“ELECCIONES FUERA DEL CENTRO”
“Un
caso particular: Argentina”
María Rosa Lecarotz
Abstract
El análisis de la Geografía Electoral implica relacionar
fundamentalmente los procesos electorales en diferentes momentos
históricos, con situaciones
económicas y sociales implícitas, cuya base territorial le sirve de sustento.
Diferentes enfoques teóricos han realizado desde la visión europea un análisis
de la geografía electoral, en especial a partir del desprestigio de la
geopolítica como subdisciplina dentro de la geografía política, llenando el
vacío dejado por aquella y en consonancia con marcos teóricos legitimadores de
los modelos de acumulación existentes en el primer mundo Los sistemas electorales cuyos
principales articuladores son los partidos políticos, permiten por un lado
canalizar el conflicto social existente en la sociedad y por el otro
materializar a través del resultado eleccionario el poder de las diferentes
coaliciones que en la misma articulan estrategias de cooptación del
votante.
La geografía electoral en países como la
Argentina, refleja la incidencia del escenario mundial,
pero también las respuestas generadas en ámbitos geográficos donde, problemáticas específicas actúan como
detonante en el momento de votar. Las mismas pueden ser cambiantes entre una
elección y la subsiguiente. Las últimas elecciones legislativas
demuestran por un lado la pérdida de identidades y confiabilidad que
caracterizaba a los partidos de mayor peso, y por el otro una oposición carente
de propuestas programáticas con un mínimo consenso que las aglutine.
El
Congreso Nacional, por lo tanto recupera su
centralidad.
The
analysis of the Electoral Geography involves, mostly, relating electoral
processes in different historical moments, with implicit economic and social
situations, which territorial base serves of support. Different theoretical
approaches have been made since the European view an analysis of the electoral
geography, especially from the discredit of geopolitics as a sub discipline
within the political geography, occupying the space left by those, and in line
with theoretical legitimizing accumulation models existing in the first world.
Electoral systems whose main articulators are political parties, allow one hand
to lead social conflict in the society, and on
the other hand realized through the election
result the power of different coalitions in the same articulate strategies of cooptation of the
elector.
Electoral
geography in countries like Argentina, reflects the impact on the world stage, but
also the responses generated in geographical areas where specific problems
operate as a trigger at the time of voting. They may be shifting from one
election and the subsequent. The
last legislative elections on the one hand demonstrate the loss of identity and
confidence that characterized the parties more weight, and the other opposition
proposals lacking program with a minimum consensus that brings together.
The
National Congress therefore returns to its centrality.
El análisis de la Geografía Electoral, implica relacionar fundamentalmente los
procesos electorales en diferentes momentos históricos, con situaciones económicas y sociales
implícitas en los mismos, cuya base territorial le sirve de sustento. Siendo necesario tener en cuenta – más
allá del marco teórico anglosajón, predominante en cierta forma en estas
disciplinas, aportes nacionales y
latinoamericanos, que consideran la especificidad de los momentos históricos de
nuestras sociedades.
Diferentes enfoques teóricos han realizado desde la visión europea un
análisis de la geografía electoral, en especial a partir del desprestigio de la
geopolítica como subdisciplina dentro de la geografía política, llenando el
vacío dejada por aquella y en consonancia con marcos teóricos legitimadores de
los modelos de acumulación existentes en el primer mundo, especialmente desde
Estados Unidos.
No obstante, más allá de los diferentes enfoques teóricos realizados,
dichos autores señalan la
estrecha relación existente entre
democracia liberal y democracia social, donde la primera se modifica
paulatinamente hasta transformarse en la segunda, básicamente por la presión
ejercida a través de los diferentes
intereses de clases que se
instalan en la estructura social
europea. En este sentido los diferentes estados naciones, especialmente
Inglaterra, Alemania, otorgan
políticas sociales como una estrategia de cooptación de los sectores obreros,
dirimiendo de esta forma el conflicto social surgido a través de la lucha de
clases.
Políticas sociales (Estado de Bienestar) que, a través de políticas
imperialista (formal e informal) son sostenidas por la explotación y extracción
de la plusvalía de la periferia, situación que lleva a estos autores a sostener
que: “puesto que la economia mundo
esta inherentemente polarizada, las ventajas politicas de la democracia liberal
y social, nunca pueden ser trasladadas por completo a la periferia, motivo por
el cual el ideal de E.S.D.L. que se ofrece a estos países esta fuera de su
alcance” (Taylor, Peter, 2002). Efectivamente, reiteramos, es la periferia la
que mantiene al estado social en el primer mundo a costa del suyo propio.
Los sistemas electorales cuyos principales articuladores son los
partidos políticos, permiten por un lado canalizar el conflicto social existente
en la sociedad y por el otro materializar a través del resultado eleccionario el
poder de las diferentes coaliciones que en la misma articulan estrategias de cooptación del votante. Escenario en el
cual se conjugan “supuestas situaciones amenazantes” que se eliminarían con la
asunción de determinados partidos con sus respectivos candidatos: restauración y vigencia de la
democracia: América Latina en la década del 80. Argentina con Alfonsín en
1983; crisis económica: Elecciones en
EE. UU. (Obama): inseguridad: por terrorismo (EE.UU., España, etc.)
o delincuencia interior (Argentina:
Ruscauf en 1999: a los delincuentes: balas); corrupción: Argentina en 1999 (gobierno
de la Alianza).
Si la economía mundo
presenta diferentes escenarios y ámbitos dentro de los cuales conjuga el poder y la ideología que lo legitima, son los
estados naciones y en menor medida las localidades ( el eslabón más débil) los
que están filtrados y en parte determinados por situaciones generadas en los
países desarrollados. Por lo tanto la geografía electoral en países como la
Argentina, refleja la
incidencia del escenario mundial, pero también las respuestas generadas en
ámbitos geográficos donde,
problemáticas específicas actúan como detonante en el momento de votar.
Las mismas pueden ser cambiantes entre una elección y la
subsiguiente. Si bien nuestro análisis
se centrará en los últimos acontecimientos electorales del país,
observaremos brevemente esas
cambiantes situaciones que fueron de una manera u otra, influyendo en el proceso
electoral a partir de 1916.
Devenir
histórico:
1916-1930: este período se caracteriza por una Argentina, agro-exportadora, donde
una alianza de clases, entre
oligarquía agrícola-ganadera y representantes del capital inglés, a
través del libre cambio, logra una
extraordinaria transferencia de la tierra pública hacia el grupo hegemónico de
poder, contando para ello con la garantía estatal que, no
sólo permite la conformación de una infraestructura
acorde con dicha división internacional del trabajo, sino que fue legitimando –
especialmente a través del orden jurídico - una estructura social con dos clase
sociales bien definidas: el sector hegemónico y una gran fuerza de trabajo,
especialmente migrante que, en cierta medida permitió una extraordinaria
acumulación de capital. En lo
político, el fraude, viabilizaba la dirección y hegemonía de una determinada
élite y la exclusión de grandes sectores de la población; sectores que también
estaban marginados de la distribución de la riqueza.
No obstante, la presencia de población migrante, cuyas oleadas
sucesivas permitirán la llegada de sectores con cierta formación ideológica
reivindicativa, irán diversificando dicha estructura social y una serie de
conflictos ponen en riesgo el poder del grupo hegemónico: la sindicalización
urbana junto a los reclamos de los chacareros, sumados a los cada vez más
frecuentes reclamos de la Unión Cívica (nacional y radical), determinarán el
surgimiento de la Ley Saenz Peña (1912), de esta forma “la oligarquía comprendió
que era más riesgoso tratar de mantener el control exclusivo del Estado que
aceptar la participación en el poder”…pero la misma ” garantizaba de todos modos
que los viejos sectores dominantes no desaparecerían por completo de la escena
política” (Rofman y Romero, pág. 115. 1990).
El ascenso del radicalismo al poder a través de presidentes como
Irigoyen y Alvear, si bien permitieron y se sustentaron con una creciente clase
media, no cuestionaron los resortes de poder del grupo hegemónico., debiendo
soportar serios conflictos sociales con aquéllos que sí lo hacían, especialmente
los anarquistas. El golpe de 1930, no sólo pondrá nuevamente a la oligarquía en
el centro del poder, sino que reaparecerá una vieja práctica política que les
permitirá seguir sustentándolo: el fraude.
En este período confluyeron , no sólo situaciones externas de gran importancia
que influirían en toda la economía mundo, como la primer guerra mundial y la
crisis económica de 1929 sino también situaciones internas que, si bien son originadas a la luz de
dichas situaciones, se agravan por la forma particular que adquiere en la
periferia las relaciones sociales de producción, debiendo soportar la fuerza de
trabajo una doble explotación: “ la originada en el proceso del intercambio
desigual”… en el cual ” se combina la lucha de clase, a escala
estatal, con la lucha centro-periferia, a escala global, para producir el
desarrollo desequilibrado tan característico de nuestro mundo” (Taylor,
P.)
1945-1955: Luego de la década infame
(materializada en el pacto Roca-Runciman), un grupo de oficiales (G.O.U.) decide
encarar un proyecto, de corte nacionalista con intención de profundizar el
desarrollo industrial. De dicho movimiento surge una figura emblemática en el
nuevo escenario: Juan Domingo Perón. A través de la secretaria de Trabajo y
Previsión irá conformando políticas que lo acercarán a los obreros y peones de
campo. Surge paulatinamente un nuevo actor social que será fundamental en las
elecciones subsiguientes: la clase obrera. El 17 de octubre de 1945 quedará
materializada su presencia en el reclamo efectuado en plaza de mayo. Este
espacio geográfico será el símbolo de su presencia.
La nueva coalición de
poder, está basada en una alianza de clases, que prioriza las medianas y
pequeñas empresas, con los obreros. Como sostiene Torrado, en esta estrategia de
corte “distribucionista”, la industria constituye el objetivo central del
proceso de desarrollo; actuando como centro de atracción de la fuerza de trabajo
del agro, que nunca más, recuperará el nivel de inserción del período anterior.
El Estado se transforma no solo en el principal centro de reasignación de
recursos, sino también en empresario de servicios públicos. El mercado interno,
a través de la demanda lograda con
buenos salarios, refleja el compromiso entre empresarios y obreros,
garantizado por el Estado. La conjunción de políticas keynesianas con estado de
bienestar permitirá una redistribución de la riqueza por parte del sector
asalariado (50%), que posibilitará a Perón no sólo ir construyendo su propio
poder, sino fundamentalmente plantear una conciliación de intereses entre
patrones y obreros… “desde el inicio la clase obrera peronista ve al Estado de
Perón como su Estado benefactor. Sin haber leído a Keynes”…a través de la CGT
habrá de concederles las mejoras que necesitan y por medio de esas mejoras habrá
de conquistar su respaldo político” ( Feinamn, José P.
9/12/2007).
En todo el devenir histórico de nuestro país, presidente alguno tuvo
el respaldo obtenido por Perón en las tres elecciones en las que se presentó
(gráfico Nº 1, abril de 2003. Clarín).
En la reelección de 1952 hubo un factor importantísimo para su triunfo: el papel
desempeñado por su esposa María Eva Duarte…” fue para el peronismo, lo que el
Che para la Revolución Cubana. Su rostro más extremo. Su rostro jacobino. Una
jacobina con faldas”…(Feinmann, José P,
24/2/08).
Su último discurso fue realmente una demostración del poder que Evita
había construido y que quizá excedía al propio Perón a quien sin duda había
superado. Sólo su enfermedad pudo doblegarla, pero antes de morir y ya sin tener
que dosificar su bronca, dictó … “
yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle… Por eso no me deslumbró
jamás la grandeza del poder, y pude ver sus miserias; y por eso nunca me olvidé
de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas”…
…” quiero demasiado a los descamisados, a las mujeres, a los
trabajadores de mi pueblo y por extensión quiero demasiado a todos los pueblos
del mundo, explotados y condenados a muerte por los imperialismos y los
privilegios de la tierra” (Eva Perón en Fermín Chávez, 1987).
El sector
agro-exportador (del cual se extraían parte de los recursos para ser
redistribuidos) fue el principal oponente, junto con la iglesia, ciertos
sectores intelectuales y la
cancillería de EE.UU. Serán situaciones externas como la segunda guerra mundial
y la posterior venta de materias primas para la reconstrucción de la sociedad
europea, lo que permitirá la acumulación de excedentes en nuestro país, pero
será la interpretación y valoración de un descontento generalizado por años de
fraude, corrupción, lo que llevará a Perón a construir un extraordinario poder…”
no era un líder revolucionario. No quería darles el poder a los obreros. Quería,
sí que los obreros fueran parte del poder. Gobernó para ellos, les dio lo que
nadie les había dado. Y lo que nadie les habría dado si no hubiera aparecido él
“ (Feinamn, José P., 23/12/2007).
Esta política y el nuevo escenario mundial (finalizada la guerra de
Corea) donde EE.UU. a través de sus empresas pretende retomar el control sobre
el escenario latinoamericano, influirá decididamente en el golpe de
1955. El peronismo será prohibido y con ello una historia de desencuentros que
gravitará a partir de ahora en futuros procesos
eleccionarios.
1958-1962: Los golpes militares no
sólo violan el sistema democrático sino que, interrumpen los procesos
eleccionarios que lo sustentan. No obstante, la revolución libertadora, llama a
elecciones para convocar a un Congreso Constituyente con el objetivo de anular
las reformas de 1949. Es decir que además de ser fraudulenta, la Convención
anuló la reelección presidencial presente en la misma, pero lo que es aún más
grave los importantes avances que en materia laboral estaban registrados en la
misma, sustituyéndolos por el artículo 14 bis. Y aún más, la propiedad privada
dejaba de tener un fin social.
Desde el enfoque de la geografía electoral, el voto en blanco
(abstención activa voluntaria y legítima: ( Del Aguila, Rafael. Pág. 357. 1997)
superó a los partidos que presentaron sus propuestas: la UCRP y la UCRI. Dicho
voto tuvo un amplio contenido político: fue la respuesta de gran parte del
electorado peronista en protesta por la proscripción del
mismo.
Arturo Frondizi, representante de la UCRI captó dicho votos a través
del acuerdo que Frigerio y Cooke elaboraron con el consentimiento de Perón, lo
cual le permitió superar a la UCRP, no obstante una parte del electorado
peronista votó en blanco en disidencia con dicho acuerdo y ante la desconfianza
hacia Frondizi (EGGERS-BRASS, Teresa. Pág. 541. 2006). Desconfianza que con el
transcurrir de los acontecimientos se iría corroborando, especialmente por la política ejercida a
través del Plan Conintes, muchos de cuyos encarcelados eran justamente
peronistas. Las posteriores elecciones
de 1962 y la intervención de las provincias donde había triunfado el
peronismo, especialmente Buenos Aires, produjeron por un lado la clara señal que
Frondizi había traicionado el acuerdo con Perón y por el otro el descontento
generalizado de las tres fuerzas armadas que lo destituyeron el 29 de marzo de
1962., asumiendo en forma inmediata el presidente del
Senado.
1963-1966: El simulacro de
democracia ejercido por José María Guido – con el poder real en las fuerzas
armadas – y los recurrentes y crecientes conflictos al interior de las
mismas (azules y colorados) y entre
los obreros (vandoristas e izquierdas) especialmente después del Programa de
Huerta Grande, sumado a las
consecuencias que la recurrente crisis de la balanza de pagos, y la remisión de
partidas al exterior, efectuada por las empresas transnacionales, agudizan los
conflictos sociales y determinan un nuevo llamado a
elecciones.
Este es un gobierno que
asume con una debilidad estructural muy grande (25,1%) sólo superado en el 2003
por Néstor Kirchner (22,0%) (gráfico Nº 1), en tanto que el voto en blanco –
nuevamente con profundo sentido político ante la proscripción del peronismo –
alcanzaron cerca del 20%. Al carecer de una coalición de poder propia, Illía
necesitó el apoyo en el Colegio Electoral de sectores conservadores, partidos
provinciales, demócratas cristianos, socialistas democráticos y tres electores
de la UCRI (Zaiat, A. agosto 2007).
A pesar de la política keynesiana aplicada con el consecuente estado
de bienestar, especialmente en la educación pública, y la equitativa
distribución del ingreso,
soportó en los tres años de su gobierno una fuerte oposición enraizada en
amplios sectores: empresariales, SRA, CGT, laboratorios farmacéuticos, fuerzas
armadas, medios de comunicación, etc. que fueron socavando su gobierno: “El
tirano es un monstruo, una deformación política. El dictador es un funcionario
para tiempos difíciles” (Mariano Grondona, en defensa de Onganía”). La
revolución argentina, es un preludio de 1976.
1973-1976: Uno de los capítulos más
interesantes del proceso electoral argentino, se dará en este período.
Multiplicidad de elementos confluyen en su concreción: la prohibición del
peronismos con gobiernos constitucionales permanentemente jaqueados por los
militares, los recurrentes golpes de estado, los desequilibrios en la balanza
comercial dentro de una economía mundo que se está globalizando y donde los
cambiantes escenarios mundiales, preanuncian el debilitamiento de los pueblos y
sus reivindicaciones, junto a la concentración de la riqueza en niveles
preocupantes. Donde el capital financiero se impone sobre el industrial y la
desarticulación del modo de producción keynesiano, trae como inmediata
consecuencia la desarticulación del mercado de trabajo que lo
sustentaba.
En este contexto las sociedades del tercer mundo influenciadas por la
revolución cubana, el proceso de descolonización, el ascenso de Salvador Allende
al gobierno de Chile, y la Teología de la Liberación, influyen en miles de
jóvenes que encuentran canales de expresión a sus broncas contenidas. Argentina
es uno de ellos y qué mejor para expresarlo que ese diálogo imaginario entre el
general Aramburu y ese grupo de jóvenes que supuestamente encarnan la justicia
popular antes de fusilarlo, especialmente por su responsabilidad en los
asesinatos de José L. Suarez:
… “ No se gaste, general. Desde hace 15 años escucho
cosas abominables de Perón. Yo y todos los míos. Todos los pibes como yo. Toda mi generación. Por
eso estamos con él. Usted pregunta quién nos convenció de todos los disparates
en que creemos. Ustedes, general. Ustedes hicieron de nosotros lo que somos. Nos
inventaron. Somos el fruto perfecto del país gorila. Ahora, jódanse” (Feinmann,
José P. 26/10/08).
Las extraordinarias esperanzas de gran parte de la sociedad para con
el líder que regresaba del exilio, conllevó a resultados electorales, donde no
se sopesaba la posibilidad de sus dificultades para gobernar, debido al
deterioro de su salud y donde la situación del país, se tornarían inviables con
su compañera de fórmula, como realmente pasó, luego de fallecido Perón. Se
pretende aplicar medidas del estado distribucionista, similar a los gobiernos
anteriores (en economía B, Gelbard), pero el escenario es diferente. El golpe
militar de 1976 conforma un nuevo bloque dominante realizado por una alianza
entre el estamento militar y el segmento más concentrado de la burguesía
nacional y de las empresas transnacionales (Torrado) .Las fuerzas armadas buscan
lograr un disciplinamiento social generalizado mediante un cambio drástico de la
antigua estructura de relaciones económicas, sociales y
políticas.
1983-1989: Estas elecciones, quizá
como ninguna otra antes, reflejan el sentir del imaginario colectivo: se busca en ese momento, catalizar en la
figura del Dr. Alfonsín, la paz y
seguridad que la sociedad desea por sobre otra cosa - la quema del ataúd por parte de H.
Iglesias - fue una de las
estrategias más equivocadas del justicialismo, que no comprendió la sensibilidad
de una sociedad en la que estaban muy presentes los hechos dramáticos vividos como
consecuencia de la dictadura más atroz: los desaparecidos, la guerra de Malvinas y una deuda
externa que en ese momento no se visualizaba en toda su dimensión pero a través
del cierre de fábricas, industrias y despidos se comprendía y vivía desde la
cotidianeidad.
Si la base electoral del peronismo la constituyó básicamente el
obrero, el radicalismo se caracterizó por representar a la clase media,
especialmente las burocracias estatales, no obstante el mensaje de Alfonsín
trata de cooptar el espectro más amplio posible de una sociedad marcada por sus
muertos y desaparecidos, con una economía donde la industria y el mercado
interno son también el reflejo de la política encarnada por un sector hegemónico
que, tuvo en Martinez de Hoz un fiel representante de la Sociedad Rural Argentina y del capital transnacionalizado,
especialmente norteamericano. Comienza aquí un proceso que marcará de ahora en
más la geografía electoral argentina: el paulatino desdibujamiento de las identidades partidarias.
Se cierra así un ciclo atroz graficado en una de las últimas
entrevistas efectuadas al general
Camps refiriéndose al proceso: “ no desaparecieron personas, sino
subversivos.”…” mientras yo fui jefe de la policía de Buenos Aires
desaparecieron unas cinco mil personas”…en cuanto a los niños…” lo que hice fue
entregar a algunos de ellos a organismos de beneficiencia para que les
encontrasen nuevos padres”, ya que “los padres subversivos educan a sus hijos
para la subversión” y “ eso hay que
impedirlo” (CISEA, 1984, pág. 465).
La primera medida del ministro de economía (Dr. Grispun) es anunciar
aumentos salariales y mejoras en las asignaciones familiares para la familia
tipo. El estado de bienestar sigue vigente, pero en un contexto internacional
que necesita que desaparezca junto a
las políticas sociales que él representa. La permanente oposición del
peronismo en el parlamento y en la CGT, irán paulatinamente debilitando el
gobierno hasta obligarlo a finalizar su mandato meses antes de lo
previsto.
El camino queda abierto
para entrar al proceso globalizador, su herramienta más eficaz fue el aumento de
precios descontrolado ejercido por determinados grupos económicos conjuntamente
con la presión ejercida por los organismos financieros internacionales que,
imposibilitan con sus exigencias, mejorar la calidad de vida de los argentinos a
través de un proceso de industrialización que estaba presente en la agenda
presidencial, especialmente en la primera cartera económica (Grinspun). La espiral inflacionaria juega un rol
determinante en las elecciones a nuevo
presidente.
1989-1999: Si el radicalismo había
significado para muchos recuperar el camino hacia la paz y la tranquilidad que
tanto deseaba la sociedad argentina, la vuelta del peronismo al escenario
nacional pretendía desde el sentir colectivo controlar la inflación. Una nueva
estrategia, basada en la alianza con los sectores más concentrados de la
economía, se pone en marcha:
evidenciándose esta alianza en la figura de los ministros de economía
(Roig y Rapanelli) los cuales provienen del grupo Bunge y Born. El escenario mundial de marcado acento
neoliberal, se materializa no sólo en figuras como los Alzogaray (padre e hija)
en el nuevo gobierno, sino en prácticas que, paulatinamente terminarán con los
vestigios del keynesianismo y estado de bienestar: apertura de la economía,
privatización de todas las empresas estatales, destrucción del mercado de
trabajo, desregulación laboral, etc. avalado por una legislación que ofrece un
respaldo democrático a tales políticas
El poder, materializado
descarnadamente en las sucesivas juntas militares, se legitima en autoridad a
través de la dominación legal racional (Weber), por lo tanto quién podría dudar
del nuevo orden existente, si éste proviene de poderes – especialmente el
parlamento – constituidos democráticamente. Son los representantes del pueblo, los que
levantan la mano para sancionar leyes que, paulatinamente destruyen el tejido
social, haciendo retroceder la participación del asalariado a uno de los niveles más bajos de la historia
argentina.
La reelección presidencial (1995) está asegurada (48,44% para
presidente) , desde el punto de vista político con la reforma constitucional que la habilita,
y desde el punto de vista económico a mantener una estrategia que en lo
inmediato asegura no sólo estabilidad, sino el consumo, especialmente de la
clase media, a través de un grave
endeudamiento. El radicalismo, sufrió uno de los reveses políticos más
importantes de su historia, con un
resultado eleccionario para presidente que llegó sólo al 12,44% de los votos emitidos.
Este proceso electoral, en forma similar a otras elecciones muestra
la importancia en la escena política de una fuerza que actúa como bisagra en el
bipartidismo radicalismo – peronismo: el FREPASO (35,77%). Surgida de una
escisión del propio peronismo en el
parlamento, consolida su posición a
partir de la Constituyente de 1994. No obstante los errores de cierta dirigencia
más proclive a los cargos y a los puestos, deja de ser una alternativa viable que, olvida sus
banderas originarias (Brunati) para
constituirse en una alianza con el radicalismo, sin proyectos en común en el momento de gobernar (Alianza), con el sólo objetivo
de terminar con el menemismo.
El recambio legislativo de 1997, plantea la necesidad de terminar con
la corrupción, sin poner en riesgo el
modelo económico y mostrando que los partidos políticos si bien tienen un
porcentaje mínimo de votos cautivos, el resto fluctúa de una elección a otra,
por determinadas circunstancias, como señalamos en nuestra parte introductoria.
En este caso la pérdida de votos en la provincia de Buenos Aires, con respecto a
elecciones anteriores, representada
por Chiche Duhalde (más del 10%) (Lauga, Martín, Internet) y el triunfo de
Graciela Fernández Meijidi, en cierta forma estaban marcando el escenario futuro
de 1999.
La crisis social que se profundiza, con altos índices de desocupación
(aproximadamente 14%) y la creencia en el imaginario colectivo de un proceso
corrupto, avalado por un Parlamento que hasta 1997 el PJ había tenido mayoría,
sumado a una Corte Suprema de Justicia, en la cual el poder ejecutivo
supuestamente tenía clara incidencia con los “jueces de la servilleta”, van
configurando un escenario cuya prioridad es recuperar la honestidad, para terminar de este
modo con la corrupción.
1999 – 2003: Si en sus inicios la
geografía electoral considerando en parte
los aportes de la ciencia política, otorga importancia a la “tesis de la nacionalización de los sistema
electorales, en tanto expansión de la ciudadanía electoral y
estandarización-democratización de las prácticas electorales” (Calvo Escolar.
Pág. 41. 2005), estas elecciones parecieran ir desvirtuando paulatinamente dicha
tesis. La provincia de Buenos Aires que, en el recambio legislativo de 1997
priorizó la honestidad y votó por Graciela Fernández Meijidi por sobre Chiche
Duhalde – castigando con ello la dupla Menem – Duhalde – en estas elecciones
votó a Carlos Rusckauf por sobre Meijidi, pues su estrategia de campaña: “ a los
delincuentes una bala” había calado hondo en la sociedad de esta provincia. Sociedad que a nivel nacional vota para
presidente a Fernando de la Rúa (mapas Nºs. 1 y 2), cuando las razones del voto
a dicho candidato son en primer lugar: por el
candidato:
Por qué voto a Fernando de la
Rúa:
Por el candidato:
40,2 %
|
Por su honestidad:
59,8%
Por su carisma:
12,8% |
Por la propuesta:
32,6 %
|
Para eliminar la desocupación:
35,8%
Para eliminar la corrupción:
26,3% |
Por el partido
27,2 %
|
Por tradición partidaria: 36,5
%
Por su seriedad y su ética:
31,8% |
Por qué voto a Eduardo
Duhalde:
Por el partido:
34,7 %
|
Por tradición partidaria:
52,9%
|
Por la propuesta:
33,7 %
|
Para eliminar la desocupación:
32,4% |
Por el candidato:
31,7 %
|
Por su experiencia de gobernante: 32,8
% |
Por qué voto a Domingo
Cavallo:
Por el candidato
47,6 %
|
Por su capacidad: 53,3
%
|
Por la propuesta:
41,3 %
|
La continuidad de la estabilidad: 30,8
% |
Por el partido:
7,9
%
|
Por su serenidad y ética:
40,0% |
Fuente: BOSCHI, Silvana. Clarín
25/10/99.
En estas elecciones más allá de las contradicciones observadas en la
provincia de Buenos Aires, la base electoral del peronismo siguen siendo los
sectores de bajo nivel de educación (64,9). A de la Rúa lo “apoyaron en forma
pareja hombres y mujeres, aunque con leve predominio de éstas últimas. En su
mayoría son jóvenes de entre 18 y 34 años y más de la mitad de la gente que lo
votó pertenece a sectores medios en cuanto a nivel de Educación” (Boschi, S.
pág. 21. 1999).
La falta de un proyecto consensuado a nivel de la coalición de
gobierno, más el impacto de la situación socio económico que dejaron tantos años
de neoliberalismo, sumado a la presión externa de los organismos financieros,
como consecuencia de los diferentes compromisos contraídos por gestiones
anteriores y las estrategias propias de la Alianza, conjugaron un panorama de
recurrentes crisis, demandas, cuestionamientos, etc., donde la errática política
de enfrentamientos entre el presidente (de la Rúa) y el vicepresidente (Chacho
Alvarez), determinaron la abrupta renuncia de éste último, especialmente a
partir de las denuncias de corrupción en el Senado, para obtener las leyes de
flexibilidad laboral que los organismos externos exigían.
Las legislativas del 2001, mostraron a una sociedad con deseos por un
lado de reencontrar un clima de estabilidad y por el otro de castigar a la dirigencia política:
la Alianza pierde votos (23,3%), el PJ se recupera (40,0), pero aparece
nuevamente en el escenario político el voto bronca: en blanco 8,2 %, nulos 12,9% y el ausentismo llegó al
26,3%; la escala es a nivel de todo el territorio de la República
Argentina. En definitiva “ los
caciques de los partidos mayoritarios no dieron muestras de sospechar que se
avecinaba una decisión aluvional, que poco tiene que ver con una crítica al
sistema democrático, sino que está más cercana a la poca credibilidad que, en
general despiertan entre los ciudadanos los dirigentes políticos” (Medeot, E.
pág. 6. Clarín 16/10/2001). Quienes siguen conservando gran parte del poder
acumulado en sus respectivas gestiones son determinados gobernadores de
provincia, especialmente R. Sáa de San Luis y Néstor Kirchner de Santa
Cruz.
Estas elecciones que han castigado lo que consideran la corrupción y
poca credibilidad hacia el espectro político, han premiado la decencia y la honestidad de un
político que sin recursos, llega nuevamente después de ocho años a la Cámara de
Diputados con el voto del 10 % de los porteños: el abogado Luis
Zamora.
Los serios conflictos generados en diciembre del 2001 y su secuela de
muertos, con cierta sospecha de
haber sido en parte alentados por un sector peronista, determinaron la renuncia
del presidente.
Luego de una serie de presidentes interinos (Rodríguez Saa; acefalía
por unas horas) Eduardo Camaño ( titular de la Cámara de Diputados) ante la difícil situación
existente, convoca en forma
inmediata a la Asamblea legislativa, que eligió a quien en las elecciones de octubre había
sido el gran ganador como senador nacional: Eduardo Duhalde quien,
premonitoriamente había expresado:
“ no quiero cargos, ni en la Cámara ni en el bloque. Tengo otra misión:
organizar el nuevo modelo. Y eso llevará trabajo “ – habla como presidente – “
hablo como siempre. Pero creo sinceramente que soy el más apto para armar un
gran movimiento nacional. No veo a
otro que pueda hacerlo, ni dentro ni afuera del PJ. Estoy decidido a
ponerle el pecho” (Perez de Eulate, M. Clarín, pág. 8.
16/10/01).
En lo inmediato trató de lograr cierto consenso que le permitiera
gobernar en un país con muchos muertos, post convertibilidad, el corralito,
varias cuasi monedas nacionales, aumento de la tasas de pobreza (de 38,3% en
octubre del 2001 a 57,5% octubre del 2002), de indigencia (de 13,6% a 37,5 en la
misma fecha), etc., razón por la cual y ante la presencia de dos grupos
económicos enfrentados como consecuencia de la crisis del 2001: capitales
extranjeros – grupos locales, optó por estos últimos. Una serie de medidas económicas
implementadas y profundizadas a
partir de la designación de Roberto Lavagna (en reemplazo de Remes Lenicov) y la
contención social, especialmente a través del plan Jefas y Jefes de Hogar,
fueron paulatinamente estabilizando el país y creando nuevamente confiabilidad
en la clase política.
No obstante, así como los acontecimientos de diciembre del 2001
habían marcado el fin de de la Rúa, la masacre del Puente Avellaneda
(2002), con la muerte de dos
piqueteros como Kostequi y Santillán preanunciaron el resurgir del descontento colectivo y
nuevos problemas en el gobierno de Duhalde. En este contexto se
preparó para armar la sucesión: a
la negativa de Reuteman y la poca intención de voto hacia de la Sota, lo
indujeron a pensar en el santacruceño, su “estrategia sólo podía ser exitosa en
un contexto de alta fragmentación de las demás fuerzas políticas (Calvo/Escolar,
pág. 69. 2005).
En las presidenciales del 2003, el magro resultado obtenido por
Kirchner (22,24%) ante el retiro de la otra fórmula, encabezada por Menem –
Romero (24,45%), le permitió acceder al poder, en una sociedad que se debatía –
en caso de ballotage – a elegir al
“menos malo”. En caso de ocurrir una segunda vuelta, Kirchner trataría
de captar la mayor cantidad de
votos…” creo que se terminó el voto corporativo. El 18 de mayo la gente decidirá
entre dos modelos diferentes de vida. Los argentinos tienen memoria. ¿ Quién no
conoce el proyecto de Carlos Menem, el vaciamiento de la Argentina, el
endeudamiento, la desocupación?. A este modelo queremos oponerle el de la
producción y el trabajo, con estabilidad, con inclusión, sin liderazgos
fundamentalistas y mesiánicos que le han hecho tanto daño a la Argentina. Hace
falta una fuerte renovación política y con una conducción colectiva” (Gutierrez,
Alfredo. Clarín, pág. 8. 29/4/03).
2003- 2007: territorialmente se
visualiza el dominio de cada candidato en espacios donde ejercen por el momento
su construcción de poder: la Patagonia, Buenos Aires, Formosa y Jujuy para
Kirchner; Mendoza, San Juan y San Luis para Rodríguez Saá; en tanto que Menem
gana en las restantes, es decir Catamarca, La Rioja, Misiones, Santa Fé,
Santiago del Estero y Tucumán. López Murphy por su parte en la Capital Federal
(mapa Nº 3). El enorme bastión del conourbano bonaerense, especialmente La
Matanza, Alte. Brown e Ituzaingó, si bien le ofrecían su apoyo, le enseñaron al
santacruceño que en la construcción del poder propio debía tenerlos en cuenta.
Hacia allí, apuntará su política futura el presidente Kirchner, especialmente a
través de dos estrategias: a) obras públicas y b) políticas
sociales.
No obstante, en la elaboración y construcción del mismo, dejó en el
camino los soportes que le permitieron acceder al gobierno: Duhalde y su
ministro de economía: Roberto Lavagna. En estas circunstancias es cuando se
observa el abandono de lealtades y el rápido
reacomodamiento en la nueva coalición de poder que se gesta. Así muchos
políticos (gobernadores, intendentes) y funcionarios, pasaron – en el caso del
PJ – del menemismo al duhaldismo y de éste al kirchenismo. Y de aquel movimiento
transversal que pretendió armar el presidente, incluyendo a figuras de otros
partidos, especialmente del radicalismo (Cobos, Katz) formando el Frente para la
Victoria, con el cual podría asegurar la continuidad a través de su esposa, se
volvió nuevamente hacia el PJ cuando las circunstancias fueron necesarias.
Ya las legislativas del
2005 reflejaron dicho reacomodamiento con una gestión que se legitimó en el
Congreso, en ambas cámaras, mientras una Chiche Duhalde obtenía una senaduría en
la provincia de Buenos Aires por medio de la minoría, en una elección que le
permitió a Cristina Fernández, superarla ampliamente.
Por su parte, antiguos bastiones del duhaldismo, como Lomas de
Zamora, Lanús, Berazategui, Tres de Febrero, Avellaneda, etc. , se volcaron
masivamente hacia la nueva coalición de poder. Es interesante observar cómo se
diluyen identidades partidarias y personales; en dichas
legislativas el ministro de gobierno bonaerense, Florencio Randazzo, reclamó… “ la
renuncia inmediata del diputado nacional José María Díaz Bancalari a la
presidencia del justicialismo provincial”…” el triunfo del FpV “decidió quiénes
somos los verdaderos representantes del peronismo, los que interpretamos el
legado histórico y defendemos sus intereses”…” hay que acompañar a Felipe Solá”
(La Capital, pág. 17, 25/10/05).
Las legislativas del 2005 mostraron la recuperación de la
credibilidad en la clase política_ por un lado la participación osciló entre el
76,39% (La Rioja) hasta el 66,75% (Córdoba) y por el otro los votos en blanco e
impugnados descendieron (8,98%) con respecto a los resultados en similar
oportunidad en 2001.
En definitiva, si las elecciones del 2003 reflejaron el descontento y la incertidumbre de una sociedad que
no lograba tener confianza en la clase política luego de la crisis del 2001, en
el recambio legislativo del 2005, se priorizó nuevamente la confianza en un gobierno que había
logrado mantener la estabilidad, especialmente económica iniciada por Duhalde,
con un apoyo de otros sectores que se sintieron incluidos, especialmente
organismos de derechos humanos atraídos por el discurso del nuevo
presidente.
2007: esa legisladora y primera
dama que en determinado momento criticó al PJ, llegando a comparar a cierto
dirigente con el “padrino” y que manifestó “no ser portadora de apellido”, llega
a la presidencia de la nación en parte, valiéndose de ambos. Territorialmente,
otra vez existe uniformidad en los resultados, excepto en San Luis (Alberto
Rodríguez Saá), Córdoba (Lavagna) y Capital Federal (Carrió), ( Mapa Nº 4:
elecciones 2007) . Por su parte, aquel deslucido vicepresidente de Kirchner
(Scioli) que en muchas oportunidades fue ignorado por el propio presidente y
criticado en el Congreso por la senadora Fernández, demostró tener su propio
poder al ganar en la provincia de Buenos Aires, superando a la propia Cristina
Fernández. “ En un país donde los escenarios políticos cambian a ritmo
vertiginoso, Scioli había empezado a hacer campaña para lanzarse como candidato
a Jefe de Gobierno porteño. La derrota de Misiones, llevó a Kirchner a reveer
todas sus jugadas”…” atrás quedaron las aspiraciones de Solá”…” el gobierno se
podía dar el lujo de perder la ciudad de Buenos Aires a manos de Macri, pero de
ningún modo la provincia” (Veiras, N. Clarín, pág. 12,
29/10/07).
La gestión presidencial de Cristina Fernández, muy pronto tuvo una
bisagra en su incipiente desarrollo: el conflicto con el
campo.
Este conflicto, cuyo origen tuvo aristas interesantes entre
chacareros que no se veían representados ni por la Federación Agraria y menos
aún por la SRA., y camioneros que
sentían lo propio ante Moyano (especialmente Pablo), dejó al descubierto las
debilidades de la propia coalición gobernante y de un Kirchner que ejerce y
retiene su propia ambición, lo cual lo lleva a nuevos acuerdos y alianzas, aún
con lo más negativo del PJ.
Si las elecciones presidenciables mostraron la necesidad del
electorado de continuar en la misma línea
política y económica, también es interesante observar la presencia en Santa
Fé de un gobierno socialista que puede desestabilizar el entramado de los
Kirchner, especialmente luego de la sentencia de Duhalde: “quien gane las
legislativas del 2009, ganará la presidencia en el 2011”. Si la transversalidad
y el FpV., quedaron resentidos luego del voto en el Senado (Cobos), necesario es
recurrir a viejas estrategias: concentrar la mayor cantidad de poder en el PJ, reactivar el estado de
bienestar, incrementar las obras públicas (especialmente con fondos de la
ANSES), políticas sociales que aseguren el voto en los bastiones peronistas del
conurbano, volcarse y negociar con aquellos políticos con buena imagen pública
(Reuteman, Bielsa, Alberto Fernández, etc.), conseguir el apoyo de intendentes y
gobernadores en un espectro lo más amplio posible,
etc.
“ Las provincias vuelven a
depender de billetera oficial en año electoral”
El Cronista Comercial: 6/1/09
Pretender, en un año electoral como el del 2009 realizar un análisis
de los posibles resultados legislativos, con escenarios tan cambiantes, fue en
su momento muy difícil de preveer. Viejas estrategias, conjugaron con nuevas
modalidades. Lo concreto es la pérdida de identidades y confiabilidad que
caracterizan a los partidos de mayor peso, profundizándose “la relación de mutua
dependencia entre el Estado nacional y las provincias”…”la mayoría de las
provincias dependen del Estado nacional económicamente y, a la vez, el Estado
nacional depende de las provincias para obtener apoyo político” (Cherny/Vommaro,
2004. pág. 149).
Las alianzas mutan permanentemente, en muchos casos, sólo con fines
electorales, sin acuerdos ni programas previos, que debieran ser consensuados en
base a cierta identidad ideológica. Por otra parte, cualquier hecho imprevisto:
internacional, nacional o local,
puede modificar no sólo la agenda electoral, sino los propios resultados.
Es constante, la disponibilidad de los electores “para nuevas articulaciones
políticas en las que lo local y lo provincial como espacios de identificación
cumplen un rol fundamental, variando el voto de los ciudadanos en una misma
elección para una y otra fuerza según el nivel de representación – el fenómeno
del corte de boleta – o bien de una elección a otra – fluctuación del voto”
(Cherny/Vommaro, 2004. pág. 158).
La provincia de Buenos Aires es un claro ejemplo (recordar lo ya anotado
en 1999) y dentro de ella la respuesta de diferentes municipios, como el de
Gral. Pueyrredón, el cual brinda un escenario por lo general esquivo al PJ.,
donde el corte de boleta beneficia en determinado momento a Carrió para las presidenciales (2003)
o a intendentes de partidos
vecinales (Pulti, 2007) más allá de los consensos a nivel provincial y/o
nacional.
En todo este entramado es necesario tener en cuenta, no sólo, los
proyectos personales y grupales
plasmados en fuerzas políticas partidarias, sino también, las presiones de
corporaciones económicas, culturales, etc., como también el nivel cultural de
las sociedades civiles que, son el sostén de esta geografía electoral y hacia
donde apuntan determinadas políticas, cuya naturaleza varía de acuerdo al grado
de participación o no de dichas sociedades.
Escenarios políticos de junio del
2009
De acuerdo a nuestro planteo
inicial, la economía mundo filtra toda la estructura social argentina. A ello
hay que agregar las dificultades a nivel regional en el intercambio comercial al
interior del MERCOSUR y finalmente las situaciones específicas en cada una de
nuestras localidades. Estas situaciones, además de ciertos hechos puntuales,
transforman permanentemente el escenario político y por ende la geografía electoral del 2009, razón por
la cual en su momento, resultó muy difícil diagnosticar posibles resultados, donde
hasta la primera fecha establecida
(octubre) se transformó en obsoleta, cambiándola por
junio.
Una catástrofe como la de Tartagal, que resume en sí infinidad de
variables: pobreza estructural, como sostiene la presidenta, desmonte y tala
indiscriminada, ineptitud y desidia de los diferentes gobiernos, expresada no
sólo en la desigual distribución de la riqueza, sino en priorizar estrategias
que profundizan dicha situación, específicamente la ausencia – en este caso
específico – de las obras de infraestructura que sirvan de contención a las
lluvias y desbordes en determinados momentos del año. Una muerte como la del Dr.
Raúl Alfonsín, logró por un lado el acercamiento de un sector de la oposición
dentro de su mismo partido (radicalismo y Coalición Cívica) y por el otro
realzar la figura política de su hijo y continuador . Hechos estos que en cierta
forma influyeron en las elecciones legislativas.
Razón por la cual, los
escenarios políticos que se presentaron, admitieron diferentes y variadas
coaliciones:
Alianza
entre Macri, Solá y De Narváez a
quienes se los ubica en una lectura ideológica y política que oscila entre la
“derecha”, ”derecha neoliberal peronista, un
reciclaje de lo que fue el menemismo en los ’90” (Gustavo López, subsecretario
general de la Presidencia, integrante del radicalismo K, Página 12.
20/2/09), hasta un
“populismo peronista de derecha”, cuyo articulador fue en un primer momento
Eduardo Duhalde. Este sector trata de captar a todos aquellos posibles funcionarios y legisladores del PJ o del
Frente para la Victoria que puedan abandonar la alianza kirchnerista, el caso
más paradigmático fue tratar de cooptar a Reuteman y Montoya: el primero luego
de su alejamiento de la línea presidencial y sus críticas hacia la política
agraria y el segundo a partir de su desvinculación de la AFIP.. La estrategia de adelantar las elecciones, provocó en un
primer momento confusión en el arco opositor; cada uno responde de diferente
manera de acuerdo a sus recursos y aspiraciones: de Narváez con una extraordinaria fuente de recursos
económicos propios, tratando de consolidarse territorialmente en
espacios que le fueron esquivos en el 2007, apuntando a un tema que atraviesa la
estructura social de la provincia: la seguridad. Por su lado Macri toma cierta
distancia tanto de la estructura del FpV como de sus propia interna, sus
aspiraciones se proyectan hacia el 2011. Mientras que Solá, queda desdibujado en dicha coalición.
El
radicalismo y su vertiente kirchnerista, especialmente
Cobos, cuya
intención de voto creció en su
provincia: Mendoza, lo cual le
ofrece cierta cuota de poder propio para intentar su reincorporación. No obstante, si bien
ha quedado plasmado el acercamiento con la Coalición Cívica, en el caso
específico de Cobos, trata de mantener una posición equidistante de estas
internas, tratando de no colisionar aún más con el resto del ejecutivo del cual
es parte. A este escenario se lo
trató de incorporar a Luis Juez…”Si
coincidimos que a este país lo están quebrando Cristina y Néstor (Kirchner)...
si coincidimos que la corrupción de Schiaretti está paralizando a la provincia
(...) Lo demás se puede empezar a discutir", dijo Juez, quien defendió en su
momento su opción de aliarse con la UCR "porque es un partido que conoce lo que
es el poder y el radicalismo sabe que con poder se resuelven los problemas de la
gente" (Crítica de la Argentina, 16/2/09). A pesar de ello, no se logró dicha
unificación. El abrazo de Carrió y
Alfonsín muestran las expectativas de posicionarse nuevamente en una fuerza con
poder propio que extienda su base de sustentación territorial y social fuera del
ámbito que le es tan favorable como la Capital
Federal.
Pino
Solana y su movimiento Proyecto Sur que lo
colocaría en un espectro de centro izquierda, según lo manifestado tanto por él
como por Claudio Lozano, en el momento de plasmar su propuesta, el cual pretende
discutir y analizar lo que está sucediendo con la distribución de la renta, la
extranjerización de la tierra, la minería, la renta petrolera, la fuga de
capitales, es decir, “poner sobre la mesa una propuesta socialmente justa”. Más
adelante sostuvo que está viendo "la danza de los
acuerdos" y calificó que el Proyecto Sur no quiere "transitar el camino" de las
"alianzas electorales circunstanciales".
"Por un lado, está el corral radical que abre su tranquera y vuelven
todas las ovejas descarriadas como la pobre ovejita Carrió, vuelve el cabrón de
Cobos y va a entrar también la cabra López Murphy", ironizó y agregó: "Por el
otro, los pejotistas también abren su corral y se van a presentar en varias
listas y, como si fuera poco, se producen nuevas deserciones en esta gran farsa
de la borocotización de la política" (Crítica de la Argentina, febrero 2009).
Finalmente, el
kirchnerismo y sus múltiples
estrategias, algunas ya señaladas. Su herramienta fundamental el control y
dirección del PJ, el cual abarca un espectro tan amplio que pudo en cierto
momento cobijar hasta Aldo Rico, si su caudal de votos, lo tornasen apetecible
para negociar. Por otra parte, el apoyo de la CGT, se transformó en un soporte
estratégico, dejando a un lado la vieja promesa de Néstor Kirchner de darle la
personería jurídica a la CTA., con lo cual coloca a su dirigencia, especialmente
el sector de Hugo Yaski – luego de su apoyo al gobierno – en una situación de
tener que reiniciar su camino de viejos reclamos, que siempre caracterizaron a
la CTA. Provincias importantes como Mendoza, Córdoba y Santa Fé, especialmente
esta última que presenta un gobernador socialista como Binner “creible” para las presidenciales del
2011 y con un Reuteman que se aleja del kirchnerismo quebrando por el momento el
escenario que trató de articular el ex presidente. Una bisagra en esta campaña
se ubica en las elecciones legislativas de Catamarca, donde Néstor Kirchner en
su condición de presidente del PJ, realizó alianza con sectores a los que había
criticado: Saadi y Barrionuevo. En forma inmediata a los comicios y ante el
resultado desfavorable, primero ataca al grupo Clarín y luego aprovechando lo
anunciado por Macri para la ciudad de Buenos Aires, produce el efecto sorpresa:
ADELANTAR LAS ELECCIONES PARA EL 28 de Junio, con lo cual si bien descoloca
totalmente al arco opositor, también es una muestra de la debilidad de la
gestión actual, pues como sostiene Rosendo Fraga: “ El Gobierno ha realizado una
maniobra hábil, pero en política electoral suele decirse que la ingeniería
electoral suele comerse al ingeniero” (La Nación: 14/3/09). Además la
incorporación de candidatos testimoniales desvirtúa por completo el proceso
electoral en cuanto a elecciones internas y
representatividad.
Producida las elecciones, su resultado deja un mapa (Nº 5) de la
distribución del poder realmente
interesante: diferentes fuerzas con porcentajes similares, pero el oficialismo
pierde en dos provincias importantes: la de Buenos Aires y Santa Cruz, más allá
de Mendoza, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Catamarca. Excepto el Acuerdo
Cívico y Social, las restantes fuerzas sostienen ser representantes o variantes
del partido peronista, en versiones que oscilan entre los Rodríguez Sáa en San
Luis, Gioja en San Juan, Das Neves en Chubut, Capitanich en Chaco, hasta las
vertientes seudo peronistas de un Macri en Capital Federal, De Narváez en la
provincia de Buenos Aires y Reuteman en Santa Fé. ¿Podrán estos últimos captar
el voto peronista en las presidenciables del
2011?
Cuáles fueron las razones de este resultado, más allá de la influencia de
la crisis global?. Diferentes causas confluyeron en el mismo:
a)
una
derecha que representa los sectores más concentrados de la economía y que cuenta
para la socialización de sus propuestas y reclamos con parte de los medios de
comunicación, profundizando la falsa conciencia de sectores que no pertenecen a
la clase social que dichos medios
representan
b)
la
soberbia desde el poder que no comprendió la naturaleza y alcance del conflicto
agrario, especialmente los pequeños y medianos productores, argumentando
permanentemente por una distribución de riqueza que parecieran no ejercer desde
sus propias prácticas empresarias (ejercida por familiares y amigos
)
c)
la
errática política de recursos naturales, especialmente minera que fue muy bien
aprovechada por el cineasta Pino
Solana, en la Capital
Federal.
En la nueva conformación del Congreso, se pondrá a prueba la
capacidad tanto del oficialismo para mantener su arco político, como de la
oposición para presentar propuestas consensuadas y compartidas o disgregarse
ante hechos puntuales. Lo concreto es que el Congreso recupera su
centralidad.
A MODO DE
REFLEXION
Habíamos planteado en un
comienzo que “ la geografía electoral en países como la Argentina, refleja la incidencia del escenario mundial,
pero también las respuestas generadas en ámbitos geográficos donde, problemáticas específicas actúan como
detonante en el momento de votar. Las mismas pueden ser cambiantes entre una
elección y la subsiguiente”.
Pocas elecciones, como las de junio del 2009 son reflejo de circunstancias coyunturales. La falta de
propuestas programáticas, de consensos logrados a la luz de discusiones que
hagan al interés general de la población y a la condición de precariedad de
amplios sectores, candidatos surgidos por efecto de la intención de votos que
revelan las encuestas o presionados por la “billetera nacional”, coaliciones de
poder sin perfiles identitarios, costosas campañas tanto en el oficialismo como
en determinados sectores de la oposición, etc., son sólo algunas de las
características del recambio legislativo .
Pero lo más preocupante y en amplia coincidencia con lo que sucede en
la realidad aulica con los adolescentes, la mayor parte de la sociedad permanece
indiferente, sin sentirse partícipe y protagonista del proceso eleccionario,
como si el “cambio social” y las transformaciones, en caso de concretarse, fuese
más el producto de una minoría enraizada y perpetuada en el poder que, el
resultado de debates, consensos y disensos, de la población en su conjunto,
dirimidas al interior de los partidos políticos. La territorialización del voto
conlleva a la implementación de políticas públicas, especialmente obras, en
aquellos espacios como el conurbano bonaerense, y fundamentalmente La Matanza
que resultan decisivas en el resultado electoral. En ese sentido Kirchner
aprendió la lección: la construcción de poder propio – desalojando a Duhalde
- apuntó a dichos territorios
geográficos y sociales, los cuales tratará de mantener y acrecentar su
influencia. La materialización de
las obras de infraestructura se
visualizan geográficamente: “traen votos” y pueden dejar jugosas ganancias a
quienes las efectúan. Las políticas sociales otorgadas a través de los punteros,
completan la estrategia.
Difícil y complejo entramado político se avisora en el congreso, el parlamento pareciera haber retomado su centralidad. No obstante la lucha por
retener y/o acrecentar cuotas de poder con vista al 2011 reforsarán alianzas y
rupturas en el nuevo escenario legislativo, donde las debilidades de la
oposición, sumado a la efectividad de ciertas políticas sociales implementadas
desde el estado nacional, podrían revertir los resultados de las elecciones de
junio del 2009.
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Resumen: