“Las etapas de construcción del Valle
Inferior”
Enrique Hugo Fabregat
Secretaria de Planificación y Políticas
Públicas de Río Negro
El
espacio conocido como el Valle Inferior del río Negro constituye por sus
características una unidad económico productiva; la misma está constituida por
diferentes elementos tanto de orden físico natural como aquellos relacionados
con la acción del hombre. Entre esos elementos el que define en primer lugar a
esta unidad es el río, que aquí actúa no sólo como organizador sino también como
integrador de este espacio. Al mismo tiempo, constituye un territorio, donde se
destaca la idea de un espacio apropiado por la sociedad y construido por esa
sociedad en el cruce de lógicas políticas, económicas y culturales. En
consecuencia, este espacio geográfico tiene dos aspectos, es un sistema de
relaciones y es un producto social, que se proyecta en una porción de la
superficie terrestre que en este caso, es el valle más próximo a la
desembocadura del río Negro.
Es
necesario puntualizar aquí que el espacio es una instancia o dimensión de la
totalidad social y en la base de su funcionamiento se encuentran los procesos de
producción y reproducción que están formados por diversos planos: producción y
reproducción material, ideológica y de las relaciones sociales, en los que se
articulan las lógicas antes mencionadas.
De
un modo general, Milton Santos sostiene que “...el espacio humano, tal como es,
se reconoce en cualquier período histórico como el resultado de la producción.
El acto de producir es asimismo un acto de producir espacio....(...)..Cada
actividad tiene un lugar propio en el tiempo y un lugar propio en el espacio.
Este orden espacio-temporal no es aleatorio sino el resultado de las necesidades
propias de la producción. Esto explica que el uso del tiempo y del espacio no se
lleve a cabo jamás de la misma manera, según los períodos históricos y según los
lugares y que cambie igualmente con los tipos de producción”. (Santos:
1990).
La
unidad que hoy nos ocupa se extiende en el sector sur del partido de Carmen de
Patagones, en la Provincia de Buenos Aires, y al este del departamento Adolfo
Alsina, en la Provincia de Río Negro. Está situada en el nordeste de la
Patagonia, en una zona de transición entre las típicas llanuras de la región
pampeana y las áridas mesetas de la patagonia extrandina. Esa transición, no es
sólo climática y geomorgológica en el sentido de que se va desarrollando en
forma latitudinal, sino también socioeconómica ya que se van dando actividades
diferentes y combinadas de carácter agrícola-ganadero, pasando de una actividad
principalmente agrícola cerealera, con ganadería bovina, a actividades
frutihorticolas, con ganadería, principalmente ovina
extensiva.
La
organización del territorio en el Valle Inferior del río Negro es el resultado
de múltiples procesos políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales.
En este espacio, se entrecruzan los distintos planos o dimensiones de la
realidad social. Este es un claro ejemplo de una construcción colectiva en la
que han intervenido e intervienen decisiones de múltiples actores sociales. A lo
largo del tiempo, estos procesos han ido transformando permanentemente la
organización del espacio y la conformación de dos núcleos urbanos, que son hoy
Viedma y Patagones, como síntesis de un proceso que aún está en
marcha.
Este marco actual es
producto de la construcción que ha hecho el hombre de este territorio, con más
de doscientos años de poblamiento permanente, en el cual se pueden observar
diferentes momentos con fuerte significación y que en el desarrollo de este
trabajo se irán definiendo y analizando.
A
partir de ahora se le adjudicará una denominación a cada una de las etapas de
construcción del Valle Inferior del río Negro, siguiendo como criterio el hecho
más significativo que marco un cambió en la estructura
espacial.
A
la primera etapa se la denominó “Etapa
de territorio tehuelche” y es una etapa previa a la llegada de los españoles
en donde existía una gran dispersión de población que estaba establecida entre
las Sierras de la Ventana y el río Chubut, ocupando un territorio que se
extendía varios kilómetros tierra adentro. Se puede decir que esta extensión iba
mas allá de la Primera Angostura que se encuentra a 80 kilómetros de Viedma. Es
difícil reconstruir retrospectivamente para determinar con exactitud dónde
comienza, pero sí se puede hacer un quiebre o un cambio significativo a partir
de la presencia del español en la
zona; el territorio tenía una organización espacial que estaba en relación con
el poder que los diferentes caciques ejercían sobre este territorio. De este
modo, el espacio ofrecía una división tripartita que se equiparaba con el poder
ejercido por tres caciques, a quienes le correspondía respectivamente la
siguiente distribución: a uno desde el norte del río Colorado hasta Sierra de la
Ventana, a otro el sector mesopotámico del Colorado y el Negro, y al tercero el
sector comprendido por el sur del río Negro hasta muy cerca del río Chubut. Seguramente, estos espacios eran
producto de luchas de poder entre grupos, pero está claro que existía un
permanente paso por uno y otro sector, por lo que también existían acuerdos de
convivencia y de uso del territorio.
Del mismo modo, se extendían rutas, que eran senderos por donde
circulaban, y que definían una organización con su propia estructura de
comunicaciones. 1.
Es importante observar la
localización de ocho cementerios, reconocidos en el Valle Inferior. Esto nos induce a pensar que no era un pueblo
nómade sino más próximo a un
seminomadismo, con lapsos prolongados de permanencia en diferentes lugares de
este territorio. Por las condiciones del lugar es probable que los recursos
naturales les servían de sustento tanto para abrigo, como para alimentación,
dado que ésta no sólo se componía de animales terrestres sino también marinos y
del río.
Siguiendo con la
organización espacial en esta etapa, vemos que para el aborigen un elemento
importante en el paisaje fue la laguna El Juncal, puesto que era un gran reservoreo de agua que fue muy utilizado
por los diferentes grupos que ocuparon,
en distintos momentos el Valle Inferior. Esta laguna se abastecía de agua
del río del que llegaba en forma natural por el movimiento del mismo con el
aumento o descenso de su nivel, hasta que finalmente en 1930 se cerro la
comunicación con el río y este espejo de agua se terminó secando. Es preciso
aclarar que las frecuentes inundaciones de la ciudad de Viedma no estaban
motivadas directamente por el río sino por el incremento del caudal de agua de
la laguna que pasaba por atrás de lo que hoy es la ciudad de Viedma. No hay duda
de que esta laguna tenia un simbolismo para las comunidades que vivían en el
Valle Inferior ya que muchos de los cementerios que se encontraron estaban
localizados muy cerca de la misma. Existía un aparente equilibrio entre la gente
y el paisaje, que lleva a pensar en un ambiente natural, ocupado por el hombre y
explotado por éste, con una organización económica que se basaba principalmente
en obtención de recursos para la alimentación, en el comercio con otros grupos y
en el control de extensos espacios.
De todas maneras, las
transformaciones que el hombre realizó en este medio natural, y en esta etapa
eran mínimas, pero ya había una imposición de modificaciones técnicas, en
particular a partir de la utilización del caballo, de marcas de senderos y
huellas por donde se desplazaban, de la instalación de tolderías, de la caza y
de la pesca. Es decir, las necesidades de alimentación, alojamiento, defensa,
vestimenta y culto involucraban técnicas complejas, que sin embargo, no quedaron
fijadas como elementos técnicos complejos.
Con la llegada de los
españoles en 1779, podemos decir que comienza una nueva etapa, a la que, de
ahora en más, denominaremos “el Primer
asentamiento español en el Valle Inferior”. A esta etapa también se la puede
llamar de centralización administrativa
ya que durante el reinado de Carlos III la intención era fortalecer el
poder monárquico y las reformas económicas tendientes a vigorizar las fuentes de
riqueza para obtener mayores recursos. Esto coincidía con la búsqueda que desde
los centros de poder, en este caso Europa, se realizaba tendiente a la
ampliación de los mercados productores de materia primas. Para ello, era
necesario ampliar los conocimientos sobre áreas o sectores del planeta,
favoreciendo la ocupación de zonas despobladas, que presentaran condiciones
naturales propicias para la producción de las materias primas que las metrópolis
requerían. Así es que el 22 de
abril de 1779, en la margen sur del río Negro, se funda el Fuerte del Carmen y
la elección de esta orilla está en relación con una zona más baja y por lo tanto
más fácil de regar. Pero una inundación, que posiblemente fue provocada por el
desborde de la laguna de el Juncal, los obligó a trasladar el fuerte a la margen
norte, el día 19 de junio de 1779. De este modo el fuerte queda localizado en un
sector más alto y por lo tanto más resguardado de las crecientes, tanto del río
como de la laguna.
En cuanto a su estructura
espacial, el pueblo de Carmen de Patagones estaba formado por el fuerte, las
oficinas y unos pocos ranchos. La economía de esta aldea se basaba
principalmente en la agricultura y la ganadería, actividades que, por otro lado se desarrollaban en ambas
márgenes del río. En esta etapa lo que se puede ver es que se complejiza el
espacio con la introducción de elementos distinto orden, ya sea técnico,
económico y cultural, y sin lugar a dudas, se inicia un proceso social distinto,
con acciones que van a quedar marcadas en el espacio.
Pero, durante muchos años
este lugar estuvo subsistiendo
casi, sin demasiado apoyo ni de Buenos Aires, ni de España, hasta que en 1814,
Buenos Aires reconoce este asentamiento en la Patagonia. A partir de ahí,
podemos decir que comienza otra etapa donde “Buenos Aires se hace cargo del Valle
Inferior”. Ahora, el fuerte pasa a ser parte del país que se esta
construyendo. Llega desde Buenos Aires una expedición que se hace cargo del
mando del Fuerte del Carmen. Comienza en consecuencia a introducirse la idea de
territorio, que lleva implícita la noción de apropiación de una porción de la
superficie terrestre; el estado ejerce el poder sobre esa porción de la cuenca
del río Negro, aumenta la implantación de objetos en este espacio geográfico y
ellos son tanto de carácter político, como económico y cultural, tres
dimensiones que están muy presentes en
la construcción del Valle Inferior. A partir de la apropiación de este
espacio es que se comienza a construir un sentimiento fuerte de pertenencia y se
produce también, de una forma manifiesta, el ejercicio del poder tanto en lo
referido a la gestión como a la organización misma del espacio.
A
partir de aquí, Patagones se transforma en un importante centro proveedor de sal
a los saladeros del río de la Plata y del sur de Brasil. Esta actividad
económica abre nuevos mercados a la producción agropecuaria de la zona
significando una expansión del área rural, prosperidad económica y complejidad
social. Se crea el juzgado de paz, una escuela pública, servicios de correo, es
decir, comienza a observarse una mayor preocupación por Patagones en el gobierno
Buenos Aires. También aumentan las relaciones políticas y económicas con las
tribus de la región.
Mientras tanto, en la planta
urbana, comienzan a formarse dos barrios, alrededor del fuerte del Carmen: el
barrio norte es Patagones y el barrio sur, Mercedes de Patagones en lo que hoy
es Viedma. De este modo el lugar, adquiere características de pueblo, con una
estructura conectada con calles y caminos que comunican con los alrededores
donde surgieron las huertas y las chacras. Además, aumentan las comunicaciones
entre ambas márgenes, hechos que organizan cada vez más a este
espacio
En cuanto al número de
habitantes, en 1816 se realiza un relevamiento estadístico que da un total de
población de 508 personas, de las cuales 302 son varones y 206 son mujeres. La
población ofrecía una matriz heterogénea, había entre sus integrantes: indios,
chinas, criados, esclavos y esclavas, negros liberados y numerosos
labradores.
Es importante destacar que
en esta etapa se da un fenómeno significativo para la organización de este
espacio, que es el comienzo de la donación de tierras a quienes lo soliciten.
Esta donación consistía en un solar y una chacra para realizar tareas
agropecuarias.
Por otra parte, durante esta
etapa, continuaban las disputas con algunos grupos aborigen, hasta que
finalmente se firmó la paz entre el cacique Yanquetruz y Buenos Aires. Esto
ocurrió en 1857, desde allí se puede comenzar a hablar de una nueva y distinta
etapa llamada “de paz con el cacique
Yanquetruz”. Esta etapa es de gran impacto sobre el espacio, porque a partir
de aquí, una vez firmada la paz, comienza un período de gran expansión económica
y social en Patagones. Surge así, la instalación de nuevas explotaciones
agropecuarias, principalmente aquellas que se extienden aguas arriba del río
negro. Además, se organiza y se
instala en Cubanea, una importante colonización de origen italiano, que comienza
con treinta familias genovesas que se instalan allí y en Zanjón de Oyuela,
dedicándose principalmente a las actividades agropecuarias. Esta colonia no
próspero y las familias se trasladaron e instalaron en las poblaciones aguas
abajo, que crecían en ambas márgenes del río.
En esta etapa aparece una
fuerte expansión de la relación entre el hombre y la naturaleza, a traves del
trabajo, como un proceso necesario para la satisfacción de las necesidades
sociales. Se establecen, de este modo, relaciones de producción que van a
caracterizar a esa sociedad y que se van a ir acumulando en el espacio como
distintas formas de explotación del suelo a través de las prácticas agrícolas,
como así también por las nuevas construcciones.
Así se observa en el barrio
norte del pueblo, que formaban Patagones y Viedma, la expansión demográfica y
urbana, y esto hace que las construcciones superen la barranca y se comience a
extender el pueblo sobre la planicie, mientras que en la zona sur se iniciaba
con el trazado de quintas y huertas, que abastecían de hortalizas, verduras y
frutas al pueblo y sus alrededores.
Este proceso trajo también
reformas políticas y así, el 11 de octubre de 1878 se crea la Gobernación de la
Patagonia, provocando un fuerte impacto en el pueblo, ya que le saca a Patagones
el sector al sur del río, que comprende parte de la llanura aluvional y
convierte a Viedma en capital de la Gobernación. Transformándola en el centro de
irradiación para la colonización agrícola y pastoril, con el perfil de una base
de operaciones, desde la que se dirigían los movimientos tendientes a
transformar este territorio y a construir una organización distinta. Esta
decisión política, tomada desde el gobierno central, marca la definición del
territorio como entidad jurídica, donde evidentemente se proyectaba la idea del
grupo gobernante en ese momento. A partir de aquí, el Valle Inferior queda
dividido en dos juridicciones, el sector norte queda en la Provincia de Buenos
Aires y el sur en la Gobernación de la Patagonia.
En cuanto a las actividades
predominantes, se instalan en este sector los hornos de ladrillos, que fabrican
el insumo imprescindible para la construcción de los edificios públicos y de las
viviendas privadas, por lo tanto, se amplían e incorporan a partir de este rubro
nuevos sectores productivos.
Al
poco tiempo, en 1884 seis años después, comienza una nueva etapa a la que se va
a denominar “creación de la Gobernación
de Río Negro”. Esta etapa se la puede considerar la más dinámica que se dio
en el valle inferior, no sólo por lo que sucedió en él, sino porque en ella
surge la colonización de otros valles del Río Negro y la explotación de tierras
en la Línea Sur. Se puede decir que comienza una etapa de decisiones políticas,
enmascaradas en políticas públicas de un Estado que pretende poblar, conquistar
y controlar diferentes territorios, complementando con leyes de colonización,
que modificarían la organización original.
Por
lo tanto, Patagones se transforma con rapidez, y pasa a cumplir el rol de núcleo
comercial y de servicios para toda la gobernación, sobretodo porque en él estaba
el puerto a donde llegaban los productos y por donde salían los frutos de la
región. Fue importante, en el área de Patagones, la construcción de barracas
para almacenar los frutos del país, principalmente lanas y cueros y estos
edificios modificaron la fisonomía del viejo fuerte del Carmen. Esta
modificación ofrecía una distribución espacial mucho más compleja y comenzó a
marcar una significación y una simbología, que ha permanecido durante mucho
tiempo, caracterizándola como ciudad comercial y puerto. Es oportuno recordar
aquí que, en etapas posteriores y en forma reciclada, este significado intentó
volver a tener la fuerza que lo caracterizó en esta etapa del Valle
Inferior.
Precisamente
al referirse a la fisonomía de estos pueblos, Vapñarsky dice: “en términos
funcionales, la unidad de ambos pueblos está dada por la complementariedad, no
es por la semejanza de sus
características. Por lo menos divergieron desde 1878 en que Viedma se convierte
en la capital de la Gobernación de la Patagonia, Patagones en puerto y centro comercial –
Viedma centro administratico, educativo y religioso”. (Vapñarsky:
1983)
Así
es que, en efecto, el puerto de Patagones actuó como un gran dinamizador de la
región y organizador del espacio, el hinterland de Patagones cada vez adquiría
más importancia a medida que se iban instalando los colonos, las tierras se
cultivaban y la demanda de productos para consumo y venta eran cada vez mayor.
Además, el puerto era el que permitía la comunicación permanente con Bahia
Blanca, a donde el ferrocarril ya había llegado, con Buenos Aires y con Europa,
y se puede decir que en ese momento el valle inferior se incluía ya en el mundo
globalizado, de una manera distinta, pero posiblemente más efectiva.
Es
interesante observar como en este proceso de construcción del espacio hay
elementos de gran significación que se van incorporando al paisaje cotidiano del
valle inferior. En 1884, se crea en Patagones el banco de la Provincia de Buenos
Aires y en 1887, se inaugura el faro del Río Negro en la desembocadura, en el
área de La Boca, donde comienza el acantilado. Este hecho respondía a una
política pública según la cual se había tomado la decisión de controlar el mar y
la costa marítima argentina, favoreciendo así la navegación y el ingreso al
puerto de Patagones. Los dos hechos mencionados son fundamentales para el
progreso de la zona, por un lado en mejoramiento de las comunicaciones a partir
del apoyo a los barcos, por otro lado, la instalación del banco, como factor de
servicios para los comerciantes, ganaderos, acopiadores de la zona y
administrativos, constituye un hecho de gran valor que nos permite ver que
existía una fuerte decisión de desarrollar la zona.
En
cuanto a la población, ésta comenzó a constituirse, tanto por prósperos
comerciantes porteños como por extranjeros. Del lado de Viedma, llega a tener
5500 habitantes en el año 1900, cantidad muy importante para la época si
observamos el contexto patagónico. Se van instalando en el área urbana gran
cantidad de artesanos, trabajadores rurales y urbanos, que participan
activamente de la vida social y económica del pueblo. De los datos censales de
la época, se deduce que en la primera parte de esta etapa se triplicó la planta
urbana de Patagones, se crearon varias escuelas, se instalaron diferentes
comercios. En 1907 se creó la escuela agrícola, que era parte de un proyecto mayor que tenía como objetivo
regar gran parte del partido de Patagones. Se comenzó por un sistema de bombeo
desde el río, que llevaba agua para
regar más de 100 ha pertenecientes a la escuela. El resto del proyecto por
diferentes intereses políticos y económicos que entraron a competir, no logró
concretarse.
En
el proceso de construcción del espacio del Valle Inferior, se va imponiendo cada
vez más, una organización destinada a fortalecer el trabajo, como es el hecho de
la instalación, a principios del siglo XX, del Banco de la Nación Argentina en
Viedma y de una oficina Nacional de Observaciones Meteorológicas. Esto nos está
indicando que existía, a nivel nacional un compromiso con la zona para
desarrollarla e integrarla al resto del país. Estas dos creaciones significaron
un verdadero apoyo al desarrollo agrícola de la zona tanto desde lo técnico como
desde lo económico, proporcionado,
por un lado, los datos del tiempo y clima, en cuanto orientadores
necesarios para las actividades productivas, y por otro lado, el apoyo
financiero, para hacer realidad esa producción.
Por
otra parte, ya desde 1884, existía la necesidad de cubrir las funciones
políticas y administrativas del Territorio Nacional de Río Negro. Este fue otro
factor que contribuyo, desde muy temprano, al crecimiento de la población en la
zona, como así también a la organización del espacio ya que estas actividades
requerían tanto la construcción de edificios públicos como la de vivienda para
el personal.
A
ello se suma el evidente compromiso con la salud y el conocimiento, ya que
también se crea en Viedma la primera biblioteca de la Patagonia y el hospital,
que viene a cumplir un importante servicio público para la región. Además,
Viedma es base del principal movimiento de evangelización de la patagonia, que
tuvo una fuerte incidencia en la creación de escuelas, en asociaciones
profesionales y en actividades periodísticas con la creación del primer diario
salesiano de la patagonia que se llamo “Flores del Campo”. Por todo ello Viedma
adquiere la calificación de ciudad
de mayor nivel cultural de la Patagonia. Evidentemente ha sido una ciudad muy
beneficiada por diferentes política públicas que favorecieron a la zona y
provocaron el ascenso de esta y que posteriormente por otras decisiones o por la
complejidad de los procesos socioeconómicos y culturales, la llevaron a un
retroceso o a un estancamiento.
A
lo dicho se suma también la preocupación permanente por la construcción de obras
de infraestructura necesarias para le desarrollo agrícola de la zona. En este
sentido, se reitera la idea de instalación de un puerto que nunca superó la
etapa de proyecto.
Ahora bien, paralelo al
desarrollo de Viedma, también se va consolidando la zona norte de Patagones con
la ocupación de tierras y de estancias aledañas a Bahia San Blas, como
consecuencia del sojuzgamiento de las tribus índigenas. La actividad lanera va
adquiriendo mucha importancia en la zona con el corrimiento de la actividad del
centro de la región pampeana hacia el sur. Comienza a articularse una
transformación del territorio del trabajo y la producción, que va a significar
cambios profundos en el mismo.
Por
otra parte, un hecho relevante en las comunicaciones, es “la llegada del ferrocarril al Alto Valle de
Río Negro y Neuquen” esto ocurre en 1899. Este logro se proyectará como
denominación de esta etapa que marca el comienzo de una gran
reterritorialización de la norpatagonia, y que resiente todas las estructuras de
funcionamiento de la organización espacial hasta ese momento establecidas. En el
caso del Valle Inferior, comienza un período de freno al crecimiento continuo
que venía teniendo la zona. Es de destacar cómo un elemento de progreso, como es
la construcción de vías de comunicación, en este caso el ferrocarril, lleva a
sectores de la región a sentir con mucha fuerza ese impacto. Esto se produjo por
dos motivos: el primero esta en relación con la decisión política de tender la
línea ferroviaria desde Bahia Blanca a Neuquén, dejando fuera del circuito a
Patagones y Viedma, el segundo es la apertura del Puerto de San Antonio Oeste,
que entra a competir con el de Patagones. Cabe aclarar que hasta aquí las
funciones portuarias y comerciales le habían dado a Patagones un empuje, que las
funciones administrativas y educativas no habían logrado para
Viedma.
Sin
embargo, del otro lado del río, Viedma sigue creciendo en estas últimas
funciones y tal es así que en 1917 se crea aquí la primera Escuela Normal de la
Patagonia, con una función muy importante, ya que con la escuela comienza la
formación de docentes que van a desarrollar sus actividades en toda la Patagonia
y el sur de la provincia de Buenos Aires.
Es así, que continúan
llegando inmigrantes a la zona, sobretodo europeos, como por ejemplo los
alemanes del Volga que se instalan en la zona de Cardenal Cagliero, Casas, San
Blas y Stroeder, como así también migrantes de otras provincias argentinas que
comienzan lentamente a radicarse en el Valle Inferior.
Finalmente
en 1922 llega el ferrocarril desde Bahia Blanca, con el cual Patagones queda
integrado al circuito pampeano y en 1930 se une con Viedma, cuando se termina de
construir el puente ferrocarretero que une las dos ciudades. En realidad esta
unión está movilizada principalmente por los intereses económicos ingleses de
llevar la producción de lanas y cueros desde el territorio a los puertos y
lavaderos de lana de Bahia Blanca y Buenos Aires. Con esto la decadencia
continua ya que la producción pasa por el valle inferior sin parar y por lógica
sin dejar nada. Solamente hay una fuerte estructuración del espacio por el
tendido de las vías del ferrocarril
que entra al pueblo de Patagones y sale para ascender por el borde del cerro de
la Caballada y cruzar el río Negro.
Posteriormente,
en 1955, se modifican las estructuras del Estado, se produce la
provincialización del territorio nacional y Viedma se convierte en la capital de
la Provincia de Río Negro; más tarde, en 1957, se aprueba por ley la
Constitución de Río Negro.
En
consecuencia, la sexta etapa se la puede mencionar como “la de Viedma capital y el Proyecto
IDEVI”. Fue a partir de 1960 que comienza a hacerse realidad un viejo
proyecto que se venía pensando, y que consistía en la construcción de una gran
obra de riego para la margen sur del río Negro. Este proyecto tenía varios
objetivos: colonizar el valle inferior, abastecer de frutas y verduras a la
región patagónica y diversificar las actividades de la zona, que se encontraban
muy relacionadas con los sectores terciarios, principalmente administración
pública. El modelo, totalmente planificado, coincidía con el fomento de la
agricultura en la patagonia, el pensar en la extensión de la pampa húmeda con
una gran huerta que abasteciera a una población que cada vez crecía más. El
impacto sobre el medio fue, de hecho, significativo, ya que el proyecto original
preveía 80.000 ha. bajo riego, de las cuales se ha llegado a poner en ejecución 50.000 ha. De este
modo, la transformación fue total
ya que se pasó de una zona de producción ganadera extensiva a un espacio de
agricultura intensiva con riego. En un principio dinamizó el territorio con la
llegada de nuevos inmigrantes europeos y argentinos de ésta y otras provincias.
El espacio adquirió otra forma de organización, por el sistema de riego,
viviendas, servicios, caminos, por el nuevo trazado de la “Ruta Tres” por el
medio del valle. Además, se instala en la zona, una estación experimental del
INTA para el asesoramiento y capacitación de los productores. Se crea la escuela
de formación agraria, cooperativas, etc.
Pero
la falta de una política clara, con objetivos bien definidos hizo que el
proyecto no funcione a como se esperaba, provocando lo que justamente no se
quería, que es que la gente ante la crítica situación en las chacras buscara
empleo en los diferentes sectores de la administración pública, aumentando el
número de empleados en ese sector y abandonando las chacras para ir a vivir al
pueblo.
A
finales de los setenta, con la crisis del estado de bienestar, se observa que en
algunos habitantes prende lentamente la idea, de volver a pensar en una
actividad productiva, que pudiese ser rentable y vivir de
ella.
La
última etapa y de la que, por su impacto, todavía no se ha salido fue en 1986
denominada “del traslado de la capital
de la república”. A partir de aquí, comienza un proceso que dura muy poco,
sólo dos años se habla y se trabaja sobre la idea del traslado de la capital de
la ciudad de Buenos Aires a Viedma. Esta ciudad junto con Patagones ofrece ahora
alrededor de 50.000 habitantes, y no se ha modificado demasiado; el crecimiento
es muy bajo, si uno observa los tres últimos censos, 1980, 1991 y 2001,
sobretodo en los dos últimos, el crecimiento en estas ciudades fue casi solo
vegetativo, con muy poca gente llegada de otros lugares.
A
partir de 1990, con profundas modificaciones en la economía mundial y la casi
total desaparición del estado de bienestar, la globalización que transforma
profundamente las formas de producción, circulación y el consumo de bienes y
servicios, la organización del trabajo, la localización de las actividades
económicas y el papel de los recursos naturales, se hace sentir en este espacio
que no logra integrarse a las nuevas estrategias de organización. El estado, por
otra parte, que no define cómo va a realizar esos cambios, continua influyendo
en la organización del territorio, sin reglas posibles para una sociedad que no
sabe muy bien hacia donde debe ir.
Considero
que el proceso de construcción del valle Inferior es un claro ejemplo de la
participación de los distintos actores, que han actuado bajo una gran diversidad
de objetivos y a muy diferentes escalas que van desde lo local hasta lo
planetario, generando situaciones que a veces pueden llegar a ser complicadas.
Finalmente y según las palabras de
Sánchez Eugeni: “ ...también la diversidad de objetivos a escalas distintas
pueden llegar a ser contradictorios, lo que ocasionará conflictos para llegar a
imponer en un territorio determinado uno u otro objetivo. En este aspecto, el
papel que se atribuye al espacio es esencialmente significativo, sobretodo en lo
que podríamos denominar la política del espacio”.(Sanchez:1991)
BIBLIOGRAFIA
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Ministerio de Educación y Cultura. 2003.
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Sanchez, Joan Eugeni. Espacio, economía y sociedad. Economía y
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Vapñarsky, César A. Pueblos del Norte de la Patagonia 1779-1957. Centro
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1983.
Ponencia presentada en el Quinto Encuentro Internacional Humboldt.
Neuquén, Argentina. Octubre de 2003.
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