LOS HOMBRES DE NEGRO
Estos extraños individuos, vestidos de
negro, con anteojos, no son extraterrestres, como algunos han afirmado. Son
terrestres al servicio de la fuerza disuasoria que busca anular la Superior
Verdad que la gran masa de la humanidad no conviene que conozca... Ya se
entiende que si la humanidad sabe cómo están las cosas, adquiere un poder
psicológico apto para estimular un cambio radical de los actuales valores
religiosos, científicos, económicos y sociales.
Las bravatas de estos men in black tienen
como objeto ocultar, principalmente, la verdadera luz de los extraterrestres,
haciéndoles aparecer como comunes delincuentes o como hostiles invasores de la
Tierra.
No es así.
Los extraterrestres nada tienen que ver con
estos individuos al servicio de la hegemonía del poder, de aquellos que
maniobran a su placer y por propia cuenta los intereses de la sociedad humana.
Es verdad que existen dioses castigadores y consoladores, pero sus acciones
están dotadas de una lógica superior que los hombres no están todavía en grado
de poder comprender, porque no son libres como debieran ni tampoco plenamente
conscientes de lo que verdaderamente les domina. Los men in black intentan hacer
callar por todos los medios y procuran desvirtuar o corromper el deseo de
conocer la verdad y de comunicarse con los valores insuprimibles y eternos que
pueden volver libres de verdad a los hombres.
Los extraterrestres, al contrario, desean
abrirnos los oídos y los ojos, a fin de que los hombres de la Tierra sepan que
están aquí para anunciar algo mucho más importante que librar al hombre de la
miseria material que siempre ha sofocado su anhelo de conceptos sublimes, como
la Justicia, la Paz y el Amor fraterno y universal.
Con toda dilección,
José García Álvarez