REVITALIZACION DE LOS JARDINES
DEL INSTITUTO DE ONCOLOGÍA
ANGEL H. ROFFO
BUENOS AIRES -
ARGENTINA
Gabriela Eda Campari
y Laura Cazorla
RESUMEN
En el
marco del enfoque de la geografía social y su articulación con la Planificación
y el Diseño del Paisaje, el presente trabajo se desarrolla con el propósito de
analizar como caso de estudio la concepción del espacio verde del Instituto de
Oncología Angel Honorio Roffo, con el objeto de plantear
alternativas y metodologías de acción que puedan transferirse a otras
instituciones hospitalarias
gestadas a finales del SXIX y principios del SXX en la ciudad de Buenos
Aires.
El
Instituto de Oncología Angel H. Roffo de reconocimiento nacional e internacional
por su labor en la formación académica, su experiencia y capacidad técnica, fue
el primer
establecimiento oncológico de América luego de inaugurado su primer pabellón
(1922). En él se habilitó
el primer Tomógrafo computarizado hospitalario (1982) y en la actualidad lleva
adelante una labor profesional conjunta por convenio entre la facultad de
Medicina de
la Universidad de Buenos Aires y la Comisión Nacional de Energía
Atómica.
En su recorrido cronológico la representación social ha superado las
dificultades provocadas por el desconocimiento de la población acerca de la
enfermedad, dado que pregonaba por la no instalación del mismo, hasta la defensa
del Instituto años atrás cuando estaba en juego la continuidad de su
funcionamiento.
La intención de abordar este espacio en el cual los actores sociales
se encuentran comprometidos en una lucha por la vida, encierra múltiples
complejidades en la lectura e identificación crítica de las problemáticas del
espacio verde.
En tal sentido, esta propuesta pretende demarcar los lineamientos
básicos a partir de los cuales se puedan desarrollar planes de acción conjunta
entre las autoridades del Instituto, los pacientes, familiares y profesionales,
a fin de brindar soluciones viables a los problemas detectados y revitalizar el
espacio verde hospitalario para un mayor y
mejor aprovechamiento del mismo.
ANTECEDENTES
El Instituto de Oncología Angel H. Roffo, con una extensión
aproximada de 4 hectáreas se encuentra ubicado en la avenida San Martín Nº 5481
al noroeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, emplazado en el barrio de
Agronomía e inserto en el Centro de Gestión y Participación (CGP) Nº 11 según
los límites territoriales de la descentralización física de la Ciudad junto a Villa Gral. Mitre, Villa Santa Rita, Villa del Parque,
Villa Ortúzar, Paternal, Villa Crespo, Chacarita y Parque
Chas.
El barrio de Agronomía con una superficie de 3,5 km2 alberga 32.889 habitantes; con una densidad de población de 9,3 ha/ha
km2 representa el 1,18% de la población total de la Ciudad de Buenos
Aires según el Censo Nacional del año 2001. Caracterizado éste como uno de los
primeros suburbios de la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María
de los Buenos Aires producida la expulsión de los jesuitas (1769) en que fueron
confiscados sus bienes, pasando a poder del Estado las tierras.
El Instituto se crea bajo el contexto histórico de los procesos de
urbanización que se iniciaron en Argentina a partir de la
Capitalización
de Buenos Aires (1880) y su consolidación
como capital
y ciudad-puerto, en la cual tuvieron lugar la habilitación de hospitales y la
construcción de establecimientos especiales de aislamiento para el tratamiento
de las enfermedades contagiosas.
A principios del siglo XX Buenos Aires había sido la ciudad que
mayor aumento de población había tenido, hacia
1914 contaba con una población que superaba 1.5 millones de
habitantes, a los que se sumaron las transformaciones de la trama y el tejido
urbano, los adelantos en los servicios y el transporte público que modelaron una
nueva dinámica urbana, bajo criterios higienistas en los cuales se resaltaba la
acción benefactora de la luz natural, los ambientes ventilados, la altura de los
edificios y el uso adecuado de la
vegetación.
A
pedido del
Departamento Nacional de Higiene, presidido por el Dr. José Penna se le confió
la sección de Cáncer al Dr. Roffo, con la colaboración de su mujer Helena
Larroque, realizó
un trabajo de “Cáncer experimental”
con el cual obtuvo un premio Nacional de las Ciencias (1914), derivando
más tarde en la creación del Instituto
de Medicina Experimental para el estudio y tratamiento de la enfermedad
en el cual el Dr. Roffo fue designado como Director de dicho
Instituto.
A fin
de concretar la inauguración de los pabellones, el rector de la Universidad de
Buenos Aires Dr. Eufermio Uballes, con el apoyo del Decano de la Facultad de
Agronomía y Veterinaria Dr. Ricardo Schats cedieron un predio perteneciente a
dicha Facultad entre las avenidas Tres Cruces (hoy Francisco Beiró), Nazca y San
Martín, para la construcción del primer Instituto de Medicina Experimental (actualmente conocido como el
Instituto de Oncología Angel H. Roffo).
La
primera piedra fundamental se colocó el 15 de noviembre de 1914 y
en 1922
tuvo lugar, como se ha mencionado anteriormente, la inauguración
del
primer Pabellón
de Servicios Clínicos y Dispensario al que
le sucedieron los pabellones
Emilio Costa,
de Mujeres, de Hombres, de
Animales de Experimentación y la Morgue, de Consultorio Externo y Dispensario
y la inauguración de la capilla
de Santa Francisca Romana.
En 1924 se
sancionó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires la
creación de la Escuela de Nurses del Instituto de Medicina Experimental a pedido
del Dr. Roffo quien veía la necesidad de formar enfermeras capacitadas que se
desarrollaran en dicha Institución. Por consiguiente tuvo lugar el emplazamiento
del pabellón para el internado de las estudiantes que funcionó hasta el año
1964.
El Instituto en su conjunto está conformado por doce (12)
pabellones distribuidos en un terreno de morfología triangular. El emplazamiento
aislado de cada pabellón delimitó la existencia de jardines circundantes que
establecieron el marco de contención de cada una de las construcciones. (ver
Anexo 1)
Perimetralmente el Instituto se encuentra aislado por una densa
arboleda alineada de plátanos (Platanus acerifolia) que actúa como
borde entre las avenidas (San Martín, Francisco Beiró y Nazca -de
tránsito vehicular muy intenso-) y la institución
hospitalaria.
Internamente el tratamiento de los jardines se estructura con la
disposición alineada de especies arbóreas que establecen masas envolventes entre
estos pabellones. Según el relevamiento realizado en el Instituto más de 240 ejemplares arbóreos son
plátanos (Platanus acerifolia) y entre los restantes que no superan entre los 10
y 15 ejemplares se encuentran paraísos (Melia azedarach), eucaliptos (Eucaliptos
sp.), fresnos americanos (Fraxinus americana) y acacias (Acacia visco) entre
otros.
La fisonomía del conjunto cambia particularmente en dos épocas
estacionales: una con la caída de las hojas de los plátanos en donde el suelo se
transforma en un manto de hojarasca despojando a los pabellones de su marco de
vegetación y la otra en verano cuando la copa de los árboles forma una masa
densa creando sectores muy sombríos bajo los caminos de recorrido
interno.
Los
datos que se tienen de estos espacios verdes no son muy completos, existe en la
memoria del Instituto una comprometida y cuidadosa
acción de acercamiento de
los vecinos como
también que hubo un propósito para
estos jardines, cuyo embellecimiento formó parte de una filosofía en la cual el
ambiente agradable y la belleza del entorno, atraen e intervienen activa y
positivamente en el proceso de tratamiento de cualquier
enfermedad.
Fueron
memorables los actos realizados para festejar las fechas patrias del 25 de mayo
de 1923 y 1924 en los jardines del Instituto. De
aquí el empeño puesto en el diseño y ejecución del amplio espacio verde que
rodea el Instituto el que fuera realizado por la Dirección de Paseos Públicos de
la Municipalidad de Buenos Aires iniciado bajo la intendencia del Sr. Bernetche
y continuada por el intendente
Dr. Carlos M. Noel, mantenido luego por el personal del propio establecimiento y
remodelado últimamente por técnicos de la Facultad de Agronomía, sin haber
encontrado registros de estos antecedentes.
Es de
destacar la relación que se pude establecer con los criterios reflejados por
las
utopías urbanas de los reformistas y/o revolucionarios sociales, higienistas y
políticos de finales del SXIX y principios del SXX, cuyo pensamiento estuvo
abocado en la mejora de la calidad de vida de los habitantes y un mejor pasar en
respuesta a los problemas de hacinamiento y a las epidemias cíclicas a escala
mundial.
"Cada casa o cité deberá disponer de espacios libres, patios y
jardines, equivalentes a la superficie construida; en el segundo recinto
(barrios y fábricas) los espacios abiertos se deberán duplicar; y en el tercer
recinto (avenidas y suburbios) triplicar. (...) Todas las casas deben estar
separadas (...) la mitad de las calles están flanqueadas por arboledas (...). La
limpieza, engorrosa en casas hacinadas, resulta fácil en edificios donde los
espacios vacíos mantienen las corrientes de aire. Se evitarán así, muchos males
causados por la insalubridad lo que representa una ventaja importante."
En el Instituto, es muy significativa la presencia del verde
rodeando a los pabellones que equivale aproximadamente tres veces más la
superficie libre en relación a la superficie construida. Todas las habitaciones
y consultorios se hallan perfectamente ventilados. Todas las ventanas dan a los
jardines.
Las
construcciones de 2 a 4 pisos permitieron aprovechar perfectamente el terreno en
cuanto a la aireación, iluminación y aprovechamiento de los espacios verdes
libres circundantes creando condiciones de salubridad para el bienestar general
de los usuarios del Instituto.
“... las habitaciones de dormir tienen que tener por lo menos una
ventana hacia el sur, suficientemente grande para dar luz a toda la pieza y
dejar entrar ampliamente los rayos del sol (...). Todo espacio por más pequeño
que sea, debe estar iluminado y ventilado desde el exterior ...”
Desde
el punto de vista metodológico se ha trabajado en una primera instancia a partir
de fuentes periodísticas
de la prensa escrita que fueron seleccionadas cronológicamente a fin de
ejemplificar una lectura de las representaciones sociales respecto de las formas
y maneras con las que se vio y se ve a la Institución según las tradiciones, la
historia del grupo y las particularidades del colectivo en las cuales estas
representaciones son compartidas.
A su vez, a través de las transcripciones que tienen lugar a
continuación, se ha intentado recrear una sucesión de representaciones
construidas que comienzan desde la necesidad de abordar la enfermedad, los
conflictos generados por su desconocimiento, el consenso entre actores sociales
en defensa de su cierre hasta los logros científicos obtenidos por sus
profesionales.
“... El mundo civilizado ha presenciado impotente durante varios
siglos el desarrollo del cáncer, que es considerado como el azote de la
humanidad futura, enfermedad que aflige y aterroriza no sólo porque ocupa hoy el
1º rango de la mortalidad de los adultos, sino también porque además de
extenderse a zonas y razas consideradas hasta hace poco como inmunes, tiene la
dolorosa particularidad de ser mucho más frecuente en la mujer, y de atacar al
hombre en la plenitud de la vida. (...) El académico profesor Dr. Domingo Cabred
demostró la necesidad imperiosa de la creación de un instituto-hospital para el
estudio y tratamiento del cáncer: iniciativa que obtuvo la aprobación unánime de
la Academia, nombrándose inmediatamente la comisión que debía correr con los
trámites para su construcción y funcionamiento ...”
- El vecindario
“Cuenta el propio Roffo en la memoria de 1923 el profundo
desagrado que causó en el vecindario la instalación del Instituto, por temor a
la propagación de tan terrible enfermedad que se sospechaba contagiosa. Para
combatir este pánico, se inicia en los jardines del hospital un ciclo de
conciertos a cargo de la Banda Municipal y de una banda del ejército, que fueron
obteniendo, al principio la tímida curiosidad y por último, la masiva adhesión
de los vecinos. Para completar esta acción se crea una asociación cultural, con
cede en el Instituto presidida por distinguido vecino Dr. Lorenzo E.
Lucena”....
- Las autoridades
“Con gran lucimiento se realizó ayer por la tarde la inauguración
del espléndido edificio del Instituto del Cáncer. (...) Luego de entonar las
estrofas del Himno Nacional, ocupó la tribuna el Dr. Cabred, quien pronunció un
discurso. Entre otras cosas dijo lo siguiente: El pabellón que hoy inauguramos
es el primero de los 7 que constituirán todo el Instituto. (...) Muchas causas
hacían inaplazable la creación de un instituto médico de esta índole, pues en la
Argentina, como en casi todos los países del mundo, la mortalidad cancerosa es
muy elevada, y no respeta raza, sexo, edad, nacionalidad ni condición social. En
Buenos Aires, la mortalidad por esta dolencia, es realmente
alarmante, y puede afirmarse que, después de la tuberculosis, es la que causa,
en los adultos de cierta edad, mayor número de víctimas...”
- La sociedad
“El 26 del pasado mes, en los jardines del Instituto de Medicina
Experimental fue inaugurado por la tarde el monumento a la señora Helena
Larroque de Roffo. (...) El conjunto
ha sido colocado delante del pabellón que lleva el nombre de la señora de
Roffo y a pocos metros de la entrada principal del Instituto.”(...) La ceremonia
realizada, más que un homenaje, fue un acto de justicia en este país donde
todavía se rinde gran culto al músculo y las trivialidades y se olvida a los
seres que consagran su vida al laboratorio buscando el alivio de la humanidad
...”
“La negación que presenciaron sus fundadores en un primer momento
cuando el Instituto Oncológico abrió sus puertas en el barrio de Agronomía, nada
tuvo que ver con la actitud de defensa que experimentara la Institución en los
últimos años. Con el correr del tiempo, el vecindario fue tomando conciencia de
la importancia de la acción desarrollada por el Instituto en la ciudad y en todo
el país ya que el Roffo es el centro oncológico más antiguo del continente y
además el principal centro de formación de oncólogos del país. Trabaja
conjuntamente por convenio entre la facultad de Medicina de la Universidad de
Buenos Aires y la Comisión Nacional de Energía Atómica. En la Argentina mueren
40.000 personas / año de cáncer. Es la segunda causa de muerte en toda la
República, pero muchos enfermos pueden curarse gracias a los tratamientos como
los que allí se les da ...”
·
Marcha
en defensa del Roffo
“El Instituto Angel Roffo, el más importante hospital público del
país especializado en oncología, estaría a punto de cerrar sus puertas por falta
de dinero, según alertaron los médicos que allí trabajan. De acuerdo con los
profesionales, la culpa de la situación que atraviesa el Roffo es de varias
obras sociales, que le adeudan al hospital casi 2.5 millones de pesos”. (...)
Ayer a la mañana casi 200 médicos, investigadores, empleados y pacientes
marcharon bajo la lluvia por los alrededores del hospital en defensa del Roffo
...”.
“Pacientes, médicos e investigadores del Instituto de Oncología
Angel Roffo abrazaron ayer simbólicamente al hospital, que atiende a enfermos de
cáncer de todo el país, ante el peligro de que cierre por problemas financieros.
(...) Colgaron banderas en las rejas del edificio: a la comunidad le pedimos su
apoyo para salvar el Instituto, decía una de ellas. (...) Según Carugatti
(Director del Instituto), el 40% de los pacientes carece de recursos y no tiene
cobertura. A ellos los asistimos como a todos, pero van a quedar sin asistencia
sino conseguimos los fondos. (...) Pero los pacientes responden que mientras la
plata no aparezca seguirán movilizados”.
“Uno de los soportes económicos que actualmente tiene el Instituto
Oncológico Angel Roffo, es la fundación que lleva su mismo nombre. Este ente se
encarga de generar recursos para que el hospital pueda continuar atendiendo a la
comunidad. El Instituto Roffo afronta dificultades presupuestarias porque el
dinero que otorga la UBA es insuficiente. Además las obras sociales se retrasan
en sus pagos, asegura el presidente de la fundación, José Scoppa. Y agrega: eso
provoca que la cooperadora tenga que redoblar sus esfuerzos. Scoppa sostiene que
la fundación recauda dinero a través de contribuciones particulares y de
empresas.
Otra de las maneras de obtener fondos es por intermedio de
recitales. Lo más gratificante fue que tanto los Piojos como Burgos pidieron
cantar a beneficio del hospital Roffo, resalta. Por otra parte la cooperadora es
la responsable además de organizar cenas, desfiles de modelos y
bingos.”
·
Avances
científicos presentados en Suiza
"... Se descubrió, en la Argentina, una nueva
estrategia contra el cáncer. Consiste en administrar, junto con la radioterapia,
una droga que destruye una enzima imprescindible para el crecimiento de los
tumores. El tratamiento fue ensayado ya en el Instituto Roffo, de la UBA, sobre
un grupo de 35 pacientes con metástasis cerebrales –las más graves– con
resultados favorables en el 87 por ciento de los casos. Como la misma droga se
usaba desde hacía varios años para otras enfermedades, sus riesgos de toxicidad
ya habían sido investigados, lo cual permitió pasar rápidamente del laboratorio
a las pruebas con seres humanos. (...) Los resultados obtenidos hasta el momento
por el equipo del Roffo se presentaban este fin de semana en el Congreso Mundial
de Investigación de Transferencia que se celebra en Lugano, Suiza
...”
Desde una segunda instancia metodológica se trabajó en el marco de
la escuela geográfica de la percepción, la cual toma al paisaje haciendo
hincapié en el interés por los vínculos y el peso que arrojan las subjetividades
sociales al interactuar y construir el espacio social. “Actualmente para la
valoración del paisaje en los planes territoriales, además de evaluar factores
como la cobertura vegetal, la pendiente (...) suele tenerse en cuenta la opinión
de los usuarios potenciales (...) expresable mediante encuestas u otros sistemas
de investigación social que ayudan a descifrar las preferencias subjetivas del
público”. Es la historia oral, los elementos significativos y
las reacciones ante el problema, lo que dejan traslucir las formas de ver el
paisaje. "Todo lo que vemos, o que nuestra visión alcanza es el paisaje. Este
puede definirse como el dominio de lo visible, lo que la vista abarca. No sólo
está formado por volúmenes, sino también por colores, movimientos, olores,
sonidos, etc. (...) Por tanto el paisaje como el espacio resultan de movimientos
superficiales y de fondo de la sociedad, de una realidad de funcionamiento
unitaria, de un mosaico de relaciones, de formas, de funciones y sentidos".
Antes de dar comienzo al desarrollo de este punto, cabe aclarar
que las entrevistas realizadas respondieron a una primera aproximación del tema
dejando abierta la continuidad a efectos de que futuros estudios puedan llevarse
a cabo.
Se realizaron diez (10) entrevistas a testigos claves mediante la
técnica de interviews, con la cual se obtuvo un disparador de respuestas
más libres, por la ductilidad y la adaptación de la técnica.
Las entrevistas se realizaron en base a cuatro (4) cuestionarios
que se elaboraron según la actividad desarrollada en el Instituto y los
propósitos perseguidos en el trabajo en relación al uso de los jardines.
Se seleccionaron nueve (9) actores sociales del plantel estable de
los cuales se podían llegar a obtener testimonios cotidianos de la dinámica
interna del Instituto Roffo (director, médicos, residente, psicóloga, enfermera,
sacerdote, jefe de mantenimiento, encargado) y una (1) psicóloga externa que
aportó elementos muy significativos para el análisis del
tema.
Los médicos, inclusive el director, coincidieron en la importancia
que tienen los espacios verdes dentro de un hospital oncológico tanto para los
enfermos y familiares como para ellos mismos, considerándolos como un elemento
más para su confort y mejor estadía. “El paciente recorre el jardín (...) van
con su familia (...) al menos pueden salir de sus habitaciones, disfrutar del
día y la tarde, salen con suero, si tienen movilidad, o con sillas de ruedas
(...) Influye mucho en lo que es el tiempo libre del paciente oncológico,
especialmente el paciente terminal".
La entrevista realizada a la enfermera aportó información de
experiencias propias que enriquecieron la comprensión de la importancia de los
espacios verdes en estos ámbitos: "a los pacientes les gusta ver el verde por la
ventana, en primavera se entretienen contando las hojas que brotan de los
árboles (...) Trabajé en un sanatorio en el cual solo una de las habitaciones
tenía una ventana que daba a un patio pequeño (...) y los pacientes se alegraban
cuando eran llevados a esa habitación porque decían: acá se puede ver
verde".
Los pacientes internados: "en un principio no disfrutan del jardín
porque vienen con una carga de angustia muy grande, esto se revierte cuando pasa
un tiempo, y comienzan a usarlo y a pasear por él". Quienes más lo usan son los familiares de pacientes internados,
a quienes le sirve como un espacio para despejarse y salir del ambiente
angustiante de los pabellones internos del Instituto, así mismo, y a pesar de
que la mayoría de los pacientes no permanecen internados más de seis (6) días
recorren el espacio acompañados por sus familiares y demás
visitas.
En general se coincidió que por la mañana los pacientes no usan el
jardín debido a que circulan los médicos y el personal externo generando un gran
movimiento en el espacio exterior. En cambio por la tarde, sobre todo en las
épocas en las que no hace frío, los internos lo usan y lo
disfrutan.
Con respecto a la percepción del estado actual de los jardines
sólo dos (2) de los entrevistados emitieron críticas por la falta de
mantenimiento “Sí hay comentarios: los familiares creen que es sombrío, apagado,
los únicos colores que hay son los verdes y marrones y por ser un Instituto
oncológico tendría que ser más alegre en cuanto al
color”.
Por otra parte en las opiniones recibidas acerca del espacio verde
pensado como terapéutico surgió en casi todas las entrevistas realizadas el
problema de las limitaciones presupuestarias que condiciona a las Instituciones
públicas: "En este país no se puede pensar en eso, porque no hay presupuesto, ni
siquiera para mantener en buenas condiciones el interior de los
hospitales".
En lo que hizo a las preguntas formuladas acerca de otras
experiencias vividas, en todos los casos los entrevistados hicieron referencia a
lo notable que resulta ser cuando no existe un espacio verde para salir “Trabajé
en uno de 8 hectáreas de parque, se sentía mucho este espacio, ya cuando iba a
buscar el auto al estacionamiento, uno se desconectaba del
hospital”.
Las preguntas realizadas a las psicólogas estuvieron orientadas
hacia el valor que le asignaban a los espacios verdes para las personas en
general y para el tratamiento diario de pacientes con diferentes enfermedades.
Finalmente, al igual que el plantel del Instituto, se les preguntó acerca de sus
propias experiencias en distintos hospitales.
Las psicólogas fueron las que respondieron bajo otra mirada
enfatizando la importancia del espacio verde sobre la salud mental de las
personas, tanto para la vida cotidiana como para la realización de consultas y
terapias psicológicas: "Es fundamental porque el estar en contacto con el verde
es terapéutico, además en presencia de aire puro se les puede enseñar a los
pacientes a respirar bien y a relajarse (...). Mi experiencia, aquí es atender
consultas de pacientes afuera, en el espacio exterior
(...)". Además aseguran que el espacio verde es terapéutico para los
enfermos: "es un espacio donde uno puede estar en contacto con la naturaleza,
despejarse de los problemas cotidianos de toda índole".
Con respecto a las propias experiencias las respuestas obtenidas
coincidieron con los testimonios del plantel estable del Instituto de igual
forma en lo relacionado al tratamiento de los pacientes y la limitación
presupuestaria en las instituciones públicas “He tenido la suerte de trabajar en
varios hospitales, (...) como el Borda, Moyano y Torcuato de Alvear y en todos
ellos había espacios verdes recreativos pero como dichos establecimientos no son
privados están muy mal usados”.
La
formulación de las preguntas realizadas al Sacerdote, estuvieron dadas a la
relación existente entre los pacientes y sus familiares y los jardines pero
desde el punto de vista espiritual. También se indagó acerca de las actividades
que realizan los fieles en los jardines y qué no debiera faltar en estos
espacios verdes destinados principalmente a los
enfermos.
En la
entrevista se observó una orientación hacia lo espiritual del espacio verde,
además habló de intereses sobre el jardín muy similares a los de las psicólogas:
"El diálogo tiene otra fluidez y resulta más fácil, con más libertad, cuando se
da en los jardines (...) el color verde sirve, da paz, y los espacios verdes
relajan.(...) El
jardín se hace independiente en relación a los enfermos”.
Para culminar se entrevistó al jefe de mantenimiento y al
encargado cuyo cuestionario estaba orientado hacia la percepción de los jardines
por parte de los pacientes, el uso y la frecuencia del mismo como así también
reflexiones con respecto al mantenimiento o estado de estos espacios
verdes.
Ambos entrevistados coincidieron con las respuestas del plantel
estable del Instituto en lo que respecta, horarios, épocas del año y usos de los
jardines. No formularon críticas relevantes recibidas por el estado de los
jardines pero sí uno de ellos hizo mención de las tareas de mantenimiento “El
único que cuida las plantas soy yo (...) quien me ayuda a veces es el pintor
porque yo solo no doy a vasto”.
REVITALIZACION DE LOS
JARDINES
Resulta necesario en esta instancia extraer las conclusiones más
significativas que han tenido lugar en el desarrollo del trabajo.
Haciendo una síntesis de lo acontecido se podría mencionar que en
Buenos Aires, se instaló una necesidad de contar con una institución a
principios del SXX que comience a tratar el cáncer, en el marco de las
concepciones de establecimientos especiales para el tratamiento de enfermedades
contagiosas. Por tal sentido se construyó un establecimiento con pabellones
aislados circundados por jardines perimetrales. El desconocimiento por la
enfermedad surgido en los actores sociales vecinos al nuevo Instituto, provocó
una primera reacción adversa a su funcionamiento.
El Instituto de Oncología Angel H. Roffo (ex Instituto de Medicina
Experimental), al servicio de la comunidad, se consolidó como establecimiento
público adquiriendo prestigio nacional e internacional. No ajeno a las
limitaciones presupuestarias y a las decisiones que hicieron eco hace más de 6
(seis) años por la discontinuidad de sus funciones, continúa llevando a cabo un
servicio público y sigue formando profesionales que se destacan en el
exterior.
El Roffo es un Instituto en el cual la madurez de sus especies
arbóreas estructuran los jardines. Solo se menciona el mantenimiento a través
del corte, recogido de hojas secas o alguna extracción
arbórea.
Según las entrevistas realizadas existe una relación entre los
pacientes y los jardines: usos, épocas del año, frecuencias. Pero esta relación
se hace extensible a familiares, profesionales como así también a las visitas
ocasionales.
Las limitaciones presupuestarias parecerían ser el único factor en
las instituciones públicas que no permite pensar en otra mirada para resolver
los inconvenientes, pero cabe destacar que estuvo presente en los entrevistados
la reflexión y la comparación de la existencia o no de los espacios verdes y sus
atributos.
Por consiguiente a fin de establecer lineamientos básicos de
planificación los objetivos del trabajo se han orientado
a:
Ø
Elevar
el nivel de vitalidad de los jardines perimetrales a los pabellones del
Instituto;
Ø
Planificar
y diseñar los jardines para que el uso del espacio exterior sea aprovechado y
compartido en su máxima potencialidad.
A
fin de establecer un planteo
general se subdividirá el espacio de acuerdo a las necesidades, pudiendo definir
de esta manera los diferentes sectores en los cuales se debería intervenir. (ver
Anexo 2):
I- Sector
social
1.
Planificar
nuevas zonas de recorrido interno y sectores de estar;
2.
Descentralizar
el área de espera ubicado a ambas márgenes del sendero principal.
Al Instituto se accede por la única entrada ubicada sobre la
avenida San Martín. A través de su recorrido se llega directamente al camino
central en el cual se puede divisar la estatua de Helena Larroque y más allá el
Auditorio que le da el marco de fondo. La propuesta se funda en descentralizar
esa área debido a que cumple diversas funciones a la
vez:
-
en ese lugar se encuentran los únicos bancos con respaldo que
tiene el Instituto para sentarse bajo las
arboledas;
-
es el paso obligado para acceder a los pabellones
traseros;
-
constituye el lugar de espera más cercano a la salida con
equipamiento para tal uso.
Por consiguiente se plantea la propuesta a partir de la traza de
senderos sinuosos hacia ambas márgenes del camino principal a fin de fomentar el
recorrido, creando nuevos sectores de espera equipados con mobiliario suficiente
y adecuado para satisfacer el uso intensivo de este sector.
II- Sector
pabellones
1.
Incorporar
el espacio verde circundante al uso cotidiano;
2.
Definir
funciones de uso.
Este sector resulta ser el más complejo para resolver por las
características de espacio que se pretende lograr. La propuesta se sustenta en
estimular la salida de los pabellones hacia el espacio verde incorporando una
relación directa entre el interior y el exterior en su uso cotidiano.
El factor decisivo que se tiene en cuenta para las modificaciones
y planificación del espacio, está dado principalmente en la estimulación de
todos los sentidos a través de la incorporación de colores, aromas y texturas
producto de una selección cuidadosa de especies vegetales.
Además se prevé la dotación de equipamiento tales como barandas,
barras, bancos, etc., que permitan la realización de instancias de recorrido
para que faciliten la movilidad de
los pacientes.
Este sector como denominamos pabellones deberá complementarse bajo
la mirada interdisciplinaria de aquellos actores sociales que intervienen en la
institución a fin de establecer lineamientos que refuercen esta
propuesta.
III- Sector
retiro
1.
Planificar
áreas soleadas para el esparcimiento;
2.
Implementar
un espacio para fomentar actividades recreativas y
culturales.
El Instituto en verano cuenta con una sombra muy densa que afecta
casi toda la parte central del terreno. Por ello se propone un sector que se
pueda acondicionar o reorganizar para formar claros en la vegetación con el
propósito de que la luz solar se infiltre en algunos de los sectores más
sombríos.
La propuesta prevé la implementación de una cubierta vegetal de
césped, equipada con bancos y mesas para la práctica de actividades recreativas
o lúdicas.
A su vez la existencia de un espacio libre permitirá montar en el
terreno módulos móviles para la realización de ciertas actividades temporales de
tipo cultural, como ser conciertos al aire libre funciones de teatro, muestras
itinerantes, etc., siempre en cuanto no afecte las condiciones de los
enfermos.
IV- Sector
servicio
1.
Reorganizar
el estacionamiento existente;
2.
Estudiar
la factibilidad de restringir el estacionamiento;
3.
Ensanchar
los senderos internos para la circulación de las
camillas.
El aumento del tránsito vehicular ha tenido incidencia directa en
los espacios libres del Instituto que se han cedido al estacionamiento diario de
los automóviles. Esta realidad está creando dificultades cada vez mayores en la
circulación dentro del Instituto y entre los pabellones.
Por tal sentido la propuesta se orienta a definir sectores de
servicio para la instalación de estacionamientos al aire libre estableciendo una
zonificación de usos permitidos y no permitidos. Dado que la cantidad de
vehículos supera las plazas disponibles urge estudiar la factibilidad de normas
que restrinjan el acceso o evaluar la posibilidad de disponer de otros lugares
vacantes fuera de la Institución.
En lo que hace al movimiento y la necesidad de un traslado rápido
de enfermos en camillas o sillas de ruedas, en la propuesta se prevé el ensanche
de los senderos internos a fin de mejorar su direccionalidad y tránsito.
Esta propuesta de Revitalización de los jardines del Instituto no
pretende estar ajena a las realidades presupuestarias. Por tal sentido se hace
necesario estudiar la factibilidad de implementar pasantías con alumnos de las
carreras afines al mantenimiento, diseño y planificación de espacios verdes de
la Universidad de Buenos Aires y/o Universidades Nacionales, como así también la
convocatoria de actores sociales que estén dispuestos a colaborar y participar
activamente en las diversas actividades y/o planes a llevar a cabo.
COMENTARIO FINAL
A partir
del desarrollo expuesto en el presente trabajo, pretendimos resaltar la puesta
en valor de este Instituto de Oncología Angel H. Roffo en lo
que hace a sus espacios verdes, su trayectoria y su relación con sus usuarios
más directos. Es de destacar que los lineamientos han apuntado a dejar en
evidencia la importancia de los jardines a través del paseo, la distracción, las
actividades al aire libre y el reencuentro con los seres más queridos.
Esta propuesta de Revitalización de los jardines del Instituto
intenta acercar una primera aproximación al desarrollo de nuevos estudios que
permitan generar experiencias viables y que resulten extrapolables a otras
instituciones hospitalarias con características similares.
Pero a fin de realizar
nuevos análisis y perseguir la concreción de esta propuesta
resultará imprescindible contar con el compromiso de un
equipo de trabajo interdisciplinario que fomente la planificación conjunta de
los jardines, elevando el nivel de vitalidad de los mismos para que el uso de estos espacios exteriores
sea aprovechado y compartido en su máxima potencialidad.
BIBLIOGRAFÍA
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1926.
INST.
ONCOLOGIA
ANGEL H.
ROFFO
AV. SAN
MARTIN
AV.
NAZCA
AV. FRANCISCO
BEIRO
Inserción del
Instituto en
la Ciudad
Autónoma de
Buenos
Aires.
Inserción del
Instituto en el Barrio de Agronomía.
Fuente: Instituto
Geográfico Militar (IGM) Fotografía aérea año 1998.
Esquema del
Instituto con sus pabellones, jardines perimetrales y las avenidas que
lo
delimitan.
ANEXO
I
ANEXO
II
Esquema de la
Planta de Sectorización de la propuesta de Revitalización de los jardines del
Instituto.
Vista de la
entrada principal sobre la avenida San Martín.
Fuente: Archivo
del Instituto de Oncología Angel Roffo s/f.
Ponencia
presentada en el Simposio Ambiente Urbano. Séptimo Encuentro Internacional
Humboldt. Villa de Merlo, San Luis – Argentina. Jueves 22 de setiembre de
2005.