TERRITORIO Y GESTION.
CONOCIMIENTO, REALIDAD Y TRANSFORMACIÓN: UN CIRCULO
VIRTUOSO

Prof.Dr.Horacio Bozzano,
UNLP-CONICET
INTRODUCCIÓN
Esta
ponencia al VII Encuentro Internacional Humboldt tiene como objetivo –a partir
de experiencias colectivas transdisciplinares- aportar reflexiones a la puesta
en marcha desde el conocimiento científico de un círculo virtuoso de
transformación en personas y lugares, más solidario que el círculo vicioso
de letargo de conciencia planetaria global de muchos y de empobrecimiento
material extremo de otros, que transitamos en este momento de la Historia.
El
círculo virtuoso puede tener matices que no alteran su esencia: la
transformación. Difiere de la resistencia. La lucha y la resistencia a un modelo
hegemónico no son contradictorios sino complementarios a su transformación.
Asimismo, transformación es diferente de cambio: mientras la transformación es
estructural y puede manifestarse en varios planos, el cambio no alcanza la
profundidad de la transformación, pudiendo éste ser superficial o a lo sumo de
un sistema.
El
objeto del trabajo es plantear un objeto de estudio y de intervención muy amplio
que intenta ser aplicado desde el año 2001 en proyectos de desarrollo
institucional y en proyectos de desarrollo endógeno concretos en la República
Argentina.
A su vez, cada proyecto es un objeto de estudio y de intervención en si mismo,
diferente de los demás. Todos comparten la misma esencia: se trata de lograr una
transformación de base donde opera cada proyecto, con la participación real y
sentida de los sujetos de transformación: funcionarios, vecinos y empresarios
dispuestos a superar el statu quo dominante, la resistencia y el cambio
superficial.
Desde nuestros conocimientos y nuestras experiencias en la
Argentina, la concepción y la puesta en marcha de este proceso de trabajo se
expresa hoy de la siguiente manera. El
territorio (terra torium = la tierra que pertenece a
alguien) ha sido, es y seguirá siendo objeto de infinitas modalidades de
gestión (gerere = administrar; y gestatio = crear) entre seres humanos,
sujetos
del Estado, el
mercado y la ciudadanía en todo nuestro Planeta. Nosotros, profesionales
universitarios, afrontamos el desafío de tenderles una mano, interviniendo como
facilitadores y como agentes de desarrollo, más que
como defensores de nuestras posiciones académicas. Los sujetos del sector
público, el sector privado y la sociedad civil, objeto de los proyectos donde se
pretende operar, son muy diferentes. Suelen convivir en cada lugar sujetos de
statu quo, sujetos de resistencia al modelo dominante, sujetos de cambio
superficial y sujetos
de transformación.
Los
trabajos que dan germen al Equipo Territorio y Gestión en la UNLP surgen en un
contexto de profunda insatisfacción individual y colectiva: nuestra
incapacidad e insuficiencia desde el conocimiento científico social para generar
respuestas concretas al 99% de los seres humanos que hoy no hace
ciencia.
Aunque
no puesto en palabras, hay un deseo compartido en el fondo seguramente
por la mayoría de los seres humanos. En un escenario de atropello a la dignidad
humana generalizado y vectorizado en todos los puntos del Planeta, continuar
despertando desde los mas heterogéneos grupos sociales, niveles de conciencia y
grados de compromiso con generaciones futuras en comunidades científicas de
todas las latitudes, superadores de la denuncia y la resistencia, para generar
transformaciones graduales y profundas en una conciencia planetaria global, así
como en “sistemas de acciones y en sistemas de objetos”
más solidarios que los dominantes. Dicho de otro modo, el compromiso desde el
conocimiento científico con cada una de nuestras sociedades en todo el Planeta,
nos excede, en la medida que estamos en condiciones de involucrar a aquellos
funcionarios, a la sociedad civil y a los empresarios que demuestren una
conciencia y una ética ciudadana a la altura de los tiempos que corren. Los
tiempos corren más rápido que hace una generación, porque las insatisfacciones y
las incertidumbres se multiplican de manera exponencial.
Una
posibilidad cierta es abrir el juego e ir descubriendo pistas para salir
de academicismos inconducentes en
los que por nuestras propias preocupaciones y pretensiones científicas
disciplinares vamos cayendo, alejándonos del resto de la Humanidad. Superar la
resistencia, haciendo, aún con rigor científico siempre perfectible, cooperar y
contribuir a transformar la realidad, en lugar de legitimar el statu quo
de poderes hegemónicos que profundizan la desigualdad entre seres humanos. Solo
haciendo, nos equivocaremos cada vez menos, y podremos ir generando procesos de
transformación social mas solidarios que los vigentes.
Un
desafío complejo nos moviliza: Es posible, manteniendo una vigilancia
epistemológica, generar conocimiento científico que, partiendo de una relación
dialéctica conocimiento-realidad, permita co-construir –con la participación de
sujetos del Estado, el mercado y la
sociedad civil- procesos de transformación real y concreta en conciencia, en
acciones y en objetos ?
Para trabajar por este
desafío la exposición se organiza en cuatro partes: a- breves reflexiones sobre
conocimiento científico y la relación sujeto-objeto, b- conocimiento, realidad,
transformación, objeto de estudio y objeto de intervención, c- ejes de análisis
para el territorio y la gestión, d- nociones operativas; y algunas
conclusiones.
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y RELACION
SUJETO-OBJETO
Desde hace mucho mas de
un siglo los resultados de la investigación científica producen avances
palpables para el desarrollo de la Humanidad. Algunos han terminado alcanzando a
todos los seres humanos, otros continúan siendo muy selectivos, mientras también
hay otros que son puestos en tela de juicio como avances científicos.
En qué
dimensiones y planos de la realidad domina la transferencia a la sociedad de
resultados de descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas ? Se trata
generalmente de cuestiones que no ponen en jaque el orden político-económico
hegemónico vigente a nivel internacional. La mayoría de los avances
científico-tecnológicos en materia de salud, comunicaciones, ciencias exactas y
ciencias naturales no tienen derivaciones semejantes que procesos de
investigación sólidos que concluyen en propuestas de transformación en modos de
regulación político-institucional, de administración y explotación de recursos
naturales, de modos de producción, de condiciones de trabajo y de numerosas
cuestiones que hoy integran -en los discursos en mayor medida que en las
acciones- agendas de desarrollo en un gran número de países.
En todo
discurso científico social subyace una posición ideológica;
en sentido inverso, no todo discurso ideológico supone conocimiento científico.
El problema central no se deriva de esta reflexión, sino de los juicios de valor
de que son objeto argumentaciones científicas que ponen en tela de juicio el
orden político, económico y social imperante.
El
desafío actual de una notable variedad de corrientes epistemológicas en Ciencias
Sociales opuestas al statu quo que promueve el sistema imperante, no es
tanto alcanzar niveles descriptivos y explicativos sólidos, sino mas bien llegar
al proyecto y la transformación concreta en los objetos propios de cada
disciplina.
La resistencia y la transformación son complementarias y se oponen al statu
quo del modelo hegemónico dominante. Desde el conocimiento científico, la
resistencia es un factor explicativo poderoso del atropello a la dignidad humana
que esta supuesta globalización impone; pero a la vez la resistencia es factor
fundamental en la toma de conciencia, necesaria para afrontar un proceso de
transformación ineluctable en la Humanidad ante tamaño atropello.
Nuestro
compromiso desde las ciencias sociales –la Geografía es una de ellas- es generar
un proceso coherente de descripción, explicación, propuesta y
transformación a partir de una relación sujeto-objeto que posicione
de manera consciente a agentes de desarrollo y sujetos de transformación en
relación al objeto de estudio y de intervención sobre el que se pretende
indagar, operar y co-operar.
Somos
simultáneamente sujetos de conocimiento, sujetos de experiencia y sujetos de
transformación. Nuestra esencia está teñida por nuestros conocimientos, nuestras
experiencias y nuestra intencionalidad de cambio, transformación y proyección.
Como plantea F.de Saussure : “El punto de vista crea el objeto.”
Cada sujeto define su punto de vista con dosis variables de conocimiento,
experiencia y proyección. En nuestro objeto de estudio y de intervención, estará
parte de nuestro conocimiento, de nuestras experiencias y de nuestra visión de
futuro, de cambio y de transformación. En estas circunstancias, el sujeto actúa
como un vector epistemológico con una doble intencionalidad : la explicación y
la transformación. En la medida que explica y contribuye a transformar la
realidad, el sujeto de conocimiento científico deviene un agente de
desarrollo.
Ahora
bien : Qué vínculos se establecen entre los sujetos que integran cada objeto de
investigación y de intervención y los sujetos de conocimiento científico? En la
mayoría de los casos, los sujetos de conocimiento científico van por un sendero
y los sujetos del Estado, el sector privado y la sociedad civil que integran de
diversa manera cada objeto, cada uno continúa recorriendo su propio sendero. Son
determinantes las técnicas de ruptura a los obstáculos epistemológicos, si se
pretende sentar a la misma mesa a científicos, políticos, empresarios y vecinos
para lograr puestas en común que produzcan transformaciones concretas. Pero
también es preciso superar obstáculos epistemofílicos.
CONOCIMIENTO,
REALIDAD Y TRANSFORMACIÓN:
OBJETO
DE ESTUDIO Y OBJETO DE INTERVENCION
“Sólo
tiene sentido hablar de proceso de investigación científica si lo que se
obtiene como producto es conocimiento científico....Ahora bien, entre los
muchos rasgos que describen al conocimiento científico hay uno que, sin duda, es
esencial: todo conocimiento científico resulta de una definida combinación
entre componentes teóricos y componentes empíricos.”
(Samaja; 1999:29) En el presente trabajo componentes teóricos y empíricos se
trabajan respectivamente en términos de conocimiento y
realidad.
En la
intencionalidad de transformación hay una base preferentemente
axiológica. Las valoraciones con las que intencionamos cada transformación se
basan en las particulares combinaciones de conocimiento y realidad que
imprimamos y proyectemos en nuestro quehacer científico. Gnosceología, ontología
y axiología entonces, subyacen en cada metadisciplina y emergen en la medida que
se concretizan en un proyecto, sea éste de transformación, de cambio superficial
o de reproducción del statu quo imperante.
Conocimiento,
realidad y transformación forman
un círculo virtuoso interpretable a partir de una secuencia de cuestiones
simples –el qué, el por qué, el cómo y el a quién-
traducibles a su vez en cuatro instancias metodológicas: descripción
(diagnóstico), explicación (evaluación),
proposición (proyecto o programa) y transformación (se concreta en conciencia,
acciones y objetos). El objeto de estudio (o de investigación básica) se
establece con referencia a la descripción y la explicación. El objeto de
intervención (o de investigación aplicada) se establece con referencia al
proyecto, el programa y a su concreción efectiva.
El
tránsito de cuestiones tan amplias –conocimiento, realidad, transformación-
hasta precisar un objeto de estudio y/o de intervención es tarea ardua y
compleja, no exenta de obstáculos. En la medida que -como sujetos de
conocimiento científico- incorporemos inducción, deducción y dialéctica
a la relación conocimiento-realidad, el trabajo aplicado a lugares concretos con
sujetos concretos, podrá contribuir al conocimiento, la comprensión y la acción
sobre el territorio y su gestión, en términos de terra torium (la tierra
que pertenece a alguien), de gerere (administrar con racionalidad) y de
gestatio (gestar, crear).
Cada objeto de estudio se
puede construir optando por relaciones conocimiento-realidad de corte más
inductivo, más deductivo o mas dialéctico. Nuestra opción es preferentemente
dialéctica. Se trata de un proceso donde simultáneamente enfoques más empiristas
–ligados básicamente al conocimiento del caso a trabajar- y otros más
racionalistas –emparentados con conceptos y nociones operativas de un enfoque
teórico determinado- permiten transformar el objeto real -en términos de una
realidad descripta- en un objeto científico, en un objeto explicado,
conceptualmente elaborado con referencia al complejo real concreto y de
pensamiento; un real concreto que existe fuera nuestro y un real de pensamiento
como construcción previa.
Bourdieu es claro al respecto: "Un
objeto de investigación, por más parcial y parcelario que sea, no puede ser
definido y construido sino en función de una problemática teórica que
permita someter a un sistemático examen todos los aspectos de la realidad
puestos en relación por los problemas que le son planteados." (P.Bourdieu et al;
1996:54) Vale decir, una relación dialéctica entre conocimiento y realidad para
construir un objeto de estudio e investigación.
En el proceso de construcción del
objeto de estudio hay una serie de obstáculos epistemológicos, cuya superación
implica con frecuencia la adopción de técnicas de ruptura. Entre los obstáculos
que mencionan Bourdieu et al (1996) y Bachelard (1984) -referidos básicamente al
trabajo sociológico- podemos citar brevemente los siguientes: la opinión común,
una opinión sin conocimiento es un conocimiento vulgar; las verdades dadas que
se retransmiten y que suelen transformarse en dogmas; la unidad de la ciencia,
que alude tanto a la unidad de lo diverso como a la diversidad de la unidad; la
relación entre formación básica y conocimiento empírico; la misma palabra que
designa y explica, pudiendo designar lo mismo, lo explica de distinta forma,
dependiendo del marco conceptual.
Partiendo
de Bachelard (op.cit), de Bourdieu (op.cit) y rescatando cuestiones trabajadas y
pulidas durante doce años con alumnos avanzados que elaboran diseños de
investigación muy diversos en la Universidad Nacional de La Plata,
se plantean básicamente cuatro técnicas de ruptura para los obstáculos
epistemológicos mencionados. Esquemáticamente se trata de las siguientes:
1-Es menester comenzar con una
definición previa y provisoria del objeto de estudio, situación que
supone la combinación de, al menos cuatro momentos: el establecimiento de un
recorte de la realidad, la caracterización del objeto de estudio a partir
de concepciones determinadas, la articulación entre conceptos, y
el reconocimiento de dimensiones de análisis, privilegiando la
pertinente. Estos cuatro momentos -reconocidos en Bachelard- son clave en el
éxito del trabajo científico; cuando uno de ellos se desdibuja, el objeto de
estudio no sólo reduce su coherencia sino que incrementa sus posibilidades de
fracaso en el posterior desarrollo de la investigación y del trabajo concreto.
2-El análisis estadístico,
el análisis espacial y el de otras fuentes permiten luego
homogeneizar, organizar y sistematizar en alguna medida el universo de estudio,
lo que implica una ruptura con lo intuitivo, con lo aparente, con las
generalizaciones realizadas a partir de estudios de caso. Aquí debemos ejercer
una vigilancia epistemológica, para que nuestra investigación no se vea
condicionada por restricciones y ataduras propias de cada uno de los
tratamientos. Suele ocurrir que por razones de disponibilidad de información,
costos o tiempos se tienda a supeditar el objeto a las fuentes y a sus análisis
emergentes; en tal caso continuamos con el obstáculo.
3-En tercer lugar, la ilusión de la
transparencia y el principio de la no conciencia supone una tarea orientada a
hacer consciente lo no consciente, una ruptura con el empirismo ingenuo.
En este sentido, la indagación permanente en la primera fase de la investigación
hasta pulir el objeto y formular objetivos e hipótesis, es un camino que permite
atenuar estos riesgos. Entrevistas con actores que ven el mismo objeto de otra
manera –profesionales de otras disciplinas, sujetos del sector público, el
sector privado y la sociedad civil- contribuyen a romper con aquella ilusión de
la transparencia; pero la entrevista como técnica de ruptura por si misma no
alcanza. Hay otras técnicas relacionadas con la identificación de tramas de
relaciones que surgen de la interpretación combinada de las fuentes que nos
proporcionan tanto los análisis espaciales, estadísticos y de texto, como los de
las entrevistas a informantes calificados.
4-Esto
nos obliga a establecer precisión en el uso del
lenguaje
para definir la parte de la realidad que estamos trabajando; la vigilancia
epistemológica a nivel del lenguaje es muy significativa en conceptos complejos
como territorio, sociedad y gestión por cuanto se trata de nociones polisémicas,
de las cuales, a su vez se desprenden conceptos y nociones mas particulares. En
este trabajo, para definir de manera previa y provisoria territorio y gestión,
se seleccionan diez ejes de análisis.
Un
objeto de estudio se madura, se amasa en nuestro interior, se trabaja, se
pule, se elabora, recorriendo en general un sendero metodológico más dialéctico
que inductivo o deductivo. Esta tarea previa y necesaria en la construcción de
un objeto, no es estrictamente un marco teórico, ni un análisis empírico del
caso. Se trata de un campo problemático donde se intenta ir descendiendo desde
conceptos más generales hasta conceptos más particulares, estos últimos, propios
de un objeto de estudio. Un trabajo de esta naturaleza supone un intento por
sintetizar nuestro concreto real y nuestro concreto pensado, tarea compleja y
que seguramente ninguno realizará de la misma manera. Vale decir que el
ejercicio metodológico va de lo mas general (el campo problemático
conocimiento-realidad) a lo mas particular (el objeto de estudio)
En toda investigación hay una
instancia preferentemente descriptiva. En territorio y gestión se trata del
estudio y análisis de los rasgos y connotaciones más salientes de nuestros
objetos de investigación e intervención. La precisión, la rigurosidad y la
pertinencia en la tarea no dependen de la descripción; sino de la "definición
previa y provisoria del objeto de estudio" (Bachelard; 1984), situación que
supone su inclusión en un campo problemático más amplio. Sino la descripción
corre el riesgo de perder el rumbo.
Entre
quienes trabajamos con el territorio hay una tendencia frecuente: "transformar
en mapas, cartas y planos todo lo que tenemos a nuestro alcance". Esta situación
suele derivar en dificultades teórico-metodológicas desde el momento que se
tiende a sobredimensionar el peso de la localización, de la distribución y de
las configuraciones espaciales. La
claridad en la pertinencia o no pertinencia espacial de cada variable surge
cuando el objeto de investigación se ha madurado, se ha trabajado, se ha pulido
lo suficiente como para explicitar el lugar de algunas de estas nociones
espaciales y el lugar de otras descripciones no necesariamente
espacializables.
Una vez definido y trabajado el
objeto de estudio a partir de un ejercicio dialéctico entre conocimiento y
realidad estamos en mejores condiciones de avanzar en el objeto de intervención.
El
objeto de intervención supone precisar un proyecto, un programa, un plan
o una política concreta cualquiera sea su complejidad, alcance y escala, y
también supone investigar los pasos necesarios para lograr su concreción
efectiva. En todo objeto de intervención subyace la idea de transformación y/o
de cambio, sean éstos para legitimar o profundizar un determinado statu
quo, sean para lograr cambios y/o transformaciones en conciencias, en
acciones o en objetos. Por lo tanto, un objeto de intervención necesariamente
estará teñido de las valoraciones con las que consciente o inconscientemente
intencionemos el trabajo.
En un
objeto de intervención, la relación sujeto-objeto, posiciona al sujeto de
conocimiento científico en términos de un agente de desarrollo. Un aspecto clave
en el éxito de un proyecto es la forma en que profesionales (agentes de
desarrollo) establecen vínculos con los “sujetos integrantes del objeto“. Estos
sujetos –funcionarios públicos, empresarios, vecinos- cuando las explicitan,
generalmente adoptan posiciones diferentes y hasta contradictorias.
Asimismo,
el vínculo entre agentes de desarrollo (profesionales) y sujetos de cambio
(funcionarios, empresarios, vecinos) adquiere una gran variedad de matices;
pudiendo en un extremo operacionalizarse en una tarea a la par entre agentes y
sujetos, y en el otro, en un divorcio completo entre ambos. Estos dos extremos
suelen conducir, en el primer caso, a un obstáculo epistemológico en el que el
agente de desarrollo llega a confundir su rol con el de cada sujeto de cambio;
mientras que en el segundo, nos suele llevar a resultados estériles donde la
investigación aplicada se constituye en un discurso alejado conceptual y
empíricamente de la acción concreta.
¿ Qué
significa transformación ? Se trata de un concepto de origen latín: trans
y formare, significan formar mas allá de; hacer pasar de una forma a
otra; dar otros caracteres formales a algo. (P.Robert;1988:2002) En cada
transformación que contribuyamos a realizar como agentes de desarrollo,
intencionaremos, imprimiremos y proyectaremos a nuestro quehacer científico
particulares combinaciones de conocimiento y realidad. Ahora bien, si los
sujetos de cambio no se apropian de la idea, del proyecto, si no construyen
acuerdos con otros sujetos de cambio la transformación naufragará fácilmente, o
bien se impondrá de manera sesgada, vertical o inconsulta. El “paso de una forma
a otra”, la asignación de “otros caracteres formales a algo” o una nueva
formación mas allá de una precedente -en cualquier proyecto- quedarán expresados
en discursos, pero no generarán su efecto en conciencias, en acciones ni en
objetos. La apropiación de un proyecto por parte de los sujetos beneficiarios
directa o indirectamente del mismo es clave en la concreción de un círculo
virtuoso de transformación.
La
transformación siempre es profunda y tiene muchas interpretaciones. Puede
tratarse de una revolución que finalmente termine suplantando al sistema
capitalista. Puede tratarse de una revolución de una conciencia planetaria –en
términos de un despertar colectivo de nuestra esencia como especie humana- que
transforme los pilares mas cruentos y perversos del sistema imperante,
promoviendo una dialéctica vertical-horizontal de “aconteceres homólogos,
complementarios y jerárquicos” (Santos,M.;2000:140) que impulse modos de vínculo
y relaciones de poder totalmente diferentes al modelo hegemónico.
En este planteo de
conocimiento, realidad y transformación, nuestro objeto de estudio es el
territorio y nuestro objeto de intervención es la gestión en el territorio
orientada a la transformación real y concreta entre agentes de desarrollo y
sujetos de cambio. El territorio puede ser un ámbito rural, un paraje, un
pueblo, una ciudad, una región, una jurisdicción administrativa u otros recortes
espacio-tiempo. La gestión puede referirse a la ejecución, la implementación, la
puesta en marcha, la administración de un proyecto concreto, así como a la
resignificación, la valorización y la apropiación en términos de conciencia, de
acciones o de objetos.
Diagnóstico, evaluación, proyecto y transformación
son un camino metodológico para el estudio del territorio y su gestión. Los
sujetos de cambio y los agentes de desarrollo son el eje central del territorio
y su gestión. Ahora bien, la dialéctica se establece
y aplica en dos niveles. Por un lado, la relación conocimiento-realidad
necesaria para construir cada objeto de estudio y de intervención, y por otro,
la construcción teórico-empírica de las categorías y dimensiones de análisis al
interior de cada objeto; en este caso se trata de los ejes de territorio y
gestión.
TERRITORIO Y
GESTION
Por
qué territorio y gestión ? Porque es aplicable a objetos de estudio y de
intervención en la micro, meso o macroescala con la participación de un amplio
espectro de agentes de desarrollo (profesionales) y de sujetos de cambio
(funcionarios, empresarios y ciudadanos) El planteo general es el mencionado en
la introducción del texto: el territorio (terra torium = la tierra que pertenece a
alguien) ha sido, es y seguirá siendo objeto de infinitas modalidades de gestión
(gerere = administrar; y gestatio = crear) entre seres humanos,
sujetos del Estado, el mercado y la ciudadanía en todo nuestro Planeta. Como
veremos mas adelante, subyacen a este planteo lo real, lo pensado y lo posible,
desde una perspectiva epistemológica, y la contradicción, el conflicto, la
complementariedad y la cooperación, desde un abordaje orientado a construir un
círculo virtuoso de transformación; ambas perspectivas tienen base
dialéctica.
Estamos
empapados de siglos de inducción y deducción, de análisis y mas análisis; y no
tenemos ejercicio suficiente de pensamiento dialéctico. “Debido a que la
realización concreta de la historia no separa lo natural y lo artificial, lo
natural y lo político, debemos proponer otro modo de ver la realidad, opuesto a
este trabajo secular de purificación, que está basado en dos polos distintos”
(Santos; 2000:85). A partir de Michel
Serres, Bruno Latour (1991:73) se pregunta “¿ Por qué entonces, en nuestra
construcción epistemológica, no preferimos partir de los híbridos, en vez de
partir de la idea de conceptos puros ?”. También Hagerstrand (1991:117) propone
tratar de forma simultánea el mundo de la materia y el mundo del significado
humano. Hace casi cuatro décadas Godelier (1966:254-255) había planteado que
“...todo sistema y toda estructura deben ser abordados como realidades ‘mixtas’
y contradictorias de objetos y de relaciones que no pueden existir
separadamente.”
Lobato
Correa (1997, citado por G.Montañez Gómez; 2001) plantea que la palabra
territorio se deriva de las latinas terra y torium, conjuntamente significan la
tierra que pertenece a alguien.
Tierra y alguien, tierra como un lugar del planeta cualquiera sea su escala;
alguien: un sujeto, un grupo social, un sector social, una sociedad.
Etimológicamente territorio nace de manera dialéctica. El origen del vocablo
gestión es latino y se remonta a dos términos: gerere y
gestatio (P.Robert; 1988:865);
el primero se refiere a la acción de administrar, el segundo alude a la
gestación, originalmente en el vientre materno, luego su significado se amplía.
Vale decir que la gestión puede entenderse en términos de administración con
creación. Siendo contradictorias, la racionalidad y la creatividad finalmente se
hibridan; la ausencia de una invalida la relación y anula la gestión.
Etimológicamente gestión se concibe dialécticamente.
El territorio (terra torium)
no es la sociedad en acción; tampoco es la naturaleza, el sustrato físico
natural y/o construido; en sentido amplio es naturaleza y sociedad en
interacción dialéctica. El territorio
es un lugar de variada escala donde sujetos –actualmente del
Estado, el mercado y la ciudadanía-
ponen en interacción sistemas de acciones y sistemas de objetos, constituidos
éstos por un sinnúmero de técnicas –híbridos naturales y
artificiales- e identificables según
particulares acontecimientos -en
tiempo-espacio- y con diversos grados
de inserción en la relación local-meso-global.
En esta definición
previa y provisoria del territorio como objeto de estudio se identifican al
menos seis ejes de análisis: 1-Sujetos del Estado, el mercado y la ciudadanía;
2-Natural, artificial, técnicas; 3-Sistemas de objetos, sistemas de acciones;
4-Tiempo, espacio, acontecimientos; 5-Local, meso, global.
Estos cinco ejes de análisis son apriorísticos en la construcción del objeto,
mientras que hay un sexto eje de análisis que, como se analiza mas adelante,
surge a posteriori: se trata de los espacios euclidianos y topológicos y de
espacialidades absolutas, relativas y relacionales derivadas de aquellas
concepciones espaciales.
Recordemos que, a
partir de Bachelard, un objeto de estudio se construye en la combinación de
cuatro momentos:
en el caso que nos ocupa –territorio- el recorte de la realidad puede ser un
espacio-tiempo en micro, meso o macroescala; la concepción parte del
reconocimiento de relaciones contradictorias, conflictivas, complementarias y
cooperativas entre sujetos del Estado, el mercado y la ciudadanía, que
traccionan diferentes formas de valorización y de apropiación en los sistemas de
objetos y sistemas de acciones más salientes de cada lugar o territorio; los
seis ejes de análisis se articulan en diverso grado, haciendo prevalecer en este
proceso de articulación conceptual, una o dos dimensiones de análisis sobre las
restantes.
Al tratarse ésta, de
una definición previa y provisoria muy general del territorio como objeto de
estudio, es menester plantear algunos intentos de aplicación, entre un sinnúmero
de casos, con el propósito de poder precisar objetos de estudio mas
particulares. Puede ocurrir que en una definición de territorio -por ejemplo un
paraje, una localidad o un ámbito rural- prevalezcan los sujetos construyendo
contradictoria y cooperativamente sistemas de objetos y sistemas de acciones;
aquí las técnicas, los acontecimientos y las relaciones con lo meso y lo global
pueden pasar a segundo plano. En contrapartida, la definición de un territorio
en reestructuración económica y política de fuerte dependencia con el extranjero
supone el privilegio del eje global-meso-local en sujetos determinantes de dicho
proceso. En casos de territorios con bajos grados de antropización los ejes a
privilegiar estarán vinculados a las maneras en que recursos naturales son
transformados mediante técnicas (híbrido natural-artificial) por diferentes
sujetos. Vale decir que, de acuerdo a este planteo conocimiento-realidad, el
territorio podrá ser definido según un particular recorte espacio-tiempo
caracterizado por relaciones contradictorias entre sujetos que privilegian y
activan en diverso grado particulares técnicas, sistemas de objetos, sistemas de
acciones, acontecimientos y relaciones globales, meso y locales. En definitiva
–como plantea de Saussure- es el punto de vista quien crea el objeto.
A continuación se
realiza una caracterización preliminar y provisoria de estos seis ejes de
análisis del territorio.
1-Sujetos del Estado, el mercado y la
ciudadanía. Los procesos sociales en cualquier territorio son
protagonizados en muy diverso grado e intensidad por funcionarios, empresarios y
vecinos: sujetos del Estado, el sector privado y la ciudadanía, respectivamente.
Hay sujetos cuya participación, conflictiva o solidaria, es más protagónica, en
otros es más pasiva. Todo sujeto social encarna e integra en mayor o menor
medida un proceso en el que Estado, mercado y ciudadanía entablan relaciones
conflictivas, contradictorias, complementarias y cooperativas. Es posible
identificar estas relaciones a partir de una inagotable variedad de abordajes
teóricos disciplinares.
Entendemos
al sujeto como al ser humano representativo de un colectivo, agrupación u
organización política, económica o ciudadana de tamaño diverso que desarrolla al
menos cuatro capacidades: desarrolla intereses, acumula recursos cognitivos y
materiales, satisface necesidades y tracciona hechos.
Un
abordaje al estudio de los sujetos puede realizarse intentando responder a tres
cuestiones planteadas por Jorge Karol (2004:3): “1 ¿ quiénes son, cómo distinguirlos, cómo reconocer sus
lógicas primarias de acción o de constitución ?; 2 ¿cómo lo hacen, de qué manera, a través de qué
instrumentos y con qué capacidades?; y 3 ¿qué vínculos - afinidad, oposición,
armonización, conflicto, alianza -
los ligan?”
El
interjuego entre funcionarios, empresarios y vecinos en el sistema capitalista
actual es de una notable complejidad y variedad: es preciso evaluar en qué
medida la acción o la inacción desde uno de los tres pilares repercute en los
restantes alterando el orden social.
“La literatura internacional acerca de la gestión en general... introdujo muy
recientemente un concepto –“governance”– que alude a los procesos
sociales por medio de los cuales se construyen marcos institucionales para
abordar, discutir y resolver los modos y los instrumentos de gestión de la
ciudad. No hay un equivalente satisfactorio para este término en castellano;
algunos autores lo traducen como “gobernancia”...El término “gobierno” alude
esencialmente al Estado; en cambio, “gobernancia” se refiere a una gama muy
extensa de interrelaciones entre la sociedad civil, el mercado y el Estado.”
(Karol;2004:3)
Un aspecto central en
la relación entre sujetos del Estado y ciudadanos, se deriva en prácticas mas
clientelísticas en un extremo, y en aquellas donde prevalece el emprendedorismo,
en el otro.
“Si bien las instituciones nos
simplifican en cierto modo no sólo nuestra conducta, sino también nuestro
pensamiento y nuestra sensibilidad, nos permiten reservar energías para ser una
individualidad original en su medio, o sea para actuar aportando mucho.”
(Savater;2003:91) Sujetos mas activos y sujetos mas pasivos pasan a ser el eje
de cada gestión en cada territorio.
“El ciudadano que surge
con y por la independización del Estado Moderno, cree en la propia autonomía
individual no solo para el “libre hacer”, sino para legitimar, con su
consentimiento, al poder político.... Pensar en legitimidad, es pensar en la
idea de un orden basado en el
contrato, es decir, los individuos otorgan mediante el ejercicio de la
ciudadanía, el poder político a sus representantes en el Estado para que éstos
conduzcan los “asuntos colectivos”, y ellos puedan realizarse en la esfera
privada, en la libre competencia del mercado”.(R.Nogués;2004:13) Las modalidades de legitimación
pueden aproximarse en mayor medida a una dialéctica horizontal-vertical, o a una
dialéctica vertical-horizontal, reconociendo aquí principalmente modelos del
estilo top-down y bottom-up, respectivamente. El clientelismo
político y el asistencialismo, por un lado y el emprendedorismo y la confianza
en si mismos como sujetos de grupo, por otro, son claves en el estilo de
desarrollo institucional, social y económico a co-construir.
En el
sistema capitalista actual toda acción pública tiende de muy diversas maneras a
“...articular la acumulación del capital y la legitimación socio-cultural del
orden económico...
En la medida que el Estado pierde capacidad para cumplir debidamente con sus
funciones de legitimación se hacen más notables sus acciones favorables a la
concentración del ingreso de los sectores más poderosos. La dinámica que queda
establecida es: debilidad de la integración social – protestas de los
perjudicados – incremento de la represión estatal – deterioro de la legitimidad
del orden social y del propio Estado.”
(R.Nogués;2004:37-38)
2-Natural, artificial, técnicas. Cuando el Estado, el mercado y la ciudadanía no
existían como tales, los sujetos ya resolvían sus necesidades mediante técnicas.
“Es sabido que la principal forma de relación entre el hombre y la naturaleza, o
mejor, entre el hombre y el medio, viene dada por la técnica”
(M.Santos;2000:27)
“Cuando
la naturaleza aún era enteramente natural había una rigurosa diversificación de
la naturaleza en estado puro... La primera presencia del hombre es un factor
nuevo en la diversificación de la naturaleza, pues atribuye a las cosas un
valor, que añade un dato social al proceso de cambio... Al principio, lo
‘social’ permanecía en los intersticios; hoy es lo ‘natural’ lo que se aloja o
se refugia en los intersticios de lo social.” (Santos; 2000:110-111)
En
territorios de mínima antropización, las técnicas –en términos de híbrido
natural-artificial- son determinantes. En territorios de máximo desarrollo
tecnológico, lo natural existe como sistemas de técnicas de un altísimo grado de
artificialización del recurso natural. Cualquier cultivo requiere de una
técnica; en éste lo natural se transforma en recurso natural mediante una
técnica: plantación, riego, cosecha. En el otro extremo, una computadora, un
microchip o un avión son realizados con recursos naturales mediante complejos
procesos técnicos. Promover la sustentabilidad ambiental representa la intención
de mantener el equilibrio entre lo natural y lo artificial, sin compromoter el
sustento a las generaciones futuras.
3-Sistemas
de objetos, sistemas de acciones.
En un
territorio determinado, ambos sistemas interactúan; los sistemas de objetos
condicionan la forma en que se dan las acciones, mientras que el sistema de
acciones conduce a la creación de nuevos objetos o a la resignificación de
objetos preexistentes. (Santos; 2000:54-55). Son las acciones las que, en último
término, definen los objetos, dándoles un sentido. Pero hoy los objetos
“valorizan” de manera diferente las acciones, en virtud de su contenido técnico.
Analizar las acciones por separado o los objetos por separado no refleja su
realidad histórica. (Santos; 2000:73) Las técnicas integran ambos
sistemas.
Así
considerado, el espacio es un híbrido, un mixto, donde sistemas de objetos y
sistemas de acciones, donde fijos y flujos, donde trabajo vivo y trabajo muerto,
donde forma y función, donde configuración territorial y relaciones sociales,
todos ellos, son inseparables, funcionan dialécticamente y no existe uno sin
otro.
“Las dos categorías, objeto y acción, materialidad y acontecimiento, deben ser
tratadas de forma unitaria... En cada momento hay una relación entre el valor de
la acción y el valor del lugar donde se realiza... el valor del espacio no es
independiente de las acciones que es susceptible de acoger.” (Santos;2000:74)
Cada territorio o espacio geográfico es único e
irrepetible. El criterio para definir cada espacio variará según su complejidad
y escala. Un centro urbano, una colonia agrícola, un paraje, un barrio, un
cinturón verde, un espacio rural, una ciudad, una región, un pais, por citar
algunos casos, son todos ellos, territorios o espacios geográficos donde se
reconocen conjuntos indisolubles de sistemas de objetos y de sistemas de
acciones.
4-Tiempo,
espacio, acontecimientos.
En cada lugar del Planeta, oculto o visible, hay un “pacto fundacional”:
un acontecimiento mediante el cual determinados sujetos deciden crear un lugar.
Cada lugar del Planeta representa un cúmulo de acontecimientos en
tiempo-espacio. En un
espacio presente, tiempos pasados y tiempos presentes se combinan de manera
compleja “Paisaje y espacio son siempre una especie de palimpsesto... La acción
se realiza sobre objetos ya trabajados, esto es, portadores de acciones
concluidas, pero aún presentes... La dialéctica se produce entre acciones nuevas
y una “vieja” situación, un presente inconcluso que quiere realizarse sobre un
presente perfecto.” (Santos;2000: 87,91)
La
flecha del tiempo es en cada lugar, en cada territorio y en el mundo todo, más
rápida o más lenta. En estas velocidades juegan diversos despliegues de
conjuntos indisolubles -solidarios y contradictorios- de sistemas de objetos y
sistemas de acciones. Este impacto de tiempos múltiples en cada lugar es el que
permite encontrar territorios mas permanentes, con mayores inercias, con fijos y
flujos, con sistemas de objetos y sistemas de acciones menos dinámicos. Son
lugares “mas tranquilos”, donde la certidumbre es mayor que en otros. También
los impactos más veloces de tiempos simultáneos de múltiples actores en otros
lugares precisos, generan territorios más cambiantes. Son lugares más virtuales
que los anteriores; lugares donde la incertidumbre prevalece sobre la
certidumbre.
Estudiando
el eje de las sucesiones se plantean posibilidades en el tiempo. Estudiando el
eje de las coexistencias se plantean oportunidades en el espacio.
Sobre tiempos
abstractos, tiempos concretos y el espacio que reúne ambos, plantea Milton: “A
pesar de no ser las mismas para los diversos agentes, las temporalidades se dan
simultáneamente en el espacio geográfico.... Podríamos incluso decir, con cierto
énfasis, que el tiempo como sucesión es abstracto y el tiempo como simultaneidad
es tiempo concreto, ya que es el tiempo de vida de todos. El espacio es el que
reúne a todos, con sus múltiples posibilidades, que son posibilidades diferentes
de uso del espacio (del territorio) relacionadas con posibilidades diferentes de
uso del tiempo.” (op.cit., p.134,135)
Indagando en relaciones
entre acontecimientos o aconteceres diversos –homólogos, complementarios y
jerárquicos- y lógicas horizontales y verticales, Laurent Gille (1987, citado
por Santos) plantea que acontecer homólogo y acontecer complementario están mas
relacionados con la proximidad espacial; y acontecer jerárquico, con la
proximidad organizacional. ¿ Son los primeros la base de horizontalidades y los
jerárquicos la base de verticalidades ? En tal caso, ambos generan
solidaridades. La diferencia es que unas solidaridades tienen continuidad
espacial y las otras discontinuidad espacial. Cuando las solidaridades son
organizacionales y discontinuas disminuye notablemente la posibilidad de
encontrar un acontecer homólogo y un acontecer complementario, porque prevalece
un acontecer jerárquico. En este caso, planteamos que los lugares son más
verticales.
“El
modelo sistemas de objetos-sistemas de acciones solamente se entiende como un
modelo espacio-temporal... En cada momento, hay siempre un mosaico de
subespacios, cubriendo enteramente la superficie de la Tierra y cuyo diseño es
proporcionado por el curso de la historia: la escala deja de ser una noción
geométrica para ser condicionada por el Tiempo.” (op.cit.,
p.141)
Serres
plantea que el tiempo no solo pasa, sino que en realidad percola. “Con la
garantía de no omitir nada, la odisea del método cartesiano se termina cuando
desaparecen los espacios desconocidos, recubiertos por cien redes. La novedad
viene del tiempo, con la condición de concebirlo de nuevo” (Serres;1995:261)
Sobre una eventual supresión del espacio por parte del tiempo, Milton es
categórico, refiriéndose en realidad a un nuevo control de la distancia.
5-Local,
meso, global.
El estudio de la relación entre lo global y lo local puede conducir a
reduccionismos,
en la medida que niveles intermedios –o meso- representados básicamente por
Estados Nacionales o Federales y por instituciones y organizaciones de alcance
regional, hoy son tan determinantes en el devenir arriba (global) como abajo
(local). La “glocalidad” planteada por G.Benko está mediada por niveles meso de
una dialéctica horizontal-vertical, en la que es oportuno identificar
“aconteceres jerárquicos, homólogos o complementarios” (Santos, op.cit) y sus
sujetos determinantes, para precisar cada objeto de estudio e intervención. En
gestiones concretas, los modelos bottom-up y top-down, como
extremos de un continuo, permiten establecer un puente entre el objeto de
estudio y el objeto de intervención.
“La
región y el lugar no tienen existencia propia. Son sólo una abstracción si los
consideramos separadamente de la totalidad.”(Santos;2000:139)
La totalidad se realiza por impactos selectivos; en ellos algunas de sus
posibilidades se hacen realidad. La selectividad ocurre en el nivel de las
formas y en el del contenido, en los fijos y en los flujos, en los sistemas de
objetos y en los sistemas de acciones. De este modo, los lugares reproducen el
País y el Mundo según un orden.(Santos, op.cit)
Michel Serres plantea: “Construir lo local importa tanto como abrir lo global a
partir de él. Mediante pulsaciones similares, el lugar construye el mundo
mientras que este último se repliega en él. En todo intervalo pululan los
posibles” (op.cit., p.260)
Existe
una relación entre lo global y lo local con la solidaridad y la organización.
“El orden global busca imponer, en todos los lugares, una única racionalidad....
(en lo global) la solidaridad es producto de la organización... (en él) se
destaca la información... El orden local es asociado a una población contigua de
objetos, reunidos por el territorio y como territorio, regidos por la
interacción... (en lo local) la organización es producto de la solidaridad...
(en él) predomina la comunicación” (Santos;2000:289) “Se consolida aún más la
dialéctica del territorio, mediante un control “local” de la parte “técnica” de
la producción y un control remoto de la parte política de la producción”
(Santos;2000:231) En solidaridades, organizaciones, información y comunicación
entre lo global y lo local, subyacen horizontalidades y
verticalidades.
Hoy
muchos decisores –políticos y empresarios- son grandes deformadores de la
realidad de Nuestro Planeta o bien pueden ser interpretados como transformadores
de la realidad para unos pocos.
Entre los cinco mil millones de seres humanos que somos: Cuántos son los que
operan las transformaciones más perversas para contribuir a este presente ? Tal
vez el uno por ciento de la Humanidad.
6-Espacio
y espacialidades. En el
actual contexto del conocimiento científico es inconducente pensar en la
formulación de una teoría del espacio que abarque todos los alcances del
concepto. Una teoría de esta naturaleza debería referirse a todos los espacios
reconocidos; sus postulados deberían explicar tanto el espacio en la naturaleza
de una galaxia como en la de un átomo; también deberían explicar la naturaleza
híbrida social-natural, tanto de un pueblo como de una macro-región integrada
por varios países.
El
espacio es una noción polisémica. Mientras en el objeto de estudio e
intervención, el territorio o espacio geográfico es una construcción
apriorística, el espacio y las espacialidades son aposteriori, por la sencilla
razón que el espacio geográfico –o territorio- no se concibe en primer lugar
como un espacio formal, abstracto, geométrico o matemático, sino como la tierra
que pertenece a alguien. El espacio y las espacialidades son nociones espaciales
más emparentadas con las ciencias exactas o físicas; se alude aquí brevemente a
los espacios euclidiano, topológico, absoluto, relativo o relacional.
El
espacio euclidiano, basado en dimensiones precisas, permite identificar
espacialidades absolutas (de raíz newtoniana), por ejemplo una parcela, una
plaza, un lago o una isla, y espacios relativos (de raíz einsteiniana), por
ejemplo, la posición de un lugar respecto de otros medida en distancia métrica,
en tiempo o en costos. En contrapartida, el espacio topológico
prescinde del cálculo de dimensiones precisas, establece posiciones, se apoya en
relaciones, y lo aplicamos a diario sin ser muy conscientes de ello: es base de
la espacialidad relacional (de raíz leibniziana), por ejemplo las relaciones de
posición que en un microespacio establecen sujetos con acciones, con objetos,
con sensaciones y/o con otros sujetos.
La
interpretación de espacios euclidianos y topológicos y sus espacialidades en
casos territoriales muy diversos en su alcance, complejidad y escala contribuye
actualmente a formular la siguiente hipótesis: En cada territorio o espacio
geográfico se reconoce siempre la presencia simultánea de espacios euclidianos y
topológicos, así como de espacialidades absolutas, relativas y
relacionales.
Cómo
ingresa la gestión en el territorio ? Repasando estos seis ejes de análisis y la noción
genérica de territorio
se trata de reconocer las modalidades en que los sujetos del Estado, el mercado
y la ciudadanía traccionan cambios en cada lugar del Planeta cualquiera sea su
escala y su intencionalidad.
Recordemos que la noción de gestión se concibe a partir de una articulación
racionalidad/creatividad.
Subyacen a la gestión nociones tales como acción, cambio, transformación,
posibilidad, incertidumbre, visión, proyección, oportunidad y futuro, en las que
es preciso resignificar la relación sujeto-objeto incorporando al análisis los
agentes de desarrollo (profesionales) y los sujetos de cambio (funcionarios,
empresarios y vecinos) para definir un objeto de intervención que no termine
depositado como un texto anillado más en las bibliotecas.
Una
manera de articular el hoy -con su carga de ayer- y el mañana es mediante un
ejercicio de lo real,
lo pensado y lo posible.
El territorio hoy y el territorio mañana se articulan mediante una gestión
particular. Veamos, lo existente (síntesis de concreto real y concreto pensado)
mañana será diferente (uno entre infinitos posibles). Al
referirse a lo posible y lo real, Prigogine plantea que “...lo posible es ‘mas
rico’ que lo real. El universo que nos rodea debe ser entendido a partir de lo
posible, no a partir de un estado inicial cualquiera del cual pudiera de alguna
manera deducirse.” (Prigogine;1996:65) El autor cita el planteo que Bergson hace
en ‘Le possible et le réel’ sobre el
tiempo, entendiéndolo como “brote efectivo de novedad imprevisible”. En una
orientación semejante, Michel Serres plantea que en los espacios virtuales nos
aniegan multiplicidades de posibles.
Todos los lugares son
parte de nuestro concreto real; pero esto no alcanza para entender nuestro
mundo. Todos los lugares pueden ser pensados como una compleja síntesis del
concreto real y del concreto pensado, como una dialéctica empírico-teórica.
Desde hoy, desde cada momento, todos los lugares son posibles. En la medida que
continuamente los lugares son cruzados por la flecha del tiempo, cambian, se
transforman, se redefinen.
Todos
los seres humanos podemos tener un consenso bastante amplio sobre cuáles son los
territorios reales, nos referimos aquí a los lugares que conocemos, vemos,
vivimos, padecemos. Podemos ponernos bastante de acuerdo en una primera
instancia sobre lo que prácticamente no hay discusión; cuando ya entran la
percepción, la emoción y alguna cosmovisión teórica particular el territorio va
dejando de ser un común real para todos.
El
territorio posible
se refiere simultáneamente a sociedades posibles y a espacios construidos y
naturales posibles. Surge de la proyección simultánea de sucesiones y
coexistencias en un lugar determinado. No es posible aún descubrir, entre el
sinfín de posibilidades y oportunidades, cuáles son las que ocurrirán. Sin
embargo, es posible indagar en los ejes de las sucesiones y las coexistencias en
un lugar determinado con el propósito de plantear hipótesis de territorios
posibles, de identificar oportunidades y posibilidades más probables que
otras.
Los
territorios posibles, como las modalidades de gestión, son infinitos. En general
son producto de obras y acciones concretas que tienden a transformar tanto
niveles de conciencia, como sistemas de acciones y/o sistemas de objetos
determinados.
Mientras algunos operan en mayor medida transformando acciones, otros lo hacen
creando nuevos objetos, o bien generando mayores nivles de
conciencia.
Qué define la gestión?
La gestión es una administración
racional con creatividad que se manifiesta en una acción intencionada donde
participan la valorización, la apropiación y la comunicación. En esta
definición previa y provisoria de la gestión como objeto de intervención se
identifican al menos cuatro ejes de análisis: acción, valorización, apropiación
y comunicación. Toda acción individual o
colectiva tiene una intención explícita o implícita. La valorización tiene al
menos tres lecturas: socio-cultural (como valor de uso, incluido el valor
simbólico), económica (como valor de cambio) y pública (como valor de uso
complejo) La apropiación se entiende a partir de una dialéctica
vertical-horizontal en la que los sujetos se apropian o bien son ajenos en mayor
o menor medida de la acción o el proceso en el que están incluidos. La
comunicación es la communicatio = la puesta en común mas o menos
participativa a partir de la cual se generan vinculos y aconteceres muy diversos
entre los sujetos del Estado, el mercado y la ciudadanía.
TERRITORIO Y GESTIÓN: NOCIONES
OPERATIVAS
En los
ejercicios conocimiento-realidad-transformación en objetos de estudio y de
intervención concretos que realiza el Equipo Territorio y Gestión es posible
identificar un conjunto de nociones operativas, útiles para proyectos de
investigación básica y/o aplicada.
En
resumen se trata de las siguientes nociones: sujetos de cambio, sujetos de statu
quo y agentes de desarrollo (eje de análisis 1), medio natural, sitio y posición
(eje 2), patrón de ocupación y apropiación territorial (eje 3), sucesión,
coexistencia, proceso de organización territorial, creación, expansión,
consolidación, fortalecimiento, estancamiento y retracción (eje 4), orden local,
orden global, aconteceres jerárquicos, homólogos y complementarios (eje 5),
localización, distribución, cora, configuración territorial, espacialidades
absoluta, relativa y relacional (eje 6), acción, intención, decisión, motivos de
acción, voluntad, cultura institucional, capital social y “capitalización
social” (eje 7), valor socio-cultural, valor económico y valor público (eje 8),
apropiación, enajenación, modelos bottom-up y top-down (eje 9),
vínculo, negociación, mediación, puesta en común y suma de voluntades (eje 10)
ALGUNAS CONCLUSIONES
Este trabajo tiene tres propósitos a largo plazo:
1-promover un círculo virtuoso apoyado en lo real, lo pensado, lo
posible y la transformación que articule metodológicamente instancias descriptivas, explicativas, propositivas y
de cambio; 2-poner a consideración de los lectores una matriz teórico-empírica
descriptiva y explicativa de la relación conocimiento-realidad aplicable en
territorios y sociedades locales, regionales y nacionales; y 3-proponer una
matriz teórico-empírica explicativa y propositiva para la transformación
aplicable a la gestión y el desarrollo de territorios y sociedades locales,
regionales y nacionales. Cualquier crítica o aporte en esta dirección será bien
recibido, para seguir superando todas las insuficiencias
existentes.
Indagar
conflictos a partir de una base dialéctica puede ayudarnos a responder, a no
bajar los brazos, a resistir, a formar más conciencia y a transformar la
realidad de otra manera. Nuestra resistencia la podemos construir cada día,
entrometiéndonos, como las raíces entre las piedras, como formadores de
conciencia y como transformadores de la realidad alternativos a los modelos que
se bajan desde poderes hegemónicos y desde poderes capturados por aquellos. Si
logramos en nuestro corto paso por el Planeta, que logren convivir poderes
hegemónicos políticos, económicos y de violencia, con miles de pequeños poderes
más solidarios que aquellos, probablemente estaremos creando el germen de otra
globalización menos perversa que la actual.
Actualmente
se insinúa una hipótesis general: Transitamos este siglo dos transformaciones
simultáneas;
una, ligada a la profundización y desarrollo de una globalización perversa que
gestiona y controla información, tiempo y capital; otra transformación,
entremezclada en todas las sociedades del Planeta, ligada al desarrollo de una
nueva globalización, que hoy excede en su alcance a las masas desposeídas y a
los cientos de millones de seres humanos que padecen hambre.
Convivirán en el año 2030 o 2040 la globalización perversa dominante y
una nueva globalización, hoy germinal, en franco crecimiento y abierta a un
futuro de una nueva civilización planetaria? O habrá seguido creciendo el temor
y el hambre? Dicho de otro modo: se instalará de manera estructural la parálisis
mental y la muerte biológica entre 15 mil millones de seres humanos? Los
dominados por el miedo y los jaqueados por la injusticia. Se habrá abierto la
Humanidad -entremezclada en cada País- a dos gestiones y controles simultáneos
de información, tiempo y capital, uno mas perverso, otro más solidario ? Depende
de nosotros y de los otros.
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“Sumamente atinada parece la
reflexión de William Shakespeare cuando le hacia decir a uno de sus personajes.
“me quitas la vida si me quitas los medios por los cuales vivo”. La naturaleza
predatoria del capitalismo, exacerbada en su fase actual, lo ha conducido
precisamente a este punto: privar de sus medios de vida a las tres cuartas
partes de la humanidad y a la destrucción del medio ambiente que hizo posible la
aparición y el sostenimiento de la vida humana en este planeta. Una civilización
que en nombre de la eficiencia, la racionalidad y el progreso practica el mas
grande genocidio conocido en la historia de la humanidad. Cada año mueren a
causa del hambre y enfermedades curables cuarenta millones de personas, la
mayoria niños. Es decir, en un solo año el capitalismo liquida más de la mitad
de las victimas ocasionadas por la Segunda Guerra Mundial en seis
años.(A.Borón;2004:134)
En el item “Conocimiento, realidad y
transformación” se explicitan diferencias conceptuales y prácticas entre
transformación, resistencia y cambio en relación con el objeto del trabajo.
Un discurso científico que tienda a
legitimar el orden social imperante en nuestro Planeta se construirá con
categorías de análisis teóricas y recortes de la realidad que permitan
“demostrar” aquella afirmación. En contrapartida, un discurso científico que
ponga en tela de juicio dicho orden social, se construirá con categorías
analíticas y recortes de la realidad bien diferentes. En ambos casos podrán
establecerse particulares relaciones conocimiento-realidad, sean inductivas,
deductivas o dialécticas; detrás de estas relaciones invariablemente habrá
discursos ideológicos contrapuestos.
El silenciamiento de posiciones
alternativas al modelo imperante tiene lugar de maneras impensadas. Que el
descubrimiento de una vacuna o de cualquier avance tecnológico se difunda parcialmente
entre seres humanos, no tiene para los mass media hegemónicos las
connotaciones ideológicas que pueda traer implícito cualquier modelo de
desarrollo endógeno, institucional o de cooperación internacional que subvierta
en alguna medida el orden establecido.
Dentro de las Ciencias Sociales, la
Geografía -nuestra disciplina de origen- sin tener sus problemas resueltos,
transita actualmente un camino epistemológico mas fecundo que el dominante desde
mediados del siglo XX. Ello se relaciona probablemente con tres cuestiones: a-
aún compartido con otras ciencias, la definición mas clara de su objeto como
disciplina científica: el territorio, el espacio geográfico; b- la incorporación
definitiva en el concierto de las Ciencias Sociales en su status científico
disciplinar construyendo su especificidad en torno al híbrido de base
dialéctica: natural-artificial, o sociedad-naturaleza; y c-el reconocimiento del
peso de los actores sociales –y de sus racionalidades y particulares lógicas de
despliegue- en los procesos de transformación territorial como una manera de
superar sesgos espacialistas y ahistóricos en nuestras tradiciones de
conocimiento.
En la investigación científica
social básica y aplicada es preciso ser conscientes de esta situación. Una
manera de trabajarla es, como se introduce mas adelante, mediante técnicas de
ruptura a obstáculos epistemológicos.
En el conocimiento
científico “...descripción y explicación son inseparables. Lo que debe estar en
el fundamento de la descripción es la voluntad de explicación, que supone la
existencia previa de un sistema”(M.Santos;
2000:15)
En el quehacer concreto el objeto de
estudio que construya cada uno, podrá referirse tanto a una tesina, como a una
tesis de maestría, de doctorado o bien a un proyecto o programa de desarrollo
institucional o de desarrollo endógeno precisos, no importando su alcance,
escala, profundidad o complejidad; en estos últimos casos se tratará además de
un objeto de intervención.
Es muy probable que la naturaleza de
este momento en la Historia de la Humanidad nos esté llevando a ser más
dialécticos que inductivos y deductivos en nuestros pensamientos y en nuestras
experiencias. Sin embargo es complejo superar una tradición de pensamiento
dominante de inducción y deducción, para reconocer otra forma que nos permita
entender mas este presente.
Este texto no trata, sino de modo
subyacente la dialéctica. Nicola Abbagnano (citado por Femenías et al; 1998)
plantea en “La evolución de la dialéctica” que la noción ha recibido distintos
significados, rescatando cuatro que derivan en buena medida en los usos actuales
del término: 1-como método de la división en Platón, 2-como lógica de lo
probable en Aristóteles, 3-como lógica sin más para los estoicos, y 4-como
síntesis de opuestos en Hegel.
En lo relativo a
trabajos territoriales concretos se
agregan a éstos, otros obstáculos: “...1-el derivado de la aplicación de
concepciones espaciales procedentes de las Ciencias Exactas; 2-el derivado de la
aplicación de concepciones espaciales procedentes de las Ciencias Naturales;
3-el derivado de una fuerte tradición empirista en los trabajos geográficos; y
4-el derivado del reduccionismo en la aplicación de un concepto complejo como el
territorio.” (Bozzano, 2000:22-24)
Hay casos donde
nuestros objetos de estudio serán más teóricos, en otros serán más empíricos,
los habrá explicativos y también otros tendrán metas más propositivas propias de
un objeto de intervención. En todo caso, cualquier proyecto de investigación
deberá ser precisado, acotado, definido mínimamente según su alcance, sus
objetivos y sus metas. En todos será condición necesaria realizar una fase
previa preferentemente descriptiva.
En ocasiones suelen incorporarse
mapas, cartas y planos sin relación directa con lo que se está trabajando; aquí
los documentos se transforman en hermosas "figuras decorativas". Para qué
hacemos un documento cartográfico en fases descriptivas de la investigación ?
Por qué lo hacemos ? En este sentido, se impone una cuidadosa vigilancia
epistemológica en la primera fase de la investigación; nos referimos a una
instancia inmediata a la definición del objeto, donde cabe una indagación acerca
del diverso grado de pertinencia de configuraciones espaciales en
investigaciones territoriales. Hay casos donde la descripción y la explicación
de procesos, tendencias, dinámicas, lógicas, fenómenos, hechos o acciones no
requieren de un análisis espacial; mientras que en otras ocasiones suele ocurrir
lo contrario. Es en estos casos donde cobran significación las localizaciones,
las distribuciones, las configuraciones, el análisis de sitios naturales y
construidos y el de la posición.
El establecimiento de un recorte de
la realidad, la caracterización del objeto de estudio a partir de concepciones
determinadas, la articulación entre conceptos y el reconocimiento de dimensiones
de análisis, privilegiando la pertinente.
Esta definición de
sujeto surge de C.Mathus en su “Política, planificación y gobierno” (en J.Karol;
2004:3) quien define actor social como
“...una agrupación humana o una organización que, en forma transitoria o
estable, tiene capacidad de acumular recursos de distinta índole, desarrollar
intereses propios y compartidos, definir y satisfacer necesidades e intervenir
en una situación determinada produciendo hechos.” Al introducirnos mas adelante en la
gestión de los sujetos estableceremos una relación con los cinco motivos de
acción planteados por F.Savater (2003:52-56)
Plantea Milton que cuando todo o
casi todo era medio natural los “...sistemas técnicos sin objetos técnicos no
eran, pues agresivos, por el hecho de ser indisolubles en relación a la
Naturaleza que, en su actuación, ayudaban a reconstituir. (En el período
técnico...) el componente material del espacio está crecientemente formado por
lo natural y lo artificial.” (op.cit., p.199)
En el proceso de definición de esta
noción en Milton Santos pueden reconocerse tres momentos: el primero, ligado a
un planteo del espacio como un conjunto de fijos y flujos (1978); el segundo,
trabajando con dos categorías: la configuración territorial –tanto natural como
construida- y las relaciones sociales (1988), y el tercero -tomado en
consideración en este texto- que entiende al espacio geográfico como el conjunto
indisoluble, solidario y también contradictorio, de sistemas de objetos y
sistemas de acción (1996)
“Una casa vacía o un terreno baldío,
un lago, una selva, una montaña no participan del proceso dialéctico, sino
porque les son atribuidos determinados valores, es decir, cuando son
transformados en espacio. El simple hecho de existir como formas, es decir, como
paisaje, no basta. La forma ya utilizada ya es algo diferente, pues su contenido
es social. Se vuelve espacio porque es forma-contenido”. (Santos;
2000:91)
Ocurre que hoy certidumbre e
incertidumbre cambian en un instante en cualquier lugar del Planeta. Pensemos en
la vida tranquila en un lugar determinado, por ejemplo un oasis del desierto o
un poblado en la selva en cualquier continente; hoy la posibilidad que cualquier
lugar se transforme es increíblemente mayor que cuando nuestros abuelos eran
jóvenes: un atentado o cualquier irrupción de poder político, económico o de
violencia bastan para agregar incertidumbre y cambio a otro lugar.
“La idea de que el tiempo suprime el
espacio proviene de una interpretación delirante del acortamiento de las
distancias, con los actuales progresos en el uso de la velocidad por parte de
las personas, cosas e informaciones, la verdad es que ‘las informaciones no
alcanzan todos los lugares [...] hay innumerables filtros intermedios [...] que
interfieren en la naturaleza de la información [...] pudiendo desnaturalizar el
producto’ (A.C.da Silva;1993:75) En realidad, es mínima la parte de las personas
que, incluso en los países mas ricos, se benefician plenamente de los nuevos
medios de circulación. Incluso para esos individuos privilegiados, no se trata
de la supresión del espacio: lo que se produce es un nuevo control de la
distancia. Y el espacio no se define exclusivamente por esa dimensión... En el
momento actual aumenta en cada lugar el número y la frecuencia de los
acontecimientos. El espacio se hace mas espeso, mas denso, mas complejo.”
(op.cit., p.170)
“Habría tres maneras de situarse
frente a la relación global-local:
a) afirmando el carácter determinante de lo global sobre lo local; b) postulando
lo local como alternativa a los males de la globalización; y c) destacando la
articulación local-global, al interior de una comprensión compleja de la
sociedad contemporánea.” José Arocena , “El desarrollo local como desafío
teórico y metodológico: Su pertinencia en procesos de gestión urbana”. Cuadernos
Gadu, UNMdP, Mar del Plata, 1998 (p.6)
Su discípula María Laura Silveira
avanza aún más: “El lugar no es un fragmento, es la propia totalidad en
movimiento que, a través del acontecimiento, se afirma y se niega, modelando un
subespacio del espacio global”.(1993:204-205). También Milton rescata otros dos
conceptos en la misma dirección; de Ana Fani Alessandri Carlos : “El lugar se
produce en la articulación contradictoria entre lo mundial que se anuncia y la
especificidad histórica de lo particular” (1993:303) y de Leslie Paul, que el
acontecimiento es “una gota de existencia” y “repite en el microcosmos lo que el
universo es en el macrocosmos” (1961:125)
Roger Brunet (1962:13) afirma que
”...‘el geógrafo se esfuerza por realizar el viejo sueño del filósofo:
aprehender lo real en su totalidad’. Pero no ha de ser esa su ambición correcta.
Cabe, sin duda, proponer al geógrafo una visión totalizante del mundo, pero es
indispensable que lo haga a partir de su propia parcela del saber, es decir, de
un aspecto de la realidad global... Desde nuestro punto de vista, un camino
sería el de partir de la totalidad concreta tal como se presenta en este período
de globalización –una totalidad empírica- para examinar las relaciones efectivas
entre la Totalidad-Mundo y los Lugares. Eso equivale a revisar el movimiento de
lo universal hacia lo particular y viceversa, para reexaminar desde ese ángulo
el papel de los acontecimientos y de la división del trabajo como una mediación
indispensable” (Santos; 2000:96)
Esta situación se introduce
subliminalmente - como metamensaje a través de los medios de comunicación- en
las tres funciones sociales que plantea Dumézil (en: Serres;1995) y que existen
desde las sociedades más arcaicas: el poder político, el poder económico y la
violencia, interpretados mediante la presencia de Júpiter, Marte y
Quirino.
Así como la realidad de estos
tiempos parece ser más dialéctica que inductiva y deductiva, muy probablemente
esté ocurriendo algo semejante con la concepción espacial topológica frente a la
concepción espacial euclidiana, visión ésta, que nos sigue siendo inmiscuida en
nuestra tábula rasa desde el jardín
de infantes, hace siglos.
Los espacios euclidiano y topológico
permiten entender mejor espacialidades absolutas, relativas y relacionales
aplicadas al estudio del espacio geográfico; no se alude en este texto al
espacio absoluto en Newton, al relativo en Einstein, ni al relacional en Leibniz
o en Heisenberg. Alguna referencia al tema puede consultarse en Bozzano, H.
(2000:26-28 y 48-49)
Michel Serres plantea que “...la
topología se ciñe al espacio, de otra forma y mejor. Para ello utiliza lo
cerrado (dentro), lo abierto (fuera), los intervalos (entre), la orientación y
la dirección (hacia, delante, detrás), la cercanía y la adherencia (cerca,
sobre, contra, cabe, adyacente), la inmersión (en), la dimensión... y así
sucesivamente, todas ellas realidades sin medida pero con relaciones.
Antiguamente llamada por Leibniz analysis
situs, la topología describe las posiciones y tiene su mejor expresión en
las expresiones preposicionales...Por ejemplo, salir de la casa, a-través-ar el
patio o el jardín que la rodea, cruzar la puerta que da al exterior, exigen la
atención mas concentrada en lo que ocurre en esos lugares saturados de pequeños
hechos refinados. Para describirlos, hay que utilizar con circunspección entre,
en, por... operadores de flexiones o de declinaciones que designan, no los
lugares como tales, contenidos y continentes, definidos, delimitados,
recortados, es decir, métricos o mensurables, sino las relaciones de vecindad,
de proximidad, de alejamiento, de adherencia o de acumulación, es decir las
posiciones. El estar ahí y sus relaciones con el exterior. La topología es la
base de la topografía de los mapas y los planos.”(Serres;
1995:68-69)
El territorio es un lugar de variada
escala donde sujetos –actualmente del Estado, el mercado y la ciudadanía- ponen
en interacción sistemas de acciones y sistemas de objetos, constituidos éstos
por un sinnúmero de técnicas –híbridos naturales y artificiales- e
identificables según particulares acontecimientos -en tiempo-espacio- y con
diversos grados de inserción en la relación
local-meso-global.
El origen del vocablo se remonta a
dos términos de origen latín: gerere y gestatio, el primero se
refiere a la acción de administrar, el segundo alude a la gestación,
originalmente en el vientre materno, luego su significado se amplía. La gestión
puede entenderse en términos de administración con creación. Siendo
contradictorias, la racionalidad y la creatividad finalmente se hibridan; la
ausencia de una invalida la relación y anula la
gestión.
“Los investigadores siempre sabemos bastante bien de dónde venimos, por lugar nativo,
cultura singular e instrucción preparatoria, recogida en los campos de nuestros
azares, por la formación de nuestra infancia, sin saber demasiado
anticipadamente hacia dónde nos
dirigimos precisamente, por dónde
pasaremos y dónde nos
encontraremos en un momento dado, pues, para conocer estas posiciones y
trazarlas sobre el mapa del proyecto, tendríamos que haber encontrado lo que
buscamos incluso antes de descubrirlo. En estos espacios virtuales nos aniegan
multiplicidades de posibles” (Serres; 1995:261)
El territorio posible se refiere a
tendencias emergentes de relaciones probables -no verificadas- sin alejarse de
las inercias territoriales, de la situación y de las tendencias investigadas
para el presente. La proximidad entre lo probable y lo estudiado -tanto lo real
como lo pensado- debería tener un mínimo consenso en la sociedad involucrada
-políticos, grupos sociales, actores económicos locales- como para producir
transformaciones en el territorio. El territorio posible puede viabilizarse en
una propuesta y una voluntad concreta de cambio en un lugar determinado, y se
manifiesta en la coexistencia y la sucesión espacio-temporal de sistemas de
objetos y sistemas de acciones, de horizontalidades y verticalidades en lugares
y momentos determinados.
Nos estamos refiriendo a la
concreción de proyectos, emprendimientos, acciones y obras tan disímiles y
heterogéneas como un proyecto para conocer, compartir y democratizar información
educativa en toda la sociedad para la totalidad del territorio argentino, un
programa de relevamiento de escuelas rurales aisladas en el norte argentino, un
SIG para mostrar las condiciones de accesibilidad a todas las escuelas publicas
y privadas bonaerenses, un programa para pavimentar caminos rurales en el agro
argentino, un plan estratégico para valorizar social y económicamente los bienes
del Estado argentino, la puesta en marcha de un tren en la pampa húmeda, la
regularización dominial en un barrio carenciado de la región metropolitana, el
desarrollo endógeno en comunidades rurales necesitadas del norte argentino, el
desarrollo local en un puerto patagónico, los límites de un nuevo municipio o
las zonas de un código urbano.