PRODUCCION AZUCARERA,
OCUPACION DE TIERRAS Y MANO DE OBRA. EL ROL DE LOS VIAJEROS
Greco, María
Gabriela
Resumen:
A fines del siglo XIX y
principios del XX, en algunas zonas del actual territorio argentino se produjo
un proceso de ocupación de tierras. El objetivo de dicho proceso estaba
vinculado a los requerimientos del Estado-Nación que se estaba afianzando. Dicho
Estado necesitaba conocer y delimitar el territorio y conocer y controlar a su
población, la cual era necesaria como mano de obra en las actividades
productivas que se consolidaban y expandían en el momento (se ha trabajado
específicamente con la actividad azucarera). En el presente trabajo se
analizaron relatos de viajeros que recorrieron algunas zonas del norte argentino
vinculadas al citado proceso. Se considera que dichos relatos han dado lugar a
un determinado conocimiento del territorio y su población, lo cual era funcional
a las mencionadas necesidades del Estado.
Introducción
Algunas zonas del territorio
argentino, fueron sometidas a fines del siglo XIX y principios del XX, a un
proceso de ocupación de tierras, con el fin de otorgarles un rol productivo
funcional a las necesidades del Estado-Nación que se estaba afianzando. Dicho
rol estaba vinculado con diversas actividades productivas, las cuales,
fortalecidas en este momento, necesitaban mano de obra.
A menudo suele hacerse mención
al rol desempeñado por el ejercito en el mencionado proceso de ocupación de
tierras (Conti, V. et al., 1988; Iñigo Carrera, N. 1983). No obstante ha sido
también sumamente relevante el papel que previamente jugaron los viajeros que
recorrieron algunos sectores del territorio argentino en el período al que se
hace referencia.
En el norte argentino, más
precisamente algunos sectores de las actuales provincias de Salta y Jujuy, los
relatos de los viajeros, manifiestan claramente el objetivo que se estaba
persiguiendo: poner dicha región, sus recursos naturales, sus aptitudes
agroecológicas y sus habitantes en función de las necesidades del Estado como
intermediario de los grupos de poder que se afianzaban en ese momento. Los
viajeros cuyos relatos han sido tomados, son Gerónimo de la Serna, que realizó
su viaje entre 1884 y 1885, Luis Brackebush en 1882 y 1883 y Fernando Marquez
Miranda, que realizó numerosos viajes al norte argentino, en las primeras
décadas del presente siglo.
Se cree que, los viajeros y sus
relatos han dado lugar a un determinado conocimiento y percepción del territorio
y su población, sobre los que existía una necesidad de control territorial y
político. Dicho conocimiento, ha sido será funcional a la puesta en
funcionamiento de diversas producciones según las necesidades del mercado
internacional. Concretamente, era necesario conocer el territorio (y de él sus
recursos naturales), para explorarlo, conocer su población (características,
cantidad, hábitos, costumbres) para someterla y ponerla al servicio de los
intereses del Estado, como intermediario de los intereses internacionales del
momento.
Iñigo Carrera sostiene que en
la etapa que transitaba el
capitalismo a fines del siglo
XIX, se determinó la constitución del Estado-Nación "...en un doble proceso en
el que la burguesía argentina delimitó el territorio sobre el que habría de
ejercer su dominio y, simultaneamente, la gran burguesía (bancaria,
terrateniente, importadora-exportadora), cuyos intereses coincidían con los del
capital financiero a escala internacional, impuso su dominio sobre el resto de
las fracciones burguesas de la Argentina (Iñigo Carrera, 1983).
En consecuencia, las campañas
militares llevadas a cabo entre fines del siglo XIX y principios del XX, tanto
al Gran Chaco como a la Patagonia forman parte del proceso de afianzamiento de
un modelo económico productivo. Al respecto, un decreto de Saenz Peña,
emitido el 27 de octubre de 1911, señalaba que uno de los principales objetivos
de la campaña del Chaco, era la obtención de una abundante provisión de mano de
obra indígena (Rutledge, 1987):
"Una prolongada experiencia, ha
puesto de relieve las aptitudes del indígena del Chaco y Formosa, para el
trabajo en los ingenios del azucar, los obrajes de madera y las cosechas de
algodón, constituyendo así un importante factor económico, que es indispensable
conservar" (Citado en: Rostagno, 1969)
En el presente análisis se ha
considerado el afianzamiento y expansión de la producción azucarera en las
provincias de Salta y Jujuy y consecuentes sus necesidades de mano de obra.
El "nuevo" Estado-Nación
y sus "obligaciones"
Para poder realizar un análisis
profundo de los relatos de los viajeros, es necesario, considerar el contexto
político-histórico-institucional, en que se realizan los primeros viajes, en
este caso los de Luis Brackebush y Geronimo de la Serna, a fines del siglo
XIX
Oszlak (1981), considera que la
formación de un Estado es un aspecto del proceso de construcción social. Proceso
en el cual se definen distintos planos y componentes que se conjugan y
paulatinamente van estructurando una determinada vida social ".....
contribuyendo en grado variable a la conformación de un Estado Nación, entre
ellos, el desarrollo relativo de las fuerzas productivas, los recursos naturales
disponibles, el tipo de relaciones de producción establecidas, la estructura de
clases resultantes y la inserción de la sociedad en la trama de relaciones
económicas internacionales. (Oszlak, 1981)
Minvielle y Zusman (1995)
afirman que la delimitación de un territorio de dominación es parte
constituyente del proceso de cohesión interno y diferenciación externa. Así, en
la conformación de un Estado-Nación, conocer un territorio es absolutamente
necesario para poder delimitarlo.
Una vez producido el movimiento
revolucionario quedaba un extenso territorio habitado por pueblos organizados a
partir de racionalidades distintas a las del Estado-Nación en formación. Dichos
pueblos, que habitaban este vasto territorio, no se desarticularon de inmediato
luego de la revolución. El naciente Estado en el proceso de afianzamiento y
conformación debió valerse de diversos mecanismos para, paulatinamente, ir
logrando el control de la población y del territorio.
Los grupos de poder,
responsables en la conformación del Estado-Nación Argentino, dieron lugar a una
transición estable desde un Estado Colonial a un Estado Nacional a partir, entre
otras cosas, del sometimiento de algunos sectores de la población, a un poder
articulado centralmente. En este proceso debían incorporarse nuevas tierras a la
actividad productiva. Sin embargo esta necesidad de expandir la frontera
territorial se veía obstaculizada por la presencia del indígena, la cual
dificultaba los nuevos emprendimientos productivos.
El desafío con que se
encontraban los grupos de poder emergentes era la necesidad de imponer la nueva
organización nacional-estatal a una forma de organización indígena preexistente.
Se debía quebrar dicha organización e incorporar los territorios otrora
indígenas al mercado productivo y a las nuevas actividades productivas, entre
ellas la producción azucarera. "Todo esto permitía a su vez, lograr un
reconocimiento externo efectivo a través de la definición de sus límites con
otros Estados nacionales." (Minvielle y Zusman, 1995)
En los relatos de Luis
Brackebush, por ejemplo, se puede observar entre otras cosas, la necesidad de
legitimar, de alguna manera, lo manifestado arriba en relación a la ocupación de
una zona habitada por indígenas. Así se encuentran, expresiones que hacen
referencia al indígena como una amenaza para el explorador:
"Al fin, en el extremo
horizontal, al Este, las inmensas llanuras del Gran Chaco, donde el indio
salvaje todavía amenazaba la vida del explorador, y con inquietud aguardaba las
expediciones militares que darían fin a sus depredaciones" (Brackebush,
1885)
El afianzamiento de la
producción azucarera
En Salta y Jujuy, la producción
azucarera, de modo muy limitado y realizada artesanalmente con trapiches de
madera tirados por bueyes, comenzó a realizarse a fines del siglo XVIII.
Consistía en una producción destinada solamente a los mercados locales y
regionales (Villa, et al. 1996).
Téngase en cuenta que, hasta
las últimas décadas del siglo XIX, el noroeste argentino aún estaba orientado
hacia el espacio mercantil andino, abasteciendo a su propia población y los
pequeños centros mineros del actual territorio boliviano, vinculandose también
de forma estrecha con los puertos peruanos y del norte de Chile.
Con el quiebre del sistema
colonial y paralelamente al proceso de consolidación del Estado Nacional,
afianzamiento de las relaciones capitalistas de producción y de la nueva
inserción de la Argentina en el mercado Internacional, se genera en gran parte
del territorio argentino, hasta ese momento conformado por distintas áreas de
economías autosuficientes, una considerable expansión productiva.
Para la "generación del 80" un
modo de consolidar la integración (desigual) entre Buenos Aires y el interior en
un momento en que, precisamente, el crecimiento económico del país se basó en
factores externos (principalmente inmigración e inversiones británicas, junto a
una gran expansión agropecuaria basada en la incorporación de tierras al nuevo
proceso productivo), estaba en el fomento de algunas actividades productivas.
Junto a este proceso se desarrollaron notablemente los medios de
transporte.
Hacia fines del siglo XIX, se
incrementa considerablemente la producción de azúcar, algunos datos sobre dicha
producción en la provincia de Jujuy son elocuentes:
Areas cultivadas con caña de
azucar en Jujuy
1872 339 has
1888 974 has
1895 2148 has
1908 3179 has
1914 11371 has
Fuente: Emilio Schaleh. "La
industria azucarera en su primer centenario" (1821-1921) Ferrari, Buenos Aires.
En: Rutledge, I. (1987).
En este contexto, la primitiva
industria azucarera, con sus simples trapiches (que de madera pasaron
posteriormente a ser de hierro) se transforma en modernos ingenios equipados con
máquinas a vapor (Rutledge, 1987).
En el viaje que Brackebush
realiza en 1883 ya se encuentran referencias concretas a la producción azucarera
y la mano de obra indígena utilizada en la misma:
"...la casa del señor Araoz en
San Pedro una de las más nombradas fábricas de azucar de la provincia que ha
introducido hermosas maquinarias de Inglaterra y fabrican un producto
excelente".
(En relación al ingenio
Ledesma)"....propiedad de los señores Ovejero que tienen también una fábrica de
azucar con excelentes maquinarias inglesas. Los cañaverales se riegan con aguas
del río Ledesma, que se precipita de las alturas de Tarraxi, Oclayas y de La
Candelaria al este de Tumbaya..... En la noche recibimos un alojamiento
magnífico en San Lorenzo, otra celebre fáfrica de azucar pertenecienta a la
familia de Villar y dediqué tres días a un estudio de sus cercanías,
principalmente de los alrededores del majestuoso cerro de Calilegua a cuyo pie
occidental se halla el celebre Valle Grande.
"...Lo que llamó en estos
parajes principalmente mi atención fueron las costumbres de los indios que
sirven como trabajadores en las fábricas de azucar y sus plantíos. Antes se
usaban matacos pero ahora casi unicamente chiriguanos".
Los viajeros y su
funcionalidad en el proceso de conformación del Estado Nación y afianzamiento de
actividades productivas
Ya ha sido mencionado que, la
consolidación de un Estado-Nación necesita de la apropiación de un determinado
territorio. Solo una vez definido el territorio y controlada su población, es
posible realizar determinadas inversiones que garanticen la organización de una
estructura económica. Por lo tanto, la apropiación territorial debe ser
legitimada, y es en esa legitimación donde los relatos de los viajeros pueden
cumplir un rol relevante.
A su vez, los relatos de los
viajeros fueron funcionales a la necesidad de conocer las potencialidades
productivas de los territorios que despertaban interés y las racionalidades de
los espacios ocupados por indígenas a fin de poder incorporarlos al proyecto
político-económico del Estado-Nación.
Geronimo de La Serna, por
ejemplo, en sus "1500 leguas a lomo de mula", realiza extensas descripciones del
clima, vegetación, algunos incipientes cultivos, población, etc:
... "Los elementos
fundamentales para la industria abundan allí, ...brazos y tierras baratas,
combustible vegetal abundante, eximio, inagotable, en bosques que pueden figurar
entre los mejores del mundo; y sobre todo la hulla blanca, suministrada por ríos
caudalosos de fácil captación y canalización. Además el petroleo existe en sus
alrededores en estado potencial. Su explotación industrial es cuestión de
capitales y medios de comunicación." (de La Serna, 1885)
Así, la ocupación militar,
seguida más tarde por una determinada organización jurídico administrativa del
espacio a partir de la creación de gobernaciones y territorios nacionales y el
control sobre la población, significó una nueva valorización de las
potencialidades productivas de dicho espacio. En otras zonas de la Argentina se
produjeron situaciones semejantes, Minvielle y Zusman (1995), mencionan la
organización de reducciones indígenas en las gobernaciones de Chaco y Formosa en
tanto reserva de mano de obra para los obrajes y actividades agrícolas de la
región.
Es bien explícito al respecto
el comentario de José Garmendia sobre una de las expediciones que "obligará a 15
o 20.000 brazos viriles que estaban inutiles "...a entregarse a los beneficios
de la civilización", "beneficios" explicados por Benjamín Victorica en los
siguientes términos: "Pienso que será provechoso para la civilización de estas
tribus favorecer su contacto con las colonias de la costa donde no tardarán en
encontrar trabajo, beneficiando las industrias que en ellas se desarrollan. No
dudo que estas tribus proporcionarán brazos baratos a la industria azucarera y a
los obrajes de madera..." (Iñigo Carrera, 1983)
Schleh (1945), cita una carta
escrita en 1895 por propietarios de ingenios de Salta y Jujuy, dirigida a un
oficial a cargo de los fuertes de la frontera chaqueña. En la misma, los
propietarios de los ingenios hacen referencia a las actividades de los colonos
del departamento de Rivadavia (provincia de Salta), quienes inducidos por
ciertas autoridades provinciales, habían desarrollado un comercio del trabajo
indígena, reclutando Matacos en el Chaco y transportandolos hasta las zonas de
plantación, donde les cobraban a los propietarios de los ingenios una cierta
suma por cada indígena que les entregaban.
Además, la incorporación de
nuevos espacios al mercado productivo es acompañada por la preocupación por
definir los límites con los países vecinos. Minvielle y Zusman consideran que
eliminar la frontera interna y establecer la frontera externa son entonces dos
caras del mismo proceso: la formación del territorio argentino.
Al respecto Geronimo de la
Serna expresa claramente el objetivo de su viaje: "....viaje que no era de
placer sino de estudio y exploración, no podíamos desperdiciar la oportunidad
que se nos brindaba de reconocer una parte del territorio nacional, casi virgen,
en sus cercanías remotas -por así decirlo- con límites internacionales." (de La
Serna, 1985)
Mecanismos de
legitimación de la ocupación territorial y el sometimiento del
indígena
Teniendo en cuenta el concepto
de metáfora que sostienen Livingstone y Harrison (1981), como una palabra
aplicada usualmente a una serie de objetos que pasa a ser aplicada a otra serie
de objetos. Es por demás interesante y elocuente el uso que se hace del término
"desierto" tanto en de la Serna como en Brackebush, uso que ya no se encuentra
en Marquez Miranda, cuyo viaje es realizado en 1933, una vez finalizado el
proceso de afianzamiento del Estado-Nación, es decir una vez finalizada la
ocupación territorial y sometido el indígena.
Ante la necesidad de legitimar
la ocupación de nuevas tierras y someter al indígena, se encuentran en
Brackebush, por ejemplo, términos como "desierto despoblado" pero con "indios
salvajes que amenazaban la vida del explorador".
Gerónimo de La Serna utiliza
términos semejantes:
"Ya a fines del siglo XVIII,
Orán había conquistado méritos excepcionales a la consideración del rey, a pesar
del poco tiempo que llevaba de fundada, considerandosele como uno de los
establecimientos más valiosos creados por la acción del progreso y civilización
en que la provincia de Salta estaba empeñada, en sus luchas incesantes contra
los indios del chaco y la acción letal del desierto inconmesurable" (De la
Serna, 1885).
Situación semejante se produjo
en relación a la Patagonia, presentada a partir de la metáfora desierto como un
espacio vacío, sin potencialidades ocultando así su ocupación real por parte del
indígena (Zusman, 1994). Al respecto Zeballos (1879) había manifestado la
necesidad de "civilizar nuestros desiertos"
Según Minvielle y Zusman (1995)
"... estos territorios ya habían sido apropiados a través de una representación
imaginaria: la metáfora del "desierto". Esta metáfora permitió ejercer cierto
tipo de dominación antes de emprender su ocupación. Al igual que en el caso
norteamericano la metáfora del desierto se aplicó aquí a un espacio ajeno a la
llamada "civilización", la tierra del indígena, hostil, en cuanto en ella se
carecía de los medios para la sobrevivencia a los cuales estaba acostumbrado el
habitante del no-desierto. Pero esta imagen poseía también otro tipo de
connotación la idea del desierto se presentaba también como un estímulo para su
conquista y su dominación.
En los relatos de Marquez
Miranda, cuyo viaje es realizado en la década del 30, se encuentran extensas
descripciones de Santa Victoria (al norte de la provincia de Salta), donde
pueden apreciarse fuertes rasgos deterministas:
"Los habitantes de esta región,
pobres y con su voluntad rota, alejados de todo y de todos por la montaña y la
pereza y acaso también por la desesperanza de un mejoramiento que no han visto
llegar por generaciones..."
Esto lleva a formular varios
interrogantes: la montaña y la pereza los hace alejarse de todo y de todos? en
relación a que o a quién están alejados?, todos los habitantes de la región
están alejados?, son todos los habitantes de la región iguales?
"... la manera de vivir de
estas gentes, entregadas al alcohol, apagando su instinto trófico con la coca,
subalimentadas y depauperizadas por generaciones, incapaces de trabajo regular y
continuado. En tal estado de depravación moral y de destrución física se
encuentran esos argentinos nativos abandonados a la montaña. Poco podrá hacerse,
de efectivo, en favor de aquellos que ya han consolidado, con sus años de vida,
tal manera de ser.
En relación a esto, es
interesante recordar que precisamente en la década del 30 (momento en que
Marquez Miranda realiza su viaje a Santa Victoria), los ingenios azucareros
saltojujeños pierden la mano de obra proveniente de la región del Chaco. Esta
circunstancia lleva a dichos ingenios a buscar fuerza de trabajo en el
departamento de Santa Victoria.
El relato de Marquez Miranda y
sus conceptos vertidos respecto a los pobladores pareciera ser funcional a dicha
necesidad. Al respecto en otro parrafo hace referencia a la juventud y "... que
en favor de aquella juventud puede y debe hacerse mucho"
Los relatos de Marquez Miranda,
si bien en otro otro contexto político institucional y construido a partir de
otras concepciones científico filosóficas, no difieren demasiado (en algunos
aspectos) de los relatos de los viajeros de fines del siglo XIX. Los relatos de
Marquez Miranda, si bien realizados en la década del 30, también podrían
enmarcarse en una funcionalidad hacia el Estado y hacia los grupos de poder, a
partir de la posibilidad que brindan de conocimiento del territorio y la
población y la justificación de la ocupación y el sometimiento a partir de
argumentos científicos.
BIBLIOGRAFIA:
-
Berdoulay, V. y
Soubeyran, O. (1991). "Lamarck, Darwin et Vidal: aux fondaments naturalistes
de la géographie humaine". Anales de Géographie, Nº 561-562
-
-
Brackebuch, Luis
(1883) "Viaje a la provincia de Jujuy" Boletín Instituto Geográfico Argentino.
Tomo IV (203-210/217-224)
-
-
Cassini, P. (s/f) "La
naturaleza de los primitivos"
-
-
de la Serna, Geronimo
(1930) "1500 kilómetros a lomo de mula". Buenos Aires. Imprenta Lopez
-
-
Girardin, Leonidas.
(1995). "Organicismo, Lamarckismo y Darwinismo. La naturalización de los
procesos sociales y la ideas sobre el ambiente que se derivan de estas
posturas". Fundación Bariloche. Buenos Aires.
-
-
Iñigo Carrera,
Nicolás, (1983) "La colonización del Chaco".Centro Editor de América Latina.
Buenos Aires.
-
-
Iñigo Carrera,
Nicolás, (1984). "Campañas militares y clase obrera. Chaco, 1870-1930". Centro
Editor de América Latina Buenos Aires.
-
-
Jordanova (1993).
"Environmentalism in the Eighteen Century" in Historical Geography Research
Series, Nº 28, Natura and Science: Essays in the History of Geographical
Knowledge", Institute of British Geographersw, Londres.
-
-
- Livingstone, David.
(1984). "Natural Theology and Neo-Lamarckism: The changing context of Nineteen
Century, AAAG, vol 22.
-
-
Livingstone, D. y Harrison,
R. (1981) "Meaning troug metaphor analogy as epistemology" AAAG. 71 (1)
-
-
Marquez Miranda,
Fernando (1933) "El ambiente geográfico y la vivienda rural en Iruya y Santa
Victoria"
-
-
Minvielle, Sandra y
Zusman, Perla. (1995) "Sociedades geográficas y delimitación del territorio en
la construcción del Estado-Nación argentino". Trabajo presentado en el V
Congreso Latinoamericano de Geografos, La Habana, Cuba. Julio 1995.
-
-
Moraes, Antonio.
(1988) "Ideologías Geográficas". Hucitec.
-
-
San Pablo.
-
-
Oszlak, Oscar (1981)
"Reflexiones sobre la formación del Estado y la construcción de la sociedad
argentina". Trabajo presentado en el XIV Congreso Latinoamericano de
Sociologóa San Juan de Puerto Rico.
-
-
Recalde, J. (1982)
"La construcción de las naciones", Siglo XXI, Madrid.
-
-
Rutledge, Ian (1984).
"Cambio agrario e integración. El desarrollo del capitalismo en Jujuy
1550-1960". ECIRA-CICSO. Tucumán.
-
-
Trinca, Delfina.
(1990) "Procesos de ocupación y frontera: una aproximación a su estudio".
Revista Geográfica Venezolana, vol. 31, Los Chorros de Milla. Mérida.
-
-
Trinchero, Héctor.
(1995). "Transformaciones de la economía doméstica indígena en el Chaco
centro-occidental". En: Desarrollo agroforestal y comunidad campesina. Revista
del proyecto de la GTZ. Salta, Argentina.
-
-
Zusman, Perla (1994).
"Explorar para dominar. La conformación de un discurso de referencia
territorial para construir el Estado-Nación argentino". En: Primer encuentro
internacional de AENPEG. Lugar, formación socioespacial, mundo. San Pablo,
1994.
Ponencia presentada
en el Primer Encuentro Internacional Humboldt. Buenos Aires, Argentina.
Noviembre de 1999.