
matemático de Jerusalén Dror Bar-Natan, repitió el experimento de Witztum,
llegando a conclusiones opuestas (14/Report on new ELS tests of Torah, 20-V-97).
Desde entonces, se ha desencadenado una feroz controversia que puede seguirse en
internet.
Esta polémica se ha agudizado todavía más al
presentar el equipo de McKay fenómenos similares a los que el grupo de Witztum
ha señalado en la Torah, en el texto hebreo de la novela Guerra y Paz
(referencias mesiánicas a Jesús, rabíes famosos, etc.) y en el inglés de Moby
Dick (referencias a famosos asesinatos ¡incluyendo el anuncio del asesinato del
propio Drosnin!).
Pero hay más, el propio texto bíblico, cuando
se le aplica el método de Witztum, puede acabar diciendo cualquier cosa que
queramos, mandamientos para usar drogas, cometer incesto, etc., según el propio
Witztum, que afirma haber encontrado una matriz prediciendo ¡el asesinato de
Churchill !
Conclusiones
A la vista de toda esta triste
historia hay que hacer una primera puntualización muy importante: no es posible
conocer letra a letra el texto original de la Biblia. Por ello, todos los
métodos numerológicos que se basen en contar las letras o palabras del texto no
tienen sentido.
Más grave es el concepto de "inspiración", que
está tras esto: un dictado mecánico, en el cual Dios imponía las palabras una a
una, hasta su ortografía, llegando a un "deletreo inspirado".
En tercer lugar, la interpretación cabalista de la Biblia es un sistema elitista
y ocultista que se centra, no en el estudio de la Biblia, sino en su utilización
para todo tipo de elucubraciones. Como hemos visto, esto no tiene nada que ver
con Cristo y su enseñanza directa al pueblo, sin intermediarios. Jesús ya
denunció a los dirigentes judíos, que se erigían en intérpretes de la Torah con
cuya tradición la manipulaban para invalidarla (Mat. 15:3-9 y Mar.
7:6-13).
La tradición judía no escuchó a Jesús
y continuó interponiéndose entre la Torah y el pueblo. En la cábala, esa
tradición llegó a degenerar en una religión más pagana que otra cosa. Resulta
curioso que quienes se dedican a leer la Biblia al revés, a saltos, hacia
arriba, hacia abajo o en diagonal, finalmente no encuentran más que tonterías y
se pierden lo verdaderamente importante. A los matemáticos e informáticos
dedicados a estas actividades, cuyas teorías algunos siguen ingenuamente, les
cuadran como nunca las palabras de Jesús a los dirigentes de su época en Mat.
21:42-44 (Mar. 12:10, 11 y Luc. 20:17, 18).
Para concluir, la validez científica
de todas estas elucubraciones es aproximadamente igual a cero. Si alguien desea
utilizarlas como base para una apologética dirigida a las mentes científicas y
cultivadas, no puede ir más desencaminado. Pero, yendo más allá, ¿qué tipo de
"apologética" es ésta? ¿Es razonable creer que podemos demostrar a Dios? ¿Es
Dios el resultado final de una ecuación matemática? ¿Es que podemos tener a Dios
amaestrado como un monito y silbarle para que se asome a saludar a la puerta?
¿Podemos tener al Creador del universo "en el bote"?
Es una imprudencia para el cristiano
arriesgarse por ese camino. Cuando se recurre a tales métodos, nos arriesgamos a
acabar predicando "otro evangelio". La apologética ya ha explorado suficientes
falsos caminos como para permitirse más chapuzas y acabar apoyándose en lo que
puede terminar siendo una pseudociencia más. Cualquier apologética cristiana
debe estar basada en los más rigurosos métodos.
José García Álvarez
Maestro, Escritor y Contactado
Pulpí -
España