LA COMUNIDAD CIENTIFICA
Y EL MUNDO ANDINO, UNA RELACIÓN INDISPENSABLE.
EL PARQUE PROVINCIAL ACONCAGUA
Daniel R. COBOS
Centro
de Estudios Interdisciplinarios del Ambiente y Recursos Naturales
(CEIARN)
Universidad Nacional de Cuyo
(UNCu)
dcobos@lab.cricyt.edu.ar
ABSTRACT
El ascenso del hombre al
dominio de todos los seres vivientes de la Tierra le ha otorgado el poder de
interactuar con su ambiente y permitirle así disfrutar de él en las formas no soñadas
por sus antepasados. También le ha dado la posibilidad de destruir su propio
ambiente; el hombre siempre ha sido su propio problema más irritante.
La investigación científica es la actividad que nos permite
proyectarnos hacia el futuro minimizando al máximo los errores que humanamente
se puedan cometer. No se puede permitir la improvisación en las acciones
humanas.
Las montañas son ricas en biodiversidad, también albergan a
algunos de los pueblos más pobres del mundo. Son fuente importante de agua y
energía, como así también de minerales, bosques y productos agrícolas. Son
ecosistemas complejos, esenciales para la estabilidad ambiental del planeta. Son
un barómetro del cambio climático mundial, que en la actualidad se han
transformado en áreas sumamente inestables y han visto incrementada su
vulnerabilidad a amenazas naturales y a ciertas actividades humanas que
contribuyen a la fragilidad y
vulnerabilidad del terreno montañoso.
El control de los recursos naturales ha estado siempre, desde
luego, encaminado a resolver ciertos problemas apremiantes del desarrollo.
Generalmente los sistemas de áreas protegidas han adolecido de la falta de
políticas y directrices sistemáticas que son necesarias para dirimir la
planificación, el manejo y la administración subsiguientes a medida que éstas se
desarrollen.
Urge la necesidad de comenzar a dar pasos regionales para
preservar ese frágil y variado ecosistema
montañoso.
El Corredor Central Bioceánico , (Las Cuevas - Paso de los
Libres)
“Valieron la pena los esfuerzos que hice, pero
llevará cien hombres y cien años más llegar a comprender esta difícil
cordillera” C. Darwin
Habría imaginado el mundialmente conocido y discutido hombre de
ciencia, Charles Darwin, cuando formuló esta observación a su amigo Corfield,
luego de haber cruzado en 1834 la Cordillera de Los Andes en ambos sentidos, la
vigencia de esa frase casi dos siglos después?
“Nada de lo que pasa en América Latina es ajeno a Los Andes. Todos
los acontecimientos naturales, sociales y económicos del continente están
asociados con la columna vertebral de América del Sur. Poco se conoce del hecho
de que la cordillera más larga del mundo alberga no sólo la mayor biodiversidad
del mundo, sino que es la fuente de vida de la Amazonia, el mayor pulmón del
planeta el Chaco y la Pampa del sur del continente” - Amanecer en Los Andes,
PNUD.1996
Las montañas son muy vulnerables al desequilibrio provocado por
factores humanos y naturales. Son también las zonas más sensibles a los cambios
y fluctuaciones climáticas. Por lo tanto es indispensable contar con la
información básica sobre los recursos naturales existentes –bióticos y
abióticos- y su sensibilidad a los impactos naturales o inducidos por el hombre.
Esta información es indispensable para la planificación de toda actividad
socioeconómica que se intente realizar en las áreas montañosas si el objetivo
final es la conservación y preservación del ambiente. Debido al gran desarrollo
de sus dimensiones verticales, las
regiones montañosas presentan una gran variedad de sistemas ecológicos muy
sensibles a los cambios ambientales.
Las zonas montañosas andinas de Sud América representan a
ecosistemas propios tales como la Puna o Altiplano, Páramos y la región
Altoandina. Estos ambientes o biomas albergan una biodiversidad única, es decir
compuesta por un alto número de endemismos – especies animales y vegetales
restringidas a este ecosistema montañoso - y muy rica en adaptaciones a las
condiciones rigurosas de existencia producidas por la altura, las bajas
temperaturas y la aridez.
Los sistemas orográficos de la porción austral sudamericana,
condicionantes primordiales de las características ambientales y de las
posibilidades de desarrollo de una vasta región, fueron más conocidos, y se
diría mejor utilizados, por los aborígenes que por los colonizadores y aún por
los actuales usuarios. En esencia, poco se conoce aún acerca del funcionamiento
de tales geosistemas y de su efecto sobre las zonas circundantes – cuyo
aprovechamiento condicionan -, así como de su comportamiento frente a las
actividades humanas.
El Corredor Central Bioceánico con una longitud de más de 2.383
km, presenta variadas áreas de peligrosidad, sobre todo en el sector de alta montaña, coincidente con
el área montañosa del oeste sudamericano. En el sector denominado Corredor
Andino, esta importante ruta terrestre atraviesa dos Areas Naturales Protegidas por la
provincia de Mendoza, son los Parques Provinciales Aconcagua y
Tupungato.
La sucesión de inconmensurables tiempos geológicos ha impreso un
sello característico a este sector de la cordillera de Los Andes. Lo manifiestan
los materiales que la componen y las formas de sus pendientes y de sus cumbres
sugerentes. Dada la latitud y altitud en donde se desarrolla este imponente
paisaje es que sus áreas naturales se caracterizan por ser los portadores de los
recursos hídricos de los más importantes cursos de aguas permanentes que surcan
la zona árida del oeste argentino.
El Parque Provincial Aconcagua creado por Ley 4807/83, ubicado
dentro de los límites señalados en la Ley citada, y constante de una superficie
aproximada de 71.000 hectáreas, dice el Decreto nº 1034/89 en su Art. Nº 1º,
será administrado por la Dirección de Bosques y Recursos Naturales Renovables
con la colaboración de una Comisión Asesora Permanente. Dicha Comisión estará
integrada por representantes de reparticiones públicas y se invitará para que
integren dicha Comisión a entidades como IANIGLA – Instituto argentino de
Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales -, IADIZA –Instituto Argentino de
Investigaciones de las Zonas Aridas -, en este caso ambos dependen del CONICET –
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -.
Lamentablemente no se invita a la U.N.C. - Universidad Nacional de
Cuyo, que tiene presencia en la provincia desde el año 1939 , con basta
experiencia en el área de alta montaña, y a la U.T.N. –Universidad Tecnológica
Nacional -, en ambas unidades académicas se desarrollan actividades científicas
y son organismos del Estado Nacional .
En el Art. Nº 2º del Decreto 1034 se especifica la función de la
Comisión Asesora donde ésta deberá proponer a la Administración del Parque los
proyectos relativos a los
siguientes temas :
a)
Zonificación
del Parque para delimitar las áreas destinadas a la conservación y protección
del ambiente, la vista, la recreación y el deporte, a cuyo efecto deberán
efectuarse los estudios pertinentes.
Es aquí donde se impone el Plan Maestro de Manejo, inexistente hasta el día de
la fecha, salvo con algunos logros producto de los ajustes efectuados al
uso.
b)
Construcción
de la infraestructura que permita el acceso y disfrute del publico, dentro de
los límites de seguridad convenientes a los sitios panorámicos más relevantes
del Parque y dentro del área destinada a tal fin.
Iden al inciso anterior
c)
Formación
de los cuerpos de guardaparques, guías de montaña y turismo y patrullas de
auxilio y rescate que prestarán servicios en el Parque, mediante el dictado de
cursos especializados.
d)
Reglamentación
de los servicios a prestar dentro del Parque.
e)
Promoción
de estudios e investigaciones científicas sobre los fenómenos de alta montaña,
en todos sus aspectos, de actividades recreativas y deportivas dentro del
área.
También aconsejará en lo referente a la celebración de convenios con organismos
e instituciones oficiales o particulares, del país o del extranjero, con el
objeto de realizar los estudios y la experimentación necesarios, de acuerdo con
la zonificación que se realice teniendo especialmente en cuenta aquellos
referidos a los efectos de las actividades humanas sobre los ecosistemas
montañosos y a la recuperación de la flora y fauna del Parque. Iden al inciso
anterior.
En el Art. Nº 4º se lee : La Dirección de Bosques y Recursos
Naturales Renovables, Autoridad de Aplicación, proveerá y solicitará anualmente las
partidas presupuestarias necesarias para el cumplimiento de la Ley nº 4807. Este
organismo, por Res. nº 1195/2000,
crea la Junta de Administración del Parque Provincial Aconcagua, y fija en sus
seis artículos las políticas a
seguir .
En el Art. Nº 4º,
inc.k, se lee : “elevar el presupuesto de gastos de funcionamiento de la
Junta a la Dirección de Recursos Naturales Renovables, la que afrontará el mismo
con los fondos provenientes del Parque Provincial Aconcagua que integren el
Fondo Permanente para las Areas Protegidas creado por Ley nº
6045”.
Los organismos de investigación científica presentes en la
provincia de Mendoza no contaron durante muchos años con partidas específicas
para desarrollar las tareas contempladas en la Ley y el Decreto reglamentario.
Al día de la fecha tampoco se cuenta con partidas destinadas a tal fin. De estas investigaciones debería surgir
el denominado Plan Maestro de Manejo.
Según estadísticas proporcionadas por la Dirección de Recursos
Naturales Renovables, el número de visitantes se incrementa en un 20 % todos los
años. En la última temporada 2003-2004 esta cifra alcanzó a 6.994
visitantes y las espectativas es
que este número aumente, pues la recaudación en pesos para el mismo ejercicio
fue de $
2.820.000,00.
La gran cantidad de visitantes, realizada en un breve tiempo, es
decir durante el periodo estival, ha producido, produce y producirá un inmenso
impacto en el Parque. A la fecha,
esta área presenta serias señales de impacto antropogénico negativo. La
presencia de especies vegetales exóticas introducidas por el ganado mular es
sólo una muestra de este proceso de alteración
ambiental.
La implementación del uso de helicópteros para transporte de
personas y cargas dentro del Parque, es otro aspecto a ser
evaluado.
A nivel de infraestructura , y refiriéndonos al Hotel de Plaza de
Mula, el experto canadiense John Middleton
sostuvo al igual que en los Estados Unidos de Norteamérica, existe una
política para retirar toda la estructura que pueda dañar el ecosistema.
-1989-
La capacidad de recuperación espontánea del paisaje original es
muy lenta, y en algunos casos el impacto producido por el uso al que está
sometido, genera cambios que son irreversibles.
Conclusión:
En una desesperada carrera contra el tiempo y con un fin netamente
económico, el gobierno de la provincia de Mendoza, bajo las diferentes
Administraciones, ha tenido una conducta no adecuada frente al manejo de sus
Areas Naturales Protegidas.
En el caso del Parque Provincial Aconcagua esta aseveración
certifica lo sostenido anteriormente, ya que desde su creación en 1983, el manejo y uso no ha sido feliz porque no
se destinaron los recursos económicos en cantidad, tiempo y forma para que la
investigación científica aportara las soluciones acorde a su
objetivo.
Recordemos que dentro del área mencionada se encuentran los
recursos hídricos más importantes de la provincia de Mendoza, es decir los
grandes campos de hielo de Los Andes, en sus diversas modalidades. Sólo se tuvo
en cuenta el valor topográfico, el cerro más alto de América, y alrededor de él
se esgrimieron las estrategias para su uso.
Es extremadamente irresponsable tomar decisiones sobre el uso de
un patrimonio de la humanidad, en este caso el Parque Provincial Aconcagua,
sobre bases no técnicas y
estaríamos dejando que las políticas de mercado defina el rumbo y continuidad, o
no, de nuestros ecosistemas y biodiversidad que albergan. La misma filosofía que
condujo a los bordes de la extinción a las chinchillas y vicuñas de nuestros
Andes.
La realización de toda actividad económica implica la utilización de unos recursos
y, en consecuencia, el entorno donde ésta se realiza resulta necesariamente
afectado (O.I.T.,1998). El Turismo destruye todo lo que toca (Klipperndorf,
1987). Efectivamente existen límites a la capacidad de adaptación de los
ecosistemas, que se reflejan en una reducción irreversible de la diversidad
ecológica.
Algunos destinos muestran signos de crisis y estrés que exigen un
cambio de actitud de los actores implicados en la industria turística, las
empresas, las autoridades, la población residente y los
visitantes.
En una palabra, no podemos darnos el lujo de
improvisar
El motivo del presente trabajo no es otro que poner en
conocimiento de la sociedad toda, lo que representa el ecosistema de montaña, y
el Parque Provincial Aconcagua en particular, en relación al uso que se da a
este pequeño sector de Los Andes, y el creciente aumento de visitantes que se
esperan en el futuro.
Más allá del número creciente de visitantes, cualquier actividad que
se realice dentro de las áreas protegidas deberá estar asentada dentro de los
lineamientos previstos por el Plan de Manejo y de la que el Estado es el responsable. En el caso del Parque
Provincial Aconcagua dicho Plan de manejo no existe, por lo que se puede afirmar
que su uso genera un alto impacto sobre el suelo, la flora, la fauna y los
recursos hídricos allí existentes.
Es responsabilidad de la ciencia determinar la función del
mencionado Parque, en cuanto a fomentar su uso público sustentable, o realizar
su manejo tendiente a transformarlo en un área intangible. El poder político
debe estar subordinado al conocimiento científico.
Numerosos son los ejemplos a nivel mundial que certifican los
conceptos aquí vertidos, por ejemplo el caso del Himalaya, las montañas de Suiza
y/o la zona del Mediterráneo. En las sociedades de los países desarrollados se
está experimentando una creciente preocupación por el impacto negativo de la
actividad turística en sus diversas modalidades. Qué decir entonces de nuestra
sociedad inmersa en un país en vías de desarrollo?
Por lo expuesto es necesario para el Parque Provincial
Aconcagua, que puede ser extensible
a otras unidades ambientales, fijar los siguientes objetivos : preservar
ambientes naturales representativos; salvaguardar la diversidad genética de las
especies silvestres; proporcionar
un campo propicio para la investigación
científica; generar
conocimientos y tecnologías que permitan el racional uso de los recursos allí
existentes; compatibilizar los
procesos de desarrollo con la conservación y protección de los ecosistemas; proponer instrumentos con claridad meridiana para el
aprovechamiento de los recursos y
reforzar la auto gestión de las comunidades
relacionadas.
La efectiva participación de los cuadros académicos en la
gestación de políticas nacionales, provinciales y/o municipales, debe contar en los más altos
niveles de decisión, con
profesionales universitarios. Esto permitirá integrar las acciones que cada
sector de la compleja estructura social posee.
En materia de legislación y reglamentación debe ser tenido en
cuenta la participación activa de todos los sectores involucrados en la
jurisdicción del área natural protegida.
En términos generales se debe expresar la inexistencia de
estrategias específicas y planes provinciales para las áreas protegidas. Para que esto funciones como una unidad
para la conservación y el desarrollo, éste debe poseer una sustentación clara y
precisa y contar con un respaldo definido dentro de las políticas
gubernamentales.
La participación de la comunidad local en la gestión y manejo del
área protegida, debe asegurar su aceptación por parte de la estructura social existente. Por lo
tanto se debe promover formas de organización local para una participación más
representativa y efectiva en el manejo del área. En todos los casos hacer
partícipe a las poblaciones locales de los beneficios directos que puedan ser
generados dentro del área natural protegida.
Es de vital importancia formular planes de manejo que respondan a
las características físico-naturales y socio-económicas de las zonas y ,
categorías de manejo y uso, e integrarlos a una estrategia para el área
protegida, de acuerdo a las correspondientes políticas
estatales.
Diseñar un marco de referencia en la elaboración de una estrategia
de manejo a largo plazo para el Parque.
Incluir en las estrategias y planes de manejo los siguientes componentes
: planificación, conservación y protección; investigación y capacitación;
administración y vinculación interinstitucional y de comunidades; educación
ambiental y divulgación; factibilidad económica, extensión y transferencia
tecnológica; uso público; desarrollo ecológico integrado; marco jurídico legal,
evaluación y monitoreo de gestión.
De gran importancia son los mecanismos o metodologías de
evaluación para que en forma periódica puedan medirse los avances alcanzados..
Este tema debe ser considerado en los programas de capacitación e intercambio en
relación a las reservas de la biósfera.
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Ponencia presentada en el Simposio Problemáticas
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