GEOGRAFÍA SIN TOGA Y
SIN PIZARRÓN
Lic. Ana María
Liberali
Centro
Humboldt
Univ.
de Buenos Aires
Univ.
Nac. de Mar del Plata
Resumen
No es novedad la
posibilidad de aprender Geografía a través de obras que no han sido escritas en
medios académicos formales, pero que sin duda reflejan con gran precisión una
serie de problemáticas que los geógrafos “académicos” intentamos conceptualizar,
no siempre con buen éxito.
En este trabajo
trataremos de nutrirnos de las vivencias geográficas que viajeros, escritores,
poetas, compositores, pintores y cineastas trasmiten como nadie a alumnos sin
delantal.
De Marco Polo a
Full Monty
Si
bien los viajes de Marco
Polo no
han sido las primeras expresiones informales, son, sin duda, una importantísima
síntesis geográfica del mundo de la época. Los relatos de viajeros y los libros
de navegación se han destacado por expresar con más fuerza una serie de
connotaciones tanto físicas, humanas como económicas que los fríos números y los
planos mapas no han podido lograr.
Tampoco
Full Monty es
la última expresión cinematográfica, pero constituye un paradigma de la
situación socioeconómica mundial, que sacude tanto a países centrales como
periféricos, y que consiste en la problemática del desempleo. Se trata de la
crisis de la industria siderúrgica en el pueblo de Sheffield (Reino Unido) y las
opciones posibles para subsistir llegando al extremo de convertirse en
“streapers”.
Este film está
absolutamente relacionado con otra obra, cuyo título original es “Brassed Off”,
traducida como “Tocando el
Viento” y que refleja la misma
situación en las minas de carbón (actividad concatenada con la industria del
acero), en un pueblo imaginario de Yorkshire, Inglaterra, en la época del
gobierno conservador de Margaret Thatcher.
Otro
ejemplo emblemático lo constituye la película argentina “Un
Lugar en el Mundo”,
que fuera filmada en la provincia de San Luis, pero que sin duda puede
corresponder a cualquier parte del globo. Trata sobre el impacto de las
multinacionales sobre una economía ganadera marginal, desde ya amparadas por la
burguesía local, que se conforma con las migajas de los grandes
negocios.
“La Deuda
Interna” es otra película que
pone sobre el tapete las grandes diferencias socio-territoriales en la Argentina
(incluso dentro de una misma provincia como es el caso de Jujuy), donde se
muestra también cuáles han sido las principales víctimas del hundimiento del
buque de la Armada “Gral. Belgrano”, durante la Guerra de Malvinas.
Las
cuestiones fronterizas nunca mejor representadas que por “Traffic”,
donde se muestran los negocios non santos entre EEUU y México y sus implicancias
sociales.
Una botella de Coca
Cola
El Desierto del Kalahari es una de las zonas más inhóspitas
del sur de África. Su tamaño, para hacerse una idea es mayor que España y ocupa
los territorios de Botswana, Namibia y Sudáfrica. Al Norte lo limita el río
Okavango, el Orange por el Sudoeste, y por el este el Zambezi. Por el nordeste
cierran paso a sus arenas los Pantanos de Makgadidgadi. La vegetación del
Kalahari es mínima porque el agua escasea, pero increíblemente hay una abundante
fauna y parece que así fue durante siglos tal y como lo atestiguan las pinturas
rupestres de las Colinas Tsodilo. Aunque el Kalahari es una tierra de nadie,
allí se refugiaron los bosquimanos, antiguos pobladores del territorio de
Botswana, que fueron desplazados al desierto. Este pueblo, es el único que puede
sobrevivir en un medio tan hostil.
Una visita al desierto implica ir bien
surtido de agua ya que en condiciones extremas de calor el cuerpo puede consumir
cerca de nueve litros de agua al día por efecto de la deshidratación. La
película “Los Dioses deben estar Locos”
nos muestra no solamente estos aspectos físicos de extrema aridez, sino
fundamentalmente la cuestión cultural. Al caer un envase de Coca Cola desde una
avioneta, los bosquimanos piensan que es un objeto enviado por los Dioses.
Buscan diferentes utilidades, que de hecho encuentran y, por ser un elemento
único, se generan disputas que jamás habían tenido. Es así como envían a un
miembro del grupo a devolver este elemento que traía discordia, al fin de la
tierra: la costa. El hombre atraviesa diferentes espacios hasta llegar a la
ciudad de Johannesburgo, donde se pone de manifiesto el antípodas entre la
cultura urbana y la bosquimana.
La escena
del ciego
“Amarcord” es
un film de Fellini donde se hace una simple descripción del acontecer cotidiano
de un pueblo de Italia, de su propio pueblo. La presentación es, por momentos,
grotesca, pero pretende mostrar la realidad de ese o de cualquier otro pueblo
chico en cualquier parte del mundo.
Reconozco no haber comprendido en el momento en que la
viera, una escena referida a la presencia de un enorme buque que fondeaba cerca
de la costa. Todos querían ir a verlo iluminado, hasta un ciego, que pidió que
lo llevaran en las lanchas, como a los demás, y que le contaran cómo era. Pensé
que se trataba de un símbolo típico de Fellini. Sin embargo, años después,
durante mi estancia en la ciudad de Ushuaia, que contaba entonces con sólo 8000
habitantes, se repitió el acontecimiento descripto por Fellini. Llegó a la Bahía
el trasatlántico “Eugenio C”, con 2000 pasajeros (un cuarto de la población de
Ushuaia). Y pasó lo mismo, todos fuimos esa noche a la costanera, a pesar del
frío, a ver las luces del barco...
“Nuestros
amigos de la banca” es una perfecta clase
de Geografía Económica. No tiene actores, o sí, los actores son los personajes
verdaderos del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del gobierno
de Uganda. Es una documental que nos deja sin palabras porque muestra sin
tapujos de qué manera se definen las políticas en los países periféricos y cómo
los gobiernos se transforman en nexos de los grandes centros de
poder.
De un pueblo “mediterráneo” al mar
Mediterráneo...
Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco,
bajo un cielo, que a fuerza de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar...
En sus callejas de polvo y piedra,
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido
camina lento, bordeando la cañada,
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.
El sacristán ha visto hacerse viejo al cura,
el cura ha visto al cabo,
y el cabo al sacristán...
Y mi pueblo después
vio morir a los tres.
Y me pregunto por qué
nace la gente
si nacer o morir es
indiferente.
Las descripciones de Joan Manuel
Serrat referentes a un pueblo en medio de la extrema aridez española y, por otra parte, del mar
Mediterráneo, son otros ejemplos de cómo hacer Geografía sin
pizarrón.
“Pueblo Blanco” no es más que un
paradigma de una población que ha quedado en medio del desierto siendo
afuncional para los nuevos tiempos, y que además de los lógicos inconvenientes
de la falta de agua, carece de futuro.
De la siega a la siembra
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su historia en el umbral,
y las muchachas hacen bolillos
buscando ocultas tras los visillos
a ese hombre joven
que, noche a noche, forjaron en su mente.
Fuerte pa ser su señor,
y tierno para el amor...
Ellas sueñan con él,
y él con irse muy lejos
de su pueblo, y los viejos
sueñan morir en paz.
Todo es pasado y la emigración de jóvenes, en especial de hombres, es imposible de contener.
Y morir por morir, quieren morirse al sol,
la boca abierta al calor,
como lagartos,
y medio ocultos tras un sombrero de esparto...
Escapad, gente tierna,
que esta tierra está enferma.
No pidas al mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer...
Coge tu mula, tu hembra y tu arreo,
sigue el camino del pueblo hebreo.
Busca otra luna,
tal vez mañana sonría la fortuna.
En el Noroeste Argentino existen pueblos como el de referencia, donde sólo quedan los viejos y muchas casas permanecen cerradas con candados desde hace muchos años... Se los denomina “pueblos fantasmas” y pierden población de manera absoluta en cada censo.
Y si te toca llorar,
es mejor frente al mar...
La necesidad de estar frente al mar, no es sólo una consecuencia de la falta de agua, sino que es la ambición de quienes sienten la mediterraneidad como un encierro. También se expresa en la película “La Deuda Interna”, donde el protagonista siendo niño ve el salar y se imagina el mar.
Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas
y atravesando lomas,
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí.
Pero los muertos están en cautiverio,
y no nos dejan salir del cementerio...
En todos estos casos, el cementerio es más grande que el pueblo.
Lo contrario ocurre con quien nació
a la vera del mar, quien pretende no apartarse nunca de él, independientemente
de sus penas o del lugar donde le tocara vivir.
Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor...
Llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.
Yo en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos,
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras
tu alma es profunda y oscura,
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino.
Soy cantor, soy embustero
me gusta el juego y el vino
tengo alma de Marinero.
Que le voy a hacer si yo
nací en el Mediterráneo...
Y te acercas y te vas
después de besar mi aldea
jugando con la marea
te vas pensando en volver,
eres como una mujer
perfumadita de brea.
Que se añora y que se tiene
que se conoce y se teme,
“(...) te vas pensando en volver”, tal cual lo hicieron quienes vinieron a América por necesidad, inculcando la idea del retorno en las siguientes generaciones.
Si un día para mi mal,
viene a buscarme la Parca,
empujad al mar, mi barca
con un levante otoñal.
Y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo,
en la ladera de un monte
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista...
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a las genistas.
Cerca del mar porque yo
nací en el Mediterráneo.
No elegimos dónde queremos nacer, pero casi siempre elegimos dónde queremos morir. Contrariamente al caso del pueblo “mediterráneo”, los habitantes del mar Mediterráneo sueñan permanecer en su lugar de origen, aun después de la muerte.
Tango y Geografía
A fines del siglo XIX y principios
del XX, la Argentina se integró al sistema económico mundial como productora de
cueros, lanas, carnes y cereales. Esta inserción trajo aparejada una serie de
modificaciones a nivel territorial y social. Eran necesarios brazos que hicieran
el trabajo rural y, a la vez, que construyeran la infraestructura necesaria para
el funcionamiento del nuevo modelo.
Ya no había en la región Pampeana
ni población negra ni indígena que fuera funcional a esta actividad, razón por
la cual se abrió la inmigración a europeos del sur, que se encontraban pasando
por una grave crisis económica. Primeramente se otorgaron tierras a las familias
que ingresaban a nuestro territorio, pero posteriormente, las condiciones fueron
cambiando y gran parte de los inmigrantes terminaron asentándose en las ciudades
puertos, en muchos casos hacinados y en condiciones de verdadera marginalidad.
Es en este contexto donde surge,
como marginal y mal visto por la elite local, el tango, que a través del tiempo fue
pasando de los arrabales a los salones, y es hoy la música que nos representa en
todo el mundo.
Gran parte de esa Gran Inmigración
que modificó en forma trascendente la sociedad argentina, vino temporariamente
con la intención de “hacerse la América” y volver a su tierra natal. En la
mayoría de los casos esto no fue posible quedando muchas ilusiones frustradas,
tanto materiales como espirituales, parejas y familias separadas por la
imposibilidad del regreso, sintiéndose “amarrados” y sin recursos:
Vago como una sombra atormentada
bajo el gris de la recova,
me recuerdo y no soy nada...
Soy como mi barca carbonera
que ha quedado recalada
y vive atada a la ribera.
Yo, también atado a mi pasado,
soy un barco que está anclado
y siento en mis carnes sus amarras
como garfios, como garras...
Lloro aquellos días
que jamás han de volver.
Sueño aquellos besos
que jamás he de tener.
Soy como mi lancha carbonera
que ha quedado en la ribera,
no parte más!
Muchos otros tangos tratan este tema y describen a la Buenos Aires de esos tiempos, con ríos y arroyos que hoy en día están entubados o esquinas famosas por la presencia del malevaje o las prostitutas de origen francés.
“Sur”y “Barrio de Tango”, “Nieblas del Riachuelo”, “Barrio de Flores”, constituyen entre muchos otros una verdadera Geografía Histórica de Buenos Aires.
En la actualidad, los tangos que más reflejan a nuestra ciudad, entre otros, son “Balada para un Loco y Chiquilín de Bachín”, “Café La Humedad”, “Corazón mirando al Sur”, y “¿En qué esquina te encuentro Buenos Aires?:
Este último es un poema mucho más extenso de Florencio Escardó, donde se describe la casi totalidad de Buenos Aires. Al ponerle música de tango, Héctor Stamponi eligió sólo algunos de esos versos.
Ya no sirve Corrientes y Esmeralda,
no están solos. ni esperan los porteños.
Seguro estoy de hallarte donde sea.
en Núñez o en Palermo
en las casas de patios con jazmines
y en los nuevos y antiguos rascacielos,
o en la última esquina sin ochava
de un San Telmo sin negros.
El autor intenta buscar la esencia del nuevo Buenos Aires.
En qué esquina te encuentro Buenos Aires...?
En Callao y Quintana mundo ajeno,
Esta esquina corresponden al barrio de mayor poder adquisitivo de Buenos Aires: la Recoleta:
tal vez en Mataderos. en la esquina
donde junta leguas El Resero,
En el barrio de Mataderos, un barrio obrero cercano al frigorífico, se ha erigido la estatua de un resero, y hace referencia a una realidad socio-económica opuesta a la de la Recoleta, destacando así Escardó las desigualdades internas de la ciudad de Buenos Aires.
o cerca de la estatua de Florencio
o rumbo del Abasto por Salguero.
donde anduvo Gardel, silbando tangos
que aguantaron el tiempo
y algunos que no oís porque murieron.
Aquí contrapone la expresión de las letras y las artes, ya que la estatua de Florencio Sánchez (destacado escritor) se encontraba en la puerta del Teatro San Martín con el Abasto, donde estaba el mercado de concentración de frutas, verduras y otras mercaderías, caracterizado por los conventillos y la falta de instrucción de quienes trabajaban allí.
En qué esquina te encuentro Buenos Aires...?
En qué esquina te encuentro?
En la esquina de Sábato y Pichucho
o en la esquina de Borges y Carriego.
Las esquinas de Sábato (escritor argentino) y Pichuco (bandoneonista) y de Borges y Carriego (escritores) no existen como uniones de calles, sino que los siente como parte de Buenos Aires, constituyendo el alma de la ciudad, debido a la obra de estos autores.
Estás en todas. en todas las esquinas
del arrabal y el centro,
en las verdes Barrancas de Belgrano
y estás en la riberas del Riachuelo.
cuyas aguas oscuras van diciendo:
Juan de Dios Filiberto.
Vuelve a hacer referencia a las grandes diferencias barriales, mencionando una zona de alto poder adquisitivo (Belgrano) y otra marginal como la Boca, a quien se refiriera en forma permanente, Filiberto.
Geografía y Folklore
Las penas son de nosotros...
Argentina es un país con un 65% de tierras áridas, que en su mayoría son destinadas a la cría de diferentes tipos de ganado. Nuestro folklore ha dedicado un gran número de obras mostrando esta realidad, de las cuales hemos elegido El Arriero, por lo tradicional, lo popular y por su calidad de expresión.
En las arenas bailan los remolinos
el sol juega en el brillo del pedregal
y prendido a la magia de los caminos
el arriero va... el arriero va...
Es bandera de niebla su poncho al viento
lo saludan las flautas del pajonal
y guapeando en la senda, por esos cerros,
el arriero va... el arriero va...
En las áreas áridas donde las precipitaciones son inferiores a 200 mm, el viento se convierte en el principal agente de erosión y su velocidad no tiene límites, mientras que los suelos son de arena y piedra, donde el sol puede reflejarse. Si bien Atahualpa Yupanqui se refiere al caso del Noroeste, estas imágenes pueden ser vistas en todas las provincias del Oeste, desde Jujuy hasta las patagónicas.
Las penas y las vaquitas,
se van por la misma senda;
las penas son de nosotros,..
las vaquitas son ajenas...
Es histórica en Argentina la tenencia de la tierra en manos de grandes terratenientes que viven en las principales ciudades y dejan su ganado encargado a los peones de campo o a los arrieros, que se encargan de la trashumancia.
Un degüello de soles muestra la tarde
se han dormido las luces del pedregal,
y animando la tropa, dale que dale,
el arriero va... el arriero va...
Amalhaya la noche traiga recuerdos
que hagan menos pesada la soledad...
Como sombra en la sombra por esos cerros,
el arriero va... el arriero va...
Durante el atardecer, el sol forma tiras rojas en el horizonte y ya no se refleja en las piedras, las sombras comienzan a ser más largas y el arriero continúa en su travesía.
Vamos
a la zafra...
Las
zafras, entre ellas la azucarera, constituyen un claro ejemplo donde se emplea
al grupo familiar, por el pago de una sola persona. Este ejemplo del Noroeste
Argentino es expresado por Jaime Dávalos, de la siguiente
manera:
Vamos mi amor a la zafra
tenemos que levantar
todo el dulzor de la tierra
cuajada en las fibras del cañaveral.
De sol a sol en el surco
trabajaremos los dos
mientras madura en tu entraña
el hijo cañero que tengo con vos.
Se refiere aquí a la extensa jornada y a la participación de mujeres embarazadas. Se trata de las regiones con mayor mortalidad infantil y femenina por parto.
Quiero que tengas un chango
para yapar el jornal
porque pelando maloja
se come mis brazos el cañaveral.
En algunas poblaciones del oeste tucumano, se dictan clases durante los meses de verano, mientras que las “vacaciones” coinciden con los meses de junio, julio y agosto, para que los changos que concurren a la zafra con sus mayores, no pierdan el ciclo escolar. Además se ve al hijo como sostén familiar en el futuro (de ahí, entre otras causas, la elevada tasa de natalidad).
Por
las tardes de sol y alameda...
Por las tardes de sol y alameda
San Juan se me vuelve tonada en la voz
y las diurnas acequias
reparten el grillo de mi corazón.
(..................................)
Volveré, volveré
a tus tardes San Juan...
Altas sombras de polvo y camino
maduran el vino de mi soledad
cuando el sol sanjuanino
como un viejo amigo me sale a encontrar.
Otra
zona árida (menos de 100 mm anuales), pero de producción agrícola intensiva bajo
riego es la región de Cuyo,donde se plantan álamos para
proteger las vides destinadas a la elaboración de vino.
Un poniente de largos sauzales
me busca la zamba para recordar
esas viejas leyendas
de piedra y silencio que guarda el tunal.
Los sauces han sido implantados a lo largo de los arroyos y acequias, mientras que en el resto del paisaje, predominan las tunas.
Un
ramo de ceibo y amancay
Marcelo
Berbel es un autor patagónico que ha dedicado una gran cantidad de temas a la
realidad de nuestra región más austral, pero, sin duda, el más significativo es
el que pretende una amistad con sus compatriotas del Nordeste, en su canción
Del
Sur al Litoral:
Mi guitarra con su vuelo melodioso,
por un cielo majestuoso, rumbo al norte se me va...
Y te lleva de mis bosques milenarios,
del Lanín y su santuario, un saludo fraternal.
Bailan nubes que soplan vientos sureños,
de estos pagos los ensueños coloreados de michai.
Y en mi verso que te canta tan lejano,
vaya mi abrazo de hermano, criollo del Litoral.
Quiero que me hables de tus paisajes y tu sol,
pues tengo una visión del Paraná.
Y quiero que conozcas a mi tierra,
con su nieve siempre eterna y su límpido Limay.
Hace referencia a las grandes diferencias entre el norte, característico por la intensidad de su sol (clima subtropical) y el caudal del río Paraná (aunque rojizo) en contraposición con la nieve (clima frío) y la transparencia del río Limay:
Llevarás las coplas de mi raza,
y yo aquí con mi guitarra cantaré a tu litoral.
En Norpatagonia, habita la comunidad mapuche, y en el Litoral, la guaraní:
Si tu vienes, matearemos en mi nido,
y en el manzanal florido, verás a tu naranjal.
En el valle del río Negro se cultivan manzanas, mientras que en la Mesopotamia, son característicos los cítricos. Pero, la costumbre de tomar mate es nacional.
Y si vamos tierra dentro por mis cerros,
verás los lagos más bellos, cual es bella la Iberá
En la región cordillerana patagónica abundan los lagos tectónico-glaciarios, como el Lácar, el Nahuel Huapi, el Mascardi, el Gutiérrez, entre otros; mientras que en la provincia de Corrientes se encuentran los esteros del Iberá con una laguna en la zona central.
Y diremos en la lengua de mis padres,
la mapuche, dulce y suave, algún verso guaraní.
Y en tu arpa llevarás un loncomeo,
y al cantarlo allá en tu suelo, yo lo escucharé de aquí.
El loncomeo es una expresión musical patagónica, mientras que en Litoral se entonan galopas, chamamés y chamarritas.
Quiero hacer un ramo de ceibo y amancay...
Expresa la unión a partir de las flores típicas de ambas regiones.
Yerba verde...
Este es el canto al mensú, trabajador del interior de Misiones, tanto en el yerbal como en el monte:
Selva... noche... luna...
pena en el yerbal
el silencio vibra
en la soledad
y al latir del monte
quiebra la quietud
con el canto triste
del pobre mensú.
Neike...neike...
el grito del capanga va resonando,
neike...neike...
Río... viejo... río...
que bajando va,
quiero ir contigo
en busca de hermandad,
La provincia de Misiones se caracteriza por la cantidad de ríos y arroyos que la surcan, siendo el más importante el Paraná:
paz para mi tierra cada día más
roja con la sangre
del pobre mensú.
Compara el color de la tierra roja con el color de la sangre del mensú.
Yerba... verde... yerba...
en tu inmensidad
quisiera perderme
para descansar
y en tus hojas frescas
encontrar la miel
que mitigue el surco
del látigo cruel.
Se refiere al frecuente maltrato que se recibía en los obrajes.
Cuidado el aparejo, pescador...
El cancionero del Litoral, muy rico por cierto, está dedicado en gran parte al majestuoso y extenso río Paraná y a los modos de vida que se desarrollan en sus riberas:
Es el caso de Trasnochados Espineles, de Cholo Aguirre, quien relata lo siguiente: “Yo cantaba tangos con la orquesta de Juan Sánches Gorio. Fuimos a una gira por el litoral Argentino... Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Misiones. Ahí terminábamos el contrato y me separé de ellos, porque mi deseo era comenzar en solitario. Esa misma noche un amigo me invitó a su casa en la Capital de Corrientes y me presentó a sus padres. Al día siguiente me llevaron a conocer PASO DE LA PATRIA, a unos 15 kilómetros de la casa. Bellísimo lugar, agreste, pero lleno de sol, río, selva y una gente estupenda cuyo estilo de pescar me encantó”.
Yo que estuve en Paso de la Patria
donde el cielo está en la copa
de los árboles en flores.
Pude ver de cerca la esperanza
dibujándose en el rostro
de los pobres pescadores.
Llevan a flor de agua su cantar,
no ambicionan más que su existir.
“Colocaban los "espineles", que eran unos alambres de hasta 100 metros de longitud en el cual, cada diez centímetros, llevaba un anzuelo encarnado con lombrices, carne, una albondiguilla de harina, maíz y patí (un pececillo pequeño). A la mañana siguiente, desde sus canoas, iban desenganchando la pesca que había caído durante la noche.”
Siglos recorriendo sin laureles
trasnochados espineles
encarnados con patí.
Por ello advierte la canción:
Cuidado el aparejo, pescador...
tal vez está enganchado un surubí...
que ganas de gritar
que yo también nací
en la ribera azul del Paraná.
El surubí es un pez de hasta 120 kilogramos de peso que, en el agua y con su peso tiene el doble de fuerza.
“Tomé apuntes de todo el entorno del lugar, me despedí de mi amigo, de sus padres y me fui. Tres años después ya era yo famoso como canta-autor en mi país. Un día, en Buenos Aires, hurgando en un cajón, me encuentro con la nota que adecenté, musiqué y grabé. Recibió varios premios y fue cantada en la película de Luis Sandrini "Al Diablo con este Cura" y fue considerada como "La mejor canción del Litoral". A todo esto "Paso de la Patria" se hizo conocida por la canción y por ello, organizaron el "Certamen de La Pesca del Dorado" y un día me llamaron para actuar ahí. No conocí el lugar cuando llegué... estaba todo cambiado... lleno de bungalows, ajardinado, un parador de turismo de lujo. Había cambiado tanto que no era ya aquel lugar casi salvaje que yo conocí. Al entrar a actuar, había en la puerta muchas personas humildes a quienes no dejaban entrar. Micrófono en mano, saludé al público y pregunté al empresario porque no entraban los de la puerta. Porque esa gente no pinta para nada aquí!! me contestó.
Pero esta es la gente a los que les dediqué mi canción, le respondí. Sí!! pero... no tienen para pagar la entrada... Eso corre por mi cuenta, déjelos entrar...
No!, dijo él... el que manda aquí soy yo y no entran. Pues si no entran... no canto!! Mientras algunas señoras orondas, enjoyadas y lujosamente vestidas salían y mis músicos guardaban sus instrumentos, el empresario se retractó y dijo... Bueno... que entren!!... Me sorprendieron porque eran como 90 personas. Se sentaron en la pista y hasta en el escenario. Cuando todo estuvo en calma yo arranqué "Yo que estuve en Paso de la Patria, etc". Al finalizar los gritos, aplausos y lágrimas parecieron reventar el lugar y yo me emocioné.”
Salta juguetón algún dorado,
espejismo de oro y plata
por la magia del verano.
Toque de misterios en el río
cuando se oye, como un eco,
cabalgando un alarido.
Suena un acordeón en chamamé...
Paso de la Patria guaraní...
Mi cantar, en suma, es elocuente
si usted nunca fue a Corrientes
no conoce mi país.
Cuidado el aparejo, pescador...
Río abajo...
Antes del aumento del tráfico fluvial
en el Paraná, los troncos de los árboles talados en los bosques misioneros, eran
trasladados a la deriva por el río hasta la zona de aserraderos de las islas del
Delta. A este modo de transporte se lo denominaba jangada y era llevado a cabo
por un hombre, que parado encima de los troncos asidos de manera artesanal, iba
guiando las maderas para que siguieran su curso. A este personaje es a quien
Jaime Dávalos y Eduardo Falú le dedicaran la Canción del Jangadero:
Río
abajo voy llevando la jangada
río
abajo por el alto Paraná
es
el peso de la sombra derrumbada
que
buscando el horizonte bajará.
(...) “la sombra derrumbada” es una
metáfora sobre la tala de árboles en la selva misionera...
Río
abajo, río abajo, río abajo,
a
flor de agua voy sangrando esta canción
es
el sueño de la vida y el trabajo
que
me vuelve camalote el corazón.
... el camalote es una planta acuática
cuyas hojas tienen forma de corazón.
Jangadero...
jangadero...
mi
destino sobre el río es derivar
desde el fondo del
obraje maderero
con
el anhelo del agua que se va.
...el obraje maderero es la
explotación forestal en Misiones, tierra del mensú.
Padre río, tus
escamas de oro vivo
son
el sueño que nos llevan mas allá
vamos tras el
horizonte fugitivo
y
la sangre con el agua se nos va.
... las escamas de oro vivo son el
reflejo del sol en el Paraná y la sangre es el color rojo del río, que carga con
los sedimentos de las tierras de Misiones.
Banda a banda, sol y
luna, cielo y agua
espejismo que no
acaba de pasar
piel de barro,
fabulosa lampalagua
me
devora la pasión de navegar.
Jangadero...
jangadero...
“Banda a banda”, los troncos derivan
de una ribera a la otra del río; “sol y luna”, día y noche; “cielo y agua”,
monotonía de colores...
La lampalagua es una víbora de gran
tamaño color marrón que se mimetiza con los suelos ribereños.
Padre de
las frutas y las maderas...
El Paraná en una Zamba, es otra de las manifestaciones
folklóricas de Jaime Dávalos y Ariel Ramírez que constituye una excelente obra
geográfica:
Brazo de la luna que bajo el sol
el cielo y el agua rejuntará
hijo de las cumbres y de las selvas
que extenso y dulce recibe el mar.
El Paraná es un extenso hilo de plata que se desplaza desde los morros y selvas de Brasil hasta el mar a través del río de la Plata.
Sangra en tus riberas el ceibo en flor
y la pampa verde llega a beber
en tu cuerpo lacio donde el verano
despeña toros de barro y miel.
El ceibo, que se encuentra a lo largo de sus riberas es de color rojo intenso y es la flor nacional de la Argentina. El río llega hasta la región pampeana donde abundan los verdes pastizales.
Mojan las guitarras tu corazón
que por los trigales ondulará
traen desde el Norte frutal la zamba
y a tus orillas la dejarán
para que tu voz enamorada de la luz carnal
arome tus mujeres Paraná.
En campos de lino recobrarás
el cielo que buscas en la extensión
padre de las frutas y las maderas
florece en deltas tu corazón.
El río se desplaza por la provincia de Santa Fe y Buenos Aires, donde se siembra trigo y lino, pero arrastra desde otras latitudes, frutales que caen a él y que el río deposita en su desembocadura en forma de delta.
Verde en el origen recorrerás
turbio de trabajo la noche azul
y desde la luna como un camino
vendrá tu brillo quebrando luz.
El Alto Paraná es de color verde por el reflejo de la vegetación selvática, mientras que luego cambia de color. Pero a la noche, la luna se refleja formando extensas líneas transversales...
Paisaje de Catamarca, de Polo Jiménez, Puerto de Santa Cruz, de Horacio Guaraní, están entre las tantas obras de nuestro folklore que transmiten a todo tipo de público la Geografía de nuestro país.
Ampelio Liberali ha realizado un audiovisual denominado “Argentina de Punta a Punta”,donde seleccionó una canción descriptiva de cada provincia, constituyendo un trabajo de Geografía Regional.
Otros geógrafos sin toga...
Muchos son los geógrafos que no usan toga y que enseñan sin pizarrón.
Humboldt lo ha hecho a partir de sus relatos de viajes, destacándose por la importancia literaria de sus escritos, además de su profundidad científica. Pero otros no han tenido esa preparación académica como para poder lograr esa armonía humboldtiana. Sin embargo, son sus obras verdaderos textos de Geografía.
En el campo de la literatura, es el caso de José Hernández en el Martín Fierro, Horacio Quiroga en Anaconda o El Muerto, Sixto Vázquez Zuleta en sus cuentos de la Quebrada de Humahuaca, Roberto Arlt y Marco Denevi en sus novelas sobre los barrios de Buenos Aires, etc.
Relatos como los de Luis Landriscina constituyen excelentes descripciones geográficas donde convergen aspectos físicos, sociales y económicos, con especial referencia a la Geografía Cultural.
Pintores como Quinquela Martín quien refleja la vida en las riberas del Riachuelo, destacando las duras condiciones del trabajo y la inundación...
O audiovisuales como “El Partido que nadie ve” de Ampelio Liberali, que muestra las actividades concatenadas derivadas de un partido entre River y Boca..., constituye una muestra de Geografía Económica.