ASPECTOS DE LA CIRCULACIÓN DE LA ATMÓSFERA
QUE FAVORECEN LA OCURRENCIA DE INCENDIOS FORESTALES EN CHILE
ALVARO MAURO
M.
Dpto. Ingeniería
Geográfica
Facultad de
Ingeniería
Universidad de Santiago de
Chile
INTRODUCCION
Teniendo
presente que los sistemas de presión atmosféricos obedecen a características que
corresponden a la Circulación General de la Atmósfera, es necesario, para
comprender mejor el papel que juegan dichos sistemas en las características
atmosféricas que favorecen la ocurrencia de incendios forestales, hacer un
análisis de los aspectos de la circulación que para nuestro estudio son de
interés en aquellas configuraciones báricas asociadas a alta radiación o alta
temperatura..
Se analiza el
campo de viento que generan las situaciones báricas vinculadas a grandes
incendios forestales.
ANTECEDENTES
La Circulación
General de la Atmósfera obedece o se genera a partir del desigual calentamiento
de la superficie terrestre producto de la energía que recibe desde el Sol. En
términos generales, es el medio a través del cual, la atmósfera transfiere
energía de las regiones en donde se concentra el calentamiento radiactivo neto
(bajas latitudes), hacia las regiones
en donde se concentra el enfriamiento radiactivo neto (altas
latitudes).
La
transferencia de energía en forma de calor se efectúa mediante
circulaciones de carácter zonal
como meridional, como también mediante perturbaciones locales o migratorias. La
contribución principal al flujo de calor
en latitudes bajas la constituye la circulación meridional, mientras que
en latitudes medias, lo constituyen las perturbaciones o bajas migratorias. Para
analizar en mejor forma la circulación general, se recurre al clásico modelo de
circulación tricelular.
La circulación
general de la atmósfera, en este modelo, se compone de tres células que tienen
una circulación meridional y que dan origen a los grandes cinturones o sistemas
de vientos a nivel de la superficie terrestre. Estas corresponden a la célula de
Hadley, la que se ubica entre el Ecuador terrestre y los 30º de latitud,
generando en superficie los llamados vientos tropicales del Este o Alisios,
luego se ubica, entre los 30º y los 60º de latitud, la célula de Ferrell, la que
se vincula con los vientos del Oeste y a continuación, entre 60º y el Polo, se
ubica la célula Polar, asociada a los vientos polares del
Este.
Por las
características de circulación de la célula de Hadley, en la zona ecuatorial se
originan movimientos ascendentes debido a la convergencia de los vientos Alisios
asociados a un sistema de baja presión atmosférica, los que generan abundante
nubosidad y precipitaciones, con vientos persistentes y de cierta intensidad,
mientras que a nivel de los 30º de
latitud, se generan movimientos descendentes asociados a un sistema de alta
presión atmosférica, conocido como el cinturón subtropical de alta presión
(CSTA), los que producen
movimientos de subsidencia, es decir, vientos descendentes. Este descenso
de aire produce un calentamiento del aire, impidiendo la formación de nubosidad
y por ende de precipitación, observándose en ésta zona alta radiación solar,
temperaturas elevadas, ausencia de nubosidad y fuerte sequedad del aire, con
vientos débiles. Se observa, además, una inversión de temperatura producto de la
subsidencia, en los niveles bajo, dando origen a una fuerte estabilidad del
aire, impidiendo la formación de movimientos ascendentes.
En general, el
área en donde se ubica el sistema de baja presión ecuatorial presenta
convergencia de aire con movimientos ascendentes asociados a nubes y
precipitación, mientras que en el área subtropical se ubica la célula
semipermanente de alta presión atmosférica, la que muestra divergencia de aire
con movimiento descendente asociado
a escasez de nubosidad y sequedad del aire.
Circulación General de la
Atmósfera en el Hemisferio Sur
Según Noar
(1979), la zona de la superficie terrestre comprendida entre los 25º y los 40º
de latitud sur, presenta la frecuencia mayor de sistemas de alta presión
(anticiclones) a través del año. La subsidencia provocada por los sistemas
anticiclónicos, genera una inversión de temperatura, producto del descenso a
gran escala de aire relativamente seco que se calienta por compresión
adiabática, produciéndose por lo tanto a un cierto nivel, una brusca
discontinuidad tanto en la temperatura como en el contenido de vapor de agua, al
encontrarse con el aire marítimo frío y húmedo. Esta inversión térmica generada por la subsidencia, se
caracteriza por un fuerte descenso
del contenido de humedad del aire por sobre la
inversión.
Por otro lado,
se observa la presencia de un sistema térmico de baja presión atmosférica,
conocida como Baja Costera o Vaguada Costera ( Rutllant ,1994), el que se
proyecta sobre la zona central de Chile y que en su etapa de inicio, genera
vientos con componente del Este, reforzando la inversión térmica del sistema
anticiclónico y aumentando el efecto de sotavento.
Durante el
período estival, se refuerza la formación de la baja térmica continental sobre
el centro de América del Sur, la que en ocasiones logra penetrar sobre territorio chileno, dando origen a
vientos desde la Cordillera de Los Andes, los que originan o refuerzan el efecto
de vientos descendentes desde la cordillera con componentes del
Este.
FACTORES METEOROLÓGICOS
QUE INCIDEN EN LOS INCENDIOS
FORESTALES
Los factores
que desde el punto de vista atmosférico son de mayor importancia en la
generación y propagación de los incendios forestales, debemos mencionar, entre
otros, los siguientes: Velocidad del viento, Tipos de Circulación, Efecto de
sotavento, Contenido de Humedad, Temperatura del aire, Radiación Solar y la
Estabilidad del aire.
Al respecto
Johnson y Larsen (1991) plantean que en Canadá se observa un cambio en la
frecuencia en los Incendios Forestales producto de las condiciones climáticas,
en tanto que Klein y Whistler (1991) analizan en Estados Unidos de Norteamérica
que existe una relación entre las anomalías de las condiciones meteorológicas y
los siniestros forestales. Para Australia los Incendios Forestales se presentan
como un problema meteorológico (Packham y
Pierrehumbert,1990).
En cuanto a los
efectos de los factores meteorológicos, se consulta a Gigliotti y Powell (1989),
quienes plantean que de todos los factores meteorológicos que afectan el
desarrollo y velocidad de propagación del fuego, dos son los más importantes:
velocidad del viento y la humedad de combustión.
Los principales
efectos del viento son:
Aporte de
oxigeno y remoción de productos de combustión, incrementando la intensidad del
fuego y, aumento de la velocidad de propagación del fuego.
Dacamara et al
(1998), establece que en Portugal durante el período de verano se presentan
condiciones sinópticas que favorecen o inhiben la ocurrencia de incendios. A
través de un análisis de Componentes Principales, obtiene algunas correlaciones
en las que relaciona los patrones atmosféricos con tipos de circulaciones que
favorecen la ocurrencia de siniestros.
Por otro
lado y desde el punto de vista de la relación de las variables que deben
utilizarse para establecer una configuración bárica tipo, se tiene en cuenta lo
planteado por Zack y Minnich (1991) quienes señalan que debe usarse la
tecnología como son los sistemas de información geográfica para crear modelos de campos de viento,
ya que a través de ellos es posible establecer modelos de velocidad de
desarrollo del fuego. En nuestro caso, ésta idea será considerada pero
utilizando mapas sinópticos del campo de presión y viento.
El informe de
la Dirección Meteorológica de Chile (1994), relacionado con los incendios
forestales en la temporada 1992 en la zona central y su relación con las
características atmosféricas, destaca, entre otras variables, las
características que presentó el campo bárico de superficie en aquellos casos en
que se presentaron incendios forestales durante la temporada analizada. En
efecto, en el 80% de los casos se observó un marcado predominio de altas
presiones atmosféricas ubicadas en el centro-sur del país y asociadas a escasa
nubosidad, alta insolación, temperaturas elevadas, humedades relativas del aire
bajas y vientos débiles a moderados del sur. También se observó vientos de
intensidad media de 25 a 30 Km/hora de dirección sudeste, vinculados al efecto
de sotavento.
Los vientos
locales, conocidos como brisas, así como los vientos anabáticos y catabáticos,
también juegan un rol en la generación de condiciones favorables a los
incendios.
La humedad
relativa baja junto con temperaturas elevadas favorece el desarrollo de
incendios, además de promover la pérdida de humedad de la vegetación. Esta
condición se presenta bajo situaciones sinópticas báricas características que se
asocian a siniestros forestales (Mauro,1997,1999) y que revisten importancia para el
conocimiento del comportamiento de los incendios.
La estabilidad
vertical de la atmósfera en las capas bajas promueve el movimiento vertical del
aire. La subsidencia lleva aire seco y cálido hacia la superficie, lo que
refuerza la sequedad del aire y le provoca un incremento a la temperatura,
condición que es propicia al desarrollo o propagación de los
siniestros.
ANALISIS DE LA CIRCULACION ATMOSFERICA
EN CASOS DE INCENDIOS OCURRIDOS EN EL CENTRO
SUR DE CHILE.
En cuanto
a la relación que existe entre las configuraciones sinópticas y los incendios,
hace ya varias décadas, Geiger (1948), planteó a través de un análisis de las
condiciones del tiempo atmosférico que los incendios ocurren en condiciones de alta presión
atmosférica y que los mapas del tiempo confirman que son más frecuentes los
siniestros cuando las variables meteorológicas presentan valores asociados a
configuraciones sinópticas de alta presión.
Lourenço(
1980, 1988 ,1990), estudiando el problema de los incendios en Portugal,
establece que existen ciertas características o tipos de tiempo atmosférico que
favorecen el desarrollo de los incendios. Entre los sistemas báricos que más incidencia tienen está el
predominio del Anticiclón que se extiende desde las Azores hasta Europa Central
y el efecto de sotavento sobre la Cordillera central de Portugal, denominado
“soao”.
Byram (1954)
estableció que una de las características de más consistencia asociadas al
desarrollo de incendios intensos es una corriente en chorro de bajo nivel, el
cual presenta un perfil de viento que varía con la altura, el cual es negativo
por sobre el chorro. Al respecto, es interesante mencionar el trabajo de
Rutllant (1983), en que plantea la formación de ésta corriente en chorro a
barlovento de la Cordillera de los Andes en Chile central, dando origen a lo que
se denominan vientos de barrera, cuando se aproxima una dorsal cálida en la
troposfera media. Producto de ésta circulación regional inducida por el relieve
cordillerano, se observa, además, un flujo descendente del Este, el que genera
un calentamiento local que se traduce en una inversión térmica superficial
intensa.
En nuestro
análisis se observan los siguientes sistemas de presión asociados a los
siniestros forestales:
Los
patrones meteorológicos se agrupan en tres categorías, de acuerdo a las
características atmosféricas propias del período estival y que se relacionan con
los sistemas de presión atmosféricos que son típicos del cono sur de América del
Sur y que están presentes sobre el territorio chileno en general (Mauro,1999).
De acuerdo a los elementos atmosféricos ya señalados los patrones meteorológicos
que se identifican están relacionados con los siguientes sistemas de presión
atmosféricos: el sistema Anticiclónico semipermanente del Pacífico Sur (A), el
sistema Ciclónico continental denominado la Baja Térmica Continental (Bt) y el
sistema Ciclónico costero denominado la Baja Costera o Vaguada Costera
(Bc).
Para el
análisis siguiente se ha considerado el campo de viento que se observa tanto a
nivel de la superficie como a nivel de los 850 milibares y que están asociados a
cada una de las configuraciones señaladas y que son obtenido a partir del
proyecto de reanálisis del NCEP/NCAR de la NOAA (Karnay et al, 1996)
ANALISIS DE LA CIRCULACION
ASOCIADA AL SISTEMA ANTICICLONICO
(A)
El campo de Viento en
superficie
El viento en
superficie es del cuadrante Suroeste con direcciones que fluctúan entre los 220º
y 240º con intensidades relativamente bajas, que son correspondientes al
gradiente bárico y a la distribución de la presión atmosférica. La siguiente
configuración del mapa nº1, muestra éste comportamiento, en donde es necesario
destacar el efecto local de la brisa de mar, que por las características
estivales, el contraste tierra-mar se ve reforzado en el borde costero y por lo
tanto, se superpone por sobre el efecto del Anticiclón del
Pacífico.
MAPA
Nº1 : El Campo de viento en
Superficie. Esta configuración correspondiente al día 22 de Enero de 1995 de
las 12 UTC, muestra la distribución de la dirección del viento, en donde se
observa el efecto de la brisa de mar en el borde costero de la zona centrosur de
Chile, mientras que sobre el océano
Pacífico se aprecia claramente la circulación propia del sistema de Alta
presión con circulación anticiclónica, o antihoraria para el Hemisferio
Sur.
Campo de viento en 850
Mbs
Para la
configuración del anticiclón del Pacífico
Sur el campo de viento que se presenta a nivel de los 850 Milibares (mbs)
presenta una dirección del cuadrante Sureste, en la cual se observa una
predominancia de la dirección entre 100º y 150º en la zona central de Chile.
Este comportamiento del viento con una dirección que tiene una componente del Este, deja claramente
establecido el efecto de sotavento que ésta componente introduce sobre el área
centro sur de Chile, es decir, un descenso del aire que se va calentando a
medida que desciende desde la Cordillera, aumentando la sequedad del aire. En la
zona sur se puede observar que a éste nivel todavía ejerce su efecto la brisa de
mar, con vientos del cuadrante Suroeste.
El mapa
nº2, nos permite visualizar ésta distribución.
MAPA Nº 2:El Campo de Viento en 850 mbs. Esta
configuración correspondiente al día 24 de Diciembre de 1993 de las 12 UTC,
muestra la distribución de la dirección del viento, en donde se puede observar
que la componente sobre la zona central de Chile es del Sureste, mientras que en
la zona sur es de componente Suroeste. El comportamiento general del viento
señala claramente el sentido
anticiclónico que le imprime el sistema de alta presión tipo A.
La
distribución que presenta la dirección del viento en los niveles analizados es
correspondiente al campo bárico de alta presión en superficie, destacándose que
el efecto de sotavento solo se observa en el nivel de 850 mbs y prncipalmente en
la zona central del territorio chileno y es de características suaves, es decir,
vientos de baja intensidad.
CIRCULACION ASOCIADA AL SISTEMA DE BAJA COSTERA
(Bc)
El campo de Viento en
superficie
Esta situación
que se vincula con el patrón bárico que presenta la configuración de la Baja
Costera manifiesta el siguiente
esquema del campo de viento :
El viento de
superficie correspondiente, pertenece al cuadrante Suroeste con una dirección
predominante de los 240º en la zona central, mientras que hacia el sur el viento
va rotando hacia el Oeste y Noroeste. Se observan variaciones en la dirección
dependientes de la intensidad con que se presente la baja térmica, de manera que
para aumentos en la presión atmosférica, es decir baja intensidad de la vaguada
costera, la dirección del viento rota hacia los 180º, mientras que si la presión
presenta un descenso, entonces el viento presenta un giro hacia los 270º, lo que
señala un reforzamiento de la baja costera. Lo anterior señala la mayor o menor
penetración de la Baja Térmica Costera según sea la etapa de formación o
desarrollo en que se encuentre dicho sistema de presión ciclónico. Este tipo de
estructura eólica se puede observar en el mapa nº 3.
MAPA Nº 3. El campo de viento en Superficie:
Distribución correspondiente al día 29 de Enero de 1989 a las 12 UTC, en donde
se aprecia el efecto de la brisa de mar en el borde costero y no así e el
interior en donde no se observa el efecto de sotavento. En éste caso la
dirección del viento sobre el océano es más irregular que en la configuración
tipo A.
El Campo de viento en 850
mbs.
Al nivel de 850
mbs. , se presenta una circulación con componentes del cuadrante Noreste y
Sureste con una dirección media de los 160º. Dada la proyección del Anticiclón
del Pacífico hacia el oriente de la Cordillera de Los Andes y la penetración de
la Vaguada Costera, el efecto de sotavento se ve reforzado y de ahí la
predominancia de los vientos con componentes del Este en toda la zona según se
observa en el mapa siguiente.
La siguiente
estructura eólica de altura del mapa nº 4 muestra ésta
situación.
MAPA Nº 4 .El Campo de Viento en 850 mbs. La
situación correspondiente al día 05 de Febrero de 1995 de las 12 UTC, muestra en
forma clara el efecto de penetración desde el norte de la baja costera, en donde
se puede observar la componente Noreste del viento, mientras que el extremo sur
de la zona , la componente del viento es del Sur y Sureste, por efecto del
Anticiclón del Pacífico.
CIRCULACION ASOCIADA AL SISTEMA DE BAJA CONTINENTAL
(Bt)
El campo de Viento en
superficie
A pesar de la
incursión de la baja térmica continental sobre el territorio chileno, el campo
de viento en superficie mantiene el efecto generado por la brisa de mar en la
zona central, mientras que hacia el sur, la dirección del viento es del Sur y
Sureste, pero de muy baja intensidad. En consecuencia, la dirección del viento
que se observa como predominante en la zona central es de los 250º con
fluctuaciones entre los 240º y 270º, correspondientes al cuadrante Suroeste, en
tanto que hacia el sur no se observa una predominancia clara, debido a la baja
intensidad que presenta la velocidad del viento. El mapa nº 5 muestra la
distribución espacial del viento de superficie.
MAPA
Nº 5. El campo de Viento de
Superficie. Corresponde al día 16 de Diciembre de 1994 de las 12 UTC, en
donde se aprecia una distribución anticiclónica sobre el océano, mientras que en
el borde costero se observa el efecto de la brisa de mar con componente del
Suroeste en el centro y del Sur y Sureste en la zona sur y de intensidad baja.
Si bien no se observa con claridad sobre la zona centraosur de Chile el efecto
en superficie de la baja continental, lo que es posible visualizar es la
componente del este sobre la Cordillera de Los Andes, principalmente hacia el
sur.
Campo de viento en 850
mbs.
Al observar el
campo eólico de altura, se ve que en 850 mbs, el efecto de la Baja Continental
es más marcado, de manera que, el viento predominante es del cuadrante Sureste y
en ocasiones del Noreste con dirección media de los 140º. Lo anterior muestra el
efecto de la proyección de la baja térmica continental sobre la zona central de
Chile, generando en éste nivel vientos con componentes del Este, característicos
del efecto de sotavento. En
relación a la zona sur, el efecto de la baja continental no se manifiesta. El
mapa nº6 ilustra esta distribución.
MAPA Nº 6: El Campo de Viento del nivel de 850 mbs.
La situación del día 07 de Diciembre de 1989 de las 12 UTC, nos señala el
efecto de la Baja Continental sobre la zona central de Chile, en donde se
aprecia la componente del cuadrante Noreste. Esta componente del Este refleja
claramente el efecto de sotavento, con su correspondiente efecto de
calentamiento y sequedad.
CONCLUSIONES
En una escala
de efectos meteorológicos, podemos mencionar aquellas situaciones atmosféricas
asociadas a condiciones de alta radiación, vientos de poca intensidad y escasez
de precipitaciones. En términos generales, podemos decir que estas condiciones,
están asociadas a características de subsidencia relacionadas con situaciones de
alta presión y/o efecto de Sotavento.
Estos sistemas
asociados a un sistema de alta presión atmosférico, están íntimamente
relacionados con los eventos del fenómeno “El niño/oscilación del sur”
(Quintana, 1992). En efecto, asociados a eventos denominados “antiniño” del
fenómeno, se observa una ausencia de las precipitaciones en la zona central de
Chile y una disminución de ellas hacia el sur, en donde se presentan anomalías
negativas de precipitación. En términos generales, la fase positiva de las
variaciones cíclicas de la oscilación del sur, se relaciona muy bien a eventos
de ausencia de precipitaciones en la zona central de Chile, especialmente entre
La Serena y Concepción ( entre 30ºS y 38ºS)
En forma
resumida podemos decir, con relación a estos eventos, lo siguiente:
La temporada de
incendios se presenta en condiciones de alta presión, asociado a alta radiación,
baja intensidad del viento, ausencia de precipitaciones, altas temperaturas y
escasa nubosidad. En algunas situaciones, se observa una circulación del Este
generando condiciones del efecto de Sotavento, lo que ocasiona un aumento en las
temperaturas del aire, provocando una sequedad adicional del aire. Mauro y
Quintanilla (1997) analizando las temporadas de incendios ocurridos en la V
Región entre 1988 y 1993 en cuanto a las características de los sistemas de
presión atmosféricos asociados a los siniestros obtienen las mismas conclusiones
en cuanto a la configuración del Anticiclón del Pacífico y al efecto de vientos
cálidos descendentes (efecto de sotavento) asociados a la circulación del
Este.
En el contexto
de las configuraciones sinópticas y las características que presenta el tiempo
atmosférico con relación a los incendios forestales Lourenço (1980, 1988, 1990),
ha estudiado en Portugal las características atmosféricas y que resumidamente
señalamos que son: Predominio anticiclónico desde las Azores hasta Europa
central, dando origen a masas de aire continentales sobre Portugal con
características secas y de cielo despejado. Con éstas condiciones predomina el
efecto Foehn y que en Portugal se denominado “Soäo”. Este mismo efecto observado
en ocasiones de grandes incendios en Chile central, Mauro (1997) lo denomina
efecto de sotavento.
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