Compensación de empleo y producción
solidaria.
Políticas públicas y acciones desde la administración municipal en la
ciudad de Neuquén.
Graciela Vives
Luego de la crisis que sacudió al país a
comienzos de la década de 2000, recuperada la institucionalidad, aparece un
punto medular en los temarios socioeconómicos de las agendas gubernamentales: la
superación de los planes de corte meramente asistencialista por planes de sesgo
promotor, que prevean el involucramiento -la “activación”- de los beneficiarios
y favorezcan la “incubación” de proyectos productivos
solidarios.
En la administración municipal
neuquina los esfuerzos en el campo de la compensación de empleo registran dos
vertientes. Una es la que lidera la Dirección
Municipal de Empleo, la que implementa los subsidios devenidos
de Planes y Programas nacionales y provinciales (Jefas y Jefes de Hogar
Desocupados, Manos a la
Obra, Seguro de Empleo y Capacitación, ley 2128, entre
otros).
La segunda está constituida por las
acciones, dentro del organigrama del municipio neuquino, de la Dirección
Municipal de Desarrollo Local, Estadística y Censos,
dependiente de la
Secretaría de Desarrollo Local, estamento que concentra
esfuerzos locales hacia la inclusión social a través de política
autoreferenciadas como activas para la generación de empleo. Como ejecutora
distingue dos áreas de actuación:
a) “El desarrollo local comunitario”,
donde promueve una ciudadanía responsable, las organizaciones vecinales y otras
ONGs, promoción de la salud, educación vial, etc. Actividades de neto corte
social que impulsan la convivencia urbana.
b) “El desarrollo local en la economía
social”, que promueve a esta última como marco alternativo a los subsidios y
a la problemática del desempleo. En virtud de ello, ofrece una serie de
servicios específicos como: asesoramiento para el empleo autónomo, derivación a
instituciones educativas y actividades formativas, apoyo en la búsqueda de
empleo, intermediación laboral con empresas.
Desde este posicionamiento del
propio ente actuante cabe recordar algunas precisiones en torno a los conceptos
de desarrollo local y economía social, que permitirán continua con la
caracterización de las iniciativas públicas municipales.
Daniel García Delgado (2006:19, 24,
81) realiza una aproximación al desarrollo apuntando a una perspectiva integrada de
dimensiones económicas, sociales y ético políticas. Desde su visión, concibe al
desarrollo como “un crecimiento sustentable y productivo, basado en la equidad y
cohesión social, articulado desde una visión estratégica compartida. Se trata de
un desarrollo integral inclusivo”
(el destacado es del autor), donde el sentido del desarrollo remita a relaciones
de poder “y a la forma en que se construyen consensos y proyectos colectivos en
un marco democrático”. De modo que el crecimiento económico que debería
acompañar al desarrollo ha de ser “sustentable, pero desde una sustentabilidad
compleja que se interprete tanto en términos macroeconómicos (no volatilidad),
sociopolíticos (gobernabilidad) y ambientales (sostenibilidad). Asimismo, es
necesario que esté basado en una distribución equitativa del ingreso, que
permita mejorar el bienestar del conjunto, apunte al empleo de calidad y a la
cohesión social; y que esté orientado a partir de la concertación de la
pluralidad de intereses y perspectivas sociales en el marco de una visión
estratégica compartida.”
En esta concepción teórica, el
desarrollo pone acento en lo productivo, tomando distancia con el
modelo especulativo financiero de la economía de libre mercado. Este es un
desarrollo que conjuga crecimiento económico con empleo de calidad, y también
con distribución de ingreso y reindustrialización. Así mismo, pone énfasis en
una perspectiva ética que, en
contraste con el economicismo, el utilitarismo y pragmatismo de los noventa,
pone nuevamente en foco la necesidad de equidad, de justicia; la salvabilidad de
la deuda social ante la expansión de la pobreza y el incremento de la
vulnerabilidad.
Desde esta concepción integral se
puede caracterizar más adecuadamente al desarrollo local, si está: a) basado en
procesos colectivos inclusivos; b) basado en la utilización y articulación de
los recursos y capacidades locales; c) dirigido desde una perspectiva de
inserción mundial. En este sentido sería entones “la construcción de un proyecto
colectivo de una comunidad tendiente a mejorar la calidad de vida de la
población a partir de la utilización y potenciación de los recursos y
capacidades locales.” La premisa de la sustentabilidad –de la que depende el
éxito final de la iniciativa comunitaria-, “implica además la construcción
democrática, la participación de la comunidad, la generación de un proceso
económico inclusivo, generador de empleo, respetuoso del medido ambiente y de la
identidad local.”
Ahora bien, las autoridades municipales
neuquinas inscriben sus iniciativas, desde la Dirección
Municipal de Desarrollo Local, dentro del enfoque de la economía social. Bárbara Altschuler y
Alejandro Casalis (2006:71) analizan el vínculo –“caminos paralelos”- entre esta
economía social y el desarrollo local.
Ambas estrategias tienen como
objetivos principales la “generación de trabajo e ingresos, la distribución de
beneficios y excedentes, la satisfacción de necesidades individuales y
colectivas, tendientes al mejoramiento de necesidades individuales y colectivas.
Ambas poseen además como premisa el equilibrio ambiental; la sustentabilidad
cultural, en tanto procesos basados en la identidad de la población y el
territorio; la sustentabilidad política, es decir la legitimidad de los procesos
democráticos en la toma de decisiones; y la sustentabilidad social, basada en la
idea de inclusión.” En franca coincidencia con las premisas de Delgado
previamente comentadas.
Pero la economía social se entiende
como una elección dentro de un proceso mayor, que es el desarrollo. Esto es así
porque la economía social se basa en el asociativismo de las formas de trabajo y
en la búsqueda de una distribución justa de los excedentes; por su lado, del
desarrollo local apunta al potencial de un territorio, sea éste conducido por
empresas tradicionales, pequeñas o medianas o iniciativas sociales. Para una
gran porción de población sumida en la desocupación o en la economía informal,
iniciativas propias de la economía social –grupos productivos, cooperativas,
empresas mixtas o la experiencia de los emprendimientos- conforman una
posibilidad de generar trabajo e ingresos. “Estas pueden converger con el
desarrollo local si a su vez se
enmarcan en un proyecto territorial, aunque está claro que el potencial del
territorio no puede desenvolverse exclusivamente desde la economía social, dado
que algunos proyectos requerirán fuertes inversiones, serán intensivos en
capital o tendrán un importante componente técnico.” (op.
cit.:71,72).
En lo que hace a las iniciativas de
la economía social (que surgen de la
crisis de la sociedad salarial, el agotamiento de las políticas
neoasistencialistas focalizadas, los cambios en los procesos de trabajo y
producción, la reformulación del estado y la consecuente exclusión social); para
comprender las potencialidades de las mismas habrá de considerarse una serie de
atributos:
1- La modalidad que adopta la
producción y también la organización del trabajo –de subsistencia o con
excedentes- que es manifestación de las relaciones sociales que se
establecen.
2- La forma en que la producción y
los excedentes se distribuyen entre los que participan del
emprendimiento.
3- La estructura decisional que
comanda la iniciativa.
4- Los efectos del emprendimiento
productivo en múltiples esferas: en la comunidad, el medio ambiente y la
preservación de los recursos, el equilibrio territorial, el aporte para el logro
de las potencialidades sociales y económicas de la localidad, entre
otros.
En el marco de una economía social,
estos atributos convergen hacia un proceso de desarrollo local, favoreciendo el
incremento de la calidad de vida de toda la comunidad.
Entonces, si se consideran los
proyectos subvencionados con los créditos y subsidios del FOMEP que la
municipalidad ha otorgado desde comienzos de la década pasada, es dable inquirir
el grado de efectividad de los mismos en el apoyo a la ocurrencia de los
atributos enumerados. La caracterización de los emprendimientos, su distribución
temporal, la variabilidad de los montos involucrados, hablará del impacto de los
proyectos en la ampliación de la base económica, así como de su capacidad para
la generación de empleo, esto es, si logran constituirse en herramientas de una
verdadera política pública de “activación” que supere las anteriores iniciativas
focalizadoras implementadas ante el desequilibrio del mercado laboral neuquino y
el avance de la pobreza y la exclusión.
Estrategias públicas para el “desarrollo local” en el entorno de
la “economía social”, emprendidas por la administración municipal de la ciudad
de Neuquén.
El instrumento legal más
significativo que da sostén a
la Dirección
Municipal de Desarrollo Local en esta orientación lo constituye
la ordenanza Nº8234 de 1998. Norma que establece la asignación de recursos
monetarios para la promoción de un “desarrollo económico productivo sostenido”, da
nacimiento al Fondo Municipal de Emprendimientos Productivos FOMEP para la
promoción, financiamiento, capacitación y asistencia técnica de emprendimientos,
servicios de apoyo a la actividad productiva y servicios generadores de empleo.
También está desatinado a la implementación de incubadoras de empresas, a
otorgar infraestructura de obra o equipamiento (maquinarias) y a la creación de
redes de comercialización interbarriales. El fondo está integrado por recursos
provenientes de partidas presupuestarias municipales, aportes otorgados por
entidades municipales, provinciales, nacionales e internacionales, instituciones
públicas o privadas; con lo que busca una amplia articulación con otros agentes
intervinientes en el entramado que da lugar al desarrollo local. Sin embargo, se
erigen obstáculos para la obtención de estos fondos reintegrables por parte
de los prendatarios porque aparte
de la esperable evaluación técnica del proyecto se estipulan (Ordenanza 8650/99)
“requisitos personales” para accedes a los créditos del FOMEP; los que se
concentran en características sociodemográficas de los beneficiarios (edad,
origen, residencia en la ciudad y en la provincia) que acotan la elegibilidad y
dan por resultado la focalización de esta iniciativa, dando por tierra con
pretensiones de universalidad.
El monto total anual -
300.000
a 500.000 pesos – también se muestra exiguo en tanto cada
microemprendimiento recibe un crédito reintegrable. Adicionalmente, sólo el 90
por ciento de los recursos anuales constituyen tales créditos, en tanto el 10
por ciento adquiere la forma de subsidios no reintegrables.
La estrategia señalada es denominada
por la municipalidad como “Desarrollo
emprendedor” .Otras estrategias están dadas por los siguientes
proyectos:
- Impulso a jóvenes profesionales, como
espacio de encuentro entre éstos, las empresas y potenciales
clientes.
-Plan de formación laboral, que facilita
la inserción laboral de los desempleados a través de escuelas de oficios y
servicios, bolsas de empleo y alianzas con el sector privado.
- Fortalecimiento en comercialización,
mediante el que se brinda apoyo a productores y generadores de servicio en la
comercialización de sus productos, facilitando su participación en rondas de
negocios y ferias, con programas de capacitación y regularización de
comercialización informal.
Ahora bien, es necesario reconocer
que estas cuatro iniciativas alcanzan a un número reducido de personas, en
particular por los limitados fondos disponibles. Adicionalmente, la capacitación
es seguida -aceptada-apenas por un centenar de personas como media por
año.
Una mirada hacia el interior de los créditos y
subsidios municipales.
A partir de este punto se analizará la composición y distribución de los
fondos que ha distribuido el FOMEP, a través de la consideración de los
proyectos financiados por el mismo. A los efectos de han confeccionado los
cuadros que se presentan a continuación; siguiendo la información proporcionada
por el organismo municipal que los distribuye.
El cuadro Nº 1 contiene la distribución financiera de los fondos que
corresponden específicamente al “Programa de Fortalecimiento a la Microempresa –PROFOM-.
Son 75 subsidios que comienzan a ser entregados recién en 2000, que
alcanzan un monto –moderado- de $200.995,56, que coincide con el 10 por ciento
indicado previamente, dado que el monto total financiado hasta la fecha vía
FOMEP es de $2.350.070,56 en total.
Cuadro Nº 1: “Programa de Fortalecimiento a
la
Microempresa –PROFOM-
Año |
Cant.
proyectos |
Monto
anual |
2000 |
2 |
13.000,00 |
2001 |
18 |
42.913,50 |
2002 |
2 |
14.000,00 |
2003 |
13 |
26.000,00
|
2004 |
1 |
2.000,00 |
2005 |
4 |
24.500,00 |
2006 |
20 |
39.997,75 |
2007 |
9 |
17.981,37 |
2008 |
6 |
20.599,94 |
TOTAL |
75 |
200.994,56 |
Fuente: elaboración
propia.
En lo que respecta a los subsidios
en particular, el gráfico Nº 1 presenta la transcripción de los montos otorgados
y permite observar cuán inconstante ha sido su otorgamiento desde el inicio de
los mismos. El año 2001 muestra un número de 18 proyectos subsidiados con un
monto superior a los $ 42.000, a pesar de la fuerte crisis
que afectó tanto a las finanzas públicas nacionales como provinciales y por
supuesto que municipales . Esta dinámica se recupera en 2006 -20 proyectos y una
suma similar- para descender hasta la actualidad.
Gráfico Nº1: “Programa de Fortalecimiento a
la
Microempresa –PROFOM-

Fuente: elaboración
propia.
En el cuadro Nº 2 se han incluido
los proyectos subsidiados distinguiéndolos según su naturaleza. Han sido
agrupados en “rubros” con cierta dificultad dada su
variabilidad.
Cuadro Nº 2: “Programa de Fortalecimiento a la Microempresa –PROFOM-.
Distribución de los proyectos subsidiados por rubro y cantidad de
proyectos.
Nº de
Orden |
Cant.
Proy. |
% |
Rubro |
Proyectos subsidiados
(productos/servicios) |
1 |
18 |
25,6 |
Cultivos y cría de
animales |
Granja integral, vivero, porcinos, aves, conejos, matadero,
apicultura, plantines. |
2 |
12 |
16,9 |
Artesanías |
Guitarras, regalos empresariales, bolsas de papel, souvenirs,
art. de madera, carpintería, cerámica,
encuadernación. |
3 |
12 |
16,9 |
Textil |
Fabrica de camperas, guardapolvos, bordados, blanco,
tejidos. |
4 |
8 |
11,2 |
Alimentos |
Panaderías, leche y derivados, rotisería, conservas,
viandas. |
5 |
6 |
8,4 |
Recreación |
Granja educativa, taller de teatro, juegos didácticos,
organización de eventos infantiles, sala de
ensayo. |
6 |
4 |
5,6 |
Comercio |
Kiosco, cafetería y buffet,
peluquería. |
7 |
3 |
4,2 |
Talleres |
Tornería en madera, bobinados y electromecánica,
soldadura. |
8 |
1 |
1,4 |
Limpieza |
Cepillos y escobas. |
9 |
1 |
1,4 |
Medicinales |
Cremas. |
10 |
1 |
1,4 |
Muebles |
Muebles de caña. |
11 |
5 |
7,0 |
Otros |
Cría de hamsters, publicidad, imprenta, diseño
gráfico. |
Fuente: elaboración
propia.
Con todo, se pone de manifiesto la
cuarta parte de los proyectos orientados a la producción agropecuaria (con
énfasis en animales de granja y cultivos de pequeña escala). En segundo lugar,
las artesanías y la producción textil alcanzan sendos 17 por ciento. A éstos,
como se puede observar en el cuadro, le siguen alimentos, recreación, comercio y
talleres. El resto de los rubros aporta apenas un emprendimiento cada uno. En
primera instancia cabe indicar la dispersión de esfuerzos productivos en rubros
de tan distinta índole, que terminan constituyendo expresiones económicas
escasamente concentradas. En segundo lugar, salta a la vista lo reducido del
número de proyectos subsidiados en la presente década. Además, se hace evidente
el carácter estrictamente “micro” de las propuestas presentadas ante las
autoridades municipales neuquinas, dado que la mayoría cuenta entre sus
características compatibilidades con las particularidades del autoempleo –fuerza
laboral personalizada, inversión mínima o reducida en maquinarias, herramientas
o insumos, capital inicial ausente-. Tales características son coincidentes con
el escaso valor agregado de buena parte de los productos resultantes y lo
elemental de los servicios ofrecidos.
El cuadro Nº 3 continúa con el análisis de los
montos entregados por el municipio neuquino en el marco del FOMEP. Ahora es el
caso de los créditos reintegrables otorgados a través del “Programa Municipal
de Pequeños Emprendimientos”
PROMUPEQ, desde la creación del mismo. Entre 1992 y 2008 se han entregado 145
créditos a proyectos productivos por un monto total de $
2.149.076,00.
Cuadro
Nº 3: “Programa Municipal de
Pequeños Emprendimientos” PROMUPEQ
Año |
Cant.
proyectos |
Monto
anual |
1992 |
30 |
455.103,00 |
1993 |
15 |
278.400,00 |
1994 |
6 |
88.000,00 |
1995 |
3 |
4.500,00 |
1996 |
0 |
0,00 |
1997 |
13 |
94.850,00 |
1998 |
0 |
0,00 |
1999 |
10 |
105.930,00 |
2000 |
7 |
69.600,00 |
2001 |
6 |
48.400,00 |
2002 |
1 |
32.450,00 |
2003 |
10 |
196.667,00 |
2004 |
9 |
135.571,00 |
2005 |
12 |
218.405,00 |
2006 |
4 |
35.000,00 |
2007 |
14 |
297.600,00 |
2008 |
5 |
88.600,00 |
TOTAL |
145 |
2.149.076,00 |
Fuente: elaboración
propia.
El gráfico Nº 2 permite visualizar
con facilidad la elevada variación anual de los montos entregados. Como se ve,
los 30 proyectos aprobados en 1992, por un monto superior a los $455.000 –o
dólares de la convertibilidad- no se repitieron en ningún momento posterior. Por
el contrario, en años como 1996 y 1998 los montos otorgados –y los proyectos
concomitantes- se redujeron a cero. Luego, en 2001 y 2002 se marcan los efectos
de la crisis económica nacional en estos fondos municipales, y las cifras se
reducen marcadamente al igual que en 2006. En general el gráfico muestra fuertes
oscilaciones en los montos entregados, que obedecen en buena medida a factores
económicos endógenos. Y son expresión del interés que en las distinta
administraciones municipales ha suscitado esta línea de pequeños créditos a la
producción. Es decir, que se ha echado mano a esta herramienta de incentivo a la
producción y el empleo de un modo muy inconstante, y viendo la serie temporal en
su conjunto es dable aprecia la dificultad de recuperar el fuerte impulso
inicial que se le dio a los mismos en un primer momento.
Gráfico Nº 2: “Programa Municipal de Pequeños Emprendimientos”
PROMUPEQ

Fuente: elaboración propia
El cuadro Nº 4 encuentra nuevamente
ordenados los pequeños emprendimientos que han sido apoyados con créditos por la
administración municipal con fondos del FOMEP. La lista de los mismos ha virado
hacia iniciativa con mayor incidencia de mano de obra y asistencia de capital
–posible a través de tales créditos-. Sin embargo, todavía se trata del tipo de
PYMES extremadamente reducidas, de limitada producción y más difícil inserción
en el mercado, en razón de causas de escala más que de calidad. En primer lugar
-18 por ciento de las propuestas- aparece el rubro textil con iniciativas mano
de obra intensivas, seguido pos las artesanías -15 por ciento-, de naturaleza
similar.
La producción de animales y cultivos
sólo remite al 11 por ciento de los créditos otorgados, lo que los sitúa en
tercer lugar. Comparativamente son mucho menos significativos que en el caso
anterior de los subsidio, lo que demuestra una inclinación mayor de estos
créditos hacia la manufactura. Testimonio de ello es dado por la presencia –en
quinto lugar y con casi el 8 por ciento de los créditos otorgados-, del rubro
productos manufacturados, donde se agrupan algunos emprendimientos con capacidad
de intentar la diversificación de la base económica local. Misma causa a la que
obedece la situación de los rubros sexto y séptimo – materiales de construcción
y talleres- con propuestas productivas de similar orientación. Los siguientes
rubros son de menor peso relativo, dado que los integran proyectos poco
numerosos –aproximadamente 2 por ciento cada uno- y presentan una fuerte
disgregación entre productos y servicios de distinto tipo.
Con todo, efectivamente se puede
observar que en los créditos que provienen del FOMEP a través del Programa
Municipal de Pequeños Emprendimientos PROMUPEQ es mayor (con respecto a los
subsidios), la presencia de inversiones de carácter técnico, con énfasis en la
constitución de talleres, instalación de maquinaria y aún, de algunos servicios
de interés.
Cuadro
Nº 4: “Programa Municipal de
Pequeños Emprendimientos” PROMUPEQ
Nº de
Orden |
Cant.
Proy. |
% |
Rubro |
Pequeños proyectos |
1 |
26 |
18,0 |
Textil |
Taller de costura, hilado de pelo de conejo, tejidos,
alpargatas, bolsos y mochilas, prendas de lana, uniformes, lencería,
estampados, ropa descartable para médicos, productos en telar, alta
costura. |
2 |
22 |
15,1 |
Artesanías |
Cajas de cartón y portarretratos, paletas paddle, molduras para
cuadros, art. regionales, adornos y accesorios, art. de cuero, calzado,
carpintería, inst. musicales,
vitrofusión |
3 |
17 |
11,7 |
Cultivos y cría de
animales |
Porcinos, champignones, horticultura bajo cubierta, plantas
ornamentales, hortalizas, bonsai, apicultura, flores, pehuenes, conejos,
aves. |
4 |
16 |
11,4 |
Alimentos |
Repostería, panadería, fáb. de soda, bombones, fiambres, huevos
de codorniz, licores, embutidos,
catering |
5 |
11 |
7,6 |
Productos
manufacturados |
Envases plásticos, máquinas eléctricas, fornitura de
bijouterie, piezas de joyería, bobinas y cargas, autos para nieve, bolsas
de polietileno, máquinas de panadería, sopladora de envases, matricería de
alta tecnología |
6 |
8 |
5,5 |
Materiales
construcción |
Art. de iluminación, cajas metálicas para electricidad, caños
de PVC, ladrillos, premoldeados, purificadores de
agua. |
7 |
7 |
4,8 |
Talleres |
Metalúrgicos, bobinado para motores, escuadradota y acople,
bobinado de enducidos, t. de electrodomésticos, armado de motores, bombas
y cortadores |
8 |
6 |
4,2 |
Servicios
audiovisuales |
Estudio de filmación, ploteo de planos diseño gráfico,
editorial deportiva, banda ancha, cartelería
artística. |
9 |
4 |
2,7 |
Limpieza |
Plumeros y cepillos, bolsas ecológicas,
detergentes. |
10 |
4 |
2,7 |
Recreación |
Estudio de música, actividades en la naturaleza, material
didáctico, cabañas. |
11 |
3 |
2,0 |
Medicinales |
Dietoterapia regional, perfumes, centro de
rehabilitación. |
12 |
3 |
2,0 |
Muebles |
Muebles rústicos. |
13 |
12 |
8,1 |
Otros |
Instalación de gas, agua y cloacas, servicio para parques y
jardines, laboratorio de control de calidad ambiental, construcción de
poliductos, patente de inventos, adecuación de traillers, servicio de
fumigación, servicios integrales, lavadero de
autos. |
Fuente: elaboración propia
En tal caso, la propuesta consiste en centrar el desarrollo a
través de la implementación de políticas de promoción de la producción
“competitiva”, claramente orientada al logro de mayores capacidades competitivas
de la producción local en mercados regionales, nacionales – y aún internacionales-. Para ello es requisito
fundamental la articulación de las políticas que conforman los programas
provinciales y nacionales de promoción del desarrollo, de acuerdo a unos
criterios que coadyuvarán a que, en su implementación, estas políticas
muestren:
- Complementariedad entre sí, en atención a un objetivo común que
consiste en la consolidación de eventuales ventajas
competitivas.
- Eficacia en la reducción de “costos de transacción”, que afectan
en particular al pequeño productor fuera de una producción de escala y carente
de poder de negociación en un accionar individual, mejor posicionado en una
organización.
- Impulso a formas democráticas y participativas en la resolución
de conflictos intersectoriales; legitimación de las acciones en virtud de su
encuadre legal; apropiado funcionamiento de organizaciones públicas y
privadas.
- Clara distinción entre derechos, obligaciones e incumbencias de
los sectores público y privado.
- Capacidad de distinción entre objetivos de política económica y
objetivos de política social, en el momento de implementar medidas sectoriales
específicas, una perspectiva que suele perderse en problemáticas del tenor de
compensación de empleo.
Pero además, la producción si ha de ser competitiva requiere
producción integrada. Hoy, a causa de su elevado costo, es impensable
ejecutar inversiones públicas de magnitud para el sustento de economías de
subsistencia o próximas al autoconsumo o al autoempleo. Por el contrario, las
políticas públicas deberían impulsar la localización de inversiones privadas
que, más allá de insertarse en programas agropecuarios o manufactureros,
consoliden proyectos industriales integrados. Como objetivos de políticas
estatales de promoción productiva, resultaría favorable para la iniciativa de
desarrollo local neuquino:
1) La implementación de proyectos productivos que nazcan desde
demandas reales.
2) Requerir un doble carácter de los proyectos: que éstos sean
integrados y sustentables. Con articulaciones tanto dentro de su encadenamiento
productivo como con otros procesos de transformación. Apoyar el desarrollo de
complejos productivos integrados. Fortalecer las etapas de comercialización y
distribución.
3) Reconocer la estructura productiva y empresaria que exista en
el lugar y su promoción para desarrollar potencialidades
productivas.
4) Individualizar el agente económico que ha de ejercer el poder
de dominación económica dentro del circuito productivo propio de cada proyecto.
Concertar objetivos compartidos a nivel público.
5) Establecer criterios técnicos en cuanto a escala mínima
rentable de los emprendimientos, de acuerdo a las condiciones naturales y
económicas de la localización.
6) Ofertar factores de competitividad que estimulen la radicación
de inversiones (exenciones impositivas, políticas de acceso a la propiedad de la
tierra, tarifas diferenciales en servicios públicos, entre otros).
7) Asegurar la apertura de fuentes de
financiamiento.
Esta serie de recomendaciones no hace más que remitir -reafirmar-
el rol de estado en la promoción del desarrollo a través de la implementación de
políticas de impulso a la producción.
Desde esa perspectiva se plantean unas premisas básicas, donde los
proyectos productivos coadyuven
efectivamente a:
- La ampliación de la base económica local, ganando distancia del
perfil monoproductor de hidrocarburos asignado a la provincia bajo el paradigma
neoliberal vigente.
- La construcción social de la región. Gracias a la cual la
agricultura, las diferentes manufacturas y los servicios encarados a través de
estos pequeños emprendimientos han de expandir su gravitación en dos referentes
del proceso: la cultura regional y el proyecto político
regional.
La iniciativa de multiplicación de la base productiva local
requerirá de la ejecución de un conjunto de acciones; y su planteamiento deberá
resultar del consenso entre los distintos agentes que se desempeñan en la
región: las administraciones local y provincial -cuerpos políticos y técnicos-,
los distintos integrantes de la comunidad, y en particular los propios
productores emprendedores. Surge como perentorio, en tanto apremiante y
necesario:
1. Definir coordenadas del mercado local a través del
estudio del abastecimiento de productos. En un centro cuyo crecimiento
demográfico se sostiene, no se dispone de una cuantificación de la demanda
actual y potencial de productos y servicios.
2. Profundizar, desde la esfera pública, la intervención sobre los
subsistemas productivos (Alejandro Rofman1999). La
participación estatal de hecho se concentra en las etapas iniciales de los
encadenamientos; las políticas a implementar han de sostener no sólo éstas sino
también las que le subsiguen para lograr en el corto
plazo:
2.1. Dar impulso a la radicación de la explotación asociada a la
industrialización in situ. A la fecha son escasos los avances logrados,
por lo que se hace necesario identificar los puntos de fricción que los
impidan.
2.2. Extender la oferta de factores de competitividad que
estimulen la radicación de inversiones, en virtud del resultado del análisis
anterior.
Este listado de
sugerencias sólo destaca algunas medidas que pueden dar impulso a la producción
local como substitución del autoconsumo y el autoempleo. Pero la implementación
de una efectiva política de promoción productiva deberá dar lugar a la propia
expresión de los diversos integrantes de la comunidad, auténticos partícipes y
protagonistas del proceso de transformación de la realidad
local.
Iniciativas municipales y políticas de compensación de
empleo
Se puede afirmar que la
implementación de las acciones municipales en torno al empleo registra ciertas
rispideces; las principales se pueden plantear en torno a los siguientes
términos:
1) No existen beneficios –subsidios
de corte asistenciales, focalizados, a semejanza de los nacionales o
provinciales- provenientes de un régimen municipal. De forma tal que la
administración local debe “seducir” a aquellos subsidiados de larga data para
que abandonen tal “seguridad” y se involucren en proyectos de
activación.
2) El número de subsidiados
nacionales y provinciales que aceptan estas iniciativas es críticamente
reducido. Ante la proyección provincial de que uno de cada 5 habitantes (50.000)
recibe algún tipo de subsidio, sólo se puede pensar en la centena de involucrados anualmente, tal como se comentó
previamente.
3) El conflicto político del
municipio con instancias provinciales y nacionales nace de la adscripción de las
administraciones a partidos políticos distintos y tiñe el arco de acciones
devenidas de la ejecución de las políticas públicas de corte social. En
particular destaca la necesidad de profundizar articulaciones de la Dirección
Municipal de Desarrollo Local con su homónima provincial en
virtud de la coincidencia de objetivos que ambas pregonan.
4) Criterios de eficacia y
eficiencia de las políticas deberían incorporarse en aras de evaluar
–correctivamente- la eficacia de las políticas públicas de
empleo.
5) ¿En qué medida logran las
políticas de promoción de empleo de la administración municipal articularse para
integrar a los involucrados en una economía social? Como se vio, de
acuerdo al enfoque normativo o ético (Mario Elgue 2006:66) se la define
como las entidades o actividades que por principio: tienen por finalidad servir
a sus miembros o a la colectividad, más que simplemente orientarse al
rendimiento financiero; son autónomas en su gestión con respecto al Estado; integran en su forma de hacer un
proceso de decisión democrático; defienden la primacía de las personas y el
trabajo sobre el capital en el reparto de excedentes; “funda sus actividades en
los principios de participación, del hacerse cargo y de la responsabilidad
individual y colectiva”…”Engloba dos dimensiones: la de una estrategia
participativa de desarrollo local
asociativo y el movimiento sociocultural que la contiene y le da fundamento”. Si
esta es la concepción, la política que el Ejecutivo municipal implementa en el
campo de la compensación de empleo dista por el momento de contribuir a
corporizar una economía social, donde se puedan reconocer las características
apuntadas.
Con lo expuesto hasta ahora es
posible afirmar que en el campo de las políticas compensatorias de empleo la
administración neuquina concentra sus esfuerzos a través de la Dirección
Municipal de Empleo por sobre la Dirección
Municipal de Desarrollo Local. En lo que respecta a la política
de empleo propiamente dicha, los alcances de la “activación” aparecen limitados
–circunscriptos- a la
DM de Desarrollo Local. En tanto, la DM de Empleo sigue lineamientos de corte
asistencialista en la atención de los beneficiarios de planes nacionales,
provinciales y residuales. Estas políticas que se aplican en el municipio
neuquino “se muestran como el paradigma del nuevo modelo selectivo y
focalizador. La dispersión, baja coordinación, escasa asignación de fondos” las
caracterizan. “Son insignificantes dada la dimensión del problema, representan
una estrategia de inserción precaria, dependen de las beneficios fiscales que
las promueven, generan competencia entre los propios necesitados de empleo y
promueven el uso político en su distribución.” (lo Vuolo y otros 2004:191). Así,
la aplicación de estas políticas muestra magros resultados en la reducción del
desempleo y en la concomitante lucha contra la pobreza y la inequidad
social.
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