METAMORFOSIS
DEL ESPACIO DE POSADAS: EJE DE CRECIMIENTO S. O.
Lic. CANTERO, Alberto Aníbal
Departamento de Geografía.
Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”.
Posadas, Misiones.
ABSTRACT
Coincidiendo con las palabras de Milton Santos, podemos afirmar que la
noción de espacio, todavía, cubre una variedad tan amplia de objetos y
significaciones (son utensilios comunes de la vida doméstica, como un cenicero,
un vaso, son espacio; una estatua o una escultura, cualquiera que sea su
dimensión, son espacio; una casa es espacio, como una ciudad también lo es). El
espacio que nos interesa es un espacio humano o un espacio social. El espacio
debe ser considerado como un conjunto de relaciones realizadas a través de
funciones y de formas. Se presentan como testimonio de una historia escrita por
procesos del pasado y del presente.
El espacio se define
como un conjunto de formas representativas de relaciones sociales del pasado y
del presente. Una estructura representada por relaciones sociales que están
aconteciendo delante de nuestros ojos y que se manifiestan a través de procesos
y funciones. El espacio es, entonces, un verdadero campo de fuerzas cuya
velocidad es desigual. Por ello la metamorfosis espacial no es idéntica en todos
los lugares.
La metamorfosis (del
griego metamórfosis; de metamorphoo, transformar) del espacio geográfico
comienza a gestarse, cuando el hombre aparece en la Tierra y comienza a dejar
sus huellas en su superficie. Antes del hombre, no había espacio geográfico,
sólo existía medio natural. Antes que el Creador pusiera a su criatura primacial
en esta morada, tampoco existía Geografía. Ésta comienza a manifestarse cuando
el hombre la va creando al moldear el espacio, su espacio vital.
El
rápido crecimiento urbano de Posadas ha generado múltiples problemas que
repercuten en el espacio. La expansión de la ciudad genera una presión sobre el
área de campo, alterando el equilibrio natural del geosistema de los campos
submisioneros. En esta zona de transición, de competencia por el suelo,
conflictiva; conviven o coexisten elementos de diferente origen, por ello el
signo elocuente es la heterogeneidad y mezcla de usos del
suelo.
Los
problemas observados en esta área de transición, llamada por algunos autores
rururbana, son falta de organización y ordenación del espacio por el mal uso del
suelo; que generan a su vez deterioro del ambiente natural de los campos
submisioneros.El rápido crecimiento urbano
y el mal uso de la tierra genera problemas ambientales y disfuncionalidades en
el espacio S.O. de Posadas.
El objetivo de este
trabajo es analizar la metamorfosis del espacio de Posadas, desde su fundación
hasta la actualidad. Por lo cual, se inicia con la evolución del espacio de
Posadas, desde su marco natural hasta que las modificaciones antrópicas lo
convierten en un medio humanizado. De esta forma se podrá evaluar su ocupación,
organización y ordenación. Con
esta investigación se pretende abordar todos los cambios espaciales a lo largo
de la Ruta Nacional Nº 12 para analizar los problemas ambientales, la falta de
organización y ordenación del espacio geográfico.
El
estudio de un centro urbano puede ser encarado desde distintas disciplinas; en
este caso se realizará desde la óptica geográfica, tratando de comprender el
fenómeno analizado en sus múltiples aspectos, pero encuadrados dentro de la
metodología de la geografía urbana.
El
área de estudio se analizará desde el presente, su paisaje actual; recurriendo
al pasado para explicar las situaciones presentes y predecir las tendencias de
su evolución. Porque todo espacio lleva señales del pasado, está impregnado de
historia, por lo cual no podemos omitir su evolución. Se iniciará la
investigación desde el espacio natural de Posadas para describir su
transformación hasta la actualidad. El análisis actual de la transformación del
espacio se centrará por el tentáculo de crecimiento en la Ruta Nacional Nº 12,
hacia el S.O; aproximadamente de 30 km de longitud.
POSICIÓN GEOGRÁFICA DE
POSADAS
La
ciudad de Posadas se localiza a los 27° 23´ de Latitud Sur y a 55° 53´ de
Longitud Occidental. Los límites del municipio de Posadas son: al norte el río
Paraná; al este el río Paraná, el arroyo Laguna, la Ruta Nacional N° 12 y la
Ruta Nacional N° 105; al sur los arroyos Zaimán y Lapacho; y al oeste el arroyo
Itaembé.
Posadas,
cabecera del departamento Capital, se localiza sobre una de las más pronunciadas
curvas del río Paraná. Exactamente en la margen izquierda del “pariente del
mar”. Se sitúa excéntricamente respecto al país y a la provincia de Misiones. Se
halla en una zona de frontera, formando con Encarnación (Paraguay) un sistema
urbano bipolar en la región. La relación de Posadas y su área de influencia se
da a través de múltiples medios de transportes y comunicaciones, habiendo sido
el primero de ellos el río Paraná. En la actualidad su posición estratégica
dentro de la Cuenca del Plata y en el “corazón” del Mercosur le depara un futuro
promisorio como nodo de importantes redes y flujos de personas, bienes,
servicios, transportes y comunicaciones.
EVOLUCIÓN
GEOLÓGICA
Forma
parte de la estructura geológica del macizo de Brasilia. Su subsuelo está
formado por rocas cristalinas precámbricas, cubiertas por mantos de rocas
volcánicas (basaltos) que salieron a la superficie a lo largo de grandes fallas
que coinciden con los cursos de los ríos Paraná y Uruguay. Las efusiones
volcánicas consisten en la expansión, sobre la superficie terrestre, de
materiales provenientes del interior del planeta. Dichos materiales salieron por
extensas grietas y al derramarse formaron mantos sobre la superficie
preexistente. La cuenca del curso superior del río Paraná, donde en el mesozoico
inferior hubo una efusión de basaltos que cubrió una superficie de 1.200.000
km2 en la Argentina y países limítrofes. Estas rocas duras cubren la
superficie de Posadas.
En
consecuencia, Posadas forma parte del paisaje geográfico que caracteriza gran
parte del Brasil, Paraguay y Uruguay; cuyo origen geológico se explica como
consecuencia de un proceso diastrófico. Este episodio geológico importante, se
manifestó en forma de movimientos epirogénicos y de reiteradas efusiones de
basalto. Durante los largos períodos interefusivos, se desarrolló un proceso
erosivo intenso, apurado por la rigurosidad climática, que provocó el desgaste y
modelado del relieve joven y el consecuente depósito de los mismos en forma de
mantos aluvionales. Concluido dicho proceso, persistió la influencia climática
sobre el techo del manto rocoso, modelando la topografía joven en tal grado que
se fue operando el cubrimiento paulatino de las áreas con depósitos aluvionales.
Por
otra parte, el avance de la vegetación desde el norte, inició el cubrimiento del
suelo con mantos boscosos y la paralela descomposición del basalto, por acción
de la humedad y el tiempo, en laterita. Posadas y sus áreas de influencias son
una clara resultante de dicho desgaste del relieve con una topografía madura y
también amplias zonas de relleno.
RELIEVE
Posadas
se encuentra en una zona de transición, entre el Planalto Meridional Brasileño y
la cuenca sedimentaria de la llanura Platense. Las geoformas del paisaje
posadeño son ondulaciones, como estructuras dómicas que sobresalen entre los
valles de los cursos fluviales que atraviesan el municipio.
El
relieve ondulado se aprecia cuando se transita por varios sectores de la ciudad,
se observa el descenso de la pendiente hacia los valles de los arroyos, por
ejemplo en las avenidas Leandro N. Alem y Justo J. Urquiza, cuando estas
atraviesan el valle del arroyo Itá; o en la Av. Arturo Jauretche, al pasar por
los valles de varios colectores del arroyo Mártires.
La
altura media de la ciudad es de 111 metros sobre el nivel del mar, el área más
elevada urbanizada se halla en las chacras números 57, 52, 53 y 56; con una
altura de 149,5 metros. De esta área elevada el relieve desciende en forma
escalonada hacia el norte y este, a la planicie de inundación del río Paraná.
Hacia el sur y SE se eleva progresivamente para vincularse a las Sierras del
Imán, Sierra de San José, Sierrita de San José y Cuchilla de San Cristóbal.
Los
escalones del relieve ondulado están constituidos por coladas de basaltos que
han resistido el desgaste de los agentes transformadores del relieve;
observables en el Cerro Pelón y en numerosos sectores de la ribera izquierda del
río Paraná.
Posadas
se halla en el distrito morfológico de la Planicie del Sur, Planicie de
Apóstoles o Campos Submisioneros. Es una superficie llana con muy pocas alturas
diferenciadas, producto de una prolongada erosión, con presencia de valles
amplios y de poca pendiente. Es una planicie de erosión desgastada, cuyo nivel
de base es el cauce de los dos colectores: el Uruguay, de nivel más próximo al
de base, y el Paraná. Es decir, una planicie de baja altura sobre el nivel del
mar. El relieve es ondulado, salvo unas planicies de acumulación en tramos muy
breves de los ríos, y montes de formas muy suaves coronados de basalto que ha
resistido el desgaste, ubicados cerca de los colectores y también en el eje de
la peniplanicie.
SUELOS
Si
utilizamos el bosquejo de las regiones de suelos de la Argentina, realizado por
el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) basado en la
clasificación que se utiliza a escala mundial (Soil Taxonomy de EE. UU.) para
aplicarlos en Posadas, observaremos dos tipos de suelos:
Oxisoles: (de
óxido) suelos rojos de clima cálido subtropical húmedo de la meseta misionera
muy lavados. Primitivamente llamados suelos lateríticos. Suelos de alta
fertilidad cuando no han sido explotados, pero muy susceptibles de erosión
hídrica si no están bien manejados. Suelos rojos originados por la oxidación de
rocas volcánicas, por lo general basaltos, que contienen alto porcentaje de
hierro. Son suelos de mediana fertilidad, se erosionan fácilmente por las
abundantes lluvias, el lavado y arrastre aumenta día a día por la tala
indiscriminada que realiza el hombre.
Ultisoles: (del
latín ultimus: último): suelos rojizos de climas húmedos, con materiales
arcillosos lavados. Son de baja fertilidad y pobres en humus. En el país se
hallan en el sur de Misiones y NE de Corrientes. Incluyen la mayor parte de los
suelos pardos rojizos lateríticos.
En un estudio más detallado CARTA
(Compañía Argentina de Relevamiento Topográficos y Aerofotogramétricos) realizó
en los años 1962 y 1963 el mapa edafológico, acompañado de un informe técnico;
identificando once complejos o asociaciones de suelos en el territorio
provincial. En la carta edafológica correspondiente a Posadas en escala 1:
50.000 se observan los siguientes complejos:
Complejo 1
“Aluviones del río Paraná”: se encuentran en la ribera este y norte del río
Paraná, en forma de una franja discontinua, desde el arroyo Laguna hasta el
arroyo Itaembé. Son suelos muy evolucionados, lixiviados (lavados), generalmente
hidromórficos, profundos, muy ácidos, de baja fertilidad, procedentes de
depósitos fluviales del río Paraná. Gran parte está sometida periódicamente a
inundaciones por crecientes del río.
Complejo 3
“Aluviones de los arroyos principales”: se localizan en franjas ribereñas a lo
largo de los cursos de los arroyos Zaimán
(con sus afluentes arroyo Estepa, arroyo Lapacho y arroyo Pelado),
Mártires, Alegre o Apepú e Itaembé. Son suelos variadamente evolucionados,
generalmente hidromórficos, de medianamente profundos a profundos, ácidos, de
baja fertilidad, derivados de depósitos aluvionales de los arroyos principales.
Están asociados a suelos hidromórficos, arcillosos, de medianamente profundos a
profundos, ligeramente ácidos, medianamente fértiles, procedentes del basalto.
Aparecen en toda la provincia, pero más frecuentes y más extensamente en el sur.
Son suelos de albardones, bien drenados, de bañados, malezales y suelos “ñaú”
(tipo de arcilla regional). Al igual que el complejo 1, este complejo, soporta
inundaciones periódicas de los arroyos nombrados.
Complejo 6 “Suelos
pedregosos”: son suelos poco evolucionados, jóvenes, derivados del basalto
alterado y fracturado hasta dos metros, permeables, fértiles y ácidos. Se los
divide en dos fases 6A y 6B. En Posadas encontramos la fase 6A, en las cercanías
de las desembocaduras de los arroyos Itá y Mártires.
La fase 6A se
desarrolla en un relieve plano o poco inclinado, con escaso peligro de erosión y
perfil más profundo. Son los suelos de mayor difusión en Misiones, conocidos
como “tosca” o “toscos”, aunque en realidad carecen de suficiente cantidad de
carbonato de calcio para justificar el término. Son muy fértiles, constituidos
por minerales primarios y fragmentos de roca alterados, incluyendo minerales
arcillosos. Son profundos, con pasaje gradual hacia la roca madre.
Complejo 9 “Tierra
colorada”: se localizan en la mayor parte de la ciudad de norte a sur y de este
a oeste, intercalándose con el complejo 3. Son suelos rojos profundos muy
evolucionados, lixiviados, permeables, ácidos o ligeramente ácidos, medianamente
fértiles, derivados del basalto y de sus fases de erosión. Pueden encontrarse
asociados a pequeñas superficies de los complejos 3 y 6. Son muy aptos para la
reforestación.
Complejo 11
“Aluviones antiguos del Paraná”: se encuentran entre las avenidas Mitre (norte),
Tierra del Fuego (sur), Francisco de Haro (oeste) y la línea férrea (este).
También en franjas de ancho variable a ambos lados de la Ruta Nacional N° 12
(excepto en el valle del arroyo Zaimán, con el complejo 3), desde la Rotonda
hasta la Garita Km 10, especialmente en Miguel Lanús. Son suelos rojos muy
evolucionados, no lixiviados, arenosos, profundos, de baja fertilidad, derivados
de aluviones antiguos de arena y cantos rodados de la terraza alta del río
Paraná y suelos poco evolucionados, superficiales, de fertilidad muy baja,
derivados de niveles de cantos rodados aflorantes.
CLIMAS
El clima de Posadas es cálido
subtropical sin estación seca. La máxima temperatura media anual es de 28° 1 C,
con valores extremos de 34° 5 C, en enero. La temperatura media anual es de 21°,
5 C; en el período octubre a abril se dan temperaturas medias superiores a los
20° C y en el resto del año temperaturas inferiores a los 20° C.
Las temperaturas
máximas absolutas alcanzan los 44° C en diciembre y 43° C en enero, mientras que
las mínimas absolutas con valores inferiores a 0°C, se registran entre mayo y
agosto, con marcas de hasta –3°, 4 C en el mes de julio, que corresponde a la
categoría “frío”, de la cual se desprende una amplitud térmica anual absoluta de
47°, 4 C.
La diferencia de
temperatura entre el centro de la ciudad, los barrios alejados y las zonas
periurbanas, es experimentada diariamente por gran parte de la población que se
traslada desde sus hogares a sus
ocupaciones. Este efecto, del aumento de temperatura es un subproducto del uso
de la energía, asociado a la actividad humana.
Los factores más
importantes que producen este aumento de temperatura en esta región cálida y en
particular en el verano, son una mayor absorción de calor por parte del
conglomerado urbano y un menor enfriamiento por evaporación, ya que la
vegetación natural es prácticamente inexistente y el agua de lluvia se pierde
como consecuencia de la escorrentía. Aunque Posadas no es una gran ciudad, las
construcciones y el pavimento del centro absorben una cantidad de calor
proveniente de la radiación solar, mucho mayor que en las áreas de campo,
cubiertas de vegetación. Además, el efecto de pantalla creado por los edificios
reduce el enfriamiento del aire durante la noche.
Estas
características del microclima urbano se hacen sentir entre el campo, la franja
rururbana y el centro de la ciudad de Posadas, con edificación de mayor
densidad. Es común encontrar diferencias de temperatura del aire, del orden de
2°, 5 C.
Si bien Posadas
registra un promedio anual de precipitaciones del orden de los 1.700 mm,
históricamente se verificaron valores superiores a los 2.000 mm anuales y que en
otros años se redujeron solamente a 1.000 mm. Las épocas de máxima registran un
promedio de 180 mm en abril y 165 mm en octubre, en tanto el mínimo invernal se
da en julio con aproximadamente 87 mm y en agosto con 85 mm. El promedio anual
de días de lluvia es de 84, 1 (7 días al mes), valores inferiores al resto de la
provincia con un promedio máximo de 8 días mensuales en septiembre y octubre y
un mínimo de 5 días en julio.
La intensidad de
lluvias se ha manifestado a veces con precipitaciones que llegaron a 250 mm
diarios, o 90 mm por hora, como promedio de precipitación que cae durante una
hora para un intervalo de recurrencia de 25 años. En otras oportunidades hubo
largas épocas de sequía. En general no se registran precipitaciones menores a
los 30 mm.
La humedad relativa
media de Posadas entre los años 1.903 y 1.940, fue del 77%, valor que
corresponde a “húmedo”. La humedad es mayor en los meses de invierno (89% en el
mes de julio) y menor en el verano (70% en los meses de noviembre, diciembre y
enero, respectivamente). La diferencia anual no resulta muy elevada, llegando
solamente al 19%. El régimen higrométrico de Posadas se ajusta a las
características de casi todo el resto del país, presentando un aumento de la
humedad relativa en los meses invernales.
La nubosidad media
de Posadas es de 5 décimas de cielo cubierto, correspondiendo a un ciclo
“semi-nublado”. El valor máximo se alcanza en el mes de junio con 5, 5 y el
mínimo en noviembre, con 4, 6. Por consiguiente, la curva anual de nubosidad
media acusa acentuada regularidad.
La heliofanía
relativa media llega al 55%, oscilando entre los valores de 41 % en junio y 65 %
en diciembre. La heliofanía efectiva media mensual es de 79, 7 horas, oscilando
entre 4, 3 horas en junio y 8, 9 horas en diciembre.
El climograma de
Posadas, en el promedio anual muestra una clara preponderancia de los vientos
del nordeste, este y sudeste, pero es considerable el período de calmas. Las
observaciones de Posadas, dan una velocidad promedio anual de 9 Km por hora, o
sea, 2 en la escala de Beaufort; entre junio y noviembre (excepto julio) los
valores mensuales exceden el promedio anual; agosto y septiembre tienen los
promedios mensuales más altos, con 11,1 y 11 Km, respectivamente, mientras los
valores más bajos pertenecen a abril y mayo, con 7, 7 en cada uno de esos meses.
La presión
atmosférica media anual para el período 1.901- 1.940 es de 750 mm de acuerdo con
la altitud de 111 m sobre el nivel del mar en la que se halla la estación
meteorológica. La máxima presión media mensual corresponde al mes de julio con
753,2 mm y la máxima media a diciembre y enero con 747 mm. Entre abril y
septiembre los valores son superiores a la media anual, y entre noviembre y
marzo son inferiores.
Los vientos
dominantes son los del cuadrante este, predominando los vientos del sudeste con
una frecuencia anual del 218 % y los del nordeste con una frecuencia anual del
190 %. Las calmas representan solamente el 80 % de la frecuencia anual. Los
meses de mayor duración de las calmas son los de abril y mayo, y los de mayor
frecuencia de vientos son los de septiembre y octubre. Con respecto a la
velocidad se trata de vientos moderados, correspondientes a un valor medio de 8
Km por hora.
Los vientos del
sudeste, frescos y estimulantes, son más frecuentes en el verano, en tanto que
los vientos del nordeste, húmedos y deprimentes, predominan en invierno. El
viento del norte, frecuente y fuerte es cálido y húmedo, alternando con el
viento sur que provoca precipitaciones y refresca el ambiente.
Las heladas se
producen en el período comprendido entre el 20 de mayo y el 25 de agosto, con
prevalencia en el mes de julio.
HIDROGRAFÍA
En la ciudad de
Posadas, cuyo relieve fue caracterizado como bastante ondulado, se aprecia la
natural división del suelo en una serie de cuencas hídricas, delimitadas
perfectamente por las líneas altas que constituyen las divisorias de las aguas.
Las precipitaciones de lluvias caídas en las cuencas, escurren hacia el curso
principal de los arroyos y estos hacia su nivel de base local (río Paraná).
Entre las cuencas
más extensas se encuentran los cursos de los arroyos: Zaimán, Mártires, Itaembé,
Alegre o Apepú y entre las menores los arroyos Mitre, Itá, Antonica, Divisa
(afluente del arroyo Zaimán) y Vicario. Estas últimas se caracterizan por su
pequeña extensión y fuerte pendiente, lo que incide junto con otros factores, en
los tiempos de concentración de las aguas, que resultan muy breves (del orden de
los 5 a 30 minutos).
Las cuencas
naturales favorecidas por la pendiente del terreno permiten una evacuación de
las aguas pluviales, provocadas por las continuas e intensas lluvias, en forma
rápida. Estas cuencas naturales han sido modificadas por la acción del hombre
(urbanización, pavimentos, edificación, etc.) disminuyendo las posibilidades de
escurrimiento natural, con el consiguiente aumento del caudal de las aguas a
evacuar.
BIOMAS
Desde
el punto de vista fitogeográfico, Posadas se halla en el Parque Mesopotámico o
Zona de Campo, con vegetación característica de pastos duros y semiduros. Se
desarrollan los campos con pastizales e “islas” de árboles y en las depresiones
de los valles fluviales crece la “Selva en galería”.
La
“Selva en galería”, “Bosque en galería” o “Monte en galería” acompaña los cursos
de los arroyos, sobre los suelos del complejo 3 “Aluviones de los arroyos
principales” y del complejo 1 “Aluviones del río Paraná”. La flora típica esta
representada por sarandí, pitanga, ceibo, sauce criollo o sauce colorado,
tacuara, tacuapí, tacuarembó o tacuara mansa, mburucuyá o pasionaria, sauco,
culantrillo y otras.
En la
zona de campo crecen pastizales con “mogotes” de árboles, donde se encuentran.
cocú, pitanga, curupí, ambay, arazá, verbena, carqueja, caa-ré, rompepiedra,
ortiga, malva blanca, tapecué, niñorupá, marcela y otras. Sobre los suelos del
complejo 6 “Suelos pedregosos” crecen el urunday, cangorosa y caraguatá.
La
fauna esta representada por zorrino, coatí, comadreja, cuis americano o apereá,
liebre, lagartija, lagarto, víboras, sapos, ranas, garza blanca, garza mora,
teru y teru real, saracura, carancho, caranchillo, cuervo, búhos, ñacurutú,
lechuza, paloma torcaza, martineta, perdiz, periquitos, hornero o alonsito,
martín pescador, tordo o chopí, carpintero, pitogüé, benteveo o pito juan,
pilincho, etc.
La
fauna y la flora natural han disminuido a lo largo del tiempo, por el avance de
la zona urbana hacia el campo. A medida que la urbanización extiende sus
seudópodos de crecimiento, el espacio se transforma en un geosistema, pero
todavía se puede disfrutar del paisaje natural, a través de la sombra de los
árboles, del canto de los pájaros, del verde de la vegetación. Es necesario que
la sociedad posadeña, tome conciencia de proteger estas áreas, creando otros
parques, botánicos, reservas; porque el ritmo de crecimiento de la población y
de la masa edilicia es vertiginoso; las mayores áreas verdes (Parque de la
Ciudad y Jardín Botánico) junto a otras (plazas, plazoletas, paseos, costanera)
no alcanzarán con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
de 10 m2 de espacio verde público por habitante.
METAMORFOSIS DEL ESPACIO DE
POSADAS
En un sitio del
espacio que ocupa actualmente Posadas, el 17 de marzo de 1615, el Padre Roque
González fundó la reducción de Anunciación de Itapuá, que no prosperó y la
trasladó al otro lado del río. El 25 de marzo de 1625, la refundó con el nombre
de Nuestra Señora de la Encarnación, en el sitio que hoy ocupa la ciudad de
Encarnación, en el Paraguay. Sin embargo, no toda la población fue trasladada al
lado paraguayo; se mantuvo durante un tiempo un poblado que subsistió en
precarias condiciones gracias a la relación que mantenía con la Reducción de
Encarnación. Este hecho se cuenta como un primer antecedente de poblamiento de
la actual Posadas, que durante muchos años dependió fuertemente de la vecina
población paraguaya. La ausencia de un asentamiento permanente durante el
período colonial pone en evidencia la escasa significación productiva que el
caserío tenía por entonces. Por el contrario, Candelaria y Loreto e incluso la
Villa de Encarnación de Itapúa, entre otras, eran reducciones destacadas por su
importancia.
Entre 1838 y
1840 los paraguayos instalaron una guarnición permanente y levantaron una
muralla defensiva. Como consecuencia, la zona pasó a denominarse: “Trinchera de
los Paraguayos”. El murallón se levantó con piedras provenientes en su mayor
parte de los pueblos jesuíticos derruidos. Formaba una gran curva de
aproximadamente dos kilómetros y medio de largo, desde el sur de la actual
Laguna de San José hasta la “Punta Gómez”, en la margen izquierda del río
Paraná. Tenía dos metros y medio de alto por uno de ancho. El arco circular de
la fortificación encerraba una extensión importante de tierra cubierta de pasto
que se utilizaba como potrero y campo de arriendo de la hacienda arreada,
principalmente desde el territorio correntino.
Con el cierre del
Paraná, proporcionado por Juan Manuel de Rosas desde Buenos Aires, el Gobierno
paraguayo se vio obligado a buscar por el lado brasileño una vía alternativa de
abastecimiento. Estableció entonces, una ruta por tierra que unía Asunción con
Porto Alegre, pasando por Villarrica, Itapúa, Trinchera de San José, Santo Tomé
(por entonces conocido como “Paso Hormiguero”) y Sao Borja.
La guarnición
militar de la Trinchera, que se mantendría por espacio de tres décadas,
garantizaba la seguridad de esta ruta comercial vital para el abastecimiento
paraguayo y el dominio territorial asunceño en la margen izquierda del río
Paraná. Oficiaba también de centro de concentración y lugar por donde cruzaban
el río los rodeos de ganado trasladados desde Corrientes y Entre Ríos para el
consumo en Asunción.
La profundización
del conflicto con Asunción que derivó en la Guerra de la Triple Alianza, tuvo
importantes consecuencias para el destino de la región y en particular, para la
Trinchera de los Paraguayos.
Cuando el 1º de Mayo
de 1865 se firmó el “Tratado de la Triple Alianza” entre los países de
Argentina, Brasil y la Banda Oriental del Uruguay, estipulándose como límite
entre Argentina y el Paraguay el río Paraná (formalizando de este modo la
jurisdicción argentina sobre la Trinchera de los Paraguayos) todo el territorio
regional, de hecho estaba bajo el dominio asunceño.
El “Tratado”
desembocó directamente en el inicio de las hostilidades. El ejército aliado
recuperó muy rápidamente la zona de la Trinchera. Su avance significó el fin de
la ocupación paraguaya.
En
los meses subsiguientes fueron arribando más tropas y elementos bélicos,
mientras el Batallón 24 quedó en la Trinchera recuperada. Su instalación en este
lugar, que pasó a conocerse como “Barrio del 24” significó de hecho, una
ampliación del espacio ocupado, al establecerse una especie de “picada” que
comunicaba por primera vez el punto de asentamiento de las tropas con la ribera
del río Paraná. “La Guerra atrajo toda clase de individuos: proveedores de
materiales y alimentos para los ejércitos; pequeños comerciantes que instalaron
tiendas, almacenes, fondas, panaderías, etc., en las cercanías del puerto,
convirtiendo el lugar en el más importante del poblado. Asimismo, una vez
restaurado el orden, arribaron numerosas familias – en sus mayorías provenientes
de San Borja, de Santo Tomé y sus alrededores- en busca de trabajo y seguridad;
incluso aventureros a la caza de fortuna fácil. Puede decirse que ya desde 1867,
en plena Guerra, el sitio fue siendo ocupado por una población permanente que le
confirió un perfil militar y mercantil”
Lentamente se
constituyó una clase de pequeños comerciantes por lo general de nacionalidad
extranjera. También se radicó en el área un importante número de militares, en
retiro o en actividad que como consecuencia de la finalización de la guerra, se
instalaron definitivamente con sus familias (pasando pronto a engrosar la clase
de los comerciantes). Asimismo, adquirió importancia en la sociedad local en
formación los proveedores de las tropas que provenían de Uruguay o del Brasil.
Conformaban una minúscula fracción de la población, notablemente enriquecida
durante la guerra con las ganancias provenientes del negocio de abastecimiento
de las tropas aliadas.
Apenas concluida la
Guerra, en el transcurso de la década de 1870, la imagen del lugar cambió
profundamente: se desarrolló un inusitado movimiento de carretas y caballos y,
se trazó una calle desde el puerto hasta el único portón de entrada a la
Trinchera. Fuera de la muralla, fue conformándose un “rancherío” de barro y paja
donde se instalaron precariamente los peones que prestaron diversos servicios en
la incipiente estructura. La población se incrementó y la sociedad se
diversificó a medida que creció la actividad económica.
Desaparecido
el rígido esquema paraguayo, la real vigencia de las ventajas de la situación de
ese poblado se tradujo, como bien lo explicara Queirel, en un rápido crecimiento
urbano. En efecto, a los pocos meses de la partida de las tropas brasileñas ya
se habían levantado una interesante aldea y delineado una calle comercial activa
y próspera: la Trinchera lograba transformarse en centro de la explotación de
yerba y maderas – actividades desarrolladas río arriba- y de las estancias
ganaderas circundantes.
En el
plano se
observa claramente que desde los primeros núcleos de asentamiento de población,
Posadas tuvo determinado las direcciones de expansión. Hacia el norte y este se
encuentra el río Paraná, como borde que marca el límite de expansión. En cambio
hacia el oeste y sur tiene todo el área de campos submisioneros para expandirse.
Teniendo en cuenta la creciente importancia que
adquirió el poblado, el gobierno de la Provincia de Corrientes promulgó una
serie de medidas. El 8 de noviembre de 1870 decretó la Ley de creación del
Departamento de Candelaria, designándose a la Trinchera de San José como sede de
las autoridades. El 1º de abril de 1871 dispuso la mensura y parcelamiento de
los terrenos destinados a la construcción de viviendas, así como el trazado de
las calles del poblado, intentando poner algún orden en “la Trinchera”, que
hasta entonces había crecido espontáneamente. Un año después se delimitó un
casco urbano “el pueblo” de 13 por 14 manzanas de 100 varas de lado; la zona
aledaña se dividió en “chacras” (de 400 varas de lado). Siguiendo el típico
trazado colonial en “damero”, se abrieron las primeras calles, se destinaron
cuatro manzanas del casco a plazas públicas y, se parcelaron y amojonaron los
solares destinados al uso residencial (2 por cada lado de manzana). El mismo
decreto estableció la sesión o venta de los solares imponiendo como condición
contractual por parte del ocupante, el cercado y construcción de vivienda en el
plazo de ocho meses.
Una vez poblado el
casco céntrico, la ciudad creció por loteo y venta de las parcelas, hacia el Sur
y algo hacia el Oeste, formándose barrios como El Palomar, Villa Urquiza y El
Tajamar. En todas las ampliaciones posteriores se mantuvo la pauta de división
en damero, formando “chacras” de 12 has. de superficie, divididas en 16
manzanas. Otra medida de importancia fue la designación del puerto local como
“puerto oficial”, hecho que puso en evidencia la importancia de la ciudad en el
tráfico comercial, asociado al intercambio con el Paraguay y con la producción
extractiva del interior del territorio.
El 20 de septiembre
de 1872 el Gobierno de Corrientes convocó a elecciones municipales, por
intermedio de las cuales se constituyó el primer “Consejo Municipal de Trinchera
de San José” elegido por los vecinos. En materia administrativa, este Consejo
Municipal intentó organizar la recaudación impositiva. Ese mismo año, al
adquirir la personería jurídica, el municipio estuvo capacitado para expedir
títulos de propiedad en su ejido. Este instrumento legal facilitó el proceso de
recaudación de impuestos por la venta de las tierras municipales.
“Los títulos definitivos comenzaron a
otorgarse a partir del año siguiente. A fin de favorecer la radicación de
inmigrantes se otorgó, en algunos casos, tierras fiscales para la explotación
agrícola, con apoyo crediticio. Para el otorgamiento de terrenos se estableció
el siguiente mecanismo: donación de terrenos y chacras a los que no poseían
recursos y, venta directa a los compradores con disponibilidad de capital,
aunque este caso podía ser reconsiderado en virtud de una recompensa por
servicios públicos prestados”..
“En general, las tierras alrededor de las plazas principales se otorgaban
mediante compra, mientras que las parcelas más alejadas se cedían en concesión
por un plazo no menor de 6 años. A pesar de las reglamentaciones puestas en
vigencia, en la práctica, el control municipal sobre la tierra fue limitado. La
lectura de las Actas de Sesión del Consejo Municipal pusieron de manifiesto que
la especulación con tierras era un hecho corriente”.
Todo pareció confirmar que muy pronto ciertos solares y chacras, en conocimiento
o no de las autoridades, caerían en manos de unos pocos especuladores. La
situación fue agravándose paulatinamente, hasta que chacras, baldíos y lotes
pasaron de unos poseedores a otros sin mediación de escrituras. Este temprano
reparto de tierras entre unas pocas familias condicionó en buena medida el
posterior desarrollo urbano de la ciudad.
Hacia 1880, como
producto de las contradicciones entre los sectores dominantes de la capital y
las oligarquías regionales, surgió en Buenos Aires el proyecto de Federalización
del Territorio de Misiones. La Capital se estableció primeramente en Corpus, que
en adelante se denominará oficialmente “Ciudad de San Martín”. El pueblo de
Posadas (un año antes, en septiembre de 1879 era aprobado el proyecto del Poder
Ejecutivo de Corrientes, por el cual se cambiaba el nombre de Trinchera de San
José por el de “Posadas”) seguirá quedando bajo la jurisdicción de la Provincia
de Corrientes, al fijarse como límite Oeste el arroyo Garupá.
El primer Gobernador
del Territorio, Rudecindo Roca, apoyándose en las dificultades que presentaba
Corpus para la administración del Territorio y la comunicación con Buenos Aires
y, en la posición estratégica que desde un punto de vista económico, tendría
Posadas respecto al resto de la región, solicitó al gobierno nacional el
traslado de la capital; hecho que se hizo efectivo en 1882 previo acuerdo con
Corrientes.
Al convertirse
Posadas en la Capital del Territorio y tal como lo previera Roca, se transformó
en el núcleo urbano más importante de la región. Su situación jurídica, sumada a
la estratégica ubicación geográfica, hicieron que creciera rápidamente y se
transformara en un núcleo de servicios para los obrajes del Alto Paraná, con una
actividad comercial notablemente diversificada.
Hacia
fines de siglo la población se asentaba en torno a la Plaza principal, “9 de
Julio”, y las actividades mercantiles tenían lugar en la zona del puerto. Sobre
las barrancas, en la “Bajada Vieja”, se ubicaban los ranchos de paja y adobe
donde se reclutaba la fuerza de trabajo requerida para las largas campañas en el
monte. Frente a las fondas del puerto y junto al rancherío, se estacionaban las
“villenas” provenientes del lado paraguayo que, lentamente, fueron conformando
un mercado de alimentos, que inicialmente funcionaba algunos días por semana y
luego adquirió permanencia. Paralelamente, va perfilándose lo que sería el
futuro “centro” de la ciudad, con sus residencias de ladrillos y techos de
tejas, concentrando a la población más importante
Los investigadores
del Grupo Consultor URBIS, apoyándose en fuentes de comienzos de siglo,
sintetizan la situación en los siguientes términos:
“En la plaza 9 de
Julio, totalmente cercada con postes y alambres, salvo ranchos aislados y
algunas casas de material y el tramo de la calle Bolívar que se encontraba
desierto, nada era digno de registrarse. Núcleos de cierta importancia se
encontraban alrededor de las plazas San Martín y 25 de Mayo aunque muy
diseminados. Ranchos a lo largo de la calle Córdoba por ser éste el camino que
empalmaba con la Picada (hoy avenida Centenario) ruta que conducía luego a El
Brete. A un costado de la Picada y a poco de la hoy Avenida Corrientes, se
encontraba el Tajamar con ranchos pobres. Ya en la picada habían comenzado los
rozados estableciéndose las primeras quintas, una de las cuales fue la de Romard
que se dedicó al cultivo de bananos. A poco de instalada la Municipalidad se
había abierto el camino al Zaimán que luego sería la ruta obligada al interior,
doblando a la izquierda una picada conducía hacia la actual Villa Urquiza, lugar
donde se encontraba la primitiva Tablada en las inmediaciones del actual
Hospital Regional. Una media docena de ranchos dispersos ocupados por peones del
lugar, constituía este núcleo aislado prácticamente de la zona urbana. El
cementerio instalado en la entonces picada, a poco de la avenida Corrientes, se
había trasladado por disposición de la Municipalidad a la zona que hoy ocupa,
pero con sólo una manzana de superficie. La ciudad de Posadas tenia en 1882-1883
los siguientes núcleos: la ribera desde el puerto hasta poco antes de El Brete,
La Loma del Puerto y los ranchos escalonados a lo largo de la Bajada Vieja. Los
perímetros que circundaban las plazas 25 de Mayo, 9 de Julio y San Martín. Las
calles donde se iban ubicando rancheríos y alguna casa de material, Colón y
Félix de Azara hacia el camino al Zaimán o Tablada, luego Córdoba y Bolivar,
principalmente la primera que empalmaba con la picada. Ranchos sin formar
núcleos en el Tajamar, al costado de la picada, El Brete, el Patotí, luego el
Barrio del 24 donde en el ángulo de intersección de las avenidas Mitre y
Corrientes partía la senda que comunicaba con el camino primitivo que conducía a
Corrientes. Había varios ranchos muy distanciados hacia lo que hoy es el
Cementerio”.
La construcción del
Ferrocarril en 1912, otorgó nuevo impulso económico a la región, facilitando la
exportación de productos locales y estableciendo al mismo tiempo un vínculo más
orgánico con el resto del país. El tejido conectivo se completa al año siguiente
con la inauguración del Ferry-Boat: Posadas-Pacu-Cuá (Encarnación, República del
Paraguay) y con la construcción del puente sobre el arroyo El Zaimán, que
vincula Posadas con su “hinterland” interior.
La llegada del
ferrocarril y la construcción de puentes sobre los arroyos más caudalosos,
otorgaron por primera vez preeminencia al tráfico terrestre en detrimento de la
vía fluvial que lentamente fue perdiendo importancia. En términos de desarrollo
urbano implicó la retracción de la ciudad frente el río y el crecimiento a sus
espaldas, sobre su espacio interior, hecho que se continúa hasta la actualidad.
Durante el primer
cuarto de siglo se vivió un período de crecimiento realmente urbano que
transformó profundamente la fisonomía de la ciudad: se levantaron las primeras
construcciones de ladrillos, se ensanchó el trazado original del pueblo. Se
establecieron líneas de navegación permanentes desde Posadas hacia el Alto
Paraná y hacia el Sur, hasta Buenos Aires; se completó el trazado de la línea
del ferrocarril desde Buenos Aires hasta Asunción, haciendo el transbordo en
Posadas. Se fundaron numerosas escuelas de instrucción primaria, se creó el
Hospital de Caridad, se consolidaron importantes firmas comerciales, se
establecieron sucursales y delegaciones bancarias y oficinas de servicios
públicos como el correo, la policía y el juzgado de paz. Como consecuencia de
este incipiente desarrollo urbano se instalaron en la ciudad las primeras
fábricas de hielo, de panificados, de tabaco, de bebidas gaseosas, algunos
molinos yerbateros, aserraderos, olerías, etc. Se instaló el alumbrado eléctrico
(1902), el sistema de aguas corrientes (1927) y el Hospital Regional en la
Chacra 10.
El espacio urbano
original, delimitado por las cuatro avenidas, creció hacia el Norte, creando el
primitivo barrio del Regimiento (el cuartel del 3 de Línea se hallaba instalado
en el actual Parque República del Paraguay) y Villa Sarita. Cuando en 1889 el
regimiento es trasladado a su actual emplazamiento, el antiguo lugar pasó a
llamarse “Barrio de la Asistencia” dado que allí se instaló una sala de primeros
auxilios y de reparto de leche. El poblado también fue creciendo hacia el Sur, y
hacia el Oeste siguiendo la línea paralela a la Avenida Corrientes. Esto parece
vincularse con la dificultad para habitar la orilla del río, (zona de
rancheríos) y con la conexión con el interior por vía terrestre. La caótica
numeración de las chacras que componen el ejido urbano refleja los periódicos
ensanches del poblado; de todos modos, la mayor parte de la población y a la vez
la de mayores recursos, se mantuvo por mucho tiempo dentro del perímetro de las
“Cuatro Avenidas”.
Existe un censo de
población practicado por la Gobernación del Territorio en el año 1931, que da
una idea de la cantidad de habitantes radicados en zonas rurales y urbanas. Para
Posadas (suponemos que el censo se refiere al ámbito comprendido por las cuatro
avenidas) se cuentan 7.893 habitantes, y para los barrios adyacentes: del
puerto, Villa Blossett, Villa Sarita, Villa Mola, El Chaquito, Patotí, Palomar y
Villa Gutiérrez (después conocido como Villa Urquiza) un total de 14.775
habitantes. Villa Lanús, La Picada y otros parajes del Departamento Capital
incluyendo Garupá y Fachinal, contaban sólo con población rural, alcanzando el
número de 7.434 personas. Es decir, que para esa fecha toda la población
considerada urbana para el Departamento Capital se concentraba en el casco
céntrico de Posadas y barrios muy cercanos, totalizando 22.668
personas.
Las actividades
económicas desarrolladas en la ciudad, así como su evolución, aparecen señaladas
en los Censos Económicos de 1.912 y 1.932. El primero de ellos registra en el
municipio: 353 comercios, 72 industrias, 52 explotaciones ganaderas y 92
agrícolas. Por su parte, el Censo Económico de 1.932 señala la presencia de 15
fábricas varias, 7 acopiadoras de frutos, 21 talleres mecánicos, 1 aserradero, 5
molinos de yerba, 5 fábricas de ladrillos y 799 comercios varios; un total de
853 establecimientos. Existían sucursales de cuatro bancos de nivel nacional: de
la Nación, Hipotecario, Español del Río de La Plata y de Londres y Sudamérica, y
la casa central del Banco Popular de Misiones, fundado en 1.918.
El abastecimiento de
alimentos se hacía a través de dos mercados, uno municipal, ubicado en el
centro, llamado Mercado Central; y otro en las inmediaciones del puerto,
compuesto por las vendedoras paraguayas que cruzaban todos los días. En el
primero se vendía carne, frutas y verduras, y en el segundo principalmente
frutas y verduras. Alimentos envasados y otros artículos para el hogar, se
expedían en comercios de poca envergadura localizados en los barrios y en los
almacenes de ramos generales y tiendas del centro. Hasta 1.920, la atención de la salud era
cubierta por los servicios del Hospital de Caridad y un sanatorio privado. Hasta
la inauguración del Hospital Regional Dr. Ramón Madariaga en la Chacra 10, el
hospital funcionó en lo que actualmente es el Hogar de Niñas Santa Teresita.
Hacia 1931 funcionaban además, en el radio céntrico, dos sanatorios privados y
la “Asistencia”, que era una Sala de Primeros Auxilios y reparto de leche para
niños pobres, dependiente de una Asociación de Damas. En 1927, fue inaugurado el
Leprosario Pedro Baliña, en las afueras de la ciudad, en el sitio donde funciona
actualmente.
La crisis mundial de
la década de 1930 se dejó sentir en el territorio. El ritmo de crecimiento de la
ciudad y su “hinterland” se atemperó hasta la provincialización del Territorio
de Misiones en los años 50. No obstante, durante esos años se realizaron algunas
obras de pavimentación en el casco céntrico (que tuvieron inicio en 1936). Se
inauguraron también dos mercados municipales: Feria del Norte (1935) y Feria del
Sur (1949), nuevas escuelas primarias y secundarias; servicios de ómnibus
urbanos. Durante este período también se lotearon algunas chacras dando lugar a
futuros barrios residenciales. Por ejemplo, en 1931 se lotearon las Chacras 61 y
62, propiedad de Mordejano, dando origen al Barrio Rocamora; las Chacras 118,
119, 130, 131, etc., loteadas en el período 1930/35, conformaron el barrio
“Santa Rita”; las Chacras 85 y 86, que fueron subdivididas en la década del
cincuenta, originaron el barrio Moritán, entre otros. Las chacras lindantes con
la orilla del río Paraná, hacia el Noroeste eran quintas y huertas, y la mayoría
de ellas fueron subdivididas después del 55.
A mediados de siglo
se instaló en la ciudad un moderno aserradero: la fábrica Heller, generando en
torno a él un importante asentamiento de familias obreras (barrio “El Chaquito”,
en las cercanías de la laguna San José) que constituían su principal mano de
obra.
Hacia la década del 50, Posadas era el
único centro urbano que contaba con una usina eléctrica moderna. Ello determinó
la instalación en la ciudad de la mayoría de los establecimientos industriales y
aserraderos.
Hasta 1930 Posadas
era el único centro urbano de la región; desde entonces con el crecimiento de
otros centros poblados se da una confrontación-complementación con una red
urbana regional incipiente. No obstante, la ciudad sigue siendo el núcleo urbano
sobre el que gira una economía regional. Por otra parte, la crisis del agro,
entre otras cosas impulsa la migración hacia los núcleos urbanos del interior o
directamente hacia Posadas, independientemente de que la ciudad ofrezca
efectivamente mejores condiciones laborales que el medio rural. Hacia esa última
fecha (1969) es notorio el crecimiento edilicio hacia el Sur (en relación con el
trazado ferrovial que comunica tanto con Buenos Aires, como con el interior de
la provincia y la República del Paraguay mediante el ferry boat Posadas-Pacú
Cúa) y la falta de desarrollo hacia el Oeste. Por entonces, las zonas ribereñas
inundables estaban prácticamente despobladas.
Entre
los años 1872 y 1878, cuando se había realizado la mensura y parcelamiento de
los terrenos destinados a la construcción de viviendas, así como el trazado de
las calles del poblado para ordenarla, porque había crecido espontáneamente; los
barrios la Bajada Vieja y el Barrio del 24, habían crecido notablemente. También
se ocupan los terrenos alrededor de la plaza 9 de Julio. El cementerio es
trasladado de la citada plaza, a la chacra 42, cerca del camino al Brete, en el barrio Tajamar,
al oeste de la avenida Corrientes. En 1872 el agrimensor Francisco Lezcano
delimitó el casco urbano en 13 por 14 manzanas de 100 varas de lado (86, 60
metros); la zona aledaña la dividió en chacras de 400 varas de lado.
Hacia
el año 1900, la mancha urbana sobrepasa las cuatro avenidas (Guacurarí, Roque
Saenz Peña, Mitre y Corrientes) y se extiende hacia varias direcciones: al NO, a
lo largo de la ribera del Paraná; al oeste, por el eje del camino al Brete; al
SO, a ambos lados del primitivo camino a Corrientes y al sur, por el camino al
Zaimán.
En
cambio la isolínea del año 1957 señala una clara expansión urbana hacia el sur a
lo largo de la Av. Uruguay, llegando hasta la Rotonda y crece como núcleo urbano
aislado Villa Lanús (creado con la instalación de la Estación del Ferrocarril)
frente a la estación experimental de cultivos tropicales. En el año 1909 se
fundó la escuela N° 48 para atender la población estudiantil de la zona.
En el
año 1969 la tendencia del crecimiento moderado hacia el oeste y mayor hacia
el sur y SE. La mancha urbana se
une con el núcleo de Villa Lanús, a través de la ocupación de los terrenos a
ambos lados de la Ruta Nacional N° 12; y se forma un nuevo núcleo urbano
aislado, la Garita Km 10.
Actualmente
la expansión de Posadas continúa hacia el oeste y sur (Ver figura N° 1). La
historia del oeste comenzó en mayo de 1973, cuando el padre Juan, Markievicz y
un grupo de familias del Movimiento Familiar Cristiano decidieron actuar a favor
de los barrios más pobres de la ciudad. Compraron un terreno en la chacra N° 150
y allí comenzó a funcionar la Asociación de Promoción Social Cristiana
(Prosocri), con apoyo de la Fundación Kolping.
La idea
surgió de una preocupación por el estado general de los barrios periféricos con
extrema pobreza, eran bolsones de miseria en torno a la ciudad. Habían unas 180
familias humildes en un paisaje natural de campo con monte y fauna típica del
lugar.
Prosocri
se abocó a la construcción de viviendas para reemplazar a las precarias
construcciones en que vivían las familias del lugar. Las primeras viviendas eran
de maderas o material, de acuerdo a los recursos económicos con que contaba la
asociación. No tenían los servicios de agua potable, luz eléctrica, atención
médica, ómnibus y comercios. La población comenzó a dejar los “ranchos” para
ocupar las casas que se construyeron en la chacra N° 150, realizaron una
perforación para obtener agua potable y la luz eléctrica llegó unos años
después, a partir de la instalación en el lugar del club Luz y Fuerza.
Cuando
en Prosocri se dieron cuenta de que no había muchas posibilidades de desarrollar
solos, el proyecto habitacional que habían iniciado, por falta de recursos económicos, se
pusieron de acuerdo con el IPRODHA (Instituto Provincial de Desarrollo
Habitacional). La asociación ofrecía 5 hectáreas de la chacra N° 150 y el
IPRODHA construiría un barrio. Las obras se inician en 1978 y se realizaron las primeras 432 casas
Fonavi (Fondo Nacional de la Vivienda). Casi simultáneamente, en la chacra N°
148 se construyeron las primeras casas individuales, emprendimiento a cargo de
Ratti Construcciones. Luego se construyeron los barrios de las chacras 149, 152,
153 y 154; de esta manera se forma el núcleo urbano “Villa Cabello” a 7
kilómetros del centro de Posadas.
En el
presente Villa Cabello tiene 50.000 habitantes, cuenta con la mayoría de los
servicios: escuelas, policía, hospital, agua potable, cloacas, luz eléctrica,
recolección de residuos, correos, banco, líneas de ómnibus, supermercados y
numerosos comercios minoristas.
El
crecimiento urbano lineal del centro hacia el oeste, hasta Villa Cabello se
aceleró con la pavimentación de las avenidas; poblándose primero los terrenos a
los costados de las vías de comunicación y más adelante, lentamente se fueron
ocupando las parcelas sobre las calles perpendiculares a los ejes de
crecimiento. La primera avenida que se pavimentó, fue la Av. Tambor de Tacuarí,
luego la Av. López y Planes, para descongestionar el flujo de automóviles hacia
el centro.
A fines
de la década del 90 y principios del año 2.000, coincidiendo con las direcciones
de expansión de la ciudad se pavimentaron varias avenidas. Entre las más
importantes, hacia el oeste: Av. Justo J. Urquiza, Av. Leandro
N. Alem, Av. Centenario,
Av. Blas Parera, Av. Almirante Brown, Av. Chacabuco, Av. Ituzaingó, Av.
Bustamante, Av. Comandante Andresito y Av. Santa Cruz; y hacia el sur las
avenidas: San Martín, Lucas Braulio Areco y Arturo Jauretche. Este avance en
infraestructura produjo un gran impacto en el espacio, acelerando el crecimiento
urbano hacia los dos sentidos, oeste y sur; en forma lineal, a lo largo de las
avenidas pavimentadas, desde la ciudad hacia fuera, produciendo seudópodos de
forma
alargada e irregular que se ensanchan entre las avenidas paralelas, uniéndose y
rellenándose los intersticios vacíos. También se genera una revalorización de
las parcelas localizadas sobre las avenidas asfaltadas, donde las inmobiliarias
cumplen el rol principal en la compra y venta.
Lentamente
todas las parcelas de las chacras, hacia el sur y oeste, son ocupadas, aumenta
la densidad de población y de edificación, las construcciones se hacen más
continuas, aunque con características diferentes del centro de Posadas; porque
los propietarios cuentan con más terrenos, parques o patios. También crecen los
servicios de luz eléctrica, recolección de residuos, agua potable, semáforos,
destacamentos policiales, escuelas; que no son suficientes por el rápido
crecimiento poblacional. Además, este crecimiento dejó bolsones de pobreza en
las chacras bajas o próximas a las planicies de inundación de los arroyos,
generando problemas de diferentes índoles.
El
avance de la ciudad hacia el oeste y sur está acompañado, además de la
pavimentación de avenidas, por la construcción de viviendas por el IPRODHA y por
la EBY (Entidad Binacional Yaciretá), esta última para relocalizar a los
afectados por el embalse de Yaciretá. Hacia el oeste en las chacras: 150, 151,
152, 158, 149, 138, 159, 148, 253, 251, 143, 142, 132, 245, 118, 190, 187
(IPRODHA); y en las chacras: 92, 93, 94, 102, 103, 111, 112 (Área A-1 y áreas
complementarias A-C), por la EBY. En el sur las construcciones realizadas por el
IPRODHA el área denominado Itaembé Miní, en las secciones catastrales 17 y 21; y
los conjuntos habitacionales área A4, área A-3-2 construidos por la EBY.
En el
sur la Ruta Nacional N° 12, primeramente actúa como borde para la expansión
urbana, una vez sorteada, se convierte en eje de crecimiento; desde el nodo de
La Rotonda hacia el SE y hacia el oeste (Av. Luis Quaranta) y SO. A partir de la
Ruta Nacional N° 12 se originan otros ejes de crecimiento hacia el sur, la Av.
Alicia M. de Justo- Ruta Provincial N° 213 y la Av. Cocomarola (Ver figura N°
1). El crecimiento hacia el oeste tiene dos barreras, una natural, el curso del
arroyo Mártires y otra antropógena, el Aeropuerto Internacional Libertador
General San Martín; como consecuencia el crecimiento se intensificará hacia el
sur. También influirá el proyecto del IPRODHA de construir un barrio de 1.000
viviendas en el área del Itaembé Miní, con todos los servicios y que producirá
las mismas consecuencias para el crecimiento de la ciudad que generó en sus
inicios Villa Cabello. Será una avanzada hacia el sur que, dejará varios
intersticios vacíos.
EJE DE CRECIMIENTO SUROESTE:
USO DEL SUELO
El eje
SO se inicia en el nodo de la Rotonda a lo largo de la Ruta Nacional N° 12,
primeramente con rumbo oeste, denominado Av. Luis Quaranta, a la altura del
Aeropuerto Internacional Libertador General San Martín cambia de rumbo hacia el
SO y retoma el nombre de Ruta Nacional N° 12.
Para
una mejor presentación del análisis de las variables y datos, el área de estudio
se dividió en cuatro sectores,
según sus características geourbanas:
Primer
sector: se inicia en la Rotonda hasta la Av. San Martín, comprende las secciones
catastrales 3, 9, 10, y 12. El contorno es lineal o alargado, como consecuencia
de la expansión urbana a lo largo de la ruta. La traza es irregular espontánea,
las chacras 225, 226, 227 y 229 (al norte de la Av. Luis Quaranta) conservan la
traza cuadricular o en damero, según la mensura del agrimensor Francisco Lezcano
en 1872. Presentan algunas modificaciones por los asentamientos espontáneos y
por las características del relieve. El amanzanamiento es de cuadras cuadradas y
parcelamiento rectangular.
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FIGURA N° 1 EVOLUCIÓN URBANA DE POSADAS
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En
cambio, hacia el sur de la Av. Luis Quaranta la forma urbana es más caótica, los
lotes, manzanas y parcelas en su mayoría son rectangulares, a excepción de las
manzanas 3, 4, 5 y 6 de la sección catastral N° 12, que son cuadradas. La
densidad de población es de 20 a 50 habitantes por hectárea.
En todo
el sector el uso del suelo, en mayor porcentaje es residencial y comercial; y en
menor industrial e institucional. En el uso residencial se observan
edificaciones unifamiliares de jerarquía alta, media y baja; y edificaciones
multifamiliares, como consecuencia, del alto porcentaje de gitanos asentados a
lo largo de la vía de acceso a la ciudad. Viven en carpas, galpones, tinglados,
casas o en construcciones mixtas (galpones y carpas, casas y carpas, tinglados y
casas). Se dedican a la compra y venta de autos, incidiendo notablemente en el
uso del suelo; se observan las extensas playas de exposición de automóviles.
El uso
del suelo es desordenado, se mezclan el uso residencial (viviendas de jerarquías
alta, media y baja) con el comercial (compra-venta de autos, venta de ladrillos,
comedores, parrillas, ferreterías, fruterías, bares, depósitos de materiales
para la construcción, concesionarias de autos, kioscos, despensas, talleres
mecánicos, mueblerías, carpinterías, viveros, moteles, venta de gas, gomerías,
sastrerías, peluquerías, venta de lubricantes, venta de maquinarias agrícolas e
industriales) y el industrial (aserraderos, madereras).
Es
característico del sector la venta de ladrillos, en las calles paralelas a la
ruta, los “ladrilleros” se agrupan con sus camiones esperando a los compradores.
Se establecen durante días, hasta que logran comercializar sus productos; se los
observa tomando mate, jugando las cartas, dialogando, almorzando, durmiendo.
Generan un gran impacto visual, para las personas que entran a la ciudad o a la
provincia por esta vía de comunicación. También, es común la instalación de
puestos o de camiones para vender, según la temporada, sandías, melones,
naranjas, mandarinas.
Dos
obras antropógenas generan un gran impacto en el sector, la Terminal de ómnibus,
inaugurada en 1998 y otra en construcción, el centro comercial Libertad-Posadas
(con salones de venta, locales comerciales, patio de comidas, local de juegos,
salas de cine, estacionamiento para mil automóviles). Estas obras aumentaron el
caótico tránsito sobre la Ruta Nacional N°12, que pasa por un sector importante
de la mancha urbana. Con el traslado de la terminal de ómnibus a la zona, generó
un mayor flujo de ómnibus, automóviles particulares, remises y taxis.
La
actual construcción del hipermercado provoca el tránsito pesado de camiones,
volcadores y máquinas. Una vez inaugurado, aumentará el flujo de autos
particulares, remises, taxis y camines de abastecimiento de productos; sumados
al flujo normal de la angosta Ruta Nacional N° 12 generarán problemas en el
tráfico.
El
segundo sector se inicia en la Av. Libertador General San Martín hasta el arroyo
Mártires, comprende las secciones catastrales números 16, 17, 20 y 21. El
contorno es lineal o alargado, la traza es en damero al norte de la Av. Luis
Quaranta e irregular espontánea y deliberada al sur. En consecuencia el
amanzanamiento, al norte es de chacras con manzanas cuadradas y rectangulares y
al sur de variadas formas.
La
densidad de población comienza a decrecer con respecto al sector anterior, de 20
a 50 habitantes por hectárea en la primera parte, como transición entre los dos
sectores y más al oeste con una densidad de menos de 20 habitantes por hectárea.
También, desciende la densidad edilicia, las parcelas ocupadas se intercalan con
los terrenos sin uso, con malezas y están en venta. La textura es de trama
abierta y grano grueso, con apariencia de periferia, predominando espacios sin
edificar y donde comienzan a manifestarse las tensiones de la franja
urbana-rural.
El uso
del suelo es residencial (viviendas unifamiliares de jerarquía variada). En la
chacra 241 de manzanas rectangulares las viviendas unifamiliares son de
jerarquía alta y muy alta; con parques, jardines y abundante arborización.
Sobresaliendo del área circundante de viviendas unifamiliares de jerarquía
media-baja.
El uso
comercial está representado por hipermercados, supermercados, depósitos de
productos perecederos y no perecederos, distribuidoras de mercaderías,
despensas, farmacias, ferreterías, estación de servicios, moteles y hoteles. Las
instituciones relevadas son clubes, hospital neurosiquiátrico, morgue judicial,
policía y escuela. En menor porcentaje, el uso industrial, con algunos
aserraderos distribuidos en el sector.
Para la
Municipalidad de Posadas, este sector es el fin de la zona urbana (arroyo
Mártires). Es un sector de
transición al espacio rural, heterogéneo, donde se hallan algunas
características del sector siguiente: clubes con piletas, canchas de fútbol,
voley, tenis, paddle, hockey y quintas de fines de semanas. Son numerosas las
parcelas que se hallan a la venta.
El
tercer sector se inicia en el arroyo Mártires hasta el Hipódromo General
Belgrano. Comprende la sección catastral N° 25, donde la urbanización avanza
lentamente sobre el campo. La morfología presenta las siguientes
características: el contorno es difuso, lineal y fragmentado; la traza es
irregular deliberada; el amanzanamiento rectangular y triangular. La densidad de
población es baja, con menos de 10 habitantes por hectárea y la textura es
abierta.
El uso
del suelo es residencial en un 80%, con viviendas unifamiliares de jerarquía muy
alta, son quintas de fin de semana con piletas, parques, jardines y excelente
arborización. Son numerosos los clubes, piletas públicas y áreas verdes. Se
encuentra una de las áreas verde más extensa de Posadas, el “Parque de la
Ciudad”. Este parque tiene varias canchas de fútbol, que atraen a numerosos
equipos los fines de semanas. Además el circuito de ciclismo, la pista de
atletismo, el Jockey Club Posadas, el Campo Hípico del Sol y el Hipódromo
General Belgrano convocan a numerosas personas de diferentes edades.
Como en
el año 1960, este sector era netamente zona de campo y alejado del centro, se
construyó el Aeropuerto Libertador General San Martín. Si continúa la expansión
urbana hacia el oeste, los alrededores del aeropuerto quedarán urbanizados,
generándose una nueva problemática en la zona. Se halla el Cementerio Privado
Parque Tierra de Paz y son numerosas las parcelas sin uso que se encuentran a la
venta por inmobiliarias de la ciudad.
Es
común que los posadeños los fines de semana salgan a tomar mate a la orilla de
la Ruta Nacional N° 12, para disfrutar del contacto con la naturaleza y de las
tardes con aromas a campo.
El
cuarto sector se inicia en el Hipódromo General Belgrano hasta el límite con
Corrientes, en el arroyo Itaembé. Es la zona de campos submisioneros y comprende
las secciones catastrales números 25 y 26. Son 20 kilómetros de campos con
pinos, eucaliptos, ganados o pastizales. Se hallan algunas estancias dedicadas a
la cría de ganado bovino y a la reforestación de los campos con pinos y
eucaliptos.
Próximo
al límite con Corrientes se encuentra “El Arco”, donde funcionan los controles
de la policía provincial de Misiones, gendarmería nacional, dirección general de
rentas y ecología.
CONCLUSIÓN
Las
páginas precedentes nos han mostrado el rostro de Posadas, desde la perspectiva
geográfica. Esa realidad que hoy estudiamos es el resultado de un largo proceso
histórico que ha gestado una ciudad con una personalidad definida, aunque
algunos se preocupan en negarla, aun sin haberse molestado a estudiarla. Estas
tendencias históricas nos muestran el porqué de un presente, y muchas de ellas
tendrán vigencia en el futuro por mera proyectiva.
Nada de
lo que hoy se lleve a cabo para solucionar muchos de los problemas de la ciudad
puede encararse sin un marco urbano y regional de referencia. Este plan debe
encuadrarse en el modelo deseable, es decir el perfil de Posadas en el siglo
XXI, con una perspectiva temporal dominada por el largo plazo, pero donde o
hacia donde deben encaminarse las acciones del corto y mediano plazo.
El
proceso histórico nos muestra momentos cargados de acción, y por ende de
expansión, y épocas de letargo. Tal vez en estos momentos Posadas transite por
un período dinámico, de muchas obras, de crecimiento; pero es necesario
replantear ciertos aspectos de la ciudad, definir su modelo futuro y
redimensionarlo según ese esquema. Posadas es el resultado de un crecimiento
desordenado y espontáneo, donde las ansias de hacer se impusieron a los estudios
de base económico-urbanos sobre los cuales se asentara un acertado planeamiento
indicativo.
De
todos, el peor problema que hoy enfrenta la ciudad es haber crecido en forma
explosiva, desordenada y por ende no ajustada a ningún plan. No puede decirse
que los planes no existieron; por el contrario, los hubo, y buenos (Plan Urbis,
1957 y Plan Posadas, 1972), pero no se cumplieron, y tal vez porque alguien, de
los que no faltan, les encontró defectos. Se buscaba, tal vez, el plan perfecto,
y éste no existe ni aquí ni en ningún otro lugar. Estamos de acuerdo en que todo
plan es perfectible, pero la experiencia indica que es más conveniente ordenar
el crecimiento urbano a partir de un plan, aunque éste tenga defectos, que dejar
librada la expansión a los interses del gobierno de turno y a la improvisación.
Así,
sin plan, sin guía, Posadas creció anárquicamente, un crecimiento centrípeto que
deshumanizó el paisaje urbano primitivo, creando todo tipo de problemas, entre
los que la congestión aparece como el más importante. La ciudad, a su vez, se
desparramó hacia las periferias rurales, a veces por mantener un “género de vida
urbano” muy arraigado en la población: el de la vivienda unifamiliar. Otras
veces, la mayoría, por una incontrolada especulación con las tierras. Es así
como aparecen las bajas densidades y los problemas típicos de las
transfiguraciones rurales-urbanas, donde los terrenos condenados al baldío, la
inexistente o precaria infraestructura de servicios, la degradación del hábitat,
la polución y la contaminación son los flagelos más significativos.
Estos
problemas se presentan en toda la ciudad pero se intensifican en las frágiles
áreas rururbanas, donde la expansión de la ciudad genera una presión sobre el
área de campo, alterando el equilibrio natural del sistema de los campos
submisioneros.
En el
eje de crecimiento S.O. conviven o coexisten elementos de diferente origen, por
ello el signo elocuente es la heterogeneidad y mezcla de usos del suelo. Los
problemas observados y analizados en el área de estudio son falta de
organización y ordenación del espacio, por lo cual generan deterioro del
ambiente natural de los campos submisioneros.
Podemos
afirmar que nuestra hipótesis “el rápido crecimiento urbano y el mal uso de la
tierra genera problemas ambientales y disfuncionalidades en el espacio S. O. de
Posadas” se cumple en el área de estudio. Pero también podemos afirmar, que a
pesar de los problemas de la ciudad, Posadas tiene importantes perspectivas como
centro nodal de la región, a nivel nacional y del Mercosur.
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