LA
GLOBALIZACIÓN Y LAS DOS CARAS DE BUENOS AIRES:
GHETTOS DE RIQUEZA Y DE
POBREZA

Sonia Vidal –
Koppmann*

y Cesira
Morano**
1- Introducción a
la temática de la globalización y la centralidad de las ciudades.
Los procesos de
globalización están definitivamente instalados nuestro planeta y mal que nos
pese, no podemos ser indiferentes a este nuevo orden. Los mercados mundiales, la
concentración de poder político, la instantaniedad de las comunicaciones y el
sorprendente avance tecnológico, son parte de los procesos socioeconómicos que
van marcando una nueva impronta en los territorios. La gran vedette de nuestros
días es la ciudad, dentro del marco del planeamiento estratégico.
La ciudad compite por
posicionarse en un complicado sistema de redes y flujos. Su ubicación a nivel
internacional es la clave. O se es "ciudad mundial" y se integra este sistema, o
se queda fuera del contexto mundial, fuera de las innovaciones y en franca
desventaja. Pareciera que este es el nuevo paradigma, al cual hay que adherir
forzosamente.
Es dentro de este
contexto, donde se define el rol de la ciudad de Buenos Aires. Su escala, su
multifuncionalidad y su conectividad con el resto del mundo, la clasifican para
ser parte del mencionado conjunto de ciudades mundiales.
En el Plan Urbano
Ambiental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se señala que en relación
al contexto internacional, la ciudad posee condiciones para posicionarse en la
red de ciudades globales y de hecho ser el destino más importante de las
corrientes turísticas en Sudamérica.
Por otra parte, se
destaca el rol de esta ciudad en relación al Acuerdo del Mercosur. Su
participación en este ámbito se caracteriza por ser un centro de difusión
cultural en la región.
Sin embargo, la nueva
situación representa un alto costo social: la fuerte concentración de grupos de
poder y el aumento creciente de la marginalidad urbana. La convivencia de estos
enclaves antagónicos amenaza el armónico equilibrio de la ciudad y pone en
evidencia, con toda crudeza, una realidad donde coexisten drásticas diferencias
socioeconómicas.
Buenos Aires aparece
dividida en dos grandes áreas: al norte y al sur de la Avenida Rivadavia. Al
crecimiento de urbanizaciones privadas con alto valor inmobiliario, se oponen
las "villas miseria", las casas tomadas y los hoteles de inquilinato. El "primer
mundo" y" el otro mundo", aumentan a la par. Se hace difícil pensar que en un
escenario de tales características, la calidad de vida urbana sea medianamente
aceptable.
El proceso de
globalización en los centros urbanos del tercer mundo, favorece el crecimiento
de las diferencias mencionadas y el planteo de dos geografías: la de la
centralidad y la de la marginalidad.
Sin pretender agotar
el tema y con la intención de abrir un espacio para la discusión, es que en este
trabajo nos abocaremos a analizar las dos facetas de la urbanización de nuestra
ciudad.
2 – Buenos
Aires al comienzo del 2000
Sobre el final de este
siglo, asistimos a una avalancha de proyectos para la ciudad de Buenos Aires.
Las zonas céntricas de la ciudad están absorbiendo inversiones masivas en bienes
raices y telecomunicaciones. Estos procesos conducen a una resultante espacial
donde tienen prioridad los usos del suelo destinados a servicios, consumo y
esparcimiento.
Las áreas que otrora
fueron predominio de las actividades del sector secundario, han cedido su
espacio a los shoppings, parques temáticos y grandes hipermercados. Las
actividades de producción dan paso a las actividades de consumo. El hábitat
urbano no puede desentenderse de este proceso: las torres "inteligentes", los
lofts y las urbanizaciones cerradas son la nueva cara de la vivienda para los
sectores económicos más acomodados.
De tal manera, que los
programas de vivienda de interés social y la construcción para la población de
bajos recursos, parece haber quedado en el olvido. Sin embargo, como se dijera
anteriormente, la población activa poco o medianamente calificada ve disminuir
sus fuentes de empleo y sus ingresos. Las viviendas para los nuevos pobres
urbanos se vuelven una utopía irrealizable. La desigualdad espacial se ha puesto
en marcha.
Como prueba de ello,
pueden observarse algunos ejemplos cotidianos. En la zona de Retiro se está
trabajando en un ambicioso proyecto para mejorar las comunicaciones, la
interconexión de las distintas modalidades de transporte y la localización de
sedes de empresas internacionales. En este futuro escenario, la villa Nº 31 de
Retiro nos recuerda la existencia de la otra realidad. La población de este
núcleo ha aumentado, las viviendas precarias han dado lugar a otras igualmente
precarias, pero construidas con materiales tradicionales (ladrillos, bloques,
etc.); lo que indica un mayor afianzamiento al territorio ganado.
Otro ejemplo, es el
reciclaje de los barrios de Villa Lugano y Villa Soldati. El Gobierno de la
Ciudad tiene en carpeta un proyecto que contempla la creación alrededor del
Parque de la Ciudad, de un oceanario, de edificios para exposiciones, hotelería
e hipermercado y de parques temáticos, que constituirán un nuevo circuito
turístico. No obstante, toda esta área de esparcimiento se desarrolla a lo largo
del Riachuelo (indiscutida fuente de contaminación) y en una zona donde se
localizan la casi totalidad de las villas de Buenos Aires.
Obviamente el proyecto
no menciona qué sucederá con la población marginal allí asentada, ni tampoco
cuándo se concluirá con el saneamiento del Riachuelo.
Un tercer ejemplo, lo
encontramos en el barrio de la Paternal. El proyecto podría calificarse como de
refuncionalización de un área degradada. Nos estamos refiriendo al Albergue
Warnes. En este caso, la inversión privada va a construir uno de los
hipermercados más grandes de la Argentina y a su vez, once torres de viviendas,
junto con áreas parquizadas. El tipo de vivienda proyectada estaría destinada a
los sectores medio y medio-alto; los valores de la construcción impiden el
acceso a otros niveles sociales.
Al igual que en el
ejemplo anterior, en la zona de Retiro también existe un proyecto para la
construcción de trece torres de cuarenta pisos cada una, ubicadas en una franja
de terreno de 80 metros, que en la actualidad está ocupado por las vías del
ferrocarril.
Como bien puede
observarse el hábitat urbano adopta formas coherentes con la concentración
económica y de poder, que es el leit- motiv de la globalización, cabe destacar
que, cuando se analizan las propuestas de renovación urbana, también aparece la
línea divisoria de la ciudad. En efecto, la mayoría de los proyectos se
concentran hacia el norte de la Avenida Rivadavia. Sin embargo el área más
deteriorada está al sur de la misma.
En el próximo apartado
analizaremos la evolución de las clases marginales y su crecimiento en la ciudad
para poder después comparar esta situación con las propuestas urbanísticas para
la ciudad de Buenos Aires.
3 – El cuadro de la
situación actual.
Si observamos el mapa
Nº 1, que localiza a las villas dentro de los barrios de la ciudad de Buenos
Aires, veremos que la distribución de las mismas se da en el sur y centro sur de
la ciudad, excepto la Nº 31, en Retiro, en la zona norte.
Para realizar un
análisis del área en estudio se utilizaron las variables más representativas del
Censo Nacional de Población y Viviendas 1991, por barrios, de la Ciudad de
Buenos Aires. Se eligieron variables e índices significativos para mostrar la
distribución socioespacial del área, como: población total, crecimiento 80/91,
viviendas deficitarias, población de más de cinco años por el máximo nivel de
instrucción alcanzado, nacidos en países limítrofes, densidad de población y el
hacinamiento en cuatro categorías, siendo este último un buen indicador, que
junto a las viviendas deficitarias, nos permite detectar, el nivel
sociohabitacional.
En la tabla Nº 1
observamos que en la mayoría de los casos, los indicadores coinciden en la
localización de las villas en barrios con alto porcentaje de participación de
bajas condiciones de hacinamiento y viviendas precarias como Villa Lugano,
(19,60 de hac 3 y 4 y 13,70 de viviendas deficitarias) Barracas, (20,10 % de hac
3 y 4 y 16,20 de viviendas precarias) y en otros casos a la inversa, se da en
barrios de condiciones medias o altas, por ejemplo, Flores y
Retiro.
Los barrios con
"villas" también coinciden con una alta proporción de población nacida en países
limítrofes, y con la más baja proporción de población con estudios terciarios o
universitarios. En este último caso hay que señalar, como anteriormente, barrios
con condiciones medias o altas (30,10 % en Retiro y 16,20 % en Flores).
Otro elemento
importante, sería contar con información de la población que vive en casas
tomadas y hoteles de inquilinato no sólo localizadas en el sur de la ciudad,
sino también en la zona central, por la Avenida Independencia desde la Avenida
Leandro N. Alem hasta Jujuy, y en otros barrios como
Palermo.
Volviendo al mapa Nº 1
y adjuntando la Tabla Nº 2 observamos el aumento sostenido de la población y las
familias con un alto peso de estos asentamientos en dichos barrios. (Ej.: en
Villa Riachuelo el 40,51 % y en Floresta el 34,22%).
No podemos analizar la
ciudad de Buenos Aires sin referirnos al conjunto de la aglomeración: el Área
Metropolitana de Buenos Aires.
El crecimiento de
nuestra ciudad se mantiene estable, con pequeños crecimientos y decrecimientos
desde 1947, pero es en el período 47/60 cuando comienza el proceso de
suburbanización e incremento de las primeras coronas del área metropolitana. En
nuestro país se da por los trabajadores en barrios de "loteos económicos" (
Torres, 1993 ), a la inversa de los países anglosajones, en los cuales la
suburbanización se dio en las clases medias y medias altas, favorecida por la
infraestructura y la tecnología.
En los países más
evolucionados, a partir del 70 se inician unos nuevos procesos de
desurbanización o contraurbanización, como por ejemplo, debido a la congestión
de las áreas metropolitanas o descentralización de actividades productivas,
mientras crecen las ciudades medianas. Hoy en día, actúan paralelamente a la
desurbanización, procesos de reurbanización que se muestra en la revitalización
de la zona central de las ciudades con procesos de gentryficación. Este proceso
tiene lugar por agentes productivos y sectores sociales
altos.
En nuestro caso en la
década del 80 se da un proceso de desurbanización por las clases altas, en
especial, hacia la tercera corona y se manifiesta en el crecimiento de
countries, barrios privados, chacras, etc. Y en cuanto a la gentryficación, sólo
se podría hablar, de la revitalización de enclaves dentro de la ciudad de Buenos
Aires. Lo que sí puede apreciarse es la transformación de sectores secundarios y
terciarios en terciarios para consumo, amenidades, residencias de categoría,etc.
Ejemplos como la refuncionalización de Puerto Madero, del Mercado de Abasto, el
Warnes etc., nos demuestran que fuerzas centrípetas y centrífugas coinciden en
el tiempo en la ciudad actual. (Zárate Martín,1991).
–
Consideraciones finales
Dentro de los
programas urbanos de la ciudad hay propuestas privadas y públicas tales como:
desarrollos inmobiliarios, la urbanización de Puerto Madero, Tandanor, Plan
Retiro, Warnes, Abasto, Rural; desarrolllos de obra pública: obras de control de
inundaciones, futura Avenida 27 de Febrero, Gral. Paz, Autopista Ribereña, plan
de recuperación de la costa e incorporación de grandes superficies con inversión
de equipamiento especializado: Aeropuerto, Puerto y racionalización ferroviaria
Retiro. Además otras intervenciones urbanas en centros comerciales y de
esparcimiento, hipermercados, playas ferroviarias, equipamientos obsoletos y en
predios sin destino.
La ciudad ha sido
dividida en cinco programas de desarrollo urbano:
1.
Buenos Aires y el
río,
centrado especialmente en la Boca y en construir obras de control de
inundaciones, mejorar el transporte, áreas de esparcimiento y recreación y en
generar mejoras residenciales.
2.
Área
Sur,
reconversión urbana de lugares degradados como
Constitucción,
Barracas, Patricios-Pompeya, Soldati-Lugano y Mataderos.
3.
Avenida
Rivadavia, se centra
especialmente en el tránsito ferroviario, vial, las áreas de transferencia y
mejoramiento ambiental.
4.
Avenida
Corrientes, este incluye, no
sólo, las obras mencionadas anteriormente del Abasto y el Warnes sino también
espacios públicos parquizados.
5.
Monserrat - San
Telmo, en este caso la
clave está puesta en el rescate patrimonial.
En lo señalado
anteriormente no se detectan programas de erradicación de villas. Sólo entre los
objetivos estratégicos de intervención del Gobierno de la Ciudad para mejorar
las condiciones del hábitat de los sectores de menores ingresos se establece:
"Atención prioritaria a las áreas con procesos de deterioro a través de
políticas integrales de renovación. Integración de las villas miseria al tejido
urbano a través de programas que articulen las soluciones habitacionales con el
espacio público, la dotación de infraestructura y la ampliación de los servicios
y el equipamiento social".
Los programas con
concentración de capitales privados en ciertas áreas van a generar polos de
centralidad, ghettos de riqueza, y en la cara opuesta tenemos las áreas, que si
bien hay propuestas de obras públicas, es necesario señalar que no hay nada
dicho sobre cómo encarar el problema de los asentamientos marginales, vecinos a
los nuevos emprendimientos. Por lo tanto se vuelve inviable en este caso el
contraste de los grupos de población afectada y sus respectivos territorios, de
donde se deduce que sólo con políticas urbanas adecuadas y con propuestas desde
el Gobierno de la Ciudad se podrá enfrentar esta situación crítica.


BIBLIOGRAFÍA
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Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de Planeamiento Urbano y Medio
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Sassen, Saskia (1998)
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Experiencia exitosas en gestión del desarrollo urbano en América Latina. Banco
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Torres, Horacio (1992)
El mapa social de Buenos Aires (1940-1990) Serie Difusión 3 Buenos
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Zárate Martín, Antonio
(1991) El espacio interior de la ciudad. Madrid, Editorial
Sintesis.
Ponencia
presentada durante el Primer Encuentro Internacional Humboldt. Buenos Aires,
Argentina. Noviembre de 1999.