CONFECCIÓN DE CARTOGRAFÍA DE RIESGO DE
DEGRADACIÓN AGRÍCOLA,
UTILIZANDO SENSORES REMOTOS
Y SISTEMAS DE INFORMACIÓN
GEOGRÁFICA
Dr. Julio A.
Uboldi -
Lic. Guillermo
Angeles
Departamento
de Geografía
Univ. Nac. del Sur - Bahía
Blanca
Resumen:
El presente trabajo constituye un ensayo
metodológico, que busca elaborar una cartografía temática que detecte las
características de la región bajo estudio, considerando la degradación de los
recursos de un área agrícola con cultivos bajo riego, favoreciendo en
consecuencia procesos desertificación.
El área de estudio se ubica al sur oeste de
la Prov. de Buenos Aires, comprendiendo el valle inferior del Río Colorado, se
trata de un área de transición entre las fértiles llanuras Pampeanas y la árida
Patagonia; tiene, en consecuencia, un clima, semiárido.
Dado que se contemplan aspectos climáticos,
edafológicos, fitogeográficos, geomorfológicos y socioeconómicos fue utilizada
una gran diversidad de fuentes de información, a partir de las cuales se elabora
el sistema de evaluación.
Se utilizaron dos imágenes HRV - SPOT en modo
multiespectral, fotografías aéreas, cartas topográficas a escala 1:50.000 y
mapas catastrales a escala 1:100.000. Las imágenes satelitales se utilizaron
para determinar el uso y cobertura de los recursos de la región, de las
fotografías aéreas se obtuvo un mapa de unidades de suelos, las coordenadas
planas de las cartas topográficas fueron de utilidad para corregir
geométricamente a las imágenes SPOT, además esta cartografía se utilizó en
conjunto con los mapas catastrales para realizar encuestas basadas en un
muestreo aleatorio, que buscaban determinar el tipo de tenencia de la tierra y
buscar una relación con los tamaños de las parcelas, volcando la información en
un mapa del parcelamiento digitalizado a partir de la cartografía
mencionada.
Para el tratamiento de todo el material y la
información de él derivada se utilizó el procesador de imágenes PCI y el sistema
de información geográfica IDRISI.
Como resultado se obtuvo una cartografía
digital que indica los sitios con diferente riesgo de degradación, surgiendo una
clasificación de 5 categorías: Alto, Medio, Bajo, Muy bajo y
Mínimo.
I - Introducción:
Este trabajo constituye un ensayo
metodológico, que se centra en la aplicación de los sensores remotos y los
sistemas de información geográfica a la elaboración de cartografía de riesgo de
degradación agrícola, que permita una adecuada valoración de los recursos de un
área agrícola bajo riego.
El tema tratado surge principalmente de las
observaciones realizadas sobre el área, en diferentes oportunidades y sectores.
Se trata de un espacio ubicado en una zona de transición bioclimática, de una
fragilidad ecológica manifiesta, en donde se realiza un uso intensivo del suelo,
basado en mayor medida en la utilización del regadío.
Se ubica en el sudoeste de la Prov. de Buenos
Aires, comprendiendo el valle inferior del río Colorado, en torno al cual se establece una
ventana delimitada por los paralelos 391 10’ a 391 50’ y los meridianos
621 30’ a 631 00’, totalizando un área de
333.201 has (Fig. 1).
II - Antecedentes y
objetivos:
Durante la década del 60, cuando esta región
comenzó a cobrar notoria importancia se desarrollaron los primeros estudios con
el fin de determinar la capacidad de uso de los suelos (Cappanini y Lores,
1966), para ello se empleó la fotointerpretación de un vuelo realizado a escala
1:30.000, determinándose a partir de él las diferentes unidades de suelos, otro
emprendimiento de gran envergadura fue el Estudio Técnico y Social del Valle
Bonaerense del Río Colorado, primera fase (Edison Consult,
1967).
La puesta en órbita del satélite SPOT-1, en
febrero de 1986, creo nuevas espectativas en el análisis de los recursos
naturales, para escalas medias y grandes. Contando con esta nueva tecnología, en
el año 1987 se emprenden sobre la zona una serie de estudios empleando imágenes
provenientes de los sensores MSS del Landsat, HRV del SPOT y también fotografías
aéreas (González Uriarte, M., 1987; Serafini et al., 1988; INTA, 1994 b; S.A.G. y P., 1994), cabe
destacar que en la mayoría de los trabajos se utilizaron las imágenes de manera
independiente, no existiendo combinación de información proveniente de las
diferentes fuentes. En el trabajo realizado por el INTA en 1994, los técnicos se
basaron en fotografías aéreas, sobre las que delimitaron las unidades de suelos
y en imágenes del satélite Landsat (no se especifica el sensor), a escala
1:500.000, sobre las que se detectaron visualmente los principales rasgos de
erosión eólica. Posteriormente esta información recibió un tratamiento digital,
siendo el resultado una serie de bases de datos.
En nuestro caso particular, consideramos que
existen ventajas en el uso conjunto de las técnicas referidas a la
interpretación de imágenes (analógica y digital) y a las utilizadas por los
sistemas de información geográfica, estas ventajas se centran en la rapidez del
análisis, el nivel de detalle, la creciente flexibilidad en el manejo digital de
los datos y la cada vez más fácil integración de datos provenientes de los
diferentes documentos.
Teniendo en cuenta lo expresado
precedentemente fijamos un objetivo general, que consiste en elaborar
herramientas cartográficas que faciliten el conocimiento de la región y que
permitan la puesta en marcha de un sistema que dinamice el desarrollo local,
determinando a la vez los cambios medio ambientales originados en los diferentes
usos del suelo, especialmente agrícola ganaderos, haciendo posible la
consolidación de dichos usos en un contexto de desarrollo sustentable, buscando
la generación de una documentación precisa que facilite la transferencia de
tecnología a los actores de la región, de manera que éstos puedan obtener el
máximo beneficio de las actividades emprendidas.
Partiendo de este objetivo general,
enunciamos los siguientes objetivos específicos:
1- Avanzar en el estudio de los cambios medio
ambientales ocurridos en la zona, relacionando a los mismos con los diferentes
usos del suelo existentes.
2- Formular una metodología y criterios
uniformes para medir y vigilar la degradación de los
suelos.
3- Realizar predicciones más precisas,
numerosas y útiles sobre los usos específicos de estas
tierras.
4- Considerar información básica para la
preparación de programas de recuperación y desarrollo de la zona
afectada.
5- Detectar y cartografiar los sectores que
presenten condiciones de extrema fragilidad y procesos de
deterioro.
6- Cuantificar la dimensión de los sectores
degradados.
7- Fomentar el uso de nuevas tecnologías en
la evaluación y seguimiento de la degradación de los
suelos.
III - Materiales y métodos:
III – a. El material a
utilizar
Para realizar el análisis de la región, se
contó con documentación proveniente de diversas fuentes: mapas topográficos y
catastrales, fotografías aéreas y mosaicos aerofotográficos, cartas de imágenes
satelitales e imágenes satelitales en formato analógico y digital, además de una
abundante recopilación bibliográfica y un exhaustivo abajo en el
terreno.
Es así que podemos hablar de un material
básico o principal y uno accesorio: con referencia al primero, se encuentran
comprendidas las cartas topográficas (8), a escala 1:50.000; los mapas
catastrales (2), a escala 1:100.000; las fotografías aéreas pancromáticas (170),
a escala 1:20.000; los fotomosaicos pancromáticos (27), a escala 1:30.000 y las
imágenes satelitales en formato digital, obtenidas ambas el 18 de diciembre de
1993.
El material accesorio hace referencia a la
carta 1:500.000 (1) y a las cartas
de imágenes satelitales a escala 1:100.000 (2), obtenidas entre el 7 y el 16 de
Diciembre de 1993 por el sensor TM. La utilidad de esta documentación reside en
que sirve de apoyo a la principal, aumentando el nivel de referencia del
analista, en especial si tenemos en cuenta a las imágenes
utilizadas.
Cabe destacar que todo el material disponible
fue utilizado en el trabajo de campo, ya sea simplemente para guiarse o ubicarse
mediante la cartografía, como para reconocer patrones de uso del suelo y
diferentes respuestas espectrales de las coberturas existentes en la zona,
mediante las imágenes.
Los ocho mapas topográficos conforman el
sustrato georreferenciado y el marco, al cual se refirió todo el análisis realizado (Fig.
1).
Estos mapas, elaborados por el Instituto
Geográfico Militar, además de contener las curvas de nivel, poseen el parcelario
de la región, información que fue comparada y complementada con la brindada por
los mapas catastrales, en primer lugar, al diseñar la estrategia del
relevamiento, y en segundo al realizar la digitalización del parcelario. Este
aspecto fue necesario debido a que la información temática que contienen los
mapas topográficos puede
considerarse obsoleta, ya que estos documentos fueron confeccionados en
el año 1967, mientras que los mapas catastrales datan del año 1988. Pese a ello,
el rol que desempeñaron los mapas topográficos en la investigación ha sido
fundamental, debido principalmente a que toda la información se georreferenció a
sus coordenadas Gauss Krüger, tanto los mapas de suelos y del parcelario, como
las imágenes satelitarias.
Por otro lado, el material aerofotográfico,
cedido por la administración de
CORFO-Río Colorado y el INTA-Hilario Ascasubi, fue utilizado para la revisión
del mapa de suelos, aplicando técnicas de fotointerpretación: se delimitaron
sobre los fotogramas las diferentes unidades de suelos, utilizando un
estereoscopio Wild ST4 y un intensivo control de campo.
Esta interpretación, se transfirió a los fotomosaicos
1:30.000, los que fueron útiles en la comprobación final de los límites de las
unidades, en un paso previo en la realización del mapa preliminar de suelos. Seguidamente,
y empleando un pantógrafo óptico, esta información se llevó a la escala de
1:50.000, dando lugar al mapa definitivo de los suelos de la región a nivel de
serie, el que se digitalizó en formato vectorial, junto al de parcelas,
utilizando el programa Atlas*Draw. Esta tarea se realizó con una tableta
digitalizadora de 12 x 12 pulgadas, siendo necesario considerar 45 puntos de
control (9 por cada mapa), para la digitalización de toda el área del
estudio.
Las imágenes satelitarias también ocuparon un
lugar central en el desarrollo del trabajo. Copias ampliadas en papel
permitieron realizar verificaciones en el campo, principalmente referidas a los
distintos tipos de cobertura existentes, conformando de esta manera un
entrenamiento adecuado de cara a la confección de la clasificación digital que
se tenía pensado realizar en un principio. Tanto este procedimiento como el
chequeo de las unidades de suelos aumentaron de forma notable el nivel de
referencia sobre la zona de estudio.
Las imágenes fueron georreferenciadas
utilizando puntos de control obtenidos de la cartografía 1:50.000.
Posteriormente se utilizó
aproximadamente el 50% de cada una de las imágenes, ya que sus dimensiones
excedían la zona de estudio. Fue entonces necesario seleccionar una ventana en
cada una de ellas que abarca el sector este, y luego confeccionar un mosaico con las
dos ventanas seleccionadas, la línea de corte y unión fue determinada por el
cauce del río Colorado.
Dadas las dimensiones de los archivos
gráficos creados, tanto de imágenes como de mapas, y las relativas limitaciones
del equipo informático empleado (memoria ram y capacidad de almacenamiento), se
consideró adecuado trabajar con un pixel cuya dimensión sea de 25 x 25 metros,
buscando un equilibrio entre lo deseado y lo posible.
Con respecto a la documentación accesoria,
ella conformó un complemento interesante, ya que brindó una visión de conjunto e
integradora de la zona estudiada, el mapa 1:500.000 fue de utilidad junto con
las cartas imagen ™, sirvieron,
junto a las copias en papel de las imágenes SPOT y a los mapas
topográficos y catastrales, en los
sucesivos controles de campo.
III – b. La
metodología desarrollada:
Con la realización del presente proyecto se
pretende implementar una metodología de trabajo interdisciplinario, aplicado a
un relevamiento regional integrado, en donde la información proveniente de
diversa documentación (en su mayoría analógica en origen) es concentrada,
relacionada y analizada en un entorno informático, utilizando principalmente un
sistema de información geográfica (en nuestro caso el programa Idrisi V2.6) y un
procesador de imágenes (el programa PCI). Los diferentes pasos se detallan en el
esquema de la figura 2.
Se comienza con un relevamiento de la
documentación a la que es posible tener acceso. Es así que lo primeramente
utilizado son los mapas
topográficos y las fotografías aéreas, y sobre ellos se trazan las unidades de
suelos a nivel de serie. Esta actividad demandó, junto al relevamiento
socio-económico, una intensa actividad en el terreno, tareas que se complementan con las
desarrolladas en laboratorio, referidas a la interpretación de las fotografías
aéreas, los análisis realizados sobre las muestras de suelos, el procesamiento
de los datos socio-económicos y el
tratamiento digital de la información.
En función de los objetivos fijados y del
esquema de trabajo elaborado, la primera actividad desarrollada es la
realización del mapa de suelos, buscando la identificación de unas unidades a
nivel de serie en base a conceptos de interpretación visual de fotografías
aéreas, y de controles de campo, de esta manera se trazaron unos límites que
darían lugar a las primeras unidades de suelos.
Con este mapa preliminar el trabajo se
trasladó al campo, en donde por medio de calicatas (a un promedio de tres por
unidad), o muestras extraídas con barreno (a un promedio de 7 por unidad), se
corrigieron y fijaron los límites de las unidades en base a parámetros físicos
(Fig 3).
Las muestras sobre las que se realizaron
los análisis fueron extraídas de
los diferentes horizontes del perfil modal, o sea, el más representativo de la
unidad.
Los datos brindados por las muestras de los
perfiles y el reconocimiento de las características paisajísticas del terreno,
permiten encarar un proceso de evaluación de tierras, para lo cual se adoptó el
esquema seguido por la F.A.O., con algunas variantes, buscando una adaptación a
las particularidades del área de estudio, al material disponible y a la
metodología empleada .
La F.A.O. plantea dos procedimientos
similares para analizar los recursos de una región (físicos y humanos) a través de la evaluación de tierras.
Cada una de las dos alternativas existentes indica la manera en que, sucesiva o
paralelamente se deben considerar los datos, optando nosotros por el desarrollo
paralelo tanto de la evaluación física como de la socio
económica.
Dado que desde el punto de vista físico y
químico se pretende conocer las características de cada unidad, para proceder a
su evaluación se tienen en cuenta los siguientes parámetros referidos al perfíl:
profundidad útil (raíces), porcentaje de carbonato de calcio, porcentaje de
humedad, pH, sales en solución , pendiente, textura, pedregosidad, drenaje,
erodabilidad, densidad de la vegetación, erosividad de la lluvia, porcentajes de
arcilla, limo y arena y porcentaje de materia orgánica presente, entre los
principales parámetros considerados. La evaluación fue realizada en un entorno
informático, utilizando el programa Micro LEISS: el resultado es un mapa con
cuatro clases de capacidad de uso, que muestra además la susceptibilidad a la
erosión eólica desde el punto de vista físico.
Sobre las muestras de suelo extraídas de los
perfiles se determinó el índice de aridez de Bouyoucos, el que considera los
porcentajes de limo, arcilla y arena. Los
valores obtenidos se relacionaron con las clases existentes en el mapa de
capacidad de uso, reforzando de esta manera la primera valoración realizada.
Como ya se comentó, paralelamente al
relevamiento de suelos, se comienza a realizar la encuesta socio-económica,
volcando la información en la base de datos anexa al mapa de parcelas (Fig 4).
Esta forma de proceder resultó adecuada , debido a que la zona de estudio se
encuentra a 150 km de la base en donde se desarrollaban las tareas de gabinete
(la Universidad Nacional del Sur, en la Ciudad de Bahía Blanca), logrando una
economía de tiempo y de costos.
Como ya se comentó, paralelamente al análisis
de los suelos se comienza a realizar el relevamiento socio económico, el que se
complemento con estudios ya realizados ya realizados al respecto (Lucanera et
al, 1985; INTA, 1994 a).
En nuestro estudio se buscó principalmente la
relación existente entre el agricultor y la tenencia de la tierra, tratando de
confirmar la hipótesis de que la mayoría de los agricultores arrendatarios
realizaban sus actividades en las parcelas de menor tamaño. Se buscó de esta
manera poder introducir el factor humano, a través de las dimensiones de las
parcelas, dentro del SIG, como un elemento mas que influye en
el riesgo de erosión.
Esto es debido a que el agricultor que
arrienda una parcela, trata de obtener de ella el máximo rendimiento, sin
importar los cuidados al medio ambiente que deba implementar, esto da origen a
procesos de salinización de los suelos, inhibición de crecimiento de la
vegetación y aparición de procesos de
desertificación.
Por medio del SIG, fue posible realizar una
clasificación del parcelario creando tres categorías: parcelas con menos de 500
has, de 500 a 1.000 y mas de 1.000, posteriormente este mapa clasificado fue
relacionado con el mapa de evaluación de tierras, el resultado fue una tabla de
contingencias (tabla nro. 1), en donde se vincula el tamaño (columnas) con la
calidad del suelo (filas). Las mejores categorías se ubican junto a las parcelas
de mayor tamaño hacia la parte superior izquierda de la tabla, aquí el riesgo de
degradación es mínimo, en sentido opuesto, las peores categorías se ubican hacia
el sector inferior derecho de la tabla.
Tabla
nro. 1: Relación entre el tamaño de las parcelas y la aptitud de las
tierras
|
>
1000 has |
500 a
1000 has |
500 has |
Totales |
Buena a
moderada |
4 |
6 |
58 |
68 |
Moderada |
34 |
44 |
660 |
738 |
Moderada a
marginal |
20 |
35 |
742 |
797 |
Marginal |
5 |
3 |
190 |
198 |
Totales |
63 |
88 |
1650 |
1801 |
Sobre estos valores se aplica el test de
significación estadística de la ji cuadrado, considerando como hipótesis nula
que la densidad del parcelamiento resultaba indiferente a la distribución de
tierras, este procedimiento corroboró estadísticamente los que visualmente se
aprecia en la tabla 1, el test es significativo para un valor de probabilidad
del 95 %.
Con respecto a la utilización de las imágenes
satelitales, se emplearon dos imágenes SPOT-HRV, modo pancromático, obtenidas el 18 de diciembre de 1993,
con coordenadas centrales 693 – 429 y
693 – 430, con una dimensión de 4355 columnas por 3469 líneas cada
una.
El primer paso fue realizar la corrección
radiométrica a través de una expansión del contraste, en segundo lugar las
imágenes se corrigieron geométricamente, tomando como referencia las coordenadas
planas de las cartas del IGM. Seguidamente se procedió a confeccionar un mosaico
digital con dos ventanas (una de
cada imagen), que cubrían la zona de estudio.
Tratando de mejorar la discriminación entre
suelos y vegetación, con las imágenes se realiza un índice de vegetación , de
esta manera se obtuvo una primera valoración, de carácter orientativo, sobre el
estado de la cubierta vegetal, el fundamento de esta técnica reside en las
características espectrales de la vegetación sana, que presenta un claro
contraste en las bandas visibles, especialmente la roja y la no visible (infra-roja).
Dado el alto nivel de referencia que se posee
del terreno, el mosaico construido fue clasificado digitalmente por el método
supervisado, surgiendo 8 categorías: 1- Secano; 2- Cultivos intensivos bajo
riego: forrajeros; 3- Cultivos intensivos bajo riego: hortalizas; 4- Matorral
arbustivo poco denso; 5- Matorral arbustivo denso; 6- Suelo al descubierto; 7-
Suelos salinizados; 8- Agua; esta clasificación dió lugar a unos valores que se
muestran en la tabla 2:
Tabla 2:Resultados de la clasificación
aplicando el algoritmo de máxima probabilidad
|
Píxeles |
Superficie en
has. |
%
Imagen |
1- Secano |
1.715.522 |
107.220,11 |
31,05 |
2- Forrajeros |
928.076 |
58.004,73 |
17,20 |
3- Hortalizas |
495.708 |
30.981,74 |
9,87 |
4- Mat. arb. poco
denso |
701.537 |
43.834,79 |
13,15 |
5- Mat. arb.
denso |
805.503 |
50.343,92 |
14,63 |
6- Suelo al
descubierto |
233.032 |
14.564,48 |
5,26 |
7- Suelo
salinizado |
349.555 |
21.846,88 |
7,19 |
8- Agua |
102.463 |
6.403,91 |
1,30 |
|
5.331.216 |
333.201,00 |
99,65 |
Esta clasificación permitió discriminar
cubiertas y usos cuya presencia era posible detectar para la realización del
trabajo, siendo el caso concreto los suelos con manifestaciones salinas y al
descubierto, así como los cultivos bajo riego.
IV - Resultados:
En una última etapa del trabajo podemos
hablar de una completa integración de toda la información en el SIG Idrisi, ya
que en él se analizan las relaciones existentes entre los diferentes archivos
que contienen resultados parciales: la aptitud de las tierras, el parcelamiento
y la clasificación de uso y cobertura de la tierra, realizada sobre la
imagen.
Para ello se utilizan los comandos Extract y Reclass, aplicados sobre los archivos
correspondientes al parcelamiento y a la aptitud de los suelos, además la
información numérica contenida en dichos archivos fue tratada con el programa
Excel, ya que se pretendía buscar los valores en porcentaje correspondientes a
las unidades de evaluación de tierras existentes y la clase dominante en cada parcela.
Estos aspectos son particularmente relevantes
a la hora de disponer de una información detallada a nivel parcela , de las
características de los suelos existentes en dicha parcela y el porcentaje
presente en los mismos, aspectos a los que se une la información socio
económica, ya que cada una es identificable a través de un código
numérico.
A continuación y aplicando el comando Crostab del programa Idrisi, se combinan
los archivos que contienen el mapa de aptitud de los suelos y la imagen
satelital clasificada.
Con el objeto de brindar coherencia al
proceso de análisis del que surgirán unas categorías de degradación, se realizó
un reagrupamiento de los usos y coberturas determinados por la clasificación de
la imagen, construyendo una nueva tabla en donde figuran ordenadas de arriba
hacia abajo (filas), las categorías en función de su mínima a máxima
contribución a un posible deterioro del medio (Tabla 3).
En las columnas se ubican las categorías de
aptitud de tierras, en el mismo orden asignado inicialmente, asignándole un
mayor peso a estas últimas.
Los casilleros de la tabla han sido
rellenados con los valores asignados a las categorías existentes en lo que
podríamos denominar una primera aproximación a un mapa de riesgo de degradación.
Tabla 3: Esquema de agrupamiento: Aptitud de
suelos y uso y cobertura
MÁS INFLUYENTE (APTITUD DE LOS
SUELOS)
|
Buena a
moderada |
Moderada |
Mod. a
marginal |
Marginal |
Mat. arb.
denso |
5 |
5 |
3 |
2 |
Mat. arb. poco
denso |
5 |
4 |
3 |
2 |
Secano |
4 |
3 |
2 |
1 |
Forrajeros |
4 |
3 |
2 |
1 |
Hortícolas |
4 |
3 |
2 |
1 |
Suelo
descubierto |
3 |
2 |
1 |
1 |
Suelo
salinizado |
3 |
2 |
1 |
1 |
De acuerdo al esquema de agrupamiento
realizado, en la esquina superior izquierda se ubican las mejores categorías y
en la esquina inferior derecha las peores, una información adicional es posible
de obtener ya que se dispone también de tablas conteniendo valores en píxeles,
hectáreas y porcentajes, aspectos que se resumen en la tabla 4.
Tabla
4: Las superficies correspondientes a cada una de las categorías surgidas del
agrupamiento, considerando la aptitud de los suelos y el uso y cobertura del
suelo
Categorías |
Hectáreas |
1- Alto |
32.699,12 |
2- Medio |
61.802,93 |
3- Bajo |
170.579,12 |
4- Muy bajo |
31.671,18 |
5- Mínimo |
30.044,75 |
Seguidamente se realiza un nuevo cruce de
variables teniendo en cuenta la primera aproximación y el mapa del parcelamiento
reclasificado (figura 5), en este caso en las columnas se ubican las categorías
de riesgo de degradación, obtenidas en la primera aproximación y en las filas se
distribuyen las categorías correspondientes al parcelamiento reclasificado
(tabla 5).
MAPA
DEL PARCELAMIENTO
RECLASIFICADO |
Figura
5: Esquema del cruce de la información para obtener el mapa de riesgo
definitivo
Tabla 5: Esquema de agrupamiento (primera
aproximación y tamaño de las parcelas)
MÁS INFLUYENTE (PRIMERA
APROXIMACIÓN)
|
Mínimo |
Muy bajo |
Bajo |
Medio |
Alto |
> 1.000 |
5 |
4 |
3 |
2 |
1 |
500 a 1.000 |
5 |
4 |
3 |
2 |
1 |
< 500 |
4 |
4 |
2 |
1 |
1 |
El esquema de agrupamiento realizado mantiene
el criterio aplicado en la tabla 4; en el ángulo superior izquierdo se ubican
las mejores clases y en el ángulo inferior derecho las peores, la valoración se
realizó de 1 a 5m correspondiendo el 1 a la peor calidad y el 5 a la mejor,
igualmente se le asignó un mayor peso a las columnas, ya que estas contienen en
cierta manera las características de los suelos.
Al igual que en la ocasión anterior, también
se obtuvo un mapa que se muestra en el Anexo (Fig. 6), el que contiene 5
categorías de riesgo de degradación, surgidas de la relación del uso del suelo
con la aptitud y la dimensión del parcelamiento.
En él apreciamos también que la zona de más alto riesgo se ubica
en el centro de la imagen, siguiéndole en importancia el sector Este de la imagen. Al igual que en la
segunda aproximación se detectaron sectores próximos al río Colorado (sector
centro - oeste) y sitios
puntuales hacia el sur de la zona de estudio
con riesgo alto.
En esta aproximación, hacia el Oeste
aumentaron en dimensión los sectores que por el momento ofrecen menos
posibilidades de degradación, esto es debido a estar ocupados por la vegetación
natural (el matorral), por haber considerado ahora la existencia de un
parcelamiento de mayor dimensión y por poseer tierras cuyas características
corresponden predominantementea aptitudes moderadas, y en menor grado moderadas
a marginales.
Pese a ello, a lo largo de una franja
conformada por los meridianos de 62° 42´ y 63° 00´, es posible observar una
serie de sitios puntuales (aspecto comentado anteriormente y que se mantiene en
esta cartografía) y cuya morfología responde al diseño parcelario, en donde se
ha registrado un riesgo alto y medio de degradación, ocasionado sin duda por el
uso realizado en ellos. Este aspecto
debe ser tenido en cuenta a la hora de promover o desarrollar el sector Oeste, ya que es
la única alternativa para la expansión de la frontera
agrícola.
Esta zona es posible dividirla en dos
considerando el cauce del río Colorado: hacia el Sur - oeste, el riesgo de
degradación es menor (debido a las características mencionadas anteriormente),
mientras que al Nor - oeste este riesgo se incrementa, debido principalmente a
una mayor intensidad de uso del suelo, a la presencia de las unidades de suelos con aptitud marginal
y a la existencia de sectores con suelos que poseen escasa cobertura vegetal y con cierto
contenido salino.
Finalmente, teniendo en cuenta el esquema de
agrupamiento realizado, es posible determinar las superficies de cada una de las
categorías determinadas (Tabla 6)
Tabla 6: Las superficies correspondientes a cada una de las categorías surgidas
del agrupamiento considerando el uso del suelo, la aptitud de los suelos y el
parcelamiento.
Categorías |
Hectáreas |
1-
Alto |
45.929,73 |
2-
Medio |
72.270,61 |
3-
Bajo |
146.880,75 |
4- Muy
bajo |
32.173,60 |
5-
Mínimo |
29.542,32 |
V -
Conclusiones
Cada uno de los mapas
elaborados realiza un aporte al conocimiento del riesgo de degradación agrícola
de la región. Pero el último,
por resumir tres variables,
es el que más puede contribuir a mostrar la realidad espacial de la zona de
estudio.
Este último mapa puede
considerarse muy útil, tanto para el administrador como para el extensionista y el técnico.
La confección de cinco categorías y la asignación a cada una de ellas de colores
fácilmente identificables, hace que su lectura sea comprensible y rápida. Indica
con bastante precisión (a nivel de parcela), los sitios que ofrecen diferente
valor del riesgo a degradarse, haciendo posible un control intensivo y
localizado por parte de los organismos existentes en la zona, ya sea sobre las
zonas actualmente en explotación o sobre aquéllas en las que aún no existe un
uso determinado, pero sobre las que en un futuro cercano seguramente se
desarrollaran actividades agrícolas.
Interpretando el mapa, es
posible detectar puntos de conflicto actuales (las zonas en donde existe un riesgo
alto), en donde es necesario que los organismos administradores de la región
incrementen los controles a través de tareas de extensión y asesoramiento hacia
el agricultor, detectando dentro de la zona de riesgo alto a las parcelas que
manifiesten un deterioro notorio del recurso suelo.
En definitiva, creemos que el
producto elaborado contribuye al conocimiento de la realidad existente en el
territorio, mostrando aspectos que por sus dimensiones espaciales y localización
son difíciles de detectar por medios convencionales.
Referencias:
Cappaninni, D.A.; Lores, R.R.,
1966: Los suelos del valle inferior del río Colorado. I.N.T.A., Colección Suelos
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Resumen:
El presente trabajo constituye un ensayo
metodológico, que busca elaborar una cartografía temática que detecte las
características de la región bajo estudio, considerando la degradación de los
recursos de un área agrícola con cultivos bajo riego, favoreciendo en
consecuencia procesos desertificación.
El área de estudio se ubica al sur oeste de
la Prov. de Buenos Aires, comprendiendo el valle inferior del Río Colorado, se
trata de un área de transición entre las fértiles llanuras Pampeanas y la árida
Patagonia; tiene, en consecuencia, un clima, semiárido.
Dado que se contemplan aspectos climáticos,
edafológicos, fitogeográficos, geomorfológicos y socioeconómicos fue utilizada
una gran diversidad de fuentes de información, a partir de las cuales se elabora
el sistema de evaluación.
Se utilizaron dos imágenes HRV - SPOT en modo
multiespectral, fotografías aéreas, cartas topográficas a escala 1:50.000 y
mapas catastrales a escala 1:100.000. Las imágenes satelitales se utilizaron
para determinar el uso y cobertura de los recursos de la región, de las
fotografías aéreas se obtuvo un mapa de unidades de suelos, las coordenadas
planas de las cartas topográficas fueron de utilidad para corregir
geométricamente a las imágenes SPOT, además esta cartografía se utilizó en
conjunto con los mapas catastrales para realizar encuestas basadas en un
muestreo aleatorio, que buscaban determinar el tipo de tenencia de la tierra y
buscar una relación con los tamaños de las parcelas, volcando la información en
un mapa del parcelamiento digitalizado a partir de la cartografía
mencionada.
Para el tratamiento de todo el material y la
información de él derivada se utilizó el procesador de imágenes PCI y el sistema
de información geográfica IDRISI.
Como resultado se obtuvo una cartografía
digital que indica los sitios con diferente riesgo de degradación, surgiendo una
clasificación de 5 categorías: Alto, Medio, Bajo, Muy bajo y
Mínimo.
Ponencia presentada en el Segundo Encuentro Internacional Humboldt.
Mar del Plata, Argentina. Octubre de
2000.