Habéis perdido de vista la grandeza del hombre y
os habéis vuelto ciegos destructores de vosotros mismos. Habéis antepuesto a su
real dignidad, a su natural libertad, a su inderogable derecho a la vida, la
sombra espectral de una lenta y atroz agonía hábilmente ocultada y
siniestramente elaborada por ferocísimas acciones
psicológicas.
Habéis perdido de vista "al hombre" y la Justicia
que hubiese podido liberarlo de la gran telaraña de un mal extendido,
pernicioso, malvado y destructor.
Habéis antepuesto al hombre, la locura imparable
de la Bestia sanguinaria ávida de muerte.
Habéis agigantado su potencia, concediéndole plena
libertad de violentar el sagrado derecho de existir y ser más fuertes que su
engaño. Esto habéis hecho por el sádico placer de asemejarle, de ser así como la
Bestia es, de comportarse como la Bestia se comporta, de disfrutar como la
Bestia disfruta.
Perdiendo de vista al Hombre, habéis perdido de
vista a Dios y el derecho de ser. Un grave error que os costará muy
caro.
Los
Extraterrestres.