Trelew en el escenario mundial: industrialización,
migración y exclusión social (1970-1985)
Blanco, Pablo Daniel
Docente FHyCS. UNPSJB.– Trelew.
Maestrando en Ciencias Sociales (Mención Sociología) Universidad
Nacional de Quilmes. Maestrando en Desarrollo Sustentable Universidad Nacional
de Lanús- Red FLACAM.
Artigas 1408, Trelew, Chubut, CP: 9100. TE: 02965-421382
Hermosilla Rivera, Cristian
Alexis
Docente FHyCS. UNPSJB – Trelew.
Miembro del IGEOPAT.
Cuyo 188, Trelew,
Chubut, CP: 9100. TE: 02965-438654
Resumen
A comienzos de la década del 70 del siglo pasado, en Trelew, como
consecuencia de una política nacional e internacional, se ha impuesto la
creciente convicción de que era necesario abrir la economía y hacer de la
competencia el estímulo para la producción industrial, pero sus efectos han sido
nulos o mínimos en la región para un desarrollo a largo plazo; el sector público
no armó un sistema estructurado para conocer sus costos, beneficiarios y
consecuencias.
La mayoría de los migrantes arribados a Trelew en este período,
ocuparon lugares mayormente signados por la marginalidad. A partir de aquí, se
sienta las bases para la construcción de la alteridad y la acentuación de la
desigualdad en nuestra localidad. Se forma esa mentalidad prejuiciosa que delata
la condición de pertenencia a los sectores populares, con estigmas tales como la
piel oscura, las manos sucias, etc.
Los migrantes construyen distintas estrategias con las cuales van
aprendiendo a habitar la ciudad, a construir una nueva sociabilidad, desde sus
propias historias / trayectorias de vida. Estas estrategias son dialécticas y
dinámicas, es decir van modificándose a lo largo del tiempo. Por lo tanto, los
barrios que habitan o fueron habitados por los mismos migrantes, son
condicionantes de estas estrategias.
Abstract
Trelew
in the global scenery: Industrialization, migration and social exclusion (1970-
1985)
In the beginning of the 70s, in Trelew, as a consequence of the
national and international context, it was a priority to open the economy and to
stimulate trough the competence, the industrial production, but its results were
minimum or null on this region thinking in the long term effects; the public
sector did not prepare a structured system to know the costs,
beneficiaries.
Most migrants, who arrived to Trelew in this period, took over
places which were mainly distinct by social rejection. At that moment, it began
the building of the difference and the accentuation of the inequality in Trelew.
Also, appeared the prejudgments from the people who lived in the city, to the
ones who lived at the poor quarter, with stigmas like dark skin, dirty hands,
etc.
The migrants build different strategies to learn to inhabit the city, to
build new ways of sociability, from their own history and way of life. These
dialectic and dynamic strategies are changing all the time. As a summit, the
neighborhoods which were habited by migrants, or still are, are determining of
this life strategies.
“Moralistas, filósofos,
legisladores, aduladores de la civilización, he aquí el plano de vuestro París
puesto en orden, he aquí el plano perfeccionado en el que están reunidas todas
las cosas semejantes. En el centro y en un primer recinto: hospitales de todas
las enfermedades, hospicios de todas las miserias, casas de locos, prisiones,
presidios de hombres, mujeres, niños. En torno del primer recinto, cuarteles,
tribunales, comandancia de policía, morada del verdugo y de sus ayudantes. En
los cuatro extremos, cámara de diputados, cámara de los pares, Instituto y
Palacio del Rey. Al margen, lo que alimenta el recinto central, el comercio, sus
bribonadas, sus bancarrotas; la industria y sus luchas furiosas; la prensa, sus
sofismas (…) en fin, la guerra encarnizada de todos contra todos”
Foucault (Vigilar y castigar: nacimiento de la
prisión)
A modo de introducción
Para entender mejor las consecuencias de la industrialización en
la ciudad de Trelew, resulta necesario ubicarnos en el proceso y en el contexto
mundial en la que se hallaba inmersa. El período antedicho, está ligado al
período de ajuste estructural, de políticas económicas aperturistas; de
"reformas" que debían y deben contar con el "beneplácito de Washington"
(Chomsky, 2001). La profesora Mónica Gatica, hace hincapié en que a partir de la
década del 70, con la dictadura militar, en nuestro país se ha impuesto la
creciente convicción de que era necesario abrir la economía y hacer de la
competencia el acicate para la producción industrial, pero sus efectos han sido
nulos o mínimos en la región para un desarrollo a largo plazo; el sector público
no armó un sistema estructurado para conocer sus costos, beneficiarios y
consecuencias.
Las políticas de promoción instrumentadas, significaron un reparto
masivo de subsidios, que implicaron beneficios considerables para unos pocos y
que han tenido como contrapartida una escasa responsabilidad del sector privado.
(Gatica, 2000)
Los efectos negativos de estas políticas afectaron a la población
de menores recursos, sobre todo aquellos migrantes que llegaron a la ciudad con
la esperanza de encontrar el bienestar que en muchos casos no tenían en su lugar
de procedencia. Como contracara su llegada a la ciudad de Trelew les significó
ser parte de la de la fragmentación y la exclusión social que se profundizó a
partir de la década del 70.
Industrialización en la ciudad de
Trelew
La primera fase de implantación de la industria se produce a
escala regional, en el período 1956-1959 mediante el decreto –Ley 10.991/56, el
cual eximió de recargos aduaneros a las importaciones de materiales y
mercaderías extranjeras al sur del paralelo 42, es decir, a toda la región
patagónica que se encontraba al sur del límite norte de la provincia del Chubut
(ver mapa 1). Esto permitío comercializar en todo el país, dentro de ciertos
límites, los productos elaborados con materias primas importadas. La
promulgación de dicha ley, fue la que dio origen a la instauración de la
industria textil sintética en la Provincia del
Chubut.
Mapa 1 Principales localidades de la Provincia del
Chubut

Fuente:
Elaboración propia
Cabe destacar que en ese momento no existían en el país fábricas
de fibras sintéticas que permitieran abastecer la demanda potencial existente,
por lo que era necesario trabajar con material
importado.
En 1960 se encontraban instaladas en la Provincia del Chubut
treinta y siete fábricas textiles, de las cuales veintiuna (56,7%) funcionaban
en la ciudad de Trelew, nueve (24,3%) en Comodoro Rivadavia, cinco (13,5%) en
Puerto Madryn, una (2,7%) en Rawson y una en
Esquel.
Para 1960 Trelew contaba con 11.852 habitantes (ver cuadro 2), por
su parte el movimiento comercial se veía reflejado en los cinco bancos que para
ese entonces funcionaban en la ciudad.
Este régimen de franquicias a la importación, se fue prorrogando
pero siempre acompañado de sucesivas modificaciones, como a principio de 1960,
mediante la exención de impuestos (decreto 509/60), o las desgravaciones del
equipo importado y de beneficios de diferimientos impositivos (Art. 4º- Ley
21.608 del 23/07/77 - anexo
I).
Para 1969, el Gobierno Nacional autoriza a las provincias a
promover la creación de parques industriales, por lo que el mediante
la Ley 826, el
Poder Ejecutivo podía programar la instalación de los mismos a través del
estudio, determinación y delimitación de las áreas en que resulte conveniente la
radicación de industrias. Otra de las facultades era la de administrar los
Parques Industriales, como así también con las respectivas municipalidades el
régimen esencial a aplicar, en materia de planeamiento físico, control de
sanidad ambiental y funcionamiento de las industrias.
El Poder Ejecutivo quedaba facultado también para fijar los
precios, plazos, condiciones y demás modalidades de las ventas, locaciones o
concesiones, y a suscribir los boletos de contratos y escrituras traslativas de
dominio.
En 1970 se concluye con la mensura del predio elegido y mediante
la sanción del Decreto 705/71, el Gobierno de la Provincia del Chubut
cristaliza su atribución creando el Parque Industrial de Trelew, el cual irá
creciendo año a año en variadas ramas, pero con predominancia de las textiles y
aquellas relacionadas a la construcción (Ver cuadro
1).
Cuadro 1 Radicación y rama de industrias Período
1970-1976

Fuente:
Dirección General de Estadísticas y Censos.
En
ROGEL, Claudia “Impacto urbano y poblacional en la ciudad de Trelew a partir de
las políticas de promoción industrial”
Migración a partir del proceso de industrialización
En principio, la industrialización en Trelew ha sido entendida
como vehículo de transformación y modernización de la economía en la región; y aunque existió una
ampliación de los sectores medios y obreros, muy pocos resultaron realmente
beneficiado. Se forzó una concentración urbana sin mayor planificación, no se
garantizaron las condiciones internas del mercado, existió una recesiva
distribución del ingreso, no hubo competencia de la industria en el mercado
internacional, etc.
Es claro que la oferta de mano de obra no pudo nunca ser cubierta
con el simple crecimiento vegetativo, por lo que es evidente que esta ha sido
satisfecha con personas provenientes del interior provincial, de otras
provincias o de países limítrofes.
La ciudad de Trelew recibió masivamente la llegada de migrantes
del interior de la provincia, y de otras regiones, la mayoría para vender su
fuerza de trabajo como obrero industrial, de la construcción, etc. Esto se puede
observar claramente en el cuadro 2, donde la población prácticamente se
quintuplica en menos de 10 años gracias a la necesidad de fuerza de trabajo de
las nuevas industrias y de los servicios derivadas de esta.
Cuadro 2. Comportamiento poblacional. Período 1960 -
1977

Fuente:
Dirección General de Estadísticas y Censos. En
ROGEL, Claudia “Impacto urbano y poblacional en la ciudad de Trelew a partir de
las políticas de promoción industrial”
Mucha
de esta migración tenía su origen en el interior rural chubutense y fue
promovida tanto por el capital urbano como por el rural, basado en estrategias
(legitimadas por el Estado) para acrecentar sus respectivas tasas de ganancia.
Es decir el capital rural, para generar mayores tasas de ganancia en el interior
chubutense, debía (y debe) acrecentar la escala de producción, ya que se basa en
una actividad económica de carácter extensiva, como lo es la explotación ovina.
Lógicamente,
para obtener mayores extensiones de tierra, primero es necesario desocuparlas.
En tanto el capital urbano necesitaba imperiosamente de gran
cantidad de fuerza de trabajo, no solo para ocuparlas, en la entonces pujante
actividad industrial, sino también para acrecentar la oferta de la
misma.
Todo este proceso ha sido continuo, funcionando como polos de
atracción las distintas ciudades de la Provincia del Chubut, Comodoro Rivadavia con la
explotación del petróleo, Trelew con el Parque Industrial, Puerto Madryn con la
industrialización del aluminio, y Rawson con la industria pesquera.
Todo esto dio como resultado un proceso de expansión urbana sin
precedentes (ver mapa 2) en el período 1971-1985, lo que sumado a la falta de
planificación y a las necesidades de vivienda, dio como resultado la consecuente
aparición de barrios alejados y precarios, todo producido tan tempranamente que
el radio céntrico de la ciudad no pudo alcanzar un grado de desarrollo y
densidad acorde con aquella expansión, que son las causales de que el típico
plano damero de la ciudad de Trelew demuestre en su conjunto un crecimiento
distorsionado.
En
el siguiente mapa puede observarse el crecimiento abrupto de la ciudad de Trelew
en el período 1971-1985, con una ubicación barrios cada vez más cercanos al
parque industrial. Estos fueron ocupados sin planificación previa por los
obreros de la industria.
Mapa2 Expansión urbana

Fuente: Elaboración propia
Con
el surgimiento abrupto de nuevos barrios se profundizo la fragmentación, la
segregación y la exclusión social.
Los barrios orientados al norte y al oeste de la ciudad surgieron sin planificación
previa, debido a la urgencia por parte de sus habitantes (obreros y trabajadores
no calificados) de tener un hogar. Esto significó, entre otras cosas, la falta
de servicios básicos que hasta el día de hoy sigue siendo, en muchos casos, una
realidad (ver mapa 3 de NBI). Estos
casos fueron el Barrio Don Bosco (ordenanza 172/70) y el Barrio Norte luego
denominado Presidente Perón (388/74). También en 1972 surgieron dos grandes
barrios como los son Corradi y Progreso (Ver mapa 3 de Barrios).
Los barrios orientados en el centro y sur de la ciudad albergaron
mayormente a comerciantes, obreros calificados, profesionales, etc., que
claramente contrastan con los barrios mencionados
anteriormente.
Mapa 3 Necesidades Básicas Insatisfechas en los distintos sectores
de la ciudad

Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos. Elaboración
propia
Mapa 4 Barrios de la ciudad de
Trelew

Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos. Elaboración
propia
La ciudad es el espacio donde se manifiesta de manera mas clara la
situación de fragmentación y segregación. “La resultante yuxtaposición de modos
de vida no solo refuerza la fragmentación socioespacial sino que alimenta la
conflictividad por el uso del territorio” (Cuenya, Fidel, Herzer, 2004) Áreas
industriales, residenciales, barrios pobres, fragmentación física, fragmentación
social, son producto entones de la apropiación de determinado fragmento
territorial por parte de un grupo homogéneo de acuerdo a su clase social, para
reafirmar su identidad
Migración y exclusión social
¿Existe en la sociedad trelewense un imaginario social colectivo
que discrimina a determinados sectores sociales, estableciendo criterios
relacionados a la geografía de la ciudad, al color de piel, al uso de
determinadas prácticas culturales?
Lo expuesto anteriormente sienta las bases para la construcción de
la otredad en nuestra localidad. La globalización produjo en todo el mundo un
deterioro de los parámetros macroeconómicos standard (tasa de crecimiento,
productividad, inversión de capital, etc.) y acentuó la desigualdad. En los
países más ricos del mundo, los salarios de la mayor parte de la población
quedaron estancados, cuando no disminuyeron. La jornada de trabajo sufrió un
drástico aumento, mientras que las prestaciones de los sistemas de previsión y
seguridad social fueron objeto de un repentino recorte.
Aplicando lo anteriormente expuesto en nuestra ciudad y para
comenzar a tratar la problemática que nos preocupa en éste trabajo, debemos
hacer hincapié, sin dudas, en la discriminación que sufren las personas que
viven en los barrios creados a partir del proceso inmigratorio al que hacemos
referencia. La misma es una construcción simbólica que ubica espacialmente a los
marginados de nuestra ciudad.
De esta manera, señales exteriores denotan la pertenencia a
determinados sectores de clase de la sociedad, tales como el tipo y la marca de
zapatillas, de pantalón, los gustos musicales, etc., permiten diferenciar a
“unos” de los “otros” y se basan en la exclusión de esos “otros” a los cuales se
los denomina con términos peyorativos que desde niños los habitantes de nuestra
ciudad “aprenden”: “negros”, “indios” “cabecitas negras”, “gronchos”,
“grasas”, “villeros”. Dice la compiladora Mirta Lischetti al respecto: “(…)
todas estas estigmatizaciones sociales se combinan y superponen distintos tipos
de prejuicios, con distintas dosis de inferiorización biológica y social, que
dan lugar a discriminaciones y segregaciones. Este tipo de prejuicios afectan
también otras áreas críticas tales como el acceso a fuentes de trabajo, la
educación, la salud, el acceso al crédito y la vivienda” (Lischetti, 1998)
En ‘Parias urbanos’, Loic Wacquant analiza la situación de las
villas miseria en nuestro país, las cuales fueron consideradas cunas de la
revolución en los 70; como obstáculos para el progreso y como germinadores de la
“subversión” durante la última dictadura; y como lugares de inmoralidad, crimen
y ausencia de ley en tiempos contemporáneos. En la Argentina fragmentada y
polarizada, las villas son zonas que hay que eludir y los medios de comunicación
periódicamente se refieren al miedo que éstas “fábricas de criminales” generan
en la gente que no vive allí; de ésta manera se genera un clima en el cual la
seguridad urbana se convierte en el tema principal de la prensa y una de las
preocupaciones mas importantes de la población dada la explosión en las tasas de
criminalidad.(Wacquant, 2001) La villa aparece como el origen desconocido e
impenetrable de la actividad criminal. Y el mote “villa” o “villeros” se aplica
a toda la gente que vive en zonas pobres, sean éstas villas o no. El autor
francés plantea la idea de “continuidad” en el sentido que las villas han
experimentado los efectos acumulativos de las desventajas económicas desde su
origen; y la de “discontinuidad”, para dar cuenta del efecto devastador que
estas zonas han sufrido: masivo crecimiento del desempleo y del subempleo y del
consecuente crecimiento en la vulnerabilidad de sus habitantes, durante los
ochenta y los noventa.
El marco económico de la década del 70 posibilitó la
profundización de la discriminación hacia determinados sectores de la población
trelewense. Retomando a la autora Mirta Lischetti, el estudio de los prejuicios
no se agota en las relaciones concretas entre “ricos y pobres”, entre “blancos y
negros”, sino que es necesario centrase en el estudio del prejuicio en sí,
valiéndose de categorías psicosociológicas aportadas por las teorías de Freud y
los debates sobre la relación entre cultura y personalidad que
contemporáneamente se producían sobre todo en el campo de la
Antropología.(Lischetti, Op.cit) Resulta primordial analizar la
presencia en la sociedad de determinadas actitudes hacia el “otro inferior”. La
reproducción social de los prejuicios se explica en base a una teoría
psicosocial acerca de la
frustración y la agresión; hay que volverse por lo tanto, hacia los portadores
de prejuicios, viendo como sus dificultades individuales y sociales en la
formación de la personalidad generan tensiones derivadas de privaciones y
frustraciones de la infancia y de la vida adulta que se resuelven en una
agresividad que no puede descargarse en su grupo de pertenencia. La misma tomará
cuerpo en otro lugar donde una tradición de prejuicios lo autorice. Es lo que
habitualmente se denomina “chivo expiatorio”, el grupo depositario de todo lo
negativo y de todos los males de la sociedad. “Tienen la culpa de todo”, “debe
haber pena de muerte para ellos”, “deberían encerrarlos”, son frases que
confirman el actual social-panoptismo que estamos viviendo, que lleva a la
existencia de lo que Wacquant llama “células de vigilancia” para seguir la situación de los barrios mas sensibles
en materia de violencias urbanas, como así también a la creación de políticas de
seguridad dirigidas hacia los marginados, como la de “tolerancia cero”
Y aquí entran en juego los medios de comunicación que acrecientan
el temor en la sociedad, que solo legitima la discriminación y la
intolerancia;
contribuyen a esta
manera sesgada de definir las amenazas que pesan sobre la sociedad. Las
soluciones propuestas se inspiran en el ejemplo estadounidense, que generaliza
el control social y aumenta la tasa de encarcelamientos. La visión predominante
es puramente represiva y no tiene en cuenta que la inseguridad crece junto con
la desprotección social y que los cuerpos de seguridad están seriamente
cuestionados por sus vinculaciones con el delito. Por todas partes la campaña se
presenta como lucha contra el delito, pero en la cacería los principales
sospechosos resultan los adolescentes y los habitantes de asentamientos y villas
miserias, sin investigar con profundidad los por qué que pueden llevar a las
personas a delinquir, y valiéndose de un vocabulario denigrante, que solo
aumenta la desigualdad existente en Trelew.
En el uso cotidiano, en gran cantidad de ocasiones, se alude, en
busca de una explicación, a la “cultura” característica de determinado sector social. También en la
cotidianeidad de las escuelas trelewenses abundan explicaciones “por” las
características culturales de cada quién (de los niños “villeros”, de los
descendientes de indígenas, de los hijos de migrantes del interior de la
provincia…): en busca de razones que justifiquen “diferencias” de comprensión o
dificultades de aprendizaje, se concluye que tienen “una cultura distinta”.
¿Distinta de la de quiénes? ¿Y qué significación adquiere este tipo de
explicaciones?
Ya hemos mencionado, cuando hablamos de Industrialización en
nuestra región, acerca de las migraciones hacia nuestra localidad; hoy en día
los códigos, los productos y las prácticas culturales se desplazan
incesantemente entre áreas rurales y urbanas, así como entre diferentes estratos
sociales. Toda esa diversidad está mediatizada por la ciudad, debido tanto a la
resultante masificación de los fenómenos sociales como a las tecnologías de
comunicación que pone a su alcance. Las migraciones masivas “organizadas” constituyen formas incipientes de
sociedad que desafían a las jerarquías de la sociedad como un todo. El espacio
urbano comienza a remodelarse y son “invadidas” las partes o sitios céntricos,
que anteriormente eran exclusividad de las clases dominantes: el Teatro Español,
el Centro Cultural, los museos, la Plaza
Independencia, el Parque Centenario, son, de alguna manera,
espacios donde grupos de música, de teatro, de murga, de orquesta, etc…,
provenientes de sectores marginales, expresan su sentir, su pensar, sus ideas…El
problema es que varios estudiantes y vecinos de esos barrios marginados
manifiestan un altísimo grado de vergüenza al momento de concurrir a algunos de
esos sitios. Tienen menos oportunidades de acceder a activos del capital social
(Kazman, 2001, en Valdés, sin datos de edición)
Quizás, a ésta altura del trabajo, no hace falta mencionar que
entre la mayoría de los inmigrantes rurales asentados en los barrios marginales
“y de espaldas al centro” de nuestra ciudad, son descendientes de indígenas, que
han tenido que arribar a la ciudad en busca de un empleo que le permita
subsistir y satisfacer las necesidades primarias de su familia; y la población
residente de Trelew ha tenido que aprender a convivir con los nuevos vecinos.
¿Ha aprendido? Supuestamente, hoy en día, se tiende a la integración y
tolerancia al “otro”, pero solo se recuerda al “indígena histórico”, no al que
vive todos los días en nuestra ciudad, al que utiliza los mismos servicios que
cualquier habitante, que lleva a sus hijos a las escuelas de los barrios…No, los
indígenas “vivos” desaparecieron de la memoria colectiva trelewense y si existe
algún dato o información relacionada
a ellos, es construida “oficialmente”.
Las identidades se construyen mediante representaciones, por eso
resulta imprescindible cuando se las trata de conceptualizar, tener en cuenta su
relación con la cuestión de los nombres, los símbolos, la iconografía y la
alteridad; las identidades reivindicadas están asociadas a las representaciones,
pero desde las clases subalternas, es decir, contra hegemónicas…De ésta manera,
en nuestra ciudad, los descendientes de los pueblos originarios, los migrantes
rurales, que viven en los barrios discriminados de la misma, constantemente
están en la lucha, no solo por resistir, sino por
existir.
Experiencia del migrante en la ciudad de
Trelew.
Consideramos
necesario partir de una idea central: cualquier ser humano es miembro de una
sociedad, portador de una cultura, heredero de una tradición, representante de
una colectividad, nudo de una estructura comunicativa de larga duración,
iniciado en un universo simbólico, introducido a una forma de vida diferente de
otras, en definitiva, resultado y creador partícipe de un proceso histórico
específico, único e irrepetible (Krotz, 2004)
Seguramente la discriminación en Trelew existe desde que fue
fundada, por ello es necesario hacer referencia al tiempo que abarca desde
mediados de la década del 80, cuando comienza a decaer el Parque Industrial,
hasta el presente, aunque con una explicación del proceso de
industrialización-proletarización acontecido entre principios de la década del
70 y mediados de los años 80. Esas transformaciones que se han producido a nivel
económico han dado lugar a una segregación total, espacial y social de
crecientes sectores de la población como producto de transiciones que
reorganizan, entre otras cosas, el mercado de trabajo formal, que demanda una
mayor calificación y deja fuera de la competencia a una masa marginal. El
sistema comienza a expulsar a todos aquellos que, por carencias de educación y
capacitación, no pueden aspirar a un puesto de trabajo estable, más allá de su
color de piel o su origen étnico.
Según un estudio sobre racismo discursivo en Argentina, Teun van
Dijk, establece que el racismo en nuestro país tiene cinco vertientes
fundamentales (Van Dijk, 2003):
-
El
genocidio histórico y el racismo presente contra la población
indígena.
-
Los
prejuicios y la discriminación actuales de la población mestiza pobre, llamada
“cabecitas negras”.
-
El
antisemitismo.
-
El
prejuicio y racismo existentes contra los trabajadores inmigrantes, en
particular de Perú, Bolivia y Paraguay.
-
Los
prejuicios y la discriminación contra los coreanos.
Trelew tiene, como sociedad, sus propios “otros”, separados por
representaciones del imaginario social que solo sirven para dividir, para
fragmentar. “La fractura social que acompaña el proceso de reestructuración
económica, no se disocia de la fractura territorial en el actual escenario
globalizado y estos procesos afectan a todos los rincones del planeta siendo las
ciudades el espacio en donde los efectos son fácilmente visualizables (Valdés,
sin datos de edición) Los principales
destinatarios de esa división, los que ocupan los lugares, reales y simbólicos,
de discriminación, son los indígenas y los mestizos (llamados “cabecitas
negras”), en su mayoría migrantes rurales o hijos de migrantes
rurales.
En éste sentido, cualquier experiencia migratoria combina
catástrofe, trauma, tránsito. Todo ello transcurre paralelamente a la necesidad
de insertarse en una sociedad, un espacio, un territorio diferentes a los suyos,
a los propios. Surgen interrogantes: ¿Qué problemas debe afrontar el migrante
ante esta situación? ¿De qué manera se presenta en el nuevo espacio físico y
simbólico en que ya esta inmerso? ¿Qué nuevos modos de ver y ser en el mundo se
manifiestan al momento de comenzar a habitar en una nueva sociedad, abarrotada de estereotipos hacia quien no muestra
rasgos culturales similares a los dominantes? ¿Cómo usar este nuevo lugar?
Cualquiera de estos interrogantes, marca su identidad, reconfigura su
subjetividad, en tanto realiza una serie de operaciones para habitar un
dispositivo, una situación, un mundo. (Lewcowicz, 2004b:48).
El viaje y su futura inserción implican incertidumbre, vivir entre
dos mundos, en intersticios de historias y memorias (Chambers; 1995). Sin
embargo, debemos acordar en que se produce un proceso de transformación
compleja. Las situaciones del viaje son diversas, pero se hallan atravesadas por
la expulsión hacia zonas excluidas de la humanidad, hacia un nuevo lugar de
identidad, produciendo efectos de pensamiento, produciendo efectos simbólicos.
¿Qué le deparará el futuro? La desorganización se apodera de la subjetividad
migrante. De esta manera, se va configurando en una constante relación consigo
mismo en la contingencia.
La
subjetividad continúa reorganizándose ante la contingencia en el nuevo lugar
cultural en que se halla inmerso.
“¿Conseguiré algún trabajo?” ¿”Podré enviarle algo a mis familiares?”
“¿Estarán bien?”. El estrés y el duelo de la ausencia (o la distancia) se hacen
otra vez presentes. De ésta manera, interviene
manteniendo, modificando o reformando la realidad; el
inmigrante debe pensar a cada
momento su situación, debe pensar desde lo que hay, desde lo que sucede,
teniendo en cuenta que, más allá de llegar a un lugar determinado, lo que
realmente importa es moverse e identificar movimientos convergentes y
divergentes, que irán dando un valor histórico y social a su propia y traumática
experiencia migratoria. ¿Cómo lo logra? Accediendo a la educación…y trabajando.
Todo esto en una situación que implica un desequilibrio sustancial entre
demandas ambientales y las propias capacidades de respuesta de la subjetividad
migrante. (Achotegui; 2004)
Se pone en juego el uso de la ciudad: “(Los) nuevos habitantes
llegan con sus habitus y prácticas participativas relacionadas con
manifestaciones de solidarismo y fomentismo, (…). Este capital simbólico que
poseen los nuevos habitantes, constitutivo de sus instrumentos de reproducción,
permite ubicarlos en un espacio social cuyos principios estructuradores de
prácticas es necesario transformar para evitar el conflicto” (Cuenya, Fidel,
Herzer, Op. cit)
Ante
los diversos momentos que debe afrontar el migrante rural en la ciudad de Trelew
(o en cualquier ciudad) durante la inserción sociocultural, la incertidumbre es
la constante, ya que no sabe que va a pasar con su vida, además de representar
una competencia por los empleos y por los recursos, lo que le genera una
situación, en la mayoría de los casos, de desigualdad. La
cultura, en estos y otros tantos aspectos intervinientes en la incertidumbre de
la inserción social, comienza a simbolizar nuevos pensamientos y experiencias,
aún cuando se le exige al migrante que se sienta cómodo ante una herencia
histórica cada vez más dispersa y un presente complejo (Chambers; 1995). Debe
elaborar estrategias de supervivencia, que les permitan sumergirse en este nuevo
mundo que insiste en estigmatizarlos. Es decir, ¿Cómo resistir la fragmentación
social frente a las desiguales formas de apropiación de los espacios urbanos?
¿Cómo expresarse y lograr comunicarse efectivamente? ¿Cómo mezclarse en esta
masa de gente sin que su cuerpo y sus huellas lo enuncien como forastero?
Arribar
a “tierra firme”, no garantiza seguridad y solución a los problemas; el trauma
del viaje no desaparece tan fácilmente, ni tampoco la incertidumbre y las
ansiedades frente a lo diferente: “Pasará mucho tiempo (…) antes de que sientan
esa tierra como ‘realmente firme’ (…) También experimentan la inevitable
regresión que esas ansiedades conllevan. Es esa regresión la que les hace
sentirse en situación de desamparo e inhibidos, a veces, de poder aprovechar con
eficacia los recursos de que disponen y constituyen su ‘bagaje’” (Grinberg,
León y Grinberg, Rebeca, 1984). En éste sentido, la experiencia del migrante
está atravesada por la soledad; la impresión de que lo suyo solo conduce a la
frustración (real o potencial) del proyecto migratorio. El migrante rural, su
familia, es
un Otro construido. Construido por la diferencia, por la diversidad y por la
desigualdad.
Existe discriminación hacia el inmigrante: es el que robará los
empleos de los residentes locales, es el que delinquirá en perjuicio de la
propia sociedad, es el que se viste mal, el que no se le entiende nada.
Lamentablemente, esto sucede.
Conclusiones
Como se expresa en el desarrollo de este trabajo, en principio, la
industrialización en Trelew tenía como objetivo ser el vehículo de transformación y
modernización de la economía en la
región; y aunque existió una ampliación de los sectores medios, inversión y
crecimiento en infraestructura y determinados servicios, fueron muchos los que
sufrieron la contracara de este modelo, sobre todo aquellos migrantes que
llegaron a la ciudad a ofrecer su indispensable fuerza de trabajo. La mayoría de
estos fueron ocupados como obreros no calificados, sufriendo las consecuencias
de políticas excluyentes, engrosando los barrios cercanos a su fuente de
trabajo, improvisados debido a la falta de planificación y con altos índices de
necesidades básicas insatisfechas que aún en la actualidad se mantienen
vigentes. En el otro extremo, los trabajadores calificados que llegaron a la
ciudad corrieron suerte distinta, lograron insertarse y ser parte del Trelew de
“bien”.
En definitiva, se debe impedir una “naturalización” de la pobreza;
se debe impedir una penalización de la miseria; se debe velar porque los medios
de comunicación no reflejen “lo que la gente quiere oir”, para que realicen un
trabajo de reflexión y comprensión ante determinadas
problemáticas.
De ésta manera, es necesario conocer y entender el contexto
socioeconómico en que nos hallamos inmersos, como así también las
consecuencias que ello
acarrea…Economía, sociedad, urbanización, fragmentación, representaciones del
imaginario social, identidad, exclusión social…Son conceptos que debemos tener
muy presentes para poder llegar a dar cuenta de estas problemáticas vinculadas a
la discriminación, a través de frases, actitudes, prácticas, hacia los habitantes de determinados
barrios marginales, como Tiro Federal, Progreso, Oeste, Constitución…En fin, la
lista es larga.
La fractura social que acompaño y que
acompaña el proceso de reestructuración económica, no se disocia de la fractura
territorial en el actual escenario globalizado, la falta de políticas
integradoras, el marco socioeconómico y político de la década del 70 intensifico
la profundización de la fragmentación y la exclusión social
Retomando la frase de Foucault, se podría decir que Trelew no es
París; han pasado más de 160 años de ésta cita. Pero lo que allí sucedía entre
el centro y periferia, se repite aquí a la inversa. Cualquier similitud entre
ambos casos, no es pura coincidencia.
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