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Asunto: | [BoletinAndaluciaLibre] nº 143 - Chechenia Urgente - IV Internacional | Fecha: | Miercoles, 30 de Octubre, 2002 17:59:47 (+0100) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre @.......es>
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nº
143
En este Correo:
Especial Chechenia
Urgente
*La apuesta
estratégica de Vladimir
Putin, Jean Marie
Chauvier
*Retazos de
la Historia, Selección de
Andalucía Libre
*Putin contra el “Eje del
mal”,Xavier
Russelin
*Amnistia Internacional
denuncia
masiva violación derechos
humanos en toda
Rusia *Opinión, Chechenia y el
despotismo ruso. Andalucía
Libre
*Enlaces sobre
Chechenia
*Sugerencias: Textos del
XV Congreso Mundial de la
IV Internacional
*Solidaridad con Palestina,
*Directorio, Música,
Suscripciones-Apoyo
--oOo--
Introducción:
La masacre de Moscú nos induce a presentar hoy con
urgencia un numero prácticamente monográfico sobre Chechenia y Rusia. La
actuación criminal del Gobierno ruso y el apoyo dado a Putin por parte de las
potencias imperialistas occidentales (incluido el Estado español) son,
ambas, especialmente indignantes y estremecedoras. Particularmente, las
explicaciones dadas por Aznar a esa complicidad, ponen los pelos de
punta.
Los propósitos, composición y comportamiento del
comando checheno, por su lado, muestran también el grado de degradación y
descomposición que ha provocado en una parte de la sociedad
chechena la implacable represión rusa en esta guerra, convenientemente
olvidada; una más de las que asolan este desquiciado mundo nuestro, en que nos
ha tocado vivir y combatir.
Chechenia/Rusia
Rusia
La apuesta estratégica de Vladimir
Putin
Jean Marie
Chauvier*
Vladimir Putin ha disipado su
propio misterio, sabiamente cultivado durante la elección presidencial de
marzo de 2000. La era putiniana se muestra autoritaria, liberal, globalitaria.
Tal es al menos el proyecto, cuando no la realidad plenamente
realizada.
En el torbellino del 11 de septiembre de
2001.
Los atentados del 11 de septiembre fueron
aprovechados por Putin para formular una audaz apuesta estratégica: la de una
alianza "fundamental" con los EE.UU. Los liberales de Moscú saludaron esta
"oportunidad única de acercar de forma positiva Rusia a Occidente". Sus medios
se desencadenaron contra el islamismo, los chechenos y los caucasianos, los
árabes y los palestinos, amalgamados para las necesidades de la causa "antiterrorista"
/1. La guerra en Chechenia redobló en intensidad y crueldad. La
oleada de xenofobia implicó violencias asesinas y, a finales de marzo de 2002,
en la región del Kuban (cerca del Cáucaso) arrestos masivos de inmigrantes
ilegales (turcos, mesketos, kurdos, armenios), su internamiento en campos de
filtración, su deportación
hacia sus países de origen.
¿Por qué razones elige Putin el campo americano?.
La más visible es la legitimación por Occidente de la guerra en Chechenia, donde
los rusos se postulan como "vanguardia" en la lucha contra el terrorismo. Según
los expertos rusos -y no solo ellos/2- Washington sufriría el
efecto boomerang de varios decenios de apoyo a los integristas musulmanes:
contra los aliados árabes de la
URSS (años 50-70), la revolución comunista afgana y el ejército soviético venido
en su ayuda (años 80), luego, en los años 90, en Bosnia y en Kosovo, en
Afganistán (apoyo a los talibanes), en Asia central y en el Cáucaso, en regiones
petroleras en el punto de mira de las redes de Bin Laden. Sus principales
fuentes de financiación y de encuadramiento, la Arabia Saudí y Pakistán están
debilitados como aliados de los Estados Unidos. Washington "se une" a Moscú en
la misma medida en que el Kremlin "se alía" a la Casa Blanca. Cada uno de ellos
tiene necesidad del otro.
¿Alianza táctica o giro duradero? Ciertamente, no
se está volviendo a los idilios de comienzos de los años 90. Hoy se funciona con
una lucidez de hielo.
Ilusiones perdidas.
Las relaciones americano-rusas han pasado por
tres fases. La primera comenzaba en 1991 en la euforia de la "victoria sobre el
comunismo". El presidente ruso Boris Yeltsin lanzó la "terapia de choque"
recomendada por el FMI y los expertos americanos, obtuvo los créditos
precedentemente negados al presidente soviético Mijail Gorbachov, colocó a la
cabeza de los Asuntos Exteriores a un Andrei Kozyrev muy americanofilo que
apartó de ese ministerio a los
diplomáticos antiamericanos y proárabes. Liquidó los parlamentos y soviets
locales opuestos a sus reformas (1993) y marginó a los comunistas, sin embargo
fuertes electoralmente. Pronto, sin embargo, los rusos deberían inquietarse por
la ampliación al Este de la OTAN (y en 1999, de su nueva doctrina que consagraba
el derecho de intervención "fuera de la zona"), y las relaciones militares anudadas por los
Estados Unidos con Ucrania, Georgia y Azerbaiyan. Los proyectos de oleoductos
destinados a exportar las riquezas de la cuenca del Caspio evitando el
territorio ruso -minuciosamente elaborados en Transcaucasia (declarada "zona de
interés estratégico de los Estados Unidos") y de concierto con Turquía, así como
con Turkmenistán y el régimen talibán reforzaban los temores de "cerco",
mientras la intervención en las
guerras yugoslavas, en Kosovo y en Serbia, permitía la implantación americana en
los Balcanes. De ahí la impresión de una estrategia de debilitamiento de Rusia
en el conjunto del "tablero" eurasiático. A lo que añadir la puesta en cuestión
del tratado ABM de 1972 y la intención , confirmada por Bush, de poner en marcha
el "escudo antimisiles", que neutralizaría definitivamente la potencia nuclear
rusa, ya muy disminuida y envejecida. En 1996, los talibanes tomaban Kabul con
el apoyo norteamericano. Acuciados por el miedo, Rusia, las repúblicas de Asia
central y China forman el "grupo de Shanghai" para resistir a los movimientos
islamistas y separatistas.
En la segunda fase, entre 1998 y 2000, se esboza
un clima de "guerra fría". El krach financiero del verano de 1998 en Rusia
quiebra la confianza de la nueva burguesía moscovita en las reformas de la que ha disfrutado hasta entonces.
La reputación de los consejeros occidentales se resiente. El no pago de los
salarios provoca la agitación social. El equipo Krienko, ultraliberal, cede
sitio a un gobierno centrista que dirige el ex gorbachoviano Evgueny Primakov,
que estaba en Exteriores desde 1996. Este diplomático, orientalista de
formación, hace evolucionar la política exterior rusa del americanismo de Kozyrev hacia un reequilibrio en
dirección a China, India, Irán. En materia económica, Moscú rechaza los consejos de Domingo Cavallo
-inspirador de la política económica argentina. Primakov se orienta hacia una
restauración del Estado frente a los oligarcas financieros y las
mafias.
La creación de Putin
Este episodio será de corta duración. Los grupos
financieros rusos y sus medios se movilizarán contra el "peligro rojo" y, de
acuerdo con el presidente Yeltsin dimisionario, logran una genialidad: captar la energía del descontento hacia
el régimen para convertirla en fuerza de propulsión de un nuevo líder a sus
órdenes. Este será Vladimir Putin.
En agosto de 1999, el ataque contra el Daguestán/3 de los
comandantes "islamistas", el checheno Bassaiev y el jordano Khattab, seguido de los atentados "no
identificados" de Moscú y Volgodonsk (cerca de 300 muertos) llevan a un
desencadenamiento de la segunda guerra de Chechenia. El financiero Berezovski,
ligado por los negocios al mafioso
Bassaiev convertido en "líder Wahhabita", anima entonces a Putin, nuevo primer
ministro, a reforzarse en la "lucha
contra el terrorismo"/4. No hay duda: con sus compañeros más
bien jóvenes de San Petersburgo y otras partes, de la exKGB y del ejército, esta
encarnación de una nueva generación que es Putin se deja fabricar (a la
americana) una imagen de hombre fuerte. Una franja de la prensa occidental se
atemoriza. De hecho, la OTAN y Washington aprueban las operaciones en Chechenia
y apoyan la candidatura de Putin a la dirección del Kremlin. El nuevo presidente no decepcionará a sus
apoyos del otro lado del Atlántico. Ciertamente, relanza la producción y las
ventas de armas (principalmente a Iran), restablece la melodía del himno
soviético, hace honores al "gran pueblo soviético" vencedor de la Alemania nazi
en 1945. Sabe que los sondeos muestran, aún en 2001, un 60% de "nostálgicos de
la URSS", diez años después de su caída. Ninguna manifestación oficial (ni
popular) saluda la "gran revolución democrática" de 1991. Lo que da motivos para
inquietar a los demócratas rusos y
la prensa occidental: ¡una alerta más de "vuelta al sovietismo"!. De hecho, las
concesiones simbólicas quitan a los
nacional-comunistas como Ziouganov el monopolio del patriotismo. El presidente
se encuentra por ello aún más cómodo para confiar a los liberales (Graf,
Illarionov) el relanzamiento de las reformas: nueva oleada de privatizaciones de
las industrias, de las telecomunicaciones y de las tierras no agrícolas,
"renovación" del código del trabajo/5 a fin de levantar las
trabas a la flexibilidad y a los despidos económicos (esperando una ley sobre
las quiebras), comienzos de la reforma de los alquileres y de los servicios
comunales tendente a liquidar los vestigios de la "gratuidad" y del "paternalismo
soviético". El liberalismo putiniano va parejo con una restauración del
Estado: recaudación de impuestos,
"jerarquía del poder" que pone en cuestión las autonomías regionales. Las
libertades de la prensa y de los sindicatos son restringidas, a los oligarcas se
les impone respeto, tras la evicción de los dos magnates financieros y
mediáticos, Vladimir Goussinski y Boris Berezovski. Oposiciones centristas y
regionalistas se unen al presidente. El ambiente de protesta de los generales y
de los comunistas a penas es audible. La apatía social sigue siendo
general.
Putin disfruta de una coyuntura favorable, debida
a la bajada de la renta del petróleo y a la caída del rublo tras el krach de
agosto de 1998, que, obligando a restringir las importaciones, ha permitido el
relanzamiento de actividades locales. Tras nueve años de recesión, el
crecimiento se ha reanudado. Se
mantiene en un 5% en 2001. Los atrasos salariales son pagados.
¿Algunos claros éxitos bastarán a Putin para
ganar su apuesta de una entrada en el Nuevo Orden Globalitario? Mucho dependerá
de los Estados Unidos. Es en vano imaginarse que renuncien a sus intenciones
hegemónicas. Pero ¿las realizarán en
concertación con Rusia, dejándole un margen de iniciativa y zonas de influencia,
un lugar en la reorganización de la
economía y de las políticas de guerra?
¿Aliado o vasallo de los Estados
Unidos?
No todos los signos provenientes de Washington
dan ánimos. Radio Free Europa
(financiada por el Congreso de los Estados Unidos) comienza pronto a emitir en
tres lenguas caucasianas, entre ellas la chechena. El Pentágono, que menciona a
Rusia como objetivo eventual de la utilización de armas nucleares, se ha
implantado en Asia central gracias a las bases militares "prestadas" por las
exrepúblicas soviéticas para la campaña de Afganistán. Una nueva base está
construyéndose (con Francia) en Kirghizistán. Más al Oeste, en Georgia, decenas
de militares americanos desembarcan para ayudar a la búsqueda de los terroristas
del Al Qaeda, entre ellos los del
comandante Khattab, señalados en el valle de Pankisi. Pero los autonomistas de
Abjazia y de Adjaria /6, temen que Washington ayude a Tbilissi
a reabsorberlos, a reconquistar la república separatista abjaza candidata a la
adhesión a la Federación de Rusia y apoyada por Moscú. El paso completo de
Transcaucasia/7 de la zona de influencia rusa a la americana
estaría puntuado por las ofertas de ayuda
de Washington y de la OTAN a Armenia, para ayudarle a superar el
conflicto de Alto Karabaj/8. En el corazón de todo: el inicio
de la construcción, prevista para este verano, del oleoducto Bakú-Cceyhan
(Azerbaiyan-Georgia-Turquía) y otros proyectos para exportar los petróleos del
Caspio -entre ellos los de los nuevos yacimientos kazakos de Tenguiz- sin pasar
por Rusia. La probable ofensiva contra Irak está también al orden del día. Las
faltas de adhesión árabes podrían ser compensadas en parte por el "concurso" de
antiguos países del bloque socialista: las repúblicas bálticas, Georgia y
Azerbaiyán así como Rumania y Bulgaria estarían dispuestas a cooperar en la
acción.
¿Qué lugar para el aliado Putin en esta nueva
relación de fuerzas en gestación?. Las estrategias se buscan, tanto en
Washington como en Moscú, donde se apuesta por un acercamiento a China, India e
Irán. Donde no se desespera tampoco en frenar la dislocación de la
CEI/9 a pesar de la labor de zapa americana. Rusia puede aún jugar, principalmente en Ucrania, con
su dominio energético, los lazos
industriales y humanos heredados de la URSS
y la desconfianza que suscita el aventurismo americano en las poblaciones
tanto eslavas como turco-musulmanas de la CEI.
El debilitamiento de Rusia querido por los
Estados Unidos no es por otra parte contrario a su mayor integración en el seno
del sistema mundial, económico y político-militar, pero en una posición
periférica y subordinada. Esta "vasallización", acompañada del robo de los
recursos desde hace 10 años, goza del concurso de las élites demócratas rusas.
¿no ha alcanzado ya un punto de no retorno la regresión demográfica, económica,
social y científica?.
El auge coyuntural es frágil, y las tendencias
fuertes a la caida persisten, como muestra la huida persistente de capitales y
cerebros.
El gran periódico de Moscú,
Izvestia, constatando la carencia de bases sociales de las
reformas de mercado, califica al presidente Putin de "Ataturk sin Jóvenes
Turcos"/10 y se alarma: "Hemos perdido nuestra
capacidad de competir en prácticamente todos los terrenos que cuentan en el
mundo contemporáneo. 10 o 20 años más de un "desarrollo" así, y podremos dibujar
una cruz no solo sobre el estado influyente, sino sobre una Rusia realmente
soberana. Para sobrevivir, el país no tiene solo necesidad de reformas, sino de
un verdadero salto al futuro"/11. - 29 de marzo de 2002.
Notas:
1/CF Samovar, de diciembre de 2001
(Samovar, 70 Rue Emile Banning, 1050 Bruxelles, Belgica, e-mail: samovar@skynet.be )
2/Cf John D. Cooley, "CIA et Jihad", Ed.
Autrement 2002 y Ahmed Rachid, "L´ombre des talibans", ed. Autrement
2001.
3/. República rusa del Cáucaso, musulmana y multiétnica,
vecina de Chechenia.
4/. Luego, Putin se desembarazó del demasiado
desacreditado Berezovski que, refugiado en Francia, financia movimientos de
oposición y de "Derechos Humanos" en Rusia, acusando a Putin de haber estado
"por lo menos al corriente" de los atentados de Moscú y Volgodonsk. Pero
Berezovski, entonces más influyente que Putin, ¿no estaba "por lo menos" al
corriente de las diversas provocaciones a la guerra del verano 2000?. Cf. La
entrevista de Berezovski en Moskovskie Novosti 19-25 de marzo
2002.
5/. Cf. "Le Messager syndical". (c/o D.Paillard 156 rue
Oberkampf, 75011 Paris, Francia, Carine Clement, email: carine_clement@hotmail.com)
6/. En Georgia: república soberana autoproclamada y
región autónoma, una y otra de tradición musulmana mientras que Georgia es
cristiana ortodoxa.
7/. Incluye las tres antiguas repúblicas soviéticas de
Armenia, Azerbaiyan y Georgia.
8/. Esta región de Azerbaiyan de mayoría armenia es la
manzana de la discordia que impide una normalización de las relaciones de
Armenia con los aliados de los Estados Unidos: Azerbaiyan y
Turquía.
9/ Comunidad de los Estados Independientes que reune 12
de las 15 antiguas repúblicas de la URSS.
10/ El fundador-reformador de la Turquía moderna disponía
de la fuerza militante y del aparato de los "Jóvenes Turcos" con los que Putin
no puede ni soñar.
11/Izvestia, de 26 de marzo de
2002.
Retazos de la historia
Selección de ANDALUCIA
LIBRE
Pravda, 1945
Al final de
otra epoca de Gran
Alianza
[Stalin] A las
pequeñas nacionalidades les aplicó la política criminal de la deportación en
masa. Los calmucos, chechenos, ingushes, karachevos, kurdos, balkarsios,
tártaros de Crimea, todos los alemanes y algunos griegos, búlgaros y turcos,
fueron expulsados de sus comarcas nacionales. Todas las referencias de las
nacionalidades caídas en desgracia desaparecieron de los libros de historia y
las enciclopedias, como si nunca hubieran existido. Centenares de miles de
personas, incluyendo mujeres, niños y ancianos, fueron desterrados de esta
forma y sus propiedades confiscadas; se les permitió llevarse sólo unos pocos
objetos. (...) Más de cinco millones de personas fueron deportadas.
Establecidas, en tiempo de guerra, en distritos escasamente poblados de
Kazakastán, Siberia y Asia Central, centenares de millares de ellas perecieron
de hambre, frío y enfermedades diversas.". Roy
A. Mevdevev, Que juzgue la
historia (Orígenes y consecuencias del estalinismo), Ediciones
Destino, Barcelona, 1977, pags. 522-523.
"Stalin ordenó la deportación en masa a Kazakastán
o a Asia central. Conocerán tal suerte los karachais (noviembre de 1943); los
calmucos (diciembre de 1943), los chechenos y los ingushes (febrero de 1944);
los balkaros (marzo de 1944) y los tártaros de Crimea (mayo de 1944). Las
operaciones se llevaron a cabo con enorme rapidez; todos los chechenos y los
ingushes (425.000 personas) fueron deportados con sus pertenencias en un solo
día. No escapó ningún miembro de la etnia marcada, cualquiera que fuera su
edad o su condición. Además no se facilitó ninguna información y se impuso un
silencio total, como si los pueblos condenados no hubieran existido jamás.
(...) Las poblaciones deportadas se implantaron en "zonas de poblamiento
especial", aisladas de las poblaciones vecinas, quedando sometidas a
vigilancia, despojadas de sus derechos cívicos y privadas de las enseñanzas en
sus propias lenguas. Sus condiciones de vida fueron muy precarias y su tasa de
mortalidad se elevó. (...) En 1956, Nikita Kruschev, en su informe secreto al
XX Congreso del PCUS, denuncio la deportación de los calmucos, karachais,
balkaros, chechenos e ingushes. A finales de ese año, un decreto autorizó el
regreso de esos pueblos a sus territorios, lo que a grandes rasgos se efectuó
en 1959. Pero la suerte de los tártaros de Crimea, los mesjetos y los alemanes
del Volga permaneció siempre en suspenso", Jean
Sellier-André Sellier, Atlas de los Pueblos
de Oriente (Oriente Medio, Cáucaso, Asia
Central), Acento Editorial,
Madrid, 1997, pag. 92
"Me parece que he incurrido en una grave culpa
ante los obreros de Rusia por no haber hablado con las suficientes energía y
dureza del decantado problema de la 'autonomización', denominado oficialmente,
creo, problema de la unión de las republicas socialistas soviéticas" (...) "En
estas circunstancias es muy natural que la 'libertad de abandonar la
unión', con la que nosotros nos justificamos, sea un papel mojado inservible
para defender a los no rusos de la invasión del ruso genuino, del patriotero,
miserable en el fondo y dado a la violencia, como es el típico burócrata ruso.
No cabe duda que el insignificante porcentaje de obreros soviéticos y
sovietizados se hundiría en este mar de inmundicia chauvinista rusa como
las moscas" (...) "En mis trabajos sobre el problema nacional he escrito ya
que el planteamiento abstracto del problema del nacionalismo en general no
sirve para nada. Es necesario distinguir entre el nacionalismo de una nación
opresora y el nacionalismo de una nación oprimida, entre el nacionalismo de
una nación grande y el nacionalismo de una nación pequeña. Respecto al segundo
nacionalismo, los integrantes de una nación grande tenemos casi siempre la
culpa de cometer en el terreno practico infinitos actos de violencia; e
incluso más aún, cometemos sin darnos cuenta infinitos actos de violencia y
ofensas (...) Por eso el internacionalismo de la nación opresora, o de la
llamada 'nación grande' (aunque sólo sea grande por sus violencias ,
grande como un esbirro), debe consistir no sólo en observar la igualdad formal
de las naciones, sino también esa desigualdad que, por parte de la nación
opresora, de la nación grande, compense la desigualdad real que se da en la
vida." Extractos de, Vladimir
Ilich Lenin, Contribución al
problema de las naciones o sobre la 'autonomización',
Actas taquigráficas del 30 de diciembre de 1922,
Obras Escogidas, Tomo XII,
pags 364-370, Editorial Progreso, Moscú,
1977 ; publicado por primera vez en 1956, nº 9 de la
revista Kommunist.
[Ver también, E.H. Carr,
La Revolución Bolchevique 1917-1923 - 1. La conquista y
organización del Poder, Alianza
Editorial, Madrid, 1979; León
Trotsky, Textos
por la independencia de Ucrania]
CHECHENIA
Putin contra el “Eje del
mal”
Xavier
Russelin
De vuelta de un campo de refugiados en
Sputnik, en Inguchia, Xavier Rousselin, que ha participado en el último convoy
sindical de solidaridad con Chechenia, nos describe los sufrimientos del
pueblo checheno.
"Creíamos que los americanos
nos apoyarían contra los rusos.
Ahora, están a favor de Putin”. Estamos hablando con una señora en el
campo de refugiados de Sputnik, en Inguchia, no lejos de la frontera chechena.
Decidida, añade: “Debo permanecer aquí para ocuparme de mis nietos. En
caso contrario, iría a pelear”.
Cerca de 30 meses después del comienzo de la segunda guerra de
Chechenia, las operaciones militares continúan de forma esporádica. En tres
semanas, tres helicópteros rusos, uno de ellos transportando miembros del
estado mayor, han sido derribados. En Grozny, la capital, igual que en los
campos de refugiados de Inguchia,
manifestaciones chechenas han pedido el fin de las operaciones
militares rusas. Aunque Grozny siga estando en ruinas, aunque continúen las
siniestras operaciones de “limpieza”, la población chechena rechaza el orden ruso que se le quiere
imponer.
Las operaciones militares rusas
denominadas de “limpieza” prosiguen: el ejército invade un pueblo o un barrio
de Grozni, luego separa a los hombres de las mujeres y de los niños e intenta
determinar cuales podrían ser combatientes. En un pueblo del Norte de
Chechenia en el que visitábamos un orfanato, se nos ha presentado a un joven
de 17 años: con el rostro triste, los ojos cerrados, no dice nada. Detenido en
una operación de limpieza, tiene todo un costado quemado.
Los abusos del ejército ruso son
permanentes, el pillaje metódico. Un procurador ruso ha conseguido hacer una
investigación sobre estas prácticas, con peligro para su vida, demostrando que la jerarquía militar
organiza los pillajes como medio de asegurar a las tropas un botín. Se ha vuelto a la Edad
Media.
La situación de los refugiados chechenos en los campos
de Inguchetia está lejos de mejorar. Las organizaciones internacionales y las
ONGs son objeto de trabas
permanentes: los visados “humanitarios” se atribuyen con una
gran parsimonia, y los visados llamados de “negocios”, a menudo utilizados por
los voluntarios humanitarios para estar presentes en Inguchia, no serán
válidos ya para esta porción de la Federación rusa. Ha sido publicada una
lista de ONGs, presumidos apoyos de los combatientes chechenos; en ella
figuran, entre otras, el Danish Refugee
Council y el Islamic
Relief, las dos ONGs más importantes presentes allí, sin las que la suerte de los
refugiados sería dramática.
El acceso a Grozny está cada vez
está más controlado. En adelante, los militantes humanitarios no residentes
están obligados a presentar hojas de ruta con varios días de adelanto y a
esperar un permiso de las autoridades rusas que puede no llegar nunca. Grozny
es una ciudad prohibida a las miradas indiscretas. Las distribuciones de ayuda alimenticia son caóticas. El
Programa alimenticio mundial (el organismo de la ONU que se encarga de las
ayudas alimenticias) decidió, en enero, la reducción de trece a cinco kilos de
las raciones de harina distribuidas a los refugiados. ¿La razón?. Una
financiación insuficiente por parte de los generosos donantes. Los campos de
refugiados siguen siendo campos de tiendas de campaña. Varios campos de
casetas prefabricadas se han cerrado y sus ocupantes han sido desplazados
hacia nuevos campos de tiendas de campaña. Se parecen de forma extraña a los
precedentes, aunque el Alto Comisariado para los Refugiados pretende que están
plenamente equipados para resistir el frío del invierno.
El pueblo checheno es víctima de
una guerra criminal que intenta destruírlo. Desde el 11 de septiembre, los
abusos rusos continúan aumentando. Con la excusa de la lucha contra el
terrorismo, Putin intenta destruir al pueblo checheno y reafirmar el papel
imperial de la Santa Rusia en el Cáucaso y Asia Central. En el marco de la
lucha contra el “Eje del mal”, el subimperio ruso ha encontrado grandeza y
virginidad en el imperialismo americano.
1/ Ver Courrier International; del 24 de
enero 2002 que publica un artículo de la Novaia
Gazeta: Chechenia sin derechos. Vivir bajo el terror de los
encapuchados
guerra ruso-chechena Amnistia Internacional
denuncia la masiva e impune violación de los derechos humanos en toda
Rusia ·La organizacion internacional acusa
al mundo de mirar a otro lado, especialmente tras el 11-S. Destaca que la
impunidad, total en Chechenia, impregna todo el sistema penal de la
federacion
Coincidiendo casualmente con el dramático
desenlace del secuestro en Moscú, Amnistía Internacional dio ayer el pistoletazo
de salida a una campaña de denuncia de la «absoluta impunidad» con la que las
autoridades rusas violan los derechos humanos, no sólo en Chechenia, sino a lo
largo y ancho del país más grande del planeta. AI denuncia a su vez que cientos
de heridos en el operativo en el teatro moscovita son otra vez rehenes, pero del
Kremlin. Acusa a la comunidad internacional de complicidad y de mirar a otro
lado sobre la situación en Rusia, más aún tras el 11 de
setiembre.
Amnistía Internacional presentó simultáneamente
en varias ciudades europeas, incluida Gasteiz, un informe que, bajo el epígrafe
«Federación Rusa: la Negación de la Justicia», da cuenta de la
«absoluta impunidad» con la que las autoridades federales violan los derechos
humanos en Rusia.
El coordinador de AI en Hego Euskal Herria,
Andrés Krakenberger, señaló que la campaña de denuncia, prevista a lo largo de
todo el año, estaba preparada con antelación al trágico secuestro en el teatro
de Moscú.
Tras denunciar tanto la toma de rehenes por parte
del comando checheno como el operativo que acabó en un tráfico desenlace, AI
destacó que la coincidencia viene a ser una muestra más del «círculo vicioso de
abusos contra los derechos humanos en Rusia». En lo referente al desenlace del secuestro, AI expresó su
preocupación por los que calificó de «nuevos rehenes», enfermos a los que «no
les permiten el contacto con sus familiares y se niegan a suministrar
información sobre la operación». Abogados de AI y la Cruz Roja «ya están investigando las denuncias
y los testimonios de ejecuciones sumarias» de los secuestradores con un
tiro en la sien, han confirmado participantes en el operativo y la
organización pidió «una investigación independiente e imparcial» con «resultados
públicos».
Por lo que toca al drama en Chechenia, el informe
revela cientos de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, tortura, incluida
la violacion de mujeres, «crímenes de guerra cometidos por el Ejército ruso».
«En Chechenia, en los últimos dos años y medio, al menos 300.000 personas han
huido de sus hogares, dentro de Chechenia o hacia las fronteras de Ingushetia.
Miles de civiles han sido detenidos y maltratados», denunció en Madrid el
director de la sección española de AI, Estebán Beltrán, quien acusó a la
resistencia chechena de «crímenes de guerra». «En todo el mundo, cuando alguien piensa en los abusos contra los
derechos humanos en Rusia, piensa en Chechenia. Pero lo que casi nadie sabe es
que ese mismo clima de impunidad impregna todo el sistema de justicia penal de
Rusia», denunció la secretaria general de AI, Irene Khan. «Las minorías étnicas
y los pobres tienen riesgo especial de ser sometidos a torturas y malos tratos y
son detenidos simplemente por su perfil racial, son acusados de narcotraficantes
o de terroristas», afirmó Beltrán, que cifró en «un centenar» los grupos de
distinto origen étnico en Rusia.
El Comité Europeo para la Prevención de la
Tortura ha denunciado prácticas generalizadas de malos tratos y torturas contra
niños en Rusia y «muchas mujeres bajo custodia han sufrido abusos o
violaciones». Entre los datos aportados
para medir «la magnitud de la tragedia que vive la persona común en Rusia»,
Beltrán destacó que «en las cárceles de toda Rusia se consume casi un millón de
personas, y de ellas, 200.000 esperan a ser juzgadas «en infiernos creados por
el propio hombre en Rusia». Asimismo, más de la mitad de los presos están
enfermos, 300.000 tienen enfermedades mentales, 92.000 tuberculosis, más de
33.00 sida y 30.000 tienen sífilis. 40.000 mujeres y niñas viven recluidas en colonias penitenciarias
remotas, «muchas veces a miles de kilómetros de sus familiares», 14.000 mujeres
mueren cada año por violencia de género. En 2001 la Policía presentó cargos
contra más de un millón de menores, decenas de miles de niños están privados de
libertad y más de 17.000 cumplen condenas en 64 colonias penitenciarias, «en
celdas sucias, mal ventiladas y plagadas de bichos»,
denunció.
Opinión
Chechenia y el despotismo
ruso.
Andalucía Libre
Desde hace años, el Ejercito de
ocupación ruso mantiene asolada Chechenia. Las denuncias sobre las practicas
genocidas rusas en Chechenia son innumerables. La guerra de Chechenia y los
crímenes contra la humanidad que la acompañan son consecuencia de la negativa
rusa a reconocer el legitimo derecho a la independencia chechena.
A la hora de la desintegración de
la URSS en 1991, fueron reconocidas las independencias de las antiguas RSS, al
tiempo que se rechazaba el ejercicio de ese derecho a las naciones que, con
anterioridad, no habían poseído esa categoría administrativa. Esta
diferenciación arbitraria y abusiva -acompañada del principio de
intangibilidad de las nuevas fronteras políticas resultantes- trajo
consigo -como en el caso de Yugoslavia- el germen de nuevos conflictos.
Los antiguos burócratas estalinistas
reconvertidos en políticos o empresarios burgueses -tipología de la que
el antiguo espía del KGB y ahora Presidente Putín es un excelente
prototipo- a la vez que se dedicaban a la rapiña mafiosa de las riquezas
rusas, encontraron en el mantenimiento de la dominación rusa sobre Chechenia
una útil palanca sobre la que consolidar su poder, excitando y aprovechando
los reflejos chauvinistas rusos preservados durante el
estalinismo.
Chechenia fue conquistada a sangre y
fuego por el zarismo durante el siglo XIX. Sufrió los avatares que acompañaron
a la Revolución bolchevique. Al consolidarse el estalinismo, protagonizó
revueltas durante los años 30. Finalmente, el pueblo checheno sufrió la
criminal deportación masiva ordenada por Stalin en 1944.
Las intervenciones
exteriores ajenas; los intereses petroleros o la composición política
predominante en la resistencia chechena son circunstancias subsidiarias ante
el núcleo del problema: la reclamación chechena de la independencia y la
negativa rusa a reconocerla. De hecho, además, es precisamente la
persistente intervención rusa la que ha favorecido la desintegración
política y descomposición social de la sociedad chechena; sin la que no cabe
explicarse -junto a la desesperación por los efectos de la guerra sucia
masiva, ejecutada ante la indiferencia y la complicidad internacional- tanto
la emersión de practicas mafiosas como el recurso de algunos sectores a métodos terroristas, como
manifiesta la acción del teatro de Moscú.
Es evidente que no puede apoyarse ni
justificarse una acción de terror indistinto como la toma de un teatro y la
amenaza de matar a cientos de rehenes inocentes. Éticamente es
inaceptable; políticamente, un grave error, como todas las acciones
indiscriminadas. Pero también lo es que la acción del Gobierno ruso
-diligentemente felicitado por Juan Carlos de Borbón y Aznar- muestra a las
claras el carácter terrorista y despótico del Poder ruso. El recurso policial
a un gas asesino que ha matado ya a más de cien
personas -de cuya composición y naturaleza ni siquiera aún hoy se
informa a los médicos para evitar la próxima muerte de más rehenes en estado
critico- y la fría y planificada liquidación del comando suicida, definen
bien a esta jerarquía rusa que manifiesta tan notoria continuidad con las
tradiciones zaristas y estalinistas. Una rehén resumió bien la situación al
comunicarse con un medio de prensa: "Nuestro Gobierno ha decidido que
ninguno salgamos vivos de aquí". He aquí el mismo desprecio del Poder ruso hacia los mismos rusos,
que tan bien describieron los opositores antizaristas del siglo XIX o los
comunistas antiestalinistas del siglo XX.
Tras la tragedia, se impone reforzar la
denuncia de la política rusa en Chechenia e integrar de una vez este
conflicto en nuestra agenda de la solidaridad. Ya va siendo hora de tomar nota
de que el muro de Berlín, cayó. No hay porqué acompañar a la defensa del
derecho a la independencia de Chechenia de ninguna complicidad política a
priori con cualesquiera corrientes políticas o ideológicas de la
actual resistencia chechena. Es lógico y legitimo que tanto Rusia como las
otras naciones vecinas a Chechenia (tanto aquellas integradas dentro de
la Federación rusa como de Georgia) reclamen también su derecho a la
seguridad; pero una vez que el destino de Chechenia este sólo en manos de los
mismos chechenos; de forma que puedan resolver libremente su futuro interno y
sus relaciones con quienes les circundan.
Sugerencias:

Quienes hacemos ANDALUCÍA
LIBRE formamos parte de la IV
Internacional. Estos textos que aquí recogemos, aún todavía
en proceso de debate y por tanto provisionales, forman parte de los materiales
para su próximo XV Congreso
Mundial. No obstante, si los presentamos ahora en
esta sección es porque entendemos que, en si mismos, resultan
sugerentes para la reflexión y el debate por los análisis y posicionamientos
que recogen. También porque pueden servir, a titulo informativo, para
situar cual es el momento de la organización que los discute, la
IV Internacional, al menos en el aspecto de
su elaboración. Naturalmente, estos documentos -como casi todos los papeles-
son insuficientes para caracterizar cabalmente a la organización que los
promueve. No es sólo que la IV Internacional
sea hoy una organización mundial plural sino que, además, no interviene
directamente sobre la realidad sino a través de las organizaciones que la
integran y resulta evidente -al menos visto el asunto desde
Andalucía, a partir de nuestra propia experiencia- que la coherencia
y correspondencia entre los criterios y principios que recogen sus textos
y las practicas políticas efectivas de algunos de sus componentes estatales y
nacionales es y puede ser discutible. O, dicho en otras palabras,
que -a diferencia de otros tiempos- limitarse sólo a la referencia a la
pertenencia a la IV Internacional es
del todo insuficiente para ubicar a una determinada fuerza política en su
propio escenario nacional. Así por ejemplo y en nuestro caso, formar
parte de la misma Internacional no excluye mantener no sólo la
independencia orgánica sino también enfoques estratégicos, tácticos,
organizativos... sustancialmente distintos con otras organizaciones del
mismo Estado; con las que, bien sólo compartimos estrictamente esa
afiliación internacional común; bien, aún y a pesar de las
notorias diferencias políticas y aún teniendo en común otros
principios básicos y fraternales vínculos, nuestra relación
-dados nuestros planteamientos nacionales- se mantienen a similar nivel
político que con otras de fuera del Estado español.
En el Estado español, tras la desaparición de la LCR
como organización estatal plurinacional sobrevenida a causa de su fusión
con el MC (1991) y de su descomposición política posterior, la
IV Internacional cuenta con dos
organizaciones afiliadas (que se conocen y reconocen como
secciones): Izquierda Alternativa
-más conocida públicamente como elemento vertebrador de Espacio
Alternativo y que edita la revista Viento
Sur- y Quadernos
Internacionales, cuyo componente organizado más
conocido es el CEA de
Cataluña y que actualmente actúa,
mayoritariamente, en la Corriente Roja de
IU.
A través de esta ultima referencia,
Quadernos Internacionales, es como
articulamos hoy formalmente nuestra participación en la IV
Internacional. Es una situación formal que deriva de nuestra
trayectoria histórica; que en absoluto limita nuestra
plena independencia política para desarrollar nuestros trabajos en la
fase actual; correspondiéndose con nuestra realidad organizativa presente
y con nuestras prioridades. Llegado el caso, dependiendo de nuestra
evolución y de la del conjunto de la izquierda nacionalista andaluza,
si así lo consideremos posible, necesario y conveniente, política y
organizativamente, podremos plantearnos, en su caso, una
presencia andaluza expresa y específica en la Internacional en la forma que
sea más útil; no sólo para nuestra mejor aportación a la
Internacional sino también para nuestra tarea de contribuir
a fortalecer a la izquierda nacionalista andaluza y alcanzar
la emancipación nacional y social de nuestra
Nación.

La Cuarta Internacional en la
Red:
Bandiera
Rosse (Italia);
Col.lectiu per una
Esquerra
Alternativa
(Cataluña); Democracia
Socialista (Brasil);
Forbundet Internasjonalen
i Norge (Noruega);
Gauche
Socialiste (Quebec);
Groupe Révolution
Socialista
(Guadalupe-Martinica); International Socialist
Group (Inglaterra);
Internationale
Sozialistische
Linke (Alemania);
JCR
(Francia); Ligue Communiste
Révolutionnaire (Francia);
LCRJ
(Japon); Nava Sama
Samaja Party
(Ceilan); Nurt Lewicy
Rewolucyjnej (Polonia);
October
(Hong-Kong); Organosi Kommouniston
Diethniston
Ellados-Spartakos (Grecia);
Partido Socialista
Revolucionario -
PSR
2 (Portugal);
Revolutionär Sozialistesch
Partei-JSR
(Luxemburgo); Revolutionär
Sozialistischer
Bund
(Alemania); Socialist
Action (Canada);
Socialist
Action (EEUU);
Socialistische
Arbeiderspartij-Parti Ouvrier
Socialiste
(Bélgica); Socialistische
Arbeiderspartij
(Holanda); Socialistisk
Arbejderparti
(Dinamarca); Socialist
Democracy (Irlanda);
Socialist
Democracy (Australia);
Socialistiska
Partiet
(Suecia); Taller de Formación
Política (Puerto
Rico) - Organizaciones
en las que hay militantes de la IV Internacional:
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Socialista (México);
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Socialisme, (Suiza); New
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Jëf, (Senegal); Solidarity (EEUU);
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(Suiza); Scottish Socialist
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