LA
ASOCIACIÓN DE MUNICIPIOS PARA LA GESTIÓN INTEGRAL
DE
LOS RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS (RSU):
El
caso del Consorcio Regional Capital en la Provincia de Buenos
Aires
Bárbara
Teresa Romano
y
Jorge
Martín Motta
Universidad
de Buenos Aires
Resumen
Abordaremos
la problemática de la asociación de municipios para la gestión integral de los
residuos sólidos urbanos (RSU). Particularmente, el caso tomado como objeto de
investigación es el Consorcio Regional Capital en la Provincia de Buenos Aires
-el cual agrupa a los municipios de La Plata, Berisso, Ensenada, Punta Indio y
Brandsen- y que resulta como una novedosa alternativa frente al tradicional
manejo de los RSU centralizados en la CEAMSE (Coordinación Ecológica Área
Metropolitana Sociedad del Estado).
Los
argumentos desarrollados tienden a explicar ¿cuáles son las necesidades que
mueven a los municipios a asociarse?, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de
hacerlo?, ¿cuáles son las acciones desarrolladas por cada actor implicado? y
¿cuáles las lógicas de asociación?, entre otras. Asimismo, se pone la mirada en
el modelo de gestión y en los procesos de participación social, entendiendo a la
asociación como un instrumento clave para poder afrontar, con solidaridad
institucional, los problemas propios de los municipios y de los
vecinos.
El trabajo
demuestra que la experiencia del Consorcio Regional Capital es aún un conjunto
de voluntades políticas y no una forma de asociación sólida. Sin embargo, la
articulación de esas voluntades es una prueba de que los municipios están
buscando producir modelos de gestión de soluciones a sus problemáticas bajo la
lógica "de abajo hacia arriba". Asimismo, estas nuevas formas de asociativismo
tienen una influencia en la configuración territorial del sur de la Región
Metropolitana de Buenos Aires, generada a partir de una espacialización de los
procesos político-sociales.
Palabras
clave: Asociación de municipios - Gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) -
Consorcio Regional Capital
Abstract
This article
addresses the problem of the association of disctrict for the integrated
management of solid waste (MSW). Particularly the case given as an object
of research is the Capital Regional Consortium in the Provincia de Buenos Aires,
which included the districts of La Plata, Berisso, Ensenada, Punta Indio and
Brandsen, and it is as an innovative alternative to traditional centralized
management of MSW in CEAMSE (Metropolitan Area Coordination Ecological Society
of the State).
The
arguments tend to explain what are the needs that motivate districts to join?,
what are the advantages and disadvantages of doing so?, what are the actions
performed by each actor involved? and what the logic of association?, among
others. Also, we look at the management model and the processes of social
participation, understanding the association as a key instrument to deal, with
institutional solidarity, the problems of the districts and
neighbors.
This paper
shows that the experience of the Capital Regional Consortium is even a set of
political will and not a strong association. However, the
articulation of these wills is proof that the districts are searching to produce
models of management to solve their problems under the logic "from the bottom
up". Also, these
new forms of associative have an influence on the territorial configuration of
southern Metropolitan Area of Buenos Aires, generated from a spatialization of
political and social processes.
Keywords:
Association of districts - Management of solid waste (MSW) - Consorcio Regional
Capital
1. Introducción
El término
municipio alude al conjunto de habitantes de un mismo término jurídico, regidos
en sus intereses vecinales por una municipalidad. Sus componentes básicos son el
territorio, la población y la institución. El territorio de los municipios
bonaerenses o "partidos" comprende vastas áreas rurales y una o varias
localidades, mientras que en la de mayor importancia –la localidad cabecera- se
instala la institución municipal y en las áreas pequeñas se instalan las
“delegaciones”.
Entendemos
al territorio como producto de acciones y, en consecuencia, como construcciones
espaciales (Raffestein, 1993; Soja, 1996). El espacio no aparece como algo dado,
sino como una creación y en esa creación es donde hay discontinuidades, que se
manifiestan, por ejemplo, en la forma en que los municipios se identifican con
las demandas colectivas de la población. Los
municipios poseen mayor cercanía con la población que los gobiernos centrales,
por lo que tienen mayor capacidad de representación de la sociedad.
Consecuentemente, tienen mayor flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de
maniobra -ajuste- a los escenarios de cambio. En esta misma línea, nuestro
trabajo se orienta a pensar ¿cuáles son las necesidades que mueven a los
municipios a asociarse? y si ¿construyen de esa forma “nuevos territorios” y una
“nueva territorialidad”?
El rol de la
asociación de municipios es considerado clave para poder afrontar con
solidaridad institucional los problemas propios y vecinos. En este sentido,
entendemos a la misma como una forma gestionaria compleja de unión de distintos
gobiernos locales para afrontar problemáticas relacionadas a la escala
urbana-regional en general. Sin embargo, nos interesa señalar que en el artículo
no pretendemos desarrollar la cuestión conceptual de la asociación de
municipios, sino que utilizamos las nociones planteadas por distintos autores
para explicar puntualmente el caso regional de los partidos del sur de la Región
Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) y algunos de sus
vecinos.
Tradicionalmente
los municipios de la provincia de Buenos Aires implementaron políticas que no
eran concebidas para sus necesidades, ya que eran provistas desde un gobierno
que tomaba las decisiones de manera centralizada. En este contexto, los
municipios carecían de los recursos institucionales y económicos necesarios para
gestionar sus propias políticas, que se ajusten a su realidad. Como resultado,
los municipios mientras encuentran severas restricciones para dirigir su propio
comportamiento institucional -ya que importantes recursos son administrados
directamente por la
Nación o la Provincia- deben al mismo tiempo asegurar la
continuidad funcional de sus condiciones materiales.
Las
progresivas crisis de los Estados Nacionales y Provinciales conllevaron a una
creciente presión social e institucional sobre los municipios para que comiencen
a ocuparse de otros temas y que propicien una nueva gestión; cuyas funciones –y
resultados- se ajusten a las necesidades de la población. Es decir, que el
municipio debe superar el modelo “3 B” (Esteban y Rossi, 2003): atención al
bache, la bombita, la basura, para hacerse cargo de las demandas de la
población. Este cambio del perfil ha llevado al fortalecimiento del gobierno
local -propiciando una nueva gestión territorial- y a desarrollar funciones que
hasta entonces eran competencia de niveles superiores de gobierno. A su vez,
este cambio trajo consigo una serie de dificultades en la administración del
municipio por parte de los gobiernos, ya que muchas veces –y sobre todo en los
municipios más pequeños- no cuentan con personal capacitado para asumir todas
esas nuevas funciones.
Así, la
asociación entre los municipios de la provincia de Buenos Aires se vincula a los
procesos de Reforma del Estado argentino de la década del ´90; caracterizado
principalmente, por la descentralización de funciones y las privatizaciones.
Esta tendencia descentralizadora ha implicado cambios en las atribuciones de los
gobiernos locales y, por lo tanto, la necesidad de abordar -no sin dificultades-
nuevas competencias y responsabilidades. La asociación de municipios aparece
como una estrategia de desarrollo para políticas sectoriales, ya sea en la faz
productiva como para la resolución de determinados servicios públicos o para la
distribución de recursos. Asimismo, en un contexto marcado por la globalización,
la asociación entre municipios metropolitanos permite reforzar la competencia a
nivel mundial para posicionar a las ciudades dentro del sistema de ciudades
globales.
El presente
trabajo tiene por finalidad presentar un conjunto de reflexiones alrededor de la
problemática de la gestión de los RSU en los partidos del sur de la provincia de
Buenos Aires y, especialmente, en relación a la creación del Consorcio Regional
Capital en el año 2007.
En nuestro
país el aumento de la generación de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) es constante.
En la provincia de Buenos Aires la Coordinación Ecológica
Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) se ha encargado de la gestión
integral de los RSU de 34 municipios y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(CABA), otorgando servicio a un área de 8800 km2. Este espacio,
habitado por 13 millones de personas (al año 2007), produce actualmente casi 6
millones de toneladas de residuos anuales. Estos residuos se disponen en tres
rellenos sanitarios que se encuentran en los partidos de Ensenada,
La Matanza y
General San Martín de la provincia de Buenos Aires. Ante la finalización de la
vida útil de estos rellenos sanitarios, la CEAMSE está en la búsqueda de nuevos
espacios.
En este
contexto, el Consorcio Regional Capital aparece como una opción para la gestión
integral de los RSU en la provincia de Buenos Aires. Esta forma de
regionalización “de abajo hacia arriba” resulta una novedosa alternativa frente
a la tradicional del manejo de los RSU centralizado en la CEAMSE.
2. La
problemática de los RSU en la RMBA
La CEAMSE
entiende a los residuos sólidos como aquellos elementos que provienen de todas las
actividades humanas y animales que son desechados como inútiles o superfluos.
Dentro del proceso de manejo de los RSU se producen varias etapas que tienen que
ver con la recolección, el transporte, el tratamiento y la disposición final de
los residuos sólidos domiciliarios y de los residuos industriales.
Durante
siglos los desechos de las poblaciones se arrojaban en forma indiscriminada,
creando basurales en la cercanía de las ciudades. Como la mayoría de los
residuos producidos eran orgánicos, terminaban incorporándose naturalmente al
suelo y prácticamente no existía lo que hoy conocemos como contaminación. La
Revolución Industrial incorporó nuevos tipos de desechos, y sin embargo, no hubo
variaciones sustanciales en la forma de disponerlos. Consecuentemente se
conformaron vertederos en los que la basura se tapaba con tierra, pero sin
controles que eviten la contaminación del suelo y las napas de agua.
Hacia
1950 comenzaron a aplicarse técnicas de ingeniería sanitaria que propiciaron el
aislamiento de los residuos para no afectar el medio ambiente. De este proceso,
surge el método del relleno sanitario, como una forma de darle destino seguro y
final a los desechos.
Entre los RSU que pueden ser dispuestos por este método se encuentran los domiciliarios particulares, los
comerciales (excluyendo los residuos peligrosos), los industriales (si no tienen
componentes de riesgo), y los producidos en usos particulares como los
institucionales (oficinas, colegios, escuelas, clubes), en la vía pública (poda,
barrido de calles), en la construcción, en ferias y en mercados.
En
este marco contextual, en el año 1977 se crea la CEAMSE, bajo la ley
9111/78, con el fin de implementar una nueva técnica para la disposición final
de los RSU en la
Región Metropolitana de Buenos Aires: la del relleno
sanitario.
Esta Coordinación Ecológica está formada por capitales interjurisdiccionales, ya
que su capital accionario es compartido en partes iguales por la provincia de
Buenos Aires y el gobierno de la CABA.
En
la actualidad funcionan tres rellenos sanitarios en la RMBA que reciben los RSU
de 13 millones de personas, de 34 partidos y la CABA, lo que significa una producción de
13000 tn/día de residuos:
·
Norte
III, que recibe aprox. 13600 tn/dia,
·
González
Catán,
que recibe
aprox. 1200 tn/dia,
·
y
Ensenada,
que recibe
670 tn/día.
Estos
rellenos fueron proyectados con una vida útil que en muchos casos ya ha sido
superada. En la actualidad los rellenos de González Catán y de Ensenada deberían
estar cerrados porque su capacidad está saturada, mientras que al Norte III le
quedan dos años de vida útil.
Mapa
I: Complejos ambientales en la
RMBA y sitios de disposición de los
partidos
Fuente:
Elaboración propia en base a información disponible en www.ceamse.gov.ar
Estos
sitios de disposición final de RSU comprenden además de instalaciones destinadas
a la correcta disposición final de los residuos y el tratamiento de los líquidos
lixiviados producidos, instalaciones para el monitoreo, la extracción y el
tratamiento de los gases generados; como también, plantas donde se realiza la
separación y clasificación de los residuos para su posterior
reciclado.
3. La ley de
Manejo Integral de los RSU en la provincia de Buenos Aires
Ante
la saturación y problemas ambientales generados por los rellenos sanitarios
existentes, la
CEAMSE se encuentra gestionando nuevos espacios para disponer
los RSU. Hasta el año 2004 contaba con cuatro rellenos sanitarios, pero en ese
año fue cerrado el relleno de Villa Domínico (situado en el partido de
Avellaneda), luego de haber superado su capacidad en gran medida y con graves
denuncias de contaminación. Con el nivel de generación actual de RSU,
la CEAMSE
necesita abrir tres o cuatro sitios de disposición final más. Esta cuestión no
es nada sencilla para la Coordinación, porque existen acusaciones de deterioro
ambiental y falta de control de los rellenos
que hacen que los municipios, con fuertes presiones populares, se nieguen a
recibirlos en sus territorios, produciéndose lo que técnicamente se denomina
fenómeno NIMBY.
De esta situación dan cuenta los partidos de Alberti, Dolores, Alvear,
Olavarría, Ezeiza, Campana, Brandsen, entre otros.
Especialistas
como Pineda (1998), De la Calle (2006) y Larrondobuno (2007) explican que el principal
problema no es necesariamente la falta de espacios libres para utilizar como
depósitos. Lo que parece urgir en torno a esta cuestión es la falta de una
política pública que entienda el problema integralmente: es decir que agregue a
las cuestiones relativas a la disposición final, las que hacen a la generación y
a la recolección de residuos. Entender la problemática de la basura como un
ciclo integral es entender que el problema de la disposición empieza con la
generación del residuo y continúa con su traslado. En tanto se disminuya la
generación (a través de distintos mecanismos como la separación y reciclaje de
residuos) disminuirá el volumen a disponer y, por lo tanto el grado de
contaminación. Sin embargo, esta no es una tarea sencilla en el marco del
consumismo que se produce en la escala de las grandes
ciudades.
Los
PAP representan sitios de disposición final conformados por el Ejecutivo
Provincial. Podemos indicar que la definición de la localización de estos sitios
es arbitraria porque no es consultada la ciudadanía ni los gobiernos locales:
los criterios de selección se basan en la distancia respecto a los pozos o
reservas acuíferas destinadas a uso doméstico e industrial. Esta toma decisiones
para la instalación de los PAP centralizada en el Ejecutivo Provincial surge de
una modificación al art. 12 de la ley 13592, debido a las constantes
manifestaciones de los vecinos que no quieren recibir los RSU de la CEAMSE en
sus distritos. Esta cuestión de la presencia de la población con acciones de
protesta, se relaciona con la noción de “justicia territorial” (Soja, E. 2004);
es decir, en cómo las organizaciones comunitarias están comenzando a organizarse
en las ciudades en reclamo de Justicia ambiental para producir geografías
socialmente más justas.
Con
respecto a las acciones que deberá llevar a cabo el Poder Ejecutivo
Provincial, se
destacan:
-
Promover
la Gestión
Regional de recolección, reciclado y disposición final de los
RSU.
-
Evaluar
y aprobar los proyectos de Gestión Integral.
-
Elaborar
un informe anual sobre la Gestión Integral.
-
Elaborar
e implementar planes de incentivos que posibiliten el establecimiento de nuevas
tecnologías en la valorización y minimización de los RSU. Incluso sobre la
comunidad adyacente que sea afectada por el impacto de
localización.
Mientras
que para los Municipios las principales acciones son:
-
Presentar
un plan integral de gestión incluyendo donde van a ubicar la disposición final
en 180 días o seguir adheridos al CEAMSE, quienes ya lo estaban.
-
Considerar
en el plan la implementación de una reducción del 30% del volumen de RSU
en 5 años. Se debe incluir al circuito informal.
-
Los
sitios de disposición final deben incluirse en las propias jurisdicciones, en
forma individual o teniendo en cuenta la regionalización (art 11).
-
Los
municipios deben informar a la gobernación anualmente sobre las estadísticas que
avalen su plan de gestión y la Gobernación publicar las
conclusiones.
Bajo
el “paraguas” de la Ley Nº13592 del año 2006 y ante las constantes amenazas de
instalación de rellenos sanitarios en los partidos de La Plata, Brandsen, Ezeiza, San Vicente,
Campana, entre otros; algunos municipios decidieron asociarse para solucionar
sus problemas de gestión de RSU. En este sentido, se han conformado consorcios
que reproducen una serie de asociaciones entre municipios, las cuales buscan
dejar de lado una postura que implique el fenómeno NIMBY, para asumir el
problema de la gestión y manejo de los RSU como de escala regional.
4. La
asociación de municipios: el caso del Consorcio Regional
Capital
El Consorcio
Regional Capital se crea en el año 2007 entre los partidos de La Plata, Berisso, Ensenada,
Punta Indio y Brandsen. Si bien al mes de marzo de 2010, aún no se ha avanzado
en la constitución legal del Consorcio
-que implicaría, entre otras cosas, definir a qué asuntos concretamente se
abocaría el consorcio, cuál sería el nivel de participación de cada partido-; ya
se tiene definido el principal objetivo: "afrontar de manera conjunta la
problemática de los RSU". En este sentido, la asociación se concretaría ante el
surgimiento de la Ley Nº13592 y la saturación de los rellenos sanitarios de
la CEAMSE.
Los
principales objetivos del Consorcio son promover la Gestión
integral de los RSU del Consorcio y lograr que los partidos del Consorcio
no reciban los residuos de la CABA, ni de otros partidos. Sin embargo y en
consecuencia con lo anterior, se observa que en la complejidad de ese proceso de
promoción de una asociación para la gestión integral también se refleja una
relación dialéctica que implica una disociación de la gestión a escala
macro-regional de la RMBA.
Entonces, los partidos que antes
disponían sus RSU en el relleno sanitario de Punta Lara se asociaron para crear
un sitio propio de disposición final, dentro del Consorcio Regional Capital (de
este conjunto está excluido el partido de Magdalena y se incorporó el de Punta
Indio). En cuanto al partido de Magdalena, ante la posibilidad de que el relleno
sanitario para la disposición final de los residuos del Consorcio se instale en
su municipio, ha decidido no participar del mismo.
Dada esta situación, el partido de Magdalena ha decidido continuar dependiendo
de la CEAMSE.
Aquí, podemos observar los efectos del
fenómeno NIMBY a la hora de resolver problemas a escala regional, como el de los
RSU en la provincia. Además, la no participación de Magdalena pone sobre la mira
distintas dificultades que son generadas por el funcionamiento de la asociación
entre municipios, pero principalmente, por la baja responsabilidad de "ceder
poder" que tienen los gobiernos a la hora de lograr un diálogo constructivo que
exceda la escala municipal para beneficiar a la escala regional.
|
Población
(1991) |
Población
(2001) |
Variación
Relativa (%) |
RSU
kg/hab/día |
RSU
kg/hab/día
(2001) |
Brandsen |
18.424 |
22.515 |
22,2 |
0,8 |
18012 |
La
Plata |
541.905 |
574.369 |
6,0 |
1 |
574369 |
Punta
Indio |
8591 |
9362 |
9,0 |
0,8 |
7489,6 |
Ensenada |
48.237 |
51.448 |
6,7 |
0,9 |
46303,2 |
Berisso |
74.761 |
80.092 |
7,1 |
0,9 |
72082,8 |
Total |
691.918 |
737.786 |
6,6 |
0,88 |
718256,6 |
Cuadro 1: Partidos del Consorcio Regional
Capital
Fuente: Elaboración
propia en base a Censo de Población y Vivienda (2001) INDEC y de la CEAMSE.
Las cifras del cuadro 1 muestran que
La Plata es el
partido que produce mayor cantidad de RSU, seguido por Berisso y Ensenada.
La Plata produce
una cantidad que supera en siete veces a Berisso. Asimismo, supera en más de 70
veces a Punta Indio -el menor productor de RSU del Consorcio Regional-. Estos
datos son muy importantes, no sólo para determinar el cálculo de las plantas y
tecnologías de tratamiento de RSU y de la dimensión de los sitios de disposición
final; sino también para determinar el sitio de disposición final del Consorcio.
Ahora bien, analizando los fundamentos
que llevaron a la conformación del Consorcio podemos señalar cuatro motivos
principales:
-
Independencia
de la CEAMSE, para consecuentemente, dejar de pagar el canon ($30 por tonelada
de basura depositada en Ensenada)
-
No recepción
de los residuos provenientes de otros partidos de la RMBA que no se encuentran
dentro de la asociación. El Consorcio Regional Capital produce una proporción
pequeña de residuos comparando con el total de la RMBA -unos 720 tn/día de RSU-, por lo que
albergar en su territorio
un predio operado por CEAMSE también implica atenerse a la posibilidad de recibir camiones con RSU desde otros
distritos.
-
Reducción
del costo de transporte generado por el traslado de los RSU desde los municipios
del Consorcio a otro punto del conurbano, lo cual acarrea un costo
mayor.
-
Aprovechamiento del residuo como
recurso económico. Especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y
de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) calculan que entre el 30 y el 40
por ciento de los desechos es reciclable. El resto puede ser aprovechado en
sistemas de compostaje -fabricación de fertilizantes-, captación de biogás y
plantas de "valorización energética", por lo que todos los beneficios producidos
en este sentido quedarían en el Consorcio Regional.
La
emergencia de estas asociaciones de partidos probaría que la escala municipal es
poco adecuada para responder a las exigencias que se le plantean en contextos de
resolución de problemáticas relacionadas con la provisión de los servicios
urbanos; como es la de generación, recolección, tratamiento y disposición final
de Residuos sólidos urbanos. La asociación aparece así como una estrategia para
mejorar la eficiencia de la prestación del servicio para los RSU y la
disminución de costos operativos –y de sus externalidades negativas- a partir
del aprovechamiento de la economía de escala.
Sin embargo,
esta regionalización posee algunos aspectos que podemos considerar como
“vulnerables”; ya que pueden comprometer la unidad y eficiencia del Consorcio.
Algunas de las debilidades se relacionan con la falta de aprobación de un
estatuto para que lo reglamente; lo que implicaría definir a qué asuntos concretamente se
abocará el Consorcio, cuál será la participación de cada municipio y hasta la
asignación de recursos que cada municipio deberá aportar. Por otro lado, también
existen debilidades en materia de gestión; ya que el Consorcio no dispone de
funcionarios propios, ni de recursos destinados a solventar sus gastos.
Es decir que los municipios se reúnen
por la voluntad de trabajar juntos, pero no poseen una reglamentación que los
ampare, que defina sus derechos y obligaciones, por lo que a mediano plazo
podría llegar a erosionar esta voluntad “coorporativista”. De todas formas la
voluntad política de los intendentes y la capacidad de gestión de los
municipios, sumada a una progresiva percepción de cambio institucional en el
marco de la crisis política institucional del país, permitieron instalar
políticamente a la Región desde una posición con mayor firmeza frente a otros
actores. Sin embargo, el Consorcio en ocasiones debía presentarse formalmente
como una suma de las voluntades de los cuatro Intendentes decididos a
“independizarse” de la CEAMSE; avalados jurídicamente sólo por el convenio de
creación del Consorcio regional. Por otra parte, cabe destacar que
la Región
actualmente está promoviendo la creación de un Banco Regional y de un Plan
Hídrico,
por lo que se puede pensar que esta asociación, que surgió para solucionar la
problemática de los RSU, tiene ahora un objetivo mayor: el de convertirse en un
espacio estratégico para el desarrollo de los municipios que la componen,
partiendo de las premisas de lograr una resolución en forma conjunta de sus
problemas y de constituirse en polo negociador y representante ante distintos
organismos nacionales e internacionales. En este sentido, para Soja (2004) se
debe tener la posibilidad de encontrar la Región en escala múltiple para
permitir incluir la flexibilidad en el sistema de gobierno, lo cual no implica
que los gobiernos regionales sean únicos -porque estaríamos hablando del viejo
regionalismo geográfico- sino que busquen formas de planeamiento regional.
Siendo estas últimas las que permitirían que las regiones den forma a sus
sistemas de transporte, regiones para el ambiente, regiones en múltiples niveles
y dentro de ellas redes especializadas.
Síntesis
del Plan para la
Gestión Integral de los RSU del Consorcio Regional
Capital
Para
concretar los objetivos de la asociación, los partidos del Consorcio Regional
convocaron a equipos de expertos en RSU de la Universidad
Tecnológica Nacional (UTN) y de la Universidad Nacional de
La Plata (UNLP)
para la formulación del Plan de Gestión Integral de RSU. Este plan, que fue
presentado en noviembre del año 2009, entre sus características principales
contempla la división de la
Región en dos áreas: partidos centrales y periféricos, las
cuales tienen el objetivo de distribuir las funciones de la gestión de los RSU
de manera homogénea e integrada.
Modelo
de gestión de la asociación de municipios en el Consorcio
Regional
Fuente:
Elaboración propia
Por
un lado, el área Central del Plan Integral de gestión de RSU comprende a los
partidos de La
Plata, Berisso y Ensenada. Esta área consta de quince Centros
de Recuperación Urbana Municipal para el manejo de RSU recuperables y una
Estación de Transferencia para facilitar el transporte de los restantes a un
Centro Integral de Tratamiento y Disposición Final (CITDF) ubicado en
la Región
Capital. El CITDF posee una planta de separación de RSU,
equipamiento para el tratamiento de las fracciones orgánica y recuperable, y
para la eliminación o disposición final de los demás residuos por inertizado o
relleno de seguridad.
En
el área Periférica se encuentran los partidos de Brandsen y Punta Indio,
los cuales constan de un Centro de Recuperación Urbana Municipal para el manejo
de los residuos recuperables y equipamiento para el tratamiento de la fracción
orgánica, mientras que la facción de rechazo se envía al CITDF
regional.
Los
planificadores estipulan que el costo total de la implementación del plan es de
$115 millones. Asimismo, según los investigadores
que elaboraron este plan, se pueden mencionar las siguientes ventajas:
-
menores
costos de transporte
-
beneficios
directos por venta de residuos reciclados,
-
beneficios
indirectos por fomento a industrias de reciclaje
-
menor
impacto ambiental
-
menor
conflictividad social (por participación social en la implementación del Plan) y
en relación,
-
mayor
cantidad de empleos directos permanentes en la región y beneficios por
producción de biogás y/o electricidad.
Una
de las principales problemáticas para la implementación del Plan es el sitio de
instalación del relleno sanitario para la disposición final de los RSU. En este
sentido, el Plan elaborado por la
UNLP y la
UTN presenta “cinco verdes”: uno
en La Plata en
el límite con Brandsen y Magdalena, dos en territorio de Punta Indio y dos en el
distrito de Brandsen. Los intendentes de Punta Indio y de Brandsen
mostraron su preocupación y la negativa de recibir los rellenos sanitarios en
sus partidos; aduciendo que ellos son los que menos RSU generan en la región.
Así, finalmente, se decidió que el sitio de disposición de RSU se establezca en
la localidad de Poblet, partido de La Plata, elección que se fundamentó en las
características generales (principalmente en relación a la baja población con
que cuenta -500 habitantes aproximadamente- y la localización estratégica de la
localidad, ya que se encuentra en la “triple frontera” entre La Plata, Brandsen y
Magdalena.
Ubicación
de la localidad de Poblet en relación a las cabeceras
de
los partidos integrantes del Consorcio Regional
Fuente:
Elaboración propia sobre fotografía de Google Earth
A
pesar de las quejas de los vecinos de la localidad rural de Poblet porque la
instalación del relleno sanitario compromete el desarrollo de la principal
actividad: la horticultura y la ganadería, como así también al Acuífero Puelche
que provee de agua a La
Plata y sus alrededores; ya se están haciendo los relevamientos
para la instalación del relleno sanitario. Su construcción demoraría dos años. A
partir de esta situación nos preguntamos si dentro del marco general de la
asociación ¿no deberían darse procesos que incentiven la gestión participativa?,
y consecuentemente ¿cómo se incorpora la Participación Social en
este Plan de Gestión Integral de RSU?, teniendo en cuenta que la implementación
del modelo de gestión que propone el Consorcio resalta a la Participación
Social como herramienta de toma de decisiones y para la
coordinación política. En este sentido, el Plan propone que sean los mismos
vecinos los encargados de encarar acciones de control de las Plantas de
tratamiento y que sean ellos mismos los beneficiados por la creación de nuevos
puestos laborales. Esto se aplica actualmente en la Planta de Tratamiento que se está
terminando de construir en Brandsen, donde los mismos vecinos organizaron
acciones de control para el futuro funcionamiento de la misma (que sería la que
corresponde al área periférica, según el Plan de la UTN/UNLP). Por otra parte, y de acuerdo a
la Ley Nº13592, los municipios deben emitir informes anuales de la situación de
los rellenos sanitarios a los gobiernos, quienes al mismo tiempo –previa
evaluación- deberán comunicar a la comunidad.
5. Conclusión
El territorio de la Región
Metropolitana de Buenos Aires está fragmentado políticamente, ya que es
integrado por dos gobiernos: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia
de Buenos Aires. Esta fragmentación política está compensada por dos tipos de
alternativas: 1- por la existencia de formas de centralización jurisdiccional
con intervención de gobiernos de nivel superior al local, y 2- por la existencia
de formas asociativas que vinculan algunas jurisdicciones. En algunos casos se
han integrado los gobiernos Provincial, Federal y de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (caso Corporación del Mercado Central de Buenos Aires que integra
los tres gobiernos, o el CEAMSE que integra al Provincial y al de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires) y en otros los gobiernos municipales han formado
consorcios municipales.
En
la Región Metropolitana de Buenos Aires la primera experiencia de asociación de
municipios aparece en el año 2000, a través de la conformación de la Región
Metropolitana Norte (RMN) formada por los partidos de Vicente López, San Isidro,
San Fernando y Tigre. Luego aparecieron algunas réplicas, como el Consorcio de
Municipios del Conurbano Sur (COMCOSUR) en el año 2004 conformado por los
partidos de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Florencio Varela, Lomas de
Zamora, Lanús y Quilmes. Para algunos autores como D. Cravacuore y P. Pirez, el
nacimiento de este tipo de regionalizaciones se relaciona con la falta de una
autoridad metropolitana central capaz de dirigir los esfuerzos locales en pos de
un desarrollo que pueda atender las problemáticas que exceden las posibilidades
de cada uno de los gobiernos locales incluidos en el área.
La
problemática de los RSU es común a todos los municipios de la Provincia de Buenos
Aires, pero rescatamos de la experiencia de la conformación del Consorcio
Regional Capital la concreción de acciones tendientes a gestionar de manera
integral la generación de los propios residuos. Esta forma de asociativismo, que
aún es un conjunto de voluntades políticas que se articulan para el tratamiento
de esta problemática, es una prueba de que los municipios no pueden ni deben
esperar que el cambio se produzca de “arriba hacia abajo” ya que la
transferencia de recursos y capacidades muchas veces no se ajustan a las
necesidades de los municipios o no tienen como afrontarlos.
Creemos
que desarrollar nuevos procesos de articulación regional conllevará reformas
políticas a partir de la discusión sobre las competencias que deben sostener los
gobiernos; ya que la proximidad territorial para alcanzar el conocimiento de los
problemas; el fortalecimiento de espacios de representatividad con consenso
social; la ejecución transparente de políticas públicas promoverán el
fortalecimiento de los gobiernos locales.
Asimismo,
de este caso surgen muchos interrogantes que deben ser pensados para futuras
propuestas de modelos de gestión de estos procesos. En este sentido, un factor
poco utilizado hasta el momento es la participación de los distintos actores
involucrados en el manejo de los RSU, desde la población productora hasta los
responsables de la recolección, el transporte, el tratamiento y la disposición
final de los mismos. En este sentido, deberían diseñarse modelos de gestión
basados en la asociación de municipios que incluyan procesos de participación
directa de esos actores en todas las etapas.
Bibliografía
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en Fundación Metropolitana, n° 24. Febrero de 2006.
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Autónoma de Buenos Aires por la técnica del relleno sanitario”,
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Ciudades, edición n° 22. Disponible en
http://www.cafedelasciudades.com.ar/politica_22.htm
(consultado en JUN/2010)
Documentos
de Consulta:
-
Ley
1857 de “Gestión integral de Residuos Sólidos Urbanos”, del Gobierno de
la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Promulgada en mayo del año 2006.
-
Ley
13592 de “Gestión Integral de Residuos Sólidos”, del Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires. Sancionada en Diciembre del año 2006.
-
Proyecto
de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos de la Universidad de La Plata. Presentado
en el Salón del Consejo Superior de la Presidencia de la Universidad
Nacional de La Plata. Noviembre de
2009.
-
Ponencia
presentada en el XII Encuentro Internacional Humboldt "El Capitalismo como
Geografía", La Rioja, Argentina - 20 al 24 de setiembre de 2010.
La ASCE (American
Society of Civil Engineers) define al relleno sanitario como una técnica
para la disposición final de los residuos sólidos (destino cierto y seguro) en
terrenos, sin causar perjuicio para el ambiente y sin ocasionar molestias o
peligros para la salud, ni el bienestar y seguridad pública.
Según De la
Calle (2006) en
los actuales rellenos sanitarios de la CEAMSE todos los residuos conviven en
un mismo espacio, sin ningún tipo de separación previa.
La Ley Nº1857 de “Gestión integral de Residuos Sólidos Urbanos”, más conocida
como “Basura Cero”, fue promulgada en el año 2006 y reglamentada en el año 2007.
Esta ley apunta a entender a la problemática de los RSU de manera global.
Asimismo, contempla la prevención en la generación, la separación en los
hogares, la recolección separada, el reciclado y el compostaje. Además, incluye
el principio de responsabilidad del productor. En este sentido, la meta de esta
ley es la reducción progresiva de RSU,
tomando
como línea base la cantidad de
1.497.656
toneladas de residuos enviados a relleno sanitario durante el año
2004.
Por ello, la Ley propone enviar 30% menos de RSU en el año 2010, hasta llegar a
un 75% en el año 2017. La meta final es que se prohíba
la disposición final de materiales tanto reciclables como aprovechables para el
año 2020.
Sin
embargo, al mes de marzo del año
2010, la ley “Basura Cero” todavía no se aplicaba. En la actualidad en la CABA
se producen 6000 tn/día, mientras que se deberían producir 4000 tn/día. Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1243985
(consultado en abril/2010)
En este sentido, el intendente de Magdalena Fernando Carballo, justificó en 2008
su apartamiento aduciendo que el que tiene que hacerse cargo de la basura es el
que más genera y que pertenecer o no al Consorcio no beneficia a Magdalena
absolutamente en nada, la llave para conseguir obras está en la Provincia o en
la Nación; no
necesitamos pertenecer a un consorcio para gestionar. Fuente: http://basuraenmagdalena.blogspot.com/
(consultado en abril/ 2010)