Los dos
Testigos:
Serán dos personajes, vivientes en
este mundo, que pronto saldrán a la luz, portando las antorchas de las entidades
espirituales de Henoch y Elías. Llevarán por todas partes, durante tres años y
medio, el testimonio de la Verdad. Señalarán la faz del Anticristo y alertarán a
los moradores de la Tierra, sobre todo aquello que se avecina, haciéndoles ver
los verdaderos valores, que han sido invertidos por el Poder Infernal y sus
secuaces, y llevándoles a reflexionar sobre la necesidad de un cambio de actitud
en la dirección positiva. Sus voces se escucharán en todos los ámbitos del
planeta, y tendrán la facultad de infundir deseo ascensional en muchas Almas de
la Tierra.
Los dos Testimonios de Dios
contrarrestarán la influencia diabólica del Príncipe de este mundo y, al final
de su labor, serán muertos por los sicarios del Mal. Con su sublime sacrificio,
darán gloria al Señor, para que se cumplan sus designios divinos, en aras de un
mundo nuevo de Justicia, de Amor, de Paz y de Fraternidad.
Pronto se podrá comprender cuánto
ha sido ocultado por los servidores de las Tinieblas. Pero, para muchos ya será
demasiado tarde. Pronto, también, todo aquello que estuvo escondido, será
expuesto a la luz y dicho a gritos desde los tejados de las casas. Pero, también
a muchos, ya no les servirá. Todo cuanto se tenía que decir, ya se habrá dicho,
y aquellos que habrán escuchado, tras conocer la Verdad, podrán acceder a la
gracia de ser libres. Pero, muchos serán, desgraciadamente, los que, por el Bien
recibido, devolverán a estos dos olivos de Cristo, el odio, la persecución, la
burla y el vituperio. Y, al final, la muerte.
Un saludo fraterno.
José García
Álvarez