“LAS
SOCIEDADES DE FOMENTO Y LOS MOVIMIENTOS VECINALES ESPONTANEOS EN LA CIUDAD DE
MAR DEL PLATA. EL CASO DE LOS CONFLICTOS GENERADOS A PARTIR DE LA INSTALACION
DEL PREDIO DE DISPOSICION FINAL DE RESIDUOS.”
PEREZ, Mariana Alicia
Grupo de Investigación Ambientes Costeros
Facultad de Humanidades
Universidad Nacional de Mar del Plata
Surge un conflicto a nivel territorial cuando
existen diversos agentes que están interesados en producir espacios sociales
distintos sobre un mismo territorio (Sanchez, 1996). Estos conflictos por
incompatibilidad de funciones entre espacios tienen un lugar en múltiples
situaciones, como por ejemplo: la instalación de un parque industrial, la
construcción de una planta depuradora de líquidos cloacales, o la disposición
final de los residuos sólidos, entre otros.
Cuando las decisiones se
toman unilateralmente (sin implementar una gestión participativa) y a
contramarcha de ciertos intereses de la sociedad, suelen presentarse conflictos
y tensiones que pueden impulsar el surgimiento de modalidades organizativas
minoritarias ligadas a la búsqueda de soluciones inmediatas. Sumado a esto, las
crisis en distintas entidades públicas y el paralelo aumento de formas básicas
de solidaridad, están acompañadas por una
creciente discusión acerca de las posibilidades reales de protagonismo del
ciudadano común.
De esta forma, la afectación
directa a partir de determinado problema implica una participación de la
minoría, en instancias de organización comunitaria o en movimientos activistas.
Estos “movimientos” suponen fenómenos históricamente contingentes, creaciones
sociales que salen a confrontar, normalmente, presuntos efectos críticos para
los intereses del grupo o de quienes estos pretenden representar
(Fernandez,1998).
Por lo antedicho, el
objetivo del presente trabajo es el de analizar las recientes formas
organizativas e intervenciones de los movimientos vecinales, del Sudoeste de la
ciudad de Mar del Plata, en torno a la localización del predio de disposición
final de residuos del distrito de General Pueyrredón, y sus repercusiones en el
ámbito municipal.
EL PREDIO DE DISPOSICION
FINAL DE RESIDUOS
En palabras de E.
Leff: “Hasta qué punto la
problemática ambiental, que incide en forma desigual a diferentes grupos
sociales, al generar una nueva percepción sobre la globalidad y complejidad de
los problemas del desarrollo, incorpora principios y objetivos capaces de dar
cohesión a los diferentes grupos afectados, para generar demandas comunes y una
estrategia eficaz de transformación social?”.
Para este caso, y haciendo referencia a los vecinos
de los barrios del sur de la ciudad; hasta qué punto la problemática de la
instalación del nuevo predio de disposición final de los residuos, generadora de
una nueva percepción de la complejidad de los problemas potenciales, incorpora
objetivos capaces de dar cohesión a los diferentes vecinos afectados, para
generar demandas comunes y una estrategia eficaz de transformación
socioterritorial?. Contestar este interrogante conlleva a la realización de una
breve introducción a esta problemática.
Hacia fines del año 1998 la
empresa Coarco-Austral Fueguina gana de la licitación del predio de disposición
final. Proponiendo la instalación del mismo en un predio de alrededor de 80
hectáreas ubicado al sur de la ciudad, sobre la avenida Antártida Argentina
hacia el oeste, por el llamado camino viejo a Miramar, y a cuatro kilómetros al
sur de la avenida Mario Bravo. El terreno ofrecido por la empresa adjudicataria
se ubica entre los barrios Parque Hermoso, Santa Rosa y Antártida
Argentina.
La propuesta de esta empresa
es la instalación de un relleno sanitario que contempla el enterramiento, a no
mucha profundidad, de las distintas capas de residuos que se van a ir tratando;
también se plantea la construcción de una planta de tratamiento de lixiviados,
la cual enviaría los líquidos tratados a la Tercera Cloaca
Máxima.
El pliego de licitación del
predio indica que éste debe estar, como mínimo, a 2500 metros de un centro
urbano con 50 habitantes por manzana; sin embargo, a 500 metros del lugar se
encuentran la Escuela nº 44 y el Jardín de infantes nº 930 que reciben alrededor
de 400 niños por día. Por otra parte, el sector cuenta con la granja educativa
“La Pilarica” y con diversos campos polideportivos de colegios privados, los
cuales son visitados diariamente por contingentes escolares.
El planteo de los vecinos es
el siguiente: en un radio de 5 kilómetros del actual predio, lindante con el
propuesto por Coarco, viven cerca de 40000 personas, las cuales están en
contacto directo con las problemáticas asociadas a los rellenos
sanitarios.
Los vecinos se oponen al
basural por varias razones, puntualmente detalladas: “a) enormes cavas se
rellenan a cielo abierto, contaminando el aire (olor pútrido), el suelo y las
napas de agua; b) ausencia absoluta de cualquier tipo de reciclado, selección o
tratamiento de los residuos; y c) quema periódica para reducir el volumen de
desperdicios que produce un humo altamente tóxico e irritante a los ojos y
mucosas. Además, el área posee numerosas quintas y establecimientos productores
de animales de granja y derivados.”
Asimismo, la mitad de esta
zona está categorizada, según el Código de Ordenamiento Territorial, como
residencial (R7) y rural extensivo (RE); de instalarse un nuevo relleno
sanitario en el lugar se reduciría considerablemente la calidad y el valor
inmobiliario, tanto de los lotes como de las viviendas.
Además, según la Comisión de Medio Ambiente del
Honorable Consejo Deliberante, el predio elegido no resultaría apto de acuerdo a
informes geológicos que indican que
“se presenta en un bajo que se transforma en laguna y se encuentra en la
divisoria de aguas entre la laguna de Ponce, cabecera del arroyo Las Chacras y
la divisoria hacia el sudeste de la ciudad” a partir de las cuales se obtiene el
agua que abastece a la ciudad.
Es a partir de esta problemática que se observa el
“resurgimiento” y “afianzamiento” de las Sociedades de Fomento de los barrios
afectados, directa e indirectamente, entre las que se destacan las de los
barrios: El Martillo, Las Canteras, Santa Celina, Antártida Argentina, Parque
Hermoso, Valle Hermoso, General Pueyrredón, Las Heras, Florencio Sanchez, Santa
Rosa del Mar, Bosque Peralta Ramos, San Patricio, Los Acantilados, SOIP, Jardín
de Peralta Ramos y Jardín Stella Maris.
Estas asociaciones de
fomento plantearon la problemática ante las autoridades municipales, proponiendo
la no instalación y/o reubicación del predio de disposición final, en otro
sector del Partido de General Pueyrredón; planteo efectuado en base a estudios
realizados por la Universidad local, en los cuales se proponen
áreas más aptas para tal fin.
Sin embargo, el Ente
Municipal de Servicio Urbano y otros organismos municipales siguieron adelante
con lo previsto en el pliego de licitación. Por esta razón, “cuando el Ejecutivo
toma decisiones que los vecinos consideran arbitrarias, y cuando el legislativo
no puede responder a ellas, queda el Poder Judicial al que el vecino puede
recurrir”, así las distintas
entidades barriales comenzaron a realizar gestiones, a nivel judicial,
tendientes a frenar las propuestas del gobierno local. “Los vecinos al no tener
respuestas del poder político deben recurrir al poder judicial”
Los vecinalistas reclamaron,
en el ámbito judicial, cuatro puntos fundamentales, a saber: una nueva
licitación, un predio de transferencia, el trabajo para la gente (recicladores),
y la provisión de agua potable para la zona. Estos puntos son la base de los
continuos pedidos realizados por la comunidad; a partir de ellos se logró la
obtención de cuatro recursos de amparo, y el “no” otorgamiento, por parte de la
Secretaría de Política Ambiental, del certificado de aptitud ambiental que es
necesario para cualquier obra de infraestructura.
Resulta importante mencionar
que se logró anular la preadjudicación con la empresa que había ganado la
licitación, y que se dio inicio a un nuevo camino administrativo, el cual
conduce a la confección y reformulación de un pliego licitatorio más abierto; la
adjudicación de un nuevo predio, a determinar mediante estudios específicos para
tal fin; el llamado a audiencia pública, para tratar de resolver la temática
entre todos los actores intervinientes; y la formación de una comisión
evaluadora, integrada por distintas organizaciones y entidades vecinales, con el
fin de seleccionar las ofertas más aptas y de controlar el funcionamiento de la
seleccionada.
REFLEXIONES
FINALES
A lo largo de este trabajo se demostró la motivación
y el accionar de los vecinos, al objetar la instalación de un predio de
disposición de residuos en el sur de la ciudad, en pos del mejoramiento de su
calidad de vida y de la no desvalorización del sector. También se dejaron en
claro las marchas y contramarchas realizadas dentro del ámbito municipal, el
juego de los actores políticos y sus intencionalidades.
Las formas asociativas que
asumió la sociedad local, ya sea en la persona de las Sociedades de Fomento, de
las Cooperativas escolares, o de las distintas entidades vecinales preocupadas
por el tema, lograron, por la vía judicial, el cambio en el tipo de material que
recibirá el relleno sanitario y la reformulación de los pliegos
licitatorios.
Aunque la comunidad en su totalidad debería
preocuparse por la temática de los desechos urbanos, solo los grupos,
diréctamente afectados, salen al “enfrentamiento” con las autoridades
responsables. Cabe destacar que si el Municipio incorporara los diferentes
puntos de vista de la comunidad, desde el inicio del proceso o de la gestión de
los residuos sólidos -cuando aún se encuentra evaluando alternativas de lugar
y/o de tecnología- podría evitar potenciales contratiempos y esto, le permitiría
focalizar el estudio sólo de los aspectos conflictivos.
Para finalizar, nos remitimos a segmentos
extraídos de trabajos de Leff (1995) y de Bustos Cara (1997) respectivamente:
“la emergencia de múltiples procesos de inequidad social y degradación del
ambiente genera grandes desigualdades sociales” y “la sustentabilidad
territorial puede describirse en términos de reproducción o reapropiación
identitataria”. Con estas palabras, dejamos expuesta la necesidad de llegar a
una “democracia participativa”, a partir de la
cual las inquietudes, necesidades, problemáticas y propuestas de los vecinos,
individuales o colectivos, se concreten dentro de todo ámbito municipal, y
viceversa.
BIBLIOGRAFIA
î Sanchez, J. “Espacio, economía y sociedad” Siglo
XXI. Madrid. 1991.
î Reboratti, C. “Teoría ambiental del territorio”
Maestría en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano. CIAM. UNMdP. Mar del Plata.
1996.
î Fernández, R. “La ciudad verde. Manual de gestión
ambiental urbana” CIAM. FAUD. UNMdP. Mar del Plata.
1998.
î Pereyra, A. y Soria, L. “Los municipios y el
desarrollo local hacia fines del milenio”. En CD I Encuentro Internacional Humboldt.
CEHU. Buenos Aires. 1999.
î Pírez, P. y Gamallo, G. “Basura privada, servicio
público. Los residuos en dos ciudades argentinas”. Centro Editro de América
Latina. Buenos Aires. 1994.
î Benencia, R. y Flood, C. “Las ONGs y sus
relaciones con el Estado” Revista Realidad Económica nº 159. IADE. Buenos Aires.
1998.
î Bustos Cara, R. “Mediaciones territoriales y
desarrollo local”. Contribuciones Científicas de la 60º Semana de la Geografía.
Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. San Juan.
1999.
“Capacidad de acción comunal ante
emergencias y calidad de vida urbana (vulnerabilidad institucional)”. En CD IV
Seminario Latinoamericano de Calidad de Vida Urbana. CIG-FCH. UNCPBA. Tandil. 1998.
En
Sagua, M. “La dimensión ambiental en la problemática del desarrollo urbano.
Aplicación de una tipología analítica al caso de Mar del Plata” CD I Encuentro
Internacional Humboldt. (CeHu. Bs. As. 1999).
Según un trabajo del Centro de Geología de Costas
de la universidad local (Massone, et. al. 1994), el acuífero marplatense se
halla comprometido por tres procesos de contaminación: 1) Salinización: por
intrusión salina en el área urbana consecuencia de una fuerte explotación, 2)
Lixiviado de sitios de disposición final de residuos domiciliarios y áreas
urbanas sin red cloacal: desde los años ‘60 la ciudad ha depositado sus
residuos, con distintas prácticas de enterramiento, en cuatro sitios diferentes
del sur y el oeste de la ciudad. 3) Uso de fertilizantes y pesticidas por
diferentes prácticas en el área hortícola. Los cuatro sitios mencionados, y
encuadrados dentro del trabajo de Otero, A. son:
* sitio I: ubicado sobre la ruta 88,
a unos 9 km de la ciudad;
* sitio II: situado en la ruta 88 km
6,5;
* sitio III: se encontraba muy
cercano a Batán;
y,
* sitio IV: ubicado sobre el Camino
Viejo a Miramar, prolongación de la Av. Antártida Argentina, a unos 4 km al sur
de la Av. Mario Bravo.