Un
método para el diagnóstico de los peligros ambientales
Dra Susana Aneas de Castro
Depto. de Geografía
-Instituto de Geografía Aplicada
FFHA- Univ. Nac. de San Juan
(Argentina)
Resumen
Determinar la
“peligrosidad” de un lugar en forma integral plantea un problema metodológico
complejo, debido a la diversidad y naturaleza de los peligros ambientales. Teniendo en
cuenta esto se ha recurrido a un
método que integra elementos “objetivos” (datos obtenidos por métodos de
investigación clásicos) y elementos “subjetivos” referidos a la percepción del
ciudadano común. Este método permite obtener cartas de diagnóstico que muestran
la peligrosidad del lugar y se lo aplica al caso de la ciudad de Caucete y
alrededores, Provincia de San Juan,
Argentina. Las cartas de diagnóstico resultantes constituyen una base para las políticas
de mitigación de riesgos
ambientales.
Palabras
claves: peligros naturales – peligros sociales – diagnóstico –
metodología
Abstract
To
determine the “dangerosity” of a place in an integral way sets a complex
methodological problem, due to the nature and diversity of the environmental
dangers. Taking all this into acount, we have recoursed to a method that
integrates “objective” elements (data obtained by classic research mhetods) and
“subjective” elements refered to the common citizen’s perception. This method
allows to get diagnosis charts showing the dangerosity of a place and is applied
to the case of the city of Caucete and roundabouts, in the province of San Juan,
Argentina. The resulting diagnosis charts contitute a basis for the
environmental risk mitigation
policies.
Key
words: natural dangers- social dangers-diagnosis-
methodology.
I- La peligrosidad de un
lugar
Determinar la
peligrosidad de un lugar implica analizar todos aquellos fenómenos o
procesos que representen un peligro para la
vida de los hombres o sus
pertenencias, en un determinado espacio de la superficie terrestre. Si bien es
más frecuente encontrar estudios sobre los peligros naturales de un territorio,
se debe tener en cuenta que los peligros antrópicos o sociales provocan tantos o más daños que
los naturales, según las características de cada caso. De modo que, al plantear
la peligrosidad de un lugar debe hacérselo con sentido integral, teniendo en
cuenta tanto los peligros naturales como los peligros sociales (se precisa el
concepto más adelante). El no considerarlos
juntos, especialmente en una problemática ambiental, es solo una abstracción
metodológica. El problema que se presenta es la dificultad de encontrar
un criterio único para valorar todos los peligros, ya que entre ellos suelen
existir grandes diferencias de todo orden. El punto de partida aquí propuesto
será adoptar un concepto genérico que los contenga a todos, por ejemplo
considerando que: Peligro es todo fenómeno o acontecimiento de cierta
magnitud que afecte, con valoración social negativa, a un gran número de
población. La magnitud del acontecimiento estaría dada por la cuantía de daños
provocados, ya sea sobre las propiedades, las personas, o sobre ambas a la
vez.
II- El
marco teórico-metodológico
El marco teórico que
sustenta el método utilizado se inscribe en la línea de la geografía de los
riesgos, la cual tiene un doble objetivo: desde el punto de vista práctico,
encontrar soluciones a los desequilibrios ambientales que producen los peligros
y desastres, y sobre todo prevenir los problemas planteados por los riesgos
(ANEAS de CASTRO, 2000) y desde el punto de vista teórico, concretar la
confluencia de esfuerzos entre los aspectos físicos y humanos dentro de la
ciencia. Para lograr estos objetivos
la geografía de los riesgos propone encarar el estudio de los peligros desde un
enfoque objetivo y subjetivo a la vez. Ello implica:
1.
Captar los peligros
ambientales del área a través de la percepción de sus habitantes (componente
subjetivo).
2.
Detectar desde un
punto de vista objetivo según los lineamientos clásicos de una investigación,
los peligros del área.
3.
Realizar una
compulsa entre ambos planteos metodológicos a fin corroborar sus coincidencias y
discrepancias.
Hasta el momento, la
geografía de los riesgos ha trabajado con peligros naturales y tecnológicos.
Este trabajo pretende dar un pequeño paso adelante y agregar otros peligros
antrópicos como es el caso de los peligros sociales. La razón de esta búsqueda
es lograr integrar, en una metodología genérica, todos los aspectos de un
ambiente. El diagnóstico de
los peligros y la elaboración de cartas resultan de una síntesis lograda
combinando la ortodoxia investigativa con la novedad de un encuadre común para
los peligros naturales y los antrópicos, puesto que la percepción opera como un
transductor que pone en pie de igualdad –en las representaciones sociales
colectivas de la población del lugar- a los peligros de ambos
orígenes.
III- El trabajo de campo
La investigación se
llevó a cabo en la ciudad de Caucete y alrededores (fracciones censales 1, 2, 3
y 4 respectivamente), capital del departamento del mismo nombre, al SE de la
provincia de San Juan, Argentina. Figura 1. El espacio estudiado, de menos de
200 km², concentra el 96 % de la población del área administrativa. Se lo puede
caracterizar como un área rural (30 a 60 hab./km²) con un núcleo urbano bien
definido (1400 hab./km²) La razón de su elección se debe no solo a que en esta
área se concentra casi toda la población del departamento homónimo, sino también
a que en ella se ha producido un peligro grave (terremoto de 1977) en tiempo
relativamente reciente.
Para la tarea de campo
se diseñaron encuestas llevadas a cabo en diferentes muestras cuyo universo
fueron los adultos mayores de 20 años
(Muestra I y II) y los adolescentes de 17 a 20 años (Muestra III). Los
primeros ya habían nacido al momento del citado terremoto y los segundos
nacieron con posterioridad a la ocurrencia de dicho peligro. En las encuestas se
recabó información acerca de la percepción de los peligros por parte de la
población y también sobre características demográfico estructurales (edad, sexo,
actividad y nivel educativo) que pudieran influir en dicha percepción. Al
respecto se comprobó que, salvo el nivel educativo, las demás variables no
influyen en la percepción de los peligros del lugar.
La información
extraída de las diferentes muestras de la población encuestada, permite
comprobar que los peligros considerados con mayores frecuencias por parte de los ciudadanos son:
MUESTRA I: Terremotos : 38 % Desocupación: 16% Pobreza: 15 %
MUESTRA II: Desocupac. : 39 % Terremotos: 27% Pobreza: 16 %
MUESTRA III: Pobreza: 37 % Terremotos: 31 % Desocup.:
25%
Un hecho
significativo, que tiene que ver con la percepción de los peligros de un lugar,
es que un buen porcentaje de esta población consideró como peligros más
importantes a fenómenos sociales como la desocupación y la pobreza (Muestra II y
III ). Solo en una muestra (I), se consideró como el mayor peligro un fenómeno
natural. Es decir, en un recuento general priman los peligros sociales por sobre
los naturales. El principal factor de explicación es la frecuencia de ocurrencia
del fenómeno. La gente considera más peligrosos aquellos fenómenos más
frecuentes o los que afectan primariamente su vida diaria. Así, el estudio de la
percepción de los peligros sociales,
tanto o más frecuentes que los naturales, exige hoy una dedicación
esmerada de los geógrafos y de los científicos sociales en general, a fin de que
se encuentren caminos veraces para detectarlos, analizarlos y ayudar a
solucionarlos .
IV- La
peligrosidad del área estudiada
A1. Los peligros naturales
Según la percepción de los habitantes, los principales peligros naturales
del área son los terremotos. Con menores frecuencias consideraron las sequías,
las reveniciones y la piedra. El análisis
objetivo de los fenómenos naturales del lugar, basado en los estudios técnicos y
observaciones de terreno, ha permitido comprobar que solamente pueden
considerarse como peligrosos, es decir que pueden causar daños a un número
importante de población: la
sismicidad con su fenómeno asociado de licuefacción y, en menor medida, las reveniciones. Otros fenómenos
naturales factibles de producirse en el área y reconocidos como peligros por la
población son: inundaciones, sequías, erosión, granizo o piedra. Pero las
investigaciones de terreno indican que estos fenómenos no alcanzan un nivel de
peligrosidad destacable. Aquí el hombre, desde el comienzo del poblamiento, los
ha ido superando o venciendo sucesivamente, con obras de riego, extendiendo poco
a poco los cultivos y más recientemente ganando tierras al desierto con grandes
explotaciones y modernos sistemas de regadío. Por lo tanto, solo se observa
coincidencia entre la percepción de los individuos y la realidad en el caso del
mayor de los peligros naturales del área: los terremotos. En cambio, en el resto
de los peligros la percepción difiere de la realidad. Las reveniciones que
representan un peligro importante no tuvieron elevadas frecuencias en la percepción de la población,
mientras que otros fenómenos considerados por ella como peligrosos, no lo
son.
Se presentará, con un
mayor nivel de análisis, a aquellos fenómenos que sí representan un peligro
grave para los habitantes del lugar, como ocurre con los ya mencionados:
sismicidad, licuefacción y reveniciones. Los tres nos conducen a dominios
geológicos y edafológicos que, incluso en los dos primeros, se vinculan
apreciablemente en una misma problemática. La cuestión de las reveniciones, por
lo común soslayada o tratada incidentalmente, parece vital en las áreas
agrícolas, y merece un desarrollo acorde con sus consecuencias, a veces no
consideradas debidamente.
En la figura 2 que
muestra la zonificación sísmica en la República Argentina se puede observar que
el área de estudio se encuentra en la zona de mayor peligrosidad sísmica.
Corroboran lo dicho los numerosos estudios realizados en la provincia de San
Juan por diversas instituciones gubernamentales. Entre dichos estudios, la
“Microzonificación Sísmica del Valle de Tulúm” (INPRES, 1985) sostiene que,
existen seis fallas importantes que representan fuentes potenciales de actividad
sísmica. (Figura 3). Según cerca de que falla se produzca el epicentro, se puede
calcular el grado de exposición sísmica de un área, la cual será mayor mientras
más cerca esté de la falla. Para el área estudiada la exposición sísmica es
elevada, si se toma como fuente la
falla de la Sierra de Pie de Palo, o bien intermedia, si la fuente es la falla
de la Precordillera.
La sismicidad, cuando
se produce en suelos arenosos, suele ir acompañada por un fenómeno secundario
llamado licuefacción. Este provoca
deformación del suelo por efecto de las presiones producidas al propagarse
las ondas sísmicas. Las manifestaciones visuales del fenómeno pueden: ser conos
de arena, inundaciones o agrietamiento del terreno. En el área estudiada (Figura
4) se pueden distinguir : al oeste
terrenos con alta licuefacción correspondientes a los suelos de la
llanura aluvial, al este terrenos con licuefacción intermedia , dada la
naturaleza más arcillosa de sus suelos y finalmente sólo hay baja licuefacción
en las proximidades de la Sierra de Pie de Palo.
Otro peligro natural
importante en esta área está representado por la reveniciones, fenómeno común en
zonas secas, donde la insuficiencia de agua provoca la salinización del suelo.
Es decir, éste por falta de lavado y de drenaje deja acumular las sales en su
interior. Las reveniciones representan un peligro grave para la agricultura, ya
que pueden ocasionar desde disminución en los rendimientos de los cultivos hasta
imposibilidad de cultivar, según la mayor o menor capacidad de lavado de los
suelos. Los suelos salinos y con escaso drenaje de Caucete, están muy expuestos
a este peligro, ya que a las condiciones naturales del área, (escasa pendiente,
con suelos arenosos y salinos, poco permeables y escaso drenaje) se suman dos
factores antrópicos que contribuyen a aumentar la peligrosidad de las
reveniciones: el exceso de riego parcelario y la falta de mantenimiento de la
red de riego y drenaje.
A2. Áreas de
peligrosidad natural
Teniendo en cuenta
todas las condiciones naturales expuestas, se proponen para el espacio aquí tratado dos áreas de peligrosidad natural (Figura
5):
1.
una al oeste, calificada
como muy peligrosa puesto que su
exposición sísmica es elevada,
tiene alta probabilidad de licuefacción y también de
reveniciones;
2.
otra al este, considerada
como menos peligrosa que la anterior
, puesto que si bien tiene la misma exposición sísmica, su probabilidad de
licuefacción es menor. Además las mayores pendientes y la textura más gruesa de
los suelos mejora la capacidad de drenaje y con ello disminuye la probabilidad
de reveniciones.
B1. Peligros sociales
Se entiende aquí por
peligros sociales a todos aquellos
fenómenos perjudiciales para los
individuos, que tienen su origen en el grupo humano y afectan al mismo causando
daños en sus personas o sus bienes. Es decir, el origen de los peligros
sociales está en fenómenos humanos, no naturales. La mayoría de los países
desarrollados se han preocupado por estudiar peligros sociales tales como la
contaminación o los peligros tecnológicos, que son los que más les afectan. Con
menor énfasis se ha puesto el acento en ciertas enfermedades (sida, cáncer,
ébola...) o en los accidentes. Pero existen otros peligros sociales como la
pobreza, la desocupación, la marginación, la violencia o la delincuencia, que no
se encaran desde esta perspectiva.
Es decir, estos fenómenos constituyen un peligro social pues cada vez
provocan más perjuicios a un grupo más numeroso de población.
Por lo tanto, su nivel de tratamiento por parte de los gobiernos y de las
Organizaciones Internacionales debería ser desde esta perspectiva.
Ya se comentó
que los peligros sociales considerados por la población con las mayores
frecuencias son la pobreza y la desocupación. Otros peligros sociales reconocidos por la población han sido
las enfermedades, la contaminación, la delincuencia, los accidentes, la droga.
Estos, no representan un peligro en el sentido enunciado en este trabajo, pero
sí un riesgo, ya que hacen a la población más vulnerable frente a eventuales
peligros. Tal como se hizo con los peligros naturales, sólo se analizarán en
detalle los peligros considerados por la población con las mayores frecuencias:
pobreza y desocupación.
B.1.1-
La pobreza
Dada la cuantía
de daños que provoca (mortalidad, morbilidad, desnutrición, analfabetismo,
marginación, violencia, delincuencia, etc) y la cantidad de población a la que
afecta, la pobreza puede considerarse, hoy, como un peligro social.
La problemática
de la pobreza en este trabajo se ha
encarado con el criterio de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)
propuestas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC).
Los indicadores
de NBI seleccionados para este fin
son:
·
Indicador
de capacidad de subsistencia : nivel educativo del jefe de hogar .
·
Indicadores de condiciones
de vivienda: casas tipo B
y
ranchos.
·
Indicador de servicios sanitarios en la vivienda: con agua
fuera de la vivienda.
De este modo se considera
población con NBI en el área de
estudio, aquella que habita en hogares con las siguientes condiciones: vive en casa tipo B o rancho, no tiene agua dentro de la
vivienda y su jefe hogar tiene secundaria incompleto. Es decir, aquellos
hogares que no cubren al menos tres necesidades básicas.
·
La
inclusión de la variable jefe de hogar con secundario incompleto como indicador
de NBI se debe a que un individuo con ese nivel educativo tiene considerables
dificultades en conseguir un trabajo. Si lo hace trabaja precariamente y sus
ingresos no le permiten cumplir con la responsabilidad de mantener a su
familia.
·
La
casa tipo B se ha considerado dentro del marco de NBI por cuanto carece de
retrete, o de agua por cañería dentro de la vivienda o tiene piso de tierra. El
rancho, sería una vivienda precaria de zonas rurales, con paredes de adobe, piso
de tierra y techo de paja o chapa. Su equivalente de zona urbana es la casilla ,
construida con materiales de baja calidad o de desecho.
·
Una
vivienda sin agua en su interior priva al individuo de un elemento vital para el
mantenimiento de su salud, puesto que al tener que transportarla personalmente
se reduce la frecuencia del aseo y su acumulación para consumo en recipientes
diversos, trae aparejado diversas enfermedades: cólera, diarreas, enteritis,
etc. Todas estas carencias representan faltas graves de infraestructura,
indispensables para la supervivencia .
El Cuadro I muestra la
proporción de hogares con NBI. En promedio las necesidades básicas insatisfechas
en las fracciones periféricas o rurales del área de estudio alcanzan el 71,62 %
del total de hogares contrastando notablemente con los valores del núcleo urbano
que solo tiene un 14 % de hogares con NBI. Pero a este porcentaje le
corresponden 3190 hab., mientras que al porcentaje correspondiente al área rural
le corresponden un promedio de 2000 habitantes. La tasa de pobreza
disminuye al aumentar el tamaño del asentamiento urbano.
Cuadro
I
Fracción
Superficie Pobl.
total Dens.pobl. %
hogares con NBI
1
16 km2
22267 hab.
1392 hab/km2
14 %
2
2 52 km2 3041 hab.
59 hab/km2
72 %
3
62 km2 1609 hab. 26
hab/km2
76 %
4
43 km2 1999 hab.
46 hab/km2
67 %
Fuente: INDEC,
1998. División Servicios Especiales, Censo 1991.
BsAs.
En conclusión,
teniendo en cuenta que el criterio de población con NBI adoptado es riguroso, se
considera que los valores de NBI obtenidos para el espacio estudiado son
elevados, especialmente en el área rural.
B.1.2 - Desempleo
La falta de trabajo
por causa ajena a la voluntad del trabajador es uno de los problemas más
acuciantes que aquejan a la población en todo el mundo. Por lo tanto no es de
extrañar que se produzca también en el área aquí estudiada. En el ámbito
estudiado la proporción global de población desocupada representaba (al momento
del Censo 1991) casi el 10% de la población ocupada del área. Un hecho digno de
resaltar es el elevado porcentaje de condiciones de actividad no especificadas,
que generalmente se corresponden con trabajos precarios, trabajo en negro, que
no cuenta con ningún tipo de beneficios sociales, ni mucho menos estabilidad. En
todas las fracciones analizadas dicho valor supera levemente al de la población
ocupada. Se advierte también que más del 50% de esos valores corresponden a
niveles bajos de escolaridad: primaria completa, incompleta y analfabetismo. Es
importante advertir que estos índices corresponden al año 1991 y que desde
entonces hasta la fecha se considera que dichos indicadores deben haberse
duplicado, según se estima al observar los resultados de las encuestas llevadas
a cabo para el presente trabajo.
Cuadro II
Frac.1 Frac.
2 Frac. 3
frac.4
Condición
de actividad
(S/especif.)
6584
1033
621 695
Población Ocupada
6127
852
443
611
Fuente: IIEE. Gobierno
de la Pcia de San Juan-
En
conclusión, el núcleo urbano es el que tiene el mayor número de personas
ocupadas pero también la mayor cantidad de desocupados, al ser la más densamente
poblada. Le sigue, en porcentaje de desocupados y de trabajadores sin
especificar actividad, el sector occidental de Caucete. De todo lo cual se puede
concluir que, desde el punto de vista de los peligros sociales, el nucleo urbano
es el área más peligrosa. Todo el sector occidental presenta menor peligrosidad.
Finalmente, el área oriental tiene
el privilegio de ser la menos peligrosa por tener mayor índice de empleo y
mejores condiciones sociales.
B.2-Areas de peligrosidad social
En
un intento de síntesis respecto de los peligros sociales considerados, se ha
elaborado la Figura 6 que muestra áreas diferenciales de peligrosidad social.
Así se observa que el área más peligrosa (dado que tienen los mayores
indicadores de NBI y de desocupación) se localiza en el sector occidental e
incluye al núcleo urbano. El sector oriental es el menos peligroso ya que tiene
los valores más bajos de ambas variables. Por otra parte, al tener el menor
volumen de población, también posee menor vulnerabilidad. Por todo ello se
deduce que está en mejores condiciones para enfrentar los peligros sociales
considerados.
V-Áreas de diagnóstico de peligrosidad
Las respuestas a los problemas del ambiente no deben ser parciales. Por
el contrario, se deben integrar todos los factores que intervienen en la
problemática de un lugar, en un marco de solución global. En virtud de este
criterio se ha realizado una síntesis de los peligros del lugar considerando
tanto los peligros naturales como los peligros sociales aquí tratados.
Al superponer las figuras 5 y 6 se perfilan las áreas de diagnóstico de
peligrosidad de la figura 7. En ella se pueden distinguir dos áreas. Una, al
oeste, presenta mayor peligrosidad, con dos subzonas A y B. En la subzona A son
tan importantes los peligros naturales como los sociales, es decir, la
licuefacción, la exposición sísmica y las reveniciones son altas y lo mismo
ocurre con la pobreza y la desocupación. En la subzona B la peligrosidad es
intermedia debido a que, si bien los peligros sociales son elevados, los
peligros naturales disminuyen al reducirse en ellos la probabilidad de
licuefacción y de reveniciones.
Otra área, al este, presenta menores peligros naturales y sociales. Dado
que la distribución espacial de la peligrosidad es más homogénea, no se
justifica en ella ninguna división en subzonas. Es de destacar que en esta área
existe un menor volumen demográfico
y un mayor dinamismo económico, lo cual hace que esté en mejores condiciones
para enfrentar los peligros ambientales aquí estudiados.
A
través de esta propuesta cartográfica holística queda planteada la peligrosidad
en la ciudad de Caucete y alrededores. Investigar los peligros, realizar su
valorización social y cartografiarlos, resulta una tarea básica e ineludible
para cualquier proyecto geográfico actual. La aplicación de este método sobre
diferentes escalas espaciales, e incluso temporales, permite elaborar un
diagnóstico geográfico integrador de las relaciones hombre-medio.
********************
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Ponencia presentada durante el Segundo Encuentro Internacional
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