MERCOSUR Y OLEAGINOSAS
¿Ampliación de las oportunidades o aumento de los desequilibrios?
Prof. Stella Maris
SHMITE
Departamento de
Geografía
Facultad de Ciencias
Humanas
Universidad Nacional de La Pampa
(UNLPam)
shmite@cpenet.com.ar
RESUMEN
La
conformación de bloques regionales se presenta en el contexto dinámico de la
globalización y en el marco de las políticas neoliberales. La heterogeneidad del
MERCOSUR y la coexistencia de distintos tipos de unidades de producción
agropecuaria, impulsa la gestación de diferentes respuestas a la inserción en el
mercado regional, respuestas no exentas
de tensiones y conflictos que acentúan los desequilibrios sociales y
productivos.
El
complejo oleaginoso es uno de los subsistemas agroalimentarios más importantes
del MERCOSUR.
Durante la década de los ´90, este subsistema ha registrado un acentuado
dinamismo, relacionado con múltiples factores: la demanda internacional, los
cambios tecnológicos, las políticas macroeconómicas, etc. Factores que
favorecieron la ubicación del complejo oleaginoso entre los más importantes a
escala internacional. Aunque también dichos factores han impulsado profundas
transformaciones en las distintas etapas del circuito productivo
Las
transformaciones productivas y sociales de la última década son los rasgos más
destacados de la tensión existente entre la economía de mercado, que se
manifiesta con la inserción competitiva en el MERCOSUR (y en el resto del mundo)
y la comunidad rural pampeana. Las innovaciones productivas y las nuevas formas
de organización empresarial, no hacen más que ampliar la brecha existente entre
los productores empresarios (actores con capacidad de negociación) y los
productores tradicionales.
Esta
ponencia tiene como propósito plantear algunas reflexiones en torno a dos
lógicas contradictorias que se aplican en el uso del recurso suelo: el uso para
la producción de oleaginosas y la sustentabilidad. La unidad de estudio
corresponde al espacio agropecuario de mercado ubicado en el este y centro-este
de la provincia de La Pampa, Argentina.
Palabras
Claves: Mercado
regional y mundial - Producción de oleaginosas - Sustentabilidad
Desequilibrios socio-económicos.
INTRODUCCIÓN
El proceso de integración regional por el que se crea el MERCOSUR
(1991) constituye una estrategia que responde a la lógica de las tendencias
internacionales, caracterizada por la progresiva mundialización de la economía y
la creciente liberalización comercial. La conformación de mercados regionales
favorece la adecuada inserción de la producción en mercados más amplios, dentro
de la región o a escala mundial, y una mayor capacidad de negociación en los
foros internacionales. Debido a la fuerte competencia existente en los mercados
mundiales, la cooperación regional es en una herramienta imprescindible.
El complejo oleaginoso es uno de los subsistemas
agroalimentarios más importantes del MERCOSUR. Durante la década de los ´90,
este subsistema ha registrado un acentuado
dinamismo, relacionado con múltiples factores: la demanda internacional,
los cambios tecnológicos, las políticas macroeconómicas, etc. Factores que
favorecieron la ubicación del complejo oleaginoso entre los más importantes a
escala internacional. Aunque también dichos factores han impulsado profundas
transformaciones en las distintas etapas del circuito productivo (producción
primaria-transporte-industrialización-comercialización).
El MERCOSUR es un actor central en los mercados mundiales de los
productos del complejo oleaginoso. Brasil y Argentina, al interior del MERCOSUR,
son los principales países productores y
exportadores.
Paralelamente al surgimiento del MERCOSUR, y durante la vigencia
del Plan de Convertibilidad lanzado en 1991, se desarrollaron transformaciones
en el agro pampeado. Es válido destacar el logro de niveles de producción
superiores a los registrados en década anteriores y el surgimiento de una nueva
configuración del espacio rural, con importantes modificaciones en la estructura
de las explotaciones agropecuarias (EAPs). En la campaña 1997/98 se obtuvo una
cosecha récord de 66.100.000 toneladas de granos. Este fenómeno estuvo
acompañado por una ampliación de la superficie cultivada y el uso de moderna
tecnología (prácticas culturales, semillas, fertilizantes, agroquímicos y
maquinarias) que impulsó la modernización de los procesos productivos.
En la provincia de La Pampa y en el espacio agropecuario de mercado, que
constituye la unidad de estudio, la transformación de los procesos productivos
se desarrollaron de igual modo que en el resto de la región pampeada. La
características que adquieren las relaciones socio-productivas a escala local,
son el resultado de la interrelación de múltiples variables y de complejas
acciones que se desarrollan a escala global y regional. Las
transformaciones de la estructura productiva obedecen a causas de orden local y
nacional, pero también a razones de orden global. “... los aspectos locales son
penetrados en profundidad y configurados por influencias que se generan a gran
distancia de ellos. Lo que estructura lo local no es simplemente eso que está en
escena, sino que la “forma visible” de lo local encubre las distantes relaciones
que determina su naturaleza”. Lo local y lo global se articulan en una trama que
responde a las pautas de la actual globalización, donde las normas del
capitalismo avanzado vigentes en el orden mundial se infiltran en el espacio
rural local.
Los
procesos globales generan transformaciones permanentes que tienen un fuerte
impacto en la configuración del espacio agropecuario de mercado de La Pampa. Si
bien existen factores estructurales e históricamente construidos que son la base
de la organización socio-productiva del espacio local, este espacio tiende a
integrarse cada vez más, a unidades espaciales de escala nacional, regional e internacional.
La Pampa exporta fundamentalmente productos agropecuarios. El 90%
de estos productos sale del territorio sin ningún valor agregado. Predomina la
exportación de granos (cereales y oleaginosas) y carnes. En el Grafico Nº 1 se
puede observar el destino de las exportaciones de La Pampa, donde existe una
preponderancia del MERCOSUR como destino de la producción local, al que se envía
la mitad de las ventas externas. Chile absorbe un 17% de los embarques, Estados
Unidos un 6% y el resto de América un 5%. La Unión Europea recibe el 18% de las
exportaciones provinciales.
GRAFICO Nº1: Exportaciones de la provincia de La Pampa
Destino de las
Exportaciones |
 |
FUENTE:
Ministerio de la Producción.
Provincia de La Pampa.
La
integración del MERCOSUR asume una dimensión predominantemente comercial
coherente con la políticas neoliberales que predominan actualmente en los países
miembros. Se configura así un escenario de integración por la “vía del mercado”,
donde los actores privados con capacidad de negociación, son el motor del
proceso de integración.
Las
acciones sociales y los métodos de acción desarrollados por distintos actores
sociales en el territorio provincial, han dado como resultado procesos de
construcción de la espacialidad social muy heterogéneos, con desequilibrios
sociales y productivos, aunque siempre integrados a espacios de mayor escala. Al
mismo tiempo, es particularmente relevante, la marcada intervención que siempre
han desplegado, en el espacio local, los procesos de decisión y ordenamiento
político-económico desarrollados desde unidades espaciales de mayor escala
(nacional, regional e
internacional).
Las
transformaciones productivas y sociales de la última década, que se constatan en
las distintas formas de tenencia de la tierra y la emergencia de una nueva
racionalidad productiva, son el
rasgo más destacados de la tensión existente entre la economía de
mercado, que se manifiesta con la inserción competitiva en el MERCOSUR (y en el
resto del mundo) y la comunidad rural pampeana. Las innovaciones productivas y
las nuevas formas de organización empresarial, no hacen más que ampliar la
brecha existente entre los productores empresarios (actores con capacidad de
negociación) y los productores tradicionales.
LA PRODUCCIÓN AGRARIA Y EL ECOSISTEMA
El área de estudio, el espacio agropecuario de mercado, está
constituido por la llanura centro-oriental y el área del caldenal de la
provincia de La Pampa (Argentina). Esta unidad espacial se encuentra en un agudo
proceso de transformaciones productivas y sociales. Transformaciones que se
manifiestan en el espacio rural a través de la intensificación de la producción
agrícola (cereales y oleaginosas) y la progresiva mutación del sistema mixto
(agrícola-ganadero) a un sistema con predominio de la agricultura de doble
cosecha.
Entre las alteraciones de mayor impacto se encuentran por un lado,
el aumento de los desequilibrios sociales y por otro lado, la pérdida de
ecosistemas naturales y de sus servicios ambientales, ya que se están
modificando las bases estructurales del medio ambiente (suelo, biodiversidad,
etc).
El área de estudio corresponde a dos ecorregiones, que según
Morello, Rodríguez y Pengue (2004), se identifican del siguiente
modo:
Eco-región
del Espinal (EES).
Originalmente ocupada por ecosistemas de pastizales y bosques abiertos donde
dominan especies del género Prosopis. Actualmente este ecosistema está siendo
transformado de área ganadera a cultivos de oleaginosas, especialmente soja, con
el consiguiente desmonte y reducción del bosque.
Eco-región de la Pampa (EPA). La principal transformación fue el paso de un sistema mixto
agrícola-ganadero a un sistema donde predomina el cultivo de cereales y
oleaginosas, liderado también por la soja.
De acuerdo a las afirmaciones de H. Giberti, la
transformación del sistema productivo se caracteriza por un “sesgo general hacia
la gran empresa y una muy insatisfactoria distribución del ingreso, las ventajas
naturales y mejor estructura de la región del eco-sistema de la Pampa hicieron
que alcanzara niveles extraordinarios de producción peligrosamente centrada en
pocos cultivos, y estos en la soja”. La agriculturización y particularmente, la sojización
provocan un doble riesgo: económico y ecológico. Económico por la dependencia
que se establece respecto a una única producción de exportación, y ecológico
porque el monocultivo provoca un deterioro de los suelos y el uso de
agroquímicos asociados a este tipo de producción, afecta el medio
natural.
El análisis del espacio como un todo complejo,
interrelacionado e interdependiente y la consideración de la “lógica del
mercado”, permitirá la comprensión del grado y tipo de inserción regional e
internacional de la producción de oleaginosas del espacio agropecuario de
mercado de La Pampa. También es pertinente incluir en el análisis los principios
de la economía ecológica, que proporcionan los fundamentos para interrelacionar
e interpretar el modo de producción capitalista, el avance del neoliberalismo,
la expansión de la agricultura comercial, la pobreza rural y el deterioro
progresivo de los ecosistemas.
EVOLUCION DE LA PRODUCCIÓN DE OLEAGINOSAS
A escala nacional, durante la década de los ´90 la
producción de granos presenta un incremento muy significativo. El volumen de producción aumenta un 64%
en el período 1993-2001. En los ´70, la producción de granos oleaginosos
representaba el 8% de la producción total de granos (cereales y oleaginosas),
mientras que en los ´90 las oleaginosas representan la mitad de la producción de
granos. El girasol y la soja son los dos cultivos oleaginosos más importantes,
juntos representan el 90% de la producción oleaginosa de
Argentina.
Cuadro
Nº 1:

OLEAGINOSAS EN
ARGENTINA |
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|
GIRASOL |
|
|
|
|
Campaña |
Hectáreas |
Hectáreas |
Producción |
Rendimiento |
|
Sembradas |
Cosechadas |
Tn |
prom.
Tn/ha |
1992/1993 |
2.097.000 |
1.996.000 |
2.855.000 |
1,4 |
1993/1994 |
1.963.000 |
1.903.000 |
3.531.000 |
1,9 |
1994/1995 |
2.921.000 |
2.878.000 |
5.667.000 |
2,0 |
1995/1996 |
3.343.000 |
3.174.000 |
5.460.000 |
1,7 |
1996/1997 |
3.045.000 |
2.938.000 |
5.342.000 |
1,8 |
1998/1999 |
4.050.000 |
3.883.000 |
6.800.000 |
1,6 |
1999/2000 |
3.360.000 |
3.251.000 |
5.666.000 |
1,7 |
|
|
|
|
|
SOJA |
|
|
|
|
Campaña |
Hectáreas |
Hectáreas |
Producción |
Rendimiento |
|
Sembradas |
Cosechadas |
Tn |
prom.
Tn/ha |
1992/1993 |
4.788.000 |
4.599.000 |
10.076.000 |
2,2 |
1993/1994 |
5.233.000 |
5.198.000 |
10.810.000 |
2,1 |
1994/1995 |
5.461.000 |
5.409.000 |
11.223.000 |
2,1 |
1995/1996 |
5.610.000 |
5.532.000 |
11.871.000 |
2,1 |
1996/1997 |
6.135.000 |
5.866.000 |
9.883.000 |
1,7 |
1998/1999 |
7.441.000 |
7.248.000 |
17.907.000 |
2,5 |
1999/2000 |
7.775.000 |
7.629.000 |
17.883.000 |
2,3 |
|
|
|
|
|
Fuente:
Azcuy
Ameghino, E (2004): Trincheras en la historia. Edit.
Imago Mundi, Bs. As.
Pag.234-235.
Para la producción de girasol, en la campaña agrícola 1992/93, la
cantidad de hectáreas sembradas en Argentina era de 2.097.000 llegando a
duplicarse para la campaña 1998/99 (4.050.000 hectáreas). Tal como puede
observarse en el Cuadro Nº 1, la producción registra un aumento mucho más
relevante, pasó de 2.855.000
toneladas (1992/93) a 5.666.000 toneladas
(1999/2000).
Para la producción de soja, en la campaña agrícola 1992/93, la
cantidad de hectáreas sembradas en Argentina era de 4.788.000, mientras que en
la campaña 1999/2000 llegó a 7.775.000 hectáreas. Tal como puede observarse en
el Cuadro Nº 1, la producción de soja aumentó significativamente, pasando de
10.076.000 toneladas /1992/93 a 17.883.000 toneladas
(1999/2000).
Las cifras del Cuadro Nº 1 reflejan la magnitud que registra el aumento
de la producción de granos oleaginosos (girasol y soja). La interpretación de
estos datos y su relación espacial permite comprender el alcance que tienen los
nuevos procesos productivos del espacio rural. Sin dudas, esta claro que estamos en presencia de una
intensificación agrícola, apuntalado por la incorporación tecnológica (semillas,
fertilizantes, agroquímicos, maquinarias) que favoreció el aumento de los
rendimientos, por un sustancial aumento de la superficie cosechada y también de
la superficie sembrada.
A escala provincial, el cultivo de oleaginosas está constituido
básicamente por el girasol y en menor medida por la soja. A estos dos cultivos
se destinaron 510.600 has durante la campaña 1999/2000, de las cuales el 91.75%
corresponde al girasol y el 8.25% a la soja.
En
cuanto al girasol, la provincia de La Pampa hace varias décadas que
produce volúmenes crecientes de semilla de girasol, cuyo destino es
primordialmente el mercado nacional e internacional. En la campaña agrícola
1992/93, la cantidad de hectáreas sembradas era de 212.506, en la campaña
1994/95 era de 475.014, mientras que en 1998/99 el número de hectáreas sembradas
llegó a 548.100, para descender en la siguiente campaña a 468.500 has. Estos datos nos permiten afirmar un
aumento considerable (algo más del doble) de la superficie sembrada con girasol,
en el período 1992-2000. Tal
como puede observarse en el Cuadro Nº 2,
la producción manifiesta un aumento considerable, aún más relevante que
el número de hectáreas sembradas. Durante la década de los ´90 se pasó de una
producción de 327.630 toneladas a 781.000 toneladas de girasol por
año.
En cuanto a la soja, en la provincia de La Pampa el cultivo
comenzó a desarrollarse en forma incipiente en la década del ´70. En 1980 la superficie sembrada era de
6.500 hectáreas, con un comportamiento en franco aumento, pasando en 1992/93 a
14.580 hectáreas sembradas y en la campaña siguiente a 26.368 hectáreas
sembradas. Luego sigue un período de disminución (1994-1999) de siembra que se
recupera a partir de la campaña 1999/2000, cuando se llega a las 42.100
hectáreas sembradas. Tal como puede observarse en el Cuadro Nº 2, los
rendimientos por hectárea y por lo tanto, también la producción, manifiestan un
aumento considerable durante la década de los ´90, pasando de una producción
total de 24.203 toneladas a 91.600 toneladas de soja por
año.
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Cuadro
Nº 2:

OLEAGINOSAS EN LA PROVINCIA DE LA
PAMPA |
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|
GIRASOL |
|
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|
Campaña |
Hectáreas |
Hectáreas |
Producción |
Rendimiento |
|
Sembradas |
Cosechadas |
Tn |
prom.
Tn/ha |
1992/1993 |
212.506 |
196.546 |
327.630 |
1,7 |
1993/1994 |
350.039 |
336.177 |
541.379 |
1,6 |
1994/1995 |
475.014 |
445.931 |
560.954 |
1,3 |
1995/1996 |
408.300 |
390.000 |
460.300 |
1,2 |
1996/1997 |
410.900 |
400.800 |
625.000 |
1,6 |
1998/1999 |
548.100 |
522.700 |
862.200 |
1,6 |
1999/2000 |
468.500 |
456.700 |
781.000 |
1,7 |
|
|
|
|
|
SOJA |
|
|
|
|
Campaña |
Hectáreas |
Hectáreas |
Producción |
Rendimiento |
|
Sembradas |
Cosechadas |
Tn |
prom.
Tn/ha |
1992/1993 |
14.580 |
13.865 |
24.203 |
1,7 |
1993/1994 |
26.368 |
21.999 |
19.676 |
0,9 |
1994/1995 |
3.090 |
2.049 |
3.039 |
1,5 |
1995/1996 |
1.400 |
1.300 |
1.300 |
1,0 |
1996/1997 |
6.500 |
4.500 |
6.400 |
1,4 |
1998/1999 |
9.800 |
6.700 |
12.500 |
1,9 |
1999/2000 |
42.100 |
40.400 |
91.600 |
2,3 |
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Fuente: Dirección
General de Estadísticas y Censos – Provincia de La
Pampa
Encuesta Nacional Agropecuaria.
La expansión que manifiesta el cultivo de oleaginosas en la
provincia de La Pampa sólo puede interpretarse en el marco de la creciente
articulación entre producción primaria, complejo agroindustrial y demanda
mundial. Esta articulación ha
provocado profundas transformaciones en la estructura productiva del espacio
agrario, transformaciones centradas en la producción primaria para el caso
analizado, dado que la producción de granos oleaginosos se destina básicamente
al mercado nacional e internacional. Hay un incipiente desarrollo de la
industrialización de la producción a escala local.
¿Por qué el aumento de la productividad agrícola y el aumento de las
exportaciones de oleaginosas no han representado, para todos los productores, un
aumento del bienestar con equidad social y no han podido sostener el equilibrio
agro-ecológico?
Las cosechas récord logradas en las últimas campañas son motivo de
gratificación, seguramente continuará aumentando el volumen de producción, en
tanto se mantengan las mismas condiciones en el mercado internacional. Dentro de
la lógica de mercado, esta evolución de la producción es muy importante para la
economía provincial y nacional. Sin embargo, esta situación no tiene la misma
connotación para los pequeños y medianos productores familiares. El logro de
cosechas récord no garantiza la estabilidad socio-económica en el campo, pero sí
garantiza buenos negocios para los empresarios que trabajan con economías de
escala, integrando el circuito de producción, comercialización e
industrialización. Los productores familiares, que constituyen el mayor número
de actores dentro de la actividad en el espacio rural, siguen en el plano de la
incertidumbre, inmersos en un conjunto de dificultades que condicionan su
permanencia en el sistema productivo.
LAS MÚLTIPLES TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO
RURAL
Dentro de las causas más importantes de las transformaciones del espacio
rural en estudio, se destacan las vinculadas con el desarrollo rural no
planificado que ha favorecido la utilización de los recursos naturales con la
concepción de que son ilimitadamente renovables. Debido a la ausencia de una
planificación del desarrollo rural con una visión sustentable, hay un conjunto
de consecuencias que se pueden enunciar esquemáticamente del siguiente modo,
donde su enunciación no responde a una
jerarquización.
Ø Demográficas: que involucran una aceleración de los
procesos de desdoblamiento rural. Los cambios productivos están acompañados por
un proceso continuo y sostenido de disminución de la población rural, proceso
que se intensifica a partir de la década del ‘80.
En la Provincia de La Pampa en
1.942 la población rural representaba el 50,7%; en 1.960 el 42,3%; en 1.980 el
35,1% y en 2.001 el 7,11 %. El desplazamiento poblacional se produce hacia los
centros de mayor jerarquía, provinciales o nacionales, mientras que los núcleos
urbanos de menor jerarquía, las localidades del interior, que hace unas décadas
cumplían un importante rol en la articulación socio-productiva como centros de
servicios agropecuarios, hoy están en decadencia. Entre los factores que
influyen en este fenómeno hay que tener en cuenta la reestructuración de las
actividades rurales, con la consiguiente incorporación tecnológica (siembra
directa, agroquímicos, etc) que reducen la demanda de mano de obra.
Ø Ecológicas: que implican un deterioro progresivo del recurso
suelo vinculado con las prácticas más intensivas de una agricultura
continua. Los establecimientos
agropecuarios (EAPs) tienden a transformarse en una “empresa” con nuevos métodos
de organización de la producción. Actualmente, para ser una empresa competitiva
no se pueden mantener viejos esquemas de organización productivos. Dentro de la
lógica del mercado capitalista, el productor debe planificar detalladamente
todos los aspectos productivos internos del establecimiento, como asimismo,
todas las relaciones externas necesarias para incorporar insumos y tecnología,
además de colocar adecuadamente la producción en los circuitos de
comercialización locales, nacionales y/o internacionales. La meta es lograr una
producción “rentable y competitiva”. La actividad agraria, y especialmente la
agricultura de doble cosecha (grano fino en verano y grano grueso en invierno),
permite el logro de buenos ingresos en el corto plazo, aunque esta
intensificación no responde a las pautas de la agricultura
sustentable.
Los datos
referidos a hectáreas sembradas y los volúmenes de producción, indican un
notable avance del proceso de agriculturización. Esto implica un laboreo más
intenso de tierras con limitantes
agronómicas dada su situación marginal en el contexto de la fértil llanura
pampeana, con escasa implementación de barbecho y pasturas perennes tendientes a
la recuperación de los nutrientes de la capa arable del suelo. Este proceso está
transformando el modelo mixto de rotación agrícola-ganadera, modelo que ha
demostrado ser menos vulnerable a las circunstancias económicas y más adecuado a
las características agroecológicas del espacio en estudio, por lo tanto, es un
modelo que le otorga características de mayor sustentabilidad al espacio rural
analizado.
Más allá de
la lógica del mercado, es fundamental que cada productor planifique
adecuadamente la utilización de su principal capital de producción: el suelo. La
realidad muestra que no siempre el beneficio económico va de la mano de
preservación de los recursos naturales, y nunca las urgencias financieras pueden
ser compatibles con la conservación del recurso suelo.
Ø
Económicas:
se presenta una fragilidad creciente de la economía agraria al orientarse a un
modelo de monocultivo asociado al desarrollo de una producción altamente
dependiente de insumos importados y controlados monopólicamente por empresas
transnacionales.
El
sistema agrario de área de estudio se caracteriza por una combinación de
agricultura con ganadería. Desde comienzos de la década del ´80, la crisis
ganadera impulsó una importante liquidación de stocks que siguió en descenso
durante los ´90 y cuya recuperación demandará algunos años. La superficie
agrícola ha aumentado y corresponde principalmente a cultivos anuales orientados
al mercado externo (cereales y oleaginosas), a ello se suma la superficie
sembrada con forrajeras anuales y en menor medida, se siembran también pasturas
perennes para alimento del ganado. Esto significa que la mayor parte de la
superficie de las explotaciones agropecuarias es roturada anualmente, aumentando
los riesgos de erosión del suelo.
La intensificación de la actividad agrícola y la retracción de la
ganadería vacuna, se relaciona con el comportamiento del mercado internacional
de bienes agrarios. Durante la década del ´90, se ha producido un incremento
considerable del área sembrada con girasol, y en las últimas campañas agrícolas,
aumentó el área sembrada con soja. Esto se explica por el incremento de la
demanda a escala mundial, tanto de aceites como de harinas vegetales. La
superficie sembrada con oleaginosas aumenta progresivamente, el proceso de
agriculturización desarrollado implicó el aumento de la escala productiva y la
incorporación de tecnología.
Ø
Socio-económicas:
definidas por el desarrollo y aceleración de procesos de concentración económica
que requiere mayores inversiones y mayores superficies para sostener niveles
adecuados de productividad y
rentabilidad, expulsando pequeños y medianos productores.
El cambio en la tenencia de la tierra es otro factor a considerar
en el análisis de las transformaciones del espacio agropecuario. Los contratos
temporales sobre la tenencia de las tierras han aumentado y permiten explicar
las distintas formas de vinculación que asumen los factores de producción
agropecuarios, especialmente la relación tierra/capital. En la década del ´90,
los contratistas-tanteros y los contratistas de maquinarias, se convierten en
actores sociales relevantes en la red de interacciones que se desarrollan en el
espacio rural. Estos nuevos actores sociales están acompañados por el
“resurgimiento” de los contratos de arrendamientos de tierras. Estos puede tener
dos orígenes: por un lado, los contratistas capitalizados pueden pasar a ser
arrendatarios, y por otro lado, los productores capitalizados o medianamente
capitalizados, también pueden pasar a ser arrendatarios, como modo de ampliar la
escala productiva de sus explotaciones agropecuarias.
La intensificación productiva de las EAPs con incorporación de
mayor tecnología derivada de la disponibilidad de capital y el cambio operado en
la organización y gerenciamiento de las unidades de producción, dieron como
resultado un importante proceso de
concentración de la tierra en unidades de mayor escala productiva, situación que
necesariamente implica la eliminación de pequeñas EAPs y la disminución de las
EAPs de tamaño intermedio. La búsqueda de una mayor economía de escala y el
logro de una producción competitiva, son los dos aspectos dominantes en la
dinámica socio-económica actual del espacio
agrario.
La intensificación de la agricultura es paralela al aumento de la
participación de capitales externos, tanto nacionales como extranjeros, en el
circuito productivo local. El paquete tecnológico aplicado en el agro demostró
que la agricultura es rentable con aporte de capital intensivo, así se generaron
cambios acelerados que se manifiestan en la inversión de capitales provenientes,
en muchos casos, de otros sectores productivos. En el momento actual, el sector
agropecuario sigue teniendo un rol importante en la articulación de las
variables económicas y sociales, tanto en el orden provincial como nacional,
pero son otros los desencadenantes de la acción: los nuevos actores son los
empresarios agropecuarios.
A MODO DE CONCLUSIÓN
La
globalización de los alimentos es uno de los procesos más importantes de nuestro
tiempo, incluye múltiples agentes con distinto poder de intervención en el
espacio (global o local) y genera un escenario de confrontación y conflicto
entre dichos agentes. En el caso de los granos oleaginosos, en Argentina y en La
Pampa, al tiempo que aumenta la participación en el mercado con volúmenes
crecientes de producción, emergen desequilibrios económicos y sociales que se
traducen en la organización de las actividades agrarias y en la estructura
productiva del espacio rural.
El análisis crítico de la dialéctica sociedad-naturaleza se torna
esencial pues de esta forma adquiere sentido el desarrollo sustentable. La
crítica pasa por el reconocimiento de que el camino seguido por el capitalismo
está provocando una tensión conflictiva en dos de sus variables básicas: el
trabajo (sociedad) y los recursos (naturaleza) El desarrollo sustentable y el
capitalismo constituyen dos categorías de análisis contradictorias pero
fuertemente relacionadas en procesos de interacción permanente. Las nuevas
condiciones que plantea la globalización y la dinámica financiera y económica
conduce a la intensificación de la producción y a la búsqueda de máxima
rentabilidad. Frente a esta “lógica del mercado”, se presenta una intensificación en el uso del
recurso suelo, al tiempo que se introducen cambios productivos y tecnológicos
que inducen a dejar de lado esquemas tradicionales de producción (modelo mixto
agro-ganadero) para pasar a modelos de producción que responden a las exigencias
actuales de competitividad (con predominio de agricultura y escasa ganadería o
monocultivos).
La globalización ha acentuado la valorización económica del
mercado, condicionando el comportamiento de los actores sociales, en cuanto
productores y consumidores, al tiempo que se aleja de la consideración de la
perspectiva social y ambiental.
Esto se relaciona con las contradicciones que manifiesta el capitalismo,
entre las cuales se destaca la utilización irracional de los recursos, al tiempo
que se produce un aumento de las asimetrías
sociales.
Desde los inicios de la década del ´90 hasta la actualidad, se produjeron
cambios significativos en la organización de las actividades agrarias del
espacio agropecuario de mercado (La Pampa), cambios orientados a la búsqueda de
ventajas competitivas para lograr una inserción adecuada en el MERCOSUR y en el
mercado mundial. El espacio rural tiende se ser cada vez más “mercantilizado” y
al mismo tiempo está siendo degradado. Es en este punto donde se manifiesta la
tensión entre la sustentabilidad y la competitividad del
capitalismo.
En espacio agropecuario de mercado de La Pampa, el sistema productivo en
general y las explotaciones agropecuarias en particular, así como las
condiciones de vida del espacio rural, están “atrapadas” por la rentabilidad en
el corto plazo. Pero, sustentabilidad y rentabilidad son procesos excluyentes :
a mayor tasa de rentabilidad más sostenible es el capitalismo y menos
sustentable es el medio social y natural.
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-ESTADISTICAS DE PRODUCCION DE CEREALES. Dirección de Estadísticas
y Censos, Gobierno de la provincia de La Pampa,
1.990-2.003.
-INTA. Diversas publicaciones del Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria.
-INDEC – Publicaciones de Censos Nacionales Agropecuarios y Censos
de Población.
-CARTAS CATASTRALES – Dirección de Catastro, Gobierno de La
Pampa.
Esta
ponencia se desarrolla en el marco del Proyecto de Investigación “Circuitos
productivos, sustentabilidad y desarrollo rural. Los circuitos de las
oleaginosas y de la ganadería bovina en la provincia de La Pampa”, con
evaluación externa y aprobado por Resolución Nº 043/05 del Consejo Directivo de
la Facultad de Ciencias Humanas – UNLPam.