Andalucía Libre
Independencia República
Socialismo
nº 63
En este Correo:
* Recordatorio, las
encuestas del Boletín.
* El andaluz.
Resolución del SUAT
Opinión
* Caso
Tireless
* Titulares sobre la
actualidad pesquera.
Enlace.
* Enlaces-Breves,
Otro articulo de balance de
IU
* Edward W.
Said, Sionismo americano
* Enlaces-Sorpresa
Especial
Las encuestas de Andalucía
Libre
Recordamos que siguen abiertas las
DOS encuestas que os propusimos:
* 1ª. ¿Cuantos Boletines
Andalucía Libre preferirias recibir en una semana? y
* 2ª.
¿Adonde llega Andalucía
Libre?.
Hasta el momento han
participado menos del 25% de las direcciones suscritas. Reiteramos
nuestro llamamiento a que voteis, escogiendo la opción de frecuencia de
envios que más se acomoda a vuestro gusto o necesidad y dandonos
una información importante sobre nuestra audiencia. Ambos datos son claves
para establecer nuestro perfil futuro y para que este se atenga a la
realidad de nuestra lista actual de suscripciones, es básico que
haya un indice alto de opinión expresada.
En los
correos ya remitidos consta la forma de votación efectiva y en cualquier
caso, es posible votar accediendo a la pagina de encuestas. A ella se puede
acceder directamente o en su caso, a traves de la Página
principal del Boletín. Animo.
Muchas gracias por vuestra
colaboración.
El andaluz,
Sobre la escritura en
andaluz. Resolución del SUAT.
REZOLUZIÓN A KONGREZO'ER SUAT -
2000
(Marbeya, 23'e zehtiembre'er 2000)
EN BIENDO KE:
En loh z'úrtimoh tiempoh z'ehtá zintiendo a ka beh
mah una ofenziba'e loh baloreh ehpañolihtah y, de zuyo, un rempuhón a la
kurtura zentralihta, ehkluzibihta y negaora'e la diberziá kurturá ke rezuma en
to'l Ehtao ehpañó y en Andaluzía. Una ofenziba ke niega loh rahoh identitarioh
der pueblo andalú, mah ke na y por mo'e lo k'ahkí moh yeba, arreó'e zu
tradizión orá, lengua y ehprezibiá, enonde otabía ze rebuye la lehtura
dehpehtiba de lah ihtituzioneh ehtataleh y hata
artonómikah-probinzialeh-lokaleh. En biendo tambié, ar pormenó d'ehto, er
peligro en ke ze haya to nuehtro hato linguihtiko-kurturá de zè totarmente
azorbío por er kahteyano u ehpañó y tronxà, azín, zuh pozibiliáh de zehlío y
ihtituzionalizazión.
Ehte Kongrezo'er SUAT adorta la zigiente
REZOLUZIÓN:
Er zindikato ayugarà y axuxarà, en lo ke puea,
la ehkritura en andalú de zuh tehtoh públikoh (propertoh, karteleh, pegatinah,
notah'e prenza bilingueh, propagandah bariah, kahnéh y demáh dokumentoh
intehnoh, ehz.). Pa ehte mehté podrá maneharze, zigún kombenga, kuahkiera'e
lah ortografíah del andalú k'oi en día briegan, y k'ehtén rekonozíah entre l@h
integranteh der mubimiento en defenza'e la lengua
andaluza.
Enlaces a paginas
afines: El Adarve
; L'andalú
Opinion
La lengua andaluza, un desvío
innecesario.
Sectores del
movimiento nacionalista andaluz llevan algunos años difundiendo la
consideración del habla o dialecto andaluz como una lengua; promoviendo una
normativización ortográfica y difundiendo textos escritos bajo esos criterios.
Alguna organización de la izquierda nacionalista ha acogido en sus
publicaciones, ocasionalmente, algún artículo de opinión favorable a esta
propuesta; también se ha distribuido alguna pegatina, algún
panfleto; se ha colocado alguna pancarta... También existen paginas en
Internet dedicadas a esta causa.
Hasta la fecha el asunto no
parecía prioritario. Quienes no compartían ese proyecto, dentro del movimiento
de liberación nacional, optaban por comentarios críticos amistosos,
alguna broma con retranca o alguna advertencia ocasional. Fuera, desde el
ámbito españolista y pese a su carácter excepcional, estas apariciones daban
ya lugar a descalificaciones globales y a ridiculizaciones interesadas;
no de este asunto en concreto sino a partir de él y por extensión, de todas
las posiciones nacionalistas.
La resolución del SUAT que
reproducimos arriba fuerza a cambiar esta actitud y plantear de frente el
problema para -desde nuestro punto de vista- evitar males mayores; antes
de que se consolide una tendencia y que lo que hasta ahora ha sido sólo casi
una mera provocación estética, sin mayores pretensiones, se
nos convierta inadvertidamente en seña de identidad política; lo que sumaria a
las ya colosales dificultades que ha de afrontar nuestro movimiento de
liberación nacional una más, gratuita y autoimpuesta, pero no por ello
menos peligrosa.
Para lo que aquí queremos
abordar no importa si el andaluz, es decir la forma en que nos expresamos
oralmente en castellano los andaluces, surgió como consecuencia de la
evolución del castellano una vez conquistada Andalucía o es una supervivencia
preexistente, que impregna y modifica al castellano. No queremos plantear aquí
un debate filologico. Lo indiscutiblemente cierto y lo que importa es que
los andaluces, aún en su diversidad, son conscientes de que hablan de una
forma compartida y peculiar -como también lo perciben los no andaluces-; de
que esta forma de expresión conlleva menosprecio y minusvaloración
social, aún hoy. Y también de que, desde esas circunstancias, forman parte del
área lingüística del castellano o español. De ahí, las reiteradas
peticiones y campañas favorables para que se hable en andaluz y no en un
falso, forzado y acartonado castellano de Valladolid en los programas
serios y en los informativos de Canal Sur TV, por ejemplo; expresadas
desde la convicción de que no tenemos que avergonzarnos de nada y que tenemos
que reivindicar el trasladar al uso publico nuestra habla natural; manteniendo
así un elemento más de nuestra identidad y exigiendo un respeto a nuestra
dignidad nacional.
Estos criterios y
propuestas básicas -que tienen otras consecuencias en la enseñanza, etc- son
ampliamente compartidos, efectivos y llegan bien, rápido y hondo a nuestro
pueblo, porque responden a su realidad e intereses. No vamos a perdernos aquí
y ahora en un ejercicio de historia comparada sobre los procesos de
normalización y creación de otras lenguas ni a su papel en procesos de
configuración nacional y menos tampoco a engolfarnos en cualesquiera juegos de
ucronía.
Aquí y ahora, lo importante
es destacar lo innecesario y contraproducente de este invento para los
intereses de Andalucía y su izquierda nacionalista.
Creemos
que recurrir a la
llamada lengua andaluza como un elemento de afirmación nacional
denota, de entrada, desconocimiento y minusvaloración de las
singularidades realmente existentes de nuestra cultura nacional. Utilizar o
defender estas transcripciones fonéticas como un elemento de resistencia al
españolismo y su manipulación y usurpación cultural no ayuda, antes al
contrario, dificulta articular la respuesta andaluza al españolismo en ese
terreno.
Trasluce, de nuevo, cierto
complejo de inferioridad nacional y ciertas persistencias de herencias e
influencias políticas esquemáticas que parecían hace tiempo superadas. Parece
que para ser nación, para querer ser y construir nación, es requisito
imprescindible tener viva una lengua diferente a la oficial del Estado
opresor. Un ejercicio de mimetismo, sin duda, con otras circunstancias
nacionales; una influencia superviviente de Kautsky o de Stalin; una reacción
a las negaciones u omisiones desde otros movimientos nacionalistas del
Estado... quizá mera frivolidad. Resulta preocupante que cualquiera de
estos posibles orígenes pese más que la visión de nuestra propia realidad a la
hora de determinar tareas, métodos e instrumentos para la acción del
movimiento nacionalista. Resulta realmente penoso tener, a estas alturas, que
recurrir a llamar la atención sobre los Estados Unidos y Gran Bretaña; sobre
América Latina y su independencia de la Corona española o sobre cualquier otro
ejemplo que manifieste la arbitrariedad e inconsistencia de esa presunta
carencia como elemento condicionante o excluyente para nuestra construcción
nacional. Sea como fuere y provenga de donde provenga, es una propuesta
que no traería consigo más que aislamiento, confusión, división y
descrédito para la izquierda nacionalista. Para ser nación lo imprescindible
es tener una identidad propia -que la tenemos- y una voluntad política -que
también la tiene la izquierda nacionalista y que ha de trabajar por hacer
extensiva al máximo del país-.
Si ya parecían
superados los tiempos de sobreidentificación con Al-Andalus o el Islam, ahora
esto de la lengua andaluza puede retrotraer al movimiento
nacionalista a viejos episodios de autoaislamiento y enroque sectario a poco
que nos descuidemos. Desvía de las tareas reales pendientes. Tenemos un
déficit descomunal de conocimiento, elaboración e interpretación de la
realidad andaluza en si misma y en su contexto histórico actual; tenemos
debilidades evidentes en medios de expresión; tenemos organizaciones
sectoriales inexistentes o muy débilmente implantadas (particularmente entre
la juventud y en el movimiento obrero), etc, etc. A ello hemos de dedicarnos.
Y para hacerlo posible, no podemos aceptar ni tolerar que ningún
juego nos dificulte aún más una tarea de por sí dura, compleja,
larga... No podemos permitirnoslo. Andalucía no lo merece.
Caso
Tireless
La protesta
contra el Tireless será permanente
El PSOE-A propone a partidos y
ONG hacer guardia junto a la verja
AGENCIAS •
SEVILLA/MADRID. IDEAL
El Partido Socialista convocará esta misma semana una
cumbre con partidos, sindicatos y movimientos sociales de toda Andalucía con
el objetivo de dar «dimensión regional» a las protestas contra la presencia
del submarino nuclear Tireless en Gibraltar, en
la que los socialistas propondrán la realización de una «protesta permanente»
de 24 horas diarias ante la verja de Gibraltar hasta lograr la retirada
definitiva del sumergible.
El embajador de Reino Unido en España,
Peter Torry, señaló que «no sería responsable remolcar o transportar
el Tireless a Inglaterra porque conllevaría riesgos desconocidos y sería una
aventura innecesaria». Torry, que se entrevistó con el portavoz
del Colectivo Unidad de
Trabajadores-Bloque Andaluz
de Izquierdas, Juan Manuel
Sánchez Gordillo,(*) dijo
comprender la preocupación del pueblo andaluz, pero que no existe riesgo de
fuga radiactiva porque el problema está en el sistema de refrigeración y no en
el reactor nuclear.
La nueva comisión ejecutiva del PSOE andaluz adoptó ayer este
acuerdo en su primera reunión tras el IX Congreso Regional para buscar un
«punto de encuentro» que permita generalizar las movilizaciones y protestas
sociales llevadas a cabo hasta el momento por la Plataforma Antisubmarino en
la comarca del Campo de Gibraltar, ya que considera que se trata de un
problema político «a la deriva» que precisa de nuevas «iniciativas políticas»
para forzar el traslado del submarino.
Según la nueva vicesecretaria general del PSOE-A, María del
Mar Moreno, para realizar la protesta permanente ante la verja de Gibraltar,
el PSOE está dispuesto a «movilizar» a todos los miembros de su organización
en Andalucía, pero confió en que se sumen otras fuerzas políticas y sociales.
Tanto IU como el PA respondieron ayer mismo a esta iniciativa. El coordinador
de IU en Andalucía,
Diego Valderas, señaló que es necesario convertir la presencia del citado
submarino en un «problema andaluz» y no sólo comarcal.
(*) La entrevista entre el embajador
de Gran Bretaña en el Estado español y Gordillo, en representación de CUT-BAI, fue consecuencia de la ocupación que esta
organización realizo el pasado 4 de Diciembre, Día Nacional de Andalucía,
del Consulado británico en Málaga en protesta por la presencia del Tireless
y reivindicando Soberanía para
Andalucía.
Titulares en ANDALUCIA24HORAS sobre
la situación pesquera.
* Bruselas y Marruecos cierran las negociaciones sin acuerdo y
deciden no convocar más reuniones técnicas.
*La Junta exige a Aznar que
demuestre su "peso político" en la UE "en beneficio" de la flota
andaluza.
*Los
armadores onubenses aseguran que están "desesperados" y anuncian nuevas medidas
de protesta.
*Chaves pide que no se
ponga fecha límite para el final de las negociaciones pesqueras y anima a Aznar
a presionar.
*Pescadores
de Barbate tachan de "decepcionante" la reunión y señalan que las ayudas son una
"condena". Su alcalde anuncia que las ayudas al sector pesquero se mantendrán a
partir del 1 de enero de 2001
*Pescadores
andaluces confían en que el Gobierno busque soluciones al sector tras la falta
de acuerdo.
Enlaces-Breves
Otro articulo sobre la
situación de IU.
Ángel
Carrique, Roberto Laxe, Tania Mercader y Teo Navarro, militantes del PRT y de
IU, publican en Rebelión,
este articulo,
sobre su balance y perspectivas de la situación de IU.
Palestina
Sionismo americano
Edward W. Said,
traducción Gabriela Fonseca.
Los
hechos de las últimas semanas en Palestina han sido un triunfo casi total para
el sionismo en Estados Unidos, por primera vez desde el resurgimiento del
movimiento nacional palestino a finales de los años sesenta. Tanto el discurso
político como el público han convertido definitivamente a Israel en la víctima
de los recientes disturbios, pese a que más de 200 palestinos han perdido la
vida y se han reportado más de mil heridos. Aun así se habla de que la
"violencia palestina" ha perturbado el suave y ordenado transcurso del "proceso
de paz".
En
estos momentos se percibe una pequeña letanía de frases que cada comentarista
editorial repite al pie de la letra, o bien, que permanece como una noción
consabida. Esta letanía ha quedado cincelada en los oídos, mentes y memorias
como una guía para los perplejos, como un manual o máquina de repetición de las
frases que han enrarecido el aire por más de un mes.
Puedo recitar de memoria la
mayoría de ellas: En la cumbre de Campo David, Barak ofreció a los palestinos
más concesiones que cualquier otro primer ministro israelí (90 por ciento de
control sobre los territorios autónomos y soberanía parcial sobre Jerusalén
oriental). Pero Arafat fue un cobarde y le faltó valor para aceptar el
ofrecimiento israelí. Así, la violencia palestina, ordenada por Arafat, cierne
amenazas sobre Israel (existe cualquier cantidad de versiones
sobre estas amenazas atribuidas a los palestinos, incluido el deseo de destruir
a Israel, antisemitismo, rabia suicida ejercida con el único fin de salir en
televisión, el colocar a los niños al frente de las manifestaciones para
convertirlos en mártires). Todo esto comprueba que el milenario "odio" hacia los
judíos es lo que mueve a los palestinos. Arafat es un líder blandengue que
permite a su pueblo atacar a los judíos, y lo incita aún más al excarcelar a
terroristas y con textos escolares en los que se niega la existencia de Israel.
Probablemente hay todavía una o
dos fórmulas más que no he citado, pero el concepto general es que Israel está
rodeado por bárbaros que atacan a pedradas, mientras que los mísiles, tanques y
helicópteros artillados empleados por los israelíes se limitan a defender su
territorio y "disuadir" a esta fuerza terrible. Bill Clinton ha hecho llamados
(que han sido repetidos con la diligencia de un loro por su secretaria de
Estado) para que los palestinos "se replieguen", como si fueran los palestinos
los que invaden el territorio israelí y no al revés.
Vale la pena mencionar también que
ha sido tan exitosa esta sionización de los medios, que nadie ha publicado o
mostrado en las pantallas de televisión un solo mapa que pudiera recordar a
lectores y espectadores estadounidenses --particularmente ignorantes de
cuestiones de historia y geografía-- que son los asentamientos, puestos
militares, carreteras y barricadas israelíes las que atraviesan las tierras
palestinas en Gaza y Cisjordania.
Más
aún, y tal como ocurrió en Beirut en 1982, existe un verdadero estado de sitio
sobre los palestinos, que incluye a Arafat y a su gente. Se ha olvidado por
completo, si es que alguna vez quedó entendido, el sistema de las zonas A, B y C
mediante el cual se mantiene una ocupación militar de 40 por ciento de la franja
de Gaza y 60 por ciento de Cisjordania. El proceso de paz de Oslo nunca estuvo
diseñado para modificar o poner fin a esta situación.
Tal
y como lo sugiere la ausencia de geografía en la presentación de este conflicto
eminentemente geográfico, el vacío resultante constituye un punto vital, ya que
las imágenes que se muestran o describen están, del todo, fuera de contexto.
Pienso que esta omisión de los medios sionizados fue deliberada desde el
principio y ahora se ha convertido en un reflejo automático. Ha permitido a
comentaristas farsantes, como Thomas Friedman, promover su mercancía
desvergonzadamente, con sus monótonas reiteraciones sobre la imparcialidad de
Estados Unidos, la flexibilidad y la generosidad de Israel, y su propio
pragmatismo perspicaz con el que fustiga a los líderes árabes y noquea a sus
hastiados lectores.
Esto permite no sólo que se
mantenga la absurda idea de un ataque palestino contra Israel, sino que
deshumaniza a los palestinos al grado de convertirlos en bestias sin
sentimientos ni motivos. No causa sorpresa el hecho de que cuando se dan las
cifras de muertos y heridos no se mencionan las nacionalidades. Esto deja a los
estadounidenses bajo la impresión de que el sufrimiento está siendo dividido
equitativamente entre las "partes en conflicto". Más aún, se tiende a
engrandecer el sufrimiento judío y a reducir y eliminar los sentimientos árabes
por completo, a excepción, claro, de la rabia. La rabia y todo lo que está
conectado a ella permanece como la única emoción que define a los palestinos.
Esta explica la violencia y, en efecto, la materializa de tal forma que Israel
ha llegado ya a representar a la decencia y a la democracia que se encuentra
perpetuamente rodeada de la rabia y la violencia.
Ningún otro proceso podría
explicar de manera lógica a quienes arrojan piedras contra la vigorosa "defensa"
israelí. Nada se dice de las demoliciones de viviendas, las confiscaciones de
tierras, los arrestos ilegales, las torturas y otros asuntos. No se hace mención
alguna sobre lo que es, con la sola excepción de la subyugación japonesa en
Corea, la más larga ocupación militar de los tiempos modernos. Nada se dice
sobre las resoluciones de la ONU ni sobre las violaciones de Israel a la
Convención de Ginebra; nada sobre los sufrimientos de un pueblo entero ni de la
obstinación del otro. Quedan en el olvido la catástrofe de 1948, la limpieza
étnica y las matanzas, la destrucción de Qibya, Kafr Qassem, Sabra y Shatila,
los largos años de gobierno militar para todos los ciudadanos israelíes no
judíos que debían permanecer callados ante la continua opresión, en su papel de
una minoría que ascendía a sólo 20 por ciento dentro del Estado judío. Ariel
Sharon es presentado, en todo caso, nada más como un provocador, pero nunca como
un criminal de guerra. Ehud Barak es un hombre de Estado, nunca el asesino de
Beirut. El terrorismo siempre está del lado palestino de la balanza, y la
defensa, del lado de israelí.
Lo
que Friedman y otros "pacifistas" pro israelíes omiten mencionar cuando ensalzan
la generosidad sin precedentes, es la verdadera sustancia de la misma. No se nos
recuerda que nunca cumplió el compromiso de llevar a cabo la tercera fase del
repliegue de sus tropas de 12 por ciento del territorio de Cisjordania, promesa
hecha en Wye Plantation hace más de 18 meses. ¿Qué valor tienen, entonces, las
concesiones que ha prometido? Se nos ha dicho que estaba dispuesto a devolver 90
por ciento del territorio, pero no se dice que en realidad ese 90 por ciento
equivale a todo lo que Israel no tiene intención de devolver. Gran Jerusalén
tiene una superficie de más de 30 por ciento de los territorios autónomos, los
asentamientos israelíes en dichas zonas son otro 15 por ciento, a lo que hay que
agregar zonas y rutas militares que aún deben determinarse. Deduciendo todo eso,
lo que queda de 90 por ciento original no es mucho.
En
lo referente a Jerusalén, la concesión de los israelíes consistía principalmente
en estar dispuestos a discutir y quizá, sólo quizá, a ofrecer una autoridad
compartida sobre Haram al Sharif. La sorprendente deshonestidad del asunto es
que toda Jerusalén oeste, en sus zonas árabes, ya había sido concedida a Arafat
junto con la cada vez más extensa Jerusalén oriental.
Otro detalle: a los palestinos que
disparan pequeñas armas en Gilo se les presenta generalmente como ejerciendo una
violencia gratuita sin mencionarse que es una localidad cuyo territorio fue
confiscado de la zona de Beit Jala, de donde provienen los disparos. Asimismo,
Beit Jala es desproporcionadamente bombardeada por helicópteros que usan mísiles
para destruir viviendas de civiles.
He
elaborado un sondeo entre los principales diarios. Desde el 28 de septiembre se
han publicado diariamente entre uno y tres artículos de opinión en los diarios
The New York Times, The Washington Post,
The Wall Street Journal, The Los Angeles Times
y The Boston Globe. Con la excepción de unos tres artículos
escritos desde un punto de vista pro palestino en Los Angeles
Times y dos en The New York Times (uno de ellos
escrito por la abogada israelí Alegra Pacheco y otro por el periodista liberal
jordano Rami Khoury, quien favorece los acuerdos de Oslo), todos los artículos
--incluidos los de columnistas regulares como Friedman, William Safire, Charles
Drauthammer, y otros-- han apoyado a Israel, al proceso de paz patrocinado por
Estados Unidos, y la idea de que la culpa del conflicto la tienen la violencia
palestina, la falta de flexibilidad de Arafat y el fundamentalismo islámico.
Los
autores de estos artículos han sido oficiales militares y civiles del ejército
israelí, apologistas de Israel, especialistas y expertos en los think tanks,
cabilderos pro israelíes. En otras palabras, existe todo un estrato de la
opinión pública que se ha dado a la tarea de eliminar de todos los conceptos las
posiciones palestinas o árabes sobre tácticas de terror israelíes contra
civiles, el colonialismo o la ocupación militar. Se trata de convencer de que no
vale la pena escuchar todo esto.
Una
situación así, sencillamente no tiene precedente en la historia del periodismo
en Estados Unidos, y es un reflejo claro de cómo la orientación sionista, que
trata de imponer a Israel como el modelo para la conducta humana, sin tomar en
cuenta que existen 300 millones de árabes y 1.2 millones de musulmanes. A la
larga, esto quedará, por supuesto, como una postura suicida para el sionismo,
aunque pareciera que hasta ahora nadie ha pasado por semejante arrogancia del
poder como para tener ideas semejantes.
La
orientación que he descrito se encuentra tambaleante en su temeridad, y si no se
tratara de una distorsión de la realidad, que además tiene fines prácticos,
podría hasta hablarse de una forma privada de trastorno mental. Corresponde muy
fielmente a la posición oficial de Israel tratar a los palestinos no como un
pueblo con una historia de expulsión de la que los israelíes son en buena parte
responsables, sino como una constante molestia para la que la fuerza, nunca la
comprensión o la negociación, es la única respuesta. Cualquier otra posibilidad
es impensable.
Esta ceguera sorprendente se
recrudece en Estados Unidos, gracias a que aquí nadie presta atención a los
árabes y musulmanes, excepto, según dije en este artículo, como una de las
prioridades menores de los políticos que aspiran a algún cargo.
Hace unos días, Hillary Clinton
anunció, en un gesto de la más repugnante hipocresía, que devolvería un donativo
que le otorgó un grupo musulmán americano que, según ella, apoya el terrorismo.
Esto es una mentira descarada, pues el grupo en cuestión sólo ha dicho que apoya
la resistencia palestina contra Israel durante la actual crisis, lo cual no es
una postura extrema, pero sí es propensa a ser criminalizada por el sistema
estadunidense sólo porque el sionisimo totalitario requiere que cualquier
--literalmente cualquier--crítica a lo que hace Israel, se considere intolerable
y del más bajo antisemitismo. Esto ocurre, a pesar del hecho (nuevamente
literal) de que el mundo entero ha criticado la ocupación militar israelí, su
violencia desproporcionada y el estado de sitio al que somete a los palestinos.
En Estados Unidos debe uno callarse cualquier crítica, pues de lo contrario, se
le acosa y acusa de ser un antisemita merecedor del mayor desprecio.
Otra particularidad del sionismo
estadounidense, que es un sistema de pensamiento antiético con distorsiones
dignas de Orwell, es cuán inadmisible es hablar de violencia judía y acciones
judías, pese a que todo lo hecho por Israel se hace en nombre del pueblo judío y
por un Estado judío. Jamás se dice esa denominación es inexacta dado que casi 20
por ciento de la población de Israel no es judía, lo que está relacionado con la
sorprendente y deliberada discrepancia entre lo que los medios llaman "árabes
israelíes" y "palestinos". Ningún lector o televidente podría imaginar que se
trata del mismo pueblo dividido por una política sionista, o que ambas
comunidades son el resultado de la política israelí de un apartheid, por un
lado, y de la ocupación militar y la limpieza étnica, por otro.
En
conclusión, el sionismo estadounidense ha logrado que cualquier discusión
pública seria sobre Israel, que es con mucho el principal receptor de ayuda
extranjera estadounidense, sobre el pasado y el futuro de esta entidad, se
considere un tabú que no deberá romperse. No es de ninguna manera una
exageración decir que éste es el último tabú del discurso. El aborto, la
homosexualidad, la pena de muerte, y hasta el sacrosanto presupuesto militar han
sido discutidos recientemente con alguna libertad (aunque siempre dentro de los
límites preestablecidos). La bandera estadounidense puede ser quemada en
público, mientras que discutir el sistemático y continuo trato que Israel ha
dado a los palestinos durante 52 años es inimaginable; una narrativa sin permiso
de emerger.
Este concepto sería tolerable de
no ser por el hecho de que convierte en una virtud el constante castigo y la
deshumanización de los palestinos. No existe pueblo en el mundo hoy en día cuyo
asesinato mostrado en las pantallas de televisión sea considerado aceptable por
el público estadounidense, como si se tratara de un castigo merecido.
Este es el caso de los palestinos,
cuyas vidas perdidas a diario se explican con el argumento de la "violencia
bilateral", como si las piedras y resorteras de los jóvenes cansados de
injusticia y represión fueran una ofensa y no una valiente resistencia hacia un
destino humillante que les fue impuesto no sólo por los soldados israelíes
armados por Estados Unidos, sino también por un proceso de paz diseñado para
encerrarlos en bantustanes y reservaciones aptas para animales.
El que los promotores
estadounidenses de Israel hayan dedicado siete años a producir un documento
diseñado eminentemente para enjaular a la gente como en un asilo o una prisión,
es el verdadero crimen. Y que esto pueda hacerse pasar como una paz en lugar de
la desolación que ha existido desde siempre, sobrepasa mi capacidad de
comprensión y de describir esto como otra cosa que no sea inmoralidad rampante.
Lo peor es que tan impenetrable es la pared de hierro estadounidense sobre
Israel que no puede cuestionarse a las mentes que produjeron los tratados de
Oslo, y que durante los últimos siete años han vendido su esquema como modelo
para la paz mundial. Imposible saber qué es lo más pernicioso: la mentalidad
según la cual no tienen derecho siquiera a expresar su sentimiento de injusticia
(son demasiado inferiores para eso) o la mentalidad que pretende perpetuar su
esclavitud. Si esto fuera todo, ya sería bastante malo, pero nuestra miserable
condición, la que nos atribuye el sionismo estadounidense, implica también que
no existe ninguna institución, aquí o en el mundo árabe, lista y capaz de
producir una alternativa. Temo que la cobertura de los manifestantes
arroja-piedras en Belén, Gaza, Ramallah, Nablus y Hebrón no ha sido
adecuadamente reflejada por el nervioso liderazgo palestino, que no puede ni
avanzar ni retirarse. Esta es la pena última.
--oOo--
Enlaces-Sorpresa.
Especial
El país de las siete estrellas verdes
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