ABSTRACT
BARRIOS FONAVI CATEGORIA TERMINACION MINIMA:
¿SOLUCION HABITACIONAL O NUEVOS PROBLEMAS?
Beatriz DILLON - Beatriz COSSIO
En esta comunicación se presentan las primeras conclusiones de
un estudio sobre los problemas urbanos y sociales en barrios de viviendas
colectivas correspondientes a operatorias FONAVI de la categoría TM (terminación
mínima) en la ciudad de Santa Rosa -La Pampa-
Trata de indagar sobre las relaciones entre individuo y entorno
y las múltiples manifestaciones en el uso cotidiano del espacio que de ellas se
desprenden.
En esta categoría se evidencian en un tiempo relativamente
corto las diferenciaciones socioeconómicas de los adjudicatarios,
manifestándonse en las terminaciones, mejoras y ampliaciones, es decir en el
aspecto general de la vivienda.
Esta situación dificulta la construcción de relaciones sociales
positivas entre el grupo y la posibilidad de proyectar sus intereses en pos del
bienestar común.
El diseño arquitectónico, la calidad de los materiales
utilizados y el nivel de terminación de las viviendas no permiten obtener una
sensación de satisfacción necesaria para el bienestar cotidiano sino que
imposibilita a los usuarios, de menores ingresos, alcanzar un mayor confort o
comodidad en su residencia. Esto hace pensar en la necesidad de diseñar
viviendas económicas "habitables" es decir física y socialmente atractiva para
sus moradores.
BARRIOS FONAVI CATEGORIA TERMINACION MINIMA: ¿SOLUCION
HABITACIONAL O NUEVOS PROBLEMAS?
Beatriz DILLON* - Beatriz COSSIO**
La presente comunicación responde a las primeras conclusiones
de un estudio sobre los problemas urbanos y sociales en barrios de viviendas
colectivas correspondientes a operatorias FONAVI de la categoría TM (terminación
mínima) en la ciudad de Santa Rosa -La Pampa-
Trata de indagar sobre las relaciones entre individuo y entorno
y las múltiples manifestaciones en el uso cotidiano del espacio que de ellas se
desprenden.
Los barrios de viviendas colectivas en la ciudad de Santa Rosa
-La Pampa-, albergan a casi el 30% de su población. Su conformación, inserción
en la trama urbana, estructura demográfica interna, sociabilidad del hábitat,
relaciones de convivencia diaria, desarrollo de vínculos entre la vida colectiva
y el espacio urbano, definen una organización del espacio particular donde las
relaciones entre Espacio, Sociedad y Estado resultan sumamente intrincadas.
Este estudio y todas las investigaciones que desde 1991 se
vienen realizando sobre la misma temática, pretende aportar una serie de
propuestas que orienten la definición de políticas urbanas tendientes al
mejoramiento de la calidad del hábitat de los grupos sociales que habitan
conjuntos habitacionales de distintas operatorias construidos por el FONAVI.
Aproximación teórica
La etapa de globalización e informacionalización ha modificado
sustancialmente la estructura espacial y social de las ciudades, generando
nuevas formas de organización social, sistema de relaciones y expresiones
culturales. En este mundo de urbanización generalizada coexisten el avance de la
información, de las nuevas tecnologías y los procesos de acumulación y
concentración económica con las manifestaciones culturales tradicionales y los
modos de vida de los grupos sociales que habitan el espacio vivencial, quienes
se hallan en una búsqueda constante de bienestar y armonía entre comunidad y
configuración territorial.
El nuevo modelo excluye amplios sectores sociales y
territorios, donde grandes espacios urbanos quedan sin articularse.
En este contexto la falta de empleo, el deterioro de los
ingresos familiares, la crisis de la vivienda y los servicios urbanos, moviliza
a los grupos sociales a recurrir al Estado en procura de soluciones.
La necesidad de viviendas como consecuencia de la urbanización
acelerada, la importancia financiera y técnica adquirida por ciertos organismos
internacionales (Banco Mundial, Bancos de Desarrollo) y los intereses del sector
de la construcción han conducido a la ejecución de modelos estandarizados de
construcción masiva de viviendas. Por intermedio del Fondo Nacional de la
Vivienda el Estado ha posibilitado que ciertos sectores -populares en un
principio y medios después- tuvieran acceso a una vivienda en conjuntos
habitacionales planificados.
El rol del Estado como agente proveedor de viviendas supone la
intervención en uno de los bienes más privados e individuales de las personas.
Se coincide con Borja que "la vivienda social es apagada, uniforme, masificada,
lo que se contrapone con el deseo de los usuarios de un "lugar" personal e
individual que les impide desarrollar su propio modo de vida. La vivienda social
significa, dependencia, control, regulaciones y anonimato" (Borja et. alt. 1990:
203).
Al acceder a la vivienda, el adjudicatario comienza un proceso
de apropiación social del espacio y de situaciones de vida cotidiana, en
búsqueda de vínculos sociales que le permitan identificarse con el lugar y el
grupo social, para lograr sentido de pertenencia.
La estructuración y formas de vida social dependen, en gran
medida, de la configuración territorial, ya que la tipología constructiva, el
diseño arquitectónico, los materiales de construcción y el equipamiento e
infraestructura dan marco a un entorno que influirá sobre la dinámica social y
definirá, a corto, mediano o largo plazo pertenencia e identidad, satisfacción o
insatisfacción de las personas respecto al "lugar" donde viven, contribuyendo a
definir la calidad del hábitat. La estabilidad, la seguridad y la pertenencia
son elementos centrales para satisfacer las necesidades y aspiraciones de los
grupos.
Las condiciones del entorno físico influyen en la vida social
del barrio: en los comportamientos individuales y grupales, en el uso de los
espacios privados y públicos, en el atractivo del barrio, en la cohesión social,
en el uso social del ocio, etc., según la valoración de sus usuarios habituales
(Borja,1997). Siguiendo al autor, el barrio debe ser entendido en sus
dimensiones simbióticas y simbólicas. Simbiótica en cuanto relaciona Sociedad y
Estado -adjudicación de viviendas, provisión de servicios y equipamiento- y
simbólica porque integra culturalmente y da identidad colectiva a sus habitantes
a través de la apropiación de los espacios públicos y privados. La recurrencia
de ambas dimensiones permite obtener el bienestar colectivo, que se manifiesta a
través de una convivencia agradable, la voluntad de participación, el cuidado de
los espacios públicos y privados (Borja, idem).
Wilheim, considera que la disponibilidad de espacio y su
cuantificación "dependen de patrones culturales y es función del número de
usuarios y de sus edades, que garantiza el confort en oposición a la
promiscuidad resultante de la falta de espacio" (Wilheim, 1990:357).
El espacio privado está constreñido dentro de la vivienda y es
colectivo cuando es externo a la misma. Se convierte en "lugar" cuando colma de
significados y valores en virtud del afecto con que se lo reconoce o por su
presencia en la vida cotidiana.
El espacio privado y el público son el "resultado del cruce de
dos lógicas distintas, la oficial que remite a criterios de 'técnica' y de 'bajo
costo' y la del cotidiano de sus habitantes que impone un ciclo espacial
distinto y transforma en la práctica usos y funciones. El consumo que él se hace
es clave en estas transformaciones" (León, M.1991: 165)
Si partimos de la base que el espacio es el resultado de la
interacción continua de la configuración territorial, es decir el conjunto de
elementos más o menos modificado por la acción consciente del hombre y la
dinámica social o el conjunto de relaciones que definen una sociedad en un
momento dado (Santos, 1996), los barrios planificados constituyen un espacio
donde las viviendas, el equipamiento y la infraestructura conforman la unidad
funcional urbana (configuración territorial) a la cual el grupo de personas
relocalizadas le aporta una determinada dinámica que en un principio puede
resultar caótica, debido a que es necesario construir un espacio colectivo con
una organización social armónica. La estructuración y formas de vida social
dependen, en gran medida, de la configuración territorial, ya que la tipología
constructiva, el diseño arquitectónico, los materiales de construcción y el
equipamiento e infraestructura, influirán sobre la dinámica social y definirán,
a corto, mediano o largo plazo pertenencia e identidad, satisfacción o
insatisfacción de las personas respecto al "lugar" donde viven.
Métodos y técnicas
Se trata de un estudio cualitativo en el cual se quiere
interpretar las percepciones de los adjudicatarios sobre su vivienda, su barrio,
las relaciones sociales y sus condiciones de vida en respuesta a sus necesidades
y aspiraciones, en el cual el componente subjetivo es revalorizado.
La estrategia metodológica utilizada es el estudio de casos
para los cuales la técnica fundamental fue la realización de entrevistas en
profundidad, desarrolladas en varias sesiones.
La información obtenida fue tratada a través del análisis de
contenido y fueron fundamentales los testimonios de los entrevistados, que
permitieron percibir los procesos de apropiación de los espacios privados y
colectivos y la relación actitudinal (deseos, demandas, preocupaciones e
insatisfacciones) y comportamental (cuidados, mantenimientos, mejoras) que se
establece con los mismos.
Características de la modalidad TM (Terminación
Mínima)
La Resolución Nº 121 del Ministerio de Salud y Acción Social -
Secretaría de Vivienda y Ordenamiento Ambiental del 30 de mayo de 1988, aprueba
las definiciones de la categorización de viviendas financiadas por el FONAVI -
Categoría TM (Terminación mínima)-. Según su fundamentación surge de la
necesidad de una reconversión de las operatorias a implementarse con recursos
del Fondo Nacional de la Vivienda y propone redefinir las características de las
unidades habitacionales y la tipología de los edificios "con mayor coherencia y
relación con las características socioeconómicas de la población destinataria de
recursos insuficientes". La mencionada resolución expresa, además, "que deben
implementarse ..criterios de carácter regional que permitan considerar las
características particulares de los distintos programas, según las condiciones
ambientales y sísmicas de cada región". El programa pretende "revalorizar el rol
de los futuros usuarios promoviendo su participación en el completamiento de las
unidades así como del nivel de terminaciones de las mismas, superando las
condiciones mínimas establecidas, enmarcado en un criterio de solidaridad, ya
que las economías iniciales obtenidas, permitirán aumentar el número de unidades
financiadas, posibilitando en consecuencia satisfacer a un mayor número de
grupos familiares demandantes".
Características físico-espaciales de la vivienda
Se trata de viviendas unifamiliares, cuya superficie útil
mínima varía entre 26 y 45 metros cuadrados según la cantidad de dormitorios y
las particularidades del diseño. Este tipo de vivienda es definido, generalmente
en la bibliografía como reducida y de acuerdo a la relación metro cuadrado por
persona se han fijado, en algunos países europeos, umbrales de
habitabilidad.
La vivienda esta compuesta por un área social integrada, en un
ambiente único que incluye el estar-comedor y la cocina, dormitorio/s y un
baño.
El diseño del proyecto, asegura la posibilidad de ampliación de
la misma y se adjudican con la "infraestructura necesaria terminada (interna y/o
de nexo) para su correcta ocupación y uso" (Res. 121/88).
Las viviendas cuentan con la provisión de agua potable, gas,
eliminación de aguas pluviales, eliminación de líquidos cloacales, electricidad
y alumbrado público. La prestación de estos servicios comprende tanto las obras
de conexión domiciliaria como las de nexo para la habilitación de los mismos. El
equipamiento está conformado por apertura de calles, cordón cuneta, enripiado y
veredas.
Poseen solados de cemento alisado tanto en locales secos como
en baños, patios y vereda. Los revoques tanto interiores como exteriores son
fratasados, y salpicado con color incorporado en el caso de estos últimos. No
cuentan con ningún tipo de revestimientos. Respecto a las carpinterías poseen
hojas y marcos en todas las aberturas de exteriores y en el interior todas las
aberturas cuentan con marcos, y hojas solo en baños y un dormitorio. No se
proveen sistemas de oscurecimiento y seguridad pero se prevén dispositivos que
permiten su futura colocación en estar-comedor y dormitorios. En cuanto a la
pintura solo se aplica en carpintería de madera y metálica. La instalación
sanitaria mínima incluye algunos artefactos y accesorios.
Barrios de Viviendas TM en la ciudad de Santa Rosa
Los barrios FONAVI de categoría TM en la provincia de La Pampa
representan el 20% de las viviendas entregadas por este organismo. Dicha
modalidad solo es superada por las de viviendas FONAVI - modalidad común-
(54,18%) y el Plan 5000 (21,19%).
De la categoría estudiada, en la ciudad de Santa Rosa se han
construido barrios de viviendas individuales de una planta, de uno, dos y tres
dormitorios, adjudicados desde fines del año 1991 y hasta 1994. Durante este
período se entregaron 1059 viviendas repartidas en distintas operatorias que
variaban en su localización y magnitud .
La localización ha dependido de la disponibilidad de suelo
urbano en distintos sectores de la ciudad. Tratándose, alguna de ellas, de
operatorias pequeñas ha permitido resolver el emplazamiento de las mismas en
áreas vacantes cercanas al área central. Las operatorias mayores se localizaron
en áreas más alejadas, conduciendo a una periferización del uso residencial. En
general, la mayoría se encuentran compactados, presentando usos complementarios
en algunas viviendas e integrados a la trama urbana.
Características generales de los grupos que habitan barrios de
viviendas TM
En todos los barrios de categoría TM viven aproximadamente
cinco mil personas. Su estructura está conformada principalmente por hogares
unifamiliares de tipo nuclear con dos, tres o más hijos, hogares multifamiliares
y unipersonales. Se ha verificado un aumento de viviendas con hogares
multifamiliares, hecho que no se apreciaba tan claramente en las investigaciones
anteriores.
Los entrevistados son en general, provenientes de otros barrios
de la ciudad de Santa Rosa que no contaban con vivienda propia y a los cuales el
acceso a una vivienda los convierte en futuros propietarios de las mismas. Sus
ingresos mensuales oscilan entre $400 y $1000. En cuanto a la categoría
ocupacional es heterogénea; coexisten empleados -del sector público
principalmente-, cuentapropistas, ocupados en el sector informal y profesionales
(ingenieros, médicos, psicólogos). Se registran algunos casos de desocupación de
uno de los cónyuges. Es de destacar la importante presencia de trabajadores
familiares sin remuneración fija (reposteras, modistas, etc.) y mujeres ocupadas
en el servicio doméstico.
Percepción de la vivienda
La vivienda, como bien individual y privado, genera una serie
de sentimientos "personales" vinculados necesariamente al sentido de pertenencia
que se tiene con la misma. Más allá de ello la vivienda debería ser "habitable",
es decir física y socialmente atractiva y aceptable.
a) sentido de propiedad:
El acceso a una vivienda propia genera en los individuos
sentido de pertenencia y seguridad que se traduce en satisfacción personal, al
disponer de una infraestructura mínima, con la cual la mayoría no contaba hasta
ese momento. Esta situación tiende, en general, a minimizar otras cuestiones
relacionadas con la vivienda y con el hábitat en general. El sentido de
pertenencia se vincula con el hecho de la futura propiedad y con la limitación
económica de construir "su" vivienda. La mayoría de los entrevistados manifestó
su deseo de vivir definitivamente en el barrio, salvo una mejora notable de su
situación socioeconómica.
Al requerir la vivienda de importantes mejoras a fin de dejarla
en condiciones de habitabilidad, genera en los individuos un sentimiento de
apego, tal como se expresa en el siguiente testimonio "la fui terminado poco
a poco, ahora no quisiera irme".
b. comodidad de la vivienda:
Tal lo manifestado las viviendas poseen un espacio reducido,
fundamentalmente las áreas destinadas al encuentro social (cocina,
estar-comedor) lo que no favorece el desarrollo de relaciones de convivencia o
exige una adaptación a las condiciones de la vivienda, más allá de las deseadas
por sus ocupantes. Ante la pregunta ¿es cómoda la vivienda?, la mayoría contestó
"si, pero es chica.". El tamaño reducido de la vivienda exige una
adecuación a sus dimensiones, de allí los testimonios contradictorios
En cambio, los dormitorios, en cuanto áreas privadas, son
considerados como adecuados en su tamaño.
El diseño de viviendas unifamiliares, permite la existencia de
un espacio individual para las familias (el patio) y posibilita la ampliación
del espacio habitable, produciendo esto una sensación de satisfacción
generalizada.
Otro factor a considerar es la privacidad, este indicador
define el confort individual, se asocia al espacio disponible y al silencio.
Permite al individuo recogerse en un espacio; la privacidad familiar permite
establecer un límite al compromiso colectivo, de huir un poco de la coerción
social de la comunidad (Wilheim, 1990:358).
La necesidad de privacidad e independencia se halla relacionada
con la posibilidad de desarrollar libremente las actividades cotidianas en el
interior de la vivienda. En este sentido la relación entre privacidad, diseño
arquitectónico y calidad de los materiales de construcción es directa. Cuando
éstos últimos son deficientes se genera una restricción a la libertad por
autocontrol o por la presión social. La falta de independencia y privacidad
influye en la intensidad de las relaciones sociales generando situaciones de
conflicto, relacionadas en la mayoría de los casos con las actividades
específicas de niños y adolescentes.
c) Completamiento de las viviendas
El acceso a la vivienda requiere en un corto tiempo de la
terminación de la misma a fin permitir su habitabilidad. Algunos entrevistados
han tenido la posibilidad de completar su vivienda, antes de residir en la
misma; mientras que otros -la mayoría- lo han realizado residiendo en ella. Han
manifestado las dificultades que significa vivir en viviendas sin pisos, sin
revoques finos, sin pintura. Además la necesidad de colocar los cerramientos
correspondientes por lo menos en las aberturas exteriores, con el fin de
garantizar una seguridad mínima y obtener mayor privacidad.
d. ampliaciones, mejoras y mantenimiento de la vivienda.
La superficie de la parcela y el diseño de las viviendas
permite la ampliación tanto en la cantidad de dormitorios como del área
cocina-estar-comedor, particularmente en las viviendas localizadas en esquinas.
La concreción de estas ampliaciones está íntimamente relacionada con las
necesidades del grupo familiar y con las posibilidades económicas del
adjudicatario. Algunos de los entrevistados manifestaron su satisfacción por
esta posibilidad, mientras que otros plantearon la imposibilidad de aumentar el
número de locales de la vivienda, si bien eran consideradas necesarias por los
usuarios.
En algunos casos pudo constatarse importantes mejoras en cuanto
a provisión de aberturas de calidad, modificaciones de fachada, etc.
contrastando con otros casos donde las viviendas se mantienen en su diseño
original.
e. aspectos técnicos
En general se coincide que los materiales de construcción
utilizados son buenos, aunque se destaca claramente los problemas de
construcción lo que dificulta las futuras mejoras que deben realizarse a la
vivienda "está mal construida, a las apuradas, con falsas escuadras y
revoques panzeados. Esto te encarece todo lo que le tenés que hacer para
mejorarla...". La mayoría de los entrevistados planteó la existencia de
otros problemas como humedad y caída de revoques, asociados con la construcción
de la vivienda
f) seguridad
Este problema no se refiere exclusivamente a la existencia de
casos de delito o violencia, sino fundamentalmente a la necesidad de sentirse
aceptado por el grupo social, el derecho a la movilidad y al desplazamiento
cotidiano sin dificultades. De los casos entrevistados la mayoría manifestó
situaciones de inseguridad al momento de abandonar su vivienda para concurrir al
lugar de trabajo y se han denunciado numerosos casos de robos. La falta de
seguridad se manifiesta en la construcción de cerramientos con rejas, tanto en
las aberturas como en el frente de la vivienda. La diferencia se evidencia,
también, según la localización de los barrios ya que aquellos que se sitúan en
área más alejadas o periféricas presentan mayor índice de delitos
fundamentalmente contra la propiedad.
g) relación con los vecinos
La socialización del entorno crea las condiciones para el
descubrimiento de intereses y problemáticas comunes (Castells, 1986:123).
En los barrios analizados se evidencia, tal lo manifestado, un
ambiente de vida privatizada "de la casa para adentro", No se muestra
interés en tener relaciones estrechas con los vecinos a fin de evitar
"futuros problemas". Sin embargo la densidad barrial y la proximidad de
las viviendas hacen que muchas veces estas relaciones se vuelvan conflictivas
con relación a las molestias ocasionadas por las actividades específicas de
niños y adolescentes.
Sin embargo todos se manifiestas predispuestos a las relaciones
de ayuda mutua, las que cumplen un papel muy importante respecto a la
satisfacción social. En general estas relaciones se desarrollan individualmente
ante una emergencia o un problema doméstico cotidiano.
No existe, como ocurre en otros barrios, solidaridad en el
cuidado de los espacios comunes ni en el mantenimiento de los juegos de parques
y plazas.
La participación en actividades comunitarias es, en general,
exigua, aunque se manifiestan diferencias entre los barrios analizados de
acuerdo a la antigüedad de residencia, pertenencia barrial, etc.
Los obstáculos al desarrollo de la vida cotidiana y de las
organizaciones que la estructuran, se vinculan con la indiferencia hacia la
participación en actividades comunitarias. Esto trae como consecuencia la
disminución en la extensión y riqueza de las redes sociales y la interacción
humana. La escasa participación en actividades comunitarias está vinculada no
solamente a la indiferencia de las personas hacia este tipo de actividades
colectivas en toda la comunidad, sino también a las dificultades de construir
verdaderas redes de relaciones comunitarias. Se establecen reales dificultades
para construir una "comunidad", debido al escaso control sobre el ambiente. De
esta forma los barrios planificados se convierten en ambientes de vida
"privatizada", carente de dimensiones sociales flexibles y positivas.
Primeras conclusiones
De las percepciones de los entrevistados se desprende como
ellos autodefinen su anhelo a una mejor calidad de vida, lo que supone la
necesidad de la construcción de un modelo que debería tender hacia una síntesis
entre las políticas oficiales y los deseos, aspiraciones y necesidades de la
comunidad.
Retomando la pretensión de la Resolución 120/88 sobre
"revalorizar el rol de los futuros usuarios promoviendo su participación en el
completamiento de las unidades así como del nivel de terminaciones de las
mismas...", esta categoría más que otras, marca en un tiempo relativamente corto
las diferenciaciones socioeconómicas de los adjudicatarios que se manifiesta en
las terminaciones, mejoras y ampliaciones, es decir en el aspecto general de la
vivienda.
Esta situación dificulta la construcción de relaciones sociales
positivas entre el grupo y la posibilidad de proyectar sus intereses en pos del
bienestar común. El acceso a una vivienda social y de servicios básicos de un
grupo heterogéneo de personas a un medio previamente construido y donde no han
tenido participación alguna anterior necesita desarrollar sentimientos de
"comunidad" y "unión" en un ambiente que, generalmente, no es de su elección y
el cual presenta límites muy estrechos que le permitan formar o reformar de
acuerdo a sus intereses y necesidades personales y de la comunidad. De esta
forma el barrio se convierte en ambiente de vida "privatizada", carente de
dimensiones sociales flexibles y positivas.
La provisión de servicios básicos de la vivienda,
infraestructura y equipamientos adecuados no alcanza para construir un hábitat
en el que todos se sientan a gusto.
El diseño arquitectónico, la calidad de los materiales
utilizados y el nivel de terminación de las viviendas no permiten obtener una
sensación de satisfacción necesaria para el bienestar cotidiano sino que
imposibilita a los usuarios, de menores ingresos, alcanzar un mayor confort o
comodidad en su residencia.
Esto hace pensar en la necesidad de diseñar viviendas
económicas "habitables" es decir física y socialmente atractiva para sus
moradores.
El hecho que se hayan modificado las características de los
nuevos conjuntos habitacionales emplazados en la ciudad de Santa Rosa, supone un
reconocimiento por parte de las autoridades del Instituto de Vivienda, órgano
encargado de la implementación de los mismos, de las limitaciones en el
mejoramiento de la calidad edilicia y de las condiciones de habitabilidad, que
las operatorias de las viviendas de modalidad terminación mínima provocan en el desarrollo armónico de vínculos sociales en la vida
cotidiana de los grupos y sus relaciones con el entorno.
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