MESA
REDONDA
“AMÉRICA LATINA EN EL
SISTEMA MUNDIAL”

Prof. Omar H. Gejo (Centro Humboldt y Universidad Nacional de Luján) –
Argentina
Dr. Alfredo César Dachary (Centro Humboldt y Universidad de Guadalajara – Campus de
la Costa) - México

Dr. Adriano Rovira Pinto (Universidad Austral de
Chile)
La moderadora, Mg. Silvia Quintanar, lee el documento
enviado por el Lic. Gerardo de Jong
(Centro Humboldt y Universidad Nacional del
Comahue) – Argentina, quien por razones de salud no pudo
hacerse presente. Lo transcribimos a continuación:
El pensamiento geográfico y
el conocimiento
que la transformación de Argentina
demanda
por
Gerardo Mario de Jong
(para
ser leído en la Mesa Redonda del VII Encuentro Internacional
Humboldt)
Con buen criterio, la propuesta
temática del Centro Humboldt para este Encuentro nos lleva a discurrir sobre la
inserción de América Latina en el mundo. Ese ámbito de reflexión es, por
definición, un espacio que la ciencia geográfica no debe ni puede dejar
descubierto. Este es un encuentro que tiene a la Geografía como telón de fondo,
pero felizmente no es un encuentro sólo de geógrafos. Está muy bien que así sea
porque los geógrafos han caído, desde hace mucho tiempo, en el mismo error que
las demás ciencias sociales: el incalificable error de percibir a la realidad a
través del ojo de la cerradura y con lente de aumento, artilugio que asegura una
percepción fragmentada de la realidad y la magnificación del detalle. Postura
ésta extremadamente cómoda que asegura un producto de conocimiento de fácil
factura, pero que no cumple con el propósito fundamental de la producción
científica, cual es el de producir herramientas para enriquecer y alimentar el
proceso de transformación social hacia una sociedad más justa. Sobre todo cuando
la sociedad mundial enfrenta una crisis estructural que no tiene precedentes en
la historia de los últimos quinientos años.
En todas las situaciones de crisis como
la presente, producidas durante la historia, sólo aquellas sociedades que
supieron hacer un buen balance entre sus ventajas comparativas y limitaciones,
las condiciones históricas con que manejaron esas ventajas y limitaciones y el
conocimiento de su posición relativa en el contexto histórico y presente de las
fuerzas sociales en juego durante la circunstancia crítica, pudieron superar y
aún aprovechar para su provecho la circunstancia contextual. Esto es
especialmente cierto en Argentina, país que ya tempranamente comenzó a sufrir
las consecuencias del traslado de la crisis planetaria producida en el centro
capitalista, es decir, en las grandes potencias económicas del momento, a los
países ubicados en la periferia del sistema
mundial.
En ese sentido, la labor de los
científicos sociales y, en particular la de los geógrafos, si éstos no renuncian
a su propia condición, es potencialmente muy relevante. Para ello, es necesario
recuperar la unidad del objeto social en transformación por influjo de sus
propias contradicciones (me refiero a la decadencia del orden social vigente y
de sus centros de poder mundial, en particular el imperio norteamericano), pero
cuya condición requiere de la necesaria cuota de producción de conocimiento para
gestionar resultados menos dolorosos que aquellos esperables como resultado de
la inercia del proceso. En este sentido, los geógrafos no pueden ni deben eludir
el estudio de los procesos sociales
y naturales en curso.
Recalco la necesidad de evitar la
fragmentación porque los fenómenos sociales, de la magnitud apuntada, sólo
pueden aportar racionalidad a las transformaciones en curso sólo si se evita la
marginación de aquellos aspectos que son rechazados por la ideología dominante,
aquella misma que nos indujo a aceptar la falacia del modelo neoliberal. Tomemos
un solo ejemplo: aquel del imperio Romano, en cuya decadencia influyó
notablemente la concepción cientificista de su filosofía del conocimiento. En la
vereda de enfrente, el imperio Bizantino que se extendió por 1000 años, el doble
que el Romano, fue acompañado por la concepción universalista del conocimiento
griego, al que se sumaron aportes orientales de Persia y de los
árabes.
Ante todo, observemos las
manifestaciones actuales de la crisis. Una serie de fenómenos son la
manifestación de los procesos de transformación social que anuncia la
desaparición del orden social que muchas generaciones asumieron como “dado”,
como eterno. Véanse los siguientes hechos, que son sólo una parte de los cambios
en curso:
1) Uno de los principales monopolios
(Samir Amín) en el cual está basado el poder mundial en estos momentos está
pasando de manos rápidamente. Estados Unidos está perdiendo la batalla para
mantener el dólar como patrón de referencia de las monedas mundiales. El
vertiginoso proceso inflacionario de esa moneda, al cual indujeron las medidas
monetaristas adoptadas en ese país para reactivar su ineficiente economía,
produjeron dos hechos notables:
la depreciación del dólar frente al
Euro, el que si bien está sujeto a las contingencias políticas recientes de la
Unión Europea (resistencias al Euro como moneda única y resistencia a la
consolidación de la unidad política mediante la aprobación de una constitución
común, así como dificultades económicas que derivaron de la ampliación de la
Unión con la incorporación de países en proceso de transformación económica),
manifiesta en su fortaleza el respaldo de una economía más
eficiente.
China, con el artilugio de la
devaluación del Yuan (decisión por la que EEUU había presionado enormemente a
ese país), se desvinculó prácticamente del dólar. Para ello mantendrá una
flotación controlada en base a una canasta de monedas ponderada comercialmente,
la cual esta integrada (según Jalife Rahme) por el dólar (27%), el Yen (31%), el
dólar de Hong Kong (24%, pero que tiene paridad fija con el símil de
norteamérica), el Euro (15%), y la libra (4%). Todo ello en un contexto de
decisiones graduales ya que China tiene las segundas reservas más importantes en
dólares, por un valor de 750.000 millones de dólares, así como la segunda
tenencia en bonos del tesoro de EEUU. Japón ocupa el primer lugar en ambos
casos. Probablemente, en un tiempo relativamente cercano, el Banco Central de
China puede llegar a incluir al oro en la canasta.
Estos hechos permiten prever un
escenario extremadamente cambiante, en el cual al derrumbe del dólar
corresponderá un flujo de capitales desde EEUU a Rusia, al sudeste de Asia y
China, un aumento de las tasas de interés en el primer país mencionado a los
efectos de la retención de capitales y el comienzo de la decadencia del “tigre
de papel”. La situación de Europa puede dar lugar a más especulaciones y
dependerá de los acuerdos a que llegue en materia de provisión de petróleo, de
uso económico y manejo de la tecnología, así como de adaptación a la nueva
situación financiera mundial en ciernes. Para ello será extremadamente relevante
la forma en que enfrente sus tradicionales lazos con la economía y la política
norteamericana, sustituyéndolos por acuerdos con Rusia y China, a nivel
financiero, tecnológico y militar.
2) Otro monopolio que EEUU ejerció con
desparpajo e irresponsabilidad, desde siempre (con la colaboración de
Inglaterra), pero particularmente desde la caída de la URSS fue la posesión y el
uso indiscriminado de la fuerza militar. Luego de la derrota de EEUU en Irak,
las cosas han cambiado hasta el punto de que es posible percibir que ese país ya
no puede mantener dos frentes similares en el planeta. Un ataque a Irán, para
impedir que ese país incorpore a sus fuerzas armadas la temidas armas de
destrucción masiva, sería prácticamente suicida por los desastrosos efectos en
la economía del centro capitalista. En ese esquema de dificultades se inscriben
los acuerdos que EEUU está negociando con China alrededor del desarrollo de la
capacidad nuclear de Corea del Norte. Más aún, los desesperados intentos por
insertarse en el centro de Asia, están empujando a Rusia, China e Irán a una
alianza militar para la defensa de sus recursos
energéticos.
3) Tampoco el control de los Recursos
Naturales del planeta es ya posible para el imperio. Por un lado la evidencia de
que el control del petróleo de Irak ha sido un fiasco. No sólo no lo lograron
controlar, sino que el esperado resultado paralelo que suponía la recuperación
del dinamismo de la economía norteamericana sólo ha resultado en una mera
postergación de un proceso recesivo. Por otro lado, las tecnologías
desarrolladas para el manejo de los recursos naturales no pueden hacer frente a
los efectos del “cambio climático”, el que no solo ha producido el fenómeno de
Katrina, sino que amenaza con situaciones de igual intensidad en toda la tierra.
Desde el punto de vista económico, a su vez, no sólo no es posible para la
potencia hegemónica el control del petróleo, sino que otros recursos se están
escapando de sus manos, tal el caso del enorme control que China está
ejerciendo, progresiva y calladamente, sobre el
hierro.
4) EEUU ejerce un control sobre los
medios de comunicación mundial. Ellos pueden llevar adelante una guerra genocida
como la de Irak, de la cual sólo se ve en televisión el distante efecto de sus
armas de destrucción masiva, casi como en una película de Hollywood, pero no
muestran (o muy poco) los cadáveres y la destrucción resultado de sus acciones.
Ni siquiera los pocos cadáveres de sus propios soldados (por su efecto en la
opinión pública de la gran potencia). No obstante, Ya no basta señalar con el
dedo a un supuesto “temible enemigo de la democracia y de la libertad” para que
se crea en su diabólica perversidad, tal como sucedió con el temible comunismo.
La confabulación de “los malos con su guerra terrorista” o aquella que suponen
los “narcotraficantes”, no han llegado a ocupar el lugar de “la maldición
comunista”. Ya no basta conque el imperio de los “buenos” señale a un “enemigo”
para que el mundo lo acepte. Ya no es posible asesinar a miles con bombas
atómicas o con otras armas genocidas, sin que se genere el rechazo mundial. Esto
es una evidencia de las limitaciones que encuentra el centro capitalista en
imponer su visión ideológica dominante.
La pregunta clave es cómo se inserta
Argentina en este mundo cambiante. No basta la intuición para definir el curso
de las acciones. Para enfrentar la toma de decisiones ante este escenario es
necesario el conocimiento y, luego, la planificación para arribar a uno de los
escenarios que sugiera el conocimiento construido, de los cuales el peor es
aquel que surja de la intuitiva omnipotencia de un
gobernante.
Es necesario saber cómo se puede
insertar Argentina en los nuevos mercados, cómo se defenderán aquellos que
tiendan a cerrarse, qué producciones alternativas son posibles en función de los
nuevos consumidores, etc. Pero cada decisión en materia productiva supone un
gran conocimiento acerca de cómo se organizarán los subsistemas productivos, su
financiamiento, el papel de los actores en apropiación de los excedentes, etc.
La reconstrucción mediante el conocimiento de la enorme cantidad de variables
independiente que aseguran a los procesos productivos su viabilidad, es una
tarea a la que los geógrafos pueden aportar su concepción unitaria del objeto
regional de estudio. Sobre todo por que los llamados economistas son,
normalmente expertos en técnicas de manejo económico, pero no pueden diseñar una
política que haga viable un proceso productivo.
Es necesario conocer qué tipo de manejo
de los Recursos Naturales es posible. Qué recursos deben ser protegidos para que
no sean cremados en una sola generación (tal el caso del petróleo argentino),
mediante el uso racional para la presente y las que vendrán. Asimismo, es
necesario contar con el conocimiento necesario para el manejo de los recursos
naturales renovables, notoriamente afectados por las modernas tecnologías que
pueden llegar a destruir un ecosistema en menos de una generación o a anular la
capacidad productiva de las tierras (tal el caso de la soja) en pos de ganancias
diferenciales históricamente efímeras. En este sentido, la producción de
conocimiento geográfico puede contribuir a proteger el medio natural que es la
casa de las futuras generaciones. Lejos están los tiempos del determinismo; por
lo contrario, es necesario contribuir al conocimiento del medio natural y de la
relación entre la sociedad y la naturaleza para evitar la determinación con que
el sistema social decadente puede hacer sucumbir el medio natural por efecto de
sus propias contradicciones. Obsérvese, en este sentido, lo que está sucediendo
con la atmósfera, con los proceso de degradación y desertización de las tierras,
con las contaminación de los cuerpos de agua dulce, con la destrucción de las
masas forestales, y otros.
El estudio de los países en los cuales
se puede insertar la producción argentina es también una tarea en la que se
requiere conocimiento de perfil universalista. Obviamente, no me refiero a los
viejos estudios de geografía política y económica sino a conocer “in situ” y con
un buen bagaje de recursos teóricos, la realidad económica y social de aquellas
naciones que tienen significación para el futuro de nuestro
país.
Finalmente, a los efectos de este
rápido barrido de temas, que deja muchos momentáneamente de lado, corresponde
mencionar la actividad misma de producción de conocimiento científico. Definir
un escenario para el devenir histórico de Argentina es, también, definir dentro
de qué parámetros debe funcionar el aparato de ciencia y técnica del país. Más
allá de las mejoras necesarias en el sistema educativo en todos sus niveles, es
necesario adecuar la producción de
conocimiento científico a los requerimientos que el cambiante futuro demande.
Ahora no es así. El sistema de ciencia y técnica del país, más allá de honrosas
excepciones, está constituido por un conjunto de personas, subsidiados para
mantener la formalidad de la producción científica, donde buena parte de ellos
constituyen una intelectocracia preocupada por sus carreras personales, sin
participación activa en las demandas sociales de conocimiento (por supuesto, son
demandas no planteadas por el Estado).
Los avatares de la ciencia geográfica
como conocimiento de perfil universalista, con sus contradicciones inherentes,
lleva ahora a extremar el enfoque para el estudio de todos estos procesos
mediante la disección de las contradicciones verificadas en tiempos recientes,
las que guardan similitud con aquellas del pasado. Por lo tanto, la preocupación
deberá estar centrada en el análisis crítico de las teorías, explícitas o
implícitas, acerca de la preocupación de producir conocimiento para la
planificación regional (que es una forma de producir conocimiento geográfico,
mayormente por fuera de la geografía “oficial”) y en aquellos cuerpos teóricos
que abordan el problema del desarrollo, concretados desde la actividad
planificadora global y regional. En estos dos últimos casos se sostiene aquí la
tesis por la cual se verifica que conocimiento regional y conocimiento holístico
o sintético son una misma cosa y con una misma modalidad metodológica que se
encuentra centrada en el mantenimiento de la unidad del objeto de estudio,
concepción ésta que hace posible el abordaje de los trascendente temas que
integran esta exposición.
Saludo a los amigos reunidos en este
VII Encuentro organizado por el dinámico Centro de Estudios A. von Humboldt y
les deseo el mayor de los éxitos en las
deliberaciones.
Séptimo Encuentro Internacional Humboldt. Villa
de Merlo, San Luis – Argentina. Lunes 19 de setiembre de
2005.