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REGION METROPOLITANA DE BUENOS AIRES:
REFLEXIONES
ACERCA DE LOS BARRIOS CERRADOS Y PUEBLOS PRIVADOS."

Arq. DP. Sonia
Vidal-Koppmann
Investigadora Adjunta CONICET
(DIGEO/IMHICIHU)
Universidad de Buenos Aires (C.I.M. –
F.A.D.U.)
Resumen
A comienzos del Tercer Milenio, en la Región
Metropolitana de Buenos Aires se observa un paisaje de fragmentos urbanos, en
donde sobresale la presencia de un fenómeno incipiente: el de los pueblos
privados.
Con diversas denominaciones comerciales
(ciudadpueblo, pueblo privado, ciudad ecológica, village, etc.), esta nueva
forma de urbanizar cerrando espacios y replegándose hacia lo privado, pone en
evidencia la ausencia de políticas urbanísticas adecuadas y muestra un proceso
fuera de control por parte de los gobiernos locales. Ya no se trata de un barrio
cerrado dentro del área urbana, ni de un club de chacras en las zonas
periurbanas, ahora estamos asistiendo al nacimiento de ciudades (en algunos
casos previstas para más de cien mil habitantes) compuestas por barrios privados
y con un equipamiento que les confiere una gran autonomía.
¿Cuántos pueblos privados se están construyendo
actualmente, y cuántos de los mismos llegarán a concretarse? ¿Cuál es su
incidencia en términos de población y superficie sobre el territorio de los
partidos afectados? ¿Responde la normativa actual a esta forma de organización
del espacio? ¿Reportan beneficios, en el orden económico y social, para los
municipios bonaerenses? ¿Pueden ser, acaso, una nueva forma de pensar la
urbanización del futuro?
Obviamente, la presencia de estas nuevas
urbanizaciones abre un abanico de interrogantes. Algunos de ellos se han ido
dilucidando en sucesivas investigaciones urbanas que hemos emprendido con
anterioridad, muchos otros quedan aún sin resolver.
Palabras
- clave
Urbanizaciones
privadas - barrios cerrados - fragmentación urbana - segregación
social
Panorama
socio-espacial de la región metropolitana
La
región metropolitana de Buenos Aires (RMBA), al igual que otras grandes
metrópolis latinoamericanas, se caracteriza por los fuertes contrates, resultado
espacial de un modelo socioeconómico
con la impronta de la globalización. Pero sin lugar a dudas, es en el
hábitat urbano, donde las desigualdades son más evidentes y donde la oposición
centralidad-periferia se destaca con mayor relieve. (Figura 1)
En
efecto, sólo con observar la ciudad de Buenos Aires, epicentro de toda la
región, puede apreciarse el contraste de una zona norte (barrios de Recoleta,
Palermo, Belgrano) donde las torres-jardín amuralladas dan cuenta del nivel
económico de sus habitantes; y una zona sur poblada de las denominadas “villas
miseria”. Según la información provista por el Centro de Información
Metropolitana (organismo de investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño
y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires), la zona sur concentra 15 villas
de emergencia y tres núcleos habitacionales transitorios (NHT), con una
población de aproximadamente 145.000 habitantes equivalente al 5,2% de la
población total que habita en el Área Metropolitana, y equivalente, en materia
de parque habitacional, a unas 30.000 unidades de vivienda.
Otro
dato significativo es que la población de las villas se duplicó en el término de
los diez últimos años. Según datos oficiales (Subsecretaría de Acción Social del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) en 1991 los residentes ilegales ascendían
a 52.472 y en 2001 la cifra alcanzada era de 112.479 habitantes. Sin embargo,
estudios realizados recientemente por consultorías privadas destacan que las
cifras de población son superiores al cálculo oficial, ya que existen nuevos
asentamientos precarios no censados que elevarían la cantidad a treinta
(Tramutola, 2003). Esta situación deficitaria se ve aumentada por la población
residente en casas tomadas. Se estima que aproximadamente son unos 150.000
habitantes, a los que hay que adicionar unos 90.000 residentes en pensiones y
hoteles, en condiciones de hacinamiento y unas 1.100 personas que duermen en
calles y espacios públicos, de acuerdo con el recuento realizado por el Programa
Buenos Aires Presente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Diario La Nación,
2000).
Algo
similar sucede en el resto de los partidos que configuran la región
metropolitana, sobre todo en los que integran el segundo y tercer cordón, que es
donde se verifican los mayores porcentajes de pobreza e indigencia. En este
caso, son más de 600.000 los habitantes de las villas (de los cuales alrededor
del 50% son menores de 14 años) y la cantidad de viviendas supera las 100.000
unidades.
El
déficit de vivienda y las carencias de infraestructuras en un alto porcentaje de
los partidos de la región, constituye tan sólo la dimensión espacial del
problema; ya que las causas más evidentes del mismo están vinculadas con la
situación socioeconómica de la población. Los resultados de la Encuesta
Permanente de Hogares (EPH) realizada por el INDEC en el mes de octubre de
2002 (INDEC, 2002) señala que en la
Argentina 20.830.000 habitantes son pobres (57,5% de la población total del
país) y de esta cifra el 27,5% vive en situación de indigencia; es decir, sin
recursos para cubrir las necesidades básicas de alimentación. Dentro de este
panorama la región metropolitana de Buenos Aires (incluida la ciudad homónima)
presenta un cuadro de situación crítico: el 54,3% de su población está por
debajo de la línea de pobreza y en la ciudad de Buenos Aires este índice pasó en
un año del 9,8% al 21,2%.
En
el "Informe de la Situación Habitacional de la Provincia de Buenos Aires"
elaborado por el equipo de técnicos que componen el Sistema de Información,
Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales (Consejo Nacional de Coordinación
de Políticas Sociales - SIEMPRO, 2003) se destaca el alarmante estado de la
región en materia de desocupación, pobreza e indigencia. Dicho informe da cuenta
de que, desde 1998 hasta mayo de 2002, se perdieron en la región unos 295.000
puestos de trabajo, de los cuales 170.000 empleos corresponden al año 2002
(SIEMPRO, 2003:5). La disminución del empleo formal ha afectado principalmente
al sector privado. La reducción de empleos abarcó la actividad de la
construcción (41%), el comercio (11,4%), el sector financiero (11,5%) y la
industria (9%). Por otra parte, los empleos informales que en su momento habían
absorbido la mano de obra desocupada, también experimentaron una brusca
reducción, dado que en el último año desaparecieron 130.000 puestos de trabajo
de los cuales el 96% corresponden a la región metropolitana.
Cabe
agregar, que la RMBA se ubica entre las regiones con más altos índices de
desempleo del país y que esta situación afecta mayoritariamente a la población
joven (entre 15 y 24 años) ubicada en los estratos socioeconómicos más bajos.
Según los datos de la EPH (mayo de 2002) el 46,1% de estos jóvenes se encuentra
desocupado; pero, además, el 60% de los jóvenes entre 20 y 24 años no completó
la escuela secundaria, y el 28% tiene solamente completa la escuela primaria.
(INDEC, 2002)
La
falta de una educación adecuada para poder aspirar a un empleo calificado, los
altos índices de desocupación y en consecuencia, el crecimiento alarmante de la
pobreza conllevan, indefectiblemente, a un conjunto de graves patologías
urbanas: delitos a mano armada, prostitución, drogadicción. En síntesis, al
aumento de la inseguridad en el área metropolitana.
Estas
patologías van asimismo creciendo, en la medida en que la brecha entre los
estratos más ricos y los más pobres se agranda. En el informe de SIEMPRO citado
precedentemente se consigna que los sectores pudientes de la población tienen un
ingreso 27,3 veces superior a los sectores de menores ingresos; y además, que el
ingreso promedio de casi el 60% de la población argentina está por debajo de los
$ 700 (aproximadamente 219 dólares mensuales), cuando la canasta básica de
alimentos se calcula en $ 728. Por lo tanto, la situación de pobreza en la que
viven sumergidos millones nuestros conciudadanos es evidente. Sin embargo, el
10% más rico de la población concentra el 37,4% del total del ingreso, con un
promedio de sueldos que va desde los $1000 a los $30.000
mensuales.
Este
marco de pobreza y de falta de expectativas es un excelente medio para la
proliferación de todo tipo de delitos y para convertir a las grandes áreas
urbanas en lugares inseguros. Los diarios nacionales con frecuencia publican
información que sugiere el avance de la delincuencia; por ejemplo, un informe
elaborado por la Procuración bonaerense indica que los asesinatos aumentaron en
un 50% con respecto al año 2001, y que los partidos que ocupan los primeros
puestos en este lamentable “ranking” son los de Lomas de Zamora, San Martín y
Quilmes, todos ellos en la región metropolitana. Asimismo una encuesta realizada
por un consultora privada a nivel de todo el país (Consultora Gallup, 2002)
confirma que el 55% de los encuestados del conurbano bonaerense cree que su
barrio es inseguro, en tanto que el 37% de los encuestados en la Ciudad de
Buenos Aires opina lo mismo con respecto a los barrios de la Capital. Como
causas del aumento de la delincuencia, el 42% de los encuestados coincidió en la
falta de trabajo. Algo semejante señaló en una entrevista concedida a un diario
nacional el procurador de la Corte Provincial, quien destacó que el
hacinamiento, la falta de trabajo, la marginación y la falta de horizontes
alientan la violencia en la región (Diario La Nación,
2002:23).
El
fenómeno de aumento del delito, ha sido una de las causas invocadas para
justificar el auge de las urbanizaciones cerradas y explican, en parte, la
oleada migratoria de sectores de clase media alta hacia el segundo y tercer
cordón de la región. Los datos provisionales del Censo Nacional de Población,
Vivienda y Hogares de 2001, confirman esta tendencia al mostrar que la Ciudad de
Buenos Aires ha perdido el 7,6% de su población y que los partidos del segundo y
tercer cordón de la RMBA han tenido un crecimiento
explosivo.
Un
caso significativo se verifica en el partido de Pilar. El mismo está situado en
el denominado "corredor norte" del área y en la actualidad cuenta con 233.508
habitantes, habiendo experimentado en la última década un aumento demográfico
del 67,3%. En dicho partido se ha producido también en este período el "boom" de
los clubes de campo y de los barrios cerrados, siendo el partido que concentra
la mayor cantidad de urbanizaciones privadas (38 clubes de campo, 69 barrios
cerrados y tres pueblos privados) (Vidal, 2002:434). Sin embargo, Pilar comparte
con el resto de los partidos que integran el tercer cordón, los índices más
elevados de pobreza y desempleo. Este es un ejemplo que se puede constatar en la
mayoría de los municipios de la región metropolitana: asentamientos de pobreza y
enclaves de riqueza compartiendo un mismo territorio. Las razones se pueden
sintetizar de la siguiente manera:
a)
Los
terrenos ubicados en la periferia son los de mayor superficie y los más baratos.
Esta situación atrae a los inversores inmobiliarios para la localización de
proyectos que demandan importantes superficies. Asimismo, muchas de las tierras
periurbanas son fiscales, sin un uso del suelo determinado; y por lo tanto,
factibles de ocupación por familias carenciadas.
b)
La
localización de barrios y countries representa una potencial fuente de trabajo,
ya sea durante la construcción de los mismos o, posteriormente en actividades de
servicios (empleadas domésticas, jardinería, reparaciones y mantenimiento,
etc.). Muchas veces esta posibilidad nunca llega a ser cierta, pero arrastra a
numerosas familias a asentarse en viviendas precarias en las proximidades de los
nuevos barrios.
c)
El
trazado de vías de comunicación es esencial para la concreción de los proyectos
en la periferia urbana. Las fuertes inversiones en infraestructura vial en la
década del 90 constituyó un elemento clave para la ubicación de conjuntos
habitacionales en un radio de 60 Km de la ciudad de Buenos Aires. También este
mismo argumento es válido para la localización de asentamientos ilegales; ya que
sus habitantes realizan a diario largos trayectos para llegar a sus lugares de
trabajo.
Si
hubiera que sintetizar el fenómeno
del crecimiento de la RMBA a fines del siglo XX, habría que señalar un
componente clave: la comunidad cerrada en sus dos versiones, la de los estratos
altos y la de los marginados. La expansión de estos dos tipos de asentamientos y
su localización próxima en el territorio, muestra de forma tajante los
contrastes socioeconómicos y físico-espaciales de la región o, como muy bien lo
ha definido el investigador N. García Canclini, la coexistencia de “los
desesperados” con “los instalados” (García Canclini, 2002:16).
Barrios
cerrados y pueblos privados ¿una nueva forma de producir
ciudad?
Como se
dijera anteriormente, con los datos provisionales del censo nacional de 2001 se
ha podido constatar un fuerte crecimiento demográfico en los partidos que
componen el segundo y tercer cordón de la región metropolitana y un
decrecimiento en la ciudad de Buenos Aires y en los partidos lindantes a ella
(primer cordón). Por este motivo incluimos el siguiente cuadro, en el que se
presentan los porcentajes de crecimiento en los últimos diez años del segundo y
tercer cordón y se ha estimado el número de urbanizaciones privadas localizadas
en ambos
Cuadro 1
Crecimiento demográfico y nuevas
urbanizaciones
PARTIDO |
POBL.
TOTAL |
%
CREC. POBLACION |
URB.
PRIVADAS |
OBSERVACIONES |
Alte.
Brown |
513.777 |
14,42 |
0 |
|
Berazategui |
287.642 |
17,85 |
8 |
2
pueblos privados |
E.
Echeverría |
243.715 |
23,79 |
15 |
|
Ezeiza |
118.080 |
59,26 |
14 |
|
F.
Varela |
343.238 |
37,50 |
0 |
|
M.
Argentinas |
290.530 |
21,50 |
9 |
|
J. C.
Paz |
229.760 |
23,08 |
2 |
|
San
Miguel |
253.133 |
19,01 |
15 |
|
Merlo |
468.724 |
20,17 |
1 |
|
Moreno |
379.801 |
32,96 |
11 |
|
Quilmes |
590.677 |
1,46 |
1 |
|
Tigre |
295.561 |
16,03 |
57 |
1
pueblo privado |
San
Vicente |
40.801 |
31,25 |
3 |
|
Pte.
Perón |
59.592 |
47,03 |
3 |
|
Cañuelas |
24.339 |
33,26 |
8 |
|
Marcos
Paz |
39.419 |
56,76 |
1 |
|
Gral.
Rodríguez |
64.017 |
52,79 |
10 |
1
pueblo privado |
Pilar |
228.724 |
67,43 |
114 |
3
pueblos privados |
Escobar |
172.494 |
41,58 |
41 |
|
Fuente: Elaboración
propia sobre la base de datos de la Guía Intercountries y datos provisionales
del Censo Nacional de Población
2001 del INDEC
En este
cuadro se evidencia que tan sólo en dos de los partidos del área no existen
proyectos de urbanizaciones cerradas, en el resto el número variable obedece a
la localización en función de las vías rápidas de comunicación y de las mejores
condiciones de equipamiento e infraestructura, siendo el corredor Norte el que
presenta el mayor número de emprendimientos y el que históricamente comenzó a
desarrollarse en primer término, con la construcción de casas-quintas y
residencias secundarias conectadas por el acceso Norte y la autopista
Panamericana con el centro de Buenos Aires.
Es necesario
destacar que las tipologías de las urbanizaciones privadas son variadas de
acuerdo con las dimensiones de los proyectos y con el equipamiento interno que
poseen. Entre los barrios cerrados que no ocupan más de dos hectáreas de
superficie hasta los pueblos privados que aspiran a tener veinte barrios dentro
de su perímetro, hay un amplio espectro arquitectónico urbanístico. No obstante,
lo que es común a todos ellos es la idea de separarse del resto de lo urbano,
con un vallado más o menos transparente según los casos, pero que marca
inflexiblemente “un adentro y un afuera”. Esta condición de frontera es aún más
notoria en las “ciudades privadas”; es decir una ciudad satélite privada dentro de un
área urbana que la contiene. “Es una nueva forma de barbarie que conduce al
fascismo cotidiano de una clase media miedosa de las diferencias que
tradicionalmente se encontraban en las ciudades” (Entrevista a Jordi Borja,
Diario La Nación, 1999:14).
A
los efectos de este análisis se han tomado tres partidos: Pilar, Malvinas
Argentinas y San Miguel. En el primero de ellos, la superficie afectada por los
nuevos emprendimientos es casi un 20% de la superficie total del partido, lo que
equivale a más de 6000 hectáreas destinadas a usos urbanos. Por otra parte, el
partido cuenta con tres proyectos en construcción de pueblos privados: Pilar del
Este (550 hectáreas), proyectado para albergar alrededor de 25.000 habitantes y
con un equipamiento que incluye, además de las áreas para deportes, la
localización de un centro comercial y colegios privados; Estancias del Pilar (450 hectáreas) con
una capacidad locativa potencial de 46.000 habitantes y con un equipamiento
planificado de sectores deportivos, comerciales y culturales, y por último,
Estancia San Miguel, un megaemprendimiento que concentrará 16 barrios privados,
tres clubes y un colegio, en una superficie de 850 hectáreas. En el primero de
estos pueblos privados, actualmente está habilitado un sólo barrio cerrado de
los 14 proyectados; en el segundo se encuentran a la venta viviendas en dos de
los siete barrios que componen la totalidad del conjunto y en el tercero hasta
el momento no se ha terminado ningún barrio. Asimismo los clubes de campo y los
barrios cerrados esparcidos en las denominadas áreas complementarias (ley
provincial 8912), configuran un paisaje nuevo, que podría describirse como un
conjunto de “islas urbanas”, rodeadas de terrenos degradados, de basurales a
cielo abierto, de caminos de tierra, de asentamientos precarios y de arroyos
contaminados por la presencia de fabricas poco cuidadosas de sus desechos.
El partido de
Malvinas Argentinas situado en el segundo cordón de la RMBA y próximo al
corredor Noroeste constituye otro ejemplo significativo. Conforma un partido
nuevo, ya que su delimitación data de 1994, fecha en que el partido de Gral.
Sarmiento se divide en tres: San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas.
Durante la última década su población creció más del 20% , como así también los
indicadores de pobreza, poseyendo en la actualidad un 60% de hogares debajo de
la línea de pobreza, en los cuales el 30% de la población no terminó la escuela
primaria y el 60% no completó la secundaria (Catenazzi, 2000:237). No obstante,
es un caso interesante porque las autoridades municipales no han tomado una
actitud pasiva con respecto a la
recepción de inversiones privadas del sector inmobiliario; sino, por el
contrario, han organizado seminarios sobre el tema con destacados especialistas
y con la participación de los diferentes actores que intervienen en el proceso
(Barrios Cerrados. Nuevas formas de
urbanización del Gran Buenos Aires, agosto 1998).
Dentro
de este partido se han localizado tres clubes de campo (300 Has.), tres barrios
cerrados (79 has.) y tres barrios privados abiertos que encierran calles
públicas a través de barreras en los accesos, controladas por sus respectivas
empresas de seguridad. Esta última tipología de urbanización, es la que ha
presentado mayores conflictos debido a que su existencia es anterior a la ley
provincial 8912/77 y sus decretos reglamentarios, en done aparece por primera
vez la figura de las urbanizaciones especiales y los clubes de campo. Las
situaciones de conflicto surgen a causa del cierre de calles y en algunos de
estos casos al levantamiento de muros perimetrales sin autorización
municipal.
El
tercer caso-testigo, el partido de San Miguel está situado colindante con
Malvinas Argentinas, y al igual que este último fue producto de la división del
partido de General Sarmiento. Por lo tanto, son válidas las consideraciones que
se han hecho con respecto a la situación de pobreza que abarca a gran parte de
su población y al crecimiento acelerado de la misma desde 1991 hasta 2001. En su
territorio se han localizado 15 urbanizaciones privadas, que divididas en tres
clubes de campo y doce barrios cerrados ocupan una superficie aproximada de 350
hectáreas, lo que equivale al 4,24% de la superficie total del partido. Como
característica general, se verifica que la mayoría de los emprendimientos no
poseen grandes dimensiones. Se trata de barrios cerrados que no superan las 10
hectáreas. No sucede lo mismo con la tipología de clubes de campo que traspasan
ampliamente estas cifras, llegando a tener uno de ellos 200 hectáreas.
Lo
que en este caso nos interesa destacar es la localización de las nuevas urbanizaciones muy próximas a los
bolsones de pobreza detectados en el partido. En efecto, los asentamientos
precarios se ubican en las proximidades de la cuenca del río Reconquista
(altamente contaminado) y en la inmediaciones del límite jurisdiccional con el
partido de Moreno. Asimismo los
barrios cerrados y los clubes de campo, casi en su totalidad están comprendidos
dentro del perímetro configurado por el límite con el partido de Moreno, el
límite del río Reconquista, la avenida Gaspar Campos y la ruta provincial Nº23.
Si bien el área que venimos de delimitar es una zona urbanizada, su densidad de
población es baja (3051 hab/km2).
Los
tres casos descriptos pueden ser considerados como una muestra de un nuevo
paisaje urbano fragmentado y anárquico. Históricamente en estos partidos (al
igual que en el resto del segundo y tercer cordón) se dio cabida a población de
bajos ingresos que pudo acceder a la categoría de propietario, y que, además,
podía trabajar en la ciudad de Buenos Aires, gracias a la traza de los
ferrocarriles suburbanos. Ahora estamos asistiendo a un nuevo proceso de
invasión – sucesión, provocado por los sectores de ingresos medios y altos. No
obstante, este retorno a los suburbios tiene características diferentes a la del
primer proceso de suburbanización. El tejido urbano en lugar de seguir
extendiéndose se cierra en pequeñas celdas que se conectan solamente con
equipamientos de gran envergadura (shoppings, hipermercados, centros de
esparcimiento, etc.) a través de la red de carreteras. La problemática de la
inseguridad de estas áreas suburbanas se ha esgrimido como justificación del
carácter cerrado de todas estas urbanizaciones.
Los
nuevos pueblos del siglo XXI
Sin
duda el punto culminante de este proceso de urbanización ha sido el lanzamiento
de los denominados “pueblos privados”. Estos megaproyectos comprenden un
conjunto de barrios cerrados y equipamientos de orden superior tales como
universidades, colegios privados, centros de salud y sectores deportivos. En
la figura 2 se reproduce el plano
publicado en uno de los Suplementos de Countries de un medio periodístico de
circulación masiva, donde se muestra la ubicación de los grandes emprendimientos
en construcción.
En
la región metropolitana se han planteado siete proyectos de este tipo, cuyo
grado de concreción es variado. El emprendimiento pionero y más ambicioso está
localizado en el partido de Tigre en la zona Norte y su plan maestro propone la
construcción de veinte barrios, tres colegios, dos universidades y centros
comerciales. El desarrollo urbanístico abarca 1.600 hectáreas y su meta
poblacional esta estimada en 140.000 habitantes. Al estar recostado sobre el río
Luján, el proyecto optimiza esta ubicación con un barrio cerrado náutico y
propone un acueducto desde el mencionado curso de agua para asegurar el riego en
todos los sectores. Todas las obras demandaron fuertes inversiones. La
información publicada consigna que en el 2000 se invirtieron sesenta millones de
dólares y en el 2001, una cantidad similar.
A
principios de 2003 en esta “ciudad pueblo” sólo hay un barrio en el que se
construyeron 100 casas y viven alrededor de 40 familias de forma permanente.
Otros siete barrios más han sido habilitados para la venta y los desarrolladores
estiman que están en construcción alrededor de 500 viviendas (Diario Clarín, enero de 2003). En cuanto
a los equipamientos, los empresarios responsables de este megaemprendimiento
presentaron los proyectos que se desarrollarán en el transcurso de este año. En
los próximos meses se inaugurará el primer sector del Centro Médico Nordelta de
los sanatorios Otamendi y Las Lomas. Otra de las novedades es la construcción de
un paseo de compras, que tendrá 1.200 metros cuadrados cubiertos y se prevé un
desembolso de un millón de dólares para llevarlo a cabo (Diario La Nación, enero de
2003).
Dentro del partido
de Pilar, se desarrollan tres pueblos privados. Este partido concentra actualmente una cuarta parte
de todos los emprendimientos de la región. El pionero de estos pueblos, Pilar
del Este, fue definido por sus desarrolladores como la “primera ciudad satélite
privada”. El proyecto comprende la construcción de 14 barrios cerrados,
desarrollados en 550 hectáreas, con una capacidad poblacional de 25.000
habitantes y con infraestructura y equipamientos propios “para que sus moradores
no tengan la necesidad de acudir al centro en busca de algún servicio”. El
presupuesto calculado para este emprendimiento al momento de su lanzamiento (año
1998) era de 600 millones de dólares aportados en el curso de ocho
años.
Como el resto de los
proyectos hacia fines de 2001 acusó el impacto de la crisis de la economía
nacional, y las inversiones y las obras se fueron frenando. A principios de
2003, este pueblo privado posee un sólo barrio en funcionamiento, con 140 casas
construidas (sobre un total de 554 lotes), un colegio privado instalado en su
interior, un centro comercial y aproximadamente más de cien familias residentes.
La tipología de las viviendas está fuertemente condicionada por el sistema de
“housing”, pudiendo el futuro propietario optar entre ocho modelos de diferente
precio y tamaño. Este sistema de comercialización y construcción ha sido muy
aceptado en la mayoría de los grandes emprendimientos y es una característica
importante en las nuevas urbanizaciones, ya que su resultado es un paisaje
urbano que se repite en miles de hectáreas.
El segundo
pueblo privado es Estancias del Pilar, al igual que el anterior unido a la
ciudad de Buenos Aires por la autopista Panamericana ramal Pilar. El proyecto se
comenzó a construir en 1998 y comprendía en una superficie de 450 hectáreas,
siete barrios cerrados, un colegio, áreas comerciales y equipamientos
deportivos.
En la actualidad, se
están comercializando viviendas en dos barrios, hay 42 casas construidas y 68
residentes (Guía Intercountries
2001-02). La capacidad locativa de esta ciudad alcanzará los 46.000
habitantes; por lo tanto, sería demasiado apresurado hacer algún juicio acerca
de su funcionamiento, pues el porcentaje de familias que residen de forma
permanente es muy bajo y quedan todavía demasiados equipamientos por
concretarse.
El tercer pueblo en
construcción se denomina Estancia San Miguel. Se encuentra ubicado sobre el
mismo ramal de la autopista Panamericana que el ejemplo anterior y muy próximo
en distancia. El proyecto comprende la construcción de 16 barrios privados en un
perímetro de 850 hectáreas, que encierran una laguna natural de 20 hectáreas y
bosques con añosas arboledas. Los promotores insisten en destacar el carácter
netamente residencial y deportivo del emprendimiento, argumentando que dentro
del mismo no están previstas áreas comerciales, aunque sí un sector de “oficinas
inteligentes”.
En la actualidad se
están construyendo los dos primeros barrios pues la modalidad de
comercialización es mediante el sistema “llave en mano” (o sea la elección de un
modelo de vivienda que el comprador recibe totalmente terminado) y ya están
instalados un colegio privado que admite alumnos de zonas aledañas y una escuela
de equitación también con cursos abiertos a la comunidad de Pilar. No se ha
podido obtener información acerca de los habitantes permanentes que
posee.
Siguiendo hacia el
norte de la región, por el corredor homónimo, en el partido de Campana se está
desarrollando otro emprendimiento de envergadura. En este caso sus promotores lo
presentan como “pueblo ecológico”, ya que se encuentra vecino a una reserva
natural y bordea el río Paraná de las Palmas. Su extensión es de 300 hectáreas y
podrá albergar unas 4.000 familias.
Este proyecto pone
el acento en las actividades náuticas que se podrán realizar en los tres barrios
cerrados que lo integran, y además en la explotación turística, ya que a
diferencia de los anteriores, se localizará dentro de su perímetro una hostería
y un hotel internacional de cinco
estrellas con un centro de convenciones para mil personas. A los tres barrios
residenciales se agrega la denominada
“villa marítima” que consistirá en un conjunto de construcciones de
estilo mediterráneo y que comprenderá 14.000 metros cuadrados destinados a
locales comerciales y de servicio; 10.000 metros cuadrados de lofts; 35.000
metros cuadrados de departamentos distribuidos en condominios y una bahía con
capacidad para 200 embarcaciones.
Es interesante
destacar en este ambicioso proyecto que, si bien se promociona que las
instalaciones deportivas y turísticas estarán concesionadas y abiertas a la
comunidad, se pone énfasis en la seguridad del predio mediante su cerramiento
perimetral, sus accesos controlados y la vigilancia privada durante las 24 horas
del día.
En
el resto de la región metropolitana, en las zonas sur y oeste también se
perfilan las nuevas ciudades privadas. El partido de Berazategui, a unos 30 Km
de distancia de la ciudad de Buenos Aires, sobre el corredor sudeste, presenta
dos megaproyectos: Puerto Trinidad y Abril.
El
primero de estos pueblos, está ubicado en la localidad de Hudson y se accede a
través de la autopista Buenos Aires - La Plata. Su superficie total es de 336
hectáreas y su diseño urbano está enfocado hacia las actividades náuticas, ya
que cuenta con un tramo de costa de un kilómetro a lo largo del Río de La Plata
y con tres lagunas artificiales dentro de su perímetro.
El
proyecto ha sido calculado para una población de 20.000 habitantes y el puerto
de esta "ciudad náutica privada" podrá albergar 600 embarcaciones. La propuesta
también incluye la construcción de un área de oficinas (el Business Park y el
Power Center) sobre la autopista.
A
unos siete kilómetros del ejemplo que venimos de describir, se emplaza el otro
pueblo privado de Berazategui, denominado Abril - Club de Campo.. En una
superficie de 312 hectáreas han sido proyectados veinte barrios cerrados de los
cuales doce ya están terminados y se están comercializando. Deben sumarse,
además, 150 hectáreas de bosques.
El
equipamiento deportivo se complementa con una hostería con 50 habitaciones,
centro comercial, escuela trilingüe y una capilla. Con respecto a esta última,
hay que señalar que la presencia de equipamientos destinados al culto dentro de
las urbanizaciones privadas ha sido fuertemente cuestionado por las autoridades
eclesiásticas.
En
este sentido, la localización de capillas en lugares privados ha quedado a
consideración de las diócesis correspondientes. De tal forma que, mientras en
algunos partidos los clubes de campo cuentan con equipamiento religioso donde se
celebra misa regularmente, en otros se ha objetado su asentamiento. Los
argumentos en contra de la localización en urbanizaciones cerradas advierten que ésta sería una
manera de privatizar la actividad religiosa, ya que para acceder a los oficios
es necesario transponer las barreras de seguridad y ser aceptado por las
empresas de vigilancia. Por supuesto, los argumentos a favor son esgrimidos por
los habitantes, gerentes y administradores de las urbanizaciones, quienes
sostienen "que las iglesias en los countries son una cuestión de seguridad....el
problema de dejar entrar a cualquier persona es que junto con los fieles, se
corre el riesgo de que entren delincuentes" (Diario La Nación,
1999:17).
Finalmente,
en el corredor Oeste se localizan otros dos megaproyectos, aprovechando las
ventajas de comunicación con la ciudad de Buenos Aires que ofrece el Acceso
Oeste. Ambos casos se encuentran a unos 60 Km del centro metropolitano, ubicados
en los partidos de Gral. Rodríguez y Luján y suman aproximadamente 1.550
hectáreas de áreas residenciales privadas.
En
síntesis, en la RMBA el conjunto de pueblos privados en construcción y en
proyecto abarcan una superficie total de 6.706 hectáreas, lo que sería el
equivalente de un tercio de la superficie de la ciudad de Buenos Aires. Si a
esta cifra se agregara la superficie ocupada por las otras tipologías de
urbanizaciones privadas (barrios cerrados, clubes de campo y clubes de chacras),
el resultado sería equiparable a la superficie de la ciudad de Buenos Aires
junto con los partidos de Vicente López y San Isidro. (Figura 3)
Si
se considera la cantidad de población total que podrían llegar a alcanzar
solamente los pueblos privados, las cifras son significativas puesto que muchos
de ellos tendrán una población estable equivalente a una ciudad intermedia de la
provincia de Buenos Aires; es decir, un tamaño demográfico comprendido entre los
20.000 y los 150.000 habitantes (Vidal, 1992:90). Esta situación obliga a
instalar el debate sobre cuestiones tales como la gobernabilidad de estos
futuros asentamientos y la legislación que regulará su desarrollo en relación
con la planificación de los partidos donde se insertan.
Consideraciones
finales
En
los apartados anteriores hemos tratado de exponer sintéticamente algunos
aspectos que nos parecieron relevantes con respecto al fenómeno creciente de las
urbanizaciones. De lo expuesto podemos hacer algunas
reflexiones.
En
principio, cabría preguntarse en qué medida estos emprendimientos han generado
beneficios para su entorno. Para ello analizamos los ejemplos presentados
precedentemente.
En
el partido de Tigre, la empresa que está desarrollando Nordelta anunció a fines
del año 2000 un plan de obras que contemplaba una inversión de 2.500.000 dólares
para la electrificación de la línea del ferrocarril que llega hasta este
emprendimiento y dos estaciones localizadas dentro del mismo. En materia vial
comenzó la construcción de un camino para unir dos localidades pequeñas próximas
a la urbanización y que permitirá un acceso más cómodo para los habitantes de
los barrios privados. Dichas obras viales están calculadas en 6.000.000 de
dólares.
Algo
similar está sucediendo en el partido de Pilar, donde se ha avanzado en un plan
de obras públicas para mejorar las condiciones de comunicación de la zona. Los
proyectos de electrificación de los ferrocarriles ex – San Martín y ex - Mitre
reducirán el trayecto en tiempo entre las estaciones de Retiro - Pilar. Hay que
destacar que con la localización de dos campus universitarios en este partido,
el movimiento de pasajeros ha aumentado en los últimos cinco
años.
No
obstante, cabe señalar que los beneficios de estas obras de infraestructura y de
equipamiento recaen directamente sobre los habitantes de las urbanizaciones
privadas y sólo de manera ocasional representan algunas ventajas para los
habitantes de las pequeñas localidades de estos partidos.
El
panorama mejoraría si las urbanizaciones privadas pagaran correctamente las
tasas e impuestos municipales y provinciales. Las cifras que maneja la provincia
de Buenos Aires han puesto en evidencia que el 71% de los propietarios de
viviendas en countries y barrios cerrados mantiene deudas fiscales. En un
informe difundido por el Ministerio de Economía provincial, se señala que casi
mil viviendas no han sido declaradas y por lo tanto están pagando un gravamen
correspondiente a la categoría de "terreno baldío". Muchas de estas
edificaciones (valuadas arriba de los US$ 100.000) no están siquiera asentadas
en los registros del catastro provincial. (Vidal, 2002:
275).
En
segundo lugar, merece una reflexión el tema de la homogeneidad de las
urbanizaciones privadas. Casi todos los proyectos están diseñados para un
determinado target que abarca los segmentos ABC1 y ABC2 de la población; o sea,
que sólo pueden aspirar a vivir en ellas familias de recursos medio-altos o
altos. En los pueblos privados, la diferenciación entre barrios está basada en
las tipologías edilicias (condominios para parejas jóvenes, departamentos de
pocos ambientes, casas para familias numerosas y en crecimiento), condicionadas
por el poder adquisitivo de sus futuros habitantes.
Si
aceptamos como válida la afirmación de que uno de los elementos básicos de la
ciudad abierta es la heterogeneidad social, los pueblos privados se encuentran
bastante lejos de alcanzar este status.
Y
por último, debemos mencionar la pretensión de estos conjuntos urbanos de
separarse del resto de la ciudad. La mayoría de los proyectos no intentan
emparentarse con la trama urbana existente, a pesar de que muchos de ellos son
vecinos de localidades menores y otros están insertos dentro de áreas urbanas
(ejemplos en los partidos de San Miguel y Malvinas Argentinas). Parecería que el
énfasis está puesto en la auto-segregación como fórmula eficaz para evadir "los
males urbanos".
Al
poseer autonomía en materia de infraestructura y equipamientos comunitarios, las
nuevas urbanizaciones (y sobre todo los megaproyectos) sólo requieren estar
próximas a las vías de comunicación, para que las distancias al centro de Buenos
Aires se acorten en tiempos de viaje. Por lo tanto, el
asentamiento de estos conjuntos no está condicionado por las economías de
aglomeración y está muy poco restringido por las reglamentaciones urbanísticas
de cada partido.
En
consecuencia, la falta de un encuadre de planeamiento está mostrando como
resultante espacial un conjunto de fragmentos de ciudad esparcidos dentro de
áreas semi – rurales, sin poseer ningún principio ordenador en común con la
estructura urbana y regional existente. Sería aconsejable la implementación, a
corto plazo de una estrategia de planificación urbana, que permitiera organizar
estos “fragmentos” de ciudad, creando escenarios más coherentes y adecuados al
desarrollo local, que faciliten la expansión de la región sin ocasionar impactos
negativos.
Referencias
bibliográficas:
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Datos
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Suplemento
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·
Suplemento
de Countries, Diario Clarín
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Guía
Intercountries 2001-2002, 4ª edición.
Ponencia presentada en el Quinto Encuentro Internacional
Humboldt. Neuquén, Argentina. Octubre de
2003.