VALORACION DEL PAISAJE Y
COMPORTAMIENTOS ESPACIALES.
La comarca de El Bolsón en
la Patagonia Andina
Myriam
Susana González
Resumen
La Patagonia andina y en particular El Bolsón y su entorno,
constituyen un área sumamente atractiva y valorada. En este paisaje de gran
belleza escénica conviven grupos sociales diferentes con situaciones ambientales
en algunos casos críticas. Aunque resulte una paradoja, en un espacio
caracterizado por la presencia de lagos, ríos y bosques, los problemas derivados
del uso y manejo del agua son los que generan los mayores conflictos. Por otra
parte, la gran subdivisión parcelaria, el avance de la urbanización sobre áreas
rurales, la especulación inmobiliaria, los asentamientos en áreas no propicias,
son también desencadenantes de situaciones conflictivas. Conviven en el área
grupos sociales diversos: colonos tradicionales, paisanos, mapuches, habitantes
urbanos, neorurales, hippies, turistas. Cada uno con valores, intereses,
actividades y comportamientos espaciales diferentes.
La comunicación forma parte del proyecto de investigación “Uso
humano del territorio y aspectos ambientales críticos en Patagonia Andina” que
se encuentra en una etapa de plena actividad. Aquí se presenta la línea de
trabajo “valoración del paisaje y su relación con los comportamientos
espaciales”, teniendo en cuenta que las relaciones afectivas que los individuos
mantienen con el paisaje son diversas y que son las que explican muy a menudo
los comportamientos en el territorio. Desde el enfoque de la Geografía
Humanista, se ha puesto el énfasis en descubrir cómo es el paisaje que viven,
sienten y experimentan los habitantes de la comarca andina, considerando los
diferentes grupos sociales, cómo surgen los lazos de afecto hacia el lugar y que
peso tienen en las decisiones espaciales.
INTRODUCCION
El presente trabajo se enmarca en el proyecto “Uso humano del
territorio y aspectos ambientales críticos en Patagonia Andina” que pretende
interpretar la relación sociedad territorio a partir de la identificación y
explicación de los usos del suelo, teniendo en cuenta los diferentes actores
sociales y las situaciones ambientales críticas. Dada la complejidad de la
problemática se han definido diferentes líneas de trabajo, siendo una de ellas
la valoración del paisaje y su relación
con los comportamientos espaciales.
Se hace necesario en primera instancia hacer referencia a los
principales lineamientos teóricos que involucran a la temática.
La línea a investigar se enmarca en la Geografía Humanística y en
especial en la relación entre esta tendencia y el paisaje.
Siguiendo a Nogué Font (1992) se puede afirmar que la Geografía Humanística revitaliza
el concepto de paisaje, permite estudiarlo desde una nueva óptica y lo llena de
significado.
El concepto clave en la Geografía Humanista es el de lugar, entendido como centro de
significados, contexto para las acciones y fuente de identidad, el lugar está
cargado de valores y significados, que son inseparables de la experiencia de
quienes lo habitan, de sus pensamientos y sentimientos (García Ballesteros,1992)
Esta tendencia geográfica busca descubrir el mundo cotidiano, el paisaje que cada individuo vive,
siente y experimenta y los lazos afectivos entre cada individuo y el paisaje,
que a menudo explican los comportamientos espaciales.
Para Claval (1999) los lugares no tienen solamente una forma y un
color, una racionalidad funcional y económica. Están cargados de sentido por
quienes los habitan y frecuentan. Este autor al referirse al paisaje expresa “el
paisaje mismo se encuentra valorizado: deja de ser solamente una expresión de la
vida social, adopta una dimensión estética o funda la identidad del grupo. Sirve
para expresar los sueños” (Claval,1999,251).
Otro tema central de la Geografía Humanística es el mundo vivido,
concebido como “el conjunto de hechos y valores que constituye la experiencia
cotidiana de cada persona” (García Ballesteros, 1992, 13).
Lugar, paisaje, mundo vivido y comportamientos espaciales son los
ejes centrales de éste trabajo.
PRESENTACION DE LA
PROBLEMATICA
La comarca
Andina del paralelo 42 abarca aproximadamente 3000km2 que se distribuyen en 2
provincias Chubut y Río Negro. Integran el área 4 localidades: El Bolsón, El
Hoyo, Lago Puelo y Epuyén.
La población
actual se estima en 30.000hab de los cuales 20.000 serían urbanos. Es
interesante considerar el crecimiento poblacional que ha tenido el área que en
1991 según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda tenía 19.000hab.
Este importante crecimiento venía experimentándose desde décadas anteriores.
Vale la pena citar el caso del El Bolsón, el centro urbano más importante, que
entre 1980 y 1991 tuvo un crecimiento de 151,9%, pasando de 5.001hab a 12.598hab.
El paisaje natural está conformado por montañas abruptas, modeladas
por la acción glaciar que enmarcan valles de considerable extensión y con un
nivel de base entre 500 y 200msnm. En cuanto al clima, se caracteriza por
veranos frescos e inviernos fríos y muy húmedos y la presencia constante de los
vientos del Oeste calificados como moderados-fuertes.
Con relación a la vegetación, la presencia del bosque es
fundamental, pero no toda el área corresponde a ésta formación vegetal, ya que
se da una vegetación que va desde el bosque templado-frío a la estepa arbustiva
en unos pocos kilómetros.
Todos estos condicionantes ambientales conforman un marco natural
de gran belleza escénica en el que
conviven grupos sociales diferentes en situaciones ambientales que en algunos
casos llegan a ser críticas.
La relación naturaleza-sociedad genera como menciona Bondel (1999)
una serie de conflictos crecientes.
Principales
situaciones conflictivas de carácter geo-ambiental
Comarcas
de El Bolsón
1.- Carencia de una normativa explícita y efectiva sobre
usos del territorio, en particular para amplios sectores de trascendencia
ambiental (cabecera de cuencas, humedales, faldeos abruptos, lagos y lagunas).
Además se corresponden con sitios valorizados escénicamente y sujetas a presión demográfica e innovaciones
tecnológicas de ocupación del espacio (ver mapa).
2.- Crecimiento poblacional con expansión urbana
espontánea y confusa. Presión sobre áreas rurales y/o de protección
(Abalerón,
1999).
3.- Especulación
inmobiliaria orgánica y voluntaria de alcance local
nacional e internacional (advertida por Eriksen en 1970).
a)Sobreparcelamiento rural-boscoso y situaciones
forzosas de stress ambiental (eliminación de franjas de protección de fauna y
flora, presión sobre el grado de estabilidad de faldeos y vertientes, demanda de agua, ‘aclarado’ residencial
y turístico).
b) Acaparamiento de
tierras, situaciones de riesgo comunitario por
extensiones que involucran ecosistemas
completos (dificultades obvias de control).
4- Falta de un concluyente perfil cultural y socio-económico
que contemple los intereses propios de diferentes grupos sociales (‘mapuches y
paisanos’, migrantes urbanos argentinos, migrantes chilenos, colonos
‘tradicionales’ y ‘no tradicionales’, ‘hippies’, ‘millonarios’, etc.).
Delimitaciones, usos, herencia, etc..
5- Incertidumbre legal y de comportamiento
social y económico, respecto del manejo del agua en escorrentías y lagos.
Usos y accesibilidad. (CODECAP, 1999)
6.- Superposición competitiva de las
condiciones ambientales demandadas por el bosque de Ciprés de la Cordillera con las
preferidas por el establecimiento humano y sus actividades afines (Andenmatten,
E., 1997). Incompatibilidad de la ganadería tradicional con la evolución del
bosque autóctono, extracción maderera, urbanización, emprendimientos turísticos,
etc.
7.-
Situaciones
y demandas sectoriales. Estacionalidad
superpuesta en rubros diferentes (turismo, siembra, cosecha, recolección,
volteo, escolaridad, etc.).
8- Superposición de dependencias y
responsabilidades jurisdiccionales en materia de
conservación ecológica, recursos energéticos y administración política y
territorial (nacionales, provinciales, municipales).
(Bondel, 1999,
modificado).
Es interesante observar la
variedad de conflictos que se dan en el área.
Aunque resulte una paradoja, en un espacio caracterizado por la presencia de
lagos, ríos y bosques, los problemas derivados del uso y manejo del agua son los
que generan los mayores conflictos. Por otra parte, la gran subdivisión de la
tierra, el avance de la urbanización sobre áreas rurales, la especulación
inmobiliaria, los asentamientos en áreas no propicias, son también, como se
visualiza en el cuadro, desencadenantes de situaciones
conflictivas.
Es
importante considerar como ya se señaló la presencia de diferentes actores
sociales. Esta diversidad es percibida por los propios habitantes de la comarca
de manera dialéctica, por un lado como una debilidad y por el otro como un
atractivo.
Cabe
citar los resultados de los talleres realizados para la elaboración del Plan
Estratégico de El Bolsón (1997) en los que aparece como problema acuciante “una
sociedad fragmentada, heterogénea e
individualista marcada por un acelerado crecimiento demográfico, con carencias
en su sentir comunitario por diferentes objetivos de vida ..” y en lo referente a oportunidades y
potencialidades “las principales oportunidades parecerían estar basadas en la
diversidad sociocultural ....que puede transformarse en un potencial
enriquecedor y creativo si se logra integrar la población tras una idea común”
(Bases para la elaboración de un Plan
Estratégico,1997,8-9).
Ahora
bien, resulta necesario definir cada actor social, que permitirá delimitar la
población en estudio. Siguiendo a Bondel (2000) pueden identificarse los
siguientes grupos
-
mapuches,
de raíz indígena y entremezclados con los paisanos. Tradicionalmente rurales,
hoy muchos marginales urbanos.
-
colonos
tradicionales,
en general de origen urbano, aunque algunos colonos europeos fueron de raigambre
rural. Hoy urbanos (muchos con intereses en el campo) y
rurales.
-
paisanos,
de raíz chilena, mixta chilena-mapuche y criolla. Tradicionalmente rurales, hoy
muchos marginales urbanos.
-
neorurales,
migrantes modernos de raíz urbana (clase media), tanto argentinos como
extranjeros y de los más diversos orígenes, incluyen además a los llamados hippies, hoy ‘difusos’ e identificados
como artesanos.
-
turistas,
reconocidos como de turismo familiar y de mochileros.
-
militares
y otros,
en mayoría urbanos y de estabilidad domiciliaria
condicionada.
-
grandes
compradores (ausentistas), reemplazantes
de antiguos pobladores rurales. Son escasos en número (del orden de una veintena
en la región). Responde a ‘la moda’ ecológica, con un efecto concatenado en
compradores de gran poder económico. En un principio extranjeros y actualmente
también argentinos. Resulta visible en muchos casos la eliminación de la
actividad ganadera extensiva tradicional.
Cada
uno de estos grupos tiene valores, intereses, actividades y comportamientos
espaciales diferentes.
Entre
los elementos del paisaje, la presencia del bosque y por ende, del árbol, es muy
fuerte, “su carácter vivo, aliado a la perennidad, de persistencia muy grande
comparada con la duración de la vida humana, ha contribuido probablemente a su
aureola mítica” (González Bernáldez, 1985, 97). Las percepciones de los
distintos grupos sociales en relación con el bosque y al árbol son variadas: el
bosque como belleza escénica, el bosque como inspirador de artesanías (hadas,
duendes, gnomos), el bosque como recurso económico, el bosque como estorbo para
la actividad ganadera, etc.
Vemos
claramente como las relaciones afectivas que los individuos mantienen con
algunos elementos del paisaje son diversas, “son más importantes de lo que
parecen a simple vista. No se
pueden ignorar, porque son precisamente estas relaciones- estos fenómenos del
mundo vivido geográfico de cada individuo- las que explican muy a menudo nuestro
comportamiento espacial” (Nogué, J., 1992, 88).
La
observación directa a partir salidas de campo ha permitido vislumbrar las
cuestiones enunciadas. En éste marco surgen una serie de
interrogantes:
¿Cómo
es el paisaje que viven, sienten y experimentan los habitantes de la comarca
andina, teniendo en cuenta los diferentes grupos sociales? ¿qué elementos lo
componen?
¿Cómo
surgen los lazos de afecto hacia el lugar y qué peso tienen en las decisiones
espaciales?
Estos
interrogantes constituyen sólo un primer intento de comprensión de la
problemática, un punto de partida. En el avance de la investigación seguramente
aparecerán nuevas cuestiones y categorías de análisis que permitan alcanzar la
comprensión del mundo vivido.
METODOLOGIA
Como
ya se ha señalado la Geografía Humanística se centra en el significado del mundo
vivido, del lugar. Para ello se basa en la fenomenología que intenta “estudiar
los hechos desde el punto de vista de los actores sociales, con el fin de
aprehender como las personas definen e interpretan su propio entorno” (García
Ballesteros, 1998,16).
En
éste sentido, los métodos y técnicas cualitativas resultan las más adecuadas ya
que la investigación cualitativa supone una interacción entre el investigador y
los actores objeto de estudio, tratando de buscar la comprensión dentro de su
propio marco de referencia y sin descontextualizarlos.
Los
métodos cualitativos comienzan con la observación directa de los lugares y los
comportamientos. Este contacto con
la realidad permite el planteamiento de problemas y la elaboración de categorías
de análisis.
En
cuanto a los métodos de obtención de los datos, en esta investigación se
trabajará especialmente con entrevistas en profundidad a partir del trabajo de
campo experiencial (Nogué Font,1992). Estas entrevistas deben ser libres y
espontáneas y realizarse en el propio medio, rodeado del paisaje que vive y
siente la persona.
Uno
de los problemas que se presenta es el de la selección de los entrevistados y la
cantidad de entrevistas a realizar. En el primer caso, se seleccionarán
informantes claves dentro de cada grupo social. La elección de los entrevistados
no apunta a un muestreo aleatorio con el que se busca la generalización de los
resultados, sino a obtener datos que permitan comprender las motivaciones, los
valores y significados para cada grupo. Sin embargo, aunque se parte de lo
individual se puede afirmar que los actores que integran los diferentes grupos
sociales sienten y se relacionan con el paisaje de manera
parecida.
En
cuanto a la cantidad de entrevistas a realizar para cada grupo se harán las
necesarias hasta que los datos obtenidos sean repetitivos, no en su totalidad
sino en los principales temas (Eyles, 1998). Sobre este tema Bertaux (1993)
afirma que la clave está en el concepto de saturación y el “investigador no
puede estar seguro de haber alcanzado la saturación más que en la medida en la
que ha intentado diversificar al máximo sus informantes” (Bertaux,
1993,158).
Las
entrevistas en profundidad se complementarán con Historias de vida y fuentes documentales en especial diarios
y obras literarias.
El
análisis de los datos obtenidos, tras una primera reducción, permitirá rehacer
las categorías de análisis, establecer comparaciones y reflexionar sobre los
resultados.
Finalmente, es importante señalar que no se descarta totalmente el
uso de técnicas cuantitativas, ambas técnicas cuantitativas y cualitativas son
complementarias siempre que se tengan en cuenta los objetivos de la
investigación. Al respecto cabe mencionar
las técnicas de valorización del paisaje como las de “preferencia” basadas en fotografías que el observador
debe puntuar (González Bernáldez, F., 1985) o el “diferencial semántico” que se
utiliza para observar y medir el significado psicológico que para una persona
tienen los paisajes a partir de
escalas delimitadas por adjetivos bipolares (Méndez,R., 1990).Todas éstas
técnicas, una vez que se han recogido los datos, permiten un análisis
cuantitativo.
A MODO DE
CIERRE
En esta comunicación se ha presentado la problemática a investigar
y los principales lineamientos teóricos y metodológicos que enmarcan el
trabajo.
El área de estudio, de gran belleza escénica y sumamente atractiva
y valorada, constituye un ámbito por demás interesante para la aplicación de la
metodología descripta, ya que este paisaje es fuertemente vivido por quienes lo
habitan.
Al momento de la presentación de este aporte se ha comenzado con la
realización de las entrevistas. Otro aspecto en el que se está trabajando es el
relativo a la génesis del proceso de apropiación de la tierra según los grupos
sociales y si existe relación entre la apropiación y conflictos que surgen y las
diferentes lógicas de valoración del paisaje por parte de los distintos
actores.
Comodoro Rivadavia, Junio de 2000
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