TALAMPAYA A LA LUZ DE LA LUNA
LLENA

En
1873 el geólogo alemán Alfred Stalzner descubrió Talampaya, en la provincia de
La Rioja.

Unos
70 años más tarde (1940) el Dr.
Joaquín Frenguelli publicó sus conclusiones sobre Talampaya asombrando a los
geólogos, paleontólogos y arqueólogos de todo el mundo.

En
1975 se creó el Parque Provincial Talampaya (Ley 3.509) , teniendo como objetivo
central la conservación de importantes yacimientos paleontológicos y
arqueológicos.

Debido a la relevancia conservacionista del lugar y
su potencial turístico, Talampaya fue incorporado en 1997 al Sistema de Parques
Nacionales de la Argentina. 10 de Julio se cumple el aniversario de la inclusión
de Talampaya al Sistema de Parques Nacionales de la Argentina, como Parque
Nacional Talampaya. ( Ley Nac. Nº
24846, decreto Poder
Ejecutivo de la Nación 623).

El Parque Nacional
Talampaya es una reserva natural y uno de los siete "Patrimonios de la
Humanidad" declarado por la UNESCO en Argentina. El parque ocupa 215.000 ha.

Su paisaje de gran belleza, la flora y fauna son característicos del bioma del monte. Puede observarse excremento de guanaco.
Otros animales que aparecen durante la noche son las maras y los
pumas.

Es el resultado de movimientos tectónicos, a los que durante
milenios se han sumado la erosión del agua y el viento en un clima desértico, con grandes amplitudes de temperaturas, intenso calor de día y bajas temperaturas
de noche, con lluvias torrenciales en verano y vientos fuertes en primavera. La altura
promedio del terreno es de alrededor de 1.300 msnm, y el clima es
continental.

Talampaya comparte junto con Ischigualasto la cuenca geográfica Triásica. Toda esta cuenca geológica es considerada por científicos de
todo el mundo como uno de los paraísos más importantes en material geológico de
la República Argentina. El parque cuenta con rocas que documentan
la evolución del planeta por más de cuarenta y cinco millones de años, siendo
por ejemplo testigo hace más de 250 millones de años de la división del
supercontinte Pangea.

La formación Talampaya esta compuesto por una aglomeración de
rocas de color rojo parduzco. Los estratos están principalmente formados por
arenisca, esta depositada por los abanicos aluviales que bajaron
de los bordes de la cuenca. Esta roca debido a la erosión de millones de años
moldeo diversas formas muy conocidas como Los Reyes Magos, el Tablero de
Ajedrez, La Catedral y El Fraile, entre otras, en el área conocida como Ciudad
Perdida, puede verse el esplendor de las geoformas de
Talampaya.
El parque es un importante yacimiento paleontológico, constituye un sitio de gran importancia
por su abundante riqueza en fósiles. Entre los fósiles descubiertos se encuentra el Lagosuchus talampayensis, uno de los primeros dinosaurios que
habitó la Tierra , hace 250 millones de años en los inicios del triásico.
También se encontraron fósiles de tortugas con una antigüedad de 210 millones de años, como la Palaeocheris
talampayens
Gracias a estos y a una larga serie de animales fósiles desconocidos para la paleontología se esta permitiendo completar uno de los
estudios más interesantes de la ciencia; como y cuándo surgieron los primeros
dinosaurios y poder entender mas sobre un distinta especie conocida como
reptiles mamiferoidesde cuyo tronco básico surgieron más tarde los
mamíferos. Es debido a estas razones la gran importancia que posee
esta cuenca.
Se encuentra principalmente vegetación arbustiva propia de la
zonas desérticas como la rala, achaparrada y el retamo, que prácticamente no
posee hojas y la fotosíntesis la realiza en sus tallos verdes; las jarillas de
follaje brillante y resinoso; y la brea, cubierta de flores amarillas en
primavera. También suelen verse algunas cactáceas como los puquis y varios
cardones, además de la chilca, un arbusto de los faldeos serranos que es endémico de La Rioja, San Juan y
San Luis. En cambio, en los cauces temporarios se despliegan bosques abiertos de
algarrobos de gran porte y, en Los Cajones, molles de
beber.

Entre las especies que habitan en el Talampaya merecen destacarse
varias exclusivas de la Argentina podemos citar, zorros grises, la cuña de patas
negras, calandria mora que son comunes en las inmediaciones de la entrada al
área. Los altos paredones rojizos son utilizados como apostaderos por varias
rapaces, como el cóndor andino, el águila mora y el halcón peregrino, también
son la morada de roedores como el chinchillón, además de estos son conocidos el
gallito arena (o pampa guanaco), el canastero rojizo y el cachalote pardo y un
mamífero como los pichiciegos (o intiquirquincho), pequeños armadillos de
hábitos subterráneos. También pueden ser vistos en el parque Guanacos ó ñandúes
conocidos en la zona como Suris.

Las temperaturas casi extremas predominan tanto en verano como en
invierno. Son frecuentes las sensibles variaciones de temperatura durante
el día, y con respecto a la noche las diferencias son notorias. Los veranos son cálidos, con máximas que pueden superar los 50 °C al
sol, e inviernos con mínimas absolutas de -7 a -9 °C bajo cero. Los meses
con probabilidad de heladas van de mayo a octubre. La radiación solar es
intensa. Los vientos soplan durante todo el año. Los más frecuentes son los del
cuadrante noroeste, oeste, y sudeste, siendo el viento zonda uno de los más
violentos. Es característica la baja humedad tanto en verano como en invierno,
salvo cuando se producen lluvias torrenciales muchas veces acompañadas de
granizo. Estas son temporarias y la mayoría de las veces ocurren en verano. El
promedio anual de precipitaciones en la región es de 150 a 170
mm.
En la zona datan ocupaciones humanas del año 120 y 1180 de nuestra era, donde se encontraron importantes grabados y
pintados descubiertos en piedras y cerámicas,que expresan una fusión armonizante
entre naturaleza y cultura.
El arte rupestre desarrollado en el Talampaya constituye una de
las manifestaciones indígenas de mayor valor en Argentina,los grabados existentes en las rocas representan figuras
antropomorfas y zoomorfas y abstractas con formas geometricas, como ñandúes, felinos y
diversos signos y figuras aún no interpretadas.
El núcleo más importante donde pueden observarse los rastros de
esta cultura ancestral corresponde a la zona llamada "Los Pizarrones" que se
ubica sobre el cauce de un arroyo temporario afluente del río Talampaya, en un
sector plano y liso de roca de unos 15 m de largo cubierto de grabados esculpidos (petroglifos) varios siglos antes de la
conquista.
También se hallaron en la zona restos de viviendas y de muros de
piedra, fragmentos de barro cocido y material lítico proveniente de la
confección de elementos de roca. Es de suponer que en aquellas épocas, unos mil
años atrás, el clima sería un tanto más húmedo y la mayor abundancia de aguas
permanentes, vegetación y fauna, habría facilitado la instalación de grupos
humanos estables y la ocasión para el desarrollo de sus manifestaciones
artísticas, rupestres y artesanales.
Durante
el XII Encuentro Humboldt, la mayor parte de los participantes recorrió
Talampaya.
En las visitas nocturnas pueden observarse
constelaciones imposibles de distinguir en otros cielos con humedad y smog. Es
destacable la Cruz del Sur, ubicada en el centro de los paredones, y en un
increíble silencio, el guía interpreta un tema musical en su quena. La acústica
del lugar permite comparar el sonido con el de un órgano de iglesia.

Solange Redondo y Ana María Liberali
degustando el torrontés riojano con que el guía convida a los
visitantes.